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Parte I: Prologo

Soltó un fuerte suspiro, inhalo el humo y lo dejó salir lentamente. La mayor parte de su cara
estaba escondida bajo una gruesa y vieja capucha, detrás de él solo había una profunda
oscuridad. Con el débil resplandor de su pipa era imposible ver su silueta.

Se presentó como un bardo (Todavía nadie le creía, ya que su profunda voz era bromista) y
sospechábamos que viajaba a través del peligroso bosque solo. Sin embargo, se ofreció a
contarnos una historia si compartíamos nuestra comida y el calor del fuego. Accedimos, solo
porque no podíamos dejar al viajero en el frío bosque. Nos pusimos cómodos alrededor del fuego,
manteniendo nuestras armas preparadas en caso de peligro y esperamos a que empezara su
historia. La noche era muy fría y su baja y profunda voz se oía tranquila en las montañas,
manteniendo su pipa cerca comenzó con la historia.

Capítulo 1.Genesis.

La historia que voy a contar trata sobre aquellos que llamamos dioses. Escuchar atentamente
porque esta es la verdadera historia...

Hace mucho, un tiempo atrás que no imaginas, solo había un globo en el que toda la creación
estaba mezclada. No había nadie con quien compartirlo, el globo era grande y pequeño, oscuro y
luminoso, todo y nada.

Durante cientos de años el globo empezó a crecer y finalmente dos poderes empezaron a
formarlo. Tal como crecían, los poderes desarrollaron conocimiento y ego y los separaron en
Blanca Luz y Oscuridad. La Blanca Luz estaba formada por lo femenino y se llamó así misma
Encasad. La Oscuridad estaba formada por lo masculino y se nombró Gran Kan. Estos dos entes
marcaron el principio del universo y todo lo que conocemos hoy.
Encasad y Gran Kan unieron sus fuerzas para salir del globo. En este punto el globo se hizo
añicos. Algunos trozos crecieron para llegar a ser Cielo, algunos disminuyeron para ser Tierra.
Entre el Cielo y la Tierra había Agua y algunas partes de Tierra algunos disminuyeron para ser
Tierra. Entre el Cielo y la Tierra había Agua y algunas partes de Tierra formaron Islas. El espíritu
del globo se llamó Éter, por supuesto también hecho añicos con la rotura del globo. Esto trajo la
variedad de animales y plantas entre los seres. Las "Criaturas del Génesis" fueron formadas a
partir de este espíritu, los gigantes eran la mejor raza. Eran conocidos como los sabios, ya que su
inteligencia era tan espectacular como sus fuertes cuerpos. Los gigantes prometieron mantener la
confianza en Encasad y Gran Kan ya que fueron las acciones de los dos dioses las que crearon
su vida y su mundo. Encasad y Gran Kan estaban satisfechos con los gigantes y los nombraron
ser los amos de todas las criaturas. Esto fue antes de la muerte y de que el verdadero paraíso
existiera.

Encasad y Gran Kan dieron vida a muchos ahijados entre ellos. Los primeros cinco gozaron de la
autoridad de la tierra. A la ahijada mayor, Hilen, se le encargó el Agua. Al ahijado mayor, Pagro, el
control del fuego y a la segunda ahijada, Mph, el control de las Islas. El segundo ahijado, Saya, se
convirtió en sabio del Viento. Para la más joven, Eva, no quedaban elementos, por eso ella creó
los Poemas y la Música. Mientras los otros dioses estaban ocupados con sus responsabilidades,
Eva, escribía Poemas y serenaba a sus hermanos con la Música. Y así empezó la Era de los
Dioses no existiendo ningún lugar en la tierra desconocido para ellos.

Capítulo 2. Creación de las razas.

Encasad era la Diosa de la Creación y creó formas usando su propio espíritu. Sus hijos usaron su
propia energía para crear vida a partir de estas formas. Hilen infundió el espíritu del Agua en la
primera forma. Así fue como se creó la raza de los Elfos. Pagro infundió el espíritu del Fuego en la
segunda forma. Así fue como se creó la raza de los Orcos. Mph infundió el espíritu de la Tierra en
la tercera forma. Así fue como se creó la raza de los Enanos.

Saya infundió el espíritu del viento dentro de la cuarta forma. Así fue como la raza de las Arteria
fue creada.

Gran Kan era el Dios de la Destrucción. Cuando vio el trabajo de Encasad, se puso curiosamente
celoso. Imitó a Encasad y creó una forma de su propia imagen. Entonces fue a ver a Hilen, la
mayor de sus hijas y le pidió infundir su espíritu en la forma. Hilen se sorprendió mucho y le
contestó, "Padre, por qué quieres hacer semejante cosa?, Encasad, mi madre, es responsable de
la creación, por favor no codicies aquel trabajo que no es tuyo, una criatura que recibe la vida del
Dios de la Destrucción solo ocasionará desastre"

Pero Gran Kan no se dio por vencido, tras mucho engatusar y persuadir, pudo conseguir
finalmente el consentimiento de Hilen. "Lo haré pues, pero ya he entregado el espíritu del Agua a
madre. Por lo tanto lo único que puedo darte son las sobras". Hilen entregó el estancado y
corrupto espíritu del Agua a Gran Kan. Gran Kan lo aceptó gustosamente. A pesar de todo, Gran
Kan sentía que no era suficiente el darle solo un espíritu a su criatura. Por lo que fue a ver a
Pagro, su hijo mayor, como Hilen, Pagro también advirtió a Gran Kan. Pero no pudo negarse a su
padre. Por lo tanto entregó el moribundo espíritu del Fuego a Gran Kan. Este lo aceptó con mucho
gusto. Mph también advirtió y suplicó a su padre con lágrimas en sus ojos pero terminó
entregando el árido y contaminado espíritu de la Tierra a su padre.

Saya, en su turno, dio a su padre el salvaje y violento espíritu del Viento. Satisfecho, Gran Kan
tomó todo aquello que consiguió y gritó "Mirar la vida de las criaturas que estoy haciendo! Mirar lo
que ha nacido con el espíritu del Agua, el espíritu del Fuego, el espíritu de la Tierra y el espíritu
del Viento. Serán más fuertes y sabios que los Gigantes! ellos dominarán el mundo!.

Gran Kan gritó con gran orgullo a todo el mundo e infundió el espíritu dentro de la criatura de su
propia imagen. A pesar de todo, el resultado fue terrible. Sus criaturas eran débiles, estúpidas,
maliciosas y cobardes. Los otros dioses despreciaron las criaturas de Gran Kan. Para superar la
vergüenza de su fallo, Gran Kan abandonó a sus criaturas y se escondió por un tiempo. Estas
criaturas se llamaron Humanos. La raza de los Elfos era sabia y hábil para realizar la magia. Pero
eran menos sabios que los Gigantes. Por lo tanto, los Gigantes permitieron que los Elfos les
sirvieran en actividades políticas y en temas mágicos.

