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Bases Biblicas de La Etica James E Giles PDF
Bases Biblicas de La Etica James E Giles PDF
ACTUALIZADA
YAMPLIADA
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BASES BIBLICAS
DE LA ETICA
Edición actualizada y ampliada
JAMES E. GILES
Te m as: J . Eti ca
2. Vida cr istiana
2 M 6 96
Capítulo 2
LA ETICA DEL ANTIGUO TEST AMENTO
INTRODUCCION 45
l. EL CARACTER ETICO DE DIOS 46
1. Su nat ur aleza
(1) La sa ntid ad d e Dios
(2) La ju stic ia d e Di os
(3) La rectitud d e Dios
(4) La mi sericor di a d e Dios
(5) El am or d e Dios
2. El con tras te de Dios con los di oses con tem po ráneos
(1) Los ído los d e la casa (terafines)
(2) Los di oses d e Egipt o
(3) Mo loc
(4 ) Dagó n
(5) Baa l
3. El sentid o ético en los no mbr es d e Dios
(1) Elohim
(2) Jeh ova h
(3) Ad on aí
(4) El Shad ai
11. LA NA T URALEZA MORAL DEL SER HUMANO 54
1. El se r hum ano cread o a la im age n de Dios
2. La so b eran ía de Dios y la libert ad d e la hu m anid ad
111. LA RELACION ENTRE LA RELIGION Y LA ETICA
EN EL ANTIGUO TESTAMENTO 56
1. La relac ió n expli cad a
2. La relac ión ilu str ad a
(1) El caso d e Ad án y Ca ín
(2) El ord en d e los Diez Mand ami ent os
(3) La visión d e Dios y el servicio al p rójim o
(4) Requi sitos para los qu e qui eren servir a Dio s
(5) Peca d os com etid os hacia el pr ójim o repr ese nt an
peca d os ant e Dios
Capít ulo 4
EL ENFASIS ETICO DE LOS PRO FETAS
INT RODU CC ION 93
l. EL MENSAJE PRO FETICO 94
1. ¿Qu é es la prof ecía?
2. La base d el men saje p rofé tico
11. LOS PROFETAS PR ELIT ERA RIO S 96
l. Samu el
2. Na tán
3. Elías y Eliseo
8 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
CONCLUSION 146
Capítulo 7
LA ETICA DE PABLO
INTRODUCCION 147
l. LA BASE TEOLOGICA DE SU MENSAJ E 148
11. LA NATURALEZA DE LA ETICA DE PABLO 149
l. Un a ética abso lut a y circu ns ta ncia l
2. Una ética no sistem ática
3. El elem ento esca to lógico en la ética d e Pablo
4. El ascetismo en la enseñanza éticas d e Pabl o
5. La ética de Pab lo y la relación con la Ley
111. LA RELACIO N D E LA RELIGION Y LA ETICA EN PABLO 154
IV. LOS MOTIVOS A LOS QUE PABLO APELA 156
l. El m otivo d el temor
2. La inm ortalidad como m ot ivo
3. La im itación d e Cr isto como motivo
4. El amor como motivo
5. El d eber como m ot ivo en la vida cristiana
6. La razó n como motivo en la ética de Pab lo
V. EL PECADO EN LAS ENSEÑANZAS DE PABLO 160
l. Vicios sex u ales
2. Ac tividade s mu nd anales
3. Los p eca do s d e la lengua
4. Los pecados del espíri tu
VI. LOS FRUTOS DE LA VIDA CRISTIANA 16 3
l . Amo r
2. Gozo
3.Paz
4. Pacie n cia
5. Benignidad
VII . PROBLEMAS ETICOS ESPECIALES EN PABLO 166
1. El respeto por el h erm ano d ébil
2. La ves timenta d e las m ujere
3. Día s y comid as
4. La inmin ent e seg unda venid a d e Cr isto
CONCLUSION 168
Capítu lo 8
LA ETICA DE LOS OTROS ESCRITORES DEL
NUEVO TESTAMEN TO
INTRODUCCION 171
Co ntenido 11
l. HEBREOS 171
1. La fe
2. El amor fraternal y las bu enas obra s
3. La p erseve ran cia
4 . Relacion es matrim oniales
U. SANTIAGO 173
1. Una acepta ción incondici onal de otros
2. La ge nero sidad
3. El d om inio de la lengua
4. Obr as d e man sedu mbr e d e la sa bidur ía
5. Enem istad con el mund o
111.LAS EPISTOLAS D E PEDRO 175
1. Prim era Pedro
(1) San tidad
(2) Madur ez es p iritu al
(3) Sumi sión
2. Segun da Pedro
IV. LAS EPISTOLAS DE JUAN 180
1. Pr im era Juan
2. Seg unda Juan
3. Tercera Ju an
V.JUDAS 181
VI. APOCALIPSIS 182
Capítulo 9
LA ETICA PERSONAL
INTRODUCCION 187
l. ¿QUIEN ES EL SER HUMANO? 188
1. Perspectivas secu lares
2. La creac ión d el se r human o a la ima ge n d e Dios
(1) La capacidad y respon sa bilid ad d e se ñorear sobr e
la creac ión
(2) El disce rnimi ent o ético
(3) La int elige n cia
(4) La per so nalid ad
(5) El libr e albedrío
3. El pecado
11.EL AMOR EN LAS RELACIONES HUMANAS 193
1. El amor al prójim o
2. El amarse a sí m ismo
111.DEBERES HACIA UNO MISMO 199
1. La mayordomía de l cuerp o
2. Una pr eparación ad ecuada
3. El d eber de enrique cer la vida
4. Casos espec iales
12 BASES BIBLI CAS DE LA ETICA
(2) Aqui no
3. Los reformad ores
(1) Lut ero
(2) Calvin o
(3) Las sec tas
(4) La época mod ern a
111.LA IGLESIA Y EL ESTADO 259
1. Ide ntifi cación
2. Dominación
3. Separació n
IV . PROBLEMAS RELACIONADOS CON LA
RESPONSABILIDAD CIVICA 263
1. Parti cipac ión en la p olítica
2. La gu erra
(1) Resum en bíb lico
(2) Res um en histór ico
(3) Gue rr as mod ern as
(4) La gu err a nu clea r
3. Pena d e mu ert e
(1) El mensaje bíbli co
(2) Res u men histór ico
(3) Argum ent os a favo r y en contra d e la pe na de mu erte
CONCLUSION 270
Capítulo 13
LA BIOETICA
INTRODUCCIO N 271
l. BASES BIBLICAS Y TEOLOGICAS 272
1. Punto s d e vista prot es tante s
2. Punto d e vista católico
3. Punt o d e vista de l jud aísmo
4. Una sínt esis
11. LA DISCUSION DEL COMIENZO DE LA VIDA 276
1. El m oment o d e la fecunda ción
2. La viab ilid ad d el feto
3. Al nace r y resp irar
111. EL ABORTO PROVOCADO 277
1. La histori a d el ab ort o provocado
2. Perspectiva cont empor ánea
3. Argum ent os a favo r de l aborto pro voca d o
(1) El feto n o e vid a hu ma na
(2) El abo rto lega lizado pr ese rva vidas hum a n as
(3) El abo rto es un d erecho hum ano
(4) C ircun stancias espec iales justifican el abort o
4. Argum ent os en con tra d el aborto provocado
(1) Afirm acione s po sitivas en cuanto a la vid a
Conte nido 15
X. LA CLONIZACION 304
1. Definición
2. Las vent ajas d e la clo nizac ión
3. Las desventaja s de la cloni zac ión
Capítulo 14
PROBLEMAS DE CONTROVERSIA
l. LA EXPLOSION DEMOGRAFICA 309
l. El prob lema exp licado
2. Consecue ncias d e la ex plo sión d emo g ráfica
(1) Pobr eza
(2) Falta de sa lud
(3) Alim ent ación defi cient e
3. Po ibles soluci ones
16 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
Jam es E. Giles
El Paso, Texas
9 de dicieinbre d e 1993
PARTE I
PRINCIPIOS BIBLICOS
Capítulo 1
PANO RAMA DE LA ETICA
Capítulo 2
LA ETICA DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Capítulo 3
PRINCIPIOS ETICOS EN LA LEGISLACION MOSAICA
Capítulo 4
EL ENFASIS ETICO DE LOS PROFETAS
Capítulo 5
LA ETICA DE LA POESIA DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Capítulo 6
LA ETICA DE JESUS
Capítulo 7
LA ETICA DE PABLO
Capítulo 8
LA ETICA DE LOS OTROS ESCRITORES
DEL NUEVO TESTAMENTO
1
PANORAMA DE LA ETICA
l. DEFINICION ES
23
24 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
los d epor tes y la religión . Vario s paíse s han sen tido la influ encia
fu ert e d e las cultur as ro1nana, gri ega, judía , la tin a, anglosa jona,
orient al, y / u otra en sus leye s, art es, religión y pr ácticas mora les.
En esta obr a util izaremos la palabr a cultur a para refe rirnos al con -
junt o de todas es tas influ encias sob re un a nación o un a sociedad
de ntr o de la nación.
4. La religión tiene un pap el imp ort ante en la form ación de las
norm as éticas y mo rales d e un a nac ión o de un pue blo. Reconoce-
1nos el cristianism o como un a religió n basa d a en la reve lación d ivi-
na, y po r eso Dios es la fu ent e de aut orid ad en todo lo que tiene
qu e ver co n las creen cias y el con1port ami ent o d el ser hum ano .
Dios se ha reve lado a los se res hu ma nos, y nos ha d ad o va lores
morales y esp iritu ales qu e d etennin an nu estr as creencias y nu estro
comp or tami en to.
Desde los tie1npos an tiguos ha habid o riva lid ad entr e las reli-
giones. En tie1np os ve terotcstan1ent arios había confli cto entr e los
seg uid ores de Jehova h y los de Mo loc, Qu em ós, Dagó n , Baa l,
As tart e y los di oses d e Egipt o.2 Cad a nació n vecina a los israelitas
tenía sus di oses y sus p rácticas qu e se de rivaba n de su s creenc ias
religiosas . La ética cristiana reco n oce sus raíces en la reve lación
a nti guotes tan1ent aria del Dios d e Abr aham , de Isaac, Jacob y los
otros pe rsonajes de tiemp os pasa dos. Vamos a analizar más deta-
lladam ent e las pr ácticas d e los seres hu ma nos en base a sus creen-
cias religiosas .
Lo qu e un o cree en cua nt o a Dios, el m und o, la v ida d e la
hu ma nidad y la inm or talidad va a ejercer influ encia en su filosofía
de vida, su sistem a de va lor es y su comp or ta mie nt o . Es to, en
br eve, es el tema de es te libro.
II. SISTEMAS ETICOS
Para pode r en ten d er mejor la disciplin a qu e se llama "é tica cris-
tiana", vam os a presen tar u n pa norama breve de la é tica. Hay
va rias mane ras de sistematizar la ética, pero hen1os escog id o seg uir
la d ivis ión tra di cio n al qu e se es tudi a en cu alqui er lib ro . Es ta
d ivisión tradicio nal d ivide la ética en do s sistem as generales: la
ética teleológica y la ética deo nt ológ ica, o la ética de de beres.
l. Sistemas teleológicos
La pa lab ra "te leo lógica" se co mpo ne de dos pa labr as gri egas:
Télos, que significa "fin " y lógos, que significa "doc trin a". Así tiene
qu e ve r con los sistemas de ética que hacen én fasis en los fines o las
metas de la vida.
Santo , es con10 encargarle a un con stru ctor que con stru ya un edifi-
cio sin el beneficio de los es tudi os d e los arquit ectos y los ing e-
niero s. Los re sultado s serán desastro sos, porqu e para construir
bien se necesitan los plano s bien elaborados de part e d el arquitecto
y los cálculos preci sos de los ingenieros.
Ultimam ente los efectos de la práctica d e determinar va lor es sin
1nanda tos o principio s se están manif es tando en varia s m anera s.
William Kirkpatri ck ha escrito un libro titulado Why Johnny Can't
Tell Right from Wrong (Por qué Juan ito no pu ed e di stin guir entr e lo
bu eno y lo malo ), y ju zga qu e el prob lema radi ca en no haber
hecho énfa sis en la formac ión del caráct er en los pro grama s de
edu cación en las última s déca da s. Las consecu encias se m anifi es-
tan en la d eshone stid ad, la irresp onsabilid ad, la violencia y la in-
moralidad sexual qu e caract eri za la cultur a juvenil hoy en día.
(3) Los deberes en la ética cristiana. La ética cristiana tiene ele-
m ento s d eontoló gicos, porqu e mu chas d e las enseña nzas enfoc an
los debere s del ser hun1ano hacia sí mi smo y hacia los dem ás . H ay
norma s para guiarno s porqu e son para nu estro pr op io beneficio y
para el bien d e los d e1nás. Varios d e los Diez Mandamientos son
d e es ta natural eza . La obediencia a es tos mand a1niento s sirve n
para ha cerno s per sonas m ás sa lud abl es, m ás equilib ra das y n1ás
r espetu osas hacia los d emá s. El clamor por la ju sticia soc ial d e
parte d e los prof etas tenía el fin de benefici ar a tod a la comunid ad.
Jesús dio la norma qu e tal vez m ejor ilu stra la ética del d eber:
"Así qu e, todo lo qu e qu eráis qu e los hombres haga n por voso tros ,
así tambi én ha ced por ello s, porqu e esto es la Ley y los Profeta s"
(Mat. 7:12). Si la hum anidad siguiera esta norm a, acabar íam os con
la gran mayo ría de los mal es qu e aq u ejan a la hu1nanid ad .
Pablo dio su lista de los fruto s d el Espíritu (Gál. 5:22), y el amor
encabeza esa lista. En 1 Corinti os 13 Pablo elabor a sobr e el am or,
su s cualid ad es, su s log ro s y su s re sult ados en la pe rson a y en la
sociedad. Es te es otr o caso d e la ética d eont ológica.
Tal vez no debemo s inve rtir d ema siado tien1po en tratar de dis-
tinguir la ética teleo lógica d e la deonto lógica , porque en la ética
cri stiana h ay eleme nt os de la s dos. A la ve z es difíci l decir en
for ma categó ri ca qu e cierto acto enfo ca el fin o el debe r, sin preocu -
pa rs e por el fin. En último análisis se podría argum entar qu e todo
comp or tami ent o tiene su fin, o inmediato o remoto .
111. LA BASE TEOLOGICA DE LA ETICA CRISTIANA
En el comienzo la ética era un a ram a de la filosofía, que se con-
sider aba la 1nadre de las ciencias. La ética se llam aba deo ntología ,
y con el ti e1npo se di v id ía en: l. La juri sprudencia, o sea, los
d eberes demand ado s por la ley; y 2. la ética, o sea, los debere s no
32 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
4 Fe y Mensaje Bautistas. El Paso : Casa Bau tista d e Publica cio nes, 1975.
Panor ama de la ética 33
en con traste con el mar xismo , que dic e que el ser humano es nada
m ás que lo que come , o sea es material sin naturale za espiritua l; en
contr as te con el existen ciali smo at eo, que dic e que la vida no tiene
sentido y qu e el ser hun1ano es pr eso en un dram a que no tiene sa-
lida ; en cont ras te con alguno s conceptos psicoló gicos, qu e dicen
que el ser hum ano es una 1nasa de impul sos prüniti vos dominado s
por el in consc ien te, sobr e el cual no tenemo s con trol ; el pun to d e
vista cristiano es que el ser hum ano es la exp resión más alta d e la
natu ra leza de Dio s en la creació n y que Dios lo ha creado con el fin
d e goza rse en una con1unión íntüna con él. Si el ser humano un e
sus fuer zas con las de Dios, pu ede crea r instrumentos para enr i-
qu ecerse a sí mismo y a toda faceta de la crea ción .
El pec ado es la rebelión de part e d e los seres humano s en contra
d e los id eales de Dio s. La lu cha constant e del ser humano es con-
tra las fu erzas del mat bajo la dirección de Satanás, lo que repr e-
senta el de safío consta nt e de la humanid ad . Pero Dio s no s ha pro -
visto un Salv ado r, Cristo Jesú s, qui en 1nurió en la cru z para sal-
varno s. Por m edio de la fe en Cristo pod emo s goza r de la vida
eterna y recibir los recur sos espi ritual es para equiparnos para pe-
lear esta batalla contr a el mal.
4. La esca tología
Vivimos en es te mundo como peregrinos, porque sabem os que
n os espera un a ex is ten cia e tern a de spu és d e es ta vid a. En la
eternid ad habrá do s posibilid ades: el cielo y el infi ern o. Los que
creen en Cristo va n al cielo p ara di sfru tar de las bendicion es espiri -
tuale s qu e Dios nos tien e preparada s allí. Lo s qu e rec hazan a
Cristo irán al infi erno, dond e habrá angustia y su frimi ento etern o.
Un aspecto de la motivac ión para recibir a Cristo y vivir la buena
vida es aseg ur arnos de esta h erenc ia en el cielo y evitar el sufri -
1ni ento del infierno . Una ética cristia na adec uada va a ha cer hin-
capié en el elemento escatológico de nue stra fe.
IV. LAS FUENTES DE AUTORIDAD
EN LA ETICA CRISTIANA
Ya hemos mencionado que la ética cristiana se caracte riza por
estar basada en la revelación de Dios , y esta verda d es lo que dis-
tingue la ética cristiana de los otros sis tema s de ética. Por eso, deci-
mos que la ética cristiana es ética teológica , en contraste con los sis-
temas antropo lógico s, donde la capacidad del ser humano es pri-
mordial en dete rm inar lo bueno o lo malo de un acto. Esta diferen -
cia es fundamenta l en nuestra consideración . Si el hombre tiene las
capac idades mental es y emociona les para decid ir si un acto es co-
rrec to, o si el criterio para decidir lo bu eno o lo malo d e un acto es
el gra do de pla cer, felicidad o sa tisfacción persona l que br inda al
Pa n orama de la ética 35
ind ividu o, ento nces echa a un lado todo lo que no s enseña la Biblia
con relación a nue stro deber de amar a Dios y al prójüno como el
m ayo r de los m andami ent os. Al d ecir que Di os es la fu ente d e
autoridad, tene mo s que dar un pa so m ás para aclarar lo que qu ere-
mo s de cir. Esta sección tien e el fin de elabor ar sob re este punto.
l. La Bibli a como fuente de autoridad ética
Dios no s ha dado en la Biblia un regis tr o tangible de su reve-
lación para la humanidad. La Biblia contiene sese nt a y seis libros,
escr ito s por uno s 40 autores durante un p erí odo de uno s 1.500
años. La Biblia con tiene una var ied ad de literatura, inclu yen do la
nar ra ción de la historia, el drama, la poesía , la biografía , las epís to-
las y la ap ocalíptic a. No pode m os int erpretar en la mi sma manera
todas las clases de literatur a. Alg un as han sido escritas para crear
una actitud em otiva, y no para segu ir se en forma literal. Dios ha
mediado su revelación en la Biblia, libr o sagrado inspirado divina-
mente, el cual nos habla en forma s de prohibicione s, mandamien-
tos po sitivo s y no s da ejempl os para seguir por medio d e la elab o-
ra ción de las experi encias de otros con Dios.s En algunos casos la
Biblia contiene el registro d el comport ami ent o de los seres hu -
mano s, pero esto no rep resenta ideales que debamos buscar y repe-
tir . A veces la Biblia narra detalles de compor tami en to malo, sin
condenarlo, y algun os toman es te hecho para justificar tales actos
en el día de ho y. Ejemplo s de es to serían la esclav itud y la poliga-
mi a en el Antiguo Testamento. Pero debemos recordar que la Bi-
blia pr esent a la vid a tal com o es y era , sin int en tar cubr ir las faltas
d e los seres humano s.
Este libro tiene el propó sito de analiza r la Biblia en form a deta-
llada , para bu sca r la p er tin encia d e los pasa jes para nu estro día .
Estaremo s haci en do co m entari os so b re d et alles en el cur so de
nu es tro estud io.
2. El pap el de la razón human a en la auto rid ad ética
No es tamo s echando a un lado la razó n hum ana cuand o de ci-
mo s que nu estra au toridad en la ética está en Dio s y su reve lación.
Má s bi en con sid eramo s qu e Dios nos ha dado la capacidad de la
ra zó n , y d ebemo s ut ilizarla has ta lo m áxim o para ay ud arnos en
toma r d ecisiones éticas. La razó n hu 1n ana se utili za en dos áreas
cuando es tamo s trabajando en el campo d e la ética. Primero , es
es ta capacidad la qu e nos permit e es tudiar la Biblia, las cond i-
cione s históricas de los día s en que los var ios libro s fueron escritos ,
y bu scar su sent ido par a aque l día y la aplicación del principio vá -
3. Situacionismo o circunstancialismo
Desd e la década de 1960 está de moda hablar de la N ueva Mor a-
lidad . Joseph Fletcher public ó su libro Situation Ethics en 1966,8 y el
libro gozó de una acep tación inn1ediata en masa d e las per sonas
qu e habían estado en reb eldía en contr a d e las norm as d e los pa-
dr es, de las iglesias y la socie d ad en general, porque les daba licen-
cia para violar alguna s de las prohibi cion es bíbli cas y trad icionales,
di ciendo que la situación di ctaba tal comport am ient o.
Según Fletcher, ha y solam ent e una norm a qu e tiene va lid ez para
gui arn os en tomar las d ecision es, y esa es la norm a del amor. Por
eso, 1nuchos pecados han sid o cometido s en las última s d écada s en
nombre del amo r. No estamo s cu es tionando la valid ez d el am or
como norma para gui arno s en tomar decisiones morale s, pero no
creemo s que el amor an ul e tod o otro mand ami ent o bíblico. Reco-
nocemos qu e Jesús elogió el amor com o la sínt esis de tod a la Ley y
los Pr ofetas (Ma t. 22:37-40) , p ero n o cree n1os qu e Cri sto es taba
diciendo qu e está bien m atar, robar y comet er adulterio cuando la
situa ción así lo justifique , seg ún el p arecer de l sujeto qu e está con-
sid erando tal acto. Fletcher da ilu stracio nes en qu e, según él, se-
rían permitido s tal es actos.9
Sin dud a la situ ación debe ent rar en juego como un fac tor en
considerac ión cuand o uno está fren te a una decisión moral qu e es
complic ada . Pero las en señanzas bíb licas, la ra zó n hum ana y la
dirección d el Espíritu Santo deben entr ar en ju ego an tes d e dar
con sid eración seria a la situ ación. Si la situ ación fue ra la úni ca nor -
ma para gui arn os, podríamo s ju stificar cualqu ier acto con un a ra-
cionalización larga d e la situ ación esp ecial qu e se nos prese n ta.
4. Relativismo
El relat ivismo tom a las prohibi ciones, las normas y los precept os
de la Biblia que tienen que ver con la ética y apli can a ellos el prin-
cipio de relativismo p ara d ar más laxitud al com p ort am iento de los
seres hum ano s. Por ejempl o, toman las enseñan zas de Mo isés en
Deut eronomio 24:1-4 y Mateo 19:1-9 sobr e el di vo rcio, y amplifi can
las razo nes para el divorcio para incluir otras razones qu e no son
bíbli cas . Argum entan que si Cristo estu viera pr esente en el día d e
hoy, cu and o la situ ación social d e la muj er da mucho má s liber tad
que en su propi o dí a, enton ces segu ram ent e él d aría más b ases
para el divorcio.
1 Robert L. Ca te, Teología del Anti guo Testamento (El Paso: Casa Bauti sta
d e Publi cacion es, 1989), pp. 56, 57.
48 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
que viene d el ve rbo hebr eo hayah 1961, que significa "es tar" o "lle-
ga r a ser", impli cando ex iste ncia.s La s con sonante s YHWH lle-
ga ron a s imboli z ar "Ya hweh ", qu e ta mbi én se pronuncia
"Jeho va h''.
Se deba te la pr onunciación de la palabra Jehova h, porque en el
principio el hebreo consistía solam en te de consonantes . Po sterior-
m ente se añadieron las voca les para facili tar la pronunciación. Pa-
ra ese tiempo había tanta reverencia por la palabra que nadi e se
a trevía a pronun ciarla. Al fin , le añadi eron las vocales de la pala-
bra adonaí 136.
En el Antiguo Testamento se habla de Jeho va h com o recto y que
exige la rectitud del ser hum ano en su comportamiento. Después
d el pecado de Adán y Eva, es Jehovah quien los saca del huerto d e
Edé n. Jehovah es el que dest ru ye al n1und o cor rompid o por me dio
del diluvio (Gén. 7:17-23t y ta1nbién el qu e hizo llove r fuego sobre
las ciud ades de Sodoma y Gomarra (Gén. 19:13-24). Jehovah es ce-
loso por su pueb lo, lo ama, y se entri stece cuando peca: "Ent onces
quitaron de en medi o de ellos los diose s extraños y sirvieron a Je-
hovah. Y él no pudo soportar má s la aflicción d e Israe l" (Jue.
10:16).
Mientras la palabra Elohim pred omina en los prim eros capítu los
de Génesis, donde habla de la creació n, la pala bra Jehovah predomi-
na en otras parte s. Por ejemp lo, en las in stru cciones que se d an
re sp ecto al sac rifi cio d e anima les, la pa labr a Jehovah aparece 86
veces en los prim eros siete capítu los del libro d e Levít ico, mi en tra s
qu e la pal abra Elohim aparece un a sola vez. Algun os exp lican esta
de sproporción di ciendo que se debe a autor es di stint os de las dif e-
rente s part es del Pent a teuco . Otro s expl ican qu e es otra faceta de
la natur aleza de Dios y 1nuestra su id entifi cación con el hombr e en
el esfuer zo d e hacer sacrific ios y así mant ener un a relación íntim a
con Dio s.
(3) Adonaí. La palabra adonaí 136 qui ere decir "Señor". Es te
nombre tiene la tr ad ucción "Señor", impli cando la obediencia ab-
soluta que el ser humano debe rendir a Dio s. Es el térmi no que
u saban los esclav os para referir se a su s amo s. Así como el esclavo
es propi ed ad exclusiva de su amo, y éste tiene la obli gació n d e pro -
teger y cuidar d e aqu él, el ser humano d ebe ver a Dio s como su Se-
ñor , el du eño de su vid a, y en esta mi sma relac ión pu ed e ten er la
confianza de que Dio s le prote gerá, le cuid ará y supli rá su s ne cesi-
dade s.
(4) El Shadai . Varios pa sajes m enc ionan EL410 Shadai 7706, qu e se
8 Moi sés Ch ávez, Diccionario de Hebreo B(blico (El Pa so: Casa Bautista de
Publi caciones, 1992), p. 151.
54 BAS ES BIBLI CAS D E LA ETI CA
tr adu ce "El Dios Tod op od eros o" (Gén 35 :11; ve r Jos. 7:8; Isa . 6:8;
8:7). El énfa sis está en la fuerza d e Di os, y comuni ca qu e es sufi -
cient e p ara suplir tod as las n eces id ad es d e los seres hum ano s. Es
El Shadai qui en d em os tr ó su p o d er p ara m ultipli ca r los d esce n-
di ent es d e Abr aham y h acer d e él una n ación grand e (Gén . 17:4).
Es El Shadai qui en se ap arec ió a Jacob d espu és d e su v iaje pa ra es-
cap arse d e la ira d e su h erm an o y q ue se le ap areció cu and o vo lvió
d e nu evo a Betel, di ciend o: "Yo soy el Dios Tod op od eroso. Sé fe-
cund o y multipl ícate. De ti pr oced erá n un a n ació n y un conjunt o
d e na ciones; reyes saldr án d e tu s lom os" (Gén . 35: 11).
H ay o tros n ombr es y non 1br es compu es tos p ara referir se a Dio s
en el Anti guo Tes tam ent o, p ero es tos nombr es son sufi cien tes pa ra
m os tr arn os qu e el Dios d el A nti guo Tes tam ent o se reve lab a al
pu eblo con cualid ad es di stint as en las épocas di stint as d e la histo-
ria d el pu eblo. Reflejan qu e Dios tien e po d er, es Dio s eterno y es el
Seño r qu e am a a su pu eblo. Estas cu alid ad es di v ina s n os insp iran
y nos mu even a vivir d e tal man era qu e po d am os ase 1nejarn os a él.
11. LA NATURALEZA MORAL DEL SER HUMANO
El carác ter ético d e Dios es u n fac tor d e sum a im porta ncia p ara
d etermin ar qu é clase d e comp ort am ient o d ebe m os trar el ser hu-
m an o. La na tur aleza m oral d el ser hum an o es el factor qu e le sigu e
en ünp ort anc ia. Lo qu e cree m os en cu ant o al ser hum ano es im -
port ant e. Los ú ltim os cien años han expe rim ent ad o u na treme nd a
colisión de id eas an tagó nicas en cu ant o a la hum anid ad . ¿Es el ser
hum an o merame nt e lo qu e com e, o represe n ta algo espiritu al ad e-
m ás d el elen1en to ma teri al? ¿Es inm ort al, o mu ere y se d escom -
p on e com o algun os ma terialistas en señ an ? Estas pr egunt as rep re-
sent an los d ebat es qu e es tán en p rog reso en cu ant o a la n atur aleza
d el ser h u n1an o.
l. El ser hum ano crea do a la imagen d e Dios
La Biblia n os enseña qu e Dios creó a la hum an id ad : "Ent onces
dijo Di os: 'H aga mo s al h on1br e a nu es tr a im age n , con fo rn1e a
nu es tra sem ejan za, y ten ga dominio ...' " (Gén 1:26). Las pala br as
"im age n " y "seme jan za" son im po rtant es. En h ebreo tselem 6754 se
tradu ce "im age n " par a impli car un a "s ombr a" o "ap arien cia" d e lo
qu e era lo ge nuin o. Demuth 1s23 se tradu ce "im age n " o "semej an -
za'' . En el p asa d o los erudito s trataron d e fabri car un a di stin ción
entr e las do s palabr as, ha ciend o qu e un a tu viera signifi cad o espiri -
tu al y la o tra el signifi cad o d e la fonna física de l ser hum ano , pe ro
un a co n sid erac ión 1nás ma dur a d e la lit era tura se míti ca co n el
tiemp o recon oció qu e es un ejen1plo d el p aralelismo qu e caracteri-
zaba mu cha d e la literatur a hebr ea. A ellos les gu stabn elabor ar el
signifi cado d e su s id eas con sinónin1os, símil es y metáfo ras .
La ética del Antiguo T es tamento 55
Dios, y de todo lo que me des, sin falta apartaré el die zmo para ti"
(Gén. 28:20-22).
No tenemo s espacio para men cionar los mucho s ejemplo s de ac-
tos d e ador ació n en el Antiguo Testam ento . Basta decir que una
cantidad grande de l material en el Pentat euco tiene que ver con
instru cciones para los varios sacrificio s y las instru cciones para los
sacer dote s, quiene s mini straban en los actos de adoración. Es just o
decir qu e la adoración rep re sentab a el anhelo m ás íntimo de los
sere s humano s p ara estab lecer comunión con su Creador y man -
tenerse en bu ena s re lacione s con él.
Al ofrendar el animal para el sacrificio, el ofrendante estaba ac-
tu ando en obediencia al mand a to de Dios. Tenía que seg uir las
in struc ciones espe cíficas con relación al sac rificio, inclu yendo un
exam en para ver ificar que el anin1al no tenía defectos. El humo y
el olor qu e su bía del altar repr esentaban la co1nuni ón con Dios, y el
sacerdote esta ba presente para cumplir con sus funciones que faci-
litaban tal com uni ón. El result ado era la expia ción de los pecados
del pueblo. Posteriormente la s fiestas d el pueb lo, incluy endo la
Pa scua y la de los Tabernáculos les ay udaban a recordar las gran-
des experienc ias en la hi storia cuando Dio s mani festaba su bondad
y su protecció n.
Hemos n1encionado anteriormente el hecho de que las visiones
de Dios qu e experimentaban p erso najes destacados resultaban en
la consagrac ión para servir a Dio s. Es tos ejem pl os sobre salientes
de exper ien cias d e Abraham, Jacob, Moisés, Samuel e Isaías no
deben opacar las de personaje s ordinario s que tambi én di sfrutaban
de estas bendi cione s. Una lectur a d e las prácticas religiosas del
pueblo desp ués d e estable cerse en la tierra prometida , con sus lu-
ga res altos que ed ificaron en va rio s lu gares, su preo cupación por el
arca de Jehovah cua ndo fue cap turada por los filiste os, y las lucha s
de los profeta s en contra del sincretismo y otras forma s de pecado,
todo no s indic a que era un pueblo religioso que tomaba en serio la
necesi dad d e ma nt ener una buena relación con Dio s.
2. La obediencia a los mandatos de Dios
Otro s dirían que la bu ena vida es el resu ltado de la obediencia a
todo lo que Dio s no s pide.
Tal vez el ejemplo sobr esa lien te de la obedienc ia en el An tiguo
Testamento es el caso de Abraham . El vivía bien en Harán, porque
estaba cerca de su fami lia . Dios lo h abía pro sp erado con bi enes
materiale s y par ece que expe rin1entaba la bu ena vid a, a pe sa r de
no tene r prole. Pero Dio s le llamó para salir de su tierra, de su pa-
rentela y de la casa d e su padre (Gén. 12:1). Pod e1nos imaginarno s
la sorpresa que sint iero n los faini liares de Abraham cuando él les
comuni có su prop ósito. Podemos considerar los argum ento s que
62 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
pr ese ntaron para ha cerl e ver qu e d ebiera qued arse dond e vivía.
Pero Géne sis 12:4 di ce: "Abr am se fu e, como Jehov ah le había
di cho ..." Es un ejemplo de la obedi encia que debemo s manife star
cuand o escu cham os la voz d e Dio s.
El autor d e Ecles ia stés, d espu és d e haber pr obad o todo otr o
cam ino para alcanzar la felicid ad, lleg a a esta con vicción: "La con -
clu sión de tod o el di scur so oíd o es és ta: Tem e a Dios y guard a sus
mand ami ento s, pu es esto es el todo d el hombr e" (Ecl. 12:13).
