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DE INTERFASE
El hombre, como eslabón biológico su- - construidos
46 (26) Rubén Pesci.op. cjí no- (27| Paulo Freiic, «La Pedago- lialia. (28| Jean y Simone Sauvy, III, 1974, Milán, l;ali
la !2 gía degli Oppressi», Ediíorial *il bambino sha scopeiia de-
A, Mondadori, 1972, Verona, lio spazio», Editoriúl feliíine-
S j r se relacionan entre si para dar proce-
. ciclosbio-psico-fisicosautoequili- ¿os esquemas proxémi-
cos ofrecen a menudo
uno clave excelente
para comprender las
' de máxima privacidad diferencias entre di-
* de convivencia en el grupo familiar versas culturas. Una
escena de la vida fran-
' de mínima publicitud
cesa, espacio lleno de
* de máxima publicitud mesitas en lo terrazo de
' de total integración con la naturale- un café.
* de mediana integración
* de nula integración o máxima arti-
• : alidad, etc.
(o) / (p¡
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2 ' " I r - "
Se hablaba poco tiempo atrás de por- Podríamos trasladar ejemplos como es-
qué el centro turístico de Punta del Este ha- tos a la escala del micro-ambiente: el
bía crecido tanto más, y se había consa- living en una casa; si la familia se lleva bien,
grado en una forma tal, que ensombrecía es el lugar del encuentro, pero si surge la
a tantos bellos balnearios aledaños; es que reyerta se vacia y es esquivado por todos.
la situación de la Punta (fig. 16) con: Y en e! otro extremo, el jardín del fondo o
- su posición de nexo entre la costa las medianeras son los lugares «termina-
oceánica y la del Río de la Plata; les)), salvo un emprendimiento conjunto con
- su dominio geográfico de mar, Islas, el vecino, y entonces todas las intenciones
sierras, lagunas y bosques; se concentran en el limite.
- la mejor accesibilidad relativa que ¿Qué hay de común en estas situacio-
otros balnearios oceánicos; nes?
- la variedad o diversidad que ofrece, ¿En qué difieren sin embargo, que
y por ende el mayor tiempo de permanen- sólo hemos enunciado unos pocos ejem-
cia que provoca en sus turistas; plos y son de naturaleza tan diversa?
- el tipo de población que la ocupó (en Nos debatimos durante años detrás de
su mayoría de alto nivel adquisitivo y una epistemología de las situaciones, y de
deseosos ya sea de excelencia, como de sno- una posible taxonomía esclarecedora.
bismos); Primero, fue la noción de nexo y su an-
provoca tan incomparable sensación tinomia en la ausencia de nexos (margen
de único, especial, focal, convergente, que o marginalidad), pues en ello vimos el im-
puede explicar claramente su suceso. pulso hacia acercarse o alejarse de algo. La
Magias como éstas explican también bella frase de Antoinede Saint-Exupery (31)
el triunfo histórico de algunos lugares so- «haz en la morada un corazón para que uno
30) Ver Espacios CEPA CP 67. Buenos Aires, 1978- (31) Antoine de Saini-Exupérv, (cs. Argentina.
r-ompOftamicntoyAmbien- •Ciudadela-, 1942. Ediioria!
:?>, Editorial Librería Técnica Goncourt. 1966, Buenos Ai-
pueda alejarse o acercarse de algo» nos per- 1981, y a la teoría de la comunicación, que
siguió como una pasión entre 1966 y empezamosa utilizaren 1983.
1972.
No nos detendremos aquí a explicar los
Luego, entre 1973 y 1975, investiga-
proyectos e investigaciones realizados
mos alrededor de la «situacionalidad» y en
bajo esta búsqueda. Pero en cambio, es-
contrapeso, la mutabilidad.
tas páginas penniten revelar lo que nos pro-
Ambas nociones se debilitan por su im-
pusimos con ellos.
potencia para describir el universo amplio
En la ecología hallamos la noción de in-
de la problemática que intentábamos
terfase. que describe el punto de contac-
definir. Nexo era demasiado mecanicista.
to (o el área y factor de interrelación) en-
Situacionalidad demasiado antropolo-
tre dos o más ecosistemas [ver nota 32 y
gista. Sirven para definir el impulso posi-
fig.l7).
tivo, pero no su faceta negativa.
Esas áreas representan el máximo
Luego, entre 1976y1981 le asignamos interés ecosistémico, pues concentran
una función convocante a los espacios la energía y la información que emiten los
abiertos [ver Cap.3) como si en ellos -y des- ecosistemas que allí convergen, y con
de la importancia que desde ellos queda ello superponen y hasta multiplican su pro-
asignada al espacio- se concentrara todo blemática propia en una nueva mucho más
el poder del «ser en situación», o de la con- afín con la caracterización amplia de la bios-
sustanciación hombre-mundo. fera a la cual pertenecen. Es el caso de una
Tuvimos que atravesar epistemológi- playa, alterada y producida por la energía
camente dos rotundos universos del cono- del oleaje y sus depósitos marítimos, al mis-
cimiento, para encontrar una explica- mo tiempo que por la configuración geo-
Jorge Morello, Secuen- ción mejor. Me refiero a la ecología lógica de la costa y su funcionamiento bio-
cias de interfases na-
turales, 1982. urbana, que descubrimos fascinados en lógico.
Rime: Revisto .A/MBtEN!8 N''
35. Fundación CEPA.. Diciem-
bre de 1982. Argentino
iiiEirmlirvt.
52 (32) Ver Jorge Mofdlo. "Eco- 1982. y también Proyecto 1978 iLos problemas de las complejos y requieren un campiña Esta mterfase es Losmásautcntícosyesencia-
logia, Turismo y Planifica- MaB/H, Roma, Programa áreasverdessevueivenenor- mayor empeño si se afrontan el lugar culminanie del em- les problemas de la ecología
ción», levisia .Vmbienie 3S, MaB/UNESCO, Repon N"4, niemeníe mas impórtame^ y en !a interlase entre ciudad y peño cralógico por la ciudad, -de una autentica ecología
El hombre aprendió a reconocer esas tos la teoría de la comunicación. En un
condiciones, v una vez logrado, también punto o área de intercambio existe la in-
focalizó hacia ellos su tensión emocional formación que emite cada parte, pero tam-
y sus apetencias funcionales. Por ello bién la producida por la interacción; es-
eligió bordes fluviales para asentarse: el Ni- ta Interacción es en los sistemas sociales
sis árabes, el Rhin, el Danubio. Por ello de- más rica informacionalmente que la
san-olló culturas costeras: Venecia, Genova, simple información de ida (Gráfico 9).
experimental y cualitativa, ¡iresentan justamente en ieras el dinamismo alcanza un mente precarios y vulnerables; cuentemente dramática. áreas más o menos densa-
por lo tanto y ademas de las interfases o en la ionas máxirtio de conflictualidad; los la confrontación entre modos Es evidente que la ófjtica de mente urbani¿:adas y áreas
una ecología de base- se de transición. En estas fron- equilibrios son particular- de desarrollo se vuelve fre- una confrontación entre verdes periurbanas es re-
- un club
- un partido político
Romo, cstructuroción
urbono por in terfoscs - un bar o café
riiiciivo en las confronta- lógicos-li Límanos que coexis- esencial si consideramos que tuoso y envolvente, devora y cidad y automatismo pro- el encuentro o el clioque
ciones de la tremenda to- ten en esta mterfase; pero se el proceso de expansión de la elimina antes que nada, estas pio de un «bull-dozer». con un «verde» genérico, in-
talidad de los problemas eco- transforma en una óptica ciudad todavía tan impe- áreas verdes con la mecani- Sobre esta frontera no se da diferenciado, sino con di-
fases sociales, con o sin un locus o espa-
cio físico generador, sabiamente entrela-
zadas con interfases físicas naturales
(fig. 19).
-rsidades de «veide», que tiiente periurbano. £s absoi j - versidades para que al menos cuenta».
•ati expresiones de otras íamente necesario tomar la expansión futura de la Valerio Giacomini, Reporl N°
•jntas diversidades del arn- conocimiento de estas di- ciudad pueda tenerla en 4Junio 1978.
dala (lo construyo) y habito; ergo s o y - líticas recelosas, etc.) (Gráfico 12).
Corno Rómulo y Remo, al marcar con un
Distintas escalas y tipos de interfases en
Roma arado el círculo donde se alojaría Roma Se pueden registrar en la historia
(35). mil formas de conciencia sobre la valo-
Claro que la idea moderna de interfa- ración de las interfases.
\- \ se es mucho más rica y compleja: más que Cuando Olmstead diseña el Central
un limite (desde Prigogyne sabemos me- Park para organizar el crecimiento de Nue-
jor que los sistemas vivientes son no só- va York en la Isla de Manhattan, conci-
lo probabilísticos sino discontinuos) es el be una gran interfase (social y física) y en-
punto de máxima interacción. En realidad trega a ella el rol macro-estructurador
^ 0 't'tücr
los límites fueron siempre eso. una mura- urbano, incluso en la captación y acumu-
lla, pero contenida y constreñida forzada- lación de agua potable, mediante sus gran-
mente. des reservorios a cielo abierto (Fíg.20).
Cuando el Barón Haussmann reestructu-
Las fuerzas y medios de interacción hoy ra París lo cruza (aún violentamente)
son de tal porte que es ocioso repri- por nuevas, arbitrarías y artificiales inter-
mirlas, y además en la perspectiva de la fases sociales -los boulevares- que pro-
diversidad como valor básico, es bueno y ponen las nuevas situaciones de urbani-
necesario captar y canalizar fuerzas y no dad para una sociedad cada vez más
pretender anularlas (ver Cap.4, sobre la movilizada y exhibicionista que no se sen-
participación social). Surge entonces tía ya representada por la «place» congre-
una decidida necesidad de reinterpretar gante (Fig.21).
el comportamiento del ambiente a n -
trópico en términos de interfases, y ver en Pero es conveniente avanzar hacia
especial su manifestación en la construc- una conceptualización más técnica y
ción de ciudades. precisa del concepto de la ciudad como sis-
Si en la cuestión urbana los Impulsos tema de interfases, o de la aplicación de
de agregación y/o desagregación (ya no la teoría de interfases como macro-mo-
hablamos de limites) son esenciales deladorde la ciudad.
(Gráfico n ) , en la tendencia a la metro-
polización se vuelven mucho más críti- Cuando en 1984 desarrollamos el
cos y necesarios (ver Cap.1) por las fuer- «Proyecto de Ecología Urbana del Sistema
z a s e x p l o s i v a s que d e n t r o de una Urbano Pampeano» pudimos realizar di-
conurbación tienen sus energías en com- cha conceptualización teórico-metodoló-
petencia (cursos de agua, relieve, grupos gica clasificando las interfases por sus t i -
sociales en contraste, jurisdicciones po- pos y características principales:
56 133) En una bella enirevisia mente la idea de ambiente revista A/mbienie N°21.1980. (34) Ver las teorías filosóficas tat humano, en Tomás Mal- lli, 1987, Milán, Italia,
que el auioi realizara a Saba- maléfico y benéfico. Ver • Er- de Jurgcn Habermas aplica- donado, «11 Fuluro della Mo-
io. ésie caracterizó magisiral- nesto Sábalo y el Ambiente-, das a l a eupücación del habí- detnitá'. Editorial Feltrine-
«A) Tipos de interfase borde o limite entre áreas activas o en-
tre el tejido urbono indiferenciodo que se
Por su valor comunicacional, hemos aglutina a aquellas.
venido mencionando dos tipos de in-
terfase: positiva (que permiten y pro- Son fundamentales como «tapones
vocan elaboración de información); ne- ecológicos» para evitar la urbanización
gativa (que no lo permiten ni lo provocan). sin limites, y como frontero para coadyu-
Pero por su grado de actividad en la vara la identidad de los núcleos de inter-
producción de aquel valor, podemos ha- fase activa. Pero hoy en cambio se com-
blar de interfases «activos» o efectivas y portan como frontera donde los sistemas
«pasivos» o latentes. limítrofes descargan todos sus excre-
mentos y agresividad; y por ello resultan
I 3 5 ) 0 p . c i i . n o i a 17.
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tuciones cívicas (leí), las Instituciones una ciudad las actividades cívicas (admi-
culturales (leu), los Instituciones no for- nistración, sen/icios), culturales (educa-
molizadas (representadas por los espacios ción, recreación, etc.), productivas (em-
abiertos (EA) que las contienen) y las pleos secundarios y terciarios) y el
Actividades Productivas Urbanos (se- esparcimiento público no formalizado
cundarios y terciarias). (EA).
Esta clasificación se explica por lo Estas actividades de in terfose, jun to
capacidad de procesar información que con sus flujos, definen el sistema dinámi-
poseen estas actividades, cualquiera sea co de la ciudad, del cual las actividades y
el tipo de información que produzcan espacios residenciales son sólo el agrega-
(signo positivo, elaboración; negativo, do consecuente.
transmisión). Por ello se realiza esta descripción
En realidad dichas actividades siem- novedosa de la ciudad, vista como siste-
pre corresponden o estructuras institucio- ma informacional. La oferta de estas ac-
nalizadas, aún en los casos de actividades tividades es considerada la oferta de l a .
no formalizadas que se realizan en los Es- Su defecto, lo carencia de nodos y víncu-
pacios Abiertos (reunión de grupos para los informocionales; y por lo tanto, la
realizar juegos, deportes, campamen- presencia de áreas urbanizadas sin atri-
tos, etc.) y en esas instituciones se dan los butos de ciudad «Sub-urbes», subur-
elementos constitutivos de la comunica- bios marginados de los oportunidades y
ción uríjona. Del tipo de procesos informa- tensiones que se conoce, según Henry
cionales que permitan esos elementos de- Lefevre, como el ^derecho a la ciudad».
penderá el que sean Interfases positivos
o negativas paro la comunicación y lo cul- f^ro es necesario registrarla forma en
turo de cada micro-región y del sistema que dicha oferta de l a se manifiesta en el
a que pertenezcan, en la medida en que se sistema urbano. Es necesario en nuestras
articulan sus unidades componentes. ciudades, producir dos intervenciones
Toda ciudad debe poseer Interfases ac- re-articuladoras:
tivas ( l a ) , porque su oferta es condición
básico de lo existencia mismo de la ciu- a- potenciar, recuperar o generar las
dad (un aglomerado residencial no es l a de los centros barriales o centros me-
ciudad; a lo sumo es un conjunto de ele- nores de conurbación, para provocar la
mentos, dependientes para serlo de la transformación hacia un sistemo más
existencia y acceso a los atributos insti- igualitario (multifocos de actividad social;
tucionales, motores e ínterrelacionados, multipolos de concentración y centrali-
que definen el sistemo urbano). Sí definen dad urbanos) (ver Capitulo 1).
»- TIPOS DE V* FUNCION > ESPAOÚ > VALOR
INTERFASES i INFORMAOONAL QUE OCUPA URBANOS COMUNKAOONAL
A: Costo accesibilidad
B: Capacidad de los canales
C: Consumo energía
D; Tiempo empleado
( l a ) 1.7 GRADO DE DEPENDENQA ENTRE LOS NODOS DEL Oferta de la y su correlación con la Función de
SISTEMA demanda
pones» paro lo urbanización descontrola- tivo entre la. Esta valoración se hará pa-
da, resen/a de suelo para usos futuros, ra cada tipo de interfase y luego se halla-
etc. rásu valor multivariado.
(+) Se asignan valores cualitativos (según procesos naturales o antr^icos) a estas interfases evaluando su efecthridad como
separador y su estado.
£1 o o B o e p t o d e lDt9rí'aa«8 u r b a n a s i ' u e d e s a r r o l l a - je y l a c u l t u r a .
do p o r G£JPA e n t r e 1 9 6 3 / 6 4 , e n e l m a r c o d e l P r o -
yec t o d e Soología u r b a n a d e lS i s t e m a U r b a n o Pam- SI l a oiudad n o conserva s u si n t e r f a s e s n a t u r a l e s ,
pea no, Programa UaB/11, UKESCO. t a n t o a q u e l l a s i n t o c a d a s , c o n carácter d e r e s e r -
v a , como a q u e l l a s i n t e r v e n i d a s p o r l a mano d e l
Su p r i m e r a aplloaoltSn e n u n aoiudad concreta tUTO h o m b r e , s e p i e r d e e ls u s t e n t o bloolimátioo y p s i -
l u g a r cuando s e n o s enoomendiS iina i m p o r t a n t e i n - oológioo d e u n ab u e n a relación s c b i e d a d - n a t u r a l e -
t e r v e n c i ó n e n l a o i u d a d de Iiuján p a r a reouperaoldn z a . L a g r a n c i u d a d a c t u a l d e b e s e r una oiudad d a
a m b i e n t a l y ranovacián u r b a n a de todo e l seotor i n t e r f a s e s o sucumbirá p o r s u g i g a n t i s m o y s u i n -
turístico y ribereño d e e s t a c i u d a d d e 7 0 . 0 0 0 h a - h a b i t a b l l l d a d .
b i t a n t e s ) q u e recibe siete m i l l o n e s de v i s i t a n t e s
por año, m o t i v a d o s p o re lS a n t u a r i o d e l a T l r g e n E n C E P A h e m o s d e s a r r o l l a d o teórlda y metodológi-
de Lu}án. E lárea d e intervención ( d eu n o s 4 k i - camente e l concepto de interfasjts y l o estamos
lómetros d e l a r g o p o r 1 kilómetro d e a n c h o ) , e s - aplicando e n todos nuestros proyectos urbanos ( v e r
t a b a p a r t i c u l a r m e n t e a f e c t a d a p o r X a s periódicas tamblón s u p r e s e n c i a e n H o r d e l t a , P o r t o A l e g r e ,
inundaciones d e lr i o . Un proyecto integrado de F r a n j a C o s t e r a d e Asunción, y m u o h o s o t r o s ejem-
d e i ' e n s a s c o n t r a i n u n d a c i o n e s , recuperación ecoló- plos n o publicados e n este l i b r o ) . L a e i n t e r f a -
g i c a , recreación y t u r i s m o , y g r a n d e s equipamien- ses urbanas s o n " l an u e v a dimensión d e l o s e s p a -
t c a c u l t u r a l e s y d e s e r v i c i o s , p r o d u j o e l desafío c i o s v e r d e s " c o m o d i j i m o s h a c e y a años e n F o r o s
de o o x n p r e n d e r l a s máltiples r e l a c i o n e s d e u n s i s - Internacionales (PARJAP, V a l e n c i a , 1995), pues
t e m a c o m p l e j o como óste, p a r a p o s i b i l i t a r t r a n s - p a r a l ac i u d a d d e l f u t u r o e s t o s grandes oomponen--
formar e n p o s i t i v a u n ai n t e r f a s e o borde n a t u r a l - t e s d e b o r d e u r b a n o r u r a l s o nl o q u e l a s p l a s a s a
c u l t u r a l entonces altamente n e g a t i v a . las ciudades antiguas y l o s parques urbanos a l a s
£1 método p r o y e c t u a l procuró d a r l e a r q u i t e c t u r a a ciudades de l o s siglos Z V X I I y XZZ.
un gran espacio urbano a m b i e n t a l , s i n d i v i s i o n e s
s e c t o r i a l e s e n t r e d i s c i p l i n a s o e n t r e modalidades
de planeamiento, urbanismo y a r q u i t e c t u r a . XSn
p r o y e c t o arquitectónico a m b i e n t a l d e e s c a l a u r b a -
na.
Se p r a c t i c ó t a m b i é n u n g r a n p r o c e s o d e p a r t i o i p a -
oión cívica ( v e r d e s p l e g a b l e Capítulo 4 ) .
£n 1 9 9 5 / 9 6 t u v i m o s l ao p o r t u n i d a d d e a s e s o r a r a l
A T o n t a n l e n t o de V a l ó n e l a ( E s p a ñ a ) e n e l m a r ( t o g e -
n e r a l d e l P l a n Verde p a r a l ac i u d a d , apoyado p o r
l a Unión E u r o p e a . E n e s p e c i a l t r a b a j a m o s e ne l
p l a n d e l afamosa H u e r t a d e V a l e n c i a , u n p a t r i m o -
n i o histórloo-ambiental e x c e p c i o n a l , c o m p u e s t o d e
m i l e s d e hectáreas d e h u e r t a c r e a d a s h a o e c a s i m i l
años p o r l o s árabes, y q u e f u e r e n ( y e n p a r t e s o n
Bitn) u n p r i m o r de manejo de agua, c u l t i v o s , p a i -
saje, a r q u i t e c t u r a e i d e n t i d a d .
I>a s i t u a c i ó n d e d e t e r i o r o a m b i e n t a l y p r o d u c t i v o
e n q u e h o y s e e n c u e n t r a l aH u e r t a y e l e m b a t e d e
l a especulación i n m o b i l i a r i a q u e a v a n a a s o b r e l a
i i t p o t e n t e t i e r r a r u r a l a lamparo d e l mayor v a l o r
d e l a t i e r r a u r b a n a , p r e s e n t a b a n un c a s o d e l i c a d o
de degradación d e l ai n t e r f a s e ciudad-campo.
£1 P l a n r e a l i s a d c incluyó m e d i d a s t r a n d i s c l p l l n a -
r i a s p a r a e lmanejo s u s t e n t a b l e d e l aH u e r t a y l a
selección d e áreas d e c r e c i m i e n t o p o s i b l e s p a r a l a
o i u d a d , c o m p a t i b l e c o n l aconservación d e l p a i s a -
2} Perspectiva del Proyecto del Porque Ribereño de Lujan, área central Al centro, la Basilica.
3) Perspect.as at Foseo Ccs'.Cf: sauemo general de lo inte
peotonai. A ic cqjierda üesoe -es za- 1995" 9^ * duaod históricamente consot
lles urbanos adyacentes, con el taiuc r'^ronio. y entre los bolsones
porquizado de protección hidráulica y c'r-.iento de la ciudad (salto h
las torres mirador A la derecha las te- aesarroilo sustentable del are
rrazas del Parque Ribereño, que se
acomodan o distintos niveles de las
inundaciones recurrentes.
5] La foto muestro e . ; :
traste entre los sectcfs
de huerta manteniacs { f
sus delicadas prácticos
de manejo aún existen-
tes) y los avances de la
urbanización desenfre-
nada.