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Integrantes:
Caicedo Karla
Calle Alejandro
Panamito Gabriela
Paredes Paul
Yépez Sebastián
INTRODUCCIÓN
El calentamiento global al pasar de los años se ah vuelto en un problema que entre menos
importancia se le tome este se agrava más con daños que serán irreversibles, pero este se
ah dado y se sigue dando por la industrialización que al paso de los años, la sobrepoblación
es uno de los factores que más influyentes ya que a cantidad de personas hay mas fuentes
de trabajo y la creación de nuevas industrias con fuentes de emisión de gases tóxicos, al
aumento de vehículos a base de combustión, esto con la tala de árboles, explotaciones del
suelo y agua, ah generado cambios que ya son una realidad. El cambio climático que se ha
dado es grande, referente a la alza y bajas de temperaturas, a los distintas irregularidades
climáticas, desastres naturales en ciertos países es una realidad que se vive y se vivirá peor
de no tomar medidas que puedan salvar y tener estrategias de remediación contra la
contaminación global.
DESARROLLO
DIOXINAS
Las dioxinas son contaminantes ambientales que pertenecen a la llamada “docena sucia”:
un grupo de productos químicos peligrosos que forman parte de los llamados
contaminantes orgánicos persistentes (COP). Las dioxinas son preocupantes por su elevado
potencial toxico. Afectan a varios órganos y tejidos.
Una vez que penetran en el organismo, persisten en el durante mucho tiempo gracias a su
estabilidad química y a su fijación al tejido graso, donde quedan almacenadas.
El término “dioxinas” se utiliza para referirse a una familia de compuestos relacionados
entre sí desde el punto de vista estructural y químico.
La exposición breve del ser humano a altas concentraciones de dioxinas puede causar
lesiones cutáneas, tales como acné clórico y manchas oscuras, así como alteraciones
funcionales hepáticas. La exposición prolongada se ha relacionado con alteraciones
inmunitarias, del sistema nervioso en desarrollo, del sistema endocrino y de la función
reproductora.
La exposición crónica de los animales a las dioxinas ha causado varios tipos de cáncer.
Como las dioxinas están omnipresentes, todos tenemos una exposición de fondo y una
cierta concentración de dioxinas en el organismo: la llamada carga corporal.
Subgrupos sensibles
Más del 90% de la exposición humana a las dioxinas procede de los alimentos, y
fundamentalmente de la carne, los lácteos, el pescado y el marisco.
Los furanos al igual que las dioxinas tienen varias características comunes: son muy
tóxicos, activos fisiológicamente en dosis extremadamente pequeñas, no se degradan
fácilmente y pueden durar años en el medio ambiente; son bioacumulables en los tejidos
grasos de los organismos y se biomagnifican, es decir que aumentan su concentración
progresivamente a lo largo de las cadenas alimenticias.
Fuentes de generación
El furano, junto con las dioxinas, es una sustancia altamente tóxica y persistente en el
medio ambiente, que se disuelve fácilmente en grasas, lo que hace que se acumule en los
organismos desde el medio y a lo largo de la cadena trófica.
La exposición excesiva al furano puede causar efectos significativos sobre la salud
humana, afectando a órganos importantes como el corazón, sistema inmune, hígado, piel y
la glándula de tiroides, llegando incluso a provocar cáncer reproductivo.
Una vez liberados a la atmósfera, las dioxinas y furanos son partículas minúsculas, que se
depositan eventualmente sobre suelo y la vegetación. Siendo altamente insolubles en el
agua, estos compuestos se fijan fuertemente por adsorción a los suelos o sedimentos, por lo
que se degradan muy lentamente, y persisten durante muchos años en el ambiente,
llegando a acumularse en los organismos y entrar en la cadena alimenticia.
Potenciar las energías renovables: Una de las formas de reducir las emisiones
procedentes de la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural)
que liberan CO2 es la utilización de fuentes de energía limpias como la solar, la
eólica, la mareomotriz, la térmica, etc.
