REPORTE

JULIO
2010

TECTÓNICA,
NIVEL DEL MAR Y CICLO SÍSMICO
EN PLAYA JUNQUILLAL Y EL PACÍFICO NORTE COSTARRICENSE

Mario Protti
Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI)

Daniel Ballestero
Universidad Nacional (UNA)

Ana Fonseca
World Wildlife Fund (WWF)
CONTENIDOS
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

Cambios en el nivel del mar. . . . . . . . . . . . . . . . 4

Aumento en el nivel del mar

a partir del siglo XX. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

Tectónica, nivel del mar y ciclo sísmico

en el pacífico norte costarricense. . . . . . . . . . . 7
Observaciones mareográficas y altimétricas
del nivel del mar en el pacífico costarricense . . . . 10

Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

Referencias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
INTRODUCCIÓN
Las variaciones del nivel del mar medido res-
pecto a una superficie en tierra firme reflejan
cambios en la posición de la superficie del mar,
cambios en la posición de la superficie del suelo
en tierra, o cambios en ambas superficies. Las causas de estos cambios en
el nivel relativo del mar (respecto a un punto de referencia en tierra)
pueden ser varias. Los procesos tectónicos que causan levantamiento o sub-
sidencia de la zona costera producen una disminución o un aumento apa-
rente, respectivamente, del nivel relativo del mar. El nivel del mar también
varía si cambia el volumen de agua en los océanos. El volumen oceánico
aumentó en escalas de tiempo geológicas muy grandes (109 años), y la mo-
dificación de la morfología de las cuencas oceánicas y la tectónica de placas,
en escalas temporales de 107 – 108 años, pueden resultar en cambios en el
nivel del mar de cientos de metros. En escalas temporales de millones de
años el nivel del mar ha cambiado como resultado de cambios climáticos,
que indujeron el intercambio cíclico de agua entre las capas de hielo y el
océano. Durante el último millón de años las grandes masas de hielo conti-
nental del hemisferio norte produjeron subsidencia en la corteza terrestre
del orden de cientos de metros durante la glaciación, mientras que durante
la deglaciación la corteza se elevó nuevamente y el nivel relativo del mar
disminuyó localmente. La elevación de la corteza (ajuste isostático) todavía
está ocurriendo y las estimaciones del cambio del NM global deben realizar
una corrección por este efecto.

El volumen oceánico global es también alterado como resultado del cambio

climático en escalas temporales mucho más pequeñas, hasta del orden de déca-
das, como resultado de dos procesos: dilatación térmica e intercambio de agua
entre el océano y otros reservorios incluyendo la atmósfera. En esta escala tem-
poral, además del cambio global, se observan marcadas variaciones geográficas
del nivel del mar a las que contribuyen variaciones en la circulación oceánica y
la presión atmosférica. A nivel regional y local el nivel relativo del mar puede
ser modificado por procesos tectónicos, subsidencia y sedimentación. En el es-
cenario actual de aumento del nivel global del mar (~ 3 mm/año), los procesos
regionales pueden predominar, con variaciones regionales entre -10 mm/año y
10 mm/año (Aviso 2009).

Este trabajo inicia (sección 1) con una breve descripción de los cambios del
NM global de las últimas decenas de millones de años hasta el ciclo de gla-
ciaciones-deglaciaciones de los últimos cientos de miles de años. En la par-
te 2 se discuten las observaciones del calentamiento y aumento global del
nivel del mar iniciado en el siglo XIX utilizando información de mareógra-
fos y, desde inicios de la década de 1990, de altímetros a bordo de satélites
de observación geofísica. Una vez establecida la tendencia global actual de
cambio del NM se introducen las observaciones realizadas en la región de la
costa del Pacífico norte costarricense. En la sección 3 se discute primero la
actividad tectónica, que constituye el factor principal de cambio del NM en
la región, y posteriormente se consideran las observaciones mareográficas y
altimétricas locales del NM (sección 4). En la última sección (5) se resumen
las observaciones del cambio en el NM regional y global enfatizando en las
distintas escalas temporales de variabilidad.