La obedi encia repr esent a m ás bien el d eber, o sea, es ilu stración
d e un a ética deontol ógica, la cual requi ere un esfu erzo constant e
de vivir cada día de acu erd o con los id eales qu e Dios no s da. Las
pág in as de l An tigu o Tes tam en to es tán llena s d e exp eri enci as d e
person as qu e acept aban la vid a como dádiva de Dio s e int ent aron
vivirla ha sta lo máximo en obedi encia con lo qu e Dios nos m anda ,
y p or eso expe rim ent aban la tr anquilid ad. H ay va lor en p od er
acept ar la si tuación en qu e no s encontram os, con relación a nu estra
salud , el lu gar dond e vivim os, el tr abajo qu e tenemos de acuerd o
con nu estros don es, y vivir cad a d ía en form a natu ra l en obedi en-
cia a las leyes y los mand a tos qu e Dio s no s ha dado en la Biblia. En
contr aste, mu chas person as es tán in conform es y en rebeldía por
algún problema d e sa lu d, por el luga r dond e vive n, y un sin fin de
otra s circun stancias qu e no pu eden cambi ar.
3. El cumplir con la voluntad de Dios
Si lee m os el res to d el p asa je r ela cion ado con el lla m ad o d e
Abr aham, ve mos qu e Dios da su pr om esa: "Yo haré d e ti un a gran
nación. Te bend eciré y engrand eceré tu nombr e, y serás bendi ción.
Bend ecir é a tod os los qu e te bendi gan , y a lo s qu e te m aldi ga n
m ald ecir é. Y en ti serán bendita s tod as las familia s d e la tierra "
(Gén. 12:2, 3). Abr aham, por medio de su obedi encia , cun1pli ó la
voluntad d e Dio s y traj o grand es b endi cione s a su familia , su
nación y al mundo ent ero. Es así cuand o cad a person a se somet e a
la v oluntad d e Dio s par a s u vida , porqu e Dio s qui ere ha ce r
grand es cosas con noso tros y por m edio de la utili zac ión de nu es-
tros talento s.
John Bright , en su libr o La Historia de Israel, traza la hi stori a d e la
red ención d el pu ebl o de Dios en el Anti guo Tes tam ent o, y di ce
qu e el con cepto d e la red en ción envu elve el m ensaje total d e la
Biblia.10Tra za la histori a de los patriar cas desd e la entrad a d e los
hebr eos en Can aá n, a trav és d e la m onarquía en Isra el, por la di -
visión de la nación en d os reino s, por la d esint egra ción de Isra el
primero en 722 a. de J. C. y despué s d e Jud á en 586 a. de J.C., p or el
ces de las en señan zas qu e po steriorm ent e flor ece n . El Anti guo
Test ainento contiene los cimi ento s y a vec es la prim era p lanta d el
edificio , pero en el Nuevo Tes tamento ten em os el segundo p iso d el
edificio , el techo y los acabados.
En la reve lación progre siva la cap acidad del pu eblo para recibir ,
di ger ir y pr acticar las norma s es un fac tor para d eterminar h asta
dónd e lleva la reve lación . Por ejem plo , Moisés dio legis lación en
cuant o al di vorc io en Deut eronomio 24:1-4. Cu ando los fari seos le
pr eg unt aron con ref eren cia a es te p ermi so d e di vo rcio, Jesú s dijo
que era "ante vu estra dure za d e corazó n " qu e Dios permitió esta
legislación (Mat. 19:8). Es d ecir, Dios tu vo que acomodar se al nive l
de compr ensió n y comporta1ni ent o del pu eblo p ara p oder elev arle s
po steriorm ente a una actitud sup erior con relac ión al divor cio.
La rev elación ref erent e a las relac ion es en tre las clases di stint as
en el Anti guo Testam ento es inco mpl eta. Hay leyes para reg ul ar
las pr áct icas con los esclavos, p ero sab emo s qu e Dios d esa pr ue ba
la esclav itud . Sin embar go, dio n o rm as qu e no repre sent an los
id ea les m ás altos , pero sí repr ese nt an un pa so ade lant e en com-
paració n con las circun stancias de los esclavo s en otras na cion es.
La legislac ión de "ojo po r ojo" era medio p aso ad elan te cu ando
anali za mo s las ac titud es d e ve n ga n za que pr ac ticaban los pu ebl os
an tes d e esa leg islación . Tendr ían qu e pasar va rios siglos an tes d e
llega r el mandami ento de Jesús d e "a n1ad a vu estro s en emi gos".
Dio s tu vo qu e pre sentar ideal es qu e pudi eran ser alcanza do s por el
p u eblo en un período primitivo d e su d esarro llo mo ral y esp ir itu al.
Estas norma s llega rían a la p erfección en el Nuevo Testamen to con
las enseñan zas d e Jesú s.
Esta carac terís tica in compl eta de la reve lación es fundame ntal
en la edu cación. El m aes tro no pu ede en señarle al esco lar todo lo
que va a n ecesi tar d e la matemáti ca en los primeros año s del cole-
gio . Recibe la instrucc ión en forma paula tina , y cu an do el niño ha
apr endido bien una oper ación , pa san a los asunto s más complejos.
La geo m etr ía y el cálcul o son p ara etapas m ás ava n za da s en el
desarro llo ment al de los niños.
2. Un favoritismo para los judíos
Otr a limit ación de la ética del Anti guo Testa m ento tiene que ve r
con la apl icación d e los princip ios en form a relativa , seg ún las cir-
cun stanci as. Po r eje1nplo, había leyes que tenían qu e ve r con la
us ur a, o la cobranza de intere ses po r p rés tam os . "No cobrarás a tu
hermano inter és por el di nero, n i in terés po r la comida , ni int erés
po r nin guna cosa de la qu e se sue le cobrar int erés . Al ex traño
pod rás cobr ar interés , pero a tu hermano no le cobrará s, para qu e
Jehovah tu Dios te bendi ga en todo lo qu e empr enda tu mano en la
tierra a la cu al entr as para tomarla en p osesión " (Deut. 23:19, 20) .
La ética d el An tiguo Testa mento 65
21; 8:29; 9:24; 10:20, 26, 28; Ju e. 1:17, 25; 7:25; 8:21; 1 Sam. 15:33; 2
Rey . 9:24, 27, 33; 10:7, 11, 14, 23-27). El mandato era m a tar a h on1-
bre s, muj ere s, niño s, ganado y toda otra po ses ión, para no qu eda r
con nada. La pa labra jerem 2764 se utili za ba para referi rse a la s co-
sas de struid as en consa gra ción a Di os . El cas tigo de no cumplir
con es ta anatem a" era mu y seve ro (1 Sam. 15: 8, 9, 33). Es dif ícil
11
para no so tro s entender esta prác tica, p orq ue p ara nosotros par ece
una cru eld ad exces iva , h as ta bárbara.1 1 Pero h ay que en tende r que
la reli gión d e los cana neo s era el ba alismo, que tenía capacid a d d e
corromp er la ado ración pur a d e Jehova h . D ios sabía que si no aca-
baban con los can aneo s y su s pr ác ticas religiosas, iba a ser mucha
tentación para lo s israe lit as . Y as í fu e. A pesar d e todo, no aniqu i-
laro n a todos los can aneos, y fue un a lucha cons tant e la at racció n
d e la relig ión d e ello s. El libro de O seas detalla el nivel tan bajo a
que llegó la nación en su prostitución d e la ado ració n a Jehova h .
La época fue un a d e osc ur idad. La mat anza que acontec ió en
Canaá n se ha repe tid o mil es de veces en la hi sto ria hum an a. Pro -
fesa mo s hab er ava n za d o desde esa etap a. Pero el exterminio d e los
judíos d e p art e de Hitl er en A lemania , el exterminio de pueblos en-
teros en Vietnam y la m atan za que es tá aco nt ecien do actualmente
en lo qu e era ant eriorm ent e Yugoslavia nos hace pr eg unt ar: ¿Es
ciert o qu e hemo s ava n za do ?
4. El carácter imperfecto de personajes lídere s
El seg undo grupo d e dificultades morales tiene qu e ver con al-
gun os d e los per so najes anti gu otes tame ntari os quienes figuran co-
mo lídere s en el pu ebl o y di sfrutab an del favor d e Dios, pero a pe-
sa r d e eso, te ní an cualid a d es cues tionabl es y/ o prácticas pe ca-
n11nosas .
(1) La poligamia entre algunos de los líderes . En Génesis 16
ve n1os que Sarai an im ó a Abra h am p ara tomar a Agar, su sierva
eg ip cia, par a ver si concebía para d a rle prole a Abraham . Así
aco nt eció, pero inm ediatam ent e sur gieron problemas entr e las dos
mujere s, como con secu en cia d e los celos de par te d e Sara i (16:1-16).
Ta mbi én , ve1nos qu e Abr a ha m minti ó al faraón de Egipto en
cuanto a su es po sa, Sarai, di ciendo que era su her man a. Lo hi zo
porqu e temía qu e el faraón le m a taría para tomar a Sarai com o su
mujer (Gén . 12:10-20). La ve rd ad es qu e era m edi a h er man a, pero
cond en amo s el inten to d e Abraham de protegerse a sí mi smo y en-
tregar a su esposa al faraón por un tiempo para ga n ar el favor de
los eg ipcio s.
herida por herida , go lp e por go lpe" . Recono cemo s esto como le-
gislación inf erior a lo s id ea les que post eri or m ent e se pres entan ,
pero tenemo s qu e reconocer qu e eran leyes para elevar el nive l de
m oralidad de esa ép oca. Ante s de es ta leg islación las p erso na s
vivían d e acuerdo con la ley d e la jun gla, dond e reinaba el prin ci-
pio: "El que es más fuerte controla. " En esta socied ad uno podría
p erd er su s 1niem bros o facult ade s o h as ta la vid a por cu alquier
pr ovocació n, inclu sive para divert ir a los esp ectadores. Esta legis-
lación en el día d e Moi sés tenía com o prop ósito frena r pr áctica s de
mayo r seri edad .
¿ Qu é conclu sion es poden1o s sac ar de es tos pr oble m as, que se
suelen llamar las "dificultad es m ora les" en el Ant iguo Testamento ?
Ten emo s que adm itir qu e el reg istr o no s pr ese nta inquietud es,
porque es ob vio qu e las n orn la s éticas y la s pr ác ticas se con-
tradecían. H ay qu e compr ender la épo ca en qu e vivía n los per so-
naje s de qu e hemo s hablado , y reco no cer qu e el ni ve l mora l era
má s bajo qu e el de hoy.
El prin cipi o de la reve lación pr og resiva es la expli cación má s
ad ecua da con relación a estos problemas. Pablo , coment an do esta
época en su sermón en A tenas, dijo: " ... aunque antes Dio s pa só
po r alto los tiem po s de la ignoranci a, en este tiemp o manda a todo s
los hombr es, en todos los lu ga r es, que se arr epientan " (H ech.
17:30). El principio es igu al con la maner a en qu e tratamo s a nu es-
tros hij os . Cuando es tán crecie nd o, tenem os qu e en señarl es lo
bue n o y lo mal o. Pu ede n com eter ac tos qu e consideramo s delito s,
pero has ta n o recibir la enseñanza qu e es 1nala, n o podemos re-
qu erir otro com por tam iento. Con el tiempo ellos apr en den que es
malo, y se dan cue nt a que tienen que port arse de acuerdo con lo
que se les ha enseña do.
Otra exp licación que arroja lu z sobre la mora l de los ind ividu os
es el hecho que había épocas en el pasado cua nd o el enfoque de
Dios era sobr e la nació n o la fami lia y no tanto en el individ u o. El
propósito de Dios en elegir a Abraha m pa ra ser el objeto de su
pac to era traer bendiciones al mundo entero. Pero a veces Dios
tuvo que ac tu ar para pre servar a la familia, la tribu y posterior-
mente la nación como mot ivo primordial , sin enfoca r tanto al indi-
viduo. En el Nuevo Testamento vemos que Dios vu elve a concen-
tra rse en el individuo , y llama a cada uno a una responsabilidad
de lante de él.
Hay mucho en las normas morales del Antiguo Testamento que
objeta mos, pero tenemos qu e reconocer que Dios siempr e hizo lo
máximo que el ser humano pudiera absorber con relación a su
propósito final. Aunq ue algunas de la leyes eran imperfectas y no s
impre sionan como de cual id ad primitiva, sin embargo serv ían pa ra
llevar a la nación y al ind ividuo hacia los id ea les que posterior-
72 BASES BIBLICAS D E LA ET ICA
3. El día de Noé
El libro d e Génesis pr ese nt a el cu adr o triste d e las aciagas pr o-
fundid ades d el corazó n d el ser hum an o an tes d el y du ra nt e el d ía
de Noé. El odi o entr e los seres hum an os se m a nifestó cua nd o Caí n
m a tó a Abel. Lo p eor fue qu e n o qui so reco n oce r su culp ab ilidad
ant e Dios, aun cu and o la sa ngre d e su h erm an o clama ba d esde la
tierr a (Gén . 4:10). As í algun os han d err am ad o la sa ngre d e otros
seres hum an os dur an te tod a la hi stor ia. M uch os critican el derra-
m ami ent o d e tant a sa ngre en las páginas de l Ant igu o Tes tam ent o,
en la con qui sta d e Ca n aá n, en la pr ác tica de an iquil ar a tod os los
en em igos y las muj eres y ni ños al conqui s tarlos, y las p rác ticas tan
sa n gri e nt as q u e on re la tadas en va ri os pasa jes. Pero estamos
vivie nd o en un a época en que cad a d ía h ay víc tim as d e los confli c-
tos en Bos ni a-H erzegovi na, Liberia, Nige ria, Irlan da, Los Ange les y
otros pa í es y ciu da d es de l mund o.
Más ad elant e, en Gé n esis 6:5 y 6, d ice: "Jeh ova h vio q ue la m al-
dad d el h ombr e era m ucha en la tierr a, y qu e toda tende ncia d e los
pensa mi ent os de su corazó n era de continu o só lo al ma l. En tonces
Jehov ah lam ent ó hab er hec ho a l hombr e en la tierra, y le do lió en
su corazó n ." Es te es u n com ent ar io triste sobre la cond ición de los
se res hu n1anos an tes de l d ilu vio. Es taba n co1np letarn en te en trega-
d os a los vicios para sac iar su s deseos carn a les y d el p la cer.
Viendo qu e el m al había crecido tanto en el n1und o, Di os d ecidi ó
qu e el ún ico camin o era el d e cond enar es te m al p or m ed io d e u n
dilu vio qu e des tru yó a tod o ser hu mano excep to a Noé y su fan1ilia
(Gén . 6-8). Co n es ta famili a Di os prin cipió d e n u evo el pro p ósit o
d e es tab lece r un pu ebl o qu e iba a bu scar u na comun ión cons tant e y
p erfec ta con Dio s (Gen. 9:1-17).
11. DE NOE A MOISES
Ha y un a se rie d e even tos y as unt o qu e tien en sign ificado m oral
y soc ial en la épo ca d esd e Noé has ta Moi sés. Al gun as d e las exp e-
ri en cia so n pos itivas y o tras n ega tivas. Ta l vez va le la p ena enu-
merarl as par a resa ltarlas m ejor .
l. La ge n eros ida d y el deseo d e ma n te n er b uenas re lac ion es
hu1nan as se m anifi es tan en el ejemp lo d e Abra1n al d ejar escoge r a
Lo t la tierr a qu e és te qu ería (Gén . 13:1-18).
2. La d es truc ción d e las ciudad es d e Sod oma y G01norra p or la
m a lda d qu e exis tía en los habit ant es d e aqu ellas ciu dades (Gé n .
19).
3. La di sco rdi a en el hoga r con10 fruto d e la violación d el id ea l
d e mon og amia d e part e d e Abram (Gén. 16:1-16; 21:9-21).
4. La al eg ría qu e re ult aba d el cu1nplimi ent o d e la pr om esa d e
Di os a Abran, y Sara en el na cilni ent o d e Isaa c (Gé n. 21:1-8).
76 BASE S BJBLIC AS D E LA ETICA
"Las leyes de los Diez Mand a miento s son va lores eterno s y uni ver-
sales, qu e son indi spensables para el cumplimi ento de los deb eres
del indi viduo y la sociedad. "4
Í l . El único Dios \
El judaí sm o prin cipia los Die z Mandan1i ent os con las pal abr as:
"Yo soy Jehova h tu Dios qu e te saqu é d e la tier ra d e Egipto, de la
casa de esclav itud " (Exo. 20:2), y d espu és un e el prün ero: "No ten-
dr ás otro s di oses d elant e d e mí " (Exo . 20:3) con el ver sícul o si-
gui ent e, qu e consid eramo s el seg und o. Cons id era mos es tas pala-
br as la in tro d ucción a tod os los den1á s, y qu e el prim er m anda -
miento prohíb e el politeísmo . El per egrinaj e hacia el monot eísmo
es lento en el Anti guo Testamento. Es obvio que los israelita s te-
nían un a lucha durant e tod a su historia ha sta el exilio en Babil oni a
par a llega r a practicar el id ea l de este prim er ma nd am iento . Josué
llan1ó al pueblo a de jar los dio ses qu e había n servid o al otro lado
d el Jord án (Jos . 24: 14, 15). Deut eronomio 4:35 declar a: " ... Jehova h
es Dio s y qu e no hay otr o apart e de él." Es ta n1isrna ve rd ad es
repetid a en Isaías 45:5 : "Yo soy Jehova h, y no hay otro. Apart e de
mí no hay Dios."
Al hace r es ta d eclar ación Di os es taba prin cipi and o con Isra el
don de la nación se encontr aba. Este mandami ento les ayudó para
po steriorm ent e afir mar la verdad qu e no hay ot ro dio s.s Aunqu e
vivía n n1uch as exper iencias d e p oliteísm o y sincr etism o con los
dio ses Baal, Astarte, Moloc y Qu e111 ós, con el tie111po llega ron a
comprend er qu e esto era n1alo (Jue. 10:6). Vernos qu e el propó sito
del 111andami ento era peda góg ico, par a ha cerles ver que el id eal d e
Dios era mucho n1ás alt o qu e lo qu e es taban viviend o.
1 ¿Qpé nos di ce es te n1andan1iento ho )2 La prioridad d el Sefior
es tema todavía pertin ent e. Aunqu e mu cha s personas no se dan
cuenta, tienen su s dioses qu e ocupan un lu gar privile giad o encima
d el ve rd ad ero Di os. H oneyc utt 111 e ncion a cin co mov imi ent os o
actitud es qu e an1enaza n la uni cid ad de Dios. Son indi viduali smo ,
nacionali smo, institu cionali smo , mater ialismo y secul arismo. 6 Creo
qu e tendrían1 os que calificar es tos térm inos con la pal abr a "ex -
tremo" en la 111 ayoría de los casos.
1~-L~ olatría ~
"No te harás im age n, ni nin gun a sen1ejanza de lo que es té arriba
no el hombr e para el sábad o (Mar . 2:23- 28). Jesús nos enseñó que
era lícito hacer lo bu eno en el dí a sába do . Pero Jesús no dio 1nan-
dam ient os ni reglas legales respec to a la observa ncia de este día .
El cristianismo cambi ó el día del sáb ado a domin go, el prim er
día de la semana , porqu e éste fue el día en qu e Jesús resucitó d e la
mu er te. Ahora se llama el d ía del Señor. Es ev id ent e al leer el
N u evo Testa ment o que los cristianos, pa ra adorar, se congregaban
en el primer día de la sema na (Col. 2:16, 17; Heb. 10:1; Rom . 6:14,
15; Gál. 3:23-25; He ch. 20:7; 1 Cor. 16:1, 2; Ap oc. 1:10) .
Una d e las maldade s de nu es tro día es la tendencia de secu-
larizar el día d el Señor. Los com erciantes conside ran el do1ningo
c01no uno d e los m ejores día s, pues to que mucha s parejas trabajan
d e lun es a vierne s, y tien en el sábado y el domingo pa ra h acer
compr as y participar en las actividad es recrea tivas. Los centros d e
recreo promue ve n el día domin go como un a opor tunid ad de salir
de las ciudades con la familia y partic ip ar en actividade s qu e can1-
bian la rutina de la semana. Las iglesias sufren, porque mu chos
que anteriormente eran fieles en la asiste ncia se han alejado o su
parti cipación es marginal.
Neces itam os reg resar a un respeto po r el día del Señor con10 día
de desca nso y d e adoración. Esto no qu iere decir qu e todos tien en
que quedar se en casa y evitar cualquier for ma de rec reo, pero sí
qui ere de cir que debemos aprovechar el día para pasar un tiemp o
en la adoración púb lica, en la meditación y en la recuperación d e
nuestras energías para poder funcionar bien durante la seman a que
viene.
5. Honor a los padres
"Honra a tu padre y a tu madre , para que tu s día s se prolon-
guen sobre la tierra que Jehovah tu Dios te d a" (Exo. 20:12). Es te
mandamiento se ha llamado el de la transic ión , porque de aquí en
adelante el enfoque es sobre las responsab ilidad es de lo s seres
humanos entre sí, mientras los primeros cuatro mandamient os
tienen que ver con responsabilidades hacia Dios. Entr e lo s he -
br eos, los padre s se consideraban como repres en ta nt es d e Dios.
Por eso, la rev erencia y el honor eran necesarios. Esto muestra las
relaciones mu y cercanas entre la s familias, que eran más in1por-
tante s que la tribu o la nación en época s primitivas . Después de
nue stras responsabilidades hacia Dios , las que tienen que ver con
los pad res son las má s importante s.
La p alabra "honr ar" (kaved 3513) qu iere de cir "darl e p eso" , con la
idea de darle s reve rencia , honor y respe to. Qui ere d ecir que con-
sid eramo s qu e las palabra s, los consejos y el ejemp lo de los padr es
82 BASES BIBLICA S DE LA ETICA
Page H . Kelley, Exodo: Llamados a una Mi sión Redentora (El Paso: Casa
7
Bauti sta de Pub licacion es, 1977), p p. 129, 130.
Prin cipios ético s en la legisl ación mosai ca 83
La vida hum ana es sag rada en fonna mu y esp ecial, por cuanto
el ser hum ano fue creado a la im agen de Dios. Esto qui ere decir
que el ser hu mano tiene per sonalidad , tiene int eligencia sup erior a
la de los anünal es y tie ne aln1a, lo cual distingue al ser hum ano de
los anim ales. Todo esto qui ere de cir qu e el ser hu1nano tiene una
se1nejan za a Dios y es inmortal.
El mandami ento prohíb e el derramar la sa n gre de o tro corno
acto pren1ed itado de violencia. Otros mandamientos en el An tiguo
Testamento dan el n1and ato de matar como forma d e castigo: "El
que d errame sa ngre d e hombr e, su sa ngr e será derramada por
hombre; p orqu e a imagen de Dios él hi zo al hombre " (Gén. 9:6). La
pena de muerte era pennitida por va ria s ra zones, incluyendo el
go lp ea r a los padres (Exo. 21:15), el quitar la vida de otr o (Exo.
21:12), el mald ecir a los padres (Exo. 21:17; Lev. 20:9), el secue stro
(Exo. 21:16), el adul terio (Lev. 20:10), el sacr ificio de seres hun1ano s
(Lev. 20:1 , 2), el ince s to (Lev. 20:11), la homosexuali d ad (Lev.
20:13), la bigamia (Lev. 20:14), la bestia lidad (Lev. 20:15, 16), la bru-
jería (Exo. 22:18 y Lev. 20:37), si una m ujer embar aza da es muerta ,
entonc es el cu lpable del ases ino debía de ser muerto (Exo. 21:22), y
si el buey corneare a un hombre , causá ndole la muerte, y su dueño
no ha ce n ada para prevenir la rep etición de tal acon tecin1ien to,
enton ces el dueño del bue y había de ser muerto si el bue y vuelve a
matar a otr o se r humano . Posteriormen te tratar emo s la pena de
muert e y los factore s positivos y negativos en cua nt o a la apli-
cación de esta ley.
También es probable que este mandamiento no incluyó el matar
en defensa propia, el mat ar corno mi litar en la guerra y el suicidio.
Dur ant e much os años la norma qu e seg uían era la de "ojo por ojo,
diente por diente ..." (Exo. 21 :24). Los hon1bres part icip aban en la
guerra para d efender su familia , tribu y nación, segú n la nec esidad.
Cuando el enemigo vino a pelear, todos los hombres se presen -
taron para def en der su familia y sus bienes.
La guerra es un mal mucho más grave hoy en día, porque los
medios para matar son masivos. El decir que el mandamiento no
abarca la participación en la gue rr a ni justifica la guerra. Reco-
nocernos que las guerras contemporáneas que pueden quitar la
vida de centenares de personas civiles tanto corno militares, es algo
horrible. Pero a veces es el único cam ino a tornar. Cuan do todo
esfue rz o de conciliación ha fracasado , y cua ndo hay actos agre-
sivos de parte de personas , entonces no nos queda ninguna otra
alter nativ a sino la de pelear en la guerra .
Seis ciudade s de refugio fue ron estab lecidas, tres en Ca na án y
tres al otro lado del Jordán: "Estas seis ciud ades servirán de ref u-
gio a los hijos de Israel, al forastero y al advenedizo que se encue n-
tre en tre ellos, para que huya allí cua lquiera que accidentalmente
Prin cipios ét icos en la legis laci ón mosaica 85
hiera de muerte a otro " (Nú m. 35:15). El es tabl ecimi ento de es tas
ciudade s refl eja el esfuer zo de los ciudada n os para di stin gu ir ent re
el matar en forma violent a e int enciona l con un accidente.
8 El suicidio es un pr obl ema má s seri o. Es cierto que el An tiguo
Testam ento contien e po cos casos d e suicidio (Jue. 9:50-56; 1 Sarn.
31:1-6; 2 Sarn. 17:23; 1 Rey . 16:18). Ciertamente desan im a el sui-
cidio , porque reconoc e qu e la vid a es dá diva de Dios y que d ebe-
rnos atesora rla. Pero a la vez reconocernos qu e en algunos casos
las car gas de la vid a llegan a ser dema siadas para algun os, y opta n
por ese cam ino. H ay per sona s que puede n estar en circun stan cias
en que pierden el propó sit o p ara vivir y el sentido de gra titud po r
la dádi va de la vida.
Má s ade lant e va mo s a consid erar las declaracione s de Jesús que
tienen que ver con este mandami en to. Por ahora queremo s afirmar
qu e el significado fundament al de este mand amien to es el respe to
por la vida humana.
7. La santidad del hogar
"No cometerá s adu lterio" (Exo. 20:14). Este mand am iento afir-
ma la pureza y la pe rm anenc ia del matr imo ni o. Presenta un ideal
pa ra todo ser hum ano en cualquier época. El hogar está en seg un -
do lugar después de la vida. El ad ulterio es malo en var ios respec-
tos: está en cont ra d el bien para el indivi duo , la familia, la socie-
dad , la nación, la raz a, el uni ve rso y Dios. El adulter io es la inva-
sión de la casa de otro , la violación de la unidad y privacidad de
dos personas que se han compr om etido con vo tos divinos de por
vida, y la dest ru cción de los vo tos que unen a dos personas. Hace
deteriorar el matrim onio, qu e es la institución fu ndam en tal y bás i-
ca de la sociedad .
El adu lterio en tiempo s ant iguotest am en tario s con sistía en el
acto de tornar la esposa de otro hombre. No incluía relacione s con
persona s no casada s. En caso de la vio lación de una mujer com-
prometida con un joven, el castigo era la muerte (Deut. 22:22-25).
En caso de la vio lación de una mujer no comprometida , no impo-
nían la pena de muerte; más bien pagaban una multa al padre de la
doncella. Esto re fleja que la mujer se consideraba propiedad del
padre hasta el matrimonio.
La ausencia de derechos para la mujer y de una cons ideració n
ad ecuada de ella corno pe rsona se debía a la posició n socia l de la
mujer en la antigüedad. La esposa se consideraba propiedad del
esposo , y la legislación reflejaba este hecho. Deute ronomi o 24:1-4,
una legislación "permisiva", estipulaba los derechos del esposo y
aclarab a la situac ión de la mujer en caso de ser divo rciada por el
espo so.
Pu es to que el mandamien to insis te en que la vio lación de los
86 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
h an d epos itad o en cu ent as ban cari as pri va d as, estafa nd o así esos
din eros d e la uni ve rsid ad .
Cad a p erson a tien e múltipl es op ortunid ad es cad a día p ara rob ar
la pr opi ed ad d e o tr os. Pu ed e se r en h ace r los inf orm es d e los
in gresos, d e los gas tos cubi ert os p or la comp añ ía o la empr esa
d ond e tr abajam os, y con los inform es d e las hor as tr ab ajad as o los
result ad os d e nu estr os esfuer zos di ariam ent e. Es p ertin en te reco r-
d ar este m and amient o va rias veces dur ant e el d ía, p ara m ant en er-
n os h ones tos en nu es tros negoc ios .
El n1and ami ent o tien e relación con los siste1nas econ ómi cos qu e
con1p iten en el mund o h oy en d ía . El m arxism o se basa en un a fi-
loso fía materialista, di ciend o qu e n o h ay va lores esp iritu ales. El
ho1nb re es lo qu e com e, y la vid a con siste en vivir las exp erien cias
tan gibles di ar iament e, sin p en sar en un a in1nort alida d . A la vez,
niega el d erech o de pr opi ed ad pri va d a, insistiend o en qu e tod o es
d e todo s y qu e los m edi os d e pr odu cción d eb en p ert enece r al es ta-
do . H em os visto la d esint eg ración d el comuni s1no en los p aíses d e
la Uni ón Soviética en la d éca d a d e 1990, porqu e esta nació n h a ex-
p erim ent ad o un colap so total en el senti do econ ó1nico.
El capit alism o afinn a el d erecho d e cad a p erson a p ara trabajar, y
así adqu irir, p oseer y va lorar las cosas ma teriales. Insiste en qu e la
co.mp eten cia es pos itiva porqu e fom ent a la sup eración y la sobr e-
vivencia de las co1npañías n1ás eficient es qu e pu ede n pr odu cir el
art ícul o d e m ayo r calid ad en el p rec io m ás econ ón1ico. Pero a la
vez fom ent a un a ac titud indi v idu ali sta, ego ísta y co mp etiti va.
Aun qu e eleva el ni vel d e vid a d e los qu e viven bajo el capit alisn10
y la m ayo ría d e los p aíses d ond e pr eva lece el capit alism o como sis-
tem a económi co tienen un ni ve l d e v id a alto con mu ch as comodi -
d ades, tamb ién se no ta un espíritu m ateri alista y un ego ísn10 mar-
cad o en mu ch os d e los ciud ad anos d e esos p aíses.
9. La santidad de la verdad
"No d arás falso testim onio contr a tu pr ójün o" (Exo. 20:16). Este
n1and an1ient o tu vo su apli cac ión m ás pr ec isa en la anti g ü ed ad
cu and o un a p erso na era llamad a p ara testificar en los tribun ales.
Podr ía ser un testim onio qu e ten ía qu e ver con pr opi ed ades qu e
estab an en d isput a, co mo la aclarac ión d el d ue ñ o d e anim ales,
cu and o d os o n1ás p erson as insistían en qu e p ert enecían a ellos . O
p odr ía ser el testin1onio qu e tenía qu e ver con d eclaracion es hech as
con relación a otr as p ersonas . O podría ser el testiln onio d e lo qu e
un o veía cu and o un crün en fu e cometid o .
El h ech o d e d ar este n1andami ent o es ev id en cia de la existen cia
d e la ten de n cia d e apro vec h ar las cir cun stan cias de l vecin o p ara
h ace rle mal po r medi o d e la m entira en el testimonio . Y esta ten -
d encia continú a has ta h oy en día . Cu ánt as vid as han sid o arrui -
88 BASES BIBLI CAS DE LA ETICA
nadas por el tes timo nio falso de personas que no valoraban el testi-
monio de otros. Se exige que un o testifiqu e bajo juramento, pe ro
muchos juran y después proc eden a mentir para cu brir algún deli-
to y de esta manera sa lvar a uno qu e es cul pable o condenar a uno
que es inocente .
Este mandami en to puede tener otra aplicación. Puede tener un
significado más amplio, para prohibir la calumnia, la chismografía
y las declaraciones ligeras qu e arrojan duda s sobre el carácter de
otros. Tan1bién, puede aplicarse a la práctica de guardar silencio
cuando nuestro testimonio, prot esta o defensa podría salvar a un
inocente que es tá para perecer sin nue st ro apoyo. Un preso en el
campo de concentración en Dachau relata que cuando los nazis vi-
nieron por los comun istas, no dijo nada porgue no era com uni sta.
Despué s, vinieron por los judíos, y guard aba silen cio, porqu e n o
era judío. Poster iorn1ente, vinieron por los católicos romano s, y no
dijo nada, porque no era católico. Al fin , vin iero n por él, y ya no
había nadi e que hablara en contra de tales actos. 9 El silencio pued e
llevar a la condenación de otros y puede resultar en nuestra propia
condenación.
10. La codicia
"No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de
tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa
alguna que sea de tu prójimo " (Exo. 20:17). La palabra "codiciar "
(chamad 2530) tiene el significado de desear con ansia, como babear .
Tiene que ver con los pensamientos y las act itud es y no tanto las
acciones. Abarca también los motivos que un o tiene.
La cod icia es un mal bastante común en nu estro día. Es pecad o
de los cristianos más consagrados y no solamente de los cristianos
"carnales". La cod icia es un mal que puede llevar a uno a matar ,
cometer adulterio o robarle a otro. Es la internalización de lo s
demá s mandan1ientos, porque este vic io puede crear las condi -
ciones en que actu amo s sob re nuestra codicia.
Así terminamos el est ud io de los Diez Mandamientos. Puesto
que forman la ba se de la moralidad del Antiguo Testamento,
estaremos refiriéndonos con frecuencia a estos mandamiento s.
Rep resentan los ideales más altos para regular el comportamiento
de los seres humano s, y el resto del Antiguo Testament o es un
comentario sobre estos ideale s.
9 David Van Biema, "For the Love of Kid s", Time, 1 de noviembre de
1993, p. 51.
Prin cipio s éticos en la legi slación mo saica 89
alr ededo r d e ello s. Exis tían las prá cticas d e la poli ga 1nia (Exo.
