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Porque un hijo tiene que obedecer a sus padres

Comprendiendo a tus padres.


No hay manuales que enseñen cómo ser padres:
El trabajo de ser padre es uno para los cuales no hay   manuales, ni universidad dónde ser
enseñado para ser un padre perfecto.
Tus padres están aprendiendo diariamente cómo ser mejor, y como humanos que somos,
tienen fallos y aciertos, esto también se debe a que aprendemos a ser padres por el método de
ensayo y error, lástimosamente todos hemos sido ratoncitos de laboratorios, en términos
graciosos.
Además de que debes considerar que tú eres diferente a cada uno de tus hermanos (as), y si
no tuvieras hermanos, tampoco puedes creer que deben tratarte cómo a X amigo. Cada
personalidad en los hijos es diferente, por lo cual, los padres llegamos a creer que un mismo
método nos servirá para con todos nuestros hijos, hasta que nos llevamos golpes que nos
dicen que cómo cada hijo es diferente, debemos buscar la manera de enseñarles según sus
diferencias y capacidades, por lo que volvemos al método de ensayo y error.
Hay que escuchar a los padres contar las historias tan diferentes que tienen entre uno y otro
hijo, aunque sea del mismo problema.
Tus padres sienten susto:
Recuerdo cuando quedé embarazada de Jonathan mi primer hijo, lo que más me daba susto,
era pensar en su adolescencia, y aún lo tengo. Ahora estoy embarazada de nuevo, y el temor
ha aumentado al doble.
Me asusta pensar en no tener las energías necesarias, ni la sabiduría para ayudarlos durante
este período, y eso que mi adolescencia fue tranquila, más no así la de mis hermanos y amigos.
Los padres y las madres, se deben enfrentar a temas, tan difíciles de explicar, que muchas
veces buscan un castigo o reprensión, simplemente por el hecho de no tocar estos temas,
entre este se encuentra el de las relaciones sexuales. Son pocos los padres que tienen la
libertad de acercarse a sus hijos y hablar libremente de este tema, empezando porque a los
adolescentes no les gusta escuchar que sus padres tienen relaciones sexuales activas, y que
consecuencia de esto son ellos.
Es más fácil prohibir la visita del novio (a), o de amigos (as) a la casa, que explicarte seriamente
que durante este período eres más vulnerable a los besos, caricias, y abrazos, y que esto puede
llevarte a una relación sexual temprana que puede desencadenar muchos consecuencias en tu
vida: embarazos, SIDA, enfermedades… por esto mismo los padres son mucho más
sobreprotectores en esta época.
Además, aunque te cueste creelo o no quieres aceptarlo, tus padres también fueron jóvenes, y
saben a lo que te vas a enfrentar, ellos quieren que los errores que cometieron, tu no los
cometas. Sería todo tan fácil si aceptarás sus consejos, pero nadie experimenta por cabeza
ajena.
Tienen sus propias crisis:
Este es uno de los aspectos más importantes por considerar. En nuestro egocentrísmo,
olvidamos que nuestros padres son humanos, y que tienen sus crisis y problemas. En esta
época que estas viviendo, todo gira alrededor de tí, del colegio, universidad, amigos (as),
novios (as), ropa de marca, automóviles, música, y tus papás?.
Te has puesto a pensar o has observado últimamente como están ellos?, los has visto más
callados de lo normal, o más enojones, o muy sensibles, o gritones, pues si observas bien, y
sales de tu círculo de egocentrismo donde sólo tu importas, tus padres pasan por muchas
crisis.
Una de las mayores crisis son la finanzas, pues son quienes están a la cabeza para que nada te
