1ra lectura. En la profecía de Natán, Dios promete a David que de su
familia nacerá aquel que ha de construir su casa y Él le consolidará un trono para siempre.
2da lectura. San Pablo nos recuerda que Abraham es padre de todos los creyentes, el creyó en Dios y todo se cumplió conforme a lo que Dios le había prometido.
Evangelio. El Evangelio nos relata el pasaje de Jesús en el templo de
Jerusalén conversando con los doctores. Sus padres le cuestionan sobre su actitud a lo que Jesús responde que debe ocuparse de las cosas de su Padre. De pie y entonamos el Honor y Gloria.
Aclamación antes del Evangelio. Dichosos los que viven en tu casa;