20:14, 17; Deut. 17:17), el conc ubin ato (Gén. 16:1-16) , el comprar a
la esposa, el tomar las mujere s conqui stada s del enemigo en la
batalla con10 esposas (Deut. 21 :15-17) y el uso de esclavas como es-
po sas (Deu t. 21: 10-14).
Tambi én había leyes mu y an1plias en cuanto al di vorc io. Parec e
qu e las influ en cias d e otra s na cion es eran tan fuertes qu e los
israelita s llega ron a practicar el di vo rcio en forma lige ra , lo cua l
amenazaba la estabi lid ad del hogar y de la na ción . Por eso, tene-
mo s en Deut eronomio 24:1-4 una legislación "p ermi siva " con re-
lación al di vo rcio. Debemo s re conocer qu e estas leyes no se esta-
blecieron p ara abrir la pu ert a para p ennitir el di vo rcio; m ás bien
servían para frenar la práctica de div orciar lige ram ent e a la espo sa,
echándola d e la casa sin darl e do cum ento. Esto result aba en cir -
cun stan cias d esa fortun ada s para las muj eres, quienes no tenían
mu chas man era s par a sos tenerse en aque l entonces.
CONCLUSION
Un estudio d etallado d e las leyes éticas d e la legislación de Moi-
sés oc up aría un espacio mu cho m ás exte nso d e lo que tenem os
asignado para esta obra. Pero hen1os hecho un resu1nen, y el estu -
dio nos ayuda a concluir que la legis lación de Moi sés era 1nucho
más avanzada qu e la d e las nacion es vecin as. Aunque había leyes
d e otr as fuente s 111ásan tiguas, tales co1no el Cód igo de Han1ura bi,
hay algo di stinti vo en la de Moi sés, porqu e son dad as por reve-
lación divina. Dio s es el origen d e la 1noralid ad en el An tiguo Tes-
tam ento , y sus id ea les se tran smitieron a los seres hun1ano s en
forma sobr enatural.
La legis lació n d e Mo isés tien e sus limit acio nes d esde nue stra
per sp ectiva. La raz ón prin cipal es qu e fue un a legislación parcial,
adecuada para el dí a en qu e fu eron dad as, pero la revelación po ste-
rior en el Nu evo Testamento es necesar ia para compl etar nu estro
entendimiento d el plan de Dio s para la hum an id ad .
El men saje de los prof etas en el An tiguo Tes tamento conti ene
mu cho mat eri al d e na tur aleza ética. En sus 1nensajes po d em os
cap tar las fallas de los seres hum ano s en sus esfu erzos d e vivir de
acuerdo con la ley de Dio s, el esfuerzo d e los prof etas para d esper-
tar una culp abi lid ad por su rebeldía y desobed ien cia, y la afirm a-
ción d e los id eales altos bajo los cua les Dios espera qu e viva mo s.
Ahora va mos a pasa r a la consideración d el 1nensaje pr ofé tico y su
rel eva ncia p ara nosotros hoy .
4
EL ENFASIS ETICO DE
LOS PROFETAS
INTRODUCC ION
La legislación mosaica tenía el propósito de ser guía para la na-
ción en su rela ción con Dio s y con los vec ino s. Cuando los israeli-
tas llega ron a la tierra prometid a, toma ron va rio s años para con-
qui starla. Durante la conqui sta, Josu é y los otros dirige nt es in-
sistiero n en que el pu eblo deb ía seg uir fielm ent e a Dio s. Dur an te
el per íod o de los jueces , que se conoce como el períod o oscuro de
la hi stor ia d e los israe lit as, el pueb lo tu vo que pelear un a lu ch a
gra nde por seg uir fielment e a Jehovah. Por un lado , los can an eos,
con su religión d e Baal , fue ron para lo s israelita s un a amena za
política y un a tentació n consta nt e a la idol atría. Además, la nació n
estaba experime ntand o las d ificulta d es normales d e los prim eros
años d el desarrollo na cional. Hab ía amenazas d e otras nacio nes y
grupos paganos , y una lucha cons tant e para sobr evivir en la tierr a
prometida .
El ciclo qu e se repit ió va ria s veces en esta época fue el siguient e:
l. Gozaban de paz, tr anquili dad y pro speridad qu e resultaban d e
la obediencia y fidelidad hacia Dio s. 2. Seguía el p ecad o co1netid o
po r los individuo s y la na ción, en rebeldía a los ideales que Dios
había estab lecido. 3. El sufrimi ento y el cast igo de Dios se sentían
en la nación y entr e los individuo s. A veces los sufrimien tos dura -
ban largo tiempo an tes de ser persuadid os por Dios para qu e re-
cono ciera n su culpabilidad . 4. Estos sufrimi entos traían el arrepen-
timi ento por el pecad o. 5. El perdón y la restaur ación a la relación
con Dios y la alegría del pu eblo compl etab a el ciclo. En el curso
del libro de los Juec es se pu ede ver es te ciclo varias veces .
Samuel es re cono cido como el personaje de sta cado po r su mini s-
terio en este período d e tran sición para la nación. El fue juez, sa-
cerdot e y prof eta. A él se le veía como una persona que tratab a de
pr ese r var el estado an tiguo de la nación de Israe l, sin tener rey.
Pero todo s los habitantes es tab an pidiendo rey, y al fin Samue l se
93
94 BASES BlBLI CAS DE LA ETICA
fecía, porqu e pi ensa n que pueden adq uirir una llave para d escifrar
el futuro en algu na manera especial, y que esto les dar á un a venta-
ja sobre otras p ersonas . Otro s se int eresan en la predi cción porqu e
piensan qu e podrán saber acerca d el futur o en una n1anera extrao r-
dinari a. Otro s va n por el camino del éxtasis, por int ereses esp e-
ciales en esa esfera. Para no so tro s el enfoque princip al de nu estr a
consideración tendrá que ve r con los elem ent os d e la pr edi cción y
la moral.
El elemento de la predic ción tiene má s que ver con el futuro in-
m ediat o y no con un futuro re1noto o lejano. La ma yo ría d el con-
tenido de los 1nensajes d e los va rio s prof etas tenía qu e ver con los
probl emas que aq uejaban a la mi sma nación de Jud á o de Israel, y
lo qu e esta ba pa sando con las nacion es vecina s. Por eso, es impor -
tante es tudi ar la hi s toria an tigua de toda s es tas n acion es para
pod er ent end er bien el signifi cado de las prof ecías pronun ciadas
por cada un o de los prof etas. La situ ación histórica var iaba en el
caso de cada prof eta, porqu e vivían en épocas di stinta s y las condi-
ciones de su n1undo cambiaban rápid ament e. Por ejempl o, mu chas
profecí as pr edecían la d estru cción de Israel y otras de Jud á, aco n-
tecim iento s realiza do s en 722 y 586 a. d e J.C. respectivamen te. Hay
princip ios qu e todaví a tienen pertin enc ia para no sotros hoy en día,
y ha y algu nas profecía s que están po r cumpli rse aún . Pero no de-
bemos estudi ar los libr os prof éticos con la idea que todo se relega
al futur o, y qu e es tá aún por cumplir se .
El element o m oral no s llan1a la atención porqu e n1uchas de las
profecías tenían qu e ver con condi ciones d e índ ole moral. Los pro-
fetas pueden ser consid erados com o los pr eserva dore s de los va lo-
res m ora les y religiosos para el pu eblo. Sus m ensa jes fuero n diri gi-
do s al pueb lo y a los dirigent es po líticos y religio sos, y repr esent an
un a plega ria para vo lve r a los camin os que Dio s les había sefiala do.
Que remos exa min ar a fondo el ele1nent o mora l de es te m ensaje.
2. La base del men saj e profético
El mensaje profético se basa en princip ios teo lógicos y morales
que los homb res habían recibido en las revelaciones an terior es de
pa rt e de Dios . Tales pri ncipios son: (1) que Dios es creador (Jer.
27:5; Isa . 40:12-24). (2) Qu e Dios es omnipotente y sobe rano sobr e
toda la creac ión (Jer. 23:23, 24; Amó s 9:7; Isa. 43:1). (3) El se r
humano es creació n de Dios y tiene en su mano la respo nsab ilidad
de sefiorear sobre la tierr a. Los profeta s presentaron los principios
de l pac to y de la elección tales como habían sido recibidos por
Abr aham , Isaac, Jacob, José, y más adelante por Moisés. Jeremías
tuvo la inspiración para pen sar en un día futuro cua ndo habría un
nuevo pac to, que sería in tern o y eterno , sin las limita ciones del
pacto anti guo (Jer. 31:31-34). Los profet as hi ciero n hin capié en el
96 BASES BIBLI CAS DE LA ETICA
l. Condiciones económicas
Cu and o habl an1os d e los pr ofetas literarios, p en sa m os en el siglo
VIII a. d e J.C., porqu e es te es el p eríod o en qu e más florec ieron las
gra ndes id eas d e los pr ofetas Isaías, Amós, Oseas y M iqu eas. Este
p eríod o se llam a el "Siglo d e oro" d e la prof ecía . Pa ra p oder ent en-
de r el n1en saje d e es tos pr ofe tas es n ecesa ri o an aliza r las condi -
cion es d e ese d ía.
(1) Desar rollo económico de la nación . Los h e br eos fu ero n
p rim ero nó1n ad as . Ha bían pasa d o siglos d esd e el día de Abr ahan1,
vaga nd o d e lu gar en lu ga r con su s tien das, su s ga nad os y su s pose-
sion es en bien es qu e se podía n traslad ar de un lu gar a otro de u n
mo1nent o a otro . Tal vida n o p ermit ía mu ch as acumul acion es d e
bienes p ern1an en tes, con10 casas o cosas inn1ov ib les . Esta clase de
vida se pr es taba para una orga n izac ión de tribu s qu e consistía en el
conjunt o de un h ombr e, su famili a y tod os su s d esce ndi ent es. Te-
nían las cosas m ateri ales en con1ú n, y todos goza ban de la pros-
pe rid ad o tod os sufr ía n d e h a1nbre. Es tas condic iones, n a tu ra l-
ment e, prod u cían gent e rú stica, ind ep endi ent e y m u y fu ert e .
Al entr ar en la tierr a pro1net id a, los h ebreos tu v iero n un m ed io
de vida 1nás es tabl e, es to es, la agr icultur a . Vieron tan1bién la
neces id ad d e d esa rr ollar m ás las capaci d ad es agrícolas, po rqu e ya
no p odía n leva nt ar las tiendas, como an teriormente, y pasar a un
terreno m ás fértil cu and o se aca baba la comid a. Vieron la n ecesi-
d ad d e cuid ar el su elo, d e se m bra r, culti var, regar y espera r la
cosec ha. La lu ch a con stan te con los elem ent os de la natur aleza les
en seña ba m uch as leccion es nu evas . A la vez tend ían a d esarro llar
ciert as v irtud es, tales com o la p acien cia, la amb ición , el esf u erzo
p erso nat etc., qu e les caracterizó p os terior m ent e . Ent on ces vino la
des int egració n d e las tribu s, m ás én fas is en la p ropi edad pe rso nal
y los comi en zos de l comerc io.
(2) Corrupción e injusticias . Como res ult ado de es tos cam bios,
poco a poco apareciero n algun os n1ales e inju sticias . Los h on1bres
bu scaban la m anera d e enri quece rse, y result aron los pecados de la
ava ricia, la cod icia y el enga ñ o. El d ía de los pr ofe tas se caracte rizó
por las inju sticias entr e los hombr es. Un a de las p rin cip ales fue la
d esigu ald ad entr e los hombr es en cu ant o a su s poses ion es 1nateria-
les . Los h om b res más ricos y más ca p aces bu sca b an la oportu-
nida d p ara apr ovec harse de los me n os favorec idos, qu itándo les lo
p oco qu e tenían . Los pr ofetas veía n es tas tend en cias como p ecados
mu y graves, y cad a un o ataca ba es tas circun stan cias.
El énfa sis ético de lo s profeta s 99
4 Ibíd., p. 51.
s Robert L. Ca te, Introducción al Estudio del Antiguo Testamento (El Paso :
Casa Bau tista d e Publi caciones, 1990), p. 61.
6 John Bright , La Historia de Israel (Bilbao : Desclee de Bro u wer, 1970),
pp . 269-277.
100 BASES BIBLI CAS DE LA ETICA
los judío s. Un o d e los reyes m ás m alos fu e Man asés, qui en "ed ificó
altares a todo el ejército d e los cielos en los do s a trios de la casa d e
Jeho va h . Hi zo pa sa r p or fu ego a su hij o, pr ac ticó la m ag ia y la
adivin ación , evoc ó a lo s mu erto s y pr ac ticó el espi ritism o. Abun d ó
en hace r lo malo ant e los ojos d e Jeh ov ah , pro vocánd ole a ira" (2
Rey . 21:5, 6).
(3) Naciones extranjeras. Otr o as p ecto d el m ensaje prof ético en
la esfera políti ca tuvo qu e ver con la s n acion es extran jeras. Abdía s,
a qui en algunos con sid eran com o el prim ero d e los profet as, habl ó
en contr a de los edomita s, qui ene s habían invadido la tierr a d e los
isra elita s y ah ora habitaban en la s hendidur as de las p eña s, p en -
sando qu e allí eran invuln erable s (Ab d . 3) . P ero el prof e ta les
sacudi ó con su "himno de odi o" d iciendo qu e J eh ov ah lo s ib a a
derrib ar (Abd. 4) .9
N ahúm , llen o de prejui cio en contr a d e Asiria , el en emi go po-
der oso d el norte, profeti zó la destru cción d e su gran cap ital Ní ni ve
(Nah. 1:15-3 :19). La d es tru cción tot al d e la ciudad se pr ed ecía en
la s palabra s: " ... Encend eré y red ucir é a humo tu s carro s, y la esp a-
d a d evo ra rá a tu s leon cillo s. Ra eré tu pre sa d e la tierr a, y nun ca
má s se volver á a escuchar la voz d e tu s men sa jero s" (N ah. 2:13).
Isaía s, el gran profet a a la s na cion es, dio m en sajes a todas las
nacione s extranjeras, dici éndol es qu e la ira d e Dio s iba a caer sobr e
ellas tambi én. En su lib ro habl a d e As iri a, qu e se ría u sad a p or Dios
para tra er juicio sobr e Isr ael, p ero qu e tambi én sería d es truid a al
fin (Isa. 10:5-34).
Babilonia fue tambi én objet o d e las predi ccion es d e d es tru cción
por p arte d e Isaía s (Isa. 13:1-22). Su pr opio rey caería como un a
gran estrella d e los cielo s (Isa. 13:1-24). A lguno s han int erpr etad o
es te pasaje como un a referencia a la caída d e Satan ás del cielo , p ero
la eru dición respon sabl e no v e a Satan ás en este pa saje. Más bi en ,
se refier e a la caíd a d el gran rey Nabu codon osor.
O tr as naciones y ciudade s que sería n de struid as se gún Isa ía s
eran Filis tea, Moab , Dama sco, Etiopía , Egipto y Arabia (Isa. 14:28-
22:25). A sí podemos concluir que este prof eta ve ía el fin d e la hi s-
toria para mu chos de los pod ere s político s d e su día .
3. Condiciones religiosas
Lo s prof e tas siempre tenían qu e luchar e n contr a d e l sin -
cre tismo, o la tendencia de mezclar la adora ción a Jehovah con
otra s relig iones falsa s. Yates dice: "La adivina ció n, la bruj ería, la
sup erstición y la id ola tría pr eva lecían en toda la tierra " .10Jer emía s
9 Ibíd., p . 243.
10 Ibíd., p. 160.
102 BAS ES BIBLI CAS DE LA ETICA
John Bright , The Kingdom of God (Nu eva York : Abin gdon Press, 1953),
11
p. 53.
El énfasi s ético de los profeta s 103
11
Tal vez el Salmo que má s reflej a es ta ac titud es el 137:8, 9: 0h
hija de Babil onia , la despojadora: ¡Bien ave ntur ad o el que te d é la
paga por lo que tú no s hiciste! ¡Bienaven turado el que tome a tu s
pequeños y lo s estre lle co ntr a la roca !" Se pregunta : "¿ Cómo
pueden tene r una actitud tan horr ibl e, no importa lo que haya he-
cho el enemi go?"
Hay varia s ex pli cacione s que nos ayudan a ent ender la si -
tua ción. a. Es cierto que habían sufrido mucho a m an o de los en e-
migos. Los israelita s sufr ieron mu cho a mano de los edon1ita s. Y al
lle ga r a la ti er ra prometid a después de año s de esclavi tu d en
Egipt o y cu ar ent a años en el d esiert o, no les fue permitido entra r
por la tierra de Moa b . Tu vie ron qu e via jar lejos ha cia el orie nt e y
pa sar por la reg ión de los amonit as para llegar a Jeri có. En mu cha s
ocasiones las n acio n es de Israel y Judá fue ron víctimas d e la
"políti ca del p oder" y fueron sac rificadas corno "peón d e ajedre z"
por las n aciones m ás grande s.
b . Por la ause ncia de un a creenc ia clara en la vid a futur a, tenía n
qu e bu scar man era s d e equilibrar las inju sticias que existían p ara
ellos en el mundo contempor áneo. Es to les llevó a bu scar cas tigo
po r los mal es cometido s d e parte d e los enemigo s.
c. Vivían en una épo ca d e "ojo por ojo, dient e por dient e". Era
un a épo ca oscura , donde el con cep to de l perdón todavía no hab ía
tornad o mucha fuerza. Sentían que tenían qu e arreglar las injust i-
cias ellos mi sm os, y que era necesari o bu scar retribución en form a
inm ed iat a.
d. Les faltaba el evangelio de las buenas nu evas y el ejempl o de
perdón qu e Cristo mo str ó ante sus acu sad ores en la cru cifixión . En
el Nuevo Testame nt o tenernos cuadros más compl etos d el pla n d e
Dios p ara la humanidad .
Los Saln1os elog ian la alabanza a Dios y su presencia en m ed io
nu estr o. Cada am ane cer podemos da rle gracias a Dio s p orq ue él
está en m edio nu estro. Poden1os inspirarnos con los ide ales qu e
nos pr ese n ta. Dios no s h abl a, no s ins pira y no s llama a la v id a
buen a. Presenta cuadros insp iradores d e los id eales p or los cu ales
d ebi éramos viv ir.
III. PROVERBIOS: ENSEÑANZAS PRA CTICAS
El libr o de los Proverbios enfoca las ense ñan zas prácticas con las
cu ales podernos vivir felices . El libro no trata los punto s teológicos
profundos qu e form an part e de un a teología sis tem ática ; n i tam-
poco entr a en d eta lle con referen cia a la vida eterna. No present a
la prom esa de la ve nid a del Mesías; sin embargo , toca los probl e-
mas comun es con los cual es lu chamos todos los día s. Vamos a en-
focar estos ternas en nu estro estudi o de la ética d e los Proverbio s.
114 BASES BIBLI CAS D E LA ETI CA
que de s a otros tu honor y tu s a ños a algu ien que es crue l; no sea que
los ext raño s se sacien con tus fuerza s, y los frut os de tu trabajo vayan a
da r a la casa de un d esconocid o" (5:7-10).
Para los casad os el autor amones ta acerca de la imp ort ancia de
la fid elida d hacia el cónyuge y d e bu scar la sa tisfacc ión sexu al d en-
tro del m atrim oni o: "Bebe el ag ua d e tu propia cistern a y d e los
raud ales d e tu pr opi o pozo . ¿Se han d e derra mar afuera tus ma-
nanti ales, tus corri en tes de ag uas p or las calles? ¡Que sea n pa ra ti
solo y no p ara los ex traños conti go !" (5:15-17.) La de termin ació n
d e par te d e los có nyu ges d e bu scar la sa tisfacc ión sexual mut ua
bri n dará a su m atrim onio los elem ent o em otivo s que son ese n-
ciales para u n m a trim onio feliz y pe rdur able. A la vez forn1a la ba-
rr era de la tent ación de bu sca r satisfacción de fuent e ajenas.
(3) Asuntos económicos. El jove n es aco nsejad o a bu scar sa lid a
por haber dado fianza al pr ójim o o a un extrafio: "Ahora pues, haz
esto, hijo mí o, para qu ed ar libr e, ya qu e has caído en las manos d e
tu prójin10: And a, humíll ate, in1port un a a tu p rójim o; no de s sue-
ño a tu s ojos ni dejes dormit a r tu s párp ados" (6:3, 4).
El jove n es aco nsejado a tomar el ejempl o de la hor nü ga pa ra
tr abajar dur o mi entr as el tiemp o es bu en o, y así habrá co n1ida
d ur ant e los meses d e in viern o (6:6-8). Se conde na la pe reza y se
amonesta a l joven para ser indu st ri oso en su traba jo: " ... ¿H as ta
cuánd o has de estar aco stado? ¿Cuánd o te leva nt arás de tu sueño?
Un poco d e d orn1ir, un poco de dormit ar y un poco de cru zar las
manos para reposa r. Así vendrá tu p obr eza como un vaga bun do , y
tu escasez con10 un homb re arm ad o" (6:9-11).
3. Virtude s per sona les
El aut or d e los Pr ove rbios encomi a va rias virtud es per son ale s
qu e d eben caracte rizar a la persona sabia. Se mencionan un sin fin
de cu alid ade y prácticas. Vamos a destaca r algun as de las qu e se
mencionan con m ás frecuencia.
(1) Industriosidad. "La m ano neg lige nt e en1pobrece, pe ro la
n1ano de los di ligent es enriqu ece . El qu e recoge en el verano es un
hijo sensa to; pero el que du erm e en el tiemp o de la iega es un hijo
qu e ave rgü enza " (10:4, 5). ¿Tienen va lid ez estas enseña nzas hoy?
Creo qu e sí. En la anti güed ad, con la econo1nía agrícola, la ép oca
de la cosec ha era un tiemp o críti co porque se podr ía p erde r el re-
sult ad o d el tr abajo de todo el añ o en pocos minut os si res ult aba
un a tempe stad . Por eso, era necesa rio m eterse en el can1po y reco-
ger el fruto d e las labores rápid an1ent e. Era in concebibl e que un o
durmi era tar d e dur ant e esa épo ca. Aunqu e mu cha de la economía
ahora es estable en el sentid o de qu e se trabaja en las fábri cas cuan-
do hay llu via tant o con10 cuando hay bu en tiemp o, la enseñanza
116 BASES BIBLI CAS OE LA ETICA
funda 1nental es que debemos ser con sta nte s en invertir las ene rgías
en las actividades productivas.
La pereza se conde na: "Como es el vinag re a los d ientes y el
humo a los ojos, así es el perezoso a los que lo envían" (10:26). Otro
mu y vívido es: "El perezoso hunde su mano en el plato, pero ni
aun a su boca la llevará" (19:24). Los proverbios ant itéticos re-
salta n esta verdad: "El cami n o del perezoso es como cerco de
esp inas , pero la senda de los rectos es llana" (15:19).
(2) El uso de la leng ua . El au tor de los Proverbios amones ta del
pel ig ro del mal uso de la lengua. Entre las seis cosas que aborrece
Jeh ova h es tá la lengua mentirosa (6:17). "Los labios del necio en-
tran en contienda, y su boca clama por los golpes. La boca del
necio es su propia ruina, sus labios son la trampa de su vida. Las
pa lab ras del chis mo so parecen sua ves y penetran hasta lo recóndi-
to de l ser" (18:6-8) . Es eviden te que la lengua es un instrum ent o
que nos mete en líos, pero la persona tiene que controlar las facul -
tades que permi ten actuar a la lengua. El hab lar antes de consid e-
rar bien las consecue ncias se condena en el proverbio: "¿Has v isto
a un h ombr e apresurado en sus palabras? Má s esperanza hay del
necio que de él" (29:20). El ch ismoso es cond en ado en las palab ra :
"Sin leña se apaga el fuego; y do nd e no ha y ch ismo so, cesa la con-
tienda" (26:20) .
Todos aprovechamos el buen consejo : "La suave respuesta
qui ta la ira , pero la palabra áspera aumenta el furor" (15:1) . Mu-
chas per son as con sid eran que es positivo echar leña al fuego cuan -
do hay un con flicto ve rbal , dicen cosas y posteriormente llegan a
arrepentirse de haberlas dicho . Se recalca la verdad: "Es mejor el
que tarda en airarse que el fuerte; y el que dom ina su espír itu , que
el q u e conqui sta una ciudad " (16:32).
La se riedad d e las palabras pronunciadas se muestran en la
decla ració n : "La muerte y la vida está n en el poder de la len gu a, y
los que g ustan usarla come rán de su fruto" (18:21). Ha habido
casos de asesinatos que se come ten por ofensas verba les en las
decla raciones hechas después de choques automovilísticos, cuando
los chofe res estaban airados.
(3) El orgullo y la jact an cia. "An tes de la quiebra está el org ull o;
y an tes de la caída, la altivez de espír itu " (16:18). Es muy fácil jac-
tar no s de los logros o lo que espe ramo s hacer, pero es penoso tener
que reco nocer los fracasos que nos pasan en el camino. No debe-
mos planificar las actividades hasta no tener la seguridad finan-
ciera para llevarlo s a cabo : "Co mo nubes y vien tos sin lluvia, así es
el hombr e que se jacta de un regalo que al fin no da" (25:14).
El mismo tema se presenta en es tas palabras: "No te jactes del
d ía de mañana , po rqu e no sabes qué dará de sí el día. Que te alabe
La ética en la poesía del Ant iguo Tes tamento 117
7 Para un es tudio exegét ico de Eclesias tés, ver Florea l Ureta, Eclesiastés:
Comentario B{blico Mundo Hispano, Tomo 9. El Paso: Casa Baut ista de Publi-
cacio nes, 1994.
120 BASES BlBLICAS D E LA ETICA
8 Para una int erpr etación detallada del libro desde la perspectiva liter al,
ver Pablo Deiros , Cantar es: Comentar io Btblico Mundo Hi span o, Tomo 9. El
Pas o: Casa Bautista de Pub licacione s, 1994.
La ética en la poesía del Antiguo Tes tamento 121
cho d e qu e uno ne cesita ser fiel a Dio s en 1nedio del sufrimi ento , y
esperar con paciencia cuand o está atravesando una difi cultad en su
vid a. A la vez el bus car a Dio s y qu erer cumplir con su plan para
no sotro s en la vida no s dará tranquilidad y la sa tisfacción d e sab er
qu e estamo s cumpliendo con el pl an qu e Dio s tiene par a no so tros .
6
LA ETICA DE JESUS
INTRODUCCION
El Anti guo Testa mento termin a con Malaquía s, y ha y un int er-
va lo d e uno s 400 años que ha sid o llam ado "a ño s de silencio",
porqu e no hub o en él nin guna voz prof ética de Dio s para la hu -
manid ad. En esta épo ca mu cho estaba pas ando en el mundo. La
cultura griega gozó de un a influ encia signifi cant e bajo los grand es
filósofos, tales como Sócrates, Platón y Aristót eles. Habí a sistema s
é ticos y filo só ficos que nacieron y flor ecieron en varios p aíses.
Cri sto y su s seg uid ores seg ura1nent e sinti eron la influ enc ia de
es tos 1novimi ento s, y cier tame nt e Pablo tu vo conta cto con ellos en
sus viajes mi sion eros para extender el evange lio en el prim er siglo.
Roma llegó a dominar al mund o en un sentido políti co y ejerció
un poder ex tenso en las pr ov in cias dond e el cristiani s1no tu vo su
origen. Las carr eteras ro1nanas sir vieron para transportar y lleva r
a los mensajero s del eva ngelio a las ciud ades prin cipales d e Asia
Menor y la ley roman a ejercía autoridad sobre todo s.
A este n1undo vino Jesús, un judío , con un men saje para tod os.
El estudio d e la historia de los judí os, de la cu ltura de los gri egos y
del Imp erio Ron1ano no s ay ud a a compr end er mejor es te perío d o.
El judaí s1no se d esarrolló en este p erí odo int ert estam entario, y
adoptó un a cara cterística lega lista con la qu e Cristo lu chó en su 1ni-
ni sterio. Las leyes minu ciosas, los códi gos y la tradici ón d e los
rabí es sub stitu yero n a las enseñanzas de la Ley, d e los pr ofetas y
d e la po esía, qu e h en1os es tudiado en lo s cap ítulo s anteriores.
Jesús hizo énfa sis en los prin cipio s básicos de la relación entre Dio s
y el ser human o.
l. ¿JESUS FUE UN LIDER RELIGIOSO
O UN FILOSOFO ETICO?
En el tran scurso de la hi storia ha habido personas qu e han tra-
tado de separa r las en seña nzas éticas de Jesú s de las religiosas, y
en es ta m anera hacer de Jesús simpl ement e un ma estro d e la ética.
Una expr esión popular de es ta id ea es la declaraci ón qu e debemo s
tom ar las enseñ an zas éticas d e Jesús e intentar seguir su ejemplo
123
124 BA SES BIBLICAS DE LA ETICA
con relación a sus act os d e compasi ón, y d ejar a un lado todo lo de-
más . Dicen qu e si pudi éramos tomar sus ensefianzas éticas y mo -
rales e implem entarl as en la socie dad , ent onces eso es tod o lo ne ce-
sario para mejorar el mun do.
Otros quieren hacer d e Jesú s solamente un m aestro re ligioso.
Los judíos contemporán eos con él lo llam aron "maestro" y "rab í".
Cie rtam en te Jesús estaba familiari za do con las doctrinas del jud aís-
mo y de las varias contr ove rsias entr e lo far i eos, los saduceos y
los herod ian os. Pero ve m os que Jesús rec hazó mu cho del leg alis-
n10 en las expresiones del judaísmo de su día.
Jesús dio supr em a im po rtan cia a un a expe rienc ia religio a corno
la base pa ra vivir bien. Van1os a consid erar má s a fondo este con-
cepto poste rior m ent e, pero podemo s ha cer hincapi é en la impo r-
tancia de ver qu e Jesús fue un líder re ligioso y un maes tro de la éti-
ca. Ha y elem ento s de ut ilitarismo, esto icismo y ha sta hedoni sm o
en las enseñanzas que nos di o, p ero no podemo s lim itarla s a un so-
lo sis tem a. Las enseña nzas de Jesús cont ienen elem ent os qu e en fo-
can el fin de fines, cara cterística d e una ética teleológi ca, pero a la
vez hac e hin capié en los medio s ace ptabl es para alca nza r esto s
fines, asunto importante en sis tema s d eontol óg icos en la ética. H ay
tres po sibles posicio nes con relación a estos con cep tos. l . La teor ía
d e elimina ción in s iste en qu e n o hay co m patib ili dad entr e la
religión qu e Jesú s promulgó y sus enseñan zas éticas. 2. La teoría d e
abso rción insis te que los do s concep tos se absor ben en un o. 3. La
teoría de sup lement ación, como el nombr e indica , qui ere d ecir que
la una sup lem enta a la otra. El punt o d e vista del autor es la supl e-
mentación , au nque ha y argume nt os fuertes para indi car que las
dos son abs orbida s en un a.
Segur am en te Jesús introdujo en el mundo concepto s nu evos y
revolucionarios al da r sus enseñan zas. Aunqu e había ne xos con la
reve lación an tiguo tes tame nt aria y Jesús demo stró un resp eto pro-
fund o por la ley mo ral, no vac iló en sepa rar se de los enfoque s le-
gali stas de las enseñanzas especí ficas en la Ley . Sin embar go, el
Sermón d el mo nt e conti ene va rios versíc ulos para ilustr ar que las
ensefian zas de Jesús van mu cho más profund o qu e la Ley. Llegan
a tocar el p ensan1 ien to como el emb rió n qu e flore ce en el ac to.
Enfo có el 1notivo en el comportami ent o como facto r de vital imp or-
tancia . Jesú s progresa d esde la Ley par a alca nzar nive les mu cho
más altos d e los qu e había alcan zado la Ley.
11. JESUS Y EL REINO DE DIOS
l . Un concepto prominente
El reino d e Dios es un concept o céntri co en las enseñanzas d e
Jesús. Jesús hace dos referencias a la iglesia en los Eva nge lios, pero
La ética d e Jesús 125
1 H en lee Barn et te, Introdu cing Christian Ethics (Na shville: Broad m a n
Press, 1961), p. 46.
2 "La Ig les ia y e l Es tado a la Lu z d el N u evo Tes tam ent o", A lan
Rich ardso n y W. Schi o, ed it ores, Aut oridad de la Biblia en el Día A ctua l
(Bu enos Aires: Ed itorial La Aurora , 1953), p . 183 .
•
126 BASES BIBLICAS D E LA ETICA
3 C hri s toph er H aJl, "Stubb orn Hop e", Chris fianity Today, 11 d e enero de
1993), p. 32.
La ética de Je sús 127
4 C . H. D odd , The Parables of the Kingdom. Nueva York : Scr ibn er 's
Publi sh ers, 1961.
5 Rudolf Bultmann , Jesus and the Word (N u eva York: Sc ribn e r ' s
Publi sh ers, 1958), p . 35.
128 BASES BIBLICAS DE LA ETI CA
6 Tod Con n or, "Is the Earth Alive?", Christianity Today, 11 de enero de
1993, pp. 22-25.
130 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
7Richard B. Cunnin gha m, The Christian Faith and It s Cont emporary Ri vals
(Nas hville: Broad m an Press, 1988), p. 93.
La ética de Jesús 131
re gla , ne gati va o positi va, y una lista d e debere s, tendr emo s que
bu sca rla s en otra part e.
2. Una ética con enfoque interno
Jesú s tomó los Die z Mandamientos, que tienen que ver con res-
ponsabilidades hacia el prójin10, e hi zo un enfoqu e en las actitudes
interna s que producían el homicidio , el adulterio, la mentira y el
robo. Jesú s sup o qu e si pod em os contr olar las raíc es d el comporta-
mi ento m alo, ento n ces no tendremos que tratar con per sona s qu e
han violado esto s 1nandamientos . Jesús no s llamó a la con sid era-
ción del motivo d e nu es tro compor tami ento ; lo cual int ernaliza el
proce so de determinar lo bu en o y lo malo .