falte. Algo que valore de mi mamá ya adulta, fue como luchó por nosotros económicamente.
Mi adolescencia fue definida en gran parte por problemas financieros, y no creo recordar
cómo se sentía mi mamá, nunca puse atención a su cara, estaba más preocupada en mi vida, y
sólo sabía reclamar el por qué?, ¿por que no hay comida?, ¿por qué no puedo comprarlo?,
¿por qué no puedo ir?. Somos tan egoístas que en lugar de ser una ayuda o un consuelo,
ponemos encima de ellos más carga de la que podríamos llevar.
Otras crisis que pueden experimentar los padres son, enfermedades como: cáncer, tumores,
diabetes, hipertensión arterial, problemas del corazón… , soledad, frustración, desengaño,
infidelidades, divorcio, padres o madres solteros, depresión, alcoholismo, amargura… Son
incontables las cosas por las que pasan ellos, sólo que la mayoría del tiempo lo disimulan muy
bien.
A través de los dos artículos anteriores, hemos visto que tus padres no son perfectos, por lo
que cometen errores tanto como tu y yo, esto no quiere decir que solucionará
inmediatamente los problemas, pero quizás ayudará a comunicarte con ellos de una mejor
manera. Ahora quisiera que entremos a una conclusión donde podamos mejorar
principalmente la relación con tus padres.
Construyendo una Buena Relación con tus Padres.
Existen 5 quejas principales a las que se refiere Jim Burns en su libro ” Sobreviviendo a la
Adolescencia “, de los adolescentes con respecto de sus padres:
1. Mis padres no me tienen confianza.
2. Mis padres no me quieren.
3. Mis padres no me escuchan.
4. Mis padres me critican.
5. Mis padres son hipócritas.
Estas quejas, en cierto grado, pueden ser todas verídicas. Ahora que has pasado de la niñez a
la edad adulta, algunas de las cargas de mantener una buena relación con ellos pueden haber
pasado a descansar sobre tus hombros. Aquí hay cuatro principios para ayudarte a llevarte
mejor con tus padres:
Hónralos y obedécelos.
La Biblia habla claramente sobre esto en Éxodo 20:12, y es el único mandamiento con
promesa, dice:
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que el Señor tu Dios te
da.
Si tomamos la decisión de honrar y obedecer a nuestros padres a conciencia, a la larga
seremos mucho más felices. Está comprobado que las personas que son más felices y no
tienen conflictos importantes con sus seres queridos, tienden a vivir más tiempo y más
exitosamente.
Tú puedes preguntarte ¿ y qué pasa si mis padres están completamente equivocados? La
respuesta es, en tanto no sea perjudical para Dios, sigue honrándolos. Obedéceles aunque
estés en desacuerdo con ellos, porque es la forma con que vas a ganar su confianza. ¿ Significa
que nunca debes estar en desacuerdo con ellos?. De ninguna manera. En las mejores familias
hay disputas. Significa que tu debes elegir tus batallas sabiamente.
Muchos adolescentes desean que sus padres les den más libertad. Pues la forma correcta de
ganarse la confianza de tus padres es dejar que tus actos abran el camino. Si deseas su
confianza, evita andar a hurtadillas.
Lo mejor que tú puedes hacer cuando echas algo a perder, es asumir la responsabilidad de tus
actos. Cuando estés en duda, sé honesto.
Agradéceles.
Aunque tu no lo entiendas ahora, puede ser que tus padres piensen que han sacrificado su
vida para darte una vida mejor. Y en algunos casos, probablemente tengan razón. Por lo tanto,
no olvides expresarles tu gratitud. ¿ Cuándo fue la última vez que les agradeciste por todo el
esfuerzo y dedicación de ellos en tu vida?
