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Dolor abdominal
Dolor Visceral
Es de carácter poco definido, mal localizado
Dolor Somático:
Es aquel dolor que sigue el trayecto de las fibras cerebroespinales entre D6 y L1, que se
extienden por el peritoneo parietal y la raíz del mesenterio. Agudo bien localizado, que se ubica
con relación a la víscera afectada, es agravado por el movimiento y se acompaña de contractura
muscular.
Dolor Referido:
Es producido por compromiso de las ramas nerviosas descendentes de C3 y C4, estimulando la
superficie peritoneal del diafragma.
Ejemplo: Dolor del ángulo superior de la escápula derecha en un cuadro de colecistitis
aguda. Dolor a nivel interescapular en un proceso de pancreatitis.
Cólico (calambre):
Dolor producido en víscera hueca por contracción intensa de la víscera.
Ardor:
Llamado también dolor urente, se produce por irritación de mucosa, de esófago, estómago o
duodeno.
Gravativo:
Dolor tipo presión, pesadez por distensión progresiva del órgano, generalmente órganos sólidos,
aunque también lo presentan los órganos huecos.
Penetrante:
Dolor tipo hincada, se presenta en víscera hueca, por compromiso de serosa, por penetración
desde mucosa a serosa, llamada puñalada Dieulafoy.
Dolor abdominal ubicado en mesogastrio es por compromiso de vísceras irrigadas por la arteria
mesentérica superior: yeyuno, íleon, apéndice cecal y colon derecho.
Dolor abdominal localizado en hipogastrio es producido por vísceras irrigadas por la arteria
mesentérica inferior: colon izquierdo.
Características del dolor abdominal a considerar
Edad:
Numerosas enfermedades se presentan en grupos de población de una determinada edad, lo cual
ya es de por sí orientativo. Por ejemplo, podemos esperar una invaginación intestinal como causa
de un cuadro oclusivo en un niño de corta edad, siendo excepcional en el adulto. Sin embargo,
una obstrucción intestinal en un paciente añoso sin antecedentes nos hará sospechar la existencia
de un cáncer de colon. Otra consideración importante respecto a la edad es la dificultad
diagnóstica en el paciente anciano. Pues hay que valorar la diferente frecuencia de procesos
abdominales que se pueden presentar en el anciano, aumentando los procesos neoplásicos
respecto a la población general y con una mayor inclinación hacia los fenómenos necróticos en el
organismo de las personas de edad muy avanzada.
Examen físico
Usualmente se trata de un paciente cuyo síntoma fundamental es dolor abdominal intenso que
domina la escena.
Al examen del abdomen se objetiva la presencia de dolor, que casi siempre va acompañado de
signos de compromiso peritoneal, tales como “Rebote Positivo”, a la palpación el dolor exacerba
durante la descompresión brusca. Se valorarán los siguientes aspectos:
Palpación superficial:
se apreciará la existencia de zonas de hiperestesia cutánea.
Palpación profunda:
Buscamos la existencia de organomegalias (hígado, bazo, riñón) y de masas
(hidrops vesicular, pseudoquistes pancreáticos, plastrones inflamatorios, neoplasias, aneurismas,
hernias).
Contractura abdominal:
Refleja la existencia de una irritación peritoneal y aparece en cuadros que suelen requerir cirugía
urgente. Es de suma importancia diferenciarla de la contractura voluntaria, que se modifica
durante la exploración, a veces es difícil diferenciarla sobre todo en niños, personas con un
estado de ansiedad, dementes, etc.
Signo de Murphy:
Valora la existencia de una colecistitis aguda. Se colocan las puntas de los dedos en el
hipocondrio derecho y se manda al paciente que realice una inspiración profunda, produciéndose
un dolor agudo a ese nivel debido al descenso del diafragma que desplaza al hígado y a la
vesícula inflamada.
Signo de Blumberg:
Dolor por rebote de la víscera inflamada sobre la pared abdominal al retirar la mano bruscamente
después de la palpación profunda sobre la zona dolorosa. En la fosa ilíaca derecha es muy
indicativo de apendicitis aguda.
Signo de Rovsing:
Dolor referido a la fosa ilíaca derecha al presionar sobre la fosa ilíaca izquierda. También es
indicativo de apendicitis aguda.
Signo de Cope o del dolor contralateral:
Consiste en presionar sobre la zona contralateral a la zona dolorosa y descomprimir bruscamente.