TECTÓNICA,
NIVEL DEL MAR Y CICLO SÍSMICO
EN PLAYA JUNQUILLAL Y EL PACÍFICO NORTE COSTARRICENSE
3
CAMBIOS DEL NIVEL DEL MAR El nivel del mar ha fluctuado a lo largo de la historia
geológica de la Tierra inundando y exponiendo, en

EN ESCALA GEOLÓGICA forma alternada, las planicies costeras. Los cambios de

mayor magnitud observados en el nivel global del mar
del planeta en los últimos millones de años, del orden
de varias decenas de metros, están determinados principalmente por los cambios en
la cantidad de agua anclada en tierra en la forma de hielo. Retrocediendo 35 millones
de años, hasta el último período en que la Tierra se encontraba completamente libre
de capas de hielo polares, el nivel del mar se encontraba 70 m por encima del nivel
Figura 1
actual, aunque en esta escala temporal deben contemplarse también los cambios en
el volumen de las cuencas oceánicas debidas a la tectónica de placas. Las estimacio-
Temperatura global
durante los últimos nes del nivel del mar equivalente de las principales masas de hielo polares del pre-
450 000 años (de sente (Schubert et al. 2006) son de 7 m para Groenlandia, 6 m para la capa antártica
McGehee 2009) occidental y más de 50 m para la capa antártica oriental.

kiloaño bp



Figura
1:
Temperatura
global
durante
los
ùltimos
450
000
años
(de

El nivel del mar (NM) y la distribución de hielo están estrechamente ligados a la
McGehee
2009)
 temperatura global del planeta, pero la relación entre temperatura global y NM

 no es lineal. Hace 3 millones de años, con una temperatura global superior a la
actual de entre 2 y 3 ºC, el NM se encontraba 25-30 m sobre el nivel presente.
El último millón de años muestra ciclos de
glaciación y deglaciación (figura 1) por cam-
bios del clima forzados por variaciones en la
Aumento Post-Glacial órbita terrestre, donde las señales dominantes
Cambio en el nivel del mar (m)

en el Nivel del Mar tienen períodos de 100 000, 42 000 y 23 000

años, conocidos como Ciclos de Milankovitch.
Hace 120 000 años, durante el último período
Impulso por climático cálido, con una temperatura supe-
deshielo 1A
rior a la actual en aproximadamente 1 ºC, las
estimaciones del NM se encuentran entre 2
Último m y 6 m sobre el valor actual. En el pico de la
máximo glacial última glaciación, hace unos 20 000 años, con
una temperatura entre 4 y 7 ºC por debajo de
la temperatura del presente, el NM se encon-
traba unos 120 m por debajo del nivel actual
Miles de años atrás
(Oppenheimer and Alley 2004, Dowset et al.
1994, Schubert et al. 2006).

Figura 2 El incremento del nivel del mar durante la última deglaciación hasta los
Cambio del NM en los niveles actuales, iniciada hace 19 000 años (Clark et al. 2004), ocurrió en
últimos 20 000 años una serie de pulsos asociados al colapso de grandes masas de hielo conti-
(de http://en.wikipedia.org/
nental llamados pulsos de derretimiento, durante los cuales la rapidez del
wiki/Current_sea_level_rise)

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4
 incremento del NM llegó a alcanzar 5 m en 100 años. El mejor documenta-
do, conocido como pulso de derretimiento 1A (Meltwater pulse 1A), ocurrió
hace unos 14 200 años, probablemente asociado a derretimiento antártico
(Clark 2009). Luego del incremento anterior de 120 m, el NM se estabilizó
hace entre 3000 y 2000 años (Bindoff et al. 2007, figura 2) y se mantuvo
notablemente constante hasta el siglo XIX.

AUMENTO DEL NIVEL DEL MAR El incremento del NM inició nuevamente en el si-
glo XIX y durante el siglo XX la taza de aumento

A PARTIR DEL SIGLO XX observada con mareógrafos fue de 1.7 mm/año. Las
observaciones realizadas con técnicas altimétricas
desde satélites, disponibles desde principios de la
década de 1990 y confirmadas por mareógrafos,
muestran un incremento del NM de 3 mm/año entre 1993 y 2003, atribuido
principalmente a la expansión térmica del océano y el derretimiento de hielo
continental (Bindoff et al. 2007).

