Andrea V. Bello O.

Teoría de la argumentación
roso2339@gmail.com

Sobre la necesidad de un 《sujeto virtual》

en la época de la 《big data》

Andrea V. Bello O.

LA 《BIG DATA》 COMO EXTENSIÓN ARTIFICIAL DE LA

MEMORIA.

Las huellas de la
memoria, en virtud de su historicidad, están
sometidas a una constante reordenación e inscrip-
ción. En contraposición a esta reelaboración, los
datos almacenados permanecen iguales a sí mismos.
Hoy, la memoria se positiva como un montón de
residuos y de datos [...].

Byung-Chul Han, La sociedad de la transparencia.

En los tiempos actuales, llamados por muchos intelectuales lo tiempos posmodernos, el

hombre se encuentra en una encrucijada que le ha hecho replantearse ciertas categorías de

antaño, y a su vez han surgido nuevas cuestiones propias de la época. Gran parte de éste

repensar es impulsado por las nuevas tecnologías, que a partir del siglo XX han avanzado

con una rapidez tal que otrora se hubiese otorgado solo a la ficción, de este modo el hombre

posmoderno necesita pensar las cuestiones en el ámbito de lo virtual; así como las novedades

que la virtualidad trae consigo, atendiendo a las demandas de su tiempo.

Ante este abismo desconocido de conceptos contemporáneos se presenta lo denominado

Big Data; que según el sitio web dictionary cambridge se define como: 《very large

sets of

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data that are produced by people using the internet, and that can

only be stored, understood, and used with the help of special tools

and methods》1, es decir, la Big Data es similar a una especie de almacén en el que se

archivan todos los datos otorgados por los usuarios en la web o virtualidad, de modo tal que,

cada individuo que forme o haya formado en algún momento parte de la cosmopolita virtual

que es el internet; tendrá registrados mayor o menor cantidad de datos en este almacén.

Ahora bien si pensamos en la Big Data como un almacén es más fácil ver su

posible relación con la memoria, pues, por la similitud con un

salón que alberga recuerdos es como San Agustín se aproxima a la

definición de la memoria: 《Mas heme ante los campos y anchos

senos de la memoria, donde están los tesoros de innumerables

imágenes de toda clase de cosas acarreadas por los sentidos . Allí

se halla escondido cuanto pensamos [...]》2. En la época de los artificios no

nos debería extrañar la creación de uno para la memoria, siendo así la Big Data una extensión

de la misma.

Pero hay que recordar algo específico de la memoria que tal artificio no puede ni tiene la

intención de imitar y éste es su carácter vivificador,; la memoria vivifica el recuerdo y lo trae

a nosotros, muchas veces distinto a como aconteció realmente o muchas veces no recordamos

ya ciertas cosas, pues ella también es parte del devenir del mundo sensible. Por el contrario,

la recolección y almacenamiento de datos en las redes permanece siempre igual, no varía ni

muta o se olvida.

1 Dictionary cambridge: https://dictionary.cambridge.org/es/diccionario/ingles/big-data

2 San Agustín: Las Confesiones, (Obras de San Agustín II, Las Confesiones, Biblioteca de Autores Cristianos,
de La Editorial Católica, S. A. Madrid 1974) Libro X, capítulo VIII, p. 309.

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El almacenamiento de los datos individuales en la Big Data supone así si no un problema

por lo menos algo a lo que temer, cedemos a la virtualidad nuestras fotos y pensamientos,

nuestros recuerdos y gustos; pero no somos dueños realmente de esto, estamos dando partes

fundamentales de nosotros a un algoritmo de búsqueda:

Yo soy lo que Google sabe (mi ontología es la epistemología de Google). Mis búsquedas y mis
desplazamientos online, mis consultas y mis preferencias, mis correos electrónicos y mis
fotos, mis mensajes privados y públicos, todo lo que compone mi identidad lo gestiona Google para mi
bien”.3

Cada vez se difuminan en el propio individuo con mayor rapidez las esferas de lo público

y lo privado4, ya lo que nos conforma, nuestra memoria, no está solo en nosotros; es accesible

para todo el que tenga un motor de búsqueda e incluso los datos privados están suscritos a la

posibilidad de un robo informático. Así las cosas parece que cada vez somos menos dueños

de nosotros mismos, cediendo los permisos sobre nuestra persona a la virtualidad.

¿MEMORIA UNIVERSAL O CONDENA UNIVERSAL?