Si la lesión es intraabdominal, se exacerba el dolor en la zona afecta; en cambio si es un dolor
referido (por ejemplo, torácico), no se modificará. Signo del Psoas. Se coloca la mano del
explorador en la fosa ilíaca y se ordena al paciente que flexione el muslo oponiéndose a dicha
flexión con la otra mano. Se considera positivo si se produce dolor intenso en dicha zona. Es
positivo en la apendicitis retrocecal, abscesos del psoas, algunas pancreatitis, etc. Se produce por
irritación del músculo psoas en procesos retroperitoneales.
Signo del obturador:
Se flexiona el muslo del enfermo y se realiza rotación interna y externa, produciéndose dolor
intenso. Es positivo en la apendicitis pélvica, abscesos intrapélvicos, etc.
En la exploración física abdominal se debe incluir una inspección sistemática de los orificios
herniarios; hay que tener presente que existen pequeñas hernias incarceradas, sobre todo crurales,
que pasan fácilmente inadvertidas al simular una adenopatía, en todo caso su palpación es
siempre selectivamente dolorosa.
El tacto rectal: Es imprescindible para valorar ocupación del recto, la presencia de dolor en las
paredes rectales, las características del contenido rectal o el fondo de Saco de Douglas, de dolor
anexial en la mujer.
Tacto vaginal: Exploramos el útero y anejos, masas, desencadenamiento del dolor a la palpación
del cuello, etc. Es importante realizar una exploración bimanual: tacto vaginal-abdomen.
Mediante la percusión abdominal valoramos la existencia de matideces o timpanismos
abdominales. Una matidez fisiológica es el reborde hepático, si esta matidez se extiende más de
2 traversos de dedo por debajo del reborde costal se considerará la existencia de Hepatomegalia.
Una distensión abdominal con timpanismo generalizado es signo de distensión abdominal, sin
embargo, una distensión abdominal con matidez generalizada es sugerente de ascitis, que
podemos corroborar con cambios de timpanismo y matidez según los diferentes decúbitos.
Matideces en localizaciones anómalas son indicativas de organomegalias (esplenomegalia) y
masas intraabdominales.
Exámenes auxiliares
Los consideramos como exámenes auxiliares mínimos y los más indispensables, por su valioso
apoyo al diagnóstico y porque su procesamiento se puede realizar en todos los centros
asistenciales de primer nivel y son los siguientes:
Examen de orina
Es muy valioso, para descartar infección del tracto urinario, sobre todo en mujeres, porque en
ellas son más frecuentes las infecciones urinarias.
Dosaje de amilasa y lipasa
Se deben realizar rápidamente y si estos resultados salen con niveles altos estaremos frente al
diagnóstico de pancreatitis, entonces de inmediato actuaremos con el tratamiento y así
disminuiremos la morbimortalidad en el paciente.
La radiografía del abdomen sin preparación proporciona una valiosa información; para un
paciente con abdomen agudo se requieren tres incidencias:
Ecografía y Tomografía
Signos Ecográficos
Colecistitis Aguda:
Se observa engrosamiento de la pared vesicular mayor de 3 mm, signo de doble pared, distensión
de la vesícula diámetro anteroposterior mayor de 5 cm. Cambios en su morfología: más
redondeada, se observan litiasis, bilis ecogénica: barro biliar, pus (empiema), hemorragia; signo
de Murphy (al paso del transductor del ecógrafo).
Pancreatitis Aguda:
Se observa: aumento de tamaño del páncreas en forma difusa que puede alcanzar más de 3 a 4
veces; diámetro anteroposterior mayor de 3 cm. Alteraciones de contorno; poco nítido, definido
y borroso. Estructura hipoecogénica, debido al edema inflamatorio que sufre la glándula.
Apendicitis Aguda:
- Engrosamiento de la pared del órgano; signo de doble contorno.
- Rigidez no deformable con la presión.
- Lumen: sonolucente, ecogénico (gas o coprolito).
- Adenopatías mesentéricas.
En conclusión, la ecografía abdominal de urgencia puede diagnosticarnos: una colecistitis aguda,
aerobilia, tumor hepático, pancreatitis, ruptura de bazo, absceso y/o ruptura de embarazo
ectópico.