La raza de los Orcos era fuerte. Poseían una resistencia inagotable y una gran fuerza de voluntad.
A pesar de todo, eran menos fuerte que los Gigantes. Por lo tanto, los Gigantes permitieron que
los Orcos les sirvieran en la Guerra. La raza de los Enanos eran diestros. Eran buenos ingenieros,
hábiles matemáticos y sobresalientes artesanos. Los Gigantes permitieron que les sirvieran en
trabajos de banca y de fabricación. La alada raza de las Arteias era amante de la libertad y
poseían una eterna curiosidad. Los Gigantes querían capturar y subyugar a las criaturas de vuelo
libre, pero en cuanto una Arteria fue encerrada en una jaula, ésta perdió rápidamente su fuerza y
murió. Los Gigantes fueron abandonados, pero permitieron a las Arteias volar libres. Así que las
Arteias visitaban la ciudad de los Gigantes para traerles noticias de otras partes del mundo.

Los Humanos no podían hacer nada bien y así se hicieron esclavos de los Gigantes, haciendo
todo tipo de trabajos. La Vida de los Humanos no era mucho mejor que la de los animales.

Parte II

El gran Kan era un dios libre y desinhibido, pero cometió un gran error seduciendo a Hilen, su hija
mayor. Llevaron su affair, evitando las miradas de Encasad, hasta que Hilen quedó embarazada.
Cuando Encasad lo descubrió, se enfureció. Despojando a su hija de su condición de diosa del
agua, Encasad ordenó a Hilen que abandonara el continente. El Gran Kan le dio la espalda y
Hilen fue abandonada a su suerte.

Estando embarazada, Hilen huyó al este. Y en medio de un profundo y oscuro bosque ella dio a
luz, maldiciendo a Encasad y al Gran Kan con cada dolor del parto.

Los bebés nacidos de los horribles dolores de Hilen y debido a la desesperación y la cólera de sus
maldiciones se convirtieron en demonios. Entre ellos, los más fuertes fueron los llamados
“dragones”.

Había un total de seis dragones, creados con maldiciones contra los seis dioses. Hilen se lleno de
cólera hacia Encasad que la expulsó, y hacia el Gran Kan que la sedujo y después abandonó.
Apoyándose en la fuerza de sus niños, ella creó un ejercito para castigar a los dioses.

Había un total de seis dragones, creados con maldiciones contra los seis dioses. Hilen se lleno de
cólera hacia Encasad que la expulsó, y hacia el Gran Kan que la sedujo y después abandonó.
Apoyándose en la fuerza de sus niños, ella creó un ejercito para castigar a los dioses.

A los dragones más fuertes se les ordenó estar al frente del ejercito de demonios para luchar
contra los dioses. Al oír esto, Aulakiria, el dragón de la luz, mirando con ojos tristes a Hilen dijo:
"Madre, no sabe lo que está haciendo. ¿Usted realmente desea la destrucción eterna de los
dioses? Realmente quiere que su padre, su madre y sus hermanos caigan a tierra en charcos de
su propia sangre?".Sus súplicas no cambiaron los pensamientos de Hilen.

Al final los demonios invadieron el palacio donde vivían los dioses y comenzó una feroz batalla.
Los seis dragones destruyeron por completo el palacio de los dioses. Incluso los dioses se
sintieron intimidados por la increíble energía de los dragones. La batalla parecía destinada a durar
para siempre. Y si la guerra no paraba, el mundo dejaría de existir y todas las cosas vivas serían
aniquiladas.

Numerosos mensajeros de los dioses y demonios fueron destruidos o desaparecieron. Cada día
había rayos y truenos pues las increíbles fuerzas chocaban violentamente en el cielo. Los
gigantes y las otras criaturas vivas de la tierra temblaron mientras observaban la terrible lucha en
el cielo.

La feroz batalla continuó durante varios años, y eventualmente el equilibrio se fue inclinando
gradualmente hacia un lado. A pesar de sufrir muchas lesiones, Encasad y el Gran Kan, tenían
poderes más grandes y destruyeron a muchos demonios. Los dragones aguantaron la lucha,
aunque tenían profundas heridas y estaban acribillados de cicatrices. Su fatiga llegó a ser más y
más evidente. Después de una tiempo, pareció que la guerra acabaría con la exterminación del
ejercito de Hilen. Al final los dragones abrieron sus alas y volaron a la tierra para escapar. Los
demonios supervivientes les siguieron. Y aunque los dioses deseaban destruir a aquel ejercito que
se retiraba, debido a sus lesiones todo lo que podían hacer era mirar como dragones y demonios
partían.
Hilen no podía soportar su tristeza mientras sus niños fallecían uno a uno y perdían la guerra. Por
eso inventó el Inframundo y gobernó sobre él.
Capítulo 4.La gran inundación.

Después de que Hilen se hubiera ido, Eva heredó la autoridad para gobernar sobre las aguas.
Pero Eva era de naturaleza tímida y después de presenciar el terrible fallecimiento de su hermana
mayor y la guerra entre los dioses, ella se volvió aún más temerosa. Para evitar la pesada
responsabilidad que le correspondía, cavó un túnel en el fondo de un lago y se ocultó.
Sin una diosa que gobernara sobre ellos, los espíritus del agua se encontraron sin propósito y
comenzaron a vagar sin rumbo. Un montón de agua se dirigió hacia un mismo lugar y formo un
pantano. El agua no fluyó entonces en otro lugar y allí se formó un desierto. A menudo, partes del
continente se hundían inesperadamente en el océano o una isla nueva aparecía repentinamente
en medio de ninguna parte. En algunos lugares, llovió día y noche hasta que todo excepto las
cimas de las montañas más altas se encontró sumergido.

Allí donde seguía habiendo cualquier pedazo de tierra sobre el agua, todas las criaturas vivas se
reunían para preservar su vida y la tierra cayó en el pandemonium. Tanto en el continente como
en el océano, todas las criaturas sufrían. En nombre de todas las criaturas vivas, los gigantes
solicitaron ayuda a los dioses.

Encasad y el Gran Kan buscaron por todas partes en el continente y finalmente encontraron el
lago en el cual se ocultaba Eva.

"Eva, mira qué sucedió porque evitaste tu responsabilidad. Estás destruyendo la armonía de este
continente que creamos con todos nuestros esfuerzos. No toleraré que continúes
desobedeciéndome." Encasad estaba tan enfurecida que sus ojos ardían brillantes como
rugientes llamas.

Debido a las inundaciones, incontables gigantes y criaturas vivas partieron al mundo de Hilen.
Esto hizo que Encasad envidiara a Hilen. Temblando con miedo, Eva terminó de rendirse a su
madre. Cuando Eva asumió su autoridad para controlar las aguas, los desastres cesaron
gradualmente. Sin embargo, era imposible restaurar el continente que yacía en ruinas.