No estamos diciendo que Jes ú s pa só por alto el acto externo .
Ciertamente consideraba el ase sinato, el adulterio, el robo y el falso
testin1onio como actos que merecen condenación y castigo. Pero él
intentaba resolver lo s problema s de l eno jo, la lascivia, la cod icia y
el perjurio antes de que se cometiesen tal es actos. Las bi en ave ntu-
ran zas (Mat. 5:1-12) elogian la s v irtud es qu e tien en qu e ve r con
act itud es encima d e las que reflejan comp ort ami ent o ex tern o . En
Mate o 23:23 llama a la ju sticia, la miseri cordi a y la fe como los ele-
m ento s má s ünport ant es de la ley.
3. Una ética positiva
El inundo antiguo v ivía bajo la son1bra d e mandam ient os n ega -
tivos, prohibi cion es y regla s para escapa r d el dolor, el cas tigo y la
ira d el se r di vino. Los Di ez Mand a mient os contienen la palabr a
"no" an tes de ca da verbo. El Cód igo d e H a murabi tiene leyes apo-
dícti cas, qu e pr ese ntan la condi ción "si el h ombr e co1netiere tal ac-
to, el cas tigo será ..."
En contra ste , Jesú s bu scó la man era d e enfo car el elem ent o posi-
tivo en sus enseñanzas. La literatura rabínica ten ía la reg la d e oro
en forma ne ga tiva: "Lo que aborreces, no lo ha gas a nadi e." Jesú s
pr ese ntó la mi sma id ea en for ma po siti va: "Así qu e, todo lo qu e
qu erái s que los h ombre s hagan por voso tro s, así tambi én h aced por
ello s, porqu e esto es la Ley y los Profetas" (Mat. 7:12). Aco n sejó a
un a per sona ofendid a a tom ar la ini cia tiva para reconciliarse con el
h ermano (Mat. 5:23-26). Llamó a lo s cr istian os a vivir en forma po-
sitiv a y no n ega tiva: ''Porqu e os di go qu e a menos qu e vu es tr a ju s-
ticia sea may or que la de los esc rib as y d e los fariseos , jam ás en-
traréi s en el reino d e los cielo s" (Ma t. 5:20).
Jesús no s llam a a tener entu siasmo para lo bu en o. Esto se ilustr a
en la parábola del d emoni o echad o d e la casa; cuand o la casa qu e-
dó vacía, entr aron otros siete dem onio s pe ore s, d ejando el es tad o
final de la casa peor que ant es (Mat. 12:44). Una religión n ega tiva
crea pesimi smo; el entu siasmo por lo positivo es contagioso.
132 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
Jesús enseñó que el ser hum ano reci be el perdón de Dios en pro -
por ción a su capacid ad de perdonar al herman o: "Porqu e si perdo -
nái s a los hombr es sus ofensas, vue stro Padr e celes tial tambi én os
p er donar á a voso tro s. Per o si no perdonáis a los hombr es, ta1n-
poco vuestro Padr e os p erd onar á vu es tras ofensas" (Mat. 6:14, 15) .
La capacidad de perdonar no se consid erab a virtud en el mund o
antiguo; m ás bien pr edomin aba el prin cip io d e "ojo por ojo, dien te
por dient e".
No podemo s pasa r por alto la norm a de Jesús: "Es lícito hacer
bien en sábado", y p odemos amp liar es te prin cipi o para llamar nos
a vivir así todos los día s. La vid a cri st ian a consiste en bu scar la
1nanera de ministrar a toda persona , según su necesidad. Pued e
ser el acompañar a uno en el ho sp ital mi entra s un familiar está so-
m etido a una int erve nción quirúrgica. Puede ser el detenerno s en
la carretera para ay udar a alguien a camb iar una rueda. Puede ser
el pre star una mano par a ayudar a un ancia no que está cruzando la
calle. Los actos po sitivo s pueden neutralizar la n1aldad que se per-
cibe en todo s lado s.
4. Una ética con recompensa para el presente y el futuro
vosotro s los uno s a los otro s. En esto conocerán todos qu e sois mis
discípul os, si tenéis am or los un os p or los otr os" (Juan 13:34, 35).
El mand ami ento de am ar a los herm anos en la fe ha pr odu cid o
un a relación d e compañ erismo entr e los cristianos qu e ha impr e-
sion ado a los incon ve rsos durant e los siglos. En esto se ve el pod er
transform ador d el eva ngelio. Entre famili ares, entr e veci nos, entr e
per sona s d e clases sociales con dif eren cias notabl es, el am or d e
Cristo ha di su elto di ferencias radi cales para reempl aza r el od io con
el amor. Es to se ve esp ecia lm ent e entr e los cri stianos d e razas y
nacion es di stint as cuand o se reún en para congresos. Las p ers on as
qu e han recibid o el amor de Dio s comp art en ese am or con otros, y
llega n a form ar un a famili a d e cri stianos qu e se am an .
3. El desafío de la perfección
Cri sto d esa fió a los cri stian os: "Sed, pu es, voso tros p erfectos ,
com o vu estro Pad re qu e está en los cielos es per fecto" (Mat . 5:48).
La palabr a "perfecto" en griego es teleios 5046, la cual significa "com-
pl eto" en los vari os sentid os d el desa rr ollo físico, emocional y es-
piri tu al. Esto pu ede abar car la m eta de log rar un a pe rfección en
toda faceta d e la vid a. En el p asa do, algun os grup os han int erpre-
tado es te m andam ien to en el senti do de la pe rfección m oral, y han
enseñado qu e el cristiano, desp u és d e conve r tirse, tiene que lucha r
para log rar un a pe rfección tal qu e llega a estar encima del pecado y
exe nt o del mi sm o. Alguno s la llaman "la santifi cación ", y creen
que es un a segun da exp eriencia pos terior a la conve rsión. Esta es
un a int erpr etación err ónea d el concept o.
El id eal d e Jesús p ara cad a persona es alcanzar esa m adure z qu e
le pr ep arará p ara actu ar en un a m anera apropi ada en toda circun s-
tancia. Esto abarca el control d e las em ociones tant o como del as-
pec to volitivo de uno. Qu iere decir qu e un o está en contr ol de su s
facult ades m ent ales hasta tal pu nto que no va a tomar decisio nes
pe rju diciales ni actu ar en for m a precip itada. Ejerce el cont rol sobre
las influ encias de Sata nás, y sabe dec ir qu e no a la tent ación. No se
encuen tra en circun stancias qu e comp ro m etan su tes timonio.
Jesús nos d ejó un buen ejemplo por m edi o de su vida, el cual el
hombre p uede segui r para llegar a ser bu eno. Aunque no hay re-
glas fijas, es cierto qu e al estu diar el ejemp lo de su vida y su s ense-
ñanzas en el N uevo Tes tam ent o, el cristiano tiene un a idea mu y
clara de lo que es el am or obedi ente, y lo que es la vol un tad d e
Dios. Una fe en Cris to y el am or hacia Dios y el prójimo trae los re-
sult ad os de la pur eza de corazó n, la sincerid ad , la hum ildad , el de-
seo d e perd onar, el am or hacia los enemi gos, la m iserico rdia y la
justicia en las relacion es, la honra dez en pa labr as y actos, la pur eza
sexu al, el bu scar los teso ros espiritu ales p or sob re los tesoros m ate-
riales y la comp asión hacia los neces itados. La buena vida consiste
138 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
Ver Brian H ebblethwa ite, Christian Ethics in the Modern Age (Filad elfia:
8
Wes trnin ster Pr ess, 1982), pp. 24-30.
9 l bíd., pp . 30-32.
140 BAS ES BIBLICAS D E LA ETI CA
sición y la pur ga d e la bruj ería en siglos pasa dos. Ber trand Ru ell
(1872-1970) filósof o a teo d e renombr e 1nundi al, siempr e ataca ba el
cristianism o por su recha zo de y resistencia a los avan ces d e la
ciencia y de la int eligencia. Pr eg unt an cómo las enseñan zas que
profesan elog iar el an1or entr e los seres hum anos pu eden pr omo-
ver la cru eld ad, el pr ejui cio y la di scrimin ación . Los críti cos atacan
la fe como base pa ra la m oralid ad, y pr efieren el u so de la int eli-
ge ncia, la razó n y la be nignid ad, ap art e d e una base teocé ntri ca 10
Otro s atacan ]a ética de Cri sto po r su creencia en la d octrin a de
la expi ación, la idea qu e un o necesita pe rd ón d e los peca dos, po r la
doc trin a de la inmort alid ad , y por su expli cación de l p or qu é de l
sufrimi ent o y la existencia d el mal. Algun os son ateos porqu e di -
cen que un Di os d e amo r no pe rmitirí a tales trage di as.
2. La crítica que la ética de Jesús es anticuada
Algu nos criti can la val id ez d e las en se ñan zas d e Jes ú s p a ra
nu estro día , dici end o qu e son anti cu adas para person as del siglo
XX. Pr eguntan ellos: ¿Cóm o pueden ten er va lid ez para no so tros
las ense ñanzas de un a persona qu e vivía al otr o lado d el inund o
hace casi 2.000 añ os, qu e nun ca salió de su propi a región, y no tu vo
qu e lu char con la comp lejid ad d e con venios entr e na ciones en las
e feras p olíticas ni eco nómi cas?
Al leer los Evangelios, no s impr esion a la sencillez d e la vid a en
aqu el ent onces. Jesús nació, vivió y mur ió en Palestina , un a región
limit ada d e un os 65 km . d e ancho y un os 160 km . de larg o en el
Ce rcano Ori ent e. N o existían los 1nedio s modern os de comuni ca-
ción ni de tran sport ación. Las pe rson as viv ían de los pr odu ctos lo-
cales qu e se pod ían cultiv ar y fabri car con las herr ami ent as primiti-
vas de aqu el en tonces. Las ilu stra ciones qu e Jesús utili zaba en sus
enseñanzas reflejan la vid a y la ment alidad d e la ge nt e sencilla .
Pregu nt an algun os: ¿Qu é va lid ez hay en toda s es tas enseñanzas
pa ra el jove n qu e trabaja en una compañ ía in terna ciona l con ofici-
nas en las ciud ad es prin cipal es del mund o? Sus circun stancias on
compl etam ent e di stint as de las del hijo m enor y el hijo n1ayor en la
pa ráb ola de l hij o pró di go . Jes ú s vio a las p er sona s co n enf er-
medades fís icas y mi ni stró a ellas en for m a m ilag rosa, sana nd o
muc has de ellas instant áneam ent e. Hoy en d ía estos enferm os ten-
drían que ser lleva do a los centros de sa lud d onde ser ían some ti-
dos a nume rosos exá men es y p roced imi ento s pa ra establece r un
d iagnóstico y des pu és determin ar un tra ta mi ent o.
Es ciert o qu e las circun stancias de ho y son mu y di stintas d e las
del día de Jesús. Pero la na tur aleza hum ana no ha cambi ado. Los
m ismo s deseos carn ales qu e cara cteri zab an al hijo pr ódi go es tán
10 Ibíd., p. 50.
La é tica de Jesú s 141
11 R. E. O . Whit e, Christian Ethics (At lant a: John Knox Pr ess, 1981), p. 82.
12 lbíd., p. 83.
La ética de Jesús 143
13E. F. Scott, The Ethical Teaching of fesus (Nu eva York: The Macmillan
Co. , 1957), p. 189.
La ética de Jesú s 145
los, p ero ha llega do a ser una leva dura pod ero sa para afectar en
forma po sitiv a las estructuras d e la soc iedad.
El consu elo de la reco1npen sa en el cielo qu e Jesú s ofr ece a su s
seguidores h a sido crit ica d o fuert em ent e por Walter Kauffman ,
profesor de filo so fía en la Un ive rsid ad d e Princeton por 1nucho s
año s. El come nt a que la actitud del m aes tro budi sta es má s apro-
piada, quien dijo qu e p referir ía ir al infi ern o p ara comp artir los su-
frin1i en tos de lo s qu e están allí. Es to se ría la abn ega ción ver-
dad era.14
5. La crítica que la ética de Jesús era para una época pasada
Varias per so n as han visto en la s en se ñan zas de Jesú s n onn as
locales y temp orales que no tienen va lid ez para nosotros. En el
siglo p asa d o Johan nes Wei ss, erudit o neo tes tam entari o, insistió en
que las en señanzas de Jesú s fueron influida s por sus idea s esca to-
lógicas y fueron enseñanzas de eme rgencia, tales como las que se
necesitan d u rant e un a crisis como la gu erra .
Alber to Sch weitzer, gran músico, m éd ico mi sio n ero y teólo go
destacado entre lo s lib erales, escribió su lib ro, The Quest of the
HistoricalJesus (La búsqueda del Jesú s de la histor ia), en el cual dice
que la ética de Jesús no tien e pertinencia par a nosotros, porque era
una legi slac ión de emergencia que ya no es vá lida, porque los se-
guidores de Jesús espe raban erró neame nt e el fin del orden act u al
del mundo en su día .
Es difícil determinar ha sta qué punto la escatología form a parte
de las enseñanzas éticas de Jesús. Seguramente la esca tología n o
era el factor principal alrededor del cual giraba toda otra enseñan -
za. No podemos aceptar que la gran mayoría de las en seña n zas de
Jesús eran para un ínterin breve antes de la segu nd a ven ida, la cua l
esperaban que acontec iese muy pronto después de su ascens ión.
Más bien eran para todos los años futuros que Dios quiere dar a la
humanidad antes de la segunda venida y la consumac ión de la his-
toria . Jesús llama a los seres humanos a aceptar sus en señanzas
porque les indica la volu ntad divina, que no puede cambiar , y con
las cua les se transforma la sociedad.
6. La crítica que la ética de Jesús es imposible de alcanza r
Otros admiten que las enseñanzas de Cr isto represe nt an los de-
safíos más altos que el ser humano puede recibir , y a la ve z conce-
den que son imposibles de alcanzar . Dicen que el hombre d e neg o-
cios estaría en bancarrota mu y pronto si tratara de vo lver la otra
mejilla y de ir la segunda mill a en cada circun stancia que se le pre-
sen te. El políti co nunca sería elegido si no hiciera promesas qu e los
ciud ada no s espe ran, no imp ort a si cree poder cun1plirla s o no.
Reinhold N iebuhr , teólogo d es tacado d e entre los n eoo rtodo xos,
solía llam ar las enseña n zas de Jes ú s id ea les posibles qu e son im-
po sibl es d e alcanzar. Hablaba de las p osibilidad es que so n impo -
sibles d e rea liza r cuando se refería a la impl en1ent ación de las nor -
mas que demandaban la p erfección, la verd ad abso luta , la justicia y
el p erd ón p ara los ene1nigos .
Es cier to qu e las d em and as d e Jesús son mu y altas . Por eso, nos
llam an al ar rep entimi ento cons tant e p or lo s p eca d os qu e com e te-
mo s. A la vez crea n un a tensión san a en nue stras vid as y las in sti-
tu cion es para h acern os ver que no s falta mu cho para imp len1en tar
los id eales en forma perfecta. Pero esto es lo que n os desa fía con su
pertinencia.
CONCLUSION
El es tudi o d e las en sefian zas éticas de Jesú s n os inf orma, no s
aclara con relación a nu es tros debere s y nos de safía para int ent ar
pon er en prá ctica lo que Cr isto en seña . Reco rd em os que so n nor-
1nas para el ciud adan o del rei no. Son prin cipi os altos y difíciles d e
alca n zar, p ero son p ertin ent es p ara in spira rn os a lu ch ar por alcan-
za r las 1netas.
El cri stiani smo ha tenid o un imp ac to poderoso en el mund o en
la esfe ra moral. Au nqu e h a habid o ex tremis tas que h an m alint er-
pretado lo que Cr is to quería enseñar , la gran n1ayoría d e las en se-
fianzas que han sid o impl em ent ad as h an se rvido p ara en riq u ecer
la vi d a human a y m ejorar las condi cion es en qu e viv im os. Nos
con v ien e con1pr ome ter n os d e nu evo a acep tar el de sa fío d e se r
seg uid ores de Cr isto e impl em ent ar su s enseña n zas en forma p er-
so na t socia 1 e in stitucional.
7
LA ETICA DE PABLO
INTRODUCCION
Las enseñ an zas éticas de Pablo enfo can los d eberes p erso nales
d el cri stiano en la moral qu e florecerán de un a exp erienc ia p erso-
n al con Cristo, y tamb ién en señanzas p ara ay udar al cristian o en
tod as las relacion es, in clu sive el matriin onio y el h oga r, los n ego-
cios, las relacion es soc iales y las responsabili da d es hacia las aut ori-
d ad es civiles.
Algun os han criti cad o los escrito s d e Pablo, di cien do qu e él to-
mó las en seña n zas sen cillas de Jesú s y las tran sforn1ó en de clara-
cion es teológ icas mu y p ro fund as y m ás compli cad as d e lo qu e de-
bieran ser. Por eso, di cen, Pabl o contribu yó a la confu sión de l cri s-
tianis m o en vez d e a su clarificación . O tros ataca n a Pablo, dicien-
d o qu e era "m achista", qu e meno spr eciaba a las muj eres, qu e d es-
pr eciaba el m atrüno nio .
Pablo h a su frid o en los ú ltim os años d ebid o al m ov imi ent o d e la
liberación fem enin a y un repudi o d e las p erso nas qu e h ablan aut o-
rit a tiva m ent e so br e re lac ion es en el m atrim oni o sin h aber viv ido
las exp eri en cias invo lucrad as en ser cón yu ges y p adr es d e famili a.
Pero esto es ju zga r a Pablo inju stam ent e. H ay qu e tomar en cu ent a
su fervor p or ava n za r el eva nge lio y su convicción qu e el tie1npo
era cort o.
Ta mbi én , ten emo s qu e co mpr end er las en seña n zas d e P ablo
d esd e el án gulo d e su p repa ración y d el fond o d e su exp eri en cia
religiosa . Pablo h abía tenid o grand es ve nt ajas en su pr ep aración
int electu al, m oral y espiritu al. El mi smo tes tifica d el hecho d e qu e
h ab ía estudiad o bajo los 1nejor es pr ofeso res d e su d ía. Pablo con o-
cía bien la filoso fía gri ega, jun to con el jud aísm o y las religion es
mí sticas.1 Ma rshall atribu ye a las en señanzas d e Pablo la intr odu c-
ción d el cri stiani s1no en la soc ied ad europ ea, y as í ay ud ó en la
colocación d e los cimi ento s d e lo qu e con1únm ent e llamamos la ci-
147
148 BASES BIBUCAS D E LA ETICA
vilizac ión cristiana. 2 Afirma que el cri stianismo ha sido la influ en-
cia moral m ás poder osa que el mundo ha conocido, y esto se debe
en p art e al celo y trab ajo d e Pablo.
l. LA BASE TEOLOGICA DE SU MENSAJE
hombr e de mí! ¿Qui én 1ne libr ará de este cuerpo d e mu ert e? ¡Doy
gracia s a Dio s por medio d e Jes ucristo nu estro Señor! Así qu e yo
1nismo con la mente sirv o a la ley de Dio s; pero con la carne, a la
ley del peca do " (Rom. 7:24, 25).
La incertidu1nbr e del p ape l de la ley y su rel ación con la nueva
fe en Cristo era un pr obl em a p ara los cristianos d el prim er siglo.
Ya qu e mu chos de los prim ero s creye nt es era n judí os que habían
guardado la ley, les era difícil d eshacerse de la tradi ción que era
part e d e su cultur a. El conc ilio en Jerusalén (Hech . 15) int en tó re-
solve r este probl e1na entr e los prim eros cristian os gentil es, pero
parece qu e era un terna de contr overs ia hast a que el cri stiani sm o
hizo su rom pimi en to comp leto con el jud aísm o.
Pablo enseñó que el cristiano ya no es tá bajo la ley, sino bajo
Cri sto y su relación con él p or medio del Espír itu Sant o: "Pero
ahor a, habi endo mu erto a lo qu e no s tenía sujetos, hemos sid o lib e-
rad os de la ley, para qu e sirva mo s en lo nu evo del Espíritu y no en
lo antiguo de la letr a" (Ron1. 7:6). Su perspectiva d e que el cris tia-
no es tá frente a un panorama compl etament e nu evo se ve en la de-
claración: "De mod o que si algun o está en Cris to, nueva criatur a
es; las cosas viejas pasaron; he aqu í todas son hechas nuevas " (2
Cor. 5:17).
Pablo es tá diciendo que los control es externos al ser hu1nano no
son sufi cien tes para hacerlo bueno ; los controles del Espíritu Sant o
sí le ay udan para viv ir cor rectament e. El vivir la vida cristiana no
con sis te en segu ir un manu al de di scip lin a, como algun os han
int ent ad o hacer del cr istiani sm o. La ley con su s prohibicione s,
sum ando más de 600 si cont amos las contribu ciones de los rabinos
durante los siglos antes de Cris to , representaban un a carga que
promov ía el lega lisrno entr e las perso nas en el d ía de Jesús y de
Pablo. Ellos rechazaron la lista de con dena cion es y favorecieron la
libertad bajo el contr ol del Esp íritu Santo.
111.LA RELACION DE LA RELIGION
Y LA ETICA EN PABLO
El punto de vis ta de Pab lo es que los m ales mor ales y sociales d e
la cultur a de su día se debían a la falta de un a religión que afec tara
el comportamiento diario de la persona . En las religiones mi ste-
ri osas no había relación entr e el sen tido de reverencia hacia lo divi -
no y su imp acto sobre la vida. En cam bio, ya hemo s visto en el An-
tiguo Testamento qu e la relación ver tical con Dios tr ae com o conse-
cu enci a un a vid a moral que cumpl e con los m and ami ento s d e Dio s
y que bu sca la justicia en toda s las relacion es hum anas. A la vez
vim os que Cristo enseñó que el entrar en el reino de Dios resu ltaba
en la impl em ent ación d e las di sciplina s qu e eran comp atibles con
lo qu e Cristo vivió com o ejemp lo. El mensa je de Pablo concu erd a
La ética de Pablo 155
afeminados, ni los homo sex ual es, ni los ladrone s, ni los avaro s, ni los
borracho s, ni los calum niadores , ni los estafadores, heredarán el rein o
de Dio s. Y es to erai s algunos de vosotros, pero ya habé is sido lavado s,
pero ya sois santifi cados, pero ya habé is sid o ju stificado s en el nombre
del Señor Jesucr isto y en el Espíritu d e nu es tro Dios (1 Cor. 6:9-11).
ve ra. Por eso, el temor d e Dio s no s cons triñ e para vivir en la mejor
manera posible.
2. La inmortalidad como motivo
Pablo motiva a los cri stiano s a vivir un a vida pur a en el sentido
moral por la seg uridad d e que tienen un a herencia eterna en los
cielos . Para re1natar su enseña nza cita un di cho común del día d e
Isaías y qu e se esc u ch aba mu cho entr e lo s epi cúr eos del día d e
Pablo: "Si los muertos no resucitan, ¡comamos y beba mo s, qu e ma-
ña na moriremo s!" (1 Cor. 15:32). Pablo utili zaba es ta ref erencia pa -
ra afirmar en form a m ás dramáti ca el hecho que sí hay resurr ec-
ción. Su fe en la res urr ección le lleva a d esafiar a los cristiano s con
relación a su comport ami ent o: "Así qu e, herm anos míos amados ,
es tad firmes y constantes, abundando siempr e en la obra de l Señor,
sabie nd o que vuestro arduo trabajo en el Seño r no es en va no" (1
Cor. 15:58) .
Se debat e la inmortalidad , y la influencia crecient e de los natu -
ralistas evo lu cionarios, los nihili stas y los hum anis tas secul ares en
nu estro mund o tiene el efecto de minar esta creencia más y más .3
Marshall dice : "No se puede negar el hecho de qu e, si todo hombr e
creyera en la aniquil ación d e la personalidad de spué s de la mu ert e,
tal creencia ciert am ent e tendr ía un efecto grande y desanimador
en la vida m oral del hombr e."4 Los argu1nent os científi cos y filosó-
ficos para la inm ort alida d no son suficient es para conven cer a los
incr éd ul os, pero el argumento desde la perspectiva de la religión sí
es vá lid o, según Trueb lood. 5 Nos m otiva n las referencias d e Pablo
que apelan a los cristiano s pa ra vivir en form a mor al porque tienen
la fe en un a inmortalidad futur a.
3. La imitación de Cristo como motivo
La imitación d e Cris to es un motivo al que apela Pablo en fre-
cuentes refe rencias . Gála tas 2:20 es el pasaje que m ás se conoce pa-
ra ilu strar esta ver dad : "Con Cri sto he sid o junt ame nt e crucifica-
d o; y ya no vivo yo, sino qu e Cr isto vive en mí. Lo qu e ahora vivo
en la carn e, lo vivo por la fe en el Hijo de Dio s, quien m e amó y se
en tr egó a sí mismo por mí. " Pa bl o desafía a lo s cri st iano s p ara
seg uir el ejemp lo de Cristo como modelo para su comp ort ami ento.
prof ético que le ay uda a uno a compr ender todos los mi sterios d el
uni ve rso en el pa sado tanto como en el futuro. Es más important e
qu e la relig ión de filantropía o d e hun1ani smo , qu e le impul sa a
un o a rep artir los bien es y dar d e com er a los pobr es. Aun la re-
ligión de sac rifici o propio , o ascetismo, n o es tan grande como la
d el a1nor.
Pabl o d escrib e el amor en la sigui ente manera: " ... tien e pa cien-
cia y es bondado so . El amor no es celoso . El amor no es ostentoso,
ni se hace arrogante . No es ind ecoro so, ni bu sca lo su yo propio.
No se irrita , ni llev a cuentas d el mal. No se goza d e la inju sticia,
sino que se regoc ija con la ve rd ad " (1 Cor. 13:4-7).
Es te p asa je inmortal elogia el amor entr e los seres hum ano s.
Ilu stra qu e el an1or frat ern al pu ed e r eso lve r cu alqui er confli cto.
Estamos de scubri endo que la impl em ent ación d e este prin cipio
tr ae resultado s positivos entre los n1iembros d e la fami lia, en la
comun id ad y en las relacion es int ernacion ales.
5. El deber como motivo en la vida cristiana
Pablo in sis te en qu e d ebemo s v ivir mor alm ent e como cristia n os
porqu e esto es nu estro deb er. En 1 Corintio s 6:19, 20 di ce: "¿O no
sab éis qu e v ue stro cuerpo es templo d el Espíritu Santo , qu e m ora
en voso tr os, el cual tenéi s de Dio s, y qu e n o so is v u estros? Pu es
hab éis sid o compr ado s por pr ecio. Por tant o, glorificad a Dio s en
vu estr o cu erpo ." La terminol ogía d e Pablo refleja el com ercio de
esclavos d e la épo ca. En el día d e Pab lo la esclav itud abund aba, y
seg ur am ente Pablo h abía pr ese n ciad o la expe rien cia de un n ego-
ciante que compr aba esclavos. Segur am ent e h abía un int ercambio
d e expon er las capa cidad es d el esclavo y un rega teo por el pr ecio.
Pero al llega r a un acuerdo, el negoc iant e paga ba el pr ecio, y tom a-
ba po sesión d el esclavo . Despu és, ten ía autorid ad abso lut a so bre
el esclavo. Podría brindarle su liber tad , exigir un a sumi sión ab so -
lut a en el trab ajo, o d ecretar su mu ert e. En la apli cación a la esfera
cristian a Pab lo di ce que somo s esclavos de Cr isto, y debemos ac-
tuar de acu erd o con los n1andato s de nu estro am o. En o tro pasaje
Pablo hab la de lleva r en su cuerpo "la s m arcas d e Jesús" (Gá l.
6:17), que puede ser una refer en cia a las marcas que pu sieron en
los esclav os p ara id entifi carlos con su dueño. Las marcas que el
cris tiano d eb e lleva r so n los frutos del Espíritu Santo : "A1nor, gozo,
paz, paciencia, b eni gnidad , bondad, fe, man sed umb re y do mini o
p ropi o" (Gál. 5:22, 23).
6. La razón como motivo en la ética de Pablo
Entre otros po sibles moti vos que Pab lo pr ese nt a está el d e ap elar
a lo razo n able p ara servir a Dio s: " ... os ru ego por las mi ser icordi as
de Dios que pre sent éis vu estros cuerpo s como sac rificio vivo, santo
160 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
7 Na th an Ha tch y M ichael Hami lton, "Ca n Eva ngelicals Sur vive th eir
Su ccess?" , Christianity Today, 5 de octubr e de 1992, pp . 20-31.
La ética de Pablo 163
doras (Tito 2:3). Pablo condena a los que hablan en una man era es-
co ndida y también a lo s que habl an abi ertame nt e en con tr a de
otros . En esto Pablo es tá condenando uno d e los peca do s má s co-
mune s en tre cr istiano s. Siem pr e ha y la tend enc ia d e deleitarse en
pasar d e per so na en per sona noticias esca nd alosas con relación a
11
otras personas. Pablo aconseja dejar d e habl ar pa labra s groseras
11
d e vuestra bo ca. No n1intáis los uno s a los otros ... (Col. 3:8, 9).
De modo que Pab lo condena var ios pecados de la len gua , abar-
cando pa labras corrompida s, bromas gro seras chismes , cosas qu e
1
ciones con Dios , con los den1ás seres hum anos y con las in stitu-
ciones de la sociedad.
l. Amor
El am or frat ern al encabeza la lis ta d e virtud es. Esta virtud se
m enciona en Gá latas 5, pero es elabo rada en 1 Corint ios 13 . Ya he-
mos coment ad o un poco sobre el énfa sis de es te pa saje en un a sec-
ción anterior de es te capítul o. Afirm a qu e d e todas las virt ud es
que p erdur an, la más grand e es el am or .
Pablo anima a los gá lat as así: " ... servíos los un os a los otros p or
medio del amor " (Gál. 5:13). No debe n p ensar qu e ya qu e son cris-
tiano s pu ede n actuar de acu er do con los deseos carna les . Parec e
qu e algunos h abían criticado a Pablo y habí an int er pr etado su s
enseñanzas p ara decir que una vez sa lvo un o podría pecar en
form a carn al tod o lo que quisiera , ya qu e la fe en Cr isto cubr e todo
peca do. Pero si un o manifie sta el amor fraternal en las relacion es,
eso va a solu cionar el problema del pecad o.
Pablo d esc rib e la vid a cri stian a com o un "an dar " cu ando es-
cribió a los de la iglesia de Efeso : "Por eso yo, pri sionero en el Se-
ñor, os exhort o a qu e and éis como es di gno del llamami ent o con
que fui steis llamado s: con toda hum ild ad y mansedumbre , con pa-
ciencia, soportándoo s los un os a los otros en amor " (Ef. 4:1, 2). Hu -
mildad, mansedumbr e y amor son los ingredi ent es para la armon ía
en la iglesia. A los filip enses dijo: "Alguno s, a la verdad , pr edi can
a Cristo por envidi a y conti end a, pero otros lo hacen d e bu ena vo-
lunt ad . Estos últimos lo hac en por am or, sa bien d o qu e he sid o
pu es to para la d efensa del eva nge lio" (Fil. 1:15, 16). La pr edic ación
del eva ngelio debe brotar de un amor sin cero y un d eseo d e ve r a
las per sonas entregadas al Señor, y no por algún motivo p ersona l.
Su uso del ejemplo d e Cr isto, quien se humill ó a sí mi sm o para sal-
va r a la humanidad , ilu str a el gran amor qu e Cris to tien e para
tod os (Fil. 2:1-11 ).
Pablo elog ia el ejemplo de amor entr e los hermano s d e la iglesia
en Colosas: " ... porqu e hemo s oído d e vuestr a fe en Cristo Jesú s y
del amor que ten éis por todo s los santo s" (Col. 1:4). El mensaje del
eva ngelio había penetrado bien entr e los cristiano s allí, y el am or
fraternal era evid en te en las relaciones. Esto rep rese nt a un desa fío
para no sotr os hoy. Este amor se basaba en la esp era nza qu e tenían
los colosens es en el futur o inm edi ato y remoto. Hablando en for-
ma figur a tiva, Pablo de scrib e la ves tim ent a id ea l del cris tiano:
"Pero sob re tod as estas cosas, ves tío s de am or, que es el vín cul o
perfecto" (Col. 3:14) .
A los tesa loni censes Pab lo les di ce qu e su testin1oni o d e am or ha
sido mu y bueno , y ha obrado grand es cosas para Dios (1 Tes. 1:3).
Les encomi end a a Di os, para qu e él "os haga abund ar en amor
La ética de Pablo 165
u nos p ara con o tros y p ara con tod os, tal com o noso tros p ara con
v oso tros; a fin d e confirm ar vu es tros corazones ir reprensib les en
sant ida d d elan te d e Dios nu es tr o Padr e, en la ven id a d e nu es tr o
Señor Jes ú s con tod os su s sant os" (1 Tes. 3:12, 13). El am or fra ter-
n al ab un da ba entr e los cristian os allí: "Pe ro con respec to al am or
fratern al, n o ten éis n eces id ad d e qu e os esc riba, p orqu e voso tr os
mi sm os h abéis sid o enseña d os d e Di os qu e os am éis los un os a los
ot ros" (1 Tes . 4:9). A Tim oteo, Pabl o aco nseja: "Porqu e no n os ha
d ad o Dio s un es píritu d e cob ard ía, sin o d e p od er, d e an1or y d e
d omini o pr opi oº (2 Tin1. 1:7) . En tod os es tos p asa jes pod em os ver
qu e el amor entr e los cristianos es un a d e las cu alid ad es qu e Pabl o
m en ciona m ás com o el elem ent o qu e pu ed e reso lve r mu chos con-
flictos entr e los seres hum an os .
2. Gozo
Gozo es u na vir tud qu e Pa blo m encion a en la lis ta d e los frut os
d el Espíritu. El gozo tien e qu e ve r con el sabor ge n eral d e la v id a
d el cri stia no . N o hay lu ga r p ara un a actitud ag ria o d e pes imi sm o
para el qu e tien e esp eran za en el Cristo ve nced or . Es te elem ento
ay ud a a contribuir p os iti va m ent e al enriqu ecimi ent o d e la v ida .
