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UNIVERSIDAD POLITECNICO GRAN COLOMBIANO

CLASE DE CONSTITUCION POLITICA Y SOCIEDAD

TRABAJO FINAL DEL CORTE

ENSAYO SOBRE

LA IMPORTANCIA DE LA DEMOCRACIA Y SU IMPORTANCIA EN LA


SOCIEDAD

5 DE MAYO DE 2018
TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN 3

OBJETIVOS GENERALES 4

OBJETIVOS ESPECIFICOS 4

MAPA MENTAL 6

ENSAYO 6

CONCLUSIONES 14

REFERENCIAS BILBIOGRAFICAS 16

BIBLIOGRAFÍA 16
INTRODUCCIÓN

En un país como Colombia, es indignante ver cómo tanto dirigentes como ciudadanos se
pasan por la faja la democracia, en este escrito el lector se encontrara con una postura frente a
esta problemática, se abordaran temas, que de manera directa o no han recrudecido el flagelo
antidemocrático en nuestro país, de igual forma resaltaremos los pensamientos políticos
acertados según criterio propio, de Jorge Eliecer Gaitán, y Luis Carlos Galán, quienes dieron
su propia vida en defensa una Colombia democrática y sin corrupción, unido esto también
encontraremos como una de las problemáticas de la democracia se resume en una población
ignorante e inconsciente del poder otorgado por la constitución política colombiana ,
sustentado por estudios realizados por importantes organizaciones. Además, abordaremos
factores relevantes que impiden la participación ciudadana y por tanto el ejercicio de la
democracia, por ultimo realizaremos una reflexión intentando encontrar la causa del
problema y así mismo plantear como se podría solucionar, a partir de un punto de vista
personal.
OBJETIVOS GENERALES

● Redactar un escrito que sea interesante con ideas claras y bien sustentadas.

● A partir de lo aprendido en el módulo, y la consulta de otras fuentes, concluir en un


ensayo que contenga la postura frente a un tema específico, relacionado con la
democracia y su aplicación en la sociedad.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

● Reunir información que permita adoptar una postura frente a la democracia y su


impacto en la sociedad.

● Manifestar el punto de vista frente las problemáticas y aciertos de la democracia.

● Resaltar la gestión de quienes promulgaron la democracia a través del tiempo.

● Reflexionar sobre el papel de la sociedad y de los dirigentes para con la democracia.


MAPA MENTAL

Corrupción.
Deberes
Impacto social
generado por la
Sociedad
democracia en la
sociedad
Indiferencia colombiana Dirigentes
Ignorancia

Desinformación Origen de la

ciudadana. democracia.
Factores que Antecedentes
afectan la
democracia
en Colombia. El camino de la democracia
en Colombia, desvíos para Evolución
unos, atajos para otros y un
Violencia pueblo silencioso democrática

en Colombia.

Un pueblo
intimidado por Contradicciones entre
los grupos democracia y otras
alzados en armas. formas de gobierno.
Personajes influyentes
para la democracia
colombiana que dieron
su vida por la causa.
Líderes sociales
asesinados en ejercicio
democrático. Luis Carlos Jorge Eliecer
Galán Gaitán
ENSAYO
LA PIEDRA ANGULAR DE LA DEMOCRACIA

En el transcurso del semestre, al leer los documentos usados como referencia bibliográfica,
nos generó una nueva perspectiva sobre lo que creíamos que sabíamos de la democracia, los
derechos humanos y los principios de un Estado social de derecho. Luego de reflexionar
sobre lo aprendido y el devenir de la sociedad y política actual, noté que desde la
Constitución de 1991 se han dado pasos agigantados respecto de la necesidad y el uso de los
mecanismos de participación ciudadana, pero, se ha dejado de lado la importancia del voto
como piedra angular de la democracia pluralista y participativa; si bien se ve como el
sinónimo de democracia clásica no se le da la importancia que debería tener y en cambio
usan otros medios como las marchas, mecanismos de participación o redes sociales y de
comunicación para criticar, oponerse y evitar el desarrollo de los programas de gobierno, por
el contrario, lo que se debería hacer es tener conciencia de la importancia del voto como paso
clave hacia la democracia constructiva y participativa, pensemos en que si todos realizamos
nuestro aporte, es más difícil que unos pocos elijan un programa de gobierno del que luego
estemos descontentos.