Parte III
Capítulo 5. El desafio de los Gigantes.

Los gigantes comenzaron a abrigar escepticismo en sus corazones. Gran kaín ya habia probado
su propia estupidez creando una humilde criatura viviente llamada humao. Ademas, debido a la
lasciva conducta de Gran Kan y a los celos de Encasad, El Inframundo fue creado y varios
demonios fueron creados. Debido a la debilidad e incompetencia de Eva el continente fue
gravemente deformado. Las semillas de la duda comenzaron a brotar en las mentes de los
gigantes. ¿Merecían estos dioses su adoración?

Los gigantes podían montar en carros hechos con sus propias manos y entrar y salir libremente
del palacio de los dioses. Ellos podian usar la magia para elevar una isla por los aires y vivir en los
cielos como dioses. Ellos podian prolongar sus vidas hasta parecer que vivían eternamente. Los
gigantes comenzaron a pensar que su poder era equiparable al de los dioses. A pesar de su
sabiduría, se hicieron demasiado arrogantes.

Y asi los gigantes comenzaron su intención de convertirse en dioses.

Comenzaron a experimentar modificando organismos vivos para crear nuevas formas de vida. Los
Gigantes llamaron a la magia que hacia posibles tales milagros “ciencia”. Ebrios de poder, los
gigantes organizaron una fuerte armada para combatir contra los dioses a pesar del error de
Hilen, los seis dragones, y numerosos demonios que emprendieron esa misma tarea.

Los dioses observaron las preparaciones de los gigantes y encolerizaron. Encasad, que había
clamado el único derecho de poder crear vida, estaba ciega de ira. Juro destruir a todos los
gigantes junto con el continente y el mundo entero. Gran Kan le suplicó para que mantuviera la
calma.

“Al igual que eres la Madre de la Creacion” le replicó, “la destrucción es mi responsabilidad. Sabes
muy bien que tuve que resignarme cuando envidiaba tu cometido. Yo castigare a los gigantes por
su conducta arrogante. Si despues continuas deseando destruir el mundo, luchare contigo con
todo mi poder.” Gran Kan no iba a permitir la destruccion del continente, no importaba como, y
Encasad estaba muy ofendida por la intervencion de Gran Kan. Aun asi, como ambos eran de un
estatus similar, ella no podia detenerlo.

Finalmente Encasad entro en razon. Para castigas a los gigantes, decidio tomar prestado el
martillo de Gran Kan – conocido como el Martillo de la Desesperanza. Debido a su inmenso poder
destructivo, ni siquiera Gran Kan habia usado jamas ese arma. Aun llena de furia, Encasad
levanto el martillo alto sobre su cabeza y lo arrojó hacia el centro de la ciudad de los gigantes.

Capítulo 6. El fin de las edades.


Solamente cuando llamas rojas comenzaron a caer desde los cielos los gigantes se dieron cuenta
del tremendo error que habian cometido. Combinando todas sus fuerzas intentaron frustrar el
furioso lanzamiento de Encasad y el Martillo de la Desesperanza. Pero incluso con el poder de los
gigantes, no pudieron mas que desviar ligeramente el trayecto del martillo, que seguia segando
las ciudades mientras descendia a el mundo.
Fue suficiente para destruir a la mayor ciudad del mundo; incontables gigantes y otras razas
fueron instantaneamente diezmadas. Un gran agujero fue creado en la tierra y inmensas olas
cubrieron la superficie. Finalmente, casi todos los gigantes habian perecido.

Aquellos gigantes que consiguieron sobrevivir huyeron al este para evitar la ira de Encasad. Su
camino era similar al que había tomado Hilen en su lucha. Encasad continuo cazándolos uno por
uno y quemándolos hasta la muerte con relámpagos. Los restantes gigantes fugitivos temblaban
de temor y rezaron a Gran Kan.

“Gran Kan, Gran Kan! Nos hemos dado cuenta de que nuestro camino era erroneo. Solo tu
puedes detener la furia y la locura de Encasad. No nos dejes perecer, nosotros que hemos sido
nacidos del mismo lugar que tu mismo, nosotros que somos las criaturas mas sabias y poderosas
en la tierra!”.

De repente Gran Kan sintio que le embargaba un sentimiento de piedad por esas pobres criaturas
y reflexiono que los gigantes ya habian sufrido suficiente por su transgresion. Alzando las mas
profundas aguas de los mares del sur bloqueó el paso de Encasad.

Encasad gritó de furia, “¿Qué es esto?! ¿Quién se atreve a interferir en mi camino?! Eva, mi
querida hermano, librate del agua que bloquea mi paso ahora mismo o preparate para meterte en
los pasos de tu hermana mayor!”

Eva temía a Encasad e inmediatamente devolvió las aguas al océano. Encasad continuo
persiguiendo a los gigantes, matándolos uno a uno. Estos lloraron a Gran Kan de nuevo.

“Gran Kan! El más poderoso de los dioses! Encasad continua acechándonos, determinada a
exterminarnos! Te rezamos, por favor ten piedad y sálvanos!”

Gran Kan levanto la tierra en la que se encontraban los gigantes. El gran risco impedia la
persecución de Encasad y ella gritó en alta voz.

“¡Mph, mi querida hermana! ¿Quién se atreve a interferir conmigo?! ¡Baja la tierra en este
instante. O prepárate para seguir el camino de tu hermana!”

Temerosa por estas palabras, Mph trato de reducir la tierra, pero Gran Kan la detuvo.

“Encasad, porque no lo dejas? Toda la tierra conoce de tu furia y tiembla ante tu ira. Los sabios
pero estúpidos gigantes sienten el mal que han hecho hasta lo mas profundo. ¡Míralo por ti
misma! La raza de orgullosas y nobles criaturas – que una vez dominaron la tierra – esta
escondiendose en una estrecha franja de tierra y temblando de miedo por intentar escapar de ti!
Ya no pueden desafiar a los dioses. Este lugar sera la prision de los gigantes para toda la
eternidad. Calma tu furia, tu venganza esta completada.”

Encasad aun sentia ira, pero no podia actuar contra los deseos de Gran Kan – la fuerza que
poseia era igual a la suya. Ella decidio eso, como había dicho Gran Kan, seria mejor dejar a los
gigantes en esa tierra estrecha y esteril para por siempre arrepentirse de sus pecados en lugar de
matarlos a todos. Acabo su caza y volvio a su casa.

Despues de lo ocurrido, Encasad rara vez interferia con los acontecimientos de la tierra, puesto
que había sido profundamente decepcionada por los seres de la Tierra. Gran Kan también estuvo
de acuerdo en no mostrarse a si mismo en la Tierra. La edad de los dioses estaba llegando a su
fin.

Capítulo 7. Un retorno al fuego del campamento

La extraña pausa en su historia.


