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INTRODUCCIÓN.

En el mundo existe una gran desigualdad y es notoria la separación de los grupos, entre
aquellos que poseen más y aquellos que poseen menos. Las personas que tienen limitados
recursos trabajan más por lograr obtener algún sustento aunque sea de los restos de
otros. A pesar de que no poseen opción, esto no quiere decir que estas personas no
posean sueños, metas y deseos. Los que tienen la fortuna, -porque se puede llamar de
alguna forma-, de tener más que otros suelen ver de menos a aquellas personas que viven
por ejemplo, de la recolección de basura. En un inicio marcado, se sostenía la teoría de
que la desigualdad debía existir, ya que esta generaría productividad y crecimiento sin
embargo, se comenzó a percibir como algunos individuos comenzaron a llevar una vida
infrahumana, la cual ni siquiera cumplía con los requerimientos mínimos de una vida feliz
y sostenible.
La desigualdad daña a la sociedad debido a que incluso, puede ser producto de un golpe
de suerte ya que existen ciertas familias que son poseedoras de la mayor parte de la
riqueza. ¿Por cuales motivos será que las personas que tienen bastos recursos se
muestran, en general renuentes a ayudar a las personas que se encuentran en la pobreza?
Los elementos claves para comenzar a salir de la pobreza son la educación, la salud y la
infraestructura. Cuando nace un pequeño niño, este puede tener dos probabilidades en su
futuro, haber nacido en una familia, con recursos disponibles y una gran cantidad de
privilegios o la segunda opción, en la cual su lecho materno no es capaz de brindarle la
educación.
Siempre existen organizaciones que toman su parte para ayudar a las personas a
sobrevivir a la pobreza, las cuales les brindan apoyo y trabajo honesto. En realidad, las
cualidades más vitales de los seres humanos no son producto ni están asociados con el
dinero. Más bien, son producto de la unidad y de la capacidad de trabajo entre varias
personas que están dispuestas a salir adelante por sus propios medios. Las cadenas que
son formadas por aquellos que poseen cantidades exorbitantes de dinero y aquellos que
no poseen una calidad de vida digna son de extremos exagerados.
La cultura sigue dictando a las personas, que deben consumir, que deben moverse más
rápido, que deben -desechar-. El verdadero problema radica en que aquellos que son
poseedores de tantos recursos, los despilfarran por doquier, son individuos más
contaminadores e inconscientes, que aquellos que tienen lo justo para vivir.
Lo que se debe erradicar, es justamente la gran brecha de la desigualdad, que hace daño
al individuo, lo encierra y lo vuelve indiferente ante tantos que están deseando tener
aunque sea un poco de alimento.
LOS RICOS, LOS POBRES Y LA BASURA
Cada día nos enfrentamos a un abismo social en crecimiento, el cual afecta principalmente
a los pobres y beneficia a los ricos. Es esta la razón que preocupa a varios sociólogos y
analistas ya que dicta y encamina a la humanidad al desequilibrio psicológico de las
personas y el declive de la economía mundial. Esto lleva a una gran pregunta en las
sociedades más pobres: ¿Por qué el rico no ayuda a quien sufre la pobreza? Será esta sólo
una justificación de los pobres que les reduce cierta culpabilidad por su condición, o
realmente los ricos son personas que deciden cegarse y deshumanizarse por el poder.
Mientras se define cuál es la respuesta correcta el tiempo sigue avanzando y las
soluciones ante esta problemática no son muchas ni son lo suficientemente óptimas para
lograr el impacto esperado.
Estados Unidos es el país más rico del mundo y por ende es un país con mucha
desigualdad social. En él existen trabajos aparentemente inhumanos para muchos, pero la
única opción para otros, estos son una realidad que por años forman parte del paisaje del
país y de todos los países del mundo. Uno de estos trabajos tiene como fin la recolección,
reclasificación y reutilización de los desperdicios producidos por todos los millones de
habitantes.
Este método de reciclaje con fines de lucro permite a miles de personas en Estados Unidos
poder sobrevivir, muchas veces no de una manera digna, pero al menos les permite tener
que comer, que vestir y donde dormir. Esto se debe a que los desperdicios de un país tan
rico son más sinónimo de algo obsoleto en el mercado pero que aún sigue funcionando
perfectamente y tienen una apariencia es rescatable con algún trabajo manual.
Con lo que se desperdicia en este país es posible amueblar casas, decorar salones e
incluso armar banquetes (por más asqueroso que suene). Pero si vamos a países como
Kenia, en el otro lado del mundo, encontraremos que la brecha entre pobres y ricos es