Pablo no está di ciend o qu e el gozo es el res ult ad o d e las circun s-
tanci as o los pri vilegios gra nd es en la vid a, sin o qu e m ás bi en es un
elem ento qu e el ser hum ano m ás pobr e pu ed e po see r, porqu e tien e
un espíritu inqu ebr ant abl e. El gozo d a sa bor p ositivo a la vid a . Es
d e es tímulo ve r a un cri s tiano qu e pu ed e m anif es tar el gozo en
medi o d e las tribul aciones qu e vien en a todo cris tiano tard e o te1n-
pr an o. En el d esa fío qu e Pabl o di o a la iglesia d e Rom a p ara eva n-
ge li za r a lo s in con ve r sos, conclu ye co n la sig ui ent e b endi ción:
"Qu e el Di os d e esp eran za os llene d e tod o gozo y p az en el creer,
p ara qu e abun dé is en la es peran za p or el p od er d el Espíritu Sant o"
(Rom . 15:13).
Pa blo tu v o qu e corr eg ir a los corintio s p or los p robl em as qu e
existía n en la iglesia , p ero les acon seja a tene r gozo al ser corr egi -
d os, y cu a nd o él lleg u e, tod os pu eda n ex p erim ent ar gozo: "Y a
p esa r d e qu e es toy confi ad o en todo s voso tros d e qu e mi gozo es el
mi sm o d e tod os voso tros, os esc ribí es to mi sm o para qu e cu an do
ll eg u e, n o ten ga tri s teza p or cau sa d e a qu ellos p or qu ien es m e
d ebi era goza r" (2 Co r. 2:3).
3. Paz
La p az es la tr anquilid a d int ern a q u e sient e el qu e tien e un a
relación corr ecta con Di os y vien e com o con sec u encia d e la con ver-
sión a C risto. La p az es frut o d e la fe, y los qu e h an p asa d o p or un
tiempo d e an gu stia por su p eca d o y d espu és han exp erim ent ad o la
paz qu e vien e cuand o ace pt an a Cristo y experim ent an la lib ert ad
166 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
qu e sobraba del sacrificio en el mer cado pr ese ntó varios probl ema s
para los creyentes. Algunos creyentes pen saban que el com prar y
comer carne qu e había sido sac rifi cada a íd olos sería participar en
la idolatría. Esp ecialment e lo s nu evos convertido s sinti eron el
impacto de tal práctica, porqu e hacía poco ellos h abían es tado ado-
rando a los dio ses falsos por m edio d e los sac rificios. El com er la
mi sma carne les par ecía un acto de idol a tría. Pablo trató de ex-
pli car que tal acto no sería idolatría, porqu e el cri stiano sabe qu e n o
hay otros dio ses exce pto el verd ad ero.
Sin embargo , Pablo no s da un prin cipio mu y ünp ortante , qu e
tiene que ve r con el respeto por la conciencia d e los nu ev os conve r-
tido s: No d eb emo s ser trop ezadero p ara ellos (1 Cor. 8:9). Pablo
concluye su tra to d el probl ema con es tas palabr as : "Por lo cu al, si
la co1nid a es para mi h er mano oca sión de cae r, yo jamás comeré
car n e, para no pon er tropi ezo a nü h ermano " (1 Cor. 8:13). No te-
n emo s este probl ema hoy en día , p ero no s da un prin cipi o qu e n os
guía fr ente a circunstancias cont emporán eas ambiguas. Es to po-
dría abar car la asistencia a actividades cue stion abl es, tal es como
los cines y programas de telev isión donde abund an la violen cia y
el sexo, las actividades d eportiva s dond e las personas apu es tan y
otra s funcione s en las qu e abundan las b ebid as alco h ólicas, el ju ego
d e azar y otras ac tividad es d onde el testimoni o d el cristiano pu ed e
ser comprom etido.
2. La vestimenta de las mujeres (1 Cor. 11:2-16)
La vestimenta d e las muj eres siempr e ha d espertado controv er-
sia. P ablo seguía las norma s pr eva lecie nt es de la cultura d e su
épo ca, la s cuales dict aban que una 1nujer pía d ebía cubrir su cabe za
en los actos de adoraci ón y dejars e crecer el cab ello . A la vez Pablo
dijo que era d es honro so al hombr e dejarse crec er el cabello, 1nien -
tra s a la mujer le es honro so d ejar se crecer el cabello (1 Cor. 11:14).
Debemos considerar qu e es tas norm as eran temporal es en su
aplicación, y no representan normas p erm an ent es p ara tod a cul-
tura. En el día d e hoy mucho ha cambiado, y la moralid ad de las
mujer es no se mide por medio d el cort e de cabello o su modo d e
ves tir. Ni tampoco así se mid e al hombre por su cabe llo. Mu ch as
iglesias tratan de imponer estas in struc cione s de Pablo con10 m an-
damientos que hay qu e obedecer literalm ent e. N u es tr o punto de
v ista es dif erent e; la norma es que las mujere s deb en vest irse en
forma modesta e inspi ra r a tod os a la pi ed ad.
3. Días y comidas (Rom. 14:1-23)
Parece que los hermano s en Rom a es tab an lu chando con lo s
mis1no s probl em as de los de Corinto con relació n a las cosas que se
podían comer y las qu e estaban prohibida s. Pero par ece qu e los de
168 BASES BIBLICAS D E LA ETICA
Según Pablo, la vid a cri stiana no consis te en el cum plimi ent o le-
ga lista d e ciert as leyes. Es te con cep to es tá mu y lejos de las en-
señanzas de Pablo. Básicam ent e la vid a cristiana es una relación
p ersonal con Cristo. Cuand o un o ent ra en esta relación por m edi o
d e la conversión, reci be la p otencia para revol ucionar su vida . Co-
m o consecu encia d e es ta exp eri encia qui ere esforzarse para vivir la
vid a más perfec ta, la qu e más agrada al qu e le salvó . Para hacerl o,
bu scará el mejor camin o, d ejand o a un lado los vicios y haciendo
esfuerzos p or reflejar en su vida las vir tud es personales y socia les
qu e son la base de un a socied ad estable. Esta expe riencia diari a
enriqu ece grand em en te la vid a d e tod o hom bre.
B
LA ETICA DE LOS
OTROS ESCRITORES
DEL NUEVO TESTAMENTO
INTRODUCCION
Hemo s hecho un estudio general de las enseñanzas ética s en los
Evangelio s, aba rcando las enseñan zas de Jesús y el ejemplo que di o
por medio de sus milagro s y otr os actos de mini sterio entr e la gen-
te. La vid a y las enseña nzas de Jesús no s in spiran pa ra lu char por
vivir de acuerdo con su ejem pl o. Las enseña nzas éticas d e Pablo ,
de sarrollada s como respuesta a problemas esp ecíficos en los luga-
res dond e él había ido para pr edicar , a pe sar de l hecho de que a ve-
ces no se apli can a nue stra situ ación local, sin e1nbargo sirve n pa ra
darno s prin cipio s para gui arnos en la tom a d e d ecisione s m ora les.
Aho r a va mo s a con siderar la s en se ñanzas éticas de los otro s
libro s del N ue vo Testamen to p ara compl etar el pa nor am a d e la
ética d e la Biblia. Estos libr os conti enen algun as de las en señan zas
má s import ant es con relación a nu es tro deber para con Dios y con
el prójin10.
l. HEBREOS
171
172 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
l . La fe
Un a de las vir tu d es que más se des taca es la fe. El aut or q u ería
hacerl es ver que la fe p u ede da rles la vol un tad p ara qu edarse con
la decis ión que hic ieron cu and o aceptaro n a Cr isto . A l capítu lo 11
se lo reco n oce como la gran lista de pe rson as fieles a Dios y obe-
dientes a su p ropósi to pa ra sus vidas. Estos grandes personajes no
rec hazaron el camino de Dios a pesar de las p ru ebas que experi-
mentaron. El capítulo hab la de personajes destac ados como Abel,
Enoc, Noé, Ab raham , Sara, Isaac, Moisés , Rajab, Gedeó n, San só n,
David, Samuel y los profetas, y menciona algo espec ial en el caso
de muchos de estos personajes.
El autor advierte de las consecuencias de abandonar la fe:
Porque es imposible que los que fueron una ve z iluminados, que
gustaron del don celestial, que llegaron a ser participantes del Espíritu
Santo, que también probaron la buena palabra de Dios y los poder es
del mundo ve nidero , y después recayeron, sean otra vez renovado s
pa ra arrepentimiento; puesto que crucifican de nuevo para sí mismos al
H ijo de Dios y le exponen a vituperio (Heb. 6:4-6).
2. El amo r fra terna l y las b u ena s obr as
El amor fraternal es otra virtud a que alude el autor de Hebreos.
Después de haber presentado su argumento convincente de la
superioridad de la revelación en Cristo, llega a la parte práctica de
la ep ístola, donde apela a la aplicación de las virtudes cristianas:
"C onsiderémonos los unos a los otros para est imula rnos al amor y
a las buenas obras" (Heb. 10:24). Estas virtudes habían de reformar
la cultura romana del primer siglo, y ha sido la levadura para
impregnar las sociedades durante 2.000 años. El amo r es la cuali-
da d que más distingue a los cristianos y hace su impacto sobre los
1nconversos.
En el último capítulo el au tor vuelve al tema del amor fraternal:
"Per manezca el amor frater n al" (Heb. 13:1). Después, elabora
sob re las implicaciones de este desafío. Abarca la hospi talidad, un
min isterio a los antisociales que están presos en las cárceles y los
aflig idos, o sean las personas que sufren por enfermedades , perse-
cuci ones u otras causas.
3. La p er s ev erancia
Hay que luc har para pe rseverar en seguir el cam ino de Cris to:
"Por ta nto , nosotros también, ten iendo en derredor nues tr o ta n
gran de nube de tes tigos, despo jém onos de todo peso y del pecado
qu e ta n fácilmente nos en reda, y corramos con pe rsevera n cia la
carre ra que tene mo s po r dela nt e, p u estos los ojos en Jesús, el aut or
y con sumador de la fe ..." (Heb . 12:1, 2) . La v ida crist iana se ase m e-
ja a una carrera en que el at leta compite . El tiene qu e entrenarse
La ética de los otros escri tor es del N uevo Testamen to 173
nes han sido enviados por él para el cas tigo de los que hacen el mal
y para la alabanza de los qu e hacen el bien" (2:14). En la segu nd a
parte de esta obra vamos a considerar todo lo que enc ierra las
responsabilidade s d el gobierno, pero aquí Pedro menc ion a la
importancia de los representante s de la ley en frenar el mal y pre-
miar la obediencia . Estas facetas tienen imp ortancia hoy en día .
b. La segunda esfera de sumi sión abarca a los esclavos: "Sier-
vos, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos , no sola m ente a
los que son buenos y compre n sivos, sino también a lo s severos"
(2:18). Es paradójico que Pedro pued e aconsejar la sumi sió n aun
cuando el trato es injusto, porque re cordamos en su vida anterior
un impulso de rectifi car las injusticias (Mat. 26:51). Aquí se refiere
a la recompensa d e recordar que también Cristo sufr ió por no so-
tros , el jus to por los injusto s, "pa ra que sigáis sus pisadas" (2:21).
c. Pedro m enciona la sumisió::.1en el matrimonio de parte de las
esposas (3:1-7). Como hem os dich o antes, tenemos que leer es te
pasaje dentro del contex to de la cultur a de aqu el ento nces, donde
las mujere s solían ocupar puesto s inferiore s a los esposos. Pedro
justifi ca la sumi sión, diciendo que el ejemplo de las n1ujeres pued e
ganar a los inconverso s, porqu e pueden observar su "reverente y
casta maner a de vivir" (3:2).
Pedro detalla el modo de ves tir en las mujere s cristianas: "Vue s-
tro adorn o no sea el exterior , con arreglos ostentosos del cabe llo y
adornos d e oro , ni en vestir ropa lujosa ; sino qu e sea la per son a
interior del corazón , en lo incorruptible de un espíritu tierno y
tranquilo. Esto es de gran valor delante de Dios" (3:3, 4). Pedro
elogia la belleza interior , que viene por medio de la consagración al
Señor, antes que la belleza exterior. El llama a los esp oso s a ser
comprensivo s y reconocer a la muj er com o el vaso má s frági l.
d. La cuarta esfera de la sumisión abarca a los pastores jóvene s
en relación con los ancianos (5:5). Los jóve n es pueden aprender
mu cho de los pastores que han tenido años de servicio en la viña
del Señor. Hay la tendencia en alg una s parte s de relega r a los an-
ciano s a los puestos insignificantes , porqu e piensan qu e su s mét o-
dos son anticuados y no servirán para los desafíos del día mod er-
n o. Co n sideramos más de este tema al lle gar al final de la dis-
cusión de esta epís tola.
Pedro desarrolla las virtudes crist ian as en maner a semejante a lo
que Cri sto no s enseña en el Sermón del monte: " ... sed todo s de un
mismo sentir: compasivos, amándoos fraternalmente , mi ser icor-
diosos y hu1nil des. No devol vá is mal por ma l, ni maldición por
maldición , sino por el contra rio , bendecid ; pues para es to habéi s
sido llamados , para que heredéis bendición " (3:8, 9). Pedro argu-
ment a: "¿Quién es aq ue l que os podrá hacer daño , si sois ávidos
por el bien ?" (3:13) . Un entusiasm o cons tant e para el bien va a
178 BASES BIBLI CAS D E LA ETI CA
tener su efecto sob re los qu e obr an mal en contr a d e los dem ás.
Pedr o hace resa ltar la imp ortanci a d el am or en su prin1era epís-
tola d iciend o qu e el cr istian o d ebe se r pru de nt e y so bri o en la
oración y sobre todo, tener ferv ient e am or, "p orqu e el am or cubr e
un a n1ultitud de peca d os" (4:8). Nos impr esiona la manera en qu e
ca d a un o d e los esc rit or es h ace hin ca pi é en el amor fr a tern al.
Pa re ce qu e los cristianos de los prim eros años posteriores al mini s-
terio terr enal de Cristo capt aron el ejemplo d e su vida tant o como
las enseña nzas qu e di o. Pedr o qu ería pr eparar a los cristianos para
los sufrimi ent os que iba n a ve nir y sabía qu e el am or entr e los cris-
tianos era el element o qu e iba a sos tenerl os en ép ocas d e di ficultad.
Pedr o tern1ina su ep ístola con pa labr as de consejo para los pas-
tor es : "A p ace nt ad el rebaño d e Dios qu e es tá a vu est r o car go,
cuid ánd olo no p or la fu erza, sino de buena vo lunt ad seg ún Dios;
no p or ga nanc ias des honestas, sino de corazón; no como teni endo
sefiorío sobr e los qu e es tán a vues tro cargo, sin o como ejem p los
pa ra el rebaño" (5:2, 3). Ped ro concibe qu e el m od elo para el mi -
nistr o es el pas tor de ove jas y no el ejecuti vo de un a gran emp resa.
El ain or por la gent e y la di spos ición para es tar a su lad o en los
mom ent os de crisis en sus vid as hará m ás po r la grey de Dios qu e
el ejercicio d e la aut orida d de ri va d a de un orga ni gram a elaborado
po r lo gradu ados de las escuelas d e ad mini stració n en las un iver -
sidad es n1ás promin ent es de nu es tro día, y un a n1otivac ión eco nó-
mi ca que ofrece recom pensa ma terial po r su servicio.
Pedr o apela a todos a tener humild ad, espec iahne nt e a los pas-
tores jóve nes . Sabía qu e la soberbia es un a tent ación fu er te para los
mini stros jóve nes. Ta n1bién am ones ta a todos a ser so bri os y a
ve lar, ya qu e el di ablo, "com o león ru gient e, and a alred edo r bu s-
cand o a qui én d evo rar" (5:8). Exhort a a todos a tener pac iencia
fr ent e a lo s p ad ecim ie nt os: "Y cu and o hayá is p ad ecid o p or un
poco de tiempo, el Dios d e toda gracia, qui en os ha lla1nado a su
etern a gloria en Cr isto Jesús, él mi sm o os restaur ará, os afirm ará,
os fort alecerá y os estab lecerá" (5:10).
2. Segunda Pedro
La segu nda epí stola d e Pedr o llan1a a los cristianos a manifes tar
la fe en su v ida di aria, sabiend o qu e la fe es la base p ara d esarr ollar
las otras vir tud es: " ... aña did a vues tra fe, virtud ; a la virtud , cono-
cim ient o; al conocim ient o, domini o propi o; al d omini o pr opio, pe r-
seve rancia; a la p erseve rancia, devoc ión; a la devoc ión, afec to fra-
tern al; y al afecto fra ter na 1, am or " (1 :5-7). Es ta lista parece un a
pir á1nide, p or m edi o de la cu al el cri stiano ava nza simult ánea -
me nt e en el aspecto cog nosci tivo de la vid a cristiana y a la vez en
desar rollar las vir tud es qu e lo lleva n a la madur ez . Domini o pro-
pio, p erseve rancia y am or fratern al son tres cualid ad es qu e los cris-
La éti ca de lo s otros es critor es del N u evo Te stam ent o 179
tiano s d el prim er siglo n ecesitaban par a resistir la ten tación carn al,
para so port a r las afliccion es d e la p ersecuc ión y pa ra d en1os tr ar la
vi rtud qu e m ás elog ió el Señ or Jesú s, su ejempl o . Es tas cu alid ades
todavía son m u y imp or tant es p ara n oso tros fren te al mun d o con -
temp orán eo .
Pedr o esc rib ió la seg und a epí stola pa ra afirm ar de nu evo la va-
lid ez de la reve lació n anti guo tes tam ent aria de los pr ofe tas, y llama
a los cristia nos a n o esc uc har las in terp re tacio nes p riva d as d e fal-
sos profe tas y maest ros; más bien , ap ela a todos p ara deja r que el
Espír itu Sant o les ilumin e con relación al m ensa je de los pr ofe tas .
Pe d ro dice qu e los fal sos pr ofe tas in trodu cen herejías des tru ctivas
y ap elan a los seg u id ores con a tracc ion es sensua les, y el res ult ado
es la difa m ació n de l camin o ve rd ade ro. Tien en 1no tivos de avar i-
cia y uti lizan pa la bras fin g id as. Todo es to tie n e su ap licac ió n
mo ral, p orq ue sab em os qu e el cris tiano h oy en día tiene qu e estar
pend ien te de los falsos p rofetas qu e existe n en nues tro m ed io.
La m ad urez esp iritu al es la m ejor p reve nción para iden tifica r a
los fa lsos profe tas y m aes tr os, y pa ra resis tir la pe rsecuc ión qu e
acon1paña la op osición al avance de l evange lio. El tes timo nio de l
cristian o qu e es sincero en su com p rom iso con Cr isto hará m ucho
para frenar las fu erzas del m a l.
Pedr o anti cip aba la seg und a ve n id a d e Cristo como algo p róx i-
mo a su p rop ia época. Q u ería p repa rar a los crist ianos pa ra ide n ti-
ficar a los enem igos d el evange lio en los ú lti mos días: "Prime ra-
me nt e, sabed que en los últim os días vendrán burla d ores con sus
burlas, q ui enes procederán según su s ba jas pasiones, y dirá n :
'¿Dón de es tá la pr om esa d e s u ve nida?' " (3:3, 4). Int entará n des-
viar a los cri stian os d el camin o con el argu m ento qu e Cristo n o ha
cumpli d o su pr om esa d e ve nir, y qu e no va a ven ir p or seg un da
vez . Pero Pedr o a rgum ent a:
Pero, amados, un a cosa no paséis po r alto: que dela nt e de l Señor u n
día es como m il años y mil años como un día. El Sefior no tarda su
promesa, como algunos la tienen por tardanza; más bien, es paciente
pa ra con vosotros, porque no quiere que nadie se p ierda, sino que todos
proceda n al a rrepent im ien to (3:8, 9).
Ped ro 1no tiva a los cris tianos en su m ora l con el desafío de la fe
en la seg u nda ven ida de Cris to: "Ya que todas estas cosas han de
ser des h ech as, ¡qu é clase de pe rson as d ebéis ser voso tros en con -
du cta sa n ta y pi ad osa, ag u a rd ando y apres urá ndoos pa ra la ve nid a
d el d ía d e Di os!" (3:11, 12) . Aseg ur a qu e la co n d u cta de b e se r
sa nt a y piad os a, cua lidad es qu e elimin an las prác ticas in m ora les d e
los qu e no so n sin ceros en vivir como cris tianos. La es p eran za d e
la seg unda ven id a d e Cristo n1o tiva a cada cris tian o pa ra es tar lis to
en tod o m o1nen to para su venida .
180 BASES BIBUC AS DE LA ETI CA
dura s pal ab ras qu e los peca dor es impío s han hab lado con tr a él"
(vv. 14, 15).
Se men ciona el es tilo de vida de los qu e bu sca n d esv ia r a los
cristianos del camino , y tiene relación con la mor al: "En los últim os
tiempo s habrá burl ador es que anda rán seg ún sus pr opia s pa sion es,
como impíos que son. Estos son los que causan di vision es. Son
sens uales y no tiene n al Esp íritu " (vv. 18, 19). Este puede ser un
con1entario sobr e algun os gr up os qu e bu scan a los cri stiano s acti-
vos en un a iglesia, y tra tan de persuadirl es a eguir sus doctrina s
falsas.
La m ejor d efe nsa fr en te a es tos enemigo s d el eva nge lio es la
firme za en la fe: "Pe ro voso tr o , oh am ad os, ed ificándo os so br e
vue stra santí sima fe y orando en el Espíritu Santo, conserv aos en el
amor d e Dios, ag uardando con esp eran za la mi ser icordi a de nu es-
tro Señor Jesucristo para vida eterna" (vv. 20, 21).
La epí stola termina con un a do xo logía qu e encon1ienda a los
cris tianos al Dio s podero so qu e puede guard arlo s sin caída y pre-
sen tarl es irr ep rensibles delante de su gloria con grand e alegría (v.
24). Esto afirm a la ünp ortan cia de 1nantenernos en contac to con la
fu ent e de po der qu e pu ede protege rn os y gu ardarn os de la caída.
VI. APOCALIPSIS
El libro de Apocalipsis es principalmente literatur a simb ólica,
co1no el nombr e indica. Esta clase d e literatura com uni caba su
m ensaje en un a forn1a camuflad a con símbolos , para reve lar a los
recipiente s 1nensajes de estímulo que no serían con1prensib les para
aqu ellas personas que tra taran de imp edir tales comuni cacio nes.
Es algo como los siste mas de códi gos que las naciones utili zan par a
mant ener cubi erto s su s secretos con relación a su propia defensa .
Los lid eres tienen nombr es figurado s para no tener qu e men cionar
el nombr e exac to.
Juan , autor de Apocalip sis, escribi ó en una época de persecu ción
de los crist ianos a m ano s d e los empe rad ores del Imp erio Roman o.
Estaba exil iado en la isla d e Patmos, "por causa de la pal abra d e
Dios y del test in1onio de Jesús" (1:9). Su men saje era para cons olar
a los cri stianos en las siete iglesias en As ia Menor, por cuanto es ta-
ban sufri endo la persecució n por su fe en el Señor. Juan anima a
los cri stiano s a ser fieles has ta la mu erte: "No tenga s ningún tem or
de las cosas que ha de pad ecer. H e aquí , el d iab lo va a echar a
algun os d e voso tros en la cárcel para qu e seáis pr obado s, y ten-
dréi s tribula ción por di ez día s. Sé fiel ha sta la muert e, y yo te dar é
la corona de la vid a" (2:10).
Hay qu e ent ender esta condicione s hi stóricas en el día de Ju an
par a compr ender la actitud qu e se pr esenta hacia las autoridad es
civiles . Cri sto acon ejó sumi sión a las autoridades e tablecida s, di -
La ética de los otros escr itor es de l Nuevo Tes tamento 183
Capítulo 9
LA ETICA PERSONAL
Ca pítu lo 10
LA ETICA DE LA FAMILIA
Capítulo 11
LA ETI CA DE LA S RELACION ES ECONOM ICAS
Cap ítulo 12
LA ETICA DE LAS RES PO NSAB ILIDADES CIVILES
Capítulo 13
LA BIOETICA
Capítulo 14
PROBL EMAS DE CONTROVERSIA
9
LA ETICA PERSONAL
INTRODUCCION
Hemo s vis to en los capítul os ant er iores los principio s éticos qu e
se encue ntr an en las var ias divi siones de la Biblia, principiando con
el Pent ate uco y term inando con el Apoca lipsis. Aunqu e no hemos
cubi er to cada libr o d e la Biblia, hemo s enfocado las secciones qu e
tienen má s contenido de natur aleza ética y mor al. Ahora va m os a
estud iar las ense ñanzas éticas y moral es de sde la p erspectiva te-
mática, para consi derar los pr oblemas específicos que nos aqu ejan
hoy en día. En cada caso va m os a consid erar la enseñanza bíb lica,
para bu scar el ma ndami en to, si es qu e lo hay, o como altern ativa
d erivar un prin cipio qu e ser vir á de brú jula para orien tar nos, y des-
pués suge rir po sible s solucion es o d ecisiones que po d em os tom ar.
N uestra m eta es ofrecer norma s qu e responda n a los va lor es es-
pirituales que se deri va n de la Biblia, sin llegar al autoritar ismo rí-
gido que caracte rizaba a los fariseos en el día de Jesús. Vam os a re-
cono cer que en algu nos casos no ha y d ecisión bu ena o mala, co1no
ape na s do s alternativa s; má s bien hab rá var ias posibles d ecisiones
qu e podríamos tomar en un caso específi co. Y en algunos casos
vamo s a ve r qu e par ece qu e n o hay solución cristiana qu e no tenga
su s consecuenc ias nega tivas. En tales casos los cristianos tienen
qu e obr ar dentro d e las estru ctur as de la sociedad secular sabiendo
qu e Dio s es soberano sob re ellas tambi én. Los tema s qu e es tudia -
rem os son algun os qu e int eresa n a todo cristiano, ya qu e un o no
pued e vivir aislada m ent e, sino que por el con trar io, el cristiano
tiene qu e relacionarse con otro s qu e son in conve rsos y en algun os
casos qu e pr ofesa n otr as religiones o nin gun a religión.
Este cap ítul o será dedi cado al es tudi o d e los d ebe res per sonale s
qu e un o tiene hacia su propi o ser y ha cia otros, porqu e para com-
prend er bien lo qu e el cristiano d ebe hacer en las relaciones fami -
liar es, económi cas, socia les y cívi cas, uno primero d eb e sa b er
cuá les son los debere s hacia su propio ser .
187
188 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
1
Richard B. Cun nin g ham , The Christian Faith and Its Contemporary Rivals
(Nashv ille: Broadman Pr ess, 1988), pp . 148-55.
2 I bíd, pp . 117-145.
3 Frank K. Koppl er, "Existentiali sm ", Life, 6 de novi embre d e 1964, pp .
62-64.
La ética pers onal 189
6 Lynn White, "The Hi storie Root s of Our Eco logic C risis," citado en
Christianity Today, 11 d e enero d e 1993, p. 16.
7 Ibíd.
BVer Erich Fromrn , The Anatomy of Huma n Destructiveness, 1973, y
Konrad Loren z, On Agression, 1966.
9 Eli z ab e th Elli ot, The Savage My Kinsman (A nn Arbor , Michigan ;
Ser va nt Books, 1961t p. 120.
La ética persona I 191
pio. Es int eresa nte leer en las página s del An tiguo Testamento las
maneras en que fue impleme nt ado este mandamiento.
Jesús decía a las personas qu e debían amar a Dio s con todo el
cora zó n, con toda el alma, con toda la mente y con toda la fuerza, y
debían amar al prójimo como a sí mi smo s (Ma t. 22:37-39; 5:43;
19:19; Mar. 12:31 y Lu c. 10:27). Pablo repitió este n1andamiento en
Romano s 13:9 y Gá latas 5:14. Santiago 2:8 se refier e a este man -
damiento como la ley real. Los u sos frecuent es del mand amiento
nos ha cen ver que en verda d el amor hacia el prójimo es el elemen-
to di stintivo en el cristiani smo .
En esta declaración hay amor en tres dimensio nes: hacia Dio s,
hacia el prójimo y ha cia uno 1nismo. Mucho se ha escr ito acerca
del amor haci a Dios. Paul Ram sey resalta el amor como el va lor
supremo en su libr o.11 Este libro tod avía se considera fundam ent al
en exp licar todo s los debere s de la ética cristiana dentro del cont ex-
to de la expresió n d e este amor. Ram sey sugie re qu e la impl e-
men tación del amor en las relaciones personale s e internacional es
resultaría en una política social que traería una revo lu ción al mun -
do. Dice: "El amor cristiano formula la política social , al tom ar en
cuenta todo elemento concreto en una situa ción que determina la
manera en que un bien actual pued e ha cerse por el pr ójimo en un
estado de una socie dad civil y las rel aciones entre las p ersona s que
existe n en la act ualidad ."12
El principio de ejercer el amor hacia el prójimo se ve m ás com-
pleto en el relato del bu en samarit ano (Luc. 10:25-37). En este pa sa-
je Jesús dio el bro che de oro a su enseñanza del am or en las rela-
ciones humana s. El samaritan o es el héroe del relat o, el qu e recibía
meno s amor de pa rt e d e los judíos. Jesús, en Lucas 6:27, había en-
seña do qu e hay que amar a los enemi gos. Pero los judíos no ha -
bían podido poner en prác tica este mandamiento . El samarit ano
manifestó el amor sin límites a la persona que lo necesitaba , sin
cons id erar su raza, color ni posición socia l. Jesús no cont estó de
manera específica la pregunta del joven abogado, ¿qui én es mi pró -
jimo? , porque cada persona tiene que contest arla personalment e,
segú n su propio criterio.
Pa blo nos dio el pasaje inmortal que habla del deber del amor en
las relaciones humanas en 1 Cori ntio s 13. El amor del cu al habla
Pablo es el más perfecto y el más alto que es posible entr e los seres
humanos . No es eros, que está en el nivel sexua l, y sirv e para satis-
facer este aspecto de uno. No es filia, el amor ent re hermanos en
(Mat . 22:39), ¿qu ería dec ir qu e uno tiene el deber de am arse? Esta
preg unt a despi er ta mu cha inquietu d hoy en día cuando hablam os
d e la ética perso nal. Algun os su gieren qu e el amor propio es el
p ecad o cént rico de nu es tr o día , y que este pecado pro d uce más
problem as para la hum anid ad que cua lqu ier otro. Citan la declara-
ción d e Jesús: "Si algun o qui ere venir en pos de mí, niéguese a sí
mi smo , tom e su cru z cada d ía y síga m e" (Luc. 9:23). ¿No refleja
es te ve rsícul o la verd ad qu e el am or prop io es un imp edi men to
para seguir a Cristo? ¿Cóm o po d emo s hacer comp atibles estos dos
concept os?
Los erudit os en el cam po de la ética cristiana se encuentra n divi-
did os sobre el lu gar d el am or pr opi o en el cristiano. De un lado es-
tá el énfasis sobr e las ve rd ades qu e tienen qu e ve r con rechaz ar to-
do inter és person al y tener el agapeen relación con otro s sin pensar
en un o mi sm o. Ju an Ca lvino (1509-1564) es un ejempl o de es te
punt o d e vista . Dijo : "No nos p ert enecem os a noso tro s mi smo s;
por eso, dejémon os, en cuant o sea po sible, olvidarno s d e noso tros
mi smo s y toda s las cosas nu estr as" .14 Es te princip io ha servido
bien par a los di scípulo s de Calvino y ha tra ído mu chos beneficios a
la humanidad .
Emanuel Kant (1724-1804), filósofo alem án, sig ui ó el con cept o
de Calvino d e la ne cesidad del odio per sonal y afi.adió el principi o
de seguir la ra zón pr áctica p ara determin ar las decision es corr ecta s
en el campo de la ética. El neoortodo xo Reinhold N iebuhr , aut ori-
dad de este siglo en el camp o de la ética, sugirió que el problem a
prin cip al p ar a la hum anid ad es el am or propi o, qu e nos lleva a
tomar las decisiones d esd e el punto d e vista ego ísta.15
Ander s N ygren hi zo un es tudi o extenso del am or propio en su
libro Agape and Eros .16 Dice qu e el cristiani s1no no recono ce al am or
propio como un a expr esión legítim a del amor, porqu e el amor pro-
pio es la expr esión de eros, no agape. Al gun os difi eren con N yg ren
en su conclu sión en este sentid o.
En el otro lado están vari as p ersona s qu e recon ocen la impo rt an-
cia del amor propi o para el cri stiano. Aristóteles (384-322 a. de J.
C.), filósof o gri ego que contribu yó grandem ent e al camp o de la
ética y fu e citad o p or los teólogos escolásticos d e la Ed ad Medi a co-
mo si fuera cristiano , in sistió en qu e el am or propi o es vir tud y no
vicio . Posteri orm ent e, Ag ustín (354-430) llegó a decir qu e la expr e-
sión d el amor hacia uno mi sm o es el refl ejo d el am or de Dios que
25 N ancy G ibbs, "Pr escripti on for Deat h," Time, 31 d e m ayo de 1993,
p p . 34-39.
26 "A Sw ift Rou te to Sui cide" , Tim e, 15 de nov iemb re de 1993, p. 89.
204 BASES BIBLI CA S D E LA ETI CA
CONCLUSION
El ser humano, siendo creado a la imagen de Dios, es de sumo
valor a los ojos de él, y tiene capacidades infinitas para su propio
desarrollo, y para hacer de las sociedades del mundo un lugar
ideal para la morada. Para cumplir con este fin, uno tiene que ex-
perimentar personalmente la regeneración que viene por medio de
la fe personal en la obra redentora de Cris to. Esta experiencia le da
la base para esta blecer buenas relaciones consigo mismo, con los
demás y con Dios.
El crist ian o tiene que poseer un grado sano de amor propio, pa-
ra autovalorarse, pero debe de evi tar un ego ísm o extremo que co-
loca su propio ser con sus metas y satisfacc ione s encima de todos
los demás. Nues tro valor propio servirá para buscar mejor el reino
de Dios.