Para lograr la comprensión de este punto de vista debemos entender la democracia como se
expone en los textos trabajados en clase “A partir de su etimología (demos) pueblo, (kratos)
poder, es decir, poder del pueblo” (Gómez, Democracia y participación, 2019), Creemos que
podemos estar de acuerdo con la siguiente afirmación, señalada en (Gómez, Democracia y
participación, 2019) “Si bien la democracia tiene que ver con la imposición de la voluntad de
las mayorías, no puede ser exclusivamente definida a través de esta característica dado que
hacerlo nos podría llevar a incurrir en la tiranía de la mayoría, lo cual es absolutamente
antidemocrático” en esta afirmación radica la importancia del voto y el voto programático
condición “sine qua non” para el funcionamiento de la revocatoria del mandato, uno de los
mecanismos de participación ciudadana más usados en los últimos tiempos en Colombia,
según registros de la Registraduría Nacional del Estado Civil.

“En los primeros sistemas democráticos los representantes eran aquellos que disponían del
tiempo, los medios y la predisposición necesarios para realizar su tarea. La elección por
mayoría de votos y su estricta responsabilidad ante los electores no eran esenciales. Los
distritos electorales no daban instrucciones a sus miembros, y se desconocían las promesas
electorales”, (Gómez, Democracia y participación, 2019). El sistema de elección popular por
democracia representativa es la derivación de la evolución cultural e histórica occidental, por
eso actualmente al hablar de democracia nos referimos a la capacidad de un grupo o nación
de gobernarse a sí mismo mediante procedimientos que garanticen la participación de los
ciudadanos para libremente elegir tanto su forma de gobierno como a los líderes que les
representen. Esta idea y práctica está íntimamente conectada con la presencia de un
sentimiento de participación en el quehacer sociopolítico. En este sentido, la participación
política ciudadana se refiere al grado en que se involucra el individuo y de la sociedad en
señalar pautas o agendas de acción social y política que afectan sus intereses. (Orozco, 2019).

Con lo anterior se entiende que la evolución del concepto de democracia y sus consecuencias
en la sociedad con la llegada de la constitución de 1991 - que nutrió de Derechos y principios
al sistema jurídico colombiano, y la reglamentación los mecanismos de participación
ciudadana- se fijó la mirada en todos estos cambios sociales y políticos, perdiendo de vista el
valor que merece la piedra angular de la democracia, que en mi opinión es el voto ciudadano,
tanto como un deber cívico y patriótico de participar activamente en los temas concernientes
a lo público, como también un derecho enmarcado en la relación que se crea entre el
representante a quien entregamos nuestra voz y confianza legítima en la tarea de administrar
el país y crear la normatividad que permita la materialización de los Derechos que están en la
Constitución Política mediante un programa previamente expuesto con función de ganar
nuestro voto. A esta relación que se crea en la institución del voto entre el elector y el elegido
se le llama voto programático, esto es según la Corte Constitucional en la sentencia C-011
“una expresión de la soberanía popular y la democracia participativa que estrecha la relación
entre los elegidos (alcaldes y gobernadores) y los ciudadanos electores. Al consagrar que el
elector impone al elegido por mandato un programa, el voto programático posibilita un
control más efectivo de los primeros sobre estos últimos. La posibilidad de la revocatoria del
mandato es entonces la consecuencia de esa nueva relación consagrada por la Constitución
de 1991”. (Sentencia Constitucionalidad, 1994)
El voto programático garantiza la posibilidad de la revocatoria del mandato de alcaldes y
gobernadores, en particular si éstos incumplen con su programa. Esta revocatoria del
mandato es la consecuencia lógica del derecho de participación del ciudadano en el ejercicio
del poder, así lo dispone la Constitución Política en su artículo 40 y así lo ha dicho múltiples
veces la Corte Constitucional. “En efecto, quien ha otorgado el mandato es quien puede
revocar al mandatario, puesto que el mandato es una relación de confianza fundada en el
principio de la buena fe, por medio de la cual una persona -el mandante-logra hacerse
presente en donde no puede estarlo, por medio de otra persona -el mandatario-. La
posibilidad de excluir del procedimiento de revocatoria a quienes no participaron en la
elección no es entonces una sanción a quienes no votaron, puesto que en Colombia el voto es
libre; esa exclusión es simplemente el corolario del tipo de relación que, conforme al artículo
159, se establece entre gobernadores y alcaldes y quienes los eligieron, y un estímulo a la
participación ciudadana.” (Sentencia Constitucionalidad, 1994).

