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ARISTÓTELES
Aristóteles (384-322 a.C.) nació en Estagira en la costa del Egeo. Aún joven se
trasladó a Atenas, ingresando a la Academia, donde recibió la enseñanza de Platón y
colaboró después como maestro. Durante su estancia en la Academia asimila las
enseñanzas de Platón y las somete a duras críticas. Muerto Platón, Aristóteles abandona la
Academia y se instala en la isla de Lesbos. Llamado por Filipo se traslada a la corte de
Macedonia como preceptor de Alejandro Magno. Al ser Alejandro elevado al trono de
Macedonia, vuelve Aristóteles a Atenas, donde funda el Liceo, enseñando en él durante
trece años. Alternaba la enseñanza con lecciones magistrales y el diálogo. Las lecciones
dialogadas solía darlas paseando con sus discípulos por los jardines del Liceo, de aquí que
la escuela recibiera también el nombre de Peripato y se llame peripatética la doctrina allí
enseñada. Muerto Alejandro en el 323, el partido nacional ateniense, le obligó a salir de
Atenas, retirándose a Calcis donde murió a los sesenta y dos años de edad.
Aristóteles compuso varias obras de las cuales no se conservan más que una exigua
parte. Escribió primero imitando a su maestro numerosos diálogos de gran calidad literaria
y profundidad de pensamiento, los cuales se han perdido en su totalidad.
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Aristóteles
Las ciencias teoréticas son clasificadas por Aristóteles en tres especies: física,
matemática y filosofía primera o metafísica. El criterio de la división se basa en el grado de
inteligibilidad o abstracción de los respectivos objetos. El conocimiento intelectual se
encuentra en estrecha conexión y absoluta dependencia respecto del conocimiento sensible.
La ciencia es conocimiento de las cosas de la experiencia, hasta la más elevada, la
metafísica, deberá partir de la experiencia sensible.
La ciencia física está situada en el primer grado de inteligibilidad y tiene por objeto
las cualidades sensibles de los cuerpos, abstracción hecha de los caracteres singulares. La
ciencia matemática está colocada en el segundo grado de inteligibilidad y tiene por objeto
la cantidad como tal abstraída de las cualidades sensibles. La metafísica se mueve en el
tercer grado de inteligibilidad y tiene por objeto el ser en cuanto ser, abstracción hecha de
la cantidad.
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Aristóteles
Las ciencias poéticas comprenden todas las artes en general, tanto bellas como
útiles.
Doctrina de la Abstracción
la cantidad con los accidentes cualitativos que la afectan y acompañan. Lo que toma o
aprehende es la esencia, es decir el núcleo central que constituye a una cosa en mesa, casa,
árbol, porque de él participan todos los individuos de una misma especie o género.
El punto de partida de la abstracción son los seres singulares que pueblan el mundo
sensible. La actividad sensorial que recibe las percepciones sensibles, permite que la
sensibilidad forme las imágenes de ellos. Pero estos datos cargados de materialidad, no
pueden llegar a la inteligencia, porque media una profunda diferencia entre sensibilidad y
espíritu. Como dicen los filósofos: todo lo que se recibe se acomoda a la condición del
recipiente. La inteligencia por tanto, necesita acomodar los datos de las sensaciones
llamados imágenes o fantasmas a su propia naturaleza espiritual e inmaterial.
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Aristóteles
CONCEPTO
DE
SUSTANCIAS
Sustancia: aquello que es en sí, que substa, que permanece a través de los cambios que
tiene en su haber las propiedades del objeto.
SUSTANCIA
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Aristóteles
Esencia: es aquello que una cosa es, responde a la pregunta ¿qué es esto?, es la razón de
una cosa, lo que la explica de modo necesario.
Accidente: aquello que no es en sí, sino en otro, necesita de algo (la sustancia) para ser. Es
aquello que una realidad puede tener o no sin que varíe su realidad. Por ejemplo es
accidental tener el pelo corto o largo o rubio o negro, esos cambios no introducen un
cambio sustancial en mi persona.