Signos Tomográficos
Colecistitis Aguda Litiásica:
Distensión de la vesícula biliar mayor de 5 cm. En el diámetro anteroposterior y transversal.
- Engrosamiento y nodularidad de la pared de la vesícula biliar.
- Cálculos de la vesícula y/o en el conducto cístico.
- Borde mal definido de la pared de la vesícula biliar en interfase con el hígado.
- Anillo delgado de líquido pericolecístico.
- Aumento de la densidad de la bilis.
Pancreatitis:
- Aumento de volumen del páncreas.
- Zonas de hipodensidad (postcontrastre)
- Captación del contraste pancreático en su totalidad.
- Engrosamiento de fascias.
- Derrame pleural.
- Zonas de hiperdensidad hemorrágicas
Pielonefritis:
Zonas hipodensas estriadas o cuneiformes en un riñón de volumen normal.
Abscesos:
Zonas redondeadas hipodensas, que tras el contraste presentan aspecto de corona
hipervascularizada.
Procesos inflamatorios:
Nivel de intestino, peritoneo y mesenterio; se observará: edema, engrosamiento de la pared
intestinal, distensión por el líquido y fibrosis.
Apendicitis:
Se observará edema por inflamación en la zona adyacente al ciego.
Colitis:
Engrosamiento de la pared intestinal sin alteraciones en el interior del mesenterio; dilatación del
colon, pérdidas de las marcas de las haustras y lesiones segmentarias.
Diverticulitis:
Se observará hiperdensidad de la grasa pericólica, engrosamiento de la pared y presencia de
divertículos.
Traumatismo Abdominal Cerrado:
Observaremos hemoperitoneo, colecciones en el espacio de Morrison, laceración hepática y/o
esplénica.
Lesiones traumáticas del bazo:
- Hematoma subcapsular: forma de media luna hipodensa a lo largo del borde
lateral del bazo, isodenso al inicio, después de 10 días hipodenso.
- Desgarro esplénico
Lavado Peritoneal
Con suero fisiológico (paracentesis) en caso de trauma abdominal cerrado. Si bien es cierto es
clásico este procedimiento no deja de tener valor diagnóstico en traumatismo abdominal cerrado,
por lo práctico y rápido en su manejo. Sobre todo, en casos de falsos negativos se solicitará al
laboratorio análisis de líquido de lavado peritoneal y si el resultado es de 100,000/mm3 de
eritrocitos o mayor de este valor hará decidir la intervención quirúrgica.
Una vez concluido el estudio del dolor, que es el síntoma clave en este síndrome y analizando los
exámenes del laboratorio y las imágenes radiológicas y ecográficas, estamos en condiciones de
ubicar al paciente portador de abdomen agudo en uno de los tres casos siguientes:
Es válido recordar a esta altura que en las grandes urbes el trauma producido ya sea por lesión
automotriz o por violencia social compromete con frecuencia al abdomen, identificaremos
entonces un abdomen agudo traumático, que puede ser peritoneal o hemorrágico o comprometer
a ambos.
Manejo del abdomen agudo
Hospitalización
Sonda Nasogástrica. Para examinar el contenido gástrico y descartar hemorragia
digestiva alta o éxtasis gástrica prolongada.
Sonda vesical. Para medición de diuresis.
Cateterismo Venoso. Para tomar la presión venosa central y administración de líquidos,
hidratación y/o transfusiones.
Antibioticoterapia de amplio espectro.
Control seriado del examen físico del abdomen por un mismo equipo médico quirúrgico.
Control seriado de las funciones vitales.
Una vez compensado el paciente realizar los exámenes auxiliares.
Laparotomía.
Se considera como abdomen agudo de urgente manejo quirúrgico las siguientes condiciones:
En suma, la espectacularidad con que se presenta el abdomen agudo constituye siempre un reto
para quienes han de intervenir en él.
BIBLIOGRAFIA
http://sisbib.unmsm.edu.pe/Bibvirtual/Libros/medicina/cirugia/Tomo_I/Cap_08_Abdome
n%20agudo.htm
https://remi.uninet.edu/descarga/dolorabdominal.pdf
https://remi.uninet.edu/descarga/dolorabdominal.pdf
https://es.slideshare.net/LDRD/clase-para-los-medicos-internos-rotatorios-heca-2016-
tema-abdomen-agudo-quirrgico-prof-dr-luis-del-rio-diez?qid=37da31d3-97bc-4426-
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