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DIRECTA
INTRODUCCIÓN
No obstante, la facultad que tiene la res pública para ejercer la acción de revocatoria
directa sobre actos administrativos, excluye a los actos que han reconocido un
derecho, creado o modificado una situación jurídica de carácter particular y concreto,
o de igual categoría al derecho inicial, sin contar previamente con el consentimiento
expreso y escrito del titular. [ CITATION Ram17 \l 9226 ]
En ese entendido, el fin primordial y objetivos de este trabajo serán: conocer que
actos administrativos ilícitos son excluidos de la revocatoria directa, para así, obtener
un conocimiento más amplio de la figura de la revocatoria directa, los casos en los
que aplica y que ocurre cuando un acto administrativo tiene su nacimiento en la
ilicitud y genera efectos particulares que forjan obligaciones y derechos para el sujeto
activo del acto administrativo.
Lo anterior, tiene su sustento o justificación en que, los actos administrativos son, sin
lugar a dudas, contenido de entera inquietud en diferentes y múltiples sistemas
jurídicos, de acuerdo a ello, si examinamos de fondo el tema de su revocabilidad o
irrevocabilidad; se encontraran posiciones disimiles que van desde la imperiosa
afirmación de que los actos administrativos son por naturaleza irrevocables, hasta las
que aseveran que una de las tipologías propias de todo acto administrativo, es la de
poder ser revocados; contextos que en el ordenamiento jurídico Colombiano han sido
importantes dado el tratamiento brindado a intereses adversos como son la firmeza
jurídica del acto VS el respeto de la legalidad y la licitud del acto, elementos que son
cotejados de un lado, por los intereses inherentes de la administración pública; con
los intereses de los administrados; lo que ha implicado módulos, metodologías y
figuras jurídicas que la jurisprudencia y la ley colombiana han implementado para
permitir la revocación del acto, claro está, dentro de un fundamento estatuido para
brindar garantías a favor de los administrados, lo que se refleja mediante la
imposición de fronteras a la acción de la res publica como autora del acto
administrativo, mediante la imposición de procesos que reflejen el cumplimiento de
métodos estrictos.
De acuerdo a ello, en el estado colombiano, siempre ha persistido la ilicitud y el
indebido accionar por parte de los funcionarios públicos, y es por esto que nace la
necesidad de esclarecer que actos administrativos ilícitos se encuentran exentos de la
figura denominada Revocatoria directa, de acuerdo a las limitaciones o excepciones
que la ley y la jurisprudencia ha descrito
Así las cosas, los actos administrativos son comúnmente definidos como la clara
expresión de la voluntad publica o del estado, dirigida a los administrados, como la
aplicación de la carga pública por ellos resistible, de conformidad con la
reglamentación legal y constitucional. De esta forma el acto administrativo es
constituido como toda declaración unilateral, mediante la cual la administración crea,
modifica, reconoce o extingue una situación jurídica de carácter subjetivo.
Así las cosas, La revocatoria directa es una figura jurídica por medio de la cual la res
publica, a solicitud de parte o de forma oficiosa, quita los efectos de los actos
proferidos por ella misma, de acuerdo a las causales definidas y delimitadas de forma
taxativa en la ley. En el marco legal colombiano, esta institución no cuenta con un
fundamento jurídico definido. Sin embargo, del análisis de la norma que lo regula
(Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo
C.P.A.C.A. Ley 1437 de 2011), se puede establecer que la misma posee dos
singularidades:
1. Desplegada como mecanismo de uso directo, ejercido por parte del sujeto
pasivo del acto ante la entidad pública que lo originó; o frente a su superior
jerárquico.
2. Utilizada como organismo unilateral de la res publica para suprimir los
efectos de las disposiciones tomadas por ella misma.
Empero, para que la administración pueda realizar la revocatoria del acto particular
que crea, modifica o extingue derechos, es necesario que el acto administrativo sea
obtenido por medios ilícitos que pueden originarse por la misma conducta de la
administración o por parte del administrado o un tercero. Además de ello, lo
dispuesto en el acto debe tener un contenido que surta efectos y obtenga un resultado
concreto, por cuanto si se ha de generar algún efecto, éste, debe constituir una causa
eficiente, de ahí que, si la causa descubierta no genera eficiencia, el resultado que
emane no se podrá endilgar a dicha causa. En ese orden de ideas, el entorno debe
producir un acto administrativo que presenta vicios de consentimiento, derivados de
vicios de constitución del acto.
En palabras de la Sección Segunda del Consejo de Estado: “se requiere pues para
revocar el acto administrativo de carácter particular, sin autorización escrita del
administrado, como ya lo ha señalado la Sección Tercera de esta corporación "que se
trate de una abrupta y abierta e incontrovertible actuación ilícita o fraudulenta,
debidamente probada. Entendida tal actuación ilícita, como se dijo en párrafos
antecedentes, como un vicio en la formación de la voluntad, que bien puede ocurrir
por error, fuerza o dolo".
CONCLUSION.
De esta forma se logra visibilizar que, los actos administrativos ilícitos, excluidos de
la figura jurídica denominada revocatoria directa, serán todos aquellos actos
administrativos, que, aunque en su formación, sea perceptible que existen acciones
fraudulentas que generaron error, fuerza o dolo, y por lo cual podrían considerarse
ilícitos, al momento de exhibir esta ilicitud en el campo probatorio, no se cuenta con
las pruebas pertinentes, suficientes y conducentes para poder llevar a cabo las
finalidades de esta institución jurídica, y por lo mismo, la entidad del estado deberá
acudir a la jurisdicción contencioso administrativa para que ella dilucide el caso en
concreto.