Ahora, aunque el procedimiento de revocatoria del mandato, a mi modo de ver, tiene algunas
falencias -de las cuales no hablaremos en esta oportunidad- es más valioso usar esta forma de
participación y control democrático. Lo anterior con la condición de que la ciudadanía lo
promueva y no se use como medio de vendetta política, como viene haciéndose. Como
afirmaba en el párrafo previo, el uso del voto de manera consciente y crítica, con
conocimiento del programa político y teórico que se nos presente por el candidato y el
posterior control mediante la revocatoria del mandato, debería valorarse más que el uso de
argumentaciones falaces, peleas por redes sociales y marchas que puedan generar violencia y
que llenas de tintes políticos buscan desequilibrar el normal funcionamiento del gobierno de
quien esté en el poder.

Lo anterior lo aseguro luego de ver la hipótesis sociológica que presenta el ensayo de


Marshall, sobre esto se habla en el libro de Sousa dos Santos,( Democratizar la democracia,
los caminos de la democracia participativa), en el se entiende desde una perspectiva social
porque el deber ser que expongo en el párrafo anterior, se desvirtua en un campo fáctico,
Marshall explica que “existe un tipo de igualdad básica asociada al concepto de la
pertenencia plena a una comunidad –o como debería decir: a la ciudadanía–, algo que no es
inconsistente con las desigualdades que diferencian los distintos niveles económicos en la
sociedad. Con otras palabras, la desigualdad del sistema de clases sociales puede ser
aceptable siempre y cuando se reconozca la igualdad de ciudadanía” (Santos, 2005). Esto que
explica el autor no ocurre realmente, es normal escuchar hablar a las personas explicando su
falta de confianza en el proceso democrático y en la justicia, hablando del poder del dinero
en la política y la justicia y quejándose del político de turno porque no se sienten
representados. Pero si esto lo dejamos solo en crítica sin entrar a dinamizar el Estado con
nuestra intervención ciudadana, continuaremos en un círculo sin fin de reclamos sin voz, de
marchas sin legitimidad por la violencia que siempre tememos y por el bombardeo de
noticias que a diario vemos.

Este descontento, normalización de la mala democracia y desconfianza, aunado con la


desigualdad ante el acceso a la justicia y la democracia conduce a la necesidad de demandar
la ampliación de derechos efectivos, que sean materiales y reales; es decir, de encontrar
mecanismos efectivos en el proceso de la democracia, partiendo de la premisa de que la
sociedad no es igualitaria y requiere de una serie de elementos encaminados a la construcción
de nuevas formas de representación, pero esto depende de que pongamos en marcha nuestro
interés por participar, desde el primer punto básico de la democracia que es la votación
popular informada y con criterio.

Por otra parte, viene el tema de las marchas, es de entender que la sociedad que no se siente
representada por los partidos, genera sus propias formas de organización y participación.
Aclararé que no me encuentro en desacuerdo total, pues de esta forma se garantiza uno de los
elementos importantes de la democracia participativa, incluso una de las formas de acceder a
la actividad política. Sin embargo, dichos requerimientos al gobierno terminan en una
solución tangencial, con paños de agua tibia para tranquilizar a la población o con promesas
que resultan inocuas. En contraste las organizaciones de la sociedad civil, no pueden resolver
los problemas de fondo, ya que carecen de los canales legales para participar en la toma de
decisiones. Pienso que para la consolidación y eficacia de las marchas se requiere, como
expone Álvarez en su texto (Romper el cerco de lo mínimo. El debate actual de la
democracia), “del desarrollo de un amplio conjunto de asociaciones voluntarias en las que se
materialicen las nuevas formas de solidaridad y de la existencia de una esfera pública
autónoma, en la que tenga lugar la deliberación sobre los asuntos de interés general;
igualmente se hace indispensable la disponibilidad de medios institucionales que establezcan
el vínculo entre la sociedad civil y la esfera pública, por una parte, y entre las instancias de
representación política y el Estado, por la otra” (Enríquez, 2007)

El camino de la democracia en Colombia, desvíos para unos, atajos para otros y un


pueblo silencioso

En sus comienzos la democracia se mostraba de manera tenue y excluyente, los griegos,


pioneros en implementar este sistema político se remitían a tomar decisiones teniendo en
cuenta solo a cierta parte de la ciudadanía, cuyos miembros debían poseer características
especiales, físicas, económicas e intelectuales, lo que permite ver la exclusión en la
democracia primitiva, luego, algo similar ocurriría en Roma, no todos podían participar, por
las mimas razones.

La rebeldía de las ideas habría camino y de esta forma la democracia comenzó su evolución,
la inconformidad de los pueblos y por ende su posterior unión, se encargaron incentivar la
participación, además de la intervención de grandes líderes rebeldes con una gran causa que
lograron con su visión, coherencia, y convicción despertar las sociedades y mostrarles el
poder de estar unidos.

Apenas el grito de independencia, la democracia colombiana se empezaba a abrir camino, los


próceres de la patria comenzaban a definir la organización del estado, desde ese momento el
país inicio una evolución democrática cada vez con más libertades y oportunidades para la
población, de ahí que los ciudadanos fueron adquiriendo derechos y mecanismos de
participación proporcionados por el estado, el camino fue largo y tedioso, en ocasiones
conveniente y excluyente, se redactaron varias constituciones influenciadas por las
costumbres de época y la idoneidad del mandatario de turno, es así, después de este largo
proceso que llegamos a la constitución de 1991 que actualmente sigue rigiendo en la
organización del estado colombiano, y que destaco en la implementación de una mayor
participación ciudadana y el desligamiento de la iglesia que dio paso al pluralismo, también
se otorgó el derecho de crear partidos políticos diferentes a los tradicionales.

El camino democrático en Colombia se ha tergiversado en alguna parte, tal vez desde el


principio, solo que por falta de documentación y medios comunicativos en épocas anteriores
no se hace evidente, pero los resultados actuales del estado confirman el sendero equivocado
por el que algunos dirigentes nos han desviado.

“El pueblo ignorante es víctima de la incomprensión y la desidia” (Gaitan)

Aunque la constitución colombiana es asequible para cualquier ciudadano y cada artículo


esta cuidadosamente redactado para su comprensión, cada colombiano no es consciente del
poder que el mismo estado le otorga, se evidencia tanto la ignorancia de algunos, como el
aprovechamiento de la misma para favorecer de otros , en Colombia es recurrente
encontrarnos funcionarios con un alto grado de corrupción en el ejercicio de las leyes y la
política utilizando su conocimiento e influencia para obtener resultados convenientes y auto
beneficiosos.

“La fuerza del pueblo está en la conciencia de sus derechos. En la conciencia de sus
deberes. En la comprensión de que Colombia está iniciando otra época histórica, y que
para que en verdad haya un salto cualitativo en la interpretación del país, en el
conocimiento de sus realidades y posibilidades, todo colombiano tiene una tarea por
cumplir”. (Galan)

El pueblo colombiano no es consciente del poder otorgado, su ignorancia y despreocupación


es el paraíso para los corruptos que al paso del tiempo han encontrado toda clase artimañas,
que han desviado el camino de la democracia, y a su vez sometido al país en un atraso de
desarrollo por la mala utilización de los recursos naturales y económicos.

Mientras tanto la sociedad colombiana, golpeada por la mala dirigencia en muchos aspectos,
económico, oportunidad, derechos fundamentales vulnerados, olvido, injusticias, y tantas
cosas más sigue encapsulada en su ignorancia e indiferencia, el deber mas grande como
sociedad es mejorar el país y esto se logra des los actos más simples y el ejemplo que
dejamos en nuestros hijos incorporando la ética y la moral a cada una de nuestras acciones.