La figura 3, tomada de
Bindoff et al. (2007),
muestra la desviación
del NM global anual
respecto al valor medio
1961-1990 medido con
mareógrafos a partir de
1950 en las curvas roja
(reconstruida) y azul, y
la desviación respecto
al valor medio global
1993-2001 medido téc-
nicas altimétricas (ver
más abajo) en la curva
negra. Las estimacio-
nes mareográficas del
cambio del NM global se

 encuentran en el rango
1-2 mm/año (Miller and
Figura
3:
valores
medios
anuales
de
desviación
del
NM
global
 Douglas 2006), pero

 hay consenso en que las
Figura 3 mejores estimaciones son cercanas a 2 mm/año. Las estimaciones del NM basa-
Valores medios anuales das en mediciones mareográficas tienen algunas limitaciones. La mayoría de las
de desviación del NM observaciones de buena calidad provienen del hemisferio norte y no son de mar
abierto, sino que se encuentran en la zona costera, donde el movimiento vertical
relativo entre el mar y la tierra produce los mayores errores en las mediciones.
Además, aunque las nuevas técnicas de geodesia y el uso del Sistema de Posi-
cionamiento Global (GPS) son prometedores, persisten problemas sistemáticos
para corregir los errores anteriores.

Desde 1992 el NM es medido globalmente, con una precisión de 5 mm en in-

tervalos de 10 días, utilizando altímetros a bordo de satélites de observación
geofísica en órbitas polares. Los altímetros miden la distancia entre el satélite y

TECTÓNICA,
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5
 la superficie mediante pulsos de radar, y conociendo con gran precisión la posi-
ción del satélite respecto a una superficie elipsoidal de referencia bien determi-
nada (un modelo de la forma de la superficie de la Tierra), se obtiene la altura
de la superficie del mar (SSH por sus siglas en inglés), que también es determi-
nada respecto al elipsoide de referencia. El nivel medio del mar global es calcu-
lado con altimetría promediando las medidas de SSH sobre todos los océanos
del planeta. A diferencia de las mediciones mareográficas, donde se mide el
nivel relativo (a tierra) del mar, la altimetría permite obtener las variaciones
absolutas del NM en forma global, con una precisión de décimas de mm/año.
La variación del NM medio global medida de esta forma incluye: a) la expan-
sión o contracción debida a variaciones en la densidad del agua (determinadas
por variaciones de temperatura y salinidad); b) el intercambio de agua con los
continentes, la atmósfera y las capas polares; c) variaciones de baja frecuencia
de la circulación oceánica.

Utilizando datos de los

altímetros Topex/Posei-
don y Jason, Cazenave y
Nerem (2004) obtienen
un incremento anual del
NM global de 3.1 ± 0.4
mm/año para la década
1993-2003. Este resul-
tado, significativamente
mayor que el obtenido
en décadas anteriores
con mediciones de ma-
reógrafos, incluye co-
rrecciones por variación
del volumen de la cuenca
oceánica global debida
al ajuste isostático post-
glacial discutido en la
introducción. La figura
4 ilustra las mediciones
altimétricas del NM me-
dio global actualizadas
a julio 2009, obtenidas
del proyecto Archiving,
Figura 4 Validation and Interpretation of Satellite Oceanographic Data (Aviso 2009), que
reporta una tendencia lineal de aumento del NM global de 3.3 ± 0.6 mm/año, con
Nivel medio global del
mar 1992-2009 datos altimétricos de los instrumentos Topex/Poseidon, Jason-1 y Jason-2.
(tomado de Aviso 2009)
de www.aviso. La cobertura global de la altimetría evidencia sin ambigüedades que el cambio
oceanobs.com) del NM no es uniforme y muestra marcadas diferencias geográficas (figura 5). El
mayor aumento ocurre en al Pacífico oeste y en el este del Índico, donde también
existe la mayor variabilidad interanual asociada con el ENSO. El Atlántico, con
la excepción de la corriente del Golfo, muestra aumento, mientras que el Pacífico
este y el oeste del Índico muestran descenso del NM. Estas diferencias geográficas
podrían reflejar fluctuaciones decadales en lugar de tendencias de largo término.
Nerem et al (1999) muestran que la distribución geográfica del aumento del NM
altimétrico (absoluto) está fuertemente influenciada por El Niño 97-98. Cazenave
y Nerem (2004) señalan que la distribución geográfica de la dilatación térmica pa-

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6
 rece ser el principal factor responsable de la desigual distribución regional (figura
5) del cambio del NM absoluto durante la década 1993-2003.