Cautivados por el cuento, no nos habiamos movido mientras nos relataba la historia de nuestro
mundo. Su voz, aunque suave, penetraba profundo en nuetras cabezas – como si fuera de
naturaleza magica. El mito del que nos había hablado era completamente diferente del que
nosotros conociamos, aun asi nadie protestó. Nosotros, los mas curtidos guerreros en todas las
tierras, estabamos cautivados por este estrangero, nerviosos, incluso temerosos de este mero
hombre. Cuando un buho cercano alzo el vuelo nos estremecimos con el repentino batir de sus
alas.

El extranjero solto unas risas, levanto la humeante pipa hasta sus labios, y continuo si historia.

“ No desecheis mi historia automaticamente solo porque sea diferente da aquella que conoceis de
los dioses. No hay pruebas de que vuestros sacerdotes esten mas cercanos a la verdad que un
poeta errante. La historia de los dioses es la voluntad de los dioses, no de los humanos. Y asi,
¿cómo pueden unos simples sacerdotes conocen la verdad? Oid de nuevo mientras continuo.
Esta es la historia de la tierra despues de la desaparición de los dioses. Esta es vuestra propia
historia.”

El mundo cayo en una gran confusión seguida de la repentina desaparicion de los gigantes.
Acostumbrados al control de los gigantes, los elfos, elfos oscuros, enanos y humanos se
encaraban con la cruda realidad de defenderse por ellos mismos. En lo mas alto de este temible
nuevo desafio, el mundo en el que vivian presentaba los estragos del impacto del Martillo de la
Desesperanza. Muchos murieron durante los desastres que trajo Encasad, y muchos mas
murieron en la consiguiente confusion y caos. Las razas de la tierra suplicaron fervientemente a
los dioses por la salvación, pero los dioses no respondieron.
Los primeros en tomar control de la situación fueron los elfos, puesto que ellos fueron la raza
responsable de la politica durante la era de los gigantes. Los elfos tuvieron éxito en la unificación
de las razas y continuaron con sus vidas. Pero a medida que pasaba el tiempo, se mostraba
evidente que los elfos no tenian las mismas capacidades para controlar la tierra que tenian los
gigantes. Los primeros en alzarse ante los elfos fueron los orcos.

“¿Son los elfos mas fuertes que nosotros? No! ¿Tienen los elfos el derecho de dominarnos? No!
¡No podemos consentir que aquellos quienes son mas debiles se atrevan a levantarse sobre
nosotros!”

La fuerza militar de los orcos era poderosa y, habiendo vivido solo en paz, los elfos no eran rival
para el orgullo y temeridad de los orcos. La mayoria de la tierra se convirtio en territorio orco en un
instante y los elfos fueron conducidos a una esquina del continente. Aqui los elfos solicitaron
ayuda de los enanos, quienes, con su abundante riqueza y superiores armas, podian tener una
posibilidad contra los orcos.

“Raza de la tierra,” lloraron los elfos, “Venid en nuestra ayuda. Las violentas hordas orcas nos
persiguen con su absoluto poder. Venid – dejadnos combatir juntos.”

Pero los enanos rechazaron friamente ayudar a los elfos. Para sus ojos, el mundo había cambiado
en favor de los orcos. No había razon para los pragmaticos enanos de unirse con el bando debil.
Los elfos se enfurecieron, pero no podian influenciar en su decisión.

Los elfos decidieron entonces conseguir ayuda de la raza del viento – los arteias. Sus reconocidas
habilidades y ataques aereos serian suficiente ayuda para que los elfos triunfaran sobre los orcos.
Una delegacion elfa viajó hasta los confines de la tierra buscando la ayuda de los arteias.
“Raza del viento, venid en nuestra ayuda! Los bárbaros orcos nos oprimen con su absoluta fuerza.
Dejadnos unirnos y enseñemosles su estupidez!”

Pero, al igual que siempre, los arteias no estaban interesados en las politicas o guerras de la
tierra. Determinaron no tomar parte en ningun bando y esconderse en lo mas profundo de las
tierras interiores. Los elfos se desesperaron.

“Alas, nadie nos ayudara! Es este el final de nuestra raza? Son los sucios orcos quienes tomaran
las tierras y reclamaran toda la gloria y la riqueza?”

Capítulo 9. Una Nueva Alianza

Desanimados por los pragmaticos enanos y los neutrales arteias, los elfos estaban abandonados
sin aliados que llevaran a cabo la guerra con los orcos. Abandonados para lamentar su destino,
los elfos se sorprendieron con la aparicion de un extraño entre sus filas. El extranjero se arrodillo
ante el rey elfo, que se acercó para descubrir que el extranjero era un representante de los
humanos. El extranjero llevaba una corona hecha con ramas de arboles.
“¿Qué ocurre, lider de los humildes humanos?” pregunto el rey elfo, “¿Vienes a burlarte de
nuestra desdicha?”

El humano hizo una reverencia con su cabeza y habló, “No, sabio rey. Venimos a ver si nuestras
débiles fuerzas pueden ser de alguna ayuda.”

Los elfos se alegraron, puesto que aunque los humanos eran insensatos y debiles, su gran
numero podia ser de ayuda en la batalla.

“Muy encomiable por vuestra parte, rey humano,” conformó el rey elfo. “Insignificantes seres
podeis ser, pero vuestra devota lealtad y voluntad de sacrificar vuestras vidas por nosotros es
admirable. Vamos, adelante a la batalla para la victoria y vosotros ganareis estar directamente
entre los elfos.”

El rey humano hizo una gran reverencia ante el rey elfo, y levantando su cabeza, mirando a su
homólogo elfo. “Muy noble rey elfo,” dijo, “Nosotros los humanos tenemos una petición que hacer
antes de que combatamos for la gloriosa victoria de la raza élfica. Nuestro poder es insuficiente.
Nuestros dientes no pueden siquiera arañar la piel de los orcos y nuestras uñas son inútiles frente
a sus músculos. Os rogamos, dadnos el poder de enfrentarnos a ellos. Enseñadnos los secretos
de vuestra magia.”

Esta atrevida proposición dejo a los elfos furiosos y conmocionados. ¿Enseñarle magia a los
humanos? Jamas! Los elfos gestionaron, invocando hechizos para convertir al humano en un
monton de ceniza, pero la lider elfica Veora intercedio. Ella sentia que la petición no era
amenzante y debia ser honrada. Los humanos eran demasiado debiles y es muy dudoso que ellos
pudieran vencer a los orcos sin ayuda. Y con sus mentes inferiores, los humanos no serian
ninguna amenaza incluso si fueran capaces de aprender magia. Y asi, ella hizo un trato que mas
tarde le costaria su vida.

Los humans absorvieron rapidamente los caminos de la magia, aprendiendo mucho mas rapido
de lo que los elfos habian anticipado. Los cuerpos humanos, aunque no eran tan fuertes como los
de los orcos, habian sido fortalecidos a traves de la labor constante y la lucha interior entre su
clase. Eran adeptos con sus manos y podian manejar habilmente armas y casi cualquier cosa, su
número incrementó de forma enorme e impresionante. En un corto periodo de tiempo, la armada
humana se convirtio en una fuerza formidable.