Su propia cara en el espejo, sus propias manos,

lo sorprendían cada vez [...]. Funes discernía
continuamente los tranquilos avances de la
corrupción, de las caries, de la fatiga. Notaba
los progresos de la muerte, de la humedad. Era
el solitario y lúcido espectador de un mundo
multiforme, instantáneo y casi intolerablemente
preciso.

Jorge Luis Borges, Funes el memorioso.

3 Ippolita: en el acuario de facebook, Edición: Enclave de libros, España, Madrid, Mayo de 2012. p. 15.
4《Como lo señalamos en la fundamentación de nuestro proyecto, las nuevas
formas de comunicación basadas en la conectividad han producido un replanteo
de los dominios de lo público, lo privado y lo corporativo. Se tiende a llegar a
administrar la vida sensible mediante fenómenos técnicos y artificiales.》.
Héctor Ariel Feruglio Ortiz… [et al.]; compilado por Héctor Ariel Feruglio Ortiz;
Naím Garnica; Carlos Fernando Álvarez
Gonzales: El efecto Black Mirror: ensayos sobre filosofía, tecnología y cultura, 1era edición, Libro digital, 2019
p. 195.

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A pesar de que una memoria perfecta, es decir no variable, pueda sonar atractiva para

muchos, lo cierto es que las distorsiones en nuestra memoria ocasionadas por el olvido

tienden a ser por nuestro propio bienestar; los recuerdos son distorsionados bien sea por

situaciones traumáticas, situaciones sin mayor relevancia o sencillamente el cambio propio

de la personalidad con el transcurso de los años, el olvido nos permite reinventarnos, es parte

esencial de la mutabilidad del ser humano.

Actualmente con la prótesis de la memoria, con la Big Data, esta reinvención puede verse

perjudicada; ya no tenemos solo nuestra memoria con nosotros, es una memoria virtual

accesible a todo el que le interese5, ya no es solo el hecho de que nosotros lo recordemos, es

más bien el hecho de que cualquier acción, comentario o foto publicado estará siempre

registrado y aunque el autor del recuerdo lo olvide, muchos lo recordarán y revivirán

constantemente. Esta memoria universal y virtual ha llegado ocasionar sucesos fatales por la

imposibilidad del olvido, de una renovación, un ejemplo es el caso citado en el libro En el

acuario de Facebook de Ippolita:

Una chica es grabada por 《amigos de amigos》 mientras practica

sexo oral con un amigo en los baños del instituto. El video aparece
online al instante. Todos saben de su acción privada, ya publicada y comentada con todo lujo
de detalles. Intenta defenderse, se cambia de instituto, pero también los nuevos compañeros
están en Facebook y saben bien que tipo de chica es. Se la ridiculiza, se la insulta y se la
margina. En el fondo te lo has buscado: este es el pensamiento oculto que, muchas veces
expresado públicamente, la convence de que su vida ya no tiene sentido alguno. Marcada
para siempre, [en la memoria virtual que nunca olvida] se corta las venas mientras
toma un baño de agua caliente, dejando escrito en su muro de
Facebook: 《Yo no soy así》.6

5 《Las identidades evolucionan continuamente. Cuando se tienen quince años

puede que uno se rebele furiosamente contra los padres, pero a los treinta no
tiene ningún sentido [...] y los compañeros del colegio, los pocos cuyo contacto
no hemos perdido [...] recuerdan perfectamente que éramos personas distintas
entonces》. op. Ibid. p.49
6 Ibid, p. 50 《informamos de un caso italiano, simplemente a título de ejemplo:
http://www.repubblica,it/2008/08/sezioni/cronaca/suicida/suicida/suicida.html 》

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El hecho de que nuestros datos sean públicos, le pertenezcan a una compañía y de plano

no tengas control real sobre esta parte del individuo contemporáneo, se presenta casi de

manera apocalíptica; tal como la memoria de Funes el memorioso parecemos atados a un

perpetuo presente que nos impide pensar y solo nos deja absortos en el inquietante ritmo de la

vida7.

Y… ¿QUÉ DE LA PRIVACIDAD EN LA 《BIG DATA》?

Dos lágrimas, perfumadas de ginebra, le resbalaron por las
mejillas. Pero ya todo estaba arreglado, todo alcanzaba la
perfección, la lucha había terminado. Logró la victoria sobre sí
mismo. Amaba al gran hermano

George Orwell, 1984.

En la época de la hiperconexión, donde cada vez se confunden más los parámetros

públicos y privados, es razonable preguntarnos por nuestra privacidad. Con la llegada del

mundo virtual se ha formado una disyuntiva que obliga a la persona a argumentar en pro o en

contra de: la eficacia y seguridad o la privacidad, sin llegar a un punto medio.

Las redes sociales principales, grandes empresas como Google o Facebook, reconocen y

apoya el hacer público sobre la privacidad, argumentan inclusive la

mejoría que esto representa: 《los datos de los usuarios deben ser

públicos, la privacy debe desdibujarse y quedarse como su fuera una

reliquia del pasado para favorecer las riquezas de la publicidad

difusa [...]. Y que quede claro, todo para nuestro beneficio como

usuarios》8.

7《 Sospecho, sin embargo, que no era muy capaz de pensar. Pensar es olvidar
diferencias, es
generalizar, abstraer. En el abarrotado mundo de Funes no había sino detalles,
casi inmediatos.》. Jorge Luis Borges, Obras completas 1923 - 1972, Emecé Editores, Buenos
aires, Argentina, 1974. P. 490.
8 op, ibid. p.52

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El usuario tiene conciencia de la existencia de la mayoría de sus datos, sin embargo, algunos

no toman en cuenta todo lo almacenado en la Big Data, pues no se archiva únicamente lo que

por propia voluntad es publicado, sino también los recorridos y conexiones que los distintos

algoritmos captan forman una huella indistinguible de la persona, de modo que sea su

identificación en los pasadizos algorítmicos:

Recorrer la historia de Google significa por esto re-recorrer nuestra historia de exploradores
de Internet y de la Web, pues demasiado a menudo hemos delegado la gestión de nuestras
informaciones, nuestros sitios, galerías de imágenes, cuentas de correo, blogs, sms,
conversaciones telefónicas, etc., a empresas que lo son todo menos desinteresadas9

La existencia de una huella10 digital no es realmente un problema, el hombre de la

sociedad actual vive tanto en la virtualidad como en el mundo sensible, de tal manera que

ambos aspectos son parte de su cotidianidad. El problema, que necesita ser tratado

urgentemente, es la falta de control que tiene el individuo sobre esta parte de su vida, desde

que se adquiere algún artefacto electrónico que permita conectarse a la web se hacen

necesarias las concesiones a una serie de permisos con reglamentos sin fin en la que accedes

a ser parte de esta gran memoria no-variable; tanto peor es que por el momento no se

presentan otras alternativas, la virtualidad es una parte importante del hombre actual, y sin

embargo, casi nada de este aspecto le pertenece en lo más mínimo, todo en pro de la

visibilidad, la eficacia y la aclamada seguridad11.

9Ippolita:El lado oscuro de Google,VIRUS editorial, España, Barcelona, 2010, p.145.

10《 La propia huella que marca nuestros movimientos, nuestros contactos
sociales (o telefónicos) es única en cuanto a las preferencias, los gustos, las
idiosincrasias y las pasiones que nos distinguen de los demás. Nuestras pasiones
son, en este caso, los sitios que visitamos y, sobre todo, las búsquedas que
realizamos durante nuestra navegación》. Ibid, pp. 135 - 136
11《 La actividad de Google, en resumen, constituye un peligro evidente para
cualquiera que esté interesado en las temáticas de la privacidad y, en un sentido
más amplio, en la cons-

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MEDIDAS PARA TENER DERECHO SOBRE TU VIRTUALIDAD O LA

NECESIDAD DEL 《SUJETO VIRTUAL》.

[…]. El ciudadano, según nuestra definición, es el
hombre investido de cierto poder; luego el hombre que
tiene ese poder, es ciudadano. […].

Aristóteles, La Política.

Ante estas nuevas tecnologías, que ocasionaron o aceleraron un cambio de paradigma y

un nuevo entorno en el que se desarrolla el individuo, es más que adecuado esperar una

regulación ética y legal en lo que respecta a su uso y a las empresas que proveen el servicio

de la virtualidad; sin embargo, o se ha presentado como una tarea titánica o no se la ha

tomado en consideración, pues lo poco que se hablado legalmente sobre tal cuestión es casi

satírico comparado con la acelerada velocidad a la que evoluciona; tal como señala Ramón

Alcoberro en su artículo Ética aplicada en internet:

Generalmente, para ordenar los usos ambiguos de una tecnología, bastan una serie de reglas,
expresadas en códigos deontológicos, que deben ser formalmente respetados por los profesionales.
Hay un buen número de códigos propios tanto de los ingenieros como de los usuarios de Internet. Y
sin embargo no hay ningún consenso efectivo no ya acerca de una legislación internacional de uso
común sino, ni tan siquiera, sobre las razones que debieran conducirnos a ella.
A nuestro entender, es precisamente este estado todavía ambiguo y contradictorio el primer
argumento para obligarnos a pensar sobre la necesidad de una argumentación moral basada en un
uso (auto) regulado de Internet. Si algo nos obliga a pensar moralmente en ese campo, es el contraste
entre la universalidad de su uso –que parece exigir reglas que vayan más allá de una etiqueta (o
netiqueta) y su estado todavía embrionario en lo que toca a la reglamentación de los derechos. Un
nuevo poder (una nueva tecnología) abre una nueva reflexión.12

El querer negar o no aceptar la necesidad de esta nueva categoría de lo humano en un

tiempo donde es tan cotidiano y cercano como actualmente acontece no sería más que

trucción consciente del propio álter ego digital》. Ibid, p. 145.

12 Artículo disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6025639

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intentar tapar el sol con un dedo. El plano virtual necesita de ciertas regulaciones que

atiendan tales preguntas como: ¿Qué ocurre si no quiero que mis datos estén en la Big Data?,

¿Cómo puedo asegurarme de que al morir mis datos no serán malformados o si sencillamente

no deseo después de mi fallecimiento existir en ningún plano? ni siquiera en la memoria

perfecta de lo virtual, ¿Y si yo quiero mi opacidad antes que la transparencia por la que

funciona la seguridad virtual? Y qué decir ante los constante hackeos a la nube13 en la que se

usan los datos de otras personas bien sea para chantajes o humillación o la posibilidad de que

se vendan un conjunto de datos al mejor postor bien sea con excusas de seguridad nacional, o

al contrario, terrorismo14. Tales causas son más que suficientes para la atención a la creación

de un sujeto virtual, que tal como lo expresa el término estará sujetado por una serie de

principios y normas que harán de la convivencia virtual mucho más segura.

. . .

Así atendiendo a las demandas de su tiempos será necesario una doble ciudadanía que

estarán ligadas la una con la otra, la ciudadanía de antaño en la que nos vemos sujetos a

nuestras acciones en el plano sensible, a la vez que se cuidan nuestros derechos en el mismo;

13 Tal como se señala en el articulo de la BBC, Seguridad informática: ojo con los criminales en la nube:
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2011/05/110530_tecnologia_hackers_seguridad_nube_riesgos_aw
14 Se debe buscar la protección de la identidad individual en la red, tal como lo
expone ippolita: 《El postulado ideológico fuerte que hay que defender es que la
autentificación, entendida como verificación de la identidad, es un proceso
demasiado importante para dejarlo en manos de cualquier dispositivo (máquinas,
instituciones, empresas…), que debería ocuparse de garantizar nuestra
navegación 《autentificada》, y al que realmente se le cae la baba por
perfilarnos, esperando vendernos algún gadget inútil y personalizado; o vendernos
al mejor postor, en caso de que fuésemos por alguna razón《 interesantes》:
policía, servicios, gobiernos autoritarios. 》op, ibid, p. 58

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y la ciudadanía virtual que nos sujetara a determinado tipo de

normas en el plano virtual y asegurará tanto la privacidad como la

seguridad de los datos de propia autoría. Sin embargo ver qué

políticas han de aplicarse para la formación de tal ciudadanía, del

《sujeto virtual》, será tema para un futuro trabajo.

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BIBLIOGRAFÍA

Dictionary cambridge: https://dictionary.cambridge.org/es/diccionario/ingles/big-data

San Agustín: Las Confesiones, Obras de San Agustín II, Las Confesiones, Biblioteca de Autores Cristianos,

de La Editorial Católica, S. A. Madrid 1974.

Ippolita: en el acuario de facebook, Edición: Enclave de libros, España, Madrid, Mayo de 2012.

Héctor Ariel Feruglio Ortiz… [et al.]; compilado por Héctor Ariel Feruglio Ortiz; Naím Garnica; Carlos

Fernando Álvarez Gonzales: El efecto Black Mirror: ensayos sobre filosofía, tecnología y cultura, 1era edición,

Libro digital, 2019.

Jorge Luis Borges, Obras completas 1923 - 1972, Emecé Editores, Buenos aires, Argentina, 1974.

Ippolita:El lado oscuro de Google,VIRUS editorial, España, Barcelona, 2010.

Ética aplicada en internet. Estudio de la ética hacker. Artículo disponible en:

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6025639

Seguridad informática: ojo con los criminales en la nube:

https://www.bbc.com/mundo/noticias/2011/05/110530_tecnologia_hackers_seguridad_nube_riesgos_aw

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