mayor, ahí el reciclaje se realiza en lugares llamados vertederos. Los vertederos contienen
varias toneladas de basura como necesidades en las personas que trabajan en él. Las
situaciones de las familias que llegan en busca de un trabajo son similares, no tienen una
casa, ropa, y alimentación digna, y mucho menos acceso a educación y centros de salud
apropiados para sus deficiencias y padecimientos. La mayoría de personas en esos lugares
tienden a tener familias numerosas y cada vez se les complica más darles una vida
apropiada y cambiar el patrón. Muchas de estas han estado viviendo en vertederos por
repetidas generaciones, generando así una costumbre familiar más que una condición
social lamentable. Es importante reconocer que aun siendo un trabajo que afecta
principalmente a la salud de las personas y se reconoce muy poco (económicamente
hablando), sigue siendo un trabajo, por lo que es un acto de admirar y reconocer de estas
personas, muchos de los hijos que nacen en estas condiciones buscan los caminos “más
fáciles”, como por ejemplo las drogas, prostitución, robos, extorsión, etc.
Hace unos años se pensaba que la desigualdad era necesaria para que hubiese
crecimiento y productividad. Se refiere a que el rico es rico porque aprovecha todos los
recursos a su alcance, estos recursos involucran herramientas, maquinaria, terrenos,
materias primas y humanos. Si la empresa progresa el país también, y esto alimenta la
industrialización y avance tecnológico social. Es por eso que si alguno de estos recursos les
falta, el enriquecimiento disminuye. Por tanto el recurso humano siempre debe de existir
para que una empresa crezca y obtenga los resultados soñados. El problema es que se les
ha ido de las manos por la ambición de muchos. Se aprovechan de las necesidades
económicas de las personas para explotarlas y generar lo más que se pueda con ellas.
Tener dinero a toda costa y pensar que nunca será suficiente. Entre los mismos ricos se ha
creado un ambiente de competencia y de admiración por el valor de sus cosas materiales
más que por la compasión hacia la humanidad misma.
El vertedero puede convertirse en un refugio para muchos, una familia que la ciudad
nunca les dio o se les fue arrebatada, puede llegar a ser la única fuente de ingresos que los
haga sentirse más independientes y libres. Las personas trabajan por un salario inhumano,
aún para nuestras aspiraciones tercermundistas, con lo que al final del día apenas les es
posible haber ganado lo que les cuesta poder comer por uno o dos días (a lo mucho), si es
que no comen de la basura que encuentran, y para pagar los muy básicos insumos que un
hogar necesita. Esto implica la perdida de dignidad para muchos por los rechazos y
miradas de deprecio de los habitantes, los prejuicios de todos al verlos entrar a tiendas o
restaurantes. La mayoría deja de sentirse merecedor hasta de entrar a un centro
comercial porque se acostumbran a un entorno de pobreza económica y mental. La
pobreza mental no es un insulto, es más, no tiene nada que ver con ir o no a la escuela, se
hace referencia a que muchas veces las personas mismas se mentalizan tanto que son
pobres que dejan de valorar los verdaderos detalles por vivir comparando sus vidas con
los que tienen “todo”. A veces estas personas logran apreciar y experimentar el amor de
una forma genuina que les produce una felicidad más auténtica y verdadera que cualquier
multimillonario, lo hacen en sus familias, en el arte, en sus amigos o en el deporte, cosas
que para las que cualquiera hoy en día son solo algo más dentro del universo de cosas que
poseen. Los que logran comprender esto puede que sean pobres económicamente pero
dejan de ser pobres mentalmente. Es por ello que algunos de los trabajadores del
vertedero han hecho de su lucha un arte, encuentran en su dificultad una oportunidad
para salir adelante. En Kenia esto se traduce en música como los jóvenes raperos que
esperan por una oportunidad para salir de ahí y regresar con ayuda para su familia y
amigos.
Para el caso de Estados Unidos se reflejó en las latas recolectadas por Simons hechas
mariposas por un artista, que adornaban los salones de varias casas de millonarios. De las
alcantarillas hasta los rascacielos más lujosos. El arte de estas personas llega lejos. Otro es
el caso es el del recolector de antigüedades que construyó un museo del desperdicio y
ahora se ha convertido una casa llena de lo que otros llaman basura en un lugar turístico.
Como se mencionó anteriormente, el vertedero tiene varias generaciones trabajando en
él, los grupos a veces se forman por edades o género. Aunque sean personas e ideas
distintas reunidas en un solo lugar, hay una opinión que todos comparten, “necesitan
