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Bogotá. Manejar dinero todos los días no es una tarea fácil, y mucho menos tomar
decisiones que inciden sobre nuestro patrimonio y bienestar.
El problema es que, en muchos casos, las personas no tienen claro cómo deberían
manejar sus finanzas. El dinero no les alcanza para llegar a fin de mes, no saben cuánto
gastan ni en qué, y, sin darse cuenta, van camino a un desastre.
Es por eso que las personas, al igual que las empresas, deben llevar un control de sus
finanzas. Elaborar un presupuesto es una forma inteligente de saber cuánto está ganando
y cuánto está gastando, para así poder recortar gastos innecesarios, sacarle provecho al
dinero, cumplir los sueños y metas y dejar de vivir sobreendeudados.
Para los que nunca lo han hecho, un presupuesto no es más que un registro de la suma
del dinero que está ingresando a su casa y la que está saliendo. La diferencia entre el
total de ingresos y gastos en un período muestra la situación financiera real de cada
persona. Hacer un presupuesto le muestra si es cuidadoso con su dinero y sus ingresos
le alcanzan para ahorrar, o si por el contrario, está gastando más de lo que gana.
También hay que tener cuidado en no caer en errores que se cometen con frecuencia,
como sobreestimar los ingresos o no incluir los gastos imprevistos y ocasionales, como
los regalos de navidad, las reparaciones de la casa o la visita al odontólogo.
Para quienes apenas se están iniciando en el tema, es aconsejable llevar el control diario
de los gastos. Guardar los recibos de las compras y anotar en una libreta los pagos
realizados durante el día (comidas, gasolina, pasajes, entre otros) puede ser de ayuda.
El siguiente paso consiste en incluir todos los gastos generales que se pagan de forma
recurrente como los servicios públicos o las cuotas de los créditos. En este paso es
importante revisar los últimos extractos bancarios y las facturas pagadas.
Para dejar de vivir "colgado" o alcanzar una meta de ahorro, las personas tienen dos
opciones. La primera es aumentar sus ingresos. Una persona puede trabajar horas extras,
conseguir un segundo empleo o pedir un ascenso, pero esto no siempre es fácil. Por lo
que usualmente, resulta más sencilla la segunda opción: reducir los gastos. Gastar
menos es un buen hábito.
Algunos gastos que se pueden reducir son los que responden al "yo quiero", más no a
una necesidad sentida.
No se puede olvidar que lo que se busca con un presupuesto es que, después de pagar
las cuentas, la persona cuente con dinero de sobra para cumplir sus metas y tener un
"colchón" para imprevistos. La idea es no pensar en los sacrificios que está haciendo
ahora, sino en las cosas buenas que podrá disfrutar al llevar un control de sus finanzas.
La opinión
Gustavo Sorzano
Analista de Helm Bank
"Para generar un ahorro importante está bien destinar automáticamente al menos 10%
de los ingresos que se reciben".