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Somos ovejas del gran pastor

Salmos 23:1-6 (RVR1960)


1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de
mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

El Salmo 23 es conocido en todo el mundo. Millones de personas lo saben


de memoria. Su mensaje ha sido un bálsamo para los afligidos, consuelo
para los tristes y aliento para quienes están desanimados.

Jesucristo es el buen pastor que murió por las ovejas (Salmo 22).
Jesucristo es el gran pastor que vive para las ovejas (Salmo 23).
Jesucristo es el Pastor supremo que regresará a las ovejas (Salmo 24).

¿Cuáles son los privilegios de ser una oveja del buen, gran y supremo
pastor?

El Salmo 23 nos habla de tres verdades importantes. Aquí,


consideremoslos:

1
1. El pastor de las ovejas (Salmo 23:1)
1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.

Aquí se destacan dos verdades:

La primera es que nuestro pastor es divino. Él es el Dios autoexistente,


omnipotente, omnisciente y omnipresente. Él es el Dios del pacto, el Dios
de toda gracia, nuestro creador, sustentador y salvador. En el nos
movemos y existimos.

¿Quien es tu Pastor?

La segunda verdad es que nuestro pastor es personal. El es mi pastor. Él


tiene una relación personal con nosotros. Nos conoce y nos llama por su
nombre. Él nos cuida, nos cuida y satisface todas nuestras necesidades.

El es quien me conduce por los caminos de la vida


El que me guarda de los peligros
El que me alimenta
El que me guia
El que me carga en los brazos
El que camina conmigo en la horas mas difíciles y dolorosas de la vida.

Esto me da una certeza de seguridad inigualable. Por eso dice; “nada me


faltará”… ¿Se refiere a que nada nos pasará?, Noooo, sino que nada
nos faltará para enfrentar todo lo que viviremos en la vida.

Por eso la detalla

2. La provisión de ovejas (Salmo 23:2-5)


La oveja es un animal indefenso, miope e incapaz de cuidarse solo. Ella
necesita el cuidado del pastor. El texto en la pantalla nos cuenta acerca de
cuatro provisiones que la oveja recibe del pastor.

La primera provisión es el descanso (v. 2).

2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;


Junto a aguas de reposo me pastoreará.

2
El Señor nos hace descansar en pastos verdes y nos lleva a descansar en
las aguas. No solo nos proporciona comida y agua, sino que también nos
da paz en el valle. No solo nos da lo que necesitamos, sino que él mismo
nos lleva a sus fuentes de suministro, haciéndonos descansar.

La segunda provisión es la dirección (v. 3).

3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Nuestro Pastor nos guía por los caminos de la justicia. Si nos quedamos
con nuestros propios dispositivos, entraríamos en los atajos peligrosos y
resbaladizos del engaño. Si seguimos las inclinaciones de nuestro
corazón, ciertamente caminaríamos por senderos sinuosos que
conducirían a lugares de muerte. Pero, nuestro Pastor nos guía por los
caminos de la justicia.

La tercera provisión es el consuelo (v. 4).

4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,


No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Hay muchos peligros en el viaje de la vida. La vida cristiana no es un


campamento de verano. Cruzamos desiertos inhóspitos y valles oscuros.
Cruzamos grandes ríos y necesitamos caminar sobre picos estrechos. Sin
embargo, incluso si caminamos por el valle de la sombra de la muerte, no
debemos temer ningún daño, porque nuestro Pastor está con nosotros. Tu
presencia es el antídoto para nuestro miedo.

La cuarta provisión es la victoria (v. 5).

5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;


Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

Nuestro Pastor no solo camina con nosotros frente a las dificultades, sino
que nos da la victoria sobre los enemigos. Él prepara una mesa para
nosotros frente a nuestros enemigos. Nos honra ungiendo nuestras
cabezas con aceite y nos da abundante alegría, haciendo que nuestra
copa se desborde.

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3. El futuro de las ovejas (Salmo 23:6)
Las ovejas de Jesús tienen un pasado limpio. Somos lavados en su sangre
y redimidos por su muerte vicaria.

Las ovejas de Jesús tienen un don seguro, ya que la bondad y la


misericordia son como dos escoltas que nos flanquean todos los días de
nuestras vidas.

La bondad es lo que Dios nos da y no lo merecemos. La misericordia es lo


que Dios no nos da y merecemos.

Nos da gracia cuando merecemos juicio.

Suspende el castigo y nos bendice cuando merecemos ser castigados.

Las ovejas de Jesús también tienen un futuro glorioso, ya que después de


que su viaje termine en este mundo, habitarán en la Casa del Señor para
siempre.

La muerte no puede separarnos de nuestro Pastor.

Él preparó un lugar para nosotros, una casa, un hogar, una patria. El cielo
es nuestro destino.

Estaremos con él para siempre. Nosotros reinaremos con él.

Disfrutaremos de su bendita compañía para siempre en un lugar donde no


habrá llanto ni llanto o dolor.

¡Oh! ¡Qué felices son las ovejas del Buen, Gran y Supremo Pastor!

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