Es muy probable que tus padres no hayan aprendido a expresar verbalmente su amor por ti,
por lo que lo hacen por medio de acciones, por ejemplo, tu mamá preparándote tu comida
favorita, o tu papá no se pierda ninguna actividad deportiva tuya, por lo que no sepas lo que es
que te abracen y te digan que te aman, esto no quiere decir, que tu no lo hagas. Aunque te sea
difícil, no pierdas el tiempo en expresarles verbalmente y expresivamente tu amor y gratitud
hacia ellos. No importa la edad que tengas, dale un abrazo y un beso, y si puedes o te atreves,
dile te amo y gracias por todo lo que hacen por ti. No esperes una reacción inmediata, sino
están acostumbrados a expresar sus emociones, pero poco a poco verás los cambios.
Trata de ponerte en el lugar de tus padres.
Para que logres una familia feliz y una mejor imagen de ti mismo, debes tratar de comprender
las luchas por las que tus padres están pasando. Tus padres luchan con muchos de los mismos
temas que tú. Tu vida familiar mejorará cuando comprendas de dónde vienen ellos. A veces
están agotados de sus trabajos y presiones. Ellos dicen las mismas cosas erróneas y actúan
equivocadamente igual que a veces hacemos tú y yo. Puede ser que tus padres no te han
expresado todo el amor que tú necesitas, pero probablemente ellos no recibieron tampoco de
sus padres todo el amor que necesitan.
Cuando somos niños, creemos que nuestros padres son perfectos, creíamos que ellos no
podían equivocarse. Cuando crecemos, comenzamos a notar algunas de sus debilidades,
provocándonos reacciones de enojo y pena. Los héroes que habíamos puesto en un pedestal,
se habían caído de él. La experiencia de quitarlos de la perfección ayuda a asumir tu
responsabilidad de tu propia felicidad y no culpar a tus padres. Después de todo son tan
humanos como tú.
La comunicación es la clave.
Nunca puedes dejar de trabajar en el proceso de la comunicación, si dejas de trabajar en ello,
tu relación se deteriorará rápidamente. Tus padres se encuentran asustados por el hecho de
tener que hablar temas difíciles contigo. Además de que la buena comunicación se complica
por el hecho de que tú y tus padres son de diferentes generaciones.
No podemos hacer mucho por el pasado, pero definitivamente podemos hacer una diferencia
en el futuro.
1. Inicia la Conversación: Comparte con ellos tus sentimientos, penas, gozos y sueños. Si no
responden de la forma que tu desearías, más adelante diles tus sentimientos.
2. Pasa tiempo con tus padres: Mucho después de que tus amigos del colegio hayan pasado,
aún tendrás a tus padres. Haz algo junto con tu mamá o tu papá en su mundo.
3. Haz una cita con tu papá o con tu mamá: Una de las mejores inversiones en tu comunicación
con tus padres es pasar un tiempo junto con cada uno.
4. Dios te dio a tus padres: Puede ser que para algunas personas este sea un concepto difícil de
comprender. Ellos saben que sus padres no son perfectos. Ninguno, incluyendo a Dios, ha
prometido jamás padres perfectos. Fuiste puesto en tu familia por una razón. Tus padres son
un regalo especial de Dios para ti. Puede que no sean perfectos, pero tú tampoco eres un hijo
(a) perfecto.
No pelees con esto; acepta el hecho de que serán tus padres siempre y para siempre. Ya que
ellos serán los únicos padres que tendrá por toda la eternidad, haz todo lo posible para
mantener la relación creciente y positiva. Con tiempo y energía, un montón de trabajo y la
ayuda de Dios, creo que tú estarás de acuerdo en que la relación con tus padres bien vale la
pena.