Tenemos mucho s privilegios que encierran respo nsabilidade s de
ser bueno s ma yo rdomos de todo lo que Dios nos ha dado . El cris-
tiano luchará para ser lo mejor en cualquier esfera d e acción.
Aceptamos la vida como un tesoro , una dád iva de Dios, y nos com-
prometemos a vivirla ha sta lo máximo, pa ra la gloria de Dio s.
10
LA ETICA DE LA FAMILIA
El cristiani smo tiene un mensaje importante para los jóvenes qu e
bu scan casarse, para los matrimonio s con hijos pequeño s y grande s
en el hoga r, y para las parejas qu e están viviendo los años dorado s
en el matrimonio . La Biblia contien e consejos para los p ad res de
familia , para los hijos, para los que están bu scand o con quién ca-
sarse y par a los viudo s. Tocamo s estas enseñan zas en la prime ra
part e de es te libro. Ahora no s toca buscar esas enseña nzas en for-
ma específica, de acue rdo con los va rio s tem as, y a la vez esp igar
de las cienc ias socia les cont emporá neas para descubrir las mejores
normas para ayud arno s a di sfru tar de esta faceta d e la vid a.
Si logramos inculc ar prin cipio s cristiano s en los niño s, jóve nes y
adult os en la esfera d el sexo y el m atrim oni o, ent onces habremos
echado los cimi ento s par a una socieda d es table. El prop ósi to d e
este capít ul o es pr esent ar las enseña nzas bíblicas que servi rán d e
base p ara tal socied ad.
l. LA NATURALEZA DEL MATRIMONIO
solo, e hizo una compañera para ser su ayuda idónea . Les dio el
mandato de ser fecundos y multiplicarse para la sobrevivencia de
la raza hum ana (Gén. 1:28). Dios ordenó: "Por tanto, el hombr e
dejará a su padre y a su madre, y se un irá a su mujer, y serán un a
sola carne" (Gén. 2:24). Por eso, vemos el matrimonio como la pri -
mera institución huma na, ordenada por Dios, para suplir las nec e-
sidade s de los miembros de la familia.
Ha habid o intentos de disolver la familia en su forma nuclear ,
diciendo que el gr up o puede cu idar mejor al niño y suplir las nec e-
sidades sociales. Pe ro estos intentos no tom an en cuenta la natu-
rale za del niño de buscar a su s padres como las fuentes primarias
de amor y cui dado. Sartr e dijo que no veía nin guna razón porque
la familia no debiera de continuar , aunque p ara él el hecho de ser
casados los p adr es no tenía importancia.1 Otros en la actua lidad
hablan de la desint eg ración d e la famili a nucl ear . Pero creo que el
matrimonio va a continua r como institución, porque sup le mucha s
necesidades que tienen los seres humanos .
2. Los propósito s del matrimoni o
Dios tenía varios propósitos al establecer el ma trim onio ; todo s
fueron para el bienestar de la hum anidad.
(1) El compañerismo es el propósito má s básico. Dios nos hizo
seres gregarios, y anhelamos la comunión con otros seres hum a-
nos. Tenemos los varios órganos pa ra facilita r este compañerismo ,
tale s como la lengua para hablar , los oíd os para escuc ha r, los ojos
para mirar , y los músculos de la cara y las mano s para ayudar en la
com uni cación. Reconocemos que este compañ erismo es indispen-
sable si un a pareja ha de exper im entar la mayor felicida d. Con fre-
cue ncia se escucha a có nyu ges que testifican que lo que má s les
atraía el uno al otro era la capacidad de sent arse y hablar con fran-
que za de las cosa s má s íntima s d e la vid a. Cua ndo un a pareja ha
perdido este compañerismo, peligra su estabi lid ad .
(2) La paternidad. La mayoría de los hombre s tanto como las
mujeres anhelan procrear hijos y criarlos d esde la infancia hast a
qu e sean adultos. Au nq ue el ser padres encierra mu cha respons a-
bilidad durante varios años , trae satisfacción y un sentido de cum-
plimient o que casi todos afir man que prefie ren ser padres que la
alternativ a de no tener prole. Los seres humanos tenemos el im-
pulso sexual en forma constan te, el que ofrece la posibilidad par a
un a gratificación intensa en el proceso qu e result a en la procre a-
ción. A la vez gara nti za la propagación de la raza hum an a.
1
Frank K. Kappler , "Exist entiali sm", Life, 6 de noviembre de 1964, p .
62.
La ética de la familia 209
ñan propieda des privadas y púb licas con sus leyen da s y m atan a
otro s en form a capr icho sa, oficia les d e gobie rno que ap oyan el
aborto y la homosexu alidad como alterna tivas acepta bl es de estilos
de vida y un a sociedad que consu me drogas en can tid ades an te-
riormente no imaginadas. En la mayoría de los países del mundo
las cárceles están más repletas de presos que antes, hasta tal punto
que tienen que dejar en libertad a muchos que han sido condena-
dos a sent encias largas para crear lugar para los nuevos ofensores.
Los matrim oni os de hoy tienen que luchar en contr a de las co-
rrien tes inmorales en esca las ma yores que la gene ración de adultos
ma yore s. Los matrimonios jóvenes son invi tados a orgías en que
participan en el acto sexual con cua lqui er otra persona excepto su
cónyu ge y donde las drogas están disponibles en todo momento.
Frent e a esta condic ión tris te d e nue stra civilización la pareja cris-
tiana tiene que afirm ar sus convicciones cristianas y bu scar la com -
pañía de otros cristiano s con ap reciacio nes mor ales y espi ritu ales
sim ilares.
Todo joven y señorita tienen que tomar en cue nta este panora ma
cuando están pensando en el matrimonio, y tienen que bu scar a
personas con las mi sm as apreciaciones par a for mar sus relaciones
de ami sta d con ellas y d e ese grupo elegir a su cónyuge. Segur a-
ment e hab rán estado expue stos a las influ encias hedoni stas en los
coleg ios, las univer sidade s y lu gares d e trabajo. Los cristian os te-
nemo s qu e form ar un núcl eo de personas con las mi sma s apr ecia-
cione s espiritual es y formar una cadena de relaciones par a ayudar-
se mutu am ent e.
La par eja jove n que es tá pen sand o en el matr im onio d ebe tomar
la decisión de esperar al mat rimo nio para tener relacion es sexu ales.
A pe sar d el he cho de que gran número de pareja s comi enza n a te-
ner relaciones sex ual es ant es d e la cere monia m a tr imoni al, uti -
lizando va ria s razo nes pa ra justificar tal comportami en to, el ideal
cristia no es esperar ha sta de spués de la ceremo nia. Esta rán agra -
decidos a Dios en el futuro por su pacien cia y el ejercicio de la vo-
luntad para reservar el acto m ás ínt imo en el m at rim oni o para des -
pu és de la cere monia de boda s.
111. RELACIONES EN LA FAMILIA
l. Entre esposos
(1) La intimidad. Las rela ciones entre espo sos son m ás íntima s
que las de cualquier otra relac ión. El espos o cono ce a la esposa
mejor que cua lqui er otra per son a, y viceversa. A trav és de los años
uno llega a compr ender las faltas y apr eciar las virtude s d el otro;
llega a anti cipar las acciones y los pensamiento s de l otro , y a regu-
lar su propia vi da de acuerdo con su compr ensión d el otro.
214 BASES BIBLI CA S D E LA ETI CA
La Biblia d a mu chos con sejos a los esp osos. El aut or d e los Pro-
ve rbi os di ce: "El qu e halla esp osa h alla el bien y alcanza el favo r de
Jeh ova h " (Pr ov. 18:22). En el cap ítul o sigui ent e d eclara: "Un a casa
y riqu ezas so n her en cia d e los p adr es, pe ro un a n1ujer p rud ent e lo
es d e Jeh ova h " (Pr ov. 19:14). Estas apr eciacion es ent re los cón yu -
ges va n a ap ort ar en form a pos iti va pa r a la inti m idad qu e bu s-
cam os en el m atrimoni o.
A la vez el au tor d e los Prove rbi os amon es ta ace rca d e los ele-
n1ent os que puede n crea r ob s tác ul os pa r a la intimid ad. D ice:
" ... go tera continu a so n las conti end as d e la muj er" (Prov . 19:13), y
"m ejor es vivi r en un rin cón d e la azotea qu e compa rtir una casa
con un a m ujer rencillosa" (Prov. 21:9).
Ad vier te al esposo d el pe lig r o d e los en laces extramari tales:
"Porqu e p or un a p ros titut a el ho mbr e es reduc id o a un bocado de
pa n , y la n1ujer ajen a caza un a vida va liosa" (Prov. 6:26). Y aco nseja
qu e "sea ben di to tu mana nti al, y alég rate con la muj er d e tu ju ven -
tud " (Pr ov . 5:18).
(2) Amor mutuo . Tratam os el am or en la sección ant erior, p ero
va le la p ena h ace r hincap ié en este elem en to por su imp ort ancia
prim or dia l. Pabl o aco n seja a los có n yu ges a viv ir ju nt os en u n
compro miso d e p erm an encia: "Pero a los qu e se han casa d o m an-
d o, no yo, sino el Seño r: qu e la esposa no se sepa re de su esp oso, ...
y qu e el esposo no aba nd on e a su esp osa" (1 Cor. 7:10, 11). El am or
es el eleme nt o qu e da rá riqu eza a es ta relación. "Esp osos , am ad a
vu es tr as esp osas, as í co m o tamb ién Cri sto am ó a la iglesia y se
entr egó a sí n1ismo p or ella" (Ef. 5:25). Ped ro acon seja a los 11 1ari -
d os : "Voso tros, m arid os, d e la mi sma m an era vivid con ellas con
compr ensión, d and o h on or a la muj er com o a vaso m ás frág il y co-
1no a coh ered eras d e la gracia de la vid a, para qu e vues tra s ora-
ciones no sean es torb adas'' (1 Ped . 3:7).
(3) La sumisión mutua . Hoy ha sur gid o un gran d ebate entr e los
cristian os sobr e el tem a de la sumi sión en el n1atrim oni o. La b ase
d e la contr ove rsia tien e qu e ve r con la aut orid ad en el ma trim on io .
H ay referenc ias b íbli cas qu e aco n sejan a las m ujeres a es tar en
sumi sión y obe di encia a su s esp osos: "Las casadas es tén sujetas a
su s p ro pi os esp osos com o al Señor, por qu e el esp oso es cabeza d e
la esp osa, así como Cristo es cabe za d e la iglesia, y él mi sm o es sa l-
va d or d e su cu erp o" (Ef. 5:22, 23). Pedr o di ce: "As imi sm o voso-
tras, 1n ujeres, estad sujetas a v ues tros m arid os , p ara qu e si algun os
n o ob edecen a la p alabr a, tam bién sea n ga nado s sin un a pa lab ra
p or m edi o d e la condu cta d e sus muj eres" (1 Ped . 3:1).
Debid o a la p resión por brind ar a las muj eres de rech os igu ales a
los qu e di sfrut an los ho mbr es, ha habid o mu cho s cambi os con refe-
rencia al lu ga r d e las mu jeres en los últim os añ os. Por eso, mu chos
La ética de la fami lia 215
tildan a Pablo y Pedr o de "m achista s", y los relega n a la era anti -
cuada qu e era ex tensión d e la época patriarcal, dond e el espo so era
el du eño de su esposa y la aut orid ad final en el hoga r. Pe dr o cita a
Sara, qu e "ob edec ió a Abraham , llam ándol e señor " (1 Ped. 3:6).
El prin cipi o determin ant e en la solu ción de esta contr ove rsia es
la pr egunt a de cu ánt o de las enseña nzas de Pabl o y Pedr o refleja la
situ ación social y cultur al de su épo ca, y si es tos consejos tien en
que ser obedec id os literalme nt e p or las muj eres de nues tr o fond o
cultu ra l, qu e es mu y di ferent e hoy . Personalm ente , creo qu e ellos
eran pr odu ctos de su épo ca, y tenemos qu e bu scar los p rin cipi os
vá lid os para noso tros, sin tener qu e int erpr etar literalment e la ne-
cesid ad de la muj er de son1eterse a su esposo y observar los con se-
jos exac tos con relación a su ves tid o y los ador no s.
De mayor signifi cado es el con sejo de Pablo qu e da a todos los
cri stianos en todas las relacion es int erpersonal es en Efesios 5:21: "Y
som etiéndoos un os a otros en el temor d e Cristo." Una sumi sión
mutu a de pa rt e de los cónyu ges establecerá el amb iente en el cu al
pu eden conside rar las opciones d istin tas y las opiniones di ferent es
de los do s, para llega r a las d ecisiones más sabi as. H oy en día mu -
chas esposas tiene n igual o sup erior edu cación form al qu e los es-
posos, tiene n un a mad ur ez emocional igua l o sup erior que ellos, y
el sent ido in tuitivo m ás desa rr ollad o qu e el espos o, de 1nodo qu e
podr á aportar en un pl ano igual en los as unt os tales con10 planes y
pr oyectos económi cos, crianza de los hijos y d ecisiones qu e tienen
qu e ver con el lugar dond e vivir y tra bajar, la viviend a y las m e-
jores escue las pa ra los hijos. En la mayo ría d e los países los cón-
yuges pued en llenar y en trega r una sola d ecla ración d e ren ta para
los d os, lo cua l impli ca qu e los gob iern os reconocen los 1na trim o-
nios como socios y no como jerarq uías.
(4) El sexo en el matrimonio. Se ha mencionado en var ias oca-
siones ant eriores el aspec to sexual en el matrimonio com o un ele-
m ent o necesa rio, norm al y enriqu ecedor. Basta referirnos a los pa-
sajes qu e tienen qu e ve r con es te aspecto.
En Génesis 2:25, despu és de instituir el 111atrimonio d e part e de
Dios, se com ent a: "Es taban ambo s de snud os, el hombre y su muj er,
y no se avergon zab an ." Esto impli ca qu e había un a in timid ad físi-
ca entr e la prim era pa reja, y las pa rejas han di sfrutad o d e esta inti -
mid ad com o un elem ent o básico en el 1natrim oni o.
El aut or de los Pr ove rbio s aco nseja a los casa dos: "Bebe el ag ua
d e tu pr opia cisterna y d e los raud ales de tu propi o poz o. ¿Se han
de derram ar afu era tu s m anantial es, tus corri ent es de aguas por las
calles? ¡Qu e sea n para ti solo y no par a los extraño s conti go ! Sea
b endito tu m ananti al, y alég ra te con la 111ujer d e tu ju ve ntud "
(Pro v. 5:15-18). No hay un pasa je más bello qu e afirm e la sant id ad
de l sexo en el matrimonio .
216 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
La discip lina es un elem ent o muy imp ort ant e en la formac ión de
los hijos. Por medio de la di sciplina los hijos aprenden a resp etar
la autoridad, primero de los padres, y después de otras figu ra s de
aut or idad tales como los maestros, los policías y las autor ida de s
civiles y espiritua les. Proverb ios di ce: "El qu e detien e el cas tigo
aborrece a su hijo , pero el que lo ama se es m era en corr eg irlo "
(13:24). Amplifica este consejo en las siguientes pa labra s: "Co rrig e
a tu hijo mi en tras haya espera nza, pe ro no se exceda tu alm a para
des truirlo " (19:18) .
H oy se ha dicho 1nucho con relación a los cast igos físicos como
parte de la discip lina. Algunos rechazan comp letame nt e el uso d e
la fuer za (la "vara" o la "cor rea" para di sciplinar). El énfasis en el
abuso de los hijos ha frenado los cas tigos crueles qu e se pra ctica-
ban en el pasado . Podemos elog iar la prohibición de la crue ld ad
hacia los hijos, pero esto deja a algun os padres confu ndido s sobre
si deben o no de ben cast iga r en forma física.
Jam es Dob son, una aut oridad en este camp o, escribió un libro
hace uno s año s con el títul o Oare to Discipline (Atrévase a discipli-
nar) y ha salido últimamente con una nueva edición titul ada The
New Dnre to Discipli11e.Insiste en que está bien castigar físicame nt e
a los niño s desde los di eciocho meses has ta un os ocho años. Des-
pués el cas tigo en esta for n1a crea más ira que beneficio. O tras for-
ma s d e disc iplin a, tales como el aislarlos del grupo y privarlo s de
cier tas ac tividades por un tiemp o, tien en ma yor eficac ia . Los
padre s siempre deben expli car la razón de la discip lina y aseg urar -
les a los hijos de su amor antes de, dur ante y después del castigo .
H ay que recordar que cada hijo es dif erent e, y tendrán que expe ri-
n1entar para de scubrir la fonna de di scip lin a que da los mejores
result ados de sea do s.
Los niño s necesitan d esa rro llar un senti mien to de segu ridad que
les traiga tranq uilidad . Los padre s p ueden ser causant es de la in-
seg uri dad de l os hijos si pelean en presencia de los hijos, si expre-
sa n dif erencia s d e op ini ón con relación al tema de di scus ión con
los hijo y si rehu san tomar inte rés en lo que es tá pasando en la
vida de los hijos. No deben de spr eciar a los hijos por su bajo ren-
dimiento en lo es tudio s, por una característ ica pecu liar qu e des-
pier ta burla de parte de los compañero s de estudio o con un a críti -
ca severa por cualqui er cau sa.
Los padres tienen la responsabil id ad de l sos tenimien to d e los
hijos: "Si alguien no tiene cuid ado de los suyos, y especialm ente de
los de su casa, ha nega do la fe y es peor qu e un incrédulo " (1 Tim .
5:8). Este ve rsícul o tiene pertin encia especia l hoy para los hogares
do nde ha habido sepa ración legal o di vo rcio, y dond e los padr es
d eben apo rt ar para el sos tenimi en to de los hij os. La pater ni dad
res p onsa bl e es m ás que un tér min o técnico , es una n eces id ad
220 BASES BJBLI CAS D E LA ETICA
227
228 BASES BIBLI CAS DE LA ETICA
El térm ino "trabajo" aba rca tod o lo que ha cemos que tiene qu e
ve r con el ejercicio de nuestros talen tos en activ id ades que resultan
en ga nanci as qu e utili za mos para nue stro sos ten imi ent o y el de los
fami liares . Inclu ye a p ersonas pr ofes ion ales que ejercen una ca-
rrer a, a per sona s en el mundo financi ero cuyo trab ajo es manejar
cifra s con sumadora s y comput adoras, y las personas que tienen
que utili zar la ener gía física en las múltipl es respon sabil idades, sea
en la ag ricultura , en un a fábrica o en la cons tru cción .
H ace uno s años el au tor tuvo el privil eg io d e visitar las ruin as
incas en Mac hu Pichu , Perú. Allí en las montañ as, aislado d el bu-
llicio de las calles de Lima, se encontr ó con un pastor que esta ba
cuidando su rebaño de llama s. Co m enza mo s a con ve rsa r. Ha-
blaba d e su s hij os p equ eño s que es tab an alr ededor ju ga nd o. Le
pr egu nt é el nombr e d e uno . Gra nd e fue mi sorpr esa cu and o m e
dijo qu e su nombr e era "Wa shi ngton ". Le felicité por sus hijos y su
trabajo, y de spu és m e pu se a pensar. H e aquí un hombre qu e pr o-
bab leme nt e no ha salido de su provin cia, en un lu gar mu y remoto
de un paí s lejos de los Estado s Unido s de Amér ica, pero decid e
darl e a su hijo el nombr e del primer pr esiden te d e un a nac ión mu y
lejana. Esto ilu stra qu e el mund o se está encog iend o, hay int er-
cam bio d e com ercio, de id eas, de cultur a y de relig ión. En su lu cha
p or ganar un po co de su ganado , el p eruano está id entifi cado con
los corre d ores d e bol sa en las cap itales de las na cione s del mund o
qui enes es tán emp eñados en la mi sma misión . El cam po de acción
es diferent e, la ge ografía es dif ere nt e, p ero las moti vac ion es de
ga nan cia son iguales. Y cada persona partic ip a en el trab ajo.
l. El trabajo en la creación
El relato d e Génesis no s di ce qu e Dios hizo los cielos y la tierra
en seis día s, y de sca nsó de su trabajo el séptimo d ía (Gén. 2:2).
Dio s obró en el univ erso creand o el mundo par a la habita ción de la
humanidad: "Dio s vio todo lo qu e hab ía hecho , y he aqu í que era
mu y bueno. Y fue la tar d e y fue la mañ ana del sex to día " (Gén.
1:31). La afirma ción positiv a d e la creac ión de parte del mism o
Dio s no s sacud e cuando reconocemos que mu chos seres human os
no están con scient es de la belleza y la perfección qu e exis te en la
naturale za: "Tomó , pue s, Jehovah Dio s al hombr e y lo pu so en el
jardín de Edén , para qu e lo cultiva se y lo gu ardase " (Gén . 2:15).
H emo s mal gas tado lo qu e Dios nos ha encom end ado para cu ltivar
y guardar.
Uno de los problema s má s grandes qu e no s d esafía es la pr eser-
vac ión d e los recur sos natural es, porqu e hemo s pasa d o siglos en
actividade s qu e saquean los min eral es y los bo squ es y qu e conta-
La ética de las re la ciones económicas 229
3 Ibíd., p. 199.
4Citado en Ernst Troeltsc h, The Social Teaching of the Christian Churches,
Tom o II (N ueva York : The Ma cmillan Co., 1931), pp. 555, 609-11.
La ética de las rel acione s económi cas 233
sobre las bestias. (2) Servir a los semejante s. El propósito del tra-
ba jo "no es únicamente sostener la vida, sin o crear una civilización,
no importa que el obrero sea consciente d e esto o no" .s
(3) Contri buir al propio desarrollo de los seres humanos: "Por me-
dio del traba jo el hombre se dis cipli na ; cultiva la paciencia, la per-
sistenc ia y la fidelidad; adquiere conocimiento y destreza, y forta-
lece, enriquece y perfecciona su personalidad ."6 Esta declaración
sirv e como guía para no sotros hoy en día . El efecto del trabajo es
positivo en nosotros, porque nos da sentid o de valor y dignidad.
6. El trabajo como juego que da place r
En la actualidad hay un concepto que está ganando aceptación
en los lugares de trabajo de que el trabajo deb e ser un juego. Es
decir , lo que hacemos como vocación o para ganarnos la vida debe
darnos tanta satisfacción que lo consideramos diversión: 7 "La edu-
cación y la afluencia han cambiado las expectativas de las per-
sonas. La ética que el trabajo debe ser diversión ha tomado el lugar
del concepto puritano , que hay valor intrínseco en el trabajo y que
el trabajo necesariamente debe ser denigrante" .8
El ideal es que cada persona sienta satisfacción y un sentido de
cumplimiento en el trabajo. Dichosa es la persona cuyo trabajo le
inspira y motiva de tal man era que lo considera una forma de di-
versión . Pero reconocemos que muchas personas no tienen empleo
que les dé este nivel de satisfacción. Más bien , mucho s consideran
su empleo como un mal necesario par a ganar lo que necesita n
para pagar las cuentas mensuale s de la familia.
En la medida que avanza mo s del trabajo físico con los músculo s
a la mecanización del trabajo y de la etapa de una economía indu s-
trial a una economía basada en el intercambio de información vere-
mos que las personas van a gozarse más de su trabaj o, porqu e no
será tan agotador y será más una fuente de estímulo. Una mayo r
consideración de las aptitudes de las personas y una mayor orien-
tación para aseg u rar que la persona entre en una profesión o voca-
ción que está acorde con sus dones va a brindar mayor satisfacción
también en el trabaj o.
7. Problemas contemporáne os
(1) El desempleo. El desempleo es un problema serio en nuestro
mundo. Mientra s sie mpre hay per sona s que bu scan escaparse del
trabajo, hay 1nultitudes que tienen vo luntad para trab ajar, p ero no
pueden encontrar oportunidad d e hacerlo. En casi todos los países
d el mundo hay de sempleo entre los agricultores, los emplead os de
fábri ca, y has ta entr e los pr ofesional es. En la actualidad la tenden -
cia de las grande s compañías es redu cir su opera ción d ebid o al ex-
ceso de artículo s qu e producen, la m ecan izació n del trab ajo que
permite a uno s poc os ha cer el trab ajo qu e anteriormente hacían
gra n número d e per sona s y la mod erni zación en mucho s camp os
que hace qu e actividades anteriores sea n innecesarias y la m aqui -
naria obsoleta.
En verdad estamos viviendo un a revo lución socia l en todo s los
países del mundo. En Colombia, ha ce uno s años la 1nuni cip alid ad
de Ca li d ecidió instalar acueducto y alca ntarill ado en un nu evo
sector de la ciudad. Este pr oyec to sumini stró trabaj o durant e va -
rios me ses para cen tenares d e trabajador es qu e llegar on con pi cos y
palas y su fiambr e con una bot ella de agua d e panela, y pa saro n to-
d o el día tr aba jand o y ga nando uno s p esos para sos tener a sus fa-
miliar es. Posteriormente la s autoridades muni cip ales d ecidi eron
ha cer lo mi smo en otro secto r. Pero ya esta vez tenían excavadora s
hidráu licas con un solo ope rador qu e hici eron las excavac ione s en
una fracción del tiempo qu e gas taron anteriormente los obrero s.
Con equipo s mod erno s bajaron los tub os grande s en las zanjas, y
con otra m áquina los cubri eron con varios m etro s d e tierra . Esto
ilu str a el de spla za mi ento qu e ha traíd o el pro greso y la m oder -
nización .
Hay una crisis grand e en la actualidad por la termin ación d e la
gu erra fría entre los Estado s Unidos d e Amér ica y Ru sia . Ya no
hay necesidad d e tanto s milit ares , ni tanqu es, ni avion es d e gu erra,
ni implem entos balí sticos. Esto resu lta en la reduc ción d el núm ero
d e soldado s y en la p érdida de trabajo d el per sonal civil en las
planta s qu e ant eriorm ent e producían los impl ementos para la d e-
fensa. Están cerrand o bases militar es en toda s par tes d el mundo ,
lo cu al crea crisis en va rio s paí ses que anteriormente dependían de
una p ob lación militar para su existencia. Pare ce que la situa ción
emp eorará.
(2) La producción. El exceso de la produ cción en algun as parte s
y la mala di stribu ción d e los biene s en el mundo es otro prob lema
gra nd e para nue stra época . H emo s llega do a ser víc tim as de nu es-
tro propio éxito , en que hemo s produ cido má s artícu los d e los que
se ne cesitan en los lu gares dond e han sido produ cido s y fabri ca-
dos. Constantemente escuchamos los inform es del exceso de trigo,
arroz y leche en cierto s paí ses, mientra s no s inf orma n d e los qu e se
mu eren de hambr e en otras parte s del mund o. Y en algu nos casos
los producto s que se donan para aliviar el hambr e no se di stri-
La éti ca d e las rela cio n es ec onóm icas 235
me ra, o enseñar a niños como profe sores en las escue las o su mini s-
trar los elem en to s necesar ios para el éxi to en los negocios como
operadores de comp utador as, etc. Lutero considera ba que el leche-
ro esta ba cu mpli endo un papel muy importante en la vida y qu e
servía a Dios proveyendo la leche que necesitaban los niño s para
su desarrollo sa lud able. ¿Hemos perdido es te mismo sentido de
santid ad en la vocació n hoy? Creo que sí.
11. LA ETICA DE LAS POSESIONES MATERIALES
La Biblia tiene mucho que decir no s con relac ión a las posesione s
ma teria les. Da por sent ado el derecho de poseer cosas materiale s,
sean bienes raíces, tales como terrenos y ed ificios que están fijos;
prop iedad es medidas en términ os de animales qu e sirve n para ali-
me nt arnos o llevar las cargas y los bienes persona les, tale s como
ropa, joyas y motos, qu e son má s por tát iles.
Uno de los mandamientos dice: "No rob arás" (Exo . 20:15). Este
mandami en to afirma el derecho de ten er po sesion es y cond ena el
acto d e int en tar quit ar las po sesio nes d e otro . El robo ha sido un
pro blema gran d e desde el comien zo. Las sociedades h an tenido
que elabo rar m éto do s de prote ger la pr opieda d y medio s de cas ti-
ga r a los ladrones. En el Códi go d e H amu rabi había cas tigos es ti-
pulado s para los ladrones. En el Antiguo Testame nto hay form as
de cast igar a los ladrones. En el Corá n, libro sagra do de los maho-
metanos, hay cas tigos severos para los que vio lan las posesione s de
otr os. Va mo s a considera r va ria s face ta s de las po sesiones pr i-
vadas en esta división .
l . La ética de la ad quisición de propiedad
(1) En el Antiguo Testamento. La hi stor ia re lat a que la hu -
manidad ha adq uirido propiedades en tres maneras : a. Conq uistar
pa ra poseer , b. contr a tar, cumpli end o con ciert as condi ciones, y
c. crear po r medio de los mismos ta lentos y la materia pri ma.9 La
Biblia relata que los pr im eros hermanos se dedicaban a las dos ac-
tividades más primitivas para lograr posesiones: la ganade ría y la
ag ricultura (Gén. 4:2). Las exper ienc ias de Abraham y Lot ilustran
que cuando llegaron a la tier ra donde Dios les había gu iad o, to-
maron las partes que deseaban, porq u e no había dueños locales.
Por nece sidad tenían que pasar de un lugar a otro de acuerdo con
la disponibilidad de pasto para los anim ales.
Cua ndo los israelitas entr aron en Canaán bajo el lidera zgo de Jo-
sué, conquistaron las ciudad es y tenían el mandamiento de ani-
quila r a los habi tantes. No lo hicieron , pero se repartió la tierra en-
9 Lewis B. Smedes, Mere Morality (Grand Rapids: Eerdm ans Co., 1983),
pp. 192-95.
La ética de las relacio ne s económicas 237
de la venta a los ap óstole s, p ara comprar lo ne cesa rio para los de-
má s en la comunidad cristian a (H ech . 2:45; 4:37; 5:1-11). Recon o-
cemo s qu e esto fue un a pr áctica espont áne a, voluntar ia y temp ora l,
debid o a las circun stancias especiales de los nu evos creye nt es. Es-
to no es igual al comuni sm o m oderno pr acticad o en p aíses com o la
Unión Sov iética entr e 1917 y 1990, y la Repúbli ca de Chin a desd e
1949 has ta el presen te. La p ráctica n o se continu aba y no oín1os
más d e ella despu és d e los prim eros capítul os en Los H echo s.
La Epí s tola d e Santi ago hace va ri as referencias a los ri cos, lo
cu al indi ca qu e a fines d el prime r siglo había ricos entre las con gre-
ga cion es cristianas. San tiago am ones ta a los cristian os a no m ani-
festar pr efere ncias hac ia los ricos (Stg. 2:1-4). Tambi én cond ena a
los ricos opr esores qu e no paga n a los jorna leros por el tr abajo he-
cho (Stg. 5:1-6). Parece qu e las inju sticias qu e vivimo s ho y en dí a
no eran desco nocid as en el primer siglo.
2. La propiedad en la historia cristiana
Los Pad res eclesiás ticos pr om ovía n y elogiaban la vid a ascé tica
en contr as te con la vida norm al, y por eso tenían mu cho qu e dec ir
en contr a del int erés pri mordi al en las cosas m ateria les . El vo to de
pobr eza y el asce tismo d esanim aban el espír itu em prende dor en tre
los cristianos. El pr im er prob lem a de la iglesia pr ünitiv a se re la-
ciona ba con las riquezas y los ricos. ¿Puede uno ser rico y mante -
ner sus riqu ezas, o tiene que des hacerse de ellas o rega larlas a los
p obres? Clemen te de Alejandría escri bió el trata d o más completo
sobr e el ten1a con el títul o: "La salvac ión de l rico", en el cu al da
apr obación a la idea que el ri co p u ede permanecer con sus r i-
qu ezas, siem pre y cu and o no sean su di os .
Sin dud a la vida mo nás tica llegó a ser el idea l. Un histor iad or
com ent a que era tri ste ver al monje, asce ta, sucio, barbud o, sin co-
nocimien to, sin patriotismo, sin afec to natur at pasa nd o su vid a en
la aut otortur a, a veces d elir ioso, qu e había toma d o el lu ga r d el
id eal de las naciones que habían conocid o los escrit os de Platón,
Cicerón, Sócra tes y Ca to.10 Algun os coment an qu e se ju stifica lla-
marla "Epoca de oscurid ad", po rq ue elog iaba n un a renun cia ción
de las cosas materia les y qu ed aban do min ados por un feud alism o
que pr edes tinaron las 1nultitudes a la pobr eza.
Los Reform ad ores tom aron un a p os ición m ás p rog r esiva con
relación al lu gar de las poses iones. Ca lvino fome nt ó las virtud es
de hon es tid ad y ag resivid ad con relación al tr abajo y el ava nce eco-
nómi co. Pos teriorm ent e Wesley enseñó tres punt os con relación al
tr abajo y las cosas m ateriales. Dijo qu e debemos (1) adquirir todo
10R. E. O. Whi te, Christian Ethícs (Lond res: John Knox Pr ess, 1981), p.
83, cita nd o a Lecky .
La ética de las relacione s económicas 239
lo p osible, (2) ahorrar todo lo po sible y (3) dar todo lo posible .11
Entre los cri stianos cont emporá neo s hay libertad para cada per-
sona para ac tuar de acuerdo con sus oportunidade s y capacid ade s
en la adquisición y el uso de las posesiones materiales. Georg ia
Harkn ess pr ese nta tres arg u1nen tos a favor de las poses ion es mate-
riale s: (1) El pleno desarrollo de la personalidad demanda la pro -
piedad o las po sesion es personale s. La inseg uridad eco nómica trae
la inseg u ridad personal. El que tiene po ses iones mat eriales tien e
algo sobre lo cual tien e dominio y esto ofrece una motivación para
vivir. (2) La eficiencia econó mi ca tiene relación con el derec ho de
po see r, y da com o resultado que eleva el nive l de vida conside -
rablemente. La bendición viene en proporción a la dedi cación, y
po r eso, uno es 1notivado a trabajar má s. (3) La gananc ia per sonal
tiene que estar pre sent e par a dar ímp etu al tr aba jo. Son muy pocos
los qu e traba jan sin d ar consid erac ión algu na a lo que van a ga nar.