Vigilando el cumplimiento de los acuerdos internacionales, como el protocolo
de Montreal o el acuerdo de Kioto.
Establecimiento de un sistema de vigilancia de la situación atmosférica y su
impacto en la salud.
Disminución de gases contaminantes: reducir los gases de efecto invernadero,
que alteran el equilibrio natural y provoca que el clima se comporte de manera
distinta. La industrialización, con el uso masivo de combustibles fósiles (petróleo,
carbón y gas) y todas las actividades humanas derivadas, como el transporte, o el
uso intensivo de la agricultura y la ganadería, están contribuyendo desde el siglo
XIX a incrementar estos gases.
Modificación substancial de los estilos de vida en las sociedades más avanzadas,
ahora altamente dependientes de los combustibles fósiles.
En las sociedades menos desarrolladas implicará que se fijen nuevos rumbos hacia
un desarrollo que realmente responda a las necesidades básicas insatisfechas de su
población, sin degradar el clima.
Promoción de hábitos respetuosos con el ambiente: el cambio en el estilo de
vida ha de ser tan radical que requerirá de transformaciones culturales de escala
desconocida. En los países más avanzados el núcleo de este cambio se centrará en
dos ámbitos: en las pautas de movilidad y en el consumo conspicuo de bienes y
servicios.
En cuanto a la movilidad, la renuncia al vehículo privado como medio de transporte
principal, limitación del número de automóviles por persona o por familia,
restricciones de acceso a zonas urbanas y centros de actividad, cuotas de
kilometraje y racionamiento del combustible, etcétera.
Los viajes de largo recorrido en avión estarán muy limitados, lo que obligará a re-
plantear los hábitos turísticos, sobre todo en la población de los países más
desarrollados.
Plantar árboles: Potenciar la reforestación a nivel mundial de zonas arrasadas por
la tala es otra solución. Plantar árboles en las ciudades y crear más parques en
entornos urbanos ayuda a disminuir el efecto invernadero.
Reciclar: Un pequeño porcentaje del dióxido de carbono que existe actualmente
proviene de la descomposición de los diversos productos orgánicos y desperdicios
que se arrojan en los vertederos. Teniendo en cuenta que el 65% de todo lo que
termina en las basuras de las casas se puede reciclar, si el consumidor actúa de
forma responsable y recicla los diferentes residuos puede ayudar a evitar la emisión
de CO2. Asimismo, utilizar productos como el papel reciclado ayuda a disminuir la
tala de árboles, fundamentales para mitigar el efecto invernadero.
PROTOCOLO DE KIOTO
El objetivo principal de este tratado es lograr que para 2008-2012 los países desarrollados
disminuyan sus emisiones de gases de efecto invernadero a un 5% menos del nivel de
emisiones de 1990.
Durante la Cumbre Mundial de Desarrollo Sustentable celebrada en Río el año 1992, los
países acordaron que la evidencia científica sobre el cambio climático hacía pertinente que
se adoptaran medidas a nivel global. De ahí nació la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC, en su sigla en inglés)
Año: 2006
CONCLUSIONES
Las emisiones de gases de efecto invernadero son una preocupación mundial por lo que se
ah dado la propuesta de mitigación este hará un cambio y se espera que las irregularidades
climáticas puedan ser sucesos pasados mas no se vuelvan a presentar.
Se concluye que para tener un cambio climático favorable se debe informar a las personas
sobre las razones que se dan estos, por sobrepoblación y contaminación, y haya más
conciencia para cuidar al planeta y tener un ambiente sano.
BIBLIOGRAFÍA
K. Peter C. Vollhardt (1994). Química Orgánica. Barcelona: Ediciones Omega S.A. ISBN
84-282-0882-4.
González Gaudiano, É., & Meira Cartea , P. (Octubre de 2009). Educación, comunicación
y cambio climático: Resistencias para la acción social responsable. Redalyc.org, 11(29),
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