Capítulo 10. Un aliado se vuelve enemigo


La alianza entre humanos y elfos comenzo a tomar la delantera a los orcos. Mientras las mareas
de la batalla se volvian a favor de la alianza, los enanos cambiaron su alianza con los orcos y
comenzaron a construir suminstros de guerra para los humanos. Con las armaduras mas fuertes y
las armas mas afiladas de los enanos, los humanos podian ahora derrotar la armada orca sin la
ayuda de las fuerzas elficas.
Aunque las victorias de la alianza crecian en numero, los elfos comenzaban a sentirse inquietos.
Podian sentir que los humanos crecian en fuerza y mas haya de su control. Aun asi los elfos no
permitian que su malestar se convirtiera en preocupación, puesto que ellos no podian imaginar
que lo mas bajo de todas las razas – la basura humana – pudiera concevir una revolución. Y con
la victoria final sobre los orcos al alcance de la mano, los elfos no tenian tiempo que gastar en
preocupaciones con los humanos. Los humanos continuaron aprendiendo mayores formas de
magia, y eventualmente la guera acabo con la victoria de la alianza entre humanos y elfos. Los
orcos fueron forzados a firmar un humillante tratado de paz y rapidamente se retiraron a la
seguridad de sus guaridas en las tierras mas al norte de Elmore.

El lider de los orcos rió mientras partia, “Estupidos elfos. Esta victoria no es vuestra, sino de los
sucios humanos. ¿Cómo os proponeis controlar estos monstruos que habeis creado?”

Habia verdad entre esas palabras de resentimiento, los elfos ahora se encaraban a una nueva
amenaza – los humanos. Pero despues de la larga batalla, los elfos estaban demasiado cansados
y debilitados para luchar. Por el contrario, los humanos con sus nuevos poderes mágicos, se
encontraban fortalecidos. Y asi, los humanos se alzaron contra la raza élfica.

Demasiado tarde, los elfos se dieron cuenta que ellos habian tomado bajo sus alas a la
descendencia de los dragones. Una feroz batalla entre poderes magicos sacudio la tierra una vez
mas. Pero los elfos estaban demasiado debilitados para contener a las fuerzas humanas. Los
elfos fueron obligados a retroceder lentamente hasta que estuvieron forzados a refugiarse en la
seguridad de sus bosques. Desde la seguridad de su posición, preparaban el choque final contra
los humanos. La magia elfica era mas poderosa en estos bosques y buscaron usar esta ventaja
para su victoria.

Los elfos cavaron profundas mazmorras por las que rapidamente se oian los ecos del chocar de
las espadas y los gritos de la batalla. Pero la victoria final en un asedio que duró 3 meses fue para
los humanos. Ni el orgullo de los elfos, ni los poderes mágicos de los bosques elficos, ni siquiera
su superior magia podia hacer frente a la innumerable marea que formaban las armadas de los
humanos. Los elfos sufrieron un gran daño y con el tiempo esparon a la profundidad de los
bosques. En su retirada, conjuraron poderosas barreras mágicas alrededor de sus bosques para
prevenir el paso de los humanos o cualquier otra raza.

Y asi, los humanos se convirtieron en los conquistadores de toda la tierra.


Parte IIII

Capítulo 11. Un Retorno al fuego del campamento

El extranjero levantó la cabeza, había acabado su última historia

El cuento era diferente de cualquiera que hubieramos oido, aun asi nos parecia extrañamente
familiar. La hermosa doncella elfa de nuestra compañía permanecia en silencio, las lágrimas
resbalaban por sus mejillas.

La noche se había cerrado aun más mientras el extranjero hablaba, y ahora los aullidos de las
criaturas salvajes fueron a ninguna parte para ser oidos. El viento había dejado de mecer las
ramas sobre nuestras cabezas, incluso la corriente de aguan del arroyo cercano perecía
enmudecer. Solo el sonido de nuestra respiración y el chisporroteo del ardiente fuego rasgaba la
noche. Parecia como si toda la naturaleza a nuestro alrededor contuviera su aliento para prestar
atencion a la historia que se contaba en el campamento.

Nos juntamos un poco mas mientras el extranjero, aclarando su garganta con una pequeña tos,
comenzaba de nuevo.

“¿No es irónico que la mas baja de todas las criaturas, los humanos, obtuvieran finalmente el
control de las tierras? Pero eso es el resultado de la voluntad humana. Ni siquiera los dioses
podian imaginar que los humanos alguna vez se convertirian en los soberanos de la tierra.

“Ahora, os contare el relato del mas brillante reino humano que jamas haya existido. Esta es la
historia de los humanos que caminaron el mismo sendero que los gigantes.”

Capítulo 12. La historia se reescribe

Durante las largas batallas contra los orcos y los elfos, los humanos comenzaron a formar reinos
primitivos entre ellos. El grupo central estaba compuesto por el clan Athena y humanos hábiles
con la magia. Protegían a su gente con su poder, mantenian el orden mediante amenazas, y
ocasionalmente se veian envueltos en pequeñas y grandes batallas.

El orden se resolvió rapidamente cuando el lider de Athena, Shuniman, unio las regiones
actualmente conocidas como Aden y Elmore. Llamo a este reino Elmoreden y se autoproclamó
emperador. La corona de ramas que adornaba la frente de sus ancestros fue sustituida por una
corona de oro con brillantes joyas que adornaria ahora su propia frente. Llego a ser conocido
como una presencia equiparable a la de los dioses en los tomos de sus seguidores.

El emperador Shuniman se preocupaba de la limitación de vida que tenian los humanos. El hecho
de que Gran Kan, dios de la muerte y la destruccion, fuera su creador, dio a los humanos un
complejo de inferioridad. Ademas, los relatos de que fueron creados a partir de lo sobrante de las
otras razas era profundamente humillante para los nuevos soberanos de la tierra. Para su nuevo
reino, se necesitaba un nuevo mito; una nueva historia que los mostrara como seres nobles.

Finalmente, y a través de grandes reformas religiosas, Shinuman hizo a Encasad la diosa de los
humanos en lugar de Gran Kan. Mitos e historias fueron cambiados y aquellos practicantes de la
magia negra, asi como los seguidores de Gran Kan, fueron acosados. La reforma religiosa
continuo por generaciones hasta que al final todos los humanos creyeron que Encasad, la diosa
del bien, era su creadora y que Gran Kan era simplemente el dios del mal. Cuando supo de eso,
Gran Kan rió en señal de aprobación.

“Aunque no me sirvan, no seré enojado. Pero ignorantes humanos, no importa como intenteis
cubrir el cielo con vuestras manos – es realmente el cielo mas pequeño que nuestro puño?