Po cos tr aba jan por la sa tisfacc ión per so nal qu e se d eri va de tal
activid ad.12 Una de las debilidades d el comun ismo en Rusia era la
falta de ini ciati va de parte de los trabajadores en las gra njas comu -
nale s, porque no había motiv ación de gana ncia personal.
3. Problemas inhe ren tes en las posesiones personales
(1) La avaricia. Se ha di cho que el dinero trae 1nás din ero. Esto
tiene una int erpr etación positiva , en el sentido qu e el que tiene di-
nero en la mano pued e in ver tirl o y salir con mayores ga nanci as.
Por eso, los ricos se hacen m ás rico s. A la vez crea avaricia, porque
cuán to más tiene un o, tanto más desea. Jesús condenó la avaricia:
"Mirad, guardaos de toda cod icia, porque la vid a d e un o no con-
siste en la abund ancia de los bienes qu e posee " (Luc. 12:15). El
cristiano tiene que guarda rse para no ser cont ain inado por la acti-
tud materialista, cuand o las cosas m ate riales ocupan tod o su pen -
samien to y su tiempo.
(2) La di stri bu ción des igu al de las cosas m ateria les. Pregunta-
mos si las persona s que nacen en las reg ione s del mundo dond e
hay tierr a negra y fecunda y que tien e gra nd es cap acidad es para
producir tienen der echo d e qu eda rse con todo lo que produ cen
mientras otra s perso nas qu e na cen en las re gione s arenosas y de-
siertas pad ecen hambr e. Es evid ent e que algun os países goza n de
abundanc ia de com id a y otra s cosas m aterial es m ientr as qu e hay
personas en el tercer y cuarto mundo qu e sufr en de enferm edade s
2. El capitalismo
Se d ebate la fecha del comien zo d el capita lism o. Cierta s pr ácti-
cas comp a tibles con el capita lismo se trazan d esde la anti gü edad .
El capitali smo se cara cteriza por cuatro elem ento s: (1) El énfa sis en
el derecho d e tener propi edad pri vada , (2) la libertad d e la emp re-
sa priv ada para bu sca r ga nancias, (3) la pr esencia de comp etencia
y (4) la bú squ eda d e ganan cias por medi o d e las actividad es co-
m erci ales . Pod e1nos capt ar es tos elem ent os entre va ri os d e los
p atriar cas y otro s personaj es d el Anti gu o y el N uev o Testament os.
Alguno s atribu yen a Calvino y a la Reforma Prot es tant e el co-
mi enzo d el capit alism o. Es cierto que Cal vino hizo hin capi é en la
importan cia d e las virtud es de la prud enci a, la fru galidad y la ho-
ne stidad , lo que dio ímp etu al desa rr ollo econó1nico de esa épo ca,
pero a la vez la histori a ilu stra qu e las cir cun stancia s es taban ma-
dura s par a algo nu evo. El feudali smo anti gu o ya no sati sfizo a las
ma sas qu e bu scaban una vida mejor. La po sibilid ad d e tran sport ar
los produ ctos por tierra y mar se increm entab a con el d escubri -
mi ento de nu evas tierra s y nu evas ruta s al mund o ya cono cido. Los
in vento s, el d esa rrollo del co1nercio dom éstico e int erna cion al y la
explo sión d e mucha s indu strias pequ eñas ap ort ó pa ra esta revolu -
ción . La Reforma Prot es tant e anim ó a los se res humano s p ara
ejerc er ma yor agresividad en su trabajo y bendij o sus esfuerzos con
la aprobación di vina.
En el día de Carlo s Marx había mu cha s inju sticias y mucho su-
frimi ent o entr e las víctim as del capita lismo en Europa. La lujuri a
por má s ganancia s con sumi ó la mi seri cordia de los ricos en Ingla-
terra, permiti endo la mu erte de multitud es de niño s que trab ajab an
limpiando las chünenea s de las casas y de las fábrica s y de hon1-
br es y muj eres qu e tuvieron que trabajar largas hora s en las fábri -
cas sin tener las condi cion es mínima s de comodidad.
El capi talismo que pr edomin aba era laissez faire, lo cual qui ere
decir qu e no había control alguno sobr e las ac tividad es . Con el
tiempo el capitali smo ha evo lu cionado ha sta qu e hoy en día la s
res triccion es del gobierno dan m ayor es garantía s a los empl eado s y
r eg ulan las condi cione s de trab ajo . Much as compañía s tien en
pl anes que permit en a los empl eado s adquirir accion es en la mi s-
n1a compañ ía, d e 1nodo qu e ello s llegan a ser du eño s de la fábri ca
en un grado menor. Esto fo1nent a la eficiencia en la fábric a porqu e
pueden di sfrutar d e las ganan cias simult áneamente con los ma -
yor es accioni stas. Este sistema ha elevado el niv el de vid a de 1ni-
llon es d e p er sona s en diferent es parte s del mundo. Los trab a-
jador es d e clase m edi a di sfrutan de comodidad es qu e se con sid e-
ran artí culos de lu jo en el res to del mundo. Ha y comp añ ías pe -
La ética de las relaciones eco nómicas 243
car el evange lio de la salva ción eterna , sin m eterse en asun tos re la-
cionado s con las condi cion es actua les de la hum an id ad. Pero ho y
se recono ce qu e la gen te no va a escuchar un m ensa je sobr e el ca-
mino al cielo cuando están con hambr e y cuand o tienen niños qu e
están enfer mos. Primero , tenemo s qu e ofrecer les la ayuda que ne-
cesitan , sea de comida, ate nción m édi ca o ropa. Después sus cora-
zo nes están ab ier tos para escu char el mensaje de amor.
Dur ant e décadas los erudito s han pla ticado sobr e la justicia. Los
teólogos han debatido la definición de la justicia y su relación con
el amor. Los teólogos libera les insis tieron en un evange lio socia l
que fu e rec hazado por los má s conservadores. Los neoortodo xos
tenían simpatía por las condic iones de inju sticia que existían, pero
no tenía n ni una teología ni un evangelismo que bu scaran solución
de los problemas del pecado personal y social, ni ofrecían una sal-
vación eterna para el indivi du o. Organi zac ion es cris tianas, tale s
como el Conc ilio Mundial de Iglesias, se han metido en promov er
programas de revolu ción en algu nos paí ses, lo cua l ha res ult ado en
la disminución de apoyo de las iglesias prote stan tes en algunas
partes. Grupos que se han ido por la tan gente d e dedicarse casi
exclus ivamente a la revo lu ción social están en la bancarro ta y están
en peli gro de de sintegrar se.
Un concepto ad ecuado de la justicia abarcará el aspec to socia l
tanto como el espiri tu al. El movimiento del evangelio soc ial a
prin cipio s del siglo XX en los Estados Unidos de América enfocaba
necesidade s ve rdaderas en aquel en tonc es, pero carecía de un a
teo logía sana como base. Parece que la Teología de la liber ación
está yendo por el mi smo ca min o. Se destaca la impor tancia de
tener un a brújula para mantenerno s en la trayec tor ia correcta. Esto
requiere fidelidad a la Biblia y el m ensaje de salvación per sonal
basa d a en el ar repentimien to verdadero y la fe en Cr isto como
Salvador per sonal. Cuando uno se con vierte, tiene la base para
principiar esa reforma persona l y socia l que traerá más jus ticia a su
propia vid a y la de sus vecinos.
El cristiano p uede promover la justicia por medio de su partici -
pación en la vida cívica al nivel local, departamental o estata l y na-
cional. Puede id en tifi carse co n movimiento s que promueven la
justicia pero sin comprometer los idea les cris tianos. La parti cipa -
ción indi vidual puede ha cer imp actos de pe so en la comunid ad. Si
el cristiano tiene un a causa que se relaciona con la ju sticia, pu ede
buscar apoyo por medio de los 111edios de comunicac ión. Se ha
hecho mu cho progreso en solu cionar crím enes rela cionados con el
secues tr o d e niñ os, el ab u so de niños y muj eres, y la di scrimi -
nació n.
La ética de las relaciones eco nóm icas 247
CONCL US ION
El cristiano tiene que reco no cer la imp ortanc ia de los aspectos
eco nómi cos de su vida y de la sociedad. Es justo y necesario tene r
un trabajo con que un o se sos tien e a sí mi s1no y a su familia. Esto
es un deber cri tiano. La Biblia cond ena la pere za. A la vez el cris-
tiano d ebe mod erar su deseo de adquirir posesiones mat eria les que
le lleva a la codicia y a un a actitud materialista hacia todo. Nunca
debe perder su amor y mi seri cordi a ha cia los d emás. El cristiano
lu chará por los d erecho s justos, tales com o un sueldo adecuado por
traba jo realiza do bajo condi ciones que son óp tim as. Si es gerente ,
vigilará qu e los empl eados en su compañ ía pu eda n recibir lo justo
en su eldo s y en otros benefi cios.
Reco nocem os que la competencia es un hecho real en la vida y
que no s pr esiona para mejor ar nuestros produ ctos si so n1os fabri-
cant es y au m entar la eficiencia de todo lo qu e estamo s haciendo.
El dicho es ciert o qu e algui en va a fabricar un artículo up erior y
más bara to de lo que tenemos actualmente. Esto nos motiva a se-
gui r ade lante en las investi gacione s de 1naneras de mejorar lo que
estamos hacie ndo.
El ser humano tiene derecho de escoge r su vocación o su trabajo,
pr epararse en la mejor manera y trabajar en un amb ien te d e liber-
tad. Ojalá el gob iern o de su país le brind e estas libertades. Tiene
derec ho de adqu irir las po sesion es mat erial es, seg ún su s po sibi li-
dad es y sus deseos, y buscar toda s las com od idad es posib les, siem-
pr e y cuand o no es té violando los p rin cipi os bíbli cos de la hon es ti-
dad , y qu e no pierda d e vis ta a los d em ás, qu e pu ed en es tar su-
friendo . La conciencia cristiana le obli ga a u no a aporta r para la
ex tensión del reino de Dio s y para ay udar a los necesi tado s, sea n
vec ino s inmediato s o los más remoto s qu e viven al otro lado del
mundo . Debe 1nos ser buenos ma yo rd on1os de lo qu e ad qu irin1os,
u tilizando lo que no s queda para nu estro prop io consumo tant o
como lo qu e dan1os para la iglesia.
Además de ejercer una influ encia persona l en la esfera inm edia-
ta de acción d e u no, 1 ser humano tam bién lu char á para m ejorar
las condi cion es económicas d e otro s, dond equi era qu e haya necesi-
dad. Luchar á para crear y/ o mej orar las es truc tur as e in titu ciones
en la sociedad que p ueden ofrece r posibles solu ciones a los prob le-
m as d e d ese mp leo, han1br e, falta de vivienda ad ecuad a, sue ldo s
ba jos, ausencia d e educación y at ención médi ca, y luchará en con-
tra de los vicio s que corr o1np en .
12
LA ETICA DE LAS
RESPONSABILIDADES
CIVICAS
INTROD UCCION
Ahora nos toca hablar de las relaciones con la autoridad civil. El
cristianismo tiene un mensaje para este orden tanto como para los
demás. Uno de los males en nuestro medio es la idea que la políti-
ca es sucia y que el cris tian o debe mantenerse alejado de asuntos
polí ticos, tales como la participación en campañas políticas, el lan-
za rse como candidato para un puesto en el gobierno locat estatal o
nacionat y en casos extremos que el cristiano no debe votar ni salu-
dar a la bandera del país .
Esta actitud de separación viene de varias fuentes. El énfasis en
separarse de las cosas del mundo es consecuencia de la inter-
pretación de la iglesia primitiva de los pasajes en Juan 15:18-27, 1
Juan 2:15-17 y en 2 Corin tios 6:17, 18. Una separación radical de las
cosas materiales y las estructuras políticas y seculares llegó a ser la
estrategia de la iglesia primitiva. Su esperanza en la segunda veni-
da de Cristo les llevó a despreciar su existencia en la cultura de su
día. Este espíritu ha caracterizado a algun os grupos cristianos des-
de esa época. Muchos de los primeros misioneros eran de estos
grupos que hicieron hincapié en la separación y trajeron esta mis-
ma apreciación a los campos donde llegaron para esparcir elevan-
gelio.
Hay varias opiniones sobre el comienzo del gobierno. Una
teoría identifica su comienzo con un origen divino, diciendo que el
gob ierno es ordenado por Dios. Otra teoría sigue el camino de la
evo lu ción, y concluye que el gobierno surgió como consecuencia
de un reconocimiento de la necesidad de preservar el orden . Una
tercera teoría es que el gobierno es consecuencia de la lucha de
poder, que es inherente en los seres humanos. Nuestro punto de
visto teológico nos lleva a aceptar la primera teoría, porque reco-
nocemos la soberanía de Dios sob re su creación. En este capítu lo
va m os a consid era r las enseñanzas bíblicas que tienen que ver con
249
250 BASES BIBLICAS DE LA ETI CA
Moi sés siguió el con sejo de su sue gro y todo fue bien. En es ta ex-
peri encia mucho s ven los prin cipio s de l gobiern o orga ni zado.
(3) El gobierno bajo los ju eces . Despu és d e estab lecerse en la
tierra de Canaán, los jueces fueron escog id os para adn1inis tr ar la
justicia en toda s parte s. Era un a continua ción d el sisten1a iniciado
por Moi sés, y solían sentar se en las puertas de las ciud ades para
allí escuc har las qu ejas, consid erar los pleito s y de cidir en cu anto a
los casos. Ya tenían los Diez Mandamientos y las demás leyes de
Moi sés para gu iarles en determinar lo justo en cad a caso. La Biblia
m enciona var ios de los jueces, hombr es y mujeres, que se de staca-
ron en el ejercicio de sus fun cion es (ver Jueces).
(4) El go bierno de l rey . Los ciu dadano s d e las tribu s tenían
contacto con los vec ino s, quienes tenían reyes para gobernarles.
Los israelita s com enzaron a recla mar rey tambi én. Samue l, ju ez,
sacerdote y profe ta, resis tió la pres ión para nombrar rey, pero al fin
accedió a la pr esió n de l pu eblo (1 Sam. 8:1-22). Al consu ltar con
Dio s, recibió las in stru cciones: "Escucha la voz de l pueblo en tod o
lo qu e te diga, porque no es a ti a qui en han desechado. Es a mí a
qu ien han desechado, pa ra que no reine sobr e ellos" (1 Sam . 8:7).
Dio s le dijo a Sam u el que advirtiera al pu eblo de las consecu en-
cias de tener rey. Su conse jo suena como las experie ncias qu e esta-
mo s viviendo en la mayoría de los países, p orq ue tienen que ve r
con los impu es tos altos y los control es qu e norm almente vienen de
un gobier no:
... nombrará para sí jefes de millare s y jefes de cin cuen ta. Hará que
are n sus campo s y sieguen su mie s, que fabriq uen sus arma s de gu erra
y el eq uipo de su s carr os ... Tomará el die z n10 de vues tros gra nos y
viñedo s para dárselo a su s func iona rios y servidores. También tomará
el di ezmo d e vu est ros rebaño s, y vosotros mi smo s seréis sus sie rvos ...
( 1 Sam. 8:11-18).
Rom ano en var ias ocasiones. Los judíos d esd e el día de Juda s Ma-
cabe o se conocían com.o gent e rebeld e hacia la autoridad del Césa r.
In surr eccio nes fueron sofoca da s con fre cue ncia. La ref erencia a
Barrabás en Marcos 15:6-15 ilustra que los lídere s religios os había n
provocado tant a oposición a Jesú s que pr efiri ero n a un insurr ec-
cion is ta qu e a Jesús.
(2) Las enseñanzas de Pablo. La lectur a de Los He cho s y de las
actividades y el testimoni o d e Pablo nos indican que él tenía sim -
pa tía por su ciuda danía romana. Aunque sufri ó a mano s de las au-
toridades civiles en va ria s circuns tan cias, sus 1nayo res difi cultad es
vinieron de la s autoridades religiosas en el jud aísmo. Cuando
amena zaba su propia seguridad, ape ló a Roma por protección . Es-
te hecho fue el medio por el cual al fin llegó a Rom a par a predi car.
Anhelaba llega r a la sede del pod er polític o del mundo d e su d ía
par a anun ciar el eva ngelio allí (Hech. 19:21). No sabía las condi -
ciones por medio de las cual es llegaría a Roma, pero en la pr ovi-
den cia de Dios pudo realizar su sueño.
El conce pto de Pablo en cuanto al estado se not a en Rom anos 13.
Allí Pabl o m enc ion a vari as re spon sabilid ades de los cristiano s en
las relaciones: a. Dice qu e el cristiano debe sujetar se a los pod eres
político s porque son de Dio s (13:1). Una interpretación po sitivista
de este versícu lo dic e que todo o cualqui er gobierno tiene su origen
en Dio s. Una int erpreta ción normativa diría que el pasaje se refiere
al prin cipi o de un go bierno y qu e Pablo se refiere a un gob ierno
apropiado. b. No d ebe resistir las autoridad es, porque sería opo-
ners e a lo constituido por Di os (13:2a). c. Los qu e resisten a las
aut oridades va n a rec ibir condenación por tal comp ortamien to
(13:2b). d. Pagar los tribut os qu e son neces ario s para los costos de
gobierno . e. Pagar tributo , impu esto, respeto y honra al gobi ern o.3
Pablo elabora sobr e los deberes de las autoridad es civiles: a. Es
sierv o de Dios constituido con aprobación divin a. b. Tiene la res-
p onsabilid ad de in sp irar temor en los antisociales y confia nza en
los ciudadanos que son obedientes. c. Obr an p ara el bien d e la
sociedad (13:4). Yoder advie rt e que este men saje d e sun1isión tiene
qu e pon erse en la per spectiva de todo el pasaje qu e comien za en
Romano s 12, donde Pabl o desafía para consagrarse a la tar ea de la
tran sfor m ación de to das las es tru ctur as en la sociedad. 4 A la vez se
deb ate si el pasaje am onesta a la sumi sión, no import a la forma de
gobierno ni su grado de ser legítim o.
En el día mod erno el caso que ha d es pert ado m ás pr eg unta s
tiene que ver con el rég imen de Hitl er en Alema nia . Allí los cris-
3 lb íd., p. 201.
4 I bíd., pp . 197-200.
254 BASES BIBLICAS DE LA ETJCA
5"Gove rnm en t", The World Book Encyclopedia, Vol. 8 (Chicago: World
Book Co., 1991), p. 285.
256 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
(1) Or íge nes. Orígenes dijo que los reyes son establecidos por
Dios, y que los cristianos marchan mejor bajo un solo gobierno que
bajo varios que estaban en competencia. Dijo que los cristianos de-
be n ejercer influencia para mejorar las condicione s en la sociedad .6
Orígenes esperaba que en un día fu turo toda forma de adoración
falsa iba a desaparecer y la adoración a Dios y a Cr isto sería la
única. No hemo s llegado a ver este día todavía.
(2) Tertuliano. Tertuliano manifestó mucha simpatía por la au-
toridad civil, y dice que el cristiano no es enemigo de nadie , espe-
cialmente del emp erador de Roma .7 Se debate si los cristian os ser-
vía n en el ejército como soldados ya en el siglo II, pero Tertuliano
da consejos a los sol dad os cristianos en el tercer siglo . Temprano
en el siglo cuarto, con la conv ersión de Constantino, ya los solda-
dos fuero n forzados a ser cristianos. Ambrosio y Agustín defen-
dieron la participación en la guerra, declarando las condiciones
para una "guerra justa". 8
2. Agustín y Aquino
(1) Agustín. El gran teólogo Agustín concibió dos esferas de ac-
ción del cristiano, aquí en el mundo con sus instituciones y estruc-
turas y la otra en la esfera espiritual. Su Ciudad de Dios describe
con detalles la responsabilidad del cristia no en cada esfera. La es-
fera religiosa debe estar encima del estado, aunque la mernbresía
en las dos está fusionada. Agustín intentó convencer que los cris-
tianos deben ejercer una influencia predominante sobre las estruc-
turas polí ticas.9
(2) Aquino. Tomás de Aquino estableció las bases para la secu-
larización con su enseñanza en cuanto a la ley natural. Concebía
que la sociedad civil y la política fueron aprobadas por Dios para el
bien común , y son necesarias para que se cumpla la naturaleza so-
cial del ser humano. Según él, las autoridades deben mantener la
paz, deben fomentar las acciones para el bien común y deben ga-
rantizar que haya una suficiencia de los bienes materiales para
todos.10
3. Los reformadores
(1) Lutero. Luter o encabezó la reforma en contra de la Iglesia
los bauti sta s con este grupo , ya que ten ían doctrinas simi lares. Los
bautista s principiaron en Inglaterra por su opo sición a la políti ca
de la Iglesia de aquella nación. De modo que históricamente los
bautista s han estado un poco aislado s de la política y las act iv i-
dades relacionada s con influencia s entre los políticos.
4. La época moderna
En la actua lidad exis ten varias forma s de gobierno en los paí ses
del mundo. En algunos países todavía existe la monarquía, aun -
qu e las actividades diarias se 1nanejan por un primer ministro y el
congreso . En otro s paíse s predomina la demo cra cia. En otros hay
varios grados de totalitarismo. En otros hay anarquía , que se deb e
a las facciones políticas y los varios lídere s de grupo s distintos qu e
bu scan controlar el gobierno.
Juan Locke, filósofo inglés que vivió de 1632 a 1704, promovió la
democracia como forma má s venta josa de go bierno , in sistiendo
que las personas pueden gobernar se a sí mi sma s por medio de lí-
dere s que ellos han escogido. Sus id eas fueron adoptadas por los
lídere s de las colon ias americanas en el Nuevo Mundo y adoptaron
el principio de la separación de la iglesia y el estado en su Cons-
titución. Es gob ierno "del pueb lo, por el pueblo y para el pu eb lo".
Los gobiernos totalit arios buscan la manera d e forza r sobr e los
ciudadanos una sola clase de filosofía de la vi d a, llega ndo a domi -
nar así la vida política, religiosa, eco nómi ca y social de tod os.
Llega a dominar el comportamiento y también los pensamiento s
por medio del control de los medios d e comunicación. El indivi-
duo pierde sus derechos personales y humanos, y si resiste , es to-
mado preso o liquidado. Hay per son ajes famosos de nu estro día,
tales como Aleksandr Solzhenitsyn y Wolf Biermann, que han vivi -
do por años en la prisión y a quienes no han permi tido comunicar
su s pensamientos en forma libre . Actualmente Solzhenitsyn está
terminan do su The Red Wheel (La rueda roja), lo cu al es un relato de
la revolución en Rusia. Wolf Biermann dijo de la revolución actua l
en Rusia: "Lloro por gozo que acon teció la liber tad tan rápida y
senci llamente . Y lloro con ira porque demoró tanto."12
En la actualidad estamos viendo el deceso del comunismo en
Rusia, aunque hay mucha incertidumbre en cuanto al fut uro de esa
nació n y las naciones independientes que res ultaron de la desint e-
gración de la Unión Soviética. Cuando un sistema totalitario desa-
parece, hay un vacío temporal , porque el pueblo no está entren ado
para practicar la democracia.1 3 Algunos predicen que vo lve rá a
18 Cicerón, On the Republic y On Duties, citado por Whit e, op. cit., p. 112.
266 BASES BIBLI CAS D E LA ETICA
l9 Reinh old N ieb uh r, Why the Chrístian Church Is Not Pacifist (Londr es:
S. C. M . Pre ss, 1949).
20 Ernil Brunn er, The Divine lmperatíve (Filadelf ia: We s tmi n ster Pr ess,
1947), p. 462.
La ética d e las responsa bilid ades cívicas 267
tos crím enes, tien una tray ector ia his tórica mu y larga. En los anti -
guo s tiempo s bíbli cos se ap licaba este castigo por d iez actos d istin-
tos qu e se conside raban d e su ficien te grave dad para n1erecer la
mu ert e:
a . Homi cidio (Gén . 9:6; Exo. 21:13, 14; Núm . 35:16; Lev . 24:17).
b. Adult erio (Lev. 20:1O; 19:20-22).
c. Bes tialid ad (Exo. 22:19; Lev . 18:23; 20:15) .
d. Blasfe mi a (N úm . 15:30; Lev . 24:11-16).
e. Tocar las cosas sag rad as (Núm . 4:15, 20; 2 Sam . 6:7).
f. H echi cería (Exo. 22:18).
g. Rapt o o secu estro (Exo. 21:16) .
h . Maldi ción de los pad res (Exo. 21 :l 7; Lev . 20:9).
i. Pega rle a los p adre s (Exo. 21 :15; Deu t. 21 :18-21) .
j. Viola ción sexu al (Deut. 22:25).
Esta lista no s in1presiona con su ex tensión, y refleja el hecho de
qu e en aqu el en tonces los cas tigos eran mu cho más severos por las
infr accion es de las leyes. Tal vez reflejaban más el sentid o d e sa nti -
dad de las relacione s in terper sonales d e aqu el ent onces, y eran un
esfu erzo d e pr otege r esas relacio nes. A la vez reflejan los esfuerzos
d e los seres humano s en la anti gü edad para mant ener la ju sticia
entr e todo s.
Jesús hizo énfasis sobre el amor a los enem igo s y el perd ón qu e
qu ita de l corazó n la venga nza. Cu ando los escriba s y fari seos traje-
ron a Jesú s a un a muj er qu e había sido sorprendi da en el acto de
adulteri o, él la per don ó, di ciéndo le: "Vete y desd e ahora no pequ es
m ás" (Juan 8:11). Jesú s en nin gún m om ento aprobó la p ena d e
mu ert e; ni tamp oco el prin cipi o de "ojo por ojo". Más bien dijo :
" o resistáis al m alo . Más bi n, a cualqu iera qu e te golp ea en la
m ejilla derecha , vuélve le tamb ién la otra" (Mat. 5:39). Jesú s int ent ó
enseñar a la hu ma nid ad que la ley de l am or d ebe ton1ar el lu gar d e
la ve nganza .
Pa re ce que Pa bl o int erpr e tó la res po n sabilidad de la s autori -
da d es civiles pa ra inclui r la pe na d e mu ert e. Refiri énd ose a las
au torid ad es civil es, di ce: " ... po rqu e es un servidor de Dios par a tu
bien. Pero si haces lo m alo, teme; po rqu e no lleva en vano la espa-
da; pues es un servid or de Dios, un ve nga dor para castigo d el que
hace lo m alo" (Rom . 13:4). Cie rt am ente el peso de las enseñan zas
de Pablo nos hace ve r que él insistió qu e la solución de la violencia
era el esparcimiento del amor d e Dios entr e los cristianos: "El amor
no hace mal al pró jim o; así qu e el amor es el cump limi ent o de la
ley" (Rom. 13:10).
(2) Resumen histórico. Un estudi o breve d e la hi storia d e la pe-
na de mu ert e nos ilumin a sobr e el dil ema si es positiva o nega tiva.
Las leyes anti gu as d e Ha mur abi se caracterizaban por la ligereza
La ética de la s resp onsabilid ades cívicas 269
1 Paul Ram sey, Ethics at the Edge of Life. New Ha ven: Yale Univer sity
Press, 1970.
2 Paul Ram sey, The Patient As Person. Londres: Yale Univ. Press, 1970.
3 Ibíd., p. XIII.
4 Joseph Fletc her , Humanho od: Essays in Biomedical Ethics. Buffal o,
N ue va York: Prometheu s Book s, 1978; y Joseph Fletch er, Etica del Control
Genético. Bueno s Aires: La Auro ra, 1978.
274 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
Los prote stante s están di vidido s sobr e el abo rt o pro voca do. Al-
guno s simpati zan con la decisión de Roe vs . Wade en 1973, cu ando
la Corte Supr em a de los Estados Unido s de América lega lizó el
aborto pro vocado, ju zga nd o qu e la n1ujer tiene aut onomía sobre su
cuer po. Desde esa fecha se han pr ac ticado 15 millones d e abort os .
Pero hay un número creciente d e personas qu e se oponen al abor to
provocado, porque insisten qu e el feto es vid a hum ana y tiene de-
recho de nac er. Argum entan que la santidad d e la vid a exig e qu e
la muj er permita el d esarr ollo norm al d el feto ha sta nacer, aun en
casos d e violación y feto s def ormado s. Los prote stant es con un a
ética más utilitari sta y situa cioni sta in sistirían en qu e hay casos
dond e el abor to pr ovoca do es má s la expre sión d el amor de sint ere-
sado.
2. Punto de vista católico
El grupo religio so qu e má s ha resistido los va riado s aspectos d e
la bio ética es la Igle sia Católica Rom ana. Tr adi cion alm ente, su
principio de la Ley Natural como pri orit aria en la esfera de la mo-
ral les lleva a resistir los método s artifici ales p ara pr eve nir y cau sar
la concepción, tanto como para prolongar y termin ar la vida. Ha -
bland o d e la ge nética, el papa Pío XII en 1952 pronunció su Acta
Aposto lice Sedis 44, en la cual d eclaró: "El uso d e la fu erza en un a
sola persona no se justifica, a un si millon es de vida s se pu ed en sa l-
var, porque tambi én posiblemente creará secuelas inmor ales, y la
historia n1oral de la humanidad es d e má s ünportan cia qu e la in -
vestigación científi ca." La encícli ca Humana Vita e (1968) trató con
tema s en el campo de la bio ética. La Iglesia Católica Rom ana rep e-
tidamente se ha opuesto a la interrupción de los biológic os ritmo s
natural es de la concepción y al aborto provo cado. La int ervención
tecnológica se permit e cuando pu ed e facilitar el pro ceso natural.
Sin duda hay lu ga r par a una consideración del pr oceso natural en
el tratan1i ento de los enfermo s. Much as veces los 1nédicos de cid en
no pr escribir m edi camento s hasta no ver si el sistema de resistenc ia
del cuerpo humano pu ede vencer las inf eccion es. Tiene qu e hab er
un balanc e sano en los extremos en este campo.
En la encícli ca reciente Veritatis Sp lendor (Espl endor de la ver-
dad) el papa Juan Pablo II vuelve a enfati za r la importan cia d e
acatar la ley natural y no ceder a la pr esión del relativi smo en los
problema s cont empor áneos de la biom edicin a . Rechaza el prin ci-
pio de propor cion alis1no (el mejor de los biene s y el menor de los
male s), el su bjetivi smo , el relativi smo, el utilit ar ismo, el consecuen-
cialismo y el individualismo que caracteriza nu estra época. s
9Citado por John F. Ded ek, Hu man Life (Nu eva York: Sh eed and Ward ,
1972), p. 33.
10 Ibíd. , p. 33.
11 Ru sse ll Shaw, Abortion on Tria! (Day ton, Ohio: Pflaurn Press, 1968), p.
158.
12 Jose ph Fletch er, Humanhood ..., p. 136.
13 Ibíd ..
16 Citas d e la hi storia d e Alan G. Rau ght on, "A bor tion: A Chri stian
Pe rsp ective", N OBTS, 1983.
17 Time, 1 d e mayo d e 1989, pp. 22, 23.
280 BASES BIBLICAS DE LA ETIC A
23Mich ael Krarn er, "Will Ab ort ion Be Covered ?", Time, 27 de septi em -
br e d e 1993, p . 40.
La bioét ica 283
a los incinerado res inm edi a tam ent e. Esta doctora salvó la vid a de
tres mil en vez de perd er seis mil vid as . Pos teriorrn en te ella fue
adm itid a com o resid ent e y d espu és como ciud adana de los Estad os
Unid os de Am érica corno héroe de guerr a.24 Esta fu e una circ un -
stancia especial y excepc ional, y no pu ede servir d e base para justi-
ficar el abor to en genera l.
Hay casos en que la sa lud d e la madr e está com p rom etid a por el
emb ara zo. Por eje1n pl o, en casos de un embara zo en el con du cto
de Falop io, prac tican el abo rt o in1nedi atament e para salvar la vid a
d e la 1nujer. En es te caso pocas personas cues tionarían tal pro ce-
d er. H a y otro s casos cu and o po r razo nes de sa lu d los méd icos
di cen qu e el tener otro emb arazo sería fatal pa ra la muj er. Se ju sti-
fica el abo rto provocado cuando dos o más médicos certifi can que
es te es el caso.
¿Qué de los casos de un emba razo qu e resul ta del inces to o la
violac ión? Las circun stancias ejercen mu cha influ encia en d etermi -
nar qu é hacer bajo es tas condi ciones. Algun os dir ían qu e la muj er
debe dar a lu z bajo es tas condi cione s y en trega r la cria tur a pa ra
adopc ión. Siempre hay multitu des de parejas qu e no p ued en tener
hijo y e tarían cont en tas con recibir un niño que es fru to de estas
cir cunsta ncias. Otr os di ría n qu e en el caso d e in ces to se d eben
tener am niosínt esis para de tern1inar si el feto tiene genes d efectu o-
sos. Cuando los exá menes confi rman es te hecho, ent onces se d ebe
abortar tal feto.
Otra s condi cione qu e jus tifi can el abo rt o, según algun os, es
cu and o el estu d io genético d el feto confirm a qu e hay d eformid ad
marcad a. Ha n hecho n1ucho pr ogreso en años recien tes d e n1odo
que pu ede n determin ar tempr ano en el emb arazo si tal es el caso.
Mu chas pa reja dice n qu e prefieren abort ar un feto d efectu oso qu e
tener la carga de criar a un niño qu e padece un pr oblema genético
se ri o. Sur ge n casos en1otivos relacionad os con tales hechos, y
siempre hay va rieda d d e opini ón sob re la pr ác tica. Si la pa reja
tiene otros hij os y si tienen el tiemp o y los recur sos económi cos
necesarios para cuid ar a un hijo especial, so n algu nos d e los fac-
tores qu e hay qu e consid erar. Los m.a trim onios qu e no han po did o
tener hijos p ued en in sis tir en te ner el hi jo defor m ad o d e tod os
modos . H ay qu e dar ciert a libertad p ara las parejas que qui eren
tener el hijo, pero a la vez hay que resp etar las convicciones d e las
personas qu e opt an po r abo rtar el feto.
Hay casos dond e la sa lud emocional es un factor. Mu chos di -
rían qu e las pe rsonas con problema s p sicológicos congénit os no d e-
ben tener prol e. Algun os argum ent an qu e la legislación social d e-
be requ erir la esterilizac ión d e pa rejas qu e se casa n si tienen enfer-
26 Hen ry Beecher, "Ethí cs and Clínica l Resea rch," New England Journal
of Medicine, Vo l. 274, 1966, pp. 1354-60 .
286 BASES BIBLICAS D E LA ETICA
28Jbíd.,p. 59.
29Noticias de CNN, 4 d e no v iembr e de 1993.
La bioética 289
a un tratamiento que salva vida s, pero preguntam os: ¿Por qué ha-
cemos esto para un grupo y no para otros? Pero ¿qu é de los miles
qu e mueren anualment e con SIDA , y el pro bl ema en parte es la
falta de recu rsos para la inve stigación para descubri r una vac un a
y/ o una cura para la enfe rm edad? Se puede decir lo mismo con
relación a las investigaciones que se necesitan para muchas otras
enfermedade s de niños y adu lto s.
N in gu na nación tendrá todos los fondos que necesita para la
investigación y para comprar lo s equ ip os cos tosos que pueden
brindar una máxima atención médica a los ciudad anos. Por eso,
tienen que elaborar una manera para de cidir en la forma má s justa
qué grupo va a reci bir los beneficios de los recursos. Hace unos
años una especialista para los recién nacidos dijo que los hospitales
disfrutan de toda clase de eq uip o para los pacientes con problemas
de corazón, pero fal taban mucho s equ ipos en su sala para neona tos
precisamente por que los pa dr es jóvene s no tenían dinero mientra s
los ancianos con problemas de cora zón sí lo tenían y lo donaban
para los equipos nece sarios para su cuidado médico.
V. EL TRANSPLANTE DE ORGANOS
HUMANOS Y DE ANIMALES
l. Casos clínicos
Hasta hace poco s años el transplante de órganos no era una
pos ibilid ad, y por consiguien te no era un problema moral. En los
últim os años, los avanc es científicos con medicamentos qu e pue-
den minimi za r el prob lema del recha zo de tejido ajeno en el cuerp o
humano han creado posib ilid ades que anteriormente no se conce-
bían.
En 1967, el doctor Chris tian Barnard, de Ciudad del Cabo, en
Sudáfrica, hizo el primer transplante de u n corazón a un paciente
que vivió algunos días después de la cirugía. Este acontecimiento
levantó pregun tas en la esfera de la religión y la ética, además del
campo médico . Alg un os elogiaro n al doctor Barnard , diciendo que
nos había llevado al umbral de un nu evo día para la humanidad,
pero otros lo cri ticaron severamen te, diciendo qu e estaba tratando
de jugar el papel que le corre spo nde solamente a Dio s. Algunos
preguntaron: ¿Pe ro qué hacemos con los pasajes bíblicos que ha-
blan del corazón como fue nte de todo mal?: "Pe ro lo que sale de la
boca viene del corazó n, y eso contamina al hombre. Porq ue del
cora zó n salen los malo s pen samiento s, los homicidios , los adulte-
rios, las inmoralidades sexuales , los robo s, los falsos testimonios y
las blasfemias" (Mat. 15:18, 19). Ya la mayoría de la s personas
reconocen que la Biblia se refiere al corazón como sede del alma, la
razón y las emocion es en forma figurativa, pero todavía pres entaba
290 BASES BIBLICAS D E LA ETICA
34 Norm an L. Gei sler, Ethics: A lternatives and Issu.es (Gr and Rapid s:
Zonder van Publi shin g Hou se, 1971), pp. 114-21.
La bioética 293
38Marga ret A. Stienf els, "Va tican Reaffirm s Tradit io nal Teachin g on
Care of the Dying," The Hastings Center Report, agos to de 1980, p . 2.
296 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
39 Mark Sie gler, "C riti ca } Illne ss : The Limit s of Autonomy, " Th e
Hastings Center Report, octubr e de 1977, pp. 12-15.
La bioética 297
pu ede costar 100.000 dólare s por año. Esto representa una canti-
dad fuerte d el dinero di spo nible par a la sa lud de un a na ción.
Cuando es pagada por los individuos, dep end e de los recur sos de
la familia. Pero cuando hay prograina s patrocinad os por el gobi er-
no , quiere d ecir que todo s lo s ciud ad ano s tiene n que ay ud ar a
pa gar los costo s. Tarde o tempr ano la gen te pr egunta si las per-
son as an ciana s, la s qu e es tán en co ndi cio n es críti cas co n poc a
espe ran za d e sanid ad y los neonatos d eben recibir un porcent aje
tan alto de los dinero s di sponible s para la salud d e la pobla ción.
VII. EL USO DE LOS RECURSOS DISPONIBLES
PARA LA MEDICINA
Un problem a grand e en el cain po d e la biomed icin a tiene qu e
ve r con los aportes di sponibl es y la manera en qu e va n a ser uti -
liza do s. Vamo s a consid erar alguna s faceta s del probl em a .
l. Tratamiento de los enfermos versus investigación
Hay un a tensión constante entr e la medi cina curati va y la pre-
ve nti va . Todo s los país es lu chan con la d ecisión d e in ve rtir lo s
recur sos para tratar a los pac ient es que pade cen d el SIDA o inve rtir
los fondo s en la inves tigació n cien tífica que pu ed e ofrecer en el fu -
tur o una vac un a para pr eve nir o produ cir un a cura pa ra el SIDA.
Cada nación tiene a sus esp ecialistas en la medi cina qu e abogan
por fondo s d el gobierno para avanza r en bu scar cur as para las en-
ferm ed ades seg ún su especializac ión o int erés especial, com enzan-
do con la neo natología, la p ediatr ía, la onco logía, la fertilid ad, las
enfern1ed ades gené ticas, la card iología y tod as las dem ás espec iali-
zacione s. El probl ema es qu e nunca ha y dinero suficient e para cu-
brir toda s las nec esidad es. Por eso, los que trab ajan p ara elabora r
la m edi cina es tán sujeto s a la pr esión qu e viene d e las perso nas qu e
m ás influ encia tienen sobre los que tom an las d ecisiones. A veces
n o es la neces id ad m ás grave lo qu e se supl e, sino los int ere ses
especial es d e perso nas de influencia.
2. El debate de la medicina urbana o rural
En una épo ca cuando el enfoqu e está en los cen tr os urb anos es
difí cil encontrar a m édi cos y otro s de la prof esión para ir a las áreas
rur ales par a ejercer su profe sión. En algunos paí ses bu scan solu -
cionar este probl en1a con el req ui sito de un año de pr áctica rural ,
en el cual el médi co recién gradu ado d e la escu ela d e m edicina es
asignado a un centro d e salud o a un ho spital en un puebl o qu e
carece d e m édicos. Esto supl e las n eces idad es bá sicas d e la po-
bla ción pero no solu ciona los probl ema s gra ves ni de emergenci a
ser ia, porqu e el médi co no tiene recurso s y a veces ni experien cia
para actuar a la par de las exige ncias d e la circun stanc ia.
300 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
Muchos paí ses están anim ando a los es tudiant es de m edic ina a
prepararse para ejercer la medicina ge nera l en vez de buscar un a
especia lizació n . En la actu alid ad ap roxim ada m ent e el 90% d e los
graduados de las escue las d e medicina en los Estad os Unido s de
Amé ri ca qui eren especia li za r se y p ra cticar la m edi cina en un
campo particulari za do. El programa médico que es tá siendo deba-
tido en el Congreso actualm en te resultará en la conce ntr ación de la
ate nción m édica ent re los que prac tican la medicina ge neral y la
provis ión de la medicina primaria, y hará menos u so de los espe -
cialistas, excep to en casos donde la si tuación dicta la necesi dad d e
un especia lista. Si el proyecto act ual es apro bad.o, para el año 2002
el 50% de los m édico s es tarán entr ena dos en el campo de cuid ado
primario y generat mien tr as ah ora so n só lo el 20 % d e los mé-
d l.COS. 43
3. El cuidado por el médico o por los auxiliares y paramédicos
Estamos viendo que hay centr os que pu ede n brind ar primero s
auxilios y atención médica bás ica para los resfrío s y otras enfern1e-
dad.es leves a un cos to mu y inferior a lo que cues tan los centr os de
eme rgencia en los ho spit ales gr~nd es. En los Estad os Unidos d e
Am érica un o pu ede vincular se con programa s de atenció n m édi ca
que tienen co labo ra ción de todo s los emp lea d os en compañías
gran des y pagar 1O dólares por un a consu lta 1nédi ca en un cen tro
donde hay persona l di sponible , sin nece sid ad de tener cita. En los
centro s m éd icos o en la sala de emerge ncia donde hay un p ers ona l
compl eto y eq uip os para toda em erge ncia la aten ción cues ta 80
dólare s.
Estamos reco nociendo que una inversión en las inmuni zac iones
y la educación en cuant o a la alim en tación adecuada, el peligro de
contr aer el SIDA y los efectos dañinos del uso de drogas, licor y
tabaco ha cen di smi nui r los cos tos m ás alt os de tra tar la s enfer-
meda d es que result an de la ignoran cia y el de scuido en estas áreas .
4. La medicina preventiva y la curativa
Relacio nado con el tema anteri or es el enfoq ue sobre un a n1edi-
cina preven tiva vers u s una cur ativa . Siemp re escucham os la d e-
claració n qu e es más sabio poner un aviso de l peligro de la curva
aguda en la carre tera en vez de tener una ambu lan cia al pie del
ab ismo. Si la pob lación del mundo puede ser educada para ent en-
der en qué consiste la buena sal ud y cómo adq uir irla y mantenerla ,
será una invers ión bien hecha y meno s cos tosa que la ate nció n
méd ica en casos de las enf erm ed ades seria s. Una alim ent ació n
4
3 Geo rge J. Chur ch, "P lease Help Us", Time, 8 d e no viembr e de 1993, p.
37.
La bioética 301
las enzim as qu e se n eces itan, pr oced imi ent o qu e se d eno m ina tran sdu c-
ción. Así p ued en tra tar a fetos qu e tien en genes d efec tuosos q ue res ul-
tan en enferm eda d es tales corno Tay-Sac h , la ane mi a d e célul as falc i-
fo rm es, enf erme d ad d e la sang re q u e ap ar ece p rin cip al m en te en los
n egros, síndro me de Dow n y la fibro sis qu ística .44
Los pas os dado s con los seres hum anos se pr actican d espu és de
exp erim ent os ex tensivos en los anim ales d e lab ora tori o y en las
pl ant as . H an tenido éxito en pr odu cir anim ales don1és ticos y le-
gumbr es con las cara cterísticas d esead as . Las po sibilid ades de lo-
grar mayo r produ cción de leche en las lecherías y legumbr es qu e
pu ed en dur ar más tiemp o ant es de pudrir se ofrecen esperanza pa-
ra las personas qu e se ded ican a las indu strias que sumini stra n co-
mid a para la hun1anid ad.
3. Los peligros en la manipulación de los genes
Este d escubrimi ent o fue reconocid o como un o de los p asos d e
m ayo r signifi cad o en la historia hum ana. Mu chos com enzaron a
h abl ar d e los pe li gr os d e la in ge ni ería ge n éti ca, y el se n ad or
Ma tth ew Finald o en los Estad os Unid os de Am éri ca declaró qu e
las inves tigacio nes con el ADN eran po tencialm en te má s pe ligrosas
qu e las bombas nucl eares. Se leva n tó un deba te que ha con tinu ado
y ace lerad o. Cuand o las m olécul as d e A DN se reco mbin an con
otr as su s tan cias, se pr odu ce un a nu eva enz im a cap az d e rep r o-
du cirse a sí mi sma con gran rapid ez. El peri ód ico The New York
Time s d ecla ró: "Los biólogos qu e se pr opo nen manipul ar las es-
tru ctur as de los mi croorga nism os crean un a nu eva form a de vida
aberrant e qu e po dría escapa r a todo co ntr ol y es p arcir algun a
enferm edad incurable en la p oblación" .45
La euge nesia es la apli cació n d e las leyes d e la herencia para
m ejorar la especie hum ana. Las pr ácticas en Alemania dur ant e la
Segund a Guerra Mundi al para crear el "sup erh ombr e" son conoci-
d as por mu chos. Se limitab a a la selección d e seres hum anos con
ciert as caracterís ticas para combin arlas en la proc reac ión, sin uso
de m edio s especiales. Los experim ent os en Alemania en déca d as
p asa da s han hecho sonar un a alarm a de los p eligros pot enciales de
tales pr oce dimi ent os. Du ra nt e años se ha debatid o la lega lid ad y
la sabiduría de ev itar en forma forza da la repr odu cción de indi vi-
duo s qu e pu edan ori ginar un a descend encia genéticament e d efec-
tuo sa.
N o d ebemo s d ejar qu e los posibles err ores futur os bloqu een el
pro gr eso pot en cial en camp os qu e son benéficos p ar a la hum a-
54 The od ore D ob zh a nsky, "M a n and Naturnl Selec tion ", A merican
Scienfist, 49, 1961, pp. 258-99.
55Pau l Rarn sey, Fabricated Mnn: The Ethics of Genetic Contr ol (N ew
Have n, Conn.: Yale Un iversity Pre ss, 1970 ), p. 39.
56McFadd en, op. cit., p. 73.
308 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
l. El problema explicado
Aunqu e algun as p ersonas cu estionan si existe un a crisis de po-
bla ción exces iva, las es tadí sticas no s conmu even . Los estadi stas y
los histori adore s no s dicen que en el tiempo de Cr isto había un os
250 mill one s de habit ant es en el mundo . Pa ra el año 1650 el nú -
m ero habí a crecid o a 470 n1illones. Dosc iento s añ os de spu és el nú-
mero se había duplicado p ara alcanza r n1il n1illones. Pero durant e
el sigu ien te siglo la pobla ción se triplic ó, par a alcan zar a 3 mil mi-
llon es en 1950, y nos dij eron qu e en los pró ximos cincu ent a año s la
pobla ción alcan zaría de 6 a 7 mil millon es. En la actualid ad (1993)
hay 5 mil mill ones . En vísperas del año 2000 los espe cialista s no s
di cen qu e los pro nós ticos han sid o correc tos. Ahor a es tán pron os-
ticando que para el año 2050 podr ían haber 30 mi l millon es de ha -
bitan tes. , En tien1pos anti guo s teníarn os qu e multipli carno s par a
sobr evivir; actua lm ente no pod em os sobr evivir si seg uim os multi-
pli cánd onos.
¿A qu é se deb e el aum ento geo métri co en los últim os 100 años?
Hay mu chas razo n es . Las 1nejoría s en el cuidad o p re y po snatal
co ntri bu ye n en forma dram á tica . Ant es las muj eres tend ían a
morir en el acto del parto o d espu és de tr es o cuatro par tos, por
falta de atención m édica. La cifra para la exp ectativa de vid a de las
muj eres era de 35 años. A la vez la mitad d e los bebés que nací an
mo rían durante la infancia o la niñ ez, víctim as de las enferm edades
de la niñez qu e actualm en te están por de sapare cer. Las p lagas, las
gu err as y el hambr e ant eri orme nt e servía n para contr olar la ex-
plosión demog ráfica. Dicen qu e los espa ñoles intro duj eron la vi-
ruela en el he1nisferio occide nt al uno s quinc e año s desp u és del
primer viaje de Coló n, y esta enferm edad mat ó a 3.5 mill ones en
l "Po pulati on Exp losion : Is Man Really Doomed? " Time, 13 de sep tiem -
bre de 1971, pp. 40, 41.
309
310 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
irri gación de sus jardin es, camp os d e go lf y cement erios podrí a ali-
n1ent ar a 65 mill ones d e habitant es anualm ent e.9 La cues tión es si
se justifica el pedir un sacrificio d e part e de los más cómodos eco-
nómi cam ente en el mundo para alim ent ar a los qu e pad ecen ne-
cesid ad es bás icas en otras part es .
Qu ed a vá lid a la pr eg unt a : ¿Soy yo gu ard a d e 1ni hern1a no?
(Gé n. 4:9). Co nt estam os qu e sí, pero cad a persona traz a la línea de
ha sta dónd e va con el sacrificio p ara ay ud ar al pr ójim o. Seg ur a-
n1.e nt e el cristiani smo nos ens eña que debem os es tar di spu es tos a
comp artir las cosas qu e tenem os con otros qu e no tienen, pero a la
vez recono cem.os qu e el cristianisn10 exige qu e cada persona haga
un es fu er zo p a ra ayud ar se a sí n1ism a. La tes is d el libr o Ri ch
Christians in an Age of Hunger (Cr is tiano s ri cos en un a ed ad de
ha1nbre), p or Ronald J. Sid er es qu e los cri stianos deb em os e tar
di spu es tos p ara ay ud a r a so lu cionar los pr obl emas de h an1bre
º
entr e los pobres del mundo. 1 Sider pr ese nta el escenario hip otético
de un a nación pobr e con mill ones d e p ersonas qu e están muri nd o
de hambr e, qu e pudi era u sar el chant aje con un a bomb a nu clear
para forza r a las naciones ricas a comp a rtir us alim ent os y tro
bienes con ellos .11 Es ta posibilid ad ha aum entado en los últim o
tiemp os, ya qu e se ha compr obad o qu e mu chos indi viduo s tienen
ma terial nucl ear en su poses ión.
(6) El uso de medios anticonceptivos adecuados. Mu chas na-
cion es han tenid o pr og rama s d e edu cación y centr os d e pl ani fi-
cación famili ar pa tro cin ados por el gobi ern o para ayudar a los m a-
trim onios a tom ar las m edid as necesa ri as p ara ev itar tener más
hijos de los que pu ed en sostener. En la actu alidad , la ciencia 1nédi -
ca ha hecho pr og reso en el d esa rroll o de m edio s anti concepti vo
relati vam ent e seg uro s y fáciles de adquirir y utili zar. Hay impl an-
tes en el br az o de la mujer qu e pu eden pr eve nir la concepción du -
rant e años, per o que se pu eden re1nover cuando la p areja d ecide
tener otro hijo. Otro m étod o es el u so d e una pas tilla el día despu és
de tener relaciones sexuales para pr eve nir la concep ción . También
hay inyeccione s para hombr es qu e pu ed en cau sar la esterilid ad por
tiemp o específico.
Or gani zac ion es como Planifi cación Famili ar tienen di sponibl es
las p as tillas anti concepti vas con precios más cómodos par a las pe r-
sona s qu e carecen de fond os ad ecuados par a compr ar en la far ma-
rradora. Esto ilu stra el hecho de que la contamin ación d el ambi en-
te no conoce límit es geog ráficos ni ideoló gicos . Las ciud ade s tie-
nen tanta polución en el aire qu e el resp irar en ellas es eq ui va lente
a fumar do s paquetes de ciga rrillo s di aria1nen te. 12
En 1992 se celebró en Río de Jane iro un a reuni ón de personas de
todas partes del mund o qu e estaban pr eoc upada s por la pr eser-
vac ión de nu es tros recu rsos natur ales . Pero había un gr upo eva n-
gélico de Brasil qu e se opuso a la reuni ón por su identificación con
los concept os d el grup o New Age (Nueva Era\ qui enes promu eve n
la id ea de un "Cr isto cósmi co" y recha za n el precepto de la reve-
lación especial y fina l en Jesucri sto.13
Reconocemos que hay contro ve rsia sobre la seriedad del probl e-
ma y sobre la p ar ticipaci ón en organizaciones sec ulare s que
pued en enfocar as pecto s espec iales. Pero estamos despert and o a la
pos ibilidad de nues tra parti cipa ción en y cul pa bilid ad d e los pro-
blema s d e los huracan es, el ozono y los cambio s radi cales en la
tempe ratur a y las condi cion es atm osfé ricas que crea n tra gedia s.
2. Historia de la ecología
El movimi ent o par a pr eservar el plan eta prin cipi ó en las d éca-
das de 1960 y 1970 cu ando se publicó el libro Silent Spring (Ar royo
sile ncioso) po r Rachel Ca rson, qu e enfo có las consecuencias de los
experime nt os nucl ear es y la cont amin ación ambi ental qu e ha traí-
do los ava nces tecnoló gicos.
En 1967 un histo riado r, Lynn Whit e, escribi ó un ar tícul o titul ado
"Las raíces históri cas de nues tra crisis eco lógica", en el cual acusó a
las igles ias cristianas de ser la reli gión más antropo céntri ca que el
mund o haya conocid o, por su énfa sis en la responsa bilid ad d e te-
ner domini o sobre la creación, por su falta de revere ncia ha cia la
natural eza, y el énfasis en el destin o final en el cielo y no en la tie-
rra. Es te artículo logró d espe rt ar a la comunidad cri stiana a su
respo nsab ilidad en lo s probl em as. Francis Schaeffe r escribió su
obra , Pollution and the Death of Man (La cont amin ación ambi ent al y
la muerte del hombr e) en 1970, en el cu al llam ó a los cri stianos
para asumir re sponsabilidad para solu cion ar los problema s de la
contamina ción amb ient al. En 1977 se organi zó un grupo de er udi-
tos en Calvin College qu e produjo el libro Earthkeeping: Christian
Stewardship of Natural Resources (Gu ard and o la tierra: la mayor -
do m ía cri stiana d e lo s recur sos natur ales), el cual ha serv id o d e
14Michae l S. Serrill, "A Dubiou s Plan for the Ama zo n", Time , 17 d e
abril de 1989, p. 37.
318 BASE S BIBLI CAS DE LA ETI CA
pero traen opo sición int ensa de part e d e los trabajado res qu e ven
am ena za do su m edio de ga narse la vid a. La situ ación es una cade-
na de reaccion es qu e afec tan a mil es . Por ejemplo , si no se frena el
cort e de árb oles en el nor oes te d e los Estados Unid os d e Am érica,
los d esperdi cios de las acerías va n a en venenar las ag uas de los río s
en esa región , lo que res ult ará en la muert e de los peces que van
allí anu alm ent e p ara pon er sus hu evos. Esto de strui rá la indu stria
p esquera en la cos ta . Si frenan el cor te de árb oles, va n a qu edar sin
trabajo mil es d e persona s qu e se gan an la vida en es ta indu stria, y
se am ena za a las ciudad es que tienen sus ba ses econón1icas en la
pr od ucción de m ad era s.is El vicep res ident e d e los Estados Unido s
de América, Al Gore, en 1992, publi có su libr o, Earth in the Balance:
Ecologyand the Human Spirit (La tierra en el bal ance: la ecología y el
espíri tu hum ano), qu e enfoca los probl ema s ecológicos.
(2) El agua. El ag ua es el recur so m ás esenc ial y n1enos resp eta-
do por los seres humano s. Los océano s están contam in ados con las
ag uas neg ras y los d esperdi cios de las ciudad es. Los ríos ya no sir-
ven para los p eces, porq u e han recibid o los desperdic ios quím icos
de las fábri cas. Dicen qu e los hi elos de Groenl andia y la An tár tida
ya están contamin ado s.
Neces it am os el ag ua en sufi ciente cantid ad en tod o tie1npo y
lu ga r, pero és ta debe ser pot able y libr e d e toda cont aminac ión. Ac-
tu alm en te el uso de los ríos como cloa cas y el auge d e la indu stria
que arroja sus d esp erdi cios en los ríos han d ado result ados desa-
gradabl es para la hum anid ad. Tra gedi as co1no la del Exxon Valdez,
qu e arro jó 40 millon es de litros de p etr óleo en las ag u as en Pri nce
William Sound, Alaska, en 1narzo de 1989, han crea do un grit o de
prot esta por su s efectos sobr e los 2.500 km. cuadrado s de ag ua y
los daños par a 1.300 km. de cos tas.16
Los mile s d e bar cos com erc iales y d eportiv os que sur can las
ag uas del n1undo, arr ojando basur a y aguas cloacale s, pr ese n tan
problema s, pero el 1nayo r proble1na es tá en las ag u as sup erficiales,
pu es la mayor contaminación es tá en las ag uas negra s, los d ese-
chos indu stri ales y el dr enaje ag rícola.17
15 Ted Gup, "It's Nature, Stupid ", Time, 12 de julio de 1993, p. 38.
16 Mic hae l D. Lemon ick, "The Two A laska s", Time, 17 de abril d e 1989,
p. 30.
17 Eliza beth de Gueva ra, "Prob lema s en la Eco logía", m ono grafía no
publi cada, Sem inario Teo lógico Bauti sta Intern acional d e Ca li, Colombia ,
1988.
Problemas de controversia 319
18 Ibíd.
19Eu gene Lind en "Who Lost the Ozone?", Time, 10 de mayo de 1993,
pp. 56-58 .
320 BASES BIBLICAS DE LA ETICA
que se com eten com o consecu encia d el rese ntimi ento entr e per-
sonas de razas di stint as .
l. Perspectiva bíblica
Mu ch os que tienen pr ejui cios u sa n la Bibli a p ara d efend er su
posición . Ha blan de la señal qu e Dios pu so sobr e Ca ín para cas ti-
garl o (Gén . 4:11 -16), relacion and o así esta señal con los rasgos físi-
cos qu e caracterizan a las d istint as razas . Pero la señal qu e Dios pu -
so en Ca ín fu e par a pr otege rlo y no p ara cas tiga rlo. En Génesis
9:24-2 7 ha y un a m aldici ón so br e Ca naá n, hijo d e Ca m ; y según
mu chos, el cumplim iento de esta prof ecía ha sido la esclav itud de
los afroam er icanos en los último s siglos. Tamp oco es esta la int er-
pr etación corr ecta d e es te pasa je, porqu e la m aldi ción fue pr onun -
ciada por N oé y no p or Dio s, y tambi én los descendi ent es de Ca-
naá n eran blancos y no de color negro (Gé n. 10:15-19) .
H abía mu cho pr ejui cio ent re las p erso nas en el día d e Jesús.
H abía div isiones, tales com o los judí os y los gentil es, los sam ar j-
tan os y perso nas d e otr as naciones. Cuand o Jes ús d ijo qu e fu e
prim ero a las ovejas p erdid as de Israel (Mat. 10:5, 6), se refiere 111á s
bi en a un a es tr ateg ia es piritu al, p orqu e los judí os tenían la Ley
com o pr eparaci ón p ara recibir al Mesías . Jesú s comi sionó a los d is-
cípul os p os teriorm ent e para ir a tod as part es (Mat. 28 :18-20). El
relato del Buen Sam arit ano (Luc. 10:25-37) inmo rt alizó a uno que
no permiti ó qu e las dif erencias raciales impidi eran la op or tuni dad
d e servir a otro con necesid ades . Pedr o tenía sus pr ejuicios, pero
Dios los di solvió por medi o d e su exp eriencia espiritu al d e la evan-
gelización d e los gentil es (H ech. 10) . En Efesios 2:14 Pablo lla:ma a
la unid ad, di ciend o: "El es nu estra paz, qu e de amb os pu eblos hizo
uno , derrib ando la par ed int ern1edi a d e separación."
2. El racismo
El racismo es la creencia qu e un a raza está cond enada a la inf e-
ri orid ad por su natur aleza y que otra raza está d estinada a la supe -
ri orid ad. 21En el mund o anti guo había pr ejui cio, pero no se basa ba
en dif erencia s raciales . Los griegos tenían esclav os, per o no fu eron
d e un a sola ra za o color. Las diferencias eran cultur ales .22
Arnold Toynbe e dic e qu e el racismo es un fenóm eno d e los últi -
mo s cinco siglos, qu e apareció con los descubrimi ent os d e nu evas
21Ruth Benedict , Race, Science and Politics (N u eva York: Vikin g, 1940),
p. 153.
22 Edrnundo Sop er, Racism: A World Issue (N ue va Yor k: Abin gdo n -
Cok esbur y, 1947), p. 32.
Problemas de controversia 323
tierra s.23 Con las nuevas rutas y el comercio con otras naciones ha-
bía n eces idad de m.ás obreros . Del Africa se consiguió per sonal
para hacer el trabaj o necesario primero en Europa y d espu és en el
Nuevo Mundo. H ay libro s qu e relatan los trato s crue les de los
amos hacia los esclavos durante esos siglos, y no s apena leer d e los
sufrünientos de seres humanos por la cru eld ad de sus amos.
En Am érica Latina los españoles exp lotaban a los indí gena s y les
trajeron enfermedades contagiosas que causaro n la mu erte de mi-
llone s. En las enc01niendas, los indio s no fu eron esclavo s en el sen-
tid o que se compraban y se ve ndían, p ero lo eran en la realidad
porque qu edaban constant em ent e end eudado s a los dueño s de las
haci enda s. Trabajab an todo el año para pagar las deu da s que ha-
bían acun1ul ado durante el año anterio r. El sace rdot e Bartolom é de
las Casas se conoce como uno que hizo mu cho s esfuer zos por ali-
viar el sufrin1iento de los indí genas y promulgó un trato má s hu-
mano hacia ellos. Algunos dic en que fomentó la importa ción de
los african os porque éstos eran m ás fu ertes para trabajar y má s re-
sistent es a las enfern1edades y al calor del sol qu e los indígena s.24
Es inter esa nte que la actitud de los español es fue 1nejor ha cia los
indio s en el sur d el continente que la d e los colono s de Nortea-
mérica. Los ingleses resistían a los indio s, y había una enem istad
entre mucha s de las tribus y los colonos durante los primero s años
de su perman encia en Norteam érica. Con el tiempo los indí genas
fueron for za do s a ciertas regiones y el ejército act uó constante-
n1ente para prot ege r a los pion ero s qu e lleg aron para cultivar la
tierra. Los españo les impu sieron su religión sobre los indíg ena s, y
por eso la gran 1nayoría prof esa la fe cató lica. En cambio, pocos
blancos se pr eocupaban por el alma de los indígena s en las colo-
nias europea s en el Norte, y la gran mayoría mantenía su fe en la
religión nativa.
El movimiento de e1nancipación de los esclavos tomó lu gar en el
siglo XIX, pero tod avía hay vestigios de pr ejuicio hacia per sona s de
otras ra zas en la s Américas. Hay distinción de clases que fre-
cuen tem ente se bas a en las diferencias étnicas. La segregación exis-
tía en los Estados Unidos de América hasta 1954, cuando la Cort e
Suprema la declaró ilegal. Desde esta fecha, ha llegado la inte-
gración en las escuelas públicas, lo s medios de tran sporte y la
vivi enda, aunqu e a veces con resistencia.
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Esp íritu Santo en a utor idad ética, 36, libe rt ad del, 55, 190, J 92
275 natu raleza mo ra l del , 54-56, 110,
Espír itu Santo , fru to de, 164-166 188, 190
Esposos pecado d el, 74, 192
amor entre, 118, 210, 211, 214 propósito d el, 109, 119
relac iones entr e, 85, 118, 147, 173 Homo sexua lidad, 84, 90, 156, 160, 161,
Estado 213,225
ba ses bíblica s d e l, 253 Hon es tidad , 87, 88, 162
e iglesias, 249, 252, 253, 259-262 Hum anismo , 24, 212
tipo s d e, 250, 251, 255 Hum a nistas, 157, 191
Etica Humild ad , 137-139, 164
d efin ición d e, 23 Idolatr ía, 78, 79, 93, 101, 102, 108
d e Hebreos, 171 Igles ia, a utorid ad de, 38, 259-262
de Juan, 180 Iglesia Ca tólica Romana, 38, 142, 209,
de Juda s, 182 216,223,224,259-262,274,307.
de Kant , 29 Iglesia y Es tad o, 249, 252, 253, 259-262
de la familia, 207-225 Im agen d e Dio s, 54, 55, 84, 190, 191, 205
de la situ ación, 41, 149, 168 Im áge n es, 79
de Pablo , 149-156 Imit ació n de Cri sto, 136, 137, 157, 158
de Pedro, 176 Imp erativos categóricos e hipot éticos,
de Santi ago, 175 29
deon to lógica, 29-31 In ces to, 84, 161, 283
escata lógica, 132, '].51 Ind ia, 24, 25, 31O,312
teleo lógica, 26-29 ln dus tri osid ad, 115, 230, 242
perso nal y social, 44, 71, 144, 147, Jn justicias,
155 eco n ómi cas, 46, 98, 99, J 04, ·¡33, 230,
Eu tana sia, 36, 271, 292-299 245
Existencialismo, 34, 43, 188 sociales, 128, 230, 238
Experien cia re ligiosa, 129, 137, 148, 154, Inmora lidad , 31, 149, 150, 160
155 Inm or ta lidad , 28, 29, 55, 70, 132, 140,
Exper im ent ació n en se res hum anos, 151, 157
286,287 Insemina ción artifi cial, 40, 303, 304
Exp losió n de mográ fica, 24, 216, 217, Inspi ración divina , 32, 35
309-315 In tui ción, 37
Faraón,66,67 Judaísmo , 123, 131, 148, 153, 154, 203,
Fe, 172, 178, 182 275, 291
Felicidad , 27, 119, 138 Jur isp rud encia, 31, 46
Fru to del Esp íritu Sant o, 31, 163-166 Ju sticia, 90, 96, 146, 273,
Go bierno económica, 245, 246
o rige n d e, 250 social, 31
tip os de , 250, 251, 255 Leg alism o, 39, 40, 103, 124, 130, 273
Gozo, 165 Legislación permi siva, 85, 91
Gue rra , 84, 234, 264-267 Ley
Gue rr a jus ta, 264, 265 act itu d de Jesús con respecto a la
Gue rra nuclear, 267 ley, 80, 81
H am bre, 174,234,235,311 actitud de Pab lo hacia la ley, 153,
H ed on is mo, 27, 124, 150 154
Hi llel, 222 civil y cere m onial, 42, 80, 81, 89, 103,
Hipocre sía, 133, 134 135, 153
H ombre (se r humano) defectos de , 70, 71, 154
caída d el, 74 del talión, 64, 70, 84, 113, 269
carácter del, 54, SS, 72, 110, 138 ori ge n d e la ley, 45
creación d el, 54, 72, 74, 84, 110, 189, Liber tad rel igiosa , 260
275 Limita cione s d e la ética d el AT, 63-72,
definición d el, 109 91
Indice de asunto s 345
JI\:-
• CASA BAUTISTA
/•\ DEPUBLICACIONES
461 42 9 7803 1 1 46 1424