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Resistencia Al Esfuerzo Cortante UNIDAD 6 CERRO AZUL
Resistencia Al Esfuerzo Cortante UNIDAD 6 CERRO AZUL
Se dice que un medio continuo está sometido a un estado de esfuerzos plano continuo
cuando puede determinarse un plano al que resulten paralelos los segmentos dirigidos
representativos de los esfuerzos en todos los puntos de dicho medio. Es decir, los
esfuerzos normales y tangenciales paralelos a la normal a ese plano determinado son
nulos en todos los puntos del medio ¿). Además, los esfuerzos no nulos son
independientes de la coordenada x.
Se dice que un medio continuo está sometido a un estado continuo de deformación plana
cuando, para todos los puntos del medio puede determinarse un plano en el cual las
deformaciones normales asociadas a él sean nulas y cuando, simultáneamente, existen
otros dos planos normales al primero y entre sí, en los que las deformaciones angulares
asociadas sean también nulas.
1
σF y =0 ; Sny −σ y cosα−T yz senα + Yh=0
2
1
σF z =0 ; S nz−σ z senα−T zy cosα + Zh=0
2
Las fuerzas Y y Z son las componentes de las fuerzas de masa en las direcciones de los ejes
Y y Z, respectivamente. Si ahora h 0, con lo que δ—>δ' se tiene:
Las componentes normal (σ n) y tangencial (τ n) del esfuerzo total Sn, asociado al plano AB,
definido por el versor ñ (cos a, sen a ) , pueden obtenerse sencillamente también con los
productos escalares:
σ n=ŝ n . ñ
τ n=ŝ n . m
En Teoría de la Elasticidad se demuestra que existen planos ortogonales entre sí, llamados
principales de esfuerzo, en los que los esfuerzos tangenciales son nulos, existiendo
únicamente esfuerzos normales, denominados principales; se demuestra también que en
un estado de esfuerzos plano, hay dos planos principales, con su correspondiente esfuerzo
principal ligado; uno de éstos es el mayor de todos los esfuerzos normales actuantes en el
punto considerado, mientras el otro es el menor.
Llevando estos valores a las ecuaciones generales (11-1), se obtiene:
(σ ¿ ¿ z −S ¿¿ n)senα+ τ zy cosα=0 ¿ ¿
Se vio que a cada elemento del conjunto de los versores ñ le corresponde un elemento del
conjunto de parejas ordenadas (α n,τ n). Mohr estableció que al construir el plano
coordenado(α n,τ n), a cada versor ñ, que representa un plano a través del punto P con
dirección definida, le corresponde un punto en ese plano coordenado, cuyas coordenadas
miden los esfuerzos ligados a dicho plano. Sin embargo, la recíproca es falsa; es decir,
existen puntos en el plano (α n,τ n) que no representan esfuerzos actuantes en el punto P.
Así, se plantea naturalmente el clásico problema resuelto por Mohr: encontrar, en el
plano coordenado (α n,τ n), el lugar geométrico de los puntos que representen esfuerzos
actuantes en el punto P.
Nótese que en la Fig. XI-4, el ángulo 2α se ha llevado en el sentido de las manecillas del
reloj, que es contrario al que se ha tomado en la Fig. XI-2. En un estado tridimensional de
esfuerzos, los esfuerzos asociados a las distintas direcciones en un punto dado pueden
obtenerse por una extensión de la teoría presentada en los párrafos anteriores. La Teoría
de la Elasticidad demuestra que en el caso más general, existen tres planos normales
entre sí en los que no existe esfuerzo cortante, sino esfuerzo normal solamente; estos
planos son principales. En esos estados tridimensionales, si se elige como plano
coordenado aquel al que resultan paralelos los segmentos dirigidos representativos de
dos de los esfuerzos principales. En el estado tridimensional de esfuerzos se tienen así, por
lo general, tres círculos de Mohr asociados a un punto, los cuales resultan tangentes entre
sí, de modo que uno de los círculos envuelve a los otros dos. Este queda definido por los
esfuerzos principales mayor y menor y es el que, por lo general, interesa analizar
específicamente en Mecánica de Suelos, debido a que la Teoría de Falla más usada en este
campo involucra a los esfuerzos normales asociados a los esfuerzos tangenciales máximos
que se pueden presentar en el punto considerado.
σ 1 +σ 3 σ 1−σ 3
σ= + cos 2θ
2 2
σ 1−σ 3
τ= sen 2 θ
2
Si 6 < 90°, como en la Fig. XI-5, τ resulta positivo; el ángulo δ que mide la desviación entre
el esfuerzo normal y el resultante en el elemento triangular, se genera, así, en el sentido
de las manecillas del reloj, sentido que se considera positivo por corresponder a un valor
positivo del esfuerzo cortante τ .
Obsérvese que en ese círculo de Mohr los valores positivos del ángulo δ aparecen hacia
arriba a partir del eje horizontal y que el ángulo 2θ se genera a partir de dicho eje
horizontal, en sentido contrario al de las manecillas del reloj.
τ =S=σ tan ∅
La inclinación del plano en que actúan dichos esfuerzos respecto al plano en que actúa vi,
el esfuerzo principal mayor, queda medida por el ángulo θ, que ahora vale, según se
desprende de la geometría de la misma Fig. XI-9.
∅
θ=45+
2
σ1 ∅ ∅
σ3
2
(2
2
) (
=cotan 45− =tan 45+ =N ∅
2 )
Prueba directa de resistencia al esfuerzo cortante
En ésta, como en todas las pruebas de resistencia de suelos, caben dos posibilidades de
realización: el método de esfuerzo controlado y el de deformación controlada. En el
primero la prueba se lleva a efecto aplicando valores fijos de la fuerza tangencial al
aparato de modo que el esfuerzo aplicado tiene en todo momento un valor prefijado; en
el segundo tipo, la máquina actúa con una velocidad de deformación constante y la fuerza
actuante sobre el espécimen se lee en la báscula de la máquina que la aplica.
Es sabido que cuando un material falla en una prueba de resistencia su curva esfuerzo-
deformación será semejante a alguno de los dos arquetipos que aparecen en la Fig. XII-5.