Capítulo 13. Elmoreden y Perios

Mientras el emperador Shuniman y el reino de Elmoreden crecia y prosperaba, la region de Gracia


a través de las aguas seguia sumida en la confusión. La geografia de Gracia era variada y
peligrosa y aunque muchas grupos de humanos lucharon por su control, ningun poder había
emergido para unificar su gobierno. Pequeños reinos salpicaban el paisaje, reclamando parcelas
de tierra para si y conducian pequeñas escaramuzas y grandes batallas mientras peleaban por la
dominación.

Llego el dia en el que la poderosa armada de Elmoreden invadió la tierra a través del puente
occidental y el reino de Gracia se vio forzado a aliarse para su propia defensa. Mucha de la
realeza y la aristocracia fue asesinada en el proceso. Los aristocratas supervivientes aumentaron
su poder. Finalmente, la invasion de Elmoreden fue repelida, y ademas sirvió para crear una
fundación para el recientemente unificado reino de Gracia. Este nuevo reino fue llamado Perios.

A partir de entonces, Perios y Elmoreden se encerraron en una disputa por la dominación.


Elmoreden, que había establecido primeramente un reino unficado y poseia un gran poder militar,
era muy superior. Aun asi Perios disponia de sus propios recursos. Primero, el mar que separaba
los dos reinos limitaba los caminos para atacar. Ademas, la gente de Perios poseia poderosas
reliquias abandonadas por los gigantes que podian ser de ayuda para conseguir la ventaja militar.

Incluso con su aplastante poderio militar, el reino de Elmoreden no pudo conquistar Perios.

Capítulo 14. Beleth y la Torre de Marfil

El reino de Elmoreden era el hogar de la Torre de Marfil, una institución para el aprendizaje de la
magia. Los magos trabajando en la Torre de Marfil trataban de recuperar, estudiar y mejorar la
antigua magia de los gigantes. Las capacidades magicas de los estudiantes de la torre eran
magnificas, y llego un tiempo que su influencia sobre el reino era cercana a la del emperador de
Elmoreden.

Entre ellos se encontraba Beleth, el mago mas poderoso de todos y uno de los mayores genios
que han caminado sobre la tierra. Estaba obsesionado con la magia de los gigantes y consiguio
adquirir casi todos sus poderes. Pero el poder de los gigantes era un poder maldito no adecuado
para los humanos, y habiendolo conseguido, la ambición de Beleth y su sed de control crecio
desmesuradamente. Alarmado, el reindo y los magos de la Torre de Marfil combinaron sus
fuerzas para encargarse ellos mismos de Beleth. Pero Beleth albergaba una tremenda fuerza y
poder en las artes oscuras.

Finalmente, los magos de la Torre de Marfil, usando la prohibida magia negra, consiguieron
suprimir los poderes de Beleth el tiempo suficiente para atraparlo y encerrarlo en las mazmorras
bajo la torre. Pero a pesar de los caballeros y magos que protegian el sello, Beleth consiguió
romper el sello y escapar. Huyo a la Isla de Hellbound a recuperar sus fuerzas y continuar con su
ambición de conquista.

La magia negra lanzada para atrapar a Beleth tuvo efectos secundarios. Las partes mas al sur de
la region ahora conocida como Gludio fueron convertidas en tierra muerta bajo los efectos de la
magia negra, y muchos humanos fueron asesinados cuando el hechizo fue lanzado. El reino
hecho la culpa de esto a Beleth y propago que Beleth era un demonio oculto entre los hombres.
Capítulo 15. Discordia entre los elfos

Un gran cambio ocurrio en los bosques elficos durante este tiempo. Habiendo perdido el control
del continente por los humanos, los elfos iban perdiendo gradualmente su confianza. Comenzaron
a olvidar su ambicion por controlar la tierra y se contentaban con sus apacibles vidas en los
bosques.

Habia un grupo conocido como los Elfos Marrones que se encontraban insatisfechos con la
complacencia de los elfos. Poseian un fuerte sentido de la ambición, e insistian que la guerra con
los humanos debia continuar – incluso si eso significaba el uso de la prohibida magia negra. Sin
embargo, esta postura se encontro con una fuerte oposicion por parte de los otros elfos.

Durante este periodo, un mago humano aparecio entre los Elfos Marrones y, aproximandose a su
lider, dijo.

“Rey de los Elfos Marrones – tu deseas poder. Pero los debiles Elfos Silvanos intentan influiros
temor para evitar que consigais ese gran poder que anelas. La unica preocupacion reside entre si
atacarlos directamente o traer una plaga inluso mayor que provoque a los humanos. Son estos
pensamientos insulsos los que han traido la debilidad a la raza elfica.

El lider de los Elfos Marrones responido cautelosamente, “Quien eres tu, mago humano? ¿Qué
objetivo buscas engañandonos?”

“Mi nombre es Dasparion y solo soy un simple mago. Pero poseo la fuerza que deseas. Puedo
ayudaros en alcanzar vuestras ambiciones y a cambio deberas darme lo que yo deseo.”

“Y que es aquello que tu anelas?”

“Vuestra juventud. El secreto de la vida eterna.” Una ligera sonrisa apareció en la boca de
Desparion. “Anque sea habilidoso con la magia, sigo siendo un humano y mi periodo de vida no
es ni siquiera 100 años. Entonces, Rey de los Elfos Marrones, cual es tu decision? Podemos
ayudarnos mutuamente en conseguir lo que queremos.”

Seducido por los poderes de la magia negra que poseia Desparion, los Elfos Marrones aceptaron
su proposicion y aprendieron las artes oscuras bajo su tutelaje. Desparion por su parte adquirio
los conocimientos de la inmortalidad y abandono los bosques satisfecho.

Cuando conocieron lo ocurrido, los Elfos expulsaron a los Elfos Marrones, que habian
abandonado a Encasad y comenzaron a seguir a Gran Kan. Una batalla surgio entre los Elfos. Los
Elfos Marrones, actuando como les había enseñado Desparion, usaron un mortal hechizo para
aniquilar a los Arboles Elficos. Pero los Arboles Elficos, con su ultimo aliento, arrojaron una
maldicion sobre los Elfos Marrones. La maldición marco con la podredumbre los bosques de los
Elfos Marrones y se convirtieron en la raza de las oscuridad. A partir de entonces, los Elfos
Marrones fueron conocidos como los Elfos Oscuros.
Capítulo 16. El Final de la edad dorada

La edad de oro de Elmoreden llego sobre 100 años despues de su creación, durante el
reinado del Emperador Baium. Con un gran carisma y habilidad de liderazgo, Baium creo
la armada mas poderosa de la historia del reino. La armada condujo a los orcos, que
tenian una influencia considerable en las partes mas al norte de Elmore, a los bosques
negros, conocidos posteriormente como el Reino Orco. Ademas, la armada de Baium
lanzo repetidos ataques contra el reino de Perios, y finalmente ocupó las regiones
sureñas de Gracia.