Cuatro pasos para llevarse bien con sus padres

Paso 1: Entiende y acepta tu posición dentro del orden familiar:

     Hoy en día, mucha gente piensa que el orden familiar no es importante y que al salir de la
niñez, la palabra padre es como un título, pues creen que no hay gran distinción entre padres e
hijos, es decir, son casi iguales. Por eso, se escuchan frases como “ya yo estoy grande”, “puedo
decidir solo, soy un adulto”, etc. Observen también los programas de televisión o películas
juveniles que fomentan una seudoindependencia de los padres sin darse cuenta de que nunca
ha existido tal esclavitud. Veamos el clásico trama: Los padres se oponen a una idea
descabellada, los hijos no los escuchan, se van de la casa y hacen lo que quieren. Y cuando
logran un éxito increíble, regresan al hogar donde los esperan los padres (esta vez con alegría)
para abrazarlos por su heroísmo de Hombre Araña. En resumen, directores descerebrados que
hacen películas descerebradas que causan descerebración en los chicos.

     No caigas tú en esa situación absurda porque si tratas de chocar contra la realidad, esta se
quedará intacta y tú, en cambio, explotarás como las palomitas de maíz. Y la realidad nos dice
que en la relación familiar, los padres siempre ocuparán una posición superior, no por el hecho
de haberte engendrado, sino porque pertenecen a generaciones distintas, y eso les confiere
una serie de vivencias que superan con creces tus conocimientos. Tal vez tu madre no sepa ni
siquiera dónde se enciende tu tableta; quizás tu padre no sepa ni un 20% de lo que tú sabes
sobre tecnología, pero ellos pueden darte sin duda una cátedra sobre lo que es al final lo más
importante: la vida. En la familia tú eres 2 y tus padres son 1. Acepta esa realidad y no trates
de cambiarla (recuerda lo de las palomitas de maíz). Esa situación no te pone en posición
inferior, sino que pone a cada quien en su real posición. Ya llegará el tiempo, cuando tengas
tus hijos, en el que siguiendo el ciclo natural de la vida, serás número uno. Ahora, usa la
experiencia que te proveen tus padres para estar mejor preparado para cuando llegue ese
momento.
Paso 2: Presta más atención a las buenas intenciones de tus padres

     Casi todos los años, mi padre nos planteaba el “negocio perfecto” y con la misma frecuencia
el negocio no terminaba tan bien como pensaba. Y la razón no tenía nada que ver con su
habilidad, sino que mi padre regalaba a todo el que estuviese en apuros desde los beneficios
del negocio hasta… ¡las inversiones! Mis hermanos, mi madre y yo, más que subrayarle sus
desaciertos, siempre elogiamos sus esfuerzos porque todo intento hecho fue por una sola
razón: Por el bienestar de la familia. Sin en vez de mirar los bordes, buscas el centro, notarás
que todo lo que hacen tus padres, independientemente de que el resultado sea correcto o no,
es buscando un mejor porvenir para ti. A pesar de haber pasado ya más de dos mil años, nadie
ha expresado esa idea de forma más clara y sencilla que Jesús cuando dijo que ningún padre le
da una piedra a un hijo cuando le pide pan o una serpiente cuando lo pide pescado. Si logras
entender eso, serías menos severo a la hora de juzgar cualquier fracaso y más justo al elogiar
sus buenas intenciones.

Paso 3: Sé tolerante con respecto a la actitud de tus padres hacia ti

     Ante los ojos de los padres (y en especial de la madre), un hijo siempre es un hijo aunque
tenga ya 50 años. Esa percepción es retroactiva y también puede verse en perspectiva, es decir
es válida tanto para el pasado como para el futuro. Hay cosas que solo pueden entenderse a
cabalidad cuando se experimenta algo de la misma dimensión: Ser padre o madre es una de
ellas. Cuando seas madre o padre, entenderás mejor sus acciones y tal vez te verás tú mismo
haciendo con tus hijos las mismas cosas que hoy criticas de tus padres. No olvides que la
mayoría de las acciones y palabras de tus padres, buenas o involuntariamente malas, tiene una
sola base: El amor incondicional hacia ti.

Paso 4: Ajusta tu relación con tus padres a medida que pasa el tiempo

     Los cambios sociales antes eran lentos y progresivos. Hoy, son rápidos e inconstantes. Por
eso, a muchos padres les cuesta ajustarse a dichos cambios, si es que llegan a conseguirlo. No
es que sus ideas y acciones estén desfasadas, sino que corresponden a otro modelo ideológico.
Por eso, tienes que aprender a hacer ajustes en tu relación con tus padres a medida que ellos
vayan envejeciendo, y así todo irá mejor.

     Finalmente, les repito lo que varias veces he dicho: hay miles, millones de personas en todo
el mundo que perdieron a sus padres a temprana edad. Ellos hubiesen deseado conocerlos,
compartir con ellos, tenerlos cerca sin importar cuán malos pudieran ser. Tú que gozas o
puedes gozar de esa oportunidad maravillosa, ¿qué estás esperando?