“Encuestas realizadas por el DANE en 2008, evidencian como el porcentaje de personas que
no conocen los mecanismos de participación es mayor al de los que sí lo conocen: el 54,33%
de los ciudadanos mayores de 18 años no tenía conocimiento del mecanismo de la consulta
popular; además, solo el 25,97%, de la población encuestada, sabía lo que es el plebiscito Un
estudio realizado para la Registraduría Nacional del Estado Civil por la Universidad Sergio
Arboleda, en 2013, evidenció que Colombia es el país con mayor abstención electoral en la
región” (librepensador.uexternado.edu.co)

El resultado es revelador, la democracia no solo es responsabilidad de los dirigentes, los


ciudadanos también deben tomar conciencia que existe una constitución que otorga a
cualquier ciudadano la posibilidad de la participación, algo esencial para un estado
democrático es el voto popular, el mecanismo por el cual elegimos los timoneles del país, y
en quienes ponemos nuestro futuro, pero a la hora de sufragar existen dos grupos que afectan
directamente el sentido de la democracia, los que se abstienen a participar y los que venden
su conciencia electoral.

Hay un factor bastante relevante que debemos tener muy en cuenta y es la violencia que ha
sufrido el país durante su historia, y que ha afectado la participación del ciudadano en las
problemáticas de sus propias regiones, tanto los corruptos como los grupos al margen de la
ley se han encargado de intimidar y silenciar a la población, el asesinato de líderes sociales
es la prueba de que hacer democracia en Colombia no solo es difícil, sino también peligroso,
incluso existen zonas del país donde las normas y leyes son impuestas por guerrilleros o
paramilitares, lo cual es un fenómeno antidemocrático, y deja a la luz la negligencia del
estado para la proteger y defender a la población

Toda esta problemática antes descrita coloca el país en un lugar muy poco privilegiado desde
el punto de vista democrático en el mundo.

“La democracia está aún lejos de ser un sistema de vigencia universal. Esta es, quizá, la
conclusión más inquietante que surge de un estudio que acaba de dar a conocer la prestigiosa
Economista Inteligencie Unir (Economist). El informe indica que sólo la mitad de los 165
países incluidos en la investigación pueden considerarse democráticos, y apenas 25 se
encuentran en el segmento en el que el sistema funciona a plenitud. Vale la pena destacar,
por cierto, que los únicos latinoamericanos presentes en este privilegiado grupo son Uruguay
y Costa Rica.” (www.eleconomista.com.ar)

Comparando la democracia colombiana con la del resto del mundo vemos como a pesar de
que nuestra constitución promulga en el artículo uno que Colombia es democrática y
participativa, no se considera así ante los ojos del mundo, los aspectos que más demarcan el
desprestigio democrático del son la poca participación de la minorías y la falta de
transparencia y eficacia en el ejercicio del poder.

Ahora bien un estado democrático, no necesariamente es el camino al éxito de un país, existe


diversidad en las formas de gobierno adoptadas en los diferentes territorios, algunos no
democráticos destacan por su desarrollo, economía, y el bienestar de sus ciudadanos, en
casos distintos también existen regímenes autoritarios que denotan el abuso, corrupción,
violencia, y atraso, pero también naciones democráticas exitosas, lo que denota que la falla
no es el sistema por el que se rige cada nación , sino que se involucran aspectos éticos,
sentido de pertenencia , conciencia de la responsabilidad de manejar todo un país, lealtad y
respeto por el pueblo.

Cave analizar el impacto generado por la democracia en la sociedad colombiana, se podría


