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PROYECTO CRECEMOS LEYENDO PROYECTO CRECEMOS LEYENDO PROYECTO CRECEMOS 1

LA MUERTE 4. Esta idea se expresa perfectamente en el


dolor que experimentamos por la pérdida de un
ser querido. Este ser querido lo hemos introdu-
Henry Laborit
cido en el curso de los años en nuestro sistema
nervioso, forma parte de nosotros mismos. Las
1. ¿La muerte de qué? La de un
relaciones innumerables establecidas entre él y
“envoltorio carnal” como suele decirse, cuyas
nosotros, y que nosotros hemos interiorizado,
características específicas, que le hacen perte-
hacen de él una parte integrante de nosotros
necer al grupo homo sapiens, no son más que el
mismos. El dolor de su pérdida lo experimen-
resultado de una larga sucesión de aconteci-
tamos como una amputación de nuestro yo, es
mientos evolutivos en cuyos determinismos no
decir, como la supresión brutal y definitiva de
participamos. Cera virgen con las característi-
la actividad nerviosa (en cierto modo podemos
cas necesarias para ser registrada pero que si se
decir de nuestro sistema nervioso, puesto que
la abandona en su nacimiento se endurecerá de
la actividad de este es soportada por la materia
tal modo que después de algunos años ya no
biológica) que teníamos de él. No le lloramos a
será posible impresión alguna en ella. Esta
él: nos lloramos a nosotros mismos. Lloramos
matriz biológica permanecerá en el estadio en
esta parte de nosotros que era necesaria para el
que se encuentran las especies que nos han
funcionamiento armonioso de nuestro sistema
precedido. Utilizará en su comportamiento el
nervioso. El dolor moral es el de una amputa-
cerebro de reptil, el de los viejos mamíferos, el
ción sin anestesia.
de los mamíferos más recientes pero nunca
podrá utilizar eficazmente las zonas asociativas
5. Así, pues, lo que nos llevamos a la
de su neocortex prefrontal. Para ello le falta el
tumba es esencialmente lo que los otros nos
lenguaje y el aprendizaje de los mayores. En
han dado. ¿Y qué les hemos devuelto? Lo más a
otras palabras, es necesario que esta matriz
menudo, no hemos hecho más que transmitir
interiorice muy pronto en el sistema nervioso
de una generación a otra la experiencia acumu-
perfeccionado que posee ciertas actividades
lada. Para ello no es necesario ser profesor.
funcionales que le vienen de los otros. Y los
Basta con vivir y hablar. En este sentido, cada
otros, no son solo los seres humanos que pue-
ser humano enseña, transmite a los otros lo que
blan su entorno, sino, por intermedio de estos,
le enseñaron a él. Transmite la visión de su
y gracias a los lenguajes, todos “los otros” que
entorno tal como los otros se lo han preparado,
desde los primeros clanes hasta nuestras socie-
tal como los otros se lo han descrito y tal como
dades modernas han transmitido de generación
él lo ha aceptado. No es necesario ni siquiera
en generación su experiencia acumulada.
reproducirse, transmitir la adquisición gené-
tica. La transmisión oral fue durante mucho
2. De este modo, lo que la muerte hará
tiempo la única y sigue siendo para la mayoría
desaparecer con la matriz biológica, que no
de los hombres contemporáneos el único papel
puede asegurarse por sí sola la creación de una
que van a desempeñar durante su corto paso
personalidad, son “los otros”. Pero ¿podemos
sobre el planeta. ¿Basta eso para ser exigente,
decir que “nosotros somos nosotros” simple-
para esperar de los otros más de lo que nos han
mente porque los otros se han presentado en
dado? Puesto que a menudo no hacemos más
un orden determinado, variable en cada uno de
que transmitir un mensaje técnico, una expe-
nosotros, con ciertas características, variables
riencia, ¿podemos exigir de los otros más que la
esencialmente en relación con el medio, con la
transmisión de un mensaje técnico que a su vez
parcela de entorno que el nacimiento nos ha
les ha sido transmitido? En realidad, lo que
impuesto?
podemos exigir es que el mensaje nos sea
transmitido integralmente, sin ser amputado
3. ¿Podemos decir que existimos como
en signos indispensables para su comprehen-
individuos cuando nada de lo que constituye
sión, por el determinismo social de nuestro
dicho individuo nos pertenece? ¿Cuándo solo
nacimiento. Lo que también podemos exigir es
constituimos una confluencia, un lugar de
que no nos obliguen a aprendernos de memoria
reencuentro de “los otros”? Nuestra muerte,
dicho mensaje, de tal manera que seamos inca-
¿acaso no es más que la muerte de los otros?
paces de cambiar una sola palabra de él. Si eso