Qué bendición saludarle amable oyente, al inicio del estudio bíblico


de hoy. Estamos estudiando el libro de Efesios en la serie titulada: Las
Maravillas de la Gracia de Dios. En nuestros estudios bíblicos últimos
hemos visto que la esposa se somete al esposo reconociéndolo como
su líder. El esposo se somete a la esposa amándola. En esta ocasión
vamos a ver la manera como se someten los hijos a los padres. El
hecho es que todos tenemos que someternos los unos a los otros. La
forma de sumisión difiere en cada caso. Los hijos han sido dados a los
hogares cristianos como una bendición de Dios. Sin embargo, no por
culpa de Dios sino por culpa del hombre, en algunos casos, para
algunos padres, en lugar de bendición los hijos se han transformado
en aflicción. Una vez se preguntó a un padre: Si tuvieras la
oportunidad de volver a comenzar tu vida matrimonial ¿Hay algo que
harías diferente? Levantando los hombres y haciendo una mueca
respondió: No tendría hijos. Qué triste. Por supuesto que este hombre
pensaba así porque tuvo dos hijos. El hijo fue expulsado del colegio y
terminó huyendo de la casa. La hija estaba viviendo en unión libre
con un hombre. Es terrible la ventaja que Satanás está ganando por
medio de desviar del camino correcto a los hijos de los matrimonios
cristianos. Por esto es vital que los padres y los hijos entiendan y
vivan en la práctica el concepto de sumisión de los hijos hacia los
padres. Pablo mandó en Efesios 5:21 a someternos los unos a los
otros en el temor de Dios. Los hijos se someten a los padres
obedeciéndolos. La palabra obediencia es una palabra compuesta en
el idioma en que se escribió el Nuevo Testamento. Literalmente
significa: poner el oído por debajo de. Entonces cuando Pablo dice en
Efesios 6:1 Hijos obedeced en el Señor a vuestros padres, está
diciendo: Hijos, pongan su oído bajo la autoridad de sus padres y
hagan lo que ellos dicen. Se ha hecho la pregunta si este mandato se
aplica solamente a hijos menores de edad. La respuesta es: No. La
palabra que se ha traducido como hijos, significa en realidad prole,
entonces el mandato de obedecer a los padres es para cualquier hijo
que viva en la misma casa con sus padres, ni importa la edad ni la
preparación académica. El mandato de obedecer a los padres es
contrario a lo que el mundo trata de imponer. Según el mundo, los
hijos deben tener el derecho de elegir su propio destino, su propia
religión, su propia manera de pensar en cuanto a la vida, su propia
perspectiva ya sea en lo económico, lo moral o cualquier otra cosa.
Pero la Biblia enseña lo contrario. Los hijos tienen que someterse a la
autoridad de sus padres y hacer lo que ellos dicen. Quizá usted estará
preguntándose: ¿Por qué un hijo tiene que obedecer a sus padres? La
Biblia nos da al menos cuatro razones para ello, las cuales serán el
tema de nuestro estudio bíblico de hoy.