pensar que nunca hemos estrado preparados para tan excelente beneficio, hay una palabra
clave en este principio de democracia: libertad, la potestad de actuar sin la intervención del
estado, de allí nos es posible disfrutar, el libre desarrollo de cada persona, la diversidad, el
pluralismo, la libre expresión, la oportunidad de crear un capital económico propio y muchos
otros beneficios a los que somos acreedores solo por hecho de nacer en el territorio
colombiano. En conciencia de nuestra libertad tenemos la opción de utilizarla de manera
provechosa o no, es allí donde hay otra falla, cada quien prevalece sus necesidades sin
importar los perjuicios generados a la misma sociedad a que pertenece, es el pan de cada día
observar como existen individuos dedicados a aprovecharse de los incautos ciudadanos de
bien, para obtener beneficios económicos de forma fraudulenta, otros prejuiciosos que no
soportan la diversidad que se muestran intolerantes y violentos, vecinos mal intencionados,
funcionarios corruptos, y muchas otras cosas que se pueden denominar acciones
antidemocráticas, donde se refleja que la responsabilidad del déficit democrático en
Colombia no solo es responsabilidad de los dirigentes, los ciudadanos también tienen mucho
que ver, ya sea por su actuar, indiferencia, o desinterés de informarse, la solución es
complicada por todos los aspectos ya mencionados en este escrito, pero si comenzamos desde
cada uno de nuestros hogares a actuar de manera transparente e inculcar dicha práctica, algún
día tendremos una sociedad de provecho y a la ves un país mejor.
CONCLUSIONES

Nuestra apreciación sobre lo planteado, no podemos desconocer que en la actualidad las


mayorías pueden, bajo criterios democráticos, imponerse por encima del individuo,
restringiendo su libertad y su autonomía. A esto llamamos la “tiranía de la mayoría”, y
usualmente sucede por la baja calidad de la información en épocas electorales. Y es que en
esto radica la obligación cívica de la votación con conciencia, con criticidad, en que no
permitamos el engaño de “fakenews” o falacias de autoridad o de mayoría, y vayamos más
allá de lo que escuchamos. Es nuestra responsabilidad el investigar y crear un criterio propio
y autónomo con razones válidas, esa es nuestra obligación civil.

logrando entender el momento social y político de descontento generalizado y falta de


confianza en el gobierno y sus instituciones, pero también creo que cuando la libertad
individual genera daño en otros o en sí mismo, el Estado o la sociedad pueden cohibir al
sujeto en la libertad de su acción. (Gómez, La Constitución colombiana de 1991, la liberta y
autonomía, 2019), de manera que, aunque es importante considerar la participación social
como parte de la acción política-en donde los individuos se organizan, ya sea para resolver
un problema, o bien para generar formas de participación y acción colectiva que se tornen
permanentes- es crucial entender que el voto programático es el único capaz de dinamizar las
instituciones y generar cambios eficientes.

La participación ciudadana implica entonces dos tipos de movimiento: uno que coloca
necesariamente a la sociedad en contacto con el Estado, los medios de control y participación
ciudadana - en mi creencia sobre todo en el proceso de votación popular- y el segundo que
conecta a la sociedad en sí misma, buscando su fortalecimiento y desarrollo autónomos que
garanticen la educación para crear criterio, para crear el dinamismo de participar, de
gestionar mediante las herramientas que la democracia y la Constitución nos dan con una
mayor atención a las cuestiones culturales y ́políticas locales, para crear condiciones de
acción colectiva, y con ello establecer la relación entre gobernados y gobernantes.

Para lograr un país mejor se debe comenzar por cada individuo. La culpabilidad de una
democracia tan lejana a su verdadero significado, para Colombia esta compartida entre la
población y sus dirigentes.
La desidia ciudadana es el paraíso para los corruptos, presente en la organización política de
un estado no es garantía de éxito para el mismo.

REFERENCIAS

BIBLIOGRAFÍA

Enríquez, L. Á. (2007). Romper el cerco de lo mínimo. El debate actual de la democracia.


México: El colegio de México.

Gómez, C. A. (2019). Democracia y participación. Bogotá, Colombia.

Gómez, C. A. (2019). La Constitución colombiana de 1991, la liberta y autonomía. Bogotá,


Colombia.

Orozco, M. (5 de 05 de 2019). Instituto para el dialogo interamericano. Obtenido de


http://www.iigov.org

Santos, B. D. (2005). Democratizarla democracia, los caminos de la democracia


participativa. México: Fondo de cultura económica.

Sentencia Constitucionalidad, C-011-1994 (Corte Constitucional 1994).

www.eltiempo.com

www.preceden.com
librepensador.uexternado.edu.co

www.eleconomista.com.ar

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