En sus ultimos años, Baium perdio interes en la conquista y uso las fuerzas del reino para
comenzar la construccion de una elaborada torre que se elevaba hasta las nubes.

“Mi nombre inspira temor en cada rincon del continente. Decenas de miles de vidas
pueden ser perdidas o salvadas con un simple movimiento de mi mano. Mi poder es
absoluto. Solo poder tener este poder por algunas decadas, No puedo permitirlo! No –
Debo obtener una vida eterna de los dioses y dominar mi reino por siempre!”

La maginifica torre que diseñó Baium tomo 30 años en su construccion. Intento usar la
torre para escalar hasta la residencia de los dioses y obtener el secreto de la vida eterna.
Cuando hubo escalado la torre, los dioses objetaron sus planes y le dieron esta
respuesta:

“Hijo de los humildes humanos, y un mismo humano: ¿Te atreves a mancillar nuestro
hogar para conseguir una vida eterna? ¿No has aprendido nada de la lección a los
gigantes? Muy bien, si la vida eterna es lo que deseas, debemos atender a tu petición.
Pero jamas deberás abandonar tu torre.”

Habiendo llevado la furia de los dioses a si mismo, Baium se encontraba atrapado para
toda la eternidad en lo mas alto de su propia torre. Despues de la repentina desaparicion
del emeperador, una feroz competicion irrumpió entre la familia real por la disputa del
trono. Numerosos aristocratas también vieron la oportunidad de reclamar el trono, lo que
dejo a todo el reino de Elmoreden sumido en un conflicto interno. Los costos y la labor
requerida para la construccion de la torre ya habian mermado al reino. La union del
conflicto y la lucha por el trono vacante fue la gota que colmo el vaso. El resplandeciente
reino de Elmoreden, poderoso en el continente por mas de 1000 años cayo rapidamente
en declive. Solo en unos 20 años, el reino se encontraba inmerso en el desorden y la
confusión.
Capítulo 17. Un retorno al fuego del campamento

La historia, que había sido cambiada por una comida y la calidez del fuego, continuaba
hacia una desagradable dirección. No conociamos la identidad de este extranjero, ni
siquiera sabiamos porque nos estaba contando estas historias. Aun asi prestabamos
atencion, un publico cautivado, incapaz de mirar a otro lado o moverse, como si una
fuerza invisible nos mantuviera clavados a nuestros asientos.

El hombre actuaba como si no hubiera nadie mas. Agarro unas cuantas ramas y hojas
secas y las arrojo al fuego agonizante. Las llamas, que practicamente estaban
extinguidas, ardieron nuevamente con renovado vigor. El hombre ni siquiera había mirado
en nuestra dirección cuando comenzo a hablar de nuevo.

“Mi relato esta ya cerca del final. La historia que estoy a punto de contar es muy familiar –
de la lucha de poder entre los humanos que sigue incluso en nuestros dias. Esta es la
historia del continente despues del desmoronamiento de Elmoreden.”

Capítulo 18. Batalla por el continente

Aunque la destrucción de Elmoreden sirvió para retrasar la caída del reino de Perios, nada
podía parar las inminentes plagas de las regiones del sur de Gracia, ni el frío devastador
que lo barría todo desde el norte. Como Elmoreden antes que ella, Perios desapareció en
los polvorientos tomos de la historia.

Después de que la caída de estos, una vez grandes reinos, la tierra se vio convulsa en una
horrible agitación y los oscuros tiempos evocaron las memorias de la consecuencia de la
gran plaga. La aristocracia humana lucho entre ella por la supremacía e incluso concedió
tierras a los seres no humanos a cambio de ayuda militar. Los orcos usaron esta
oportunidad para ganar un equilibrio, sirviéndose de su fuerza para ello. Reorganizando
sus ejércitos, los orcos emprendieron de nuevo su campaña para dominar el continente.
Sus ejércitos eran poderosos y pronto ocuparon las partes norteñas de Elmore, pero la
lucha entre los orcos nobles y los de baja cuna debilitó su energía.

En medio de estos conflictos, los elfos no podían hacer mas que luchar por sus vidas
contra sus oscuros hermanos. Y los enanos no eran ningún adversario para el ejército de
orcos que actuaba violentamente y fueron empujados fácilmente a un lado.

En este tiempo, emergió una facción humana dominante, conocido como el reino de
Elmore. Sus pretensiones de ser descendientes directos del emperador de Elmoreden,
fueran verdad o mito fueron aceptadas por la mayoría, porque tenían la verdad de la
fuerza y el acero tras sus palabras. El ejército de Elmore chocó con el ejercito de los
orcos en muchas fabulosas batallas. La guerra emprendida duro por varios años,
causando incontables bajas en cada lado. Las fuerzas estuvieron igualadas
eventualmente, porque aunque los humanos superaran en numero a sus enemigos, la
increíble fuerza del poderoso ejercito orco hacia de el un enemigo formidable. Al final, de
todas formas, derrotados gravemente, los orcos fueron conducidos otra vez de nuevo a
sus propias tierras, donde consumieron el tiempo planeando su venganza. En cuanto a
los enanos, los pocos que permanecían en el continente fueron expulsados a las
profundidades de las montañas Spine.

Con su fuerza militar ahora disminuida, el ejercito de Elmore ganó finalmente el control de
todas las tierras del norte y avanzó hacia el sur, buscando juntar el continente entero bajo
la bandera de Elmore. Pero esta unificación no se realizó. El Oren, el más poderoso de los
reinos del Sur, evitó al ejercito invasor con sus fuertes magos y sus soldados bien
entrenados, y Elmore no se pudo igualar a un ejercito que luchaba por defender su tierra.

Varios reinos meridionales crecieron bajo la protección de Oren y juntos empezaron a


formar una nación. Estos reinos mantuvieron el equilibrio entre sí y crecieron fuertes y
prósperos.

Capítulo 19. La ascensión de los dos reinos

Muchas guerras acompañaron a numerosas generaciones, y alejada del caos, Gracia se


convirtió en el primer nudo que uniría los hilos de la unidad. Un hombre llamado Paris,
con su valor militar y su enorme fuerza trajo la gloria a su gente, ganando muchas batallas
y demandando tierras en nombre de los Beheim.

Paris alcanzó el status de leyenda cuando el y su ejércitos se enfrentaron contra los


feroces montañeses de Quaser En una lucha desesperada contra Tor, el más poderoso
guerrero de los Quaser, Paris le hirió de gravedad. Tor, que era considerado una leyenda
porque nunca había perdido una batalla le preguntó.

“¿Eres tu realmente un humano? Tanta fuerza, tanta velocidad...”

Frente a su enemigo, Paris miró sobre el campo de batalla y contestó: “Deseo realmente
unificar esta tierra... Bravo guerrero del norte, prométeme tu lealtad y juntos
conquistaremos a aquellos que osen oponerse a nosotros”

Y así Paris lideró a los caballeros del Halcón Blanco, los caballeros del viento y a los
ahora nuevos aliados montañeses a través de las tierras de Gracia alcanzando muchas
victorias militares. Las tierras de Beheim aumentaron en cinco veces sus fronteras y en
cuanto a Paris, él organizó una sublevación contra la realeza y ascendió al trono.

Mientras tanto las tierras meridionales también estallaban con actividad y muchas eran
debidas a las turbulentas noticias de Gracia y Elmore. Un líder carismático llamado Raoul
apareció y condujo su propia campaña para unir una fuerza personal bajo su bandera. Un
fiero orador, Raoul derrotó a los que se opusieron a él no con las armas sino con la
palabra. Sus discursos solían ser generalmente como este:

“¡Señores de la Tierra! ¿No ven que esta ocurriendo mas allá de nuestras fronteras?
¡Formidables enemigos avanzan hacia nosotros mientras hablamos! El reino de Elmore ha
buscado durante largo tiempo nuestra abundancia y nuestras tierras y esta solo
esperando el momento adecuado para atacar. ¡Si la región de Gracia de mas allá de los
mares decide también moverse, seremos barridos! No hay otra opción que unir a nuestros
ejércitos bajo una misma bandera y prepararse para la guerra.

Raoul uso la persuasión para atar solidamente las tierras meridionales. Pero la amenaza
del reino de Elmore no era tan grande como se percibía, ya que ellos se encontraban
demasiado ocupados con la masiva sublevación de los orcos como para centrar su
atención en Aden.

No obstante, Raoul primero combinó sus fuerzas con su aliado Inadril, y juntas estas
tierras establecieron el reino de Aden. A diferencia de Paris, Raoul emprendió una
campaña sin sangre y avanzó fácilmente hacia el oeste para adquirir Kiran y Dion.

Fue en Oren donde Raoul tuvo la primera resistencia a su plan. Oren demando ser el líder
de las tierras del sur y no aceptaba otro líder que no fuera el suyo propio. Eventualmente
los dos reinos chocaron, pero el reino de Aden maniobró una notable victoria. El reino de
Gludio, testigo de la fuerza del ejercito de Aden, eligió voluntariamente aliarse con él,
terminándose así la unificación de Aden. Después de eso, Raoul se conocería como el
Rey de la Unificación.

Capítulo 20. Los herederos de la Tierra

Poco después de la unificación de Aden, Gracia estableció sus propias tierras cuando la
última oposición, los Hwuh, cayeron a manos de Paris. Paris trasladó la capital a Arpenino
y reorganizó la estructura de su reino.
Aden se mostró a si misma una vez que era una fuerza a reconocer con su acertada
defensa contra el ataque de Elmore. Sin embargo, se dio la vuelta a una nueva pagina en
la historia con la repentina muerte de Raoul. Detectando el apropiado momento para
atacar, Elmore invadió en varias ocasiones las tierras del norte de Aden. El sucesor de
Raoul, Travis consiguió librarse de los invasores, pero el pronto murió a causa de una
misteriosa enfermedad. El siguiente en la línea del trono era un chaval de dieciséis años
llamado Amadeo.

Al oír esas noticias, Paris exclamó,


“¡Los cielos están ayudando al reino de Gracia! ¿Un rey de dieciséis años? ¡Esa será la
caída del reino de Aden!”

Pero Paris subestimó gravemente al joven Amadeo. El joven rey triunfó en una defensa a
gran escala contra Elmore y Paris detectó que su oportunidad de conquistar Aden se
desvanecía. Haciendo caso omiso, del consejo de todos, incluyendo el de su hombre de
confianza, Dillios, Paris lanzó un ataque masivo contra Aden por mar y tierra.

Los resultados fueron catastróficos. Asteir, el expulsado rey de Elmore, unió sus fuerzas
a las de Aden, el que había sido durante largo tiempo enemigo de su padre. “¿No tienes
vergüenza? ¡Deberías de matarte con tu propia espada por estar apoyando al enemigo de
tu padre!” Gritó Paris lleno de furia. Asteir ignorando el comentario, contestó “Tomare
medidas con el cachorro mas adelante, pero ahora tu eres mi presa principal”

La batalla de Kiran se mostró como un momento clave en aquella guerra y las tropas de
Gracia fueron derrotadas y desmoralizadas, retirándose a sus propias tierras. El fallo en la
invasión de Aden dejó huella en el orgullo de Paris, porque él jamás había conocido la
derrota. A causa de eso, Paris enfermó y murió poco después.

El heredero de Gracia era un hombre frágil llamado Carnaria, al que muchos juzgaban
inadecuado para gobernar el reino. Cucarus, desde la oposición, desafió a Carnaria por la
posesión del trono. Aconsejado por Dillios, Cucarus ganó popularidad entre la gente de
Gracia y el Carnaria dividieron el reino en dos facciones. El norte y el sur de Gracia
llegaron a ser enemigos encarnizados y la lucha consumió todas sus energías.

Estas fueron las mejores noticias para Amadeo, y utilizó esa tregua en la lucha para
fortalecer el reino de Aden. A través de estos esfuerzos, Aden, Elmore y Gracia entraron
en un periodo de paz y se dio paso a una difícil época de paz.

Capítulo 21. Epílogo

Cuando el hombre hubo acabado la historia, la luz había empezado a arrastrarse por el
oscuro cielo. La larga noche había pasado y llegaba el amanecer. Nada quedaba del fuego
salvo la ceniza humeante. El narrador encendió su pipa de nuevo y le dio una calada
pensativa.“Así que mi historia llega a un final por ahora ¿Con el tiempo, continuará la
leyenda quizá? Quién sabe... ¿Estarán vuestros nombres algún día en mi historia?"
La luz del sol de la mañana empezó a elevarse y pude detectar que un acontecimiento
realmente significativo estaba ocurriendo frente a mí. Conseguí reunir el valor de
preguntarle.“¿Quién es usted? ¿Porque nos cuenta estas historia y como es que usted las
conoce?"

El hombre sin mediar palabra se puso en pie. Cuando se levantó empezó a aumentar de
tamaño. Él, que había parecido un hombre mientras se encontraba sentado era ahora un
gigante de casi veinte pies de alto, su sombra cubría al grupo entero. Sus rasgos seguían
sin distinguirse debajo de su capucha. Y entonces él, lenta y sutilmente empezó a
evaporarse. Solo puedo describirlo ahora como si sus bordes se marchitaran y
repentinamente una ráfaga de viento se lo llevara como si solo fuera polvo.
El no nos había dicho nada, pero ahora creo que sé quien era. Disfrazarse para contar
historias a las razas del mundo es exactamente la clase de acto que realizaría uno que ha
existido desde el principio del mundo... ¿Tal vez incluso aquel que creó la humanidad?

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