La contribución al aumento del NM en la década 1993-2003 parece haber sido de-

terminada, por partes iguales, por la expansión térmica del agua y la disminución
de la masa de hielo anclada a la tierra (Bindoff et al. 2007). Observaciones recientes
indican, sin embargo, que la expansión térmica del océano parece haberse detenido
a partir del 2003, en tanto que el aumento del NM global se mantiene, aunque a una
taza levemente menor. Cazenave et al. (2008) estiman que el 80 % del aumento del
Figura 5 NM durante 2003-2008 se debe al aumento de la masa de agua oceánica. Las obser-
Distribución regional vaciones sugieren que este incremento del agua oceánica a partir del 2003 proviene,
del aumento del NM en partes aproximadamente iguales, de un aumento en el derretimiento de las capas
(en mm/año) 1993-
2003 derivada de de hielo polares y de glaciares montañosos.
datos altimétricos
(derecha) y de la La figura 5 muestra que en la región de estudio la tendencia de cambio del NM
expansión térmica absoluto medido con altímetros es negativa (disminución), opuesta a la tendencia
(izquierda) del agua.
Tomado de http://www. global de aumento del NM absoluto de ~ 3 mm/año. A continuación se discuten
legos.obs-mip.fr. aspectos del cambio del NM relativo y absoluto del Pacífico norte de Costa Rica.



Figura
5:
Distribuciòn
regional
del
aumento
del
NM
(en
mm/año)
1993‐2003
derivada
de
datos

altimètricos
(derecha)
y
de
la
expansiòn
tèrmica
(izquierda)
del
agua.
Tomado
de
http://www.legos.obs‐

 mip.fr.


TECTÓNICA, El territorio costarricense se encuentra compartido

entre 2 grandes placas tectónicas (Coco y Caribe)

NIVEL DEL MAR Y CICLO SÍSMICO y una microplaca (Panamá), e interactúa con una
tercera placa tectónica (Nazca). La mayor parte del
EN EL PACÍFICO NORTE COSTARRICENSE territorio costarricense se encuentra dentro de la
microplaca de Panamá (Jacob et al., 1991; Marshall
et al., 2000). Las fronteras de esta microplaca no
están bien definidas, pero se extiende desde la entrada al golfo de Nicoya en el
oeste hasta más allá de la frontera de Panamá con Colombia en el este y desde
la Trinchera Mesoamericana en el sur hasta la Zona Deformada del Norte de
Panamá en el norte (Figura 6).

La fricción entre las diferentes placas en su movimiento relativo genera defor-

maciones elásticas en la corteza. Las rocas que componen la superficie de la
corteza terrestre se consideran, para todo fin práctico, materiales elásticos de
comportamiento frágil, de tal manera que la acción de fuerzas sobre las rocas

TECTÓNICA,
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7
 genera deformaciones
elásticas hasta que las
fuerzas exceden su lími-
te de resistencia frágil y
se produce una fractura.
Las presiones dentro
de la Tierra restablecen
los lazos de unión entre
los dos lados de la falla
y vuelve a repetirse el
ciclo de carga sobre la
misma, produciéndose
deformación de la roca y
una nueva fractura. De-
pendiendo de las tasas
de movimiento relativo

 entre las placas (tasas
de deformación), estos
ciclos pueden ser de pocas decenas de años hasta
Figura
6:
distribución
de
placas
tectònicas
que
conforman
el
territorio

Figura 6 miles de años. A mayor tasa de
deformación, menores serán los tiempos
costarricense.
La
convergencia
Coco‐Caribe
es
de
8.5
cm/año.

 de recurrencia de dichos ciclos.
Distribución de

 placas tectónicas que
conforman el territorio Las tasas de convergencia entre las placas de Caribe y Coco en Nicoya alcanzan
costarricense. La valores del orden de 85 mm/año (DeMets et al., 1990). Por cada año se acumu-
convergencia Coco- lan 8.5 cm de deformación u 8.5 metros por cada 100 años. Esta deformación
Caribe es de 8.5 cm/año.
es por cizalla y se acumula en el área de falla que representa el contacto entre
las placas. El contacto se extiende desde la trinchera Mesoamericana en super-
ficie hasta una profundidad de unos 40 km, con una inclinación de alrededor
de 25° (Figura 7).