Materia: es aquello de lo cual una cosa está hecha. No es una cosa en sí misma, en sí no es
nada real ni captable por los sentidos, solo puede conocerse por la inteligencia, en cuanto se
deduce la realidad de un principio que se encuentra informado de una manera determinada.
Es un principio indeterminado y determinable, puramente potencial.
Acto y Potencia: son conceptos tan primitivos que Aristóteles prefiere explicarlos por
medio de ejemplos, el acto será pues, como el ser que edifica respecto del ser que tiene
capacidad de edificar, como el ser despierto respecto del ser que duerme, como el que ve
respecto del que tiene los ojos cerrados pero posee vista.
El Movimiento
El movimiento, dirá Aristóteles, es el paso de la potencia al acto, no está ni en el ser
puramente potencial, ni en el puramente actual El movimiento no es ni ser, ni no-ser, sino
que constituye un “llegar a ser”.
TIPOS DE
MOVIMIENTOS
TIPOS DE
CAUSAS
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Aristóteles
INTRINSECAS EXTRINSECAS
La Ética en Aristóteles
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Aristóteles
Además, Aristóteles precisa que los hombres conciben la felicidad como una actividad.
Entonces, la pregunta es, ¿qué es lo que se debe hacer para ser feliz? En la Ética a
Eudemo dice que la felicidad es “lo mejor en el orden de la operación”. Y en la Ética a
Nicómaco agrega que “para toda acción y toda elección, el bien supremo es el fin
último”.
Esto significa que el bien propio del hombre está en el mejor acto de su mejor potencia
(la inteligencia) aplicado sobre el mejor objeto (la contemplación) que pueda hacer. En
esto consiste el verdadero bien, en la actividad contemplativa de la inteligencia.
Entonces, las auténticos bienes no podrán ser ni exteriores (las riquezas), ni corporales
(los placeres), sino sólo los del alma. Los verdaderos bienes del hombre son los bienes
inteligibles (los que se captan con la inteligencia) y especialmente Dios. Y estos bienes
se alcanzan o se obtienen mediante el ejercicio de las virtudes humanas morales y
especulativas.
Así, todos los hombres tienden a la felicidad, que es el último fin del hombre. Para
Aristóteles la vida contemplativa es la fuente de la felicidad. La felicidad es una
consecuencia de la posesión del verdadero bien, o como un resultado de la actividad
propia del hombre; por lo tanto, sólo en el ejercicio de la contemplación se alcanza la
felicidad.
2. Las virtudes
Dado que en el alma se distinguen tres “partes” (la vegetativa, sensitiva e intelectiva),
cada una de ellas también tendrá su propia virtud o excelencia.
Sin embargo, la virtud propiamente humana es sólo aquella en la que interviene la
razón.
El alma vegetativa es común a todos los vivientes y no es específicamente humana, allí
no se señala existencia de virtudes.
No ocurre lo mismo con el alma sensitiva, la cual siendo de por sí, irracional, participa
de algún modo de la razón, en cuanto puede someterse a ella. Pero, además, en los
hombres, a diferencia de los animales, hay una parte del alma racional independiente
del cuerpo.
Por lo tanto, para Aristóteles hay dos tipos de virtudes humanas, unas éticas o morales
(que consisten en dominar las tendencias e impulsos irracionales, propias del alma
sensitiva), y otras, que corresponden a la parte racional, que son las virtudes dianoéticas
o intelectuales.
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Aristóteles
Entonces, los hábitos buenos son las virtudes, y los hábitos malos son los vicios. Las
virtudes no son las pasiones, dado que las pasiones como vienen dadas por
naturaleza, no son ni buenas ni malas; en cambio, los hábitos pueden ser buenos o
malos, dado que son perfecciones o imperfecciones de las potencias, que se
adquieren libremente con el ejercicio.
En el caso de las virtudes morales, éstas no son un efecto de la naturaleza, sino que
el hombre está dispuesto a adquirirlas, al repetir muchas veces un mismo acto. La
naturaleza nos da inclinaciones y potencias que luego nosotros debemos actualizar
(es decir, que pasen de la potencia al acto). El ejemplo que da en la Ética a
Nicómaco es que “practicando la justicia nos hacemos justos, practicando la
templanza, templados”.
Agrega que no puede darse la virtud cuando hay exceso o defecto, por eso es que la
virtud es el justo medio entre dos excesos. Por ello, la virtud ética está íntimamente
ligada a la recta razón, pues ella señala el defecto y el exceso que se debe evitar,
para alcanzar el justo medio. A su vez, la recta razón se adquiere por la prudencia.
Así, la virtud ética se puede definir como “la justa medida que impone la razón a los
sentimientos, acciones y pasiones”. Las virtudes éticas son hábitos adquiridos
voluntariamente, por la repetición de actos y consisten en un justo medio.
En las virtudes morales pueden distinguirse dos campos bien definidos:
- respecto al propio sujeto: las que regulan la parte no específicamente racional del
hombre son:
1- la fortaleza, que aleja al hombre de la cobardía y la temeridad regulando el
apetito irascible;
2- la templanza, que regula los placeres de los sentidos;
3- la modestia o pudor, que trata sobre las emociones.
- respecto a los semejantes: señala muchas virtudes sobre la convivencia (liberalidad,
veracidad, buen humor, etc), además de la justicia y equidad.
3. El acto voluntario
Para superar el intelectualismo de sus antecesores (pensemos en la ética racionalista
socrática y en la perfección del hombre en el mundo de las ideas platónico), Aristóteles
da cabida al elemento volitivo.
Los elementos nuevos que Aristóteles hace intervenir en este sentido son la deliberación
y la elección, además de la voluntad como deseo racional.
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Aristóteles
Entonces, un acto sería de la siguiente manera: la voluntad, iluminada por el intelecto,
es movida por el bien. Éste sería el inicio del obrar humano. Además, el intelecto
deberá deliberar sobre los medios necesarios para alcanzar ese bien. A la deliberación
racional de los medios sigue la elección, es decir, un acto en el que está presente tanto
la inteligencia como la voluntad.
Si bien Aristóteles no presenta una doctrina sobre la voluntad, sin embargo deja los
elementos para que se considere a esta facultad presente en el acto humano.
- Moral
El concepto central de la ética aristotélica es el de la felicidad o eudaimonia.
Existe un acuerdo en considerar la felicidad como el fin de todas nuestras acciones y,
por tanto, como el bien supremo del hombre. Sin embargo, la divergencia impera
cuando se trata de establecer en qué consiste concretamente (placer, riqueza, honor, etc)
consiste tal felicidad.
La ética buscará la respuesta adecuada a esta cuestión considerando cuál es la
actividad propia y específicamente humana, pues ella será, sin duda, el bien supremo, el
modo de vida que nos conduzca a una vida feliz.
Otras cosas, además de una vida virtuosa se necesitan para ser feliz: tener bienes
exteriores, por ejemplo: salud, honores, una vida familiar agradable, etc. Sin embargo, y
ésta es la conclusión de la Ética, el ideal máximo de felicidad consiste en el ejercicio de
aquella actividad específica del hombre, continuada, placentera y que no necesita de nada
exterior para existir: la vida del pensamiento, del saber, de la pura contemplación.
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Aristóteles
Además, toda comunidad humana (familia, pueblo, etc) se orienta a un determinado
fin, que es su bien.
El fin de la ciudad-estado no es otro que el de crear las condiciones necesarias para que
los ciudadanos puedan alcanzar la felicidad, el pleno florecimiento de sus capacidades
humanas (de comunicación, de sentido moral, etc). Por ello, la polis es la forma superior de
comunidad superior y más adecuada para que el hombre pueda desarrollar su naturaleza de
animal político.
- Política
Formas de Gobierno
Justas (tienden al bien común) Injustas (buscan el interés privado)
Monarquía: gobierno de uno solo que Tiranía: poder despótico de uno en
tiende al bien común provecho propio
Aristocracia: gobierno de los mejores Oligarquía: gobierno de los ricos, que
mira a los intereses de los ricos
Gobierno constitucional: gobierno de Democracia: gobierno de los pobres,
muchos con miras al bien común orientado a los intereses de los pobres
La Escuela Peripatética
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