ayuda”. Los jóvenes exigen educación, salud e infraestructuras que aporten beneficios
significativos para toda la comunidad. Hay que combatir la pobreza desde estos frentes y
evitar que más gente siga cayendo en ella. Enfocar mejor los recursos económicos del
estado, no puede ser que cada día se invierta más en un Centro Comercial que en una
escuela, o que todos los funcionarios se vayan de viaje mientras los hospitales tengan
desabastos de medicinas y personal. Bajo este punto de vista, no se puede salir de la
pobreza sin ayuda.
En Estados Unidos hay 600 mil millonarios vs 40 millones de pobres y en Kenia el %40
sobrevive con $2 al día, lo suficiente para entender que la mayoría de ciudadanos ha sido
afectado por este cambio en la industrialización y el estilo de vida actual. A pesar de ser la
minoría son los ricos los mayores productores de basura, consumen más recursos y por
ende, contaminan más el ambiente que los pobres. Una cuarta parte de la comida que se
sirve en EEUU va directamente a la basura. Es por esto que la humanidad debe considerar
dos caras, una es que todos necesitamos lo básico para vivir, esto contempla todos los
derechos humanos, es decir, una casa, ropa y alimentación digna. Segundo, cuidar y
proteger a nuestro planeta, a fin de cuentas es nuestro hogar, esto implica reducir los
gases que afectan la capa de ozono, dejar de ocupar químicos para la industria alimenticia,
no ensuciar los mares, no agotar los recursos naturales ni mucho menos llevar hasta la
extinción a nuestra fauna, etc.
Existen grupos altruistas que ayudan a la incorporación de los pobres a la sociedad por
medio de programas que les enseñan a generar fuentes de dinero partiendo de lo mínimo.
Por ejemplo, el grupo “Sure We Can”, es un grupo de personas que clasifican y venden
basura, además de brindarles un espacio donde pueden expresarse y sentirse partes de
una familia, ayuda en gran parte a la recuperación del autoestima y valoración de las
personas que lo integran. Esta comunidad es un gran ejemplo de iniciativas que deberían
tomar los gobiernos, si se proporcionaran más insumos que propiciaran estas actividades
se pudiera combatir no sólo la economía de los pobres sino también la reducción de la
delincuencia. Además, de programas que propicien una cultura menos consumista, la
gente trabaja para comprar y seguir consumiendo más y aparentemente les causa placer
este ciclo. Esto lo que generará es una economía inestable, los países con esta
particularidad toman malas decisiones y las malas decisiones de un país les afectan en
mayor parte a los pobres.
A pesar de necesitar mucho el apoyo para reducir la pobreza en un país, también se debe
entender que los grandes cambios nacen desde adentro, es decir, cada uno forma parte
de la sociedad, si todos por cuenta propia deciden cambiar su metro cuadrado a base de
buen trabajo y sueños, es posible impactar positivamente en nuestra vida y por qué no en
la vida de otros. Ser ejemplar por las cosas buenas que hacen, buscar dirigir una parte de
su dinero para aquellos que lo necesitan. Los pobres tienen que ser activos y cambiar las
cosas, no vivir esperando que llegue la ayuda, tal vez esta por cuenta propia nunca llegue.
Si esto nos hace cuestionar si la desigualdad tiene algo bueno al final, si lo vemos como
una oportunidad para hacernos fuertes, aún la respuesta fuera no. La sociedad somos
todos, ricos y pobres, lo que le beneficia a uno tiene que beneficiarle a todos, lo mismo si
les afecta, debemos dirigir todos un mismo barco, porque todos estamos navegando
sobre él.

Conclusiones:

 La brecha económica es un recurso inhumano que utilizaron nuestros antepasados


para el desarrollo pero que lastimosamente persiste hasta la fecha, es cierto que
no es posible eliminarlo al instante, pero si es posible empezar por nosotros
tomando la decisión de ser diferentes a los que nos precedieron y amar a nuestro
prójimo como a nosotros mismos, procurando que tengas que comer, que vestir, y
si nos es posible una vivienda, salud y educación digna.
 Es difícil amar a otros más de lo que nos amamos a nosotros mismo o a los
nuestros, pero una sociedad que se preocupa por un crecimiento equitativo de
todos sus miembros prospera más que la que busca el bien de unos. El campo
donde se siembra para todos es más prospero que las tierras cultivadas con
solitario egoísmo.
 Tener dinero tampoco es un sinónimo de maldad, es posible tener dinero en base
a trabajo honrado y sin aprovecharse de nadie, es posible tener dinero y procurar
el bien de todos. En conclusión, el dinero no es malo, es el amor al mismo el cual
puede llegar a ser el principio de todos los males.

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