Debido a que las dos placas se encuentran “solda-

das” dentro de la zona de falla, la deformación se
extiende tanto a la placa del Coco en subducción
como a la corteza que forma parte de la placa Cari-
be. En la superficie esta deformación se manifiesta
como una compresión o acortamiento de la corteza
en la misma dirección de convergencia entre las
placas y una subsidencia de la parte frontal de la
placa, más una elevación de la parte inmediata-
mente arriba del final de la zona de acoplamiento
entre placas. La subsidencia se evidencia a lo lar-
go de toda la costa del Pacífico de Guanacaste y

 el levantamiento se evidencia en la depresión del
Figura
7:
Sección
transversal
perpendicular
a
la
trinchera

Tempisque y el Golfo de Nicoya, aunque las tasas
de levantamiento
Mesoamericana
mostrando
las
partes
que
se
discuten
en
el
texto

Figura 7
son mucho menores que las de subsidencia en la costa (Protti
y otros, 2001). Las tasas de levantamiento y subsidencia difieren grandemente
(trinchera
o
fosa
Mesoamericana,
la
costa
y
el
Golfo
o
depresión
del
Río


 Tempisque).
 Sección transversal
perpendicular a la a lo largo de toda la costa de la Península de Nicoya. Los valores de subsidencia
trinchera Mesoamericana o levantamiento dependen del grado de acoplamiento sísmico inmediatamente
mostrando las partes bajo el punto de medición y de la distancia en superficie a la trinchera y al pun-
que se discuten en el to donde las placas se desacoplan.
texto (trinchera o fosa
Mesoamericana, la costa
y el Golfo o depresión del Datos obtenidos por la red de GPS (Posicionamiento Global Satelital) desplegada
Río Tempisque). en Nicoya (Marino Protti, comunicación personal) muestran que la costa en Playa
Negra, una playa cercana a Junquillal, se ha movido en los últimos 3 años a una

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EN PLAYA JUNQUILLAL Y EL PACÍFICO NORTE COSTARRICENSE
8
 tasa de 22 mm/año en dirección N36°E y se hunde a
una razón de 5 mm/año (Figura 8). Esta deformación
es producto de la tectónica de placas y el acoplamien-
to sísmico entre las mismas. El hundimiento de la
corteza a lo largo de la costa se refleja como un avan-
ce del mar sobre la tierra. Es importante enfatizar que
este avance del mar sobre la tierra no es producto de
la elevación del nivel medio absoluto del mar, sino
producto de la tectónica regional.

En 1950 un sismo de magnitud 7.7 rompió la falla

o zona de acoplamiento entre las placas Coco y
Caribe bajo la Península de Nicoya (Protti y otros,
2001). Este sismo de gran magnitud, además de
daños, produjo un levantamiento de la costa. En-
trevistas a pobladores y mediciones posteriores
muestran hasta 1 metro de levantamiento de la
costa después del sismo (Marshall and Anderson,
1995). Desde 1950 no se ha producido un gran sis-


mo en Nicoya, por lo que se ha estado acumulando
Figura
8:
Tasas
de
subsidencia
medidas
en
los
últimos
3
años
con
 deformación elástica por más de 50 años. Infraes-
datos
de
la
red
de
GPS
de
Nicoya
(comunicación
personal
Marino

Protti,
2009).
 Figura 8 tructura construida en los años de 1950 cerca de la playa, lejos de la línea de

 Tasas de subsidencia
costa en marea alta, hoy queda sumergida en marea alta.
medidas en los últimos
3 años con datos de la Los grandes sismos en Nicoya se han estado sucediendo en el pasado a un pro-
red de GPS de Nicoya medio de uno cada 50 años. Se tiene conocimiento de sismos similares al de 1950
(comunicación personal
Marino Protti, 2009).
en 1853 y 1900 (Protti y otros, 2001). Los 50 años mencionados son un promedio
estadístico con datos muy limitados. En general los tiempos entre un sismo y otro
varían grandemente. Su variación se refleja en el tamaño del sismo, el área de
ruptura y la dislocación en la falla. A mayor dislocación o área de ruptura, mayor
la magnitud y mayor el tiempo entre este sismo y el anterior. Aunque no se puede
hablar de un ciclo sísmico con períodos de recurrencia fijos, dada la extensión fini-
ta de la falla, la resistencia de la falla a las cargas externas y la tasa fija de deforma-
ción dada por la velocidad de convergencia de las placas de unos 8.5 cm/año, debe
producirse un gran sismo en un tiempo no mayor a 80 años ni menor a 30 años.

