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El presidente del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan), Javier Abugattás Fatule,

afirma que antes de pensar en la rehabilitación y la reconstrucción de Piura, primero debería


hacerse un reconocimiento de la realidad de toda la región y con esa información actualizada
diseñar políticas públicas de calidad y planes de corto, mediano y largo plazo para atender las
necesidades de la población.

Piura acaba de sufrir una inundación por el desborde del río Piura y esta vez ya debería aprender
la lección, porque ya perdió varias oportunidades en durante los fenómenos El Niño de 1993 y
1998, y ya no tiene derecho de volver a equivocarse, manifiesta Javier Abugattás Fatule,
presidente del Ceplan, en entrevista con Semana. El titular de ente planificador señala que Piura
debe aprovechar esta nueva oportunidad para construirse bien y todos, la sociedad y el Estado
Peruano, deberían ayudar. Plantea que se debería empezar a trabajar apenas pase la emergencia y
no perder tanto tiempo.

¿Qué debemos hacer después del desastre ocurrido en Piura?

Ahora lo más importante es ayudar a la gente, porque están muy mal. Esta es la etapa de
emergencia. Inmediatamente después hay que continuar reaprendiendo la realidad, porque ha
cambiado. No esperábamos una cosa de esta magnitud. No se esperó desde el año 1925. Por eso
necesitamos volver a reconocer la realidad completa de Piura antes de pensar en la rehabilitación
más compleja o en la reconstrucción. Y la reconstrucción tendrá que hacerse pensando en el largo
plazo.
Creemos que en varias ciudades de Piura hay que modificar completamente el trazado urbano, así
como también en las zonas rurales para la correcta defensa y encauzamiento de ríos… y las
represas aguas arriba del río Piura, como La Peñita, que lamentablemente no se han hecho.
Nosotros hemos propuesto al Acuerdo Nacional una agenda al 2030, tomando en cuenta el
cambio climático, la prevención de desastres y el pleno desarrollo humano.
¿Por qué necesitamos volver a reconocer la realidad?

Para hacer una programación multianual de las funciones del Estado. El Estado debería mostrar
cómo programará multianualmente tanto la mejora de calidad de acceso a servicios para toda la
población, así como las inversiones. Piura requiere a 10 años todo lo que estamos discutiendo. Las
represas en la zona alta no se harán en dos años. Necesitaremos planeamiento a largo plazo. El
gobernador ha estado peleando por la represa La Peñita y no lo logró. En cambio, si el proyecto se
pone en un plan de largo plazo, multianualmente aceptado, con asignación multianual de
recursos, esa sería la nueva forma de hacer planeamiento.

Creo que esta vez sí deberíamos haber aprendido. No lo aprendimos en 1983 ni en 1998. Esta vez
debería ser diferente. Pero ese diferente empieza por conocer la realidad de cada cuenca de Piura.

¿El desconocimiento de la realidad de Piura por parte de las autoridades y de la población nos
está haciendo vivir estas ingratas experiencias?
Sí. No debería habernos pasado esto. Yo estuve en Piura en el año 1983. No aprendimos. Debimos
haber aprendido allí mismo: el drenaje profundo, la ubicación de los centros poblados y la
necesidad de manejar mejor las cuencas.

Hace falta que ese conocimiento de la realidad se refleje en dos cosas: en políticas públicas de
calidad y en planes de corto, mediano y largo plazo. Allí expresemos las decisiones de política
pública con su financiamiento.

Los últimos 10 años hemos tenido una enorme cantidad de recursos en el Perú. Hubiéramos
podido arreglar todas estas cosas. No lo hemos hecho. Ojalá que esta vez sí aprendamos. Eso se
tratará de hacer en Piura.

No deberíamos dejar pasar tanto tiempo, apenas pase la emergencia, yo creo que en mayo ya
deberíamos estar en Piura con los elementos para un plan de largo plazo, con participación de
todos. Ojalá que la población participe más, también los colegios y las universidades.

¿Volver a reconocer la realidad implica un levantamiento de información?

Es lo primero que se debe hacer. Si no tenemos la información y con esa información


reconocemos la realidad de Piura, yo creo que nos vamos equivocar una vez más. Hay que impedir
ese error otra vez. Ya no tenemos derecho de volver a equivocarnos, ya perdimos oportunidad. La
perdimos el año 1983, el año 1998 y el 2005, durante la transición.

 ¿Reconstruir o rehabilitar después del desastre?


Son las fases normales en cualquier gestión de riesgo de desastre. Ahora hay que atender la
emergencia. También hay que hacer rehabilitaciones rápidas para que la gente recupere alguna
normalidad en su vida, que ahora no la tiene. Inmediatamente después vendrá ya una
rehabilitación un poco más fuerte, que durará mientras llega la construcción. La construcción
definitiva puede tomar tres a cuatro años. Mientras tanto no podemos dejar a la gente tirada. Por
ejemplo, se tendrá que construir refugios temporales de mejor calidad, para que la gente pueda
vivir bien, no en cualquier lado, mientras se dan soluciones de vivienda permanentes, para que la
gente no salga corriendo y vuelva a ocupar el mismo sitio donde estuvo.

¿La población debería regresar a los lugares inundados?

Hay mapas de riesgo. El ingeniero Julio Kuroiwa lo ha explicado bien clarito. El año pasado estuve
en Piura y he visto en el COER los mapas de riesgo de los centros poblados. ¿Cuánto hemos usado
la información de riesgo? Tenemos la información, pero la no usamos. Por ejemplo, ya se sabía
que en Piura hay varias zonas de muy alto riesgo y que en ningún caso debieron ser habitadas. Lo
que habría que preguntarnos es por qué no fuimos capaces, como sociedad y Estado, de impedir
que la gente se asentara allí. Eso es responsabilidad de la población y de las autoridades.

¿Qué tipo de rehabilitaciones rápidas se deberían hacer?

Son temas de ingeniería local. Una persona capaz debería decir, por ejemplo, cómo volvemos a
poner en servicio el agua potable, la energía eléctrica y el transporte, para que la gente normalice
su vida, aunque sepamos que no son la solución definitiva. Hay que reponer los servicios a un nivel
transitorio, como los puentes Bailey. Hay que buscar formas transitorias de dar agua de consumo
humano, sabiendo que esa no es la solución. Esa es la rehabilitación inmediata…Varios sitios
requieren mucha atención. El Estado no está acostumbrado a darla. Espero que las cosas cambien
con la reacción bastante buena que ha habido. He estado en el COEN. Las 24 horas están mirando
a Piura. Estamos logrando un nivel de atención nunca antes visto. No es suficiente pero ya está
mejor. Eso no debería parar una vez que calmen las lluvias. La misma capacidad debería enfocarse
hacia una buena rehabilitación y a construir para mucho mejor, pensando para siempre.

Usted habla de rehabilitar, reconstruir y construir

Sí. Son las mismas palabras que usó el primer ministro en la reunión del Acuerdo Nacional. No
basta con reconstruir así nomás, tenemos que construir bien. Esta vez aprovechemos, de verdad y
en serio, para hacerlo bien.

¿La tarea puede tomar 10 años?

No. Eso lo sabremos cuando tengamos una evaluación seria. Le digo10 años, porque muchas veces
la infraestructura requiere esos plazos para llegar a su situación adecuada.

¿Qué debemos hacer con el río Piura?

La hidráulica del río Piura está suficientemente estudiada allá. Las universidades tienen
información. En los proyectos de inversión ya están discutidas las soluciones para toda la cuenca
del Piura.

Si lo conocemos, ¿por qué ha causado tanto daño?

Ese conocimiento no ha sido aplicado a políticas públicas ni a planes. A pesar de todos los intentos
del gobierno regional, a veces el nivel central no le ha prestado la atención debida. Yo creo que
ahora toda la sociedad y el Estado Peruano deberían ayudar a que Piura se construya bien esta
vez.

Es cuestión de conocer para reactualizar políticas y planes de muy buen nivel, no a medias, no
volver a caer en la mediocridad en la que hemos caído ni en el deterioro institucional.

En los últimos 10 años, como país, hemos tenido tal cantidad de dinero. ¿Qué hemos hecho con
ese dinero para arreglar esta situación?

¿Qué nos ha faltado?

Primero, conocimiento, y la expresión de este conocimiento reflejada en políticas públicas de


buena calidad, en planes y un cierto acuerdo entre la sociedad y el Estado de que las cosas hay que
hacerla bien. Segundo, que el interés público esté por encima de los intereses privados. El nivel de
corrupción al que hemos llegado es el otro tema. ¿Dónde estaba el interés público en las
decisiones de políticas públicas y planes?
Desde el Ceplan, ¿cómo están mirando a Piura?

La Agenda al 2030 es para todo el Perú. Tiene una imagen implícita de un bienestar sostenible.
Empieza diciendo, por ejemplo, toda persona habrá podido realizar su potencial al 2030. Es decir
que ningún niño debió haber perdido su potencial o sufrido daños por causas evitables. Sin
embargo, esto que ha pasado en Piura, a cuántas personas ha afectado y ha dañado.

A pesar del desastre deberíamos avanzar lo más pronto en las metas que parecían ideales sin
desastre. Un plan bien hecho debería lograr superar todo esto, recuperarnos en unos años y a
pesar de eso lograr esta imagen al 2030.

Una reflexión final

Seguir ayudando a la gente que está sufriendo en este momento. Después, volver a conocer. Tal
vez en las próximas semanas, con cooperación de todos, lleguemos a comprender dónde estamos
y qué queremos.

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