Se nota un cambio en las narrativas delictivas: a comienzos de siglo, los casos
eran más privados en una clave cientificista con algo detectivesco, pero no mucho. En los años 30’ hay un giro que tiene que ver con una narrativa subsidiaria del cine y las novelas, que los ilustradores y periodistas graficaran apelando a los aspectos más “hollywodenses” como su vestimenta, autos, estilos, armas, etc. Ya no se trata de su pasado biológico *no importa el tamaño de su nariz o cabeza sino su impronta*. La policía toma protagonismo, porque es la encargada de controlar esto con patrulleros, organización, radios y detectives. Sin embargo, la narrativa periodística no obedece a un mero interés sensacionalista. Hay algo más.
Prácticas que cambiaron, como la violencia criminal como los modos a
detenerlas *la modernidad con sus nuevas tecnologías hace cambiar los delitos*. Permiten específicamente una historia del miedo al delito, de la percepción del crimen y, lo más importante, una historia DESDE el crimen. Esto supone preocuparse por cuestiones generales como el crecimiento urbano, los usos varios de la tecnología para contener el crimen y proponer orden, el lenguaje de la cultura de masas. Los archivos policiales hablan mejor de la concepción del orden que del crimen, que es el desorden. Lo que se busca es dar sentido a ese sensacionalismo de disparos y persecuciones.
*NO VEO TODAVÏA UN LAZO POLÍTICO, NI IMÁGENES PROMOVIDAS
POR ELLOS; TAMPOCO LA RELACIÓN QUE PODRÍAN ABEVNTURAR ENTRE LA EMERGENCIA DEL DELITO Y LA DEMOCRACIA Y EL RADICALISMO (ME REFIERO A LOS PLÍTICOS, LA PRENSA, ETC)-
La ciudad crece: sus tramas urbanas, su demografía, su gente que se traslada
de los conventillos a la periferia, conformando un cuadro de frontera con nuevo asociacionismo, prácticas políticas, cultura urbana. Ayudándose de lo más bajo, la baja trama política, la policía federal de Capital. Todo ronda sobre la pregunta del orden callejero, porque todo aquello es disruptivo para la tranquilidad. La trama social cambia y ofrece un fresco menos lineal de lo que se cree. *Habría que preguntarse si lo que ve la policía, lo ven los políticos los diarios, y la gente.*
Hay un cruce entre periodismo, literatura y transformación urbana. En cuanto
a los objetos particulares, un ejercicio de la historia es familiarizar lo que para nosotros no es familiar, o a la inversa, ver la perplejidad de las personas con cuestiones que hoy nos parecen conocidas. Reflexionar sobre las prácticas es ver todo lo que está inscrito en la relación de familiaridad con el medio familiar. Tanto el Ford T como la Colt, subyacen el mundo y los temas tratados: el cambio entre ciudad y suburbio; formas de violencia; y las percepción del desorden. Atravesada por un progreso económico de los años ´20 favorece a la mayoría pero no a todos *Cuánto de la crisis mueve a la delincuencia a las personas; cuánto de la erosión de la institucionalidad, promueve también que grupos se ganen la vida por fuera de la ley*.