En promedio, cada 50 años la costa sobre el Pacífico en Guanacaste se levanta

súbitamente (durante la ocurrencia de un gran sismo) entre 50 centímetros y
1 metro, que dependiendo de la pendiente de la playa, esto significa que el mar
puede retroceder desde unos pocos metros hasta varias decenas de metros.
Estas estimaciones son específicas para el caso del Pacífico norte de Costa Rica.
Algo similar ocurrió durante el sismo del Valle de la Estrella de Abril de 1991:
en la ciudad de Limón la costa se levantó hasta 1.5 metros exponiendo grandes
comunidades coralinas que se encontraban bajo el mar antes del sismo. Luego
del gran sismo en Nicoya, la costa empezará un nuevo ciclo de subsidencia, al
final del cual el nivel del mar respecto a la costa habrá subido nuevamente en-
tre 50 centímetros y 1 metro. En el caso de las costas de Guanacaste, en el largo
plazo el levantamiento neto supera por poco la subsidencia. En Punta Guiones
y en Cabo Blanco, donde se presentan las mayores tasas de deformación en la
costa guanacasteca, la tasa de levantamiento neta en el largo plazo se ha deter-
minado entre 1.1 y 2.0 mm/año (Sak y otros, 2009), más de 6 metros por cada
1000 años. Estos valores fueron determinados por medio del estudio de terra-
zas marinas formadas desde el Pleistoceno tardío.

TECTÓNICA,
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EN PLAYA JUNQUILLAL Y EL PACÍFICO NORTE COSTARRICENSE
9
OBSERVACIONES MAREOGRÁFICAS Y La única estación mareográfica disponible en la costa
pacífica de Costa Rica que cuenta con una serie de
ALTIMÉTRICAS tiempo razonablemente extensa (1969-1991) para
evaluar posibles tendencias de largo plazo en el NM,
DEL NM EN EL PACÍFICO COSTARRICENSE es la de Puerto Quepos, ubicado en la parte central
de la costa Pacífica, a considerable distancia de la
zona de interés. El mareógrafo, del tipo de Pozo, fue
instalado por el US Coast and Geodetic Survey y actualizado en los años 80 por la
NOAA. Aunque la ubicación geográfica de esta estación no es adecuada para anali-
zar el comportamiento del NM del Pacífico norte de Costa Rica, especialmente por
los procesos tectónicos específicos que afectan a la Península de Nicoya, los datos
arrojan alguna luz sobre la respuesta regional del NM a las variaciones climáticas.

La figura 9 muestra los

Nivel del Mar (estación mareográfica Quepos) valores mensuales del
NM relativo en Puer-
to Quepos durante la
operación continua del
mareógrafo entre 1969
y 1991. La variación es-
tacional ha sido filtrada
Nivel del Mar (mm)

suavizando la curva con

un intervalo móvil de
12 meses, en tanto que
la señal mareal se filtró
utilizando los promedios
mensuales del NM. La
línea continua muestra
la tendencia lineal para
el período considerado,
que muestra un descenso
muy leve del NM relati-
vo de -0.099 mm/año.
Aunque la utilidad de
estos datos para la zona
Tiempo de interés es limitada y

 no se dispone de correc-
ciones por movimientos
Figura
9:
nivel
del
mar
en
Puerto
Quepos
(datos
mensuales)
1969‐
verticales del suelo, vale la pena señalar dos aspectos notables en esta figura: el
Figura 9
1991
(datos
de
RONMAC).
 aumento del NM relativo durante El Niño 1982-1983 y el descenso del NM relativo
Tasas de subsidencia

 medidas en los últimos durante La Niña 1988-1989. La respuesta del NM a los eventos climáticos Niño-
3 años con datos de la Niña (ENSO), de magnitud 10-20 mm/año en la costa del Pacífico costarricense es
red de GPS de Nicoya remarcable y muestran que forzamientos de escala temporal interanual superan
(comunicación personal
Marino Protti, 2009).
claramente la magnitud de la tendencia global de aumento del NM de 3 mm/
año. El fenómeno ENSO impacta claramente el NM global (Nerem et al. 1999) y el
océano Pacífico es el centro de esta señal de variabilidad interanual.