LA MUERTE, de HENRY LABORIT


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hubiera sucedido así desde el alba de los quecer el dominio del conocimiento humano
tiempos humanos, todavía estaríamos tallando con su aporte único e irremplazable.
sílex en la puerta de las oscuras cavernas. Los 7. De este modo la muerte podrá ser
conocimientos del hombre a través de los siglos realmente vencida. Hasta este momento la
se han ido enriqueciendo hasta desembocar en muerte solo es la muerte de los que están en
nuestro mundo moderno, con lo cual el men- nosotros. Pero a partir de ahí cada hombre
saje se ha ido haciendo más complejo desde los dejará su rastro indeleble en el sistema
orígenes. Eso se lo debemos a algunos hom- nervioso de aquellos cuyas matrices biológicas
bres, que han añadido a lo que les habían dado le sobrevivirán y que transmitirán a través de
los otros, una parte surgida de ellos mismos y las edades esta pequeña parcela de novedad
que el mensaje no contenía antes de ellos. Los incorrompible que representa todo aporte
otros han muerto, definitivamente, mientras original al conocimiento humano.
que ellos viven todavía en nosotros, a veces
desconocidos, pero siempre presentes. Viven 8. Pero quizás el papel de cada hombre sea
todavía en nosotros puesto que lo que aporta- más sencillo todavía. Quizás ha consistido
ron al mundo humano continúa su carrera en el desde el origen de la historia en vivir, puesto
seno de nuestro sistema nervioso. Sabemos que que al hacerlo se introduce en la porción de
lo que aportaron al mundo es una construcción entorno de los que le rodean y, con el solo
nueva que hicieron nacer de las asociaciones hecho de su presencia, este entorno ya no será
hechas posibles gracias a las zonas asociativas el mismo ni otro cualquiera. Pero en este caso,
de su cortex órbito-frontal. ¿No serán ellos los ¿nos es dado hablar todavía de individuos sin
únicos susceptibles de asumir el nombre de una sonrisa?.
“hombre”?
***
6. ¿De qué sirve conservar un despojo
envuelto en vendas o sumergido en ázoe Henry Laborit: médico vietnamita autor del
líquido, si esta matriz biológica no ha servido libro “Introducción a una biología del
más que para recibir, sin dar nunca nada? ¿Si comportamiento”, de donde se ha tomado el
nunca ha hecho otra cosa más que transmitir y presente artículo.
a menudo deformando el mensaje que le fue
confiado y que cualquier otro hubiera transmi-
tido en su lugar? Por el solo hecho del crecien-
te número de hombres, el mensaje tiene cada
vez menos posibilidades de perderse. Pero lo VOCABULARIO:
que sería esencial es que merced al número
creciente de hombres, el mensaje pudiera enri- Determinismo: sistema filosófico que
quecerse constantemente con el aporte de niega la influencia personal sobre la
todos. Ahora bien, eso no será posible más que
el día en que hayamos encontrado el medio de
determinación y la atribuye a la fuerza de
no paralizar desde la infancia el funcionamien- los motivos.
to de las zonas asociativas. El día en que apren- Estadio: etapa, período
damos a no inmovilizar a cada individuo en su Cortex: Corteza cerebral: capa más
entorno. El día en que le hayamos enseñado el superficial del cerebro, constituida por
medio de enriquecerse con adquisiciones sustancia gris.
nuevas que podrá transmitir a su alrededor y a Confluencia: punto de encuentro
sus sucesores. La única herencia que cuenta no Alba: origen, comienzo
es la herencia familiar de bienes materiales o de Sílex: pedernal
tradiciones y de valores discutibles, sino la Ázoe: nitrógeno
herencia humana de los conocimientos. Al igual
Susceptible: sensible, que se puede
que el campesino de ayer intentaba, durante su
corta vida, enriquecer el patrimonio familiar
modificar
con un trozo de tierra suplementaria, cada
hombre de mañana deberá ser capaz de enri-

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