Que bendición es tener la palabra de Dios a nuestra disposición. Si


tiene una Biblia a la mano, ábrala en Efesios capítulo 6 a partir del
versículo 1. La primera razón porqué los hijos deben obedecer a sus
padres es porque los hijos están en el Señor. Efesios 6:1 dice: Hijos, 
obedeced en el Señor a vuestros padres,  porque esto es justo.
Al estar en el Señor, el hijo tiene que saber que debe someterse a sus
padres en obediencia. La obediencia es algo que los hijos tienen que
aprender. Los hijos no vienen al mundo con el deseo de obedecer, por
el contrario, todo hijo viene al mundo con el deseo de desobedecer.
Nadie enseña a un hijo a desobedecer. Los hijos son desobedientes
porque heredaron una naturaleza pecaminosa igual a la nuestra. La
única forma en que los hijos aprendan obediencia es enseñándola. La
palabra de Dios, especialmente el libro de Proverbios, está llena de
principios que los hijos tienen que aprender sobre la obediencia. La
segunda razón porqué los hijos tienen que obedecer a sus padres,
según Efesios 6:1 es porque esto es justo. Quizá muchos estarán
pensando: ¿Sólo eso? Pero ¿qué de la opinión de tal o cual experto?
Pero no necesitamos más evidencias ni más opiniones de nadie, por
más importante que sea la persona quien la dé, porque es Dios quien
dice que eso es justo y eso basta y sobra para saber que es así. La
palabra justo quiere decir virtuoso, correcto. Se usa para Dios, para
Cristo, para su palabra, para la vida piadosa y para la obediencia a los
padres. En Colosenses 3:20 encontramos un pensamiento adicional.
Pablo dice: Hijos,  obedeced a vuestros padres en todo,  porque esto
agrada al Señor.
El Señor se agrada en lo que es justo y que los hijos obedezcan a sus
padres es justo. La tercera razón porque los hijos tienen que obedecer
a sus padres es porque se trata de un mandamiento. Efesios 6:2 dice:
Honra a tu padre y a tu madre,  que es el primer mandamiento con
promesa;
Aquí Pablo cita el quinto mandamiento y lo aplica al creyente del
Nuevo Testamento. Esto no significa que el creyente está bajo la ley,
pero la justicia de la ley es todavía una revelación del carácter de
Dios y el Espíritu Santo nos capacita para poner en acción esta
justicia en nuestro diario vivir. Nueve de los diez mandamientos
aparecen en el Nuevo Testamento como una norma de vida para el
creyente, no para ganar la salvación ni para mantener la salvación
sino como una respuesta de amor a lo que Dios ha hecho en el
creyente. El único mandamiento de los diez que no aparece en el
Nuevo Testamento como norma de vida para el creyente, es el
cuarto, el cual tiene que ver con guardar el séptimo día como día de
reposo. Por eso es que los creyentes no guardaos el Sábado como día
de reposo. Pero es tan malo para el creyente hoy en día deshonrar a
los padres como lo era para un judío que estaba bajo la ley de Moisés.
El honrar a los padres es una actitud que lleva a la obediencia. Una
acción que no se respalda en una buena actitud es hipocresía. Honrar
a los padres tiene un doble sentido. Primero, la idea de reverencia.
Hemos de tener una actitud de reverencia, honor, respeto hacia
nuestros padres durante toda nuestra vida, al igual que honramos al
Señor. Segundo, honrar significa sustentar económicamente. En 1
Timoteo 5:17 se usa la misma palabra para hablar del sustento
económico que tienen derecho algunos ancianos o pastores en una
iglesia local. Durante la primera etapa de nuestras vidas, nuestros
padres dieron todo lo que tenían para suplir nuestras necesidades
como hijos y cuando los padres ya no tienen posibilidades de valerse
por ellos mismos, debemos nosotros los hijos velar por ellos. Pablo
dice que se trata del primer mandamiento con promesa. ¿Por qué?
Porque los cuatro primeros mandamientos del decálogo que aparecen
en Éxodo 20 están relacionados con Dios y no hay ninguna promesa
en particular aparejada a ellos, pero en el quinto mandamiento si,
porque es la clave para todas las relaciones humanas y para poder
transmitir una simiente justa. La cuarta y última razón porqué los
hijos deben obedecer a los padres es porque hay una promesa.
Efesios 6:3 dice: para que te vaya bien,  y seas de larga vida sobre la
tierra.
Hay dos lados en esta promesa. Primero, una calidad de vida: Para
que te vaya bien. Dios prospera la vida del hijo obediente. Segundo,
una cantidad de vida: Para que seas de larga vida sobre la tierra. El
hijo obediente gozará de larga vida. Esto no significa por supuesto
que si alguien muere en su niñez o juventud es porque no honró a sus
padres, o que si alguien honra a sus padres tiene garantizado que va
a vivir más de cien años por poner un ejemplo. Lo que Pablo está
diciendo es que cuando los hijos obedecen a los padres en el Señor,
van a escapar de los pecados y peligros que de una u otra manera
ponen en riesgo la vida de los hijos desobedientes. Así que, los hijos
deben aprender a obedecer a sus padres, por el hecho de estar en el
Señor, porque esto es justo, porque es un mandamiento y porque hay
una promesa. La desobediencia a los padres es rebelión contra Dios.
Por naturaleza, los hijos son egoístas, pero en el poder del Espíritu
Santo, los hijos pueden cambiar esta tendencia y obedecer a sus
padres y glorificar a Dios. Que por la gracia de Dios, cumplamos con
esta enseñanza.

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