Vale la pena aquí mencionar el análisis de los datos de la estación mareográ-

fica de Puntarenas, referidos al datum de elevaciones del Instituto Geográfico
Nacional, realizado por el Instituto Meteorológico Nacional (IMN 2000), que
arroja un aumento del nivel relativo del mar de 5.1 cm entre 1941 y 1978. Este
resultado, un poco mayor a 1 mm/año de aumento del NM, es consistente con

TECTÓNICA,
NIVEL DEL MAR Y CICLO SÍSMICO
EN PLAYA JUNQUILLAL Y EL PACÍFICO NORTE COSTARRICENSE
10
 las observaciones mareográficas de aumento del NM global (Miller and Do-
uglas 2006) durante el siglo XX, de entre 1 y 2 mm/año. Estas observaciones
carecen de correcciones por ajuste isostático o movimientos tectónicos, y al
igual que los datos de la estación mareográfica de Quepos, no pueden extrapo-
larse a la zona Playa Junquillal.

La figura 10 muestra la variación del NM absoluto obtenida con mediciones altimé-

tricas desde satélites para cuatro puntos del Pacífico al oeste de Junquillal durante
Figura 9 el intervalo 1992-2009. Se utilizaron datos semanales con una resolución espacial
Tasas de subsidencia de 1/3 de grado de Aviso (2009) y se aplicó un filtro con un intervalo móvil (moving
medidas en los últimos average) de 12 meses para suavizar fluctuaciones estacionales y de mayor frecuencia.
3 años con datos de la Las curvas superiores corresponden a un punto cercano a la costa (izquierda) y un
red de GPS de Nicoya
(comunicación personal
punto oceánico (derecha), en tanto que las curvas inferiores corresponden a posicio-
Marino Protti, 2009). nes intermedias (se indican las coordenadas en las figuras).

Costa: Océano:
Nivel del Mar (mm)

Nivel del Mar (mm)

mm / año mm / año
mm / año

Tiempo (año) 
 Tiempo (año) 


Plataforma: Plataforma:
Nivel del Mar (mm)

Nivel del Mar (mm)

mm / año mm / año

Tiempo (año) Tiempo (año)



Figura
10:
nivel
del
mar
(absoluto)
con
datos
altimètricos
obtenidos
de
Aviso
(2009)
cerca
de
la
costa


 Nuevamente la señal más importante corresponde a un evento intenso del fe-
(arriba
izquierda),
en
mar
abierto
(arriba
derecha)
y
en
la
plataforma
continental
al
oeste
de
Junquillal.

nómeno ENSO. El Niño 97-98, que produjo un aumento transitorio en el NM
medio global, muestra un marcado aumento transitorio del nivel del mar local
de unos 20 mm, con amplitud máxima (~ 30 mm) en el punto oceánico más
alejado de la costa. Sin embargo, aunque el efecto de El Niño 97-98 sobre la

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 tendencia del NM global es positiva (Nerem et al. 2004), la tendencia lineal de
las series de tiempo (1992-2009) altimétricas para el Pacífico norte de Costa
Rica muestra una disminución de aproximadamente – 1 mm/año, consistente
con el mapa global de la figura 5.

CONCLUSIONES
La interacción entre las placas tectónicas Coco y Caribe bajo la Península de
Nicoya es la principal causa del cambio del nivel relativo del mar en el Pací-
fico norte de Costa Rica. Los fuertes sismos en la Península de Nicoya tienen
un tiempo de recurrencia promedio de alrededor de 50 años. Cada 50 años
la costa se levanta súbitamente entre 50 centímetros y 1 metro, alterando los

1
ecosistemas costeros, tanto los terrestres como marinos someros, en una franja
que puede sobrepasar los 100 metros. Luego del gran sismo, la costa seguirá
elevándose lentamente mientras se relajan los esfuerzos en el manto. La falla
se recupera lentamente hasta alcanzar nuevamente la resistencia a cizalla, pro-
duciendo un acople entre las placas y un nuevo ciclo de subsidencia de la costa
(aumento en el nivel relativo del mar) como el que se observa actualmente (5
mm/año), que puede alcanzar los 10 mm/año. En el largo plazo, el levanta-
miento de la costa supera a la subsidencia, resultando en un levantamiento
neto de más de 6 m cada 1000 años en los sitios de máxima deformación (Pun-
ta Guiones y Cabo Blanco).

2
Las mediciones mareográficas y altimétricas del nivel del mar (relativo y abso-
luto respectivamente) en el Pacífico de Costa Rