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La Escuela de la Salvación

Consideraciones Iniciales:
1. Aparece un título: “La Escuela de la Salvación
2. La Escuela Sabática se desarrolla en un ambiente escolar, con toda la solemnidad
requerida
3. Se hará todo el esfuerzo para que ésta cumpla su propósito de un reconocimiento
fructífero de Jesús como nuestro glorioso Salvador, que a través de la Escuela de la
Esperanza nos señala nuestros deberes espirituales para con El y nuestro prójimo.
4. Se dispone la plataforma de acuerdo al enfoque señalado del programa.
5. Un grupo de los participantes permanecen en la plataforma.

Programa:

1. Entrada de la directora
2. Oración silenciosa
3. Entrada de Participantes.

Directora: Amados alumnos de la escuela de la Salvación, hoy es un día particular para


cada uno de nosotros. Hemos preparado para hoy un programa especial, un programa de
acuerdo con esta ocasión, nuestra magna aula viste hoy sus más preciadas galas, para
honrar en forma diferente esta memorable ocasión.

Bienvenida:
(Entran dos jóvenes para ese fin, con pergamino, con rollos, con leyenda:

Bienvenidos (Le desplegan del centro a los laterales)

Joven 1: La Escuela de la Salvación se goza en darles la más cordial bienvenida a todos los
presentes.

Joven 2: Que la paz y el gozo de nuestro Señor y Salvador Jesucristo habite con celestial
poder en nuestros corazones.

Joven 1: Quiera el cielo que el pronto anhelo del Eterno pueda ser realidad en cada uno de
nuestros corazones.

Joven 2: Que como Moisés levantó la serpiente en el desierto, Cristo, nuestro Glorioso
Salvador, sea alzado en nuestros corazones.

Joven 1 y 2: Sea para nuestro Glorioso Salvador, la gloria, la honra y el poder por todos los
siglos, Amén.

Directora: Apreciados alumnos, inicio mi exposición de hoy manifestándole una


preocupante, pero al mismo tiempo, gloriosa verdad. Que la venida de Aquel en quien
hemos depositado toda nuestra esperanza de vida eterna, se aproxima con poderosos y
presurosos pasos, con sus gloriosas y trágicas consecuencias. Me temo que aun no estamos
preparados para tan magno evento. La razón es sencilla, pero trágica, nuestros pecados son
los que han hecho división, son los que nos han mantenido alejados del hogar en la extraña
tierra, de la gratificación de nuestro yo. Pero en el nombre de Aquel que todo lo puede, os
digo que Cristo es nuestro glorioso Salvador, que el puede cambiarnos, que el puede
perdonarnos, que el puede hacer de nosotros una nueva Criatura por su bendito nombre.

Mis alumnos, la hora es tardía, es por lo tanto que os exhorto de todo corazón para que os
apropiéis de los méritos del Calvario.

Himno
Alumno: Profesora, viene a mi mente un himno que cada vez que lo oigo o lo canto,
conmueve profundamente mi corazón.

Directora: ¿Qué himno es?

Alumno: Es el 90 del Himnario Adventista: “Hubo uno que quiso por mí padecer”

Directora: Vamos a cantarlo todos, es el 90 del Himnario Adventista.

Oración
Directora: Es cierto que como parte del servicio religioso, el canto no es menos que la
oración. Mi alma siente sed de comunión, anhela en reconocimiento de sus delitos y de su
esperanza, comunicarse con el trono eterno.

Por favor Juan, guíanos en la oración, vamos a postrarnos todos para unirnos contigo.

Memorias:
Alumno: Directora, su servidor estaba en la pasada convención, y recuerda perfectamente el
programa que se desarrolló, y me gustaría rememorarlo en este dia.

Directora: Bien __________, dinos como se desarrollaron las actividades de la Escuela


Sabática ese día de la Convención de 1981. (Alumno presenta el informe)

Directora: ¡Maravilloso el programa de la Escuela Sabática de la Convención pasada!

Parte Especial
Directora: Nuestro programa de hoy es realmente especial. Nos hemos congregado jóvenes
adventistas que aman a Jesús y la Escuela Sabática para alabar el nombre de nuestro Dios; y
queremos hacerlo ahora en una forma especial. El alumno Alberto, va a tener para nosotros
y para la honra de Dios una parte especial.

Directora: Alberto, ¿qué vas a cantar?

Alberto: Cantaré Mi Salvador en su bondad

Nota: Cuando canta la primera estrofa con su coro, en el interludio dice con
acompañamiento del mismo himno el siguiente ruego:
¡Glorioso Salvador! Mi Cristo amado,
Mi Santo redentor crucificado,
Por darme la Salvación que no merezco
Por darme redención y vida eterna.

No puedo comprender tan grande entrega.


No puedo comprender tu amor sublime.
Acéptame cual soy, te lo suplico
Por el glorioso nombre de mi Dios.

Misionero:
Directora: Teresa, sé que sabes una historia que puede ayudarnos grandemente, una historia
que nos estimulará a ser mejores, a confiar en los méritos y el poder de aquel que aun
realiza poderosos milagros de restitución espiritual.

Relato Misionero: (Con enfoque de lo que Dios puede hacer a favor del pecador
arrepentido, por medio de su poder Salvador)

Parte Especial:
Poesía: Glorioso Salvador.

Nota: Esta poesía con música de fondo suave, del Himno 95: Rostro divino.

Glorioso Salvador

Clavado en el madero por mis culpas


Está Jesús; el Salvador del Mundo,
Miradle allí sobre la cruz terrible
Apurando la copa del quebranto.

Oh, Redentor Glorioso, que te ofreces


Por rescatar la herencia condenada.
Tú apuraste el cáliz de la muerte,
Para ofrecer el cáliz de la vida.

Tú sufres, mi Señor, por los delitos,


De aquellos que desprecian tu esperanza,
De aquellos que claudican en la senda
Y también de los santos que durmieron.

Glorioso Salvador que estás alzado


En la terrible cruz de mis delitos
Escúchame que hoy quiero confesarte
Los terribles deslices de mi vida.

Caído estoy en este foso horrible,


Pero quiero triunfar, cual tú triunfaste,
¡Ayúdame, Jesús! ¡Quiero ser tuyo!
Quiero vivir para loar tu nombre.

¡Glorioso Salvador, mi Cristo amado!


Libértame del mal que me esclaviza
Has renacer en mí la aurora santa
Del nuevo amanecer de la luz divina.

Mi amado Salvador, tu amor inmenso


Me anima a proseguir la ruta eterna,
Sosténme en mi carrera con tu gracia,
Para poder un día ver tu rostro.

Glorioso salvador, quiero ser santo,


Acepta hoy la ofrenda de mi vida.
De hinojos ante ti, estoy rendido
¡Glorioso Salvador! En tí confío.

Lección General
Ofrenda Especial

Conclusiones
Directora: Queridos alumnos de la Escuela Sabática; qué les ha parecido el ejercicio que
hemos tenido en este día sagrado en la Escuela Sabática.

Alumnos: ¡Maravilloso!

Directora: ¡Qué felices nos podemos sentir de que tenemos un suficiente Salvador, uno que
sabe compadecerse de nuestras flaquezas. Lleguemos hoy ante la majestad del cielo y
hagamos un pacto con sacrificio, resolvamos en lo más profundo de nuestros corazones
aceptar esta Salvación tan grande, para al fin de todas estas batallas de los siglos,
contemplar el reino en su hermosura. Manifestamos nuestra resolución por medio de las
estrofas del himno 92, Jamás podrá alguien separarnos (Congregación)

Nota: Puede también a criterio, preparar una parte especial para concluir.

Mis Metas Misioneras


(Con enfoque al tema)
Almas que miran con corazones anhelantes al cielo, y almas que se hunden cada día en la
miseria del pecado infernal. Lágrimas que se derraman, no saben, no conocen que Cristo es
su Glorioso Salvador. Moran en tinieblas, en el tenebroso valle de las densas sombras de la
muerte. Viven vidas vacías, carentes de significado en espera de lo fatal.

¡Salid a rescatar a esos cautivos! ¡Decidles que solo en Cristo hay esperanza! ¡Qué solo en
Cristo está la vida!

Su misión. Isa. 61:1-5)


Apelación

Exhortación

Llamado

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