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ISFD Nº 3 - Profesorado en Lengua y Literatura

Historia Social Argentina y Latinoamericana - 2º B


Profesor Mario Tome
Alumna: Joanna Aguilera
Fecha de entrega: 6 de septiembre
Extensión máxima: 2 carillas
Bibliografía a utilizar: Obligatoria de la Unidad 1 y las clases compartidas en la
Modalidad Semipresencial de los dos últimos encuentros.
Se espera una producción propia con el uso de los conceptos y categorías trabajadas.

“El Matadero” de Esteban Echeverría es uno de los textos fundantes de la


literatura argentina. Texto profundamente político, recoge la situación social y política
de la Argentina durante parte de la guerra civil entre unitarios y federales.
En base al siguiente extracto realiza el TP 1 considerando los hechos que
marcaron la historia de Argentina. Para ello, considera: unitarios y federales,
Generación del 37, formación del estado nacional y de las clases sociales:

“En dos por tres estuvo desollado, descuartizado y colgado en la carreta el maldito toro.
Matasiete colocó el matambre bajo el pellón de su recado y se preparaba a partir. La matanza
estaba concluida a las doce, y la poca chusma que había presenciado hasta el fin, se retiraba en
grupos de a pie y de a caballo, o tirando a la cincha algunas carretas cargadas de carne.
Mas de repente la ronca voz de un carnicero gritó:
¡Allí viene un unitario!—y al oír tan significativa palabra toda aquella chusma se detuvo
como herida de una impresión subitánea.
--¿No le ven la patilla en forma de U? No trae divisa en el fraque ni luto en el sombrero.
-Perro unitario.
-Es un cajetilla.
-Monta en silla como los gringos.
-La Mazorca con él.
-¡La tijera!
-Es preciso sobarlo.
-Trae pistolera por pintar.
-Todos estos cajetillas unitarios son pintores como el diablo.
-¿A que no te le animás, Matasiete?
-¿A que no?
-A que sí. (…)
-(…) Degüellalo, Matasiete, quiso sacar las pistolas. Degüellalo como al toro.
-Pícaro unitario. Es preciso tusarlo.
-Tiene buen pescuezo para el violín.
-Mejor es la resbalosa.
-Probaremos—dijo Matasiete, y empezó sonriendo a pasar el filo de su daga por la
garganta del caído, mientras con la rodilla izquierda le comprimía el pecho y con la siniestra mano
le sujetaba por los cabellos.
-No, no lo degüellen—exclamó de lejos la voz imponente del Juez del Matadero que se
acercaba a caballo.
-A la casilla con él, a la casilla. Preparen mazorca y las tijeras. ¡Mueran los salvajes
unitarios! ¡Viva el Restaurador de las leyes!.”
La obra se ubica en el contexto histórico de 1838 y 1840, en ellas podemos
ver reflejado el conflicto que había en ese momento: los federales rosistas
culpaban a los unitarios de ser los causantes de todas las desgracias, refleja la
lucha entre unitarios, partido de tendencia liberal, formado por un reducido número
de personas cultas y de mucha riqueza contra los federales quienes tenían más
apoyo popular y buscaban la ayuda de las provincias, pero sin la hegemonía de
Buenos Aires, es decir manteniendo su autonomía. los federales seguían el
régimen de rosas mientras que los unitarios seguían los ideales de Rivadavia,
Lamadrid, etc.
El texto de Esteban Echeverría es un reflejo de los conflictos sociopolíticos
que sucedieron en aquella época a raíz de diversos cambios que se dieron casi en
simultaneo. La revolución de 1810 trajo aparejado la constitución de un “Estado
Nacional”, cuya construcción se resolvió a través enfrentamientos complejos y
violentos.
Ansaldi comienza afirmando que la formación de las clases dominantes
(como clase social fundamental) nace de la mano de la constitución del Estado
Nacional, influenciada a su vez por el capitalismo y la noción de acumulación. La
búsqueda por dar unidad al pensamiento político y gubernamental como la
creación y establecimiento del predominio de un solo partido en todas las
provincias y centralizar el poder, desencadenaron una suerte de frentes que se
convirtieron en la estructura política/social permanente que dividieron la sociedad.
Tal como lo refleja el texto de “el matadero” la sociedad estaba dividida
claramente en dos frentes; por un lado, estaban los Unitarios un grupo político que
proponía la centralización del poder en Buenos Aires cuya ideología principal era
el centralismo y liberalismo, y por el otro los Federales que buscaban la libertad y
autonomía de las provincias de Argentina quienes, además, abogaban por la
descentralización. Esta división no solo estaba fundada en un pensamiento
político, sino que además era una división de sociedades económicas, es decir,
aquellos que se consideraban Unitarios eran en su mayoría, intelectuales, grandes
comerciantes, militares, aquellos que tenían acceso a determinados
conocimientos, que podían viajar al primer mundo y recibir la “iluminación” del
conocimiento. Y los sectores que apoyaban el federalismo que eran mayormente
habitantes de los sectores rurales, hacendados, caudillos, etc.
Pero esta división no existió siempre, luego de la revolución de 1810 se
esperaba que “naciera” en el territorio la construcción de un nuevo orden político
en reemplazo del colonial, con una conciencia de identidad colectiva, sin embargo
sucedió lo contrario, “la patria, el país es para cada habitante de las Provincias
Unidas, su provincia, su ¨patria chica¨” (Estado y Sociedad del S.XIX pag. 6). Este
proceso de reestructuración social da como resultado el surgimiento de una nueva
clase social y en este ámbito cultural, se constituyó la generación del 37 como el
primer movimiento intelectual con el objetivo de entender e interpretar la realidad
social de argentina, lo que ahondó la necesidad de construir la identidad nacional.
Este grupo de intelectuales estaba integrado entre otros por: Esteban Echeverría
(autor de “El matadero”). Es así como surgen las dos corrientes de pensamiento
(Unitarios y federales).
Después de la guerra entre unitarios y federales, la antinomia que se
conforma hacia fines del SXIX se da entre la oligarquía terrateniente, clase que
según nos dice Ansaldi es creada dialécticamente por el estado y el estado a su
vez es creado por ésta clase “Mientras la burguesía bonaerense se construye
como clase y como fracción hegemónica dentro de la burguesía argentina,
construye el estado provincial y el estado nacional; al mismo tiempo, la edificación
de éstos revierte en la de aquella. En otras palabras, hay un simultaneo y
dialectico proceso en cual la clase constituye el estado y el estado constituye a la
clase” (Estado y Sociedad del SXIX, pag 26). Y como frente de este movimiento
nace la Unión Cívica Radical.
La antinomia que nació desde allí (Unitarios/federales) pueden verse
perpetuadas a través del tiempo en la argentina (oligarcas/UCR,
radicales/peronistas, kirchneristas/macristas,) todas ellas son sinónimos de la
antinomia civilización/barbarie.
Por último considero que la intención de Echeverria en “el matadero” fue la
de crear una metáfora del régimen rosista, el escenario donde transcurre este
infortunio para el “unitario”, que no sabemos si en realidad lo era ya que nunca
tuvo oportunidad de manifestarlo, es justamente en el campo, es decir que refleja
una crítica al sector ganadero, además los mataderos se encontraban justamente
en una zona limítrofe entre la ciudad y el campo, un lugar de disputa, de frontera y
de conflicto.
Y por último comparto un poema de Leon Felipe más que oportuno para
este tema que es la historia Argentina.

Que pena!
¡Qué pena si este camino fuera de muchísimas leguas
y siempre se repitieran
los mismos pueblos, las mismas ventas,
los mismos rebaños, las mismas recuas!

¡Qué pena si esta vida tuviera


-esta vida nuestra-
mil años de existencia!
¿Quién la haría hasta el fin llevadera?
¿Quién la soportaría toda sin protesta?
¿Quién lee diez siglos en la Historia y no la cierra
al ver las mismas cosas siempre con distinta fecha?
Los mismos hombres, las mismas guerras,
los mismos tiranos, las mismas cadenas,
los mismos farsantes, las mismas sectas
¡y los mismos, los mismos poetas!

¡Qué pena,
que sea así todo siempre, siempre de la misma manera!

León Felipe

Bibliografía

- Ansaldi, Waldo. Estado y Sociedad en la Argentina del siglo XIX


- Teran, Oscar. Historia de las ideas en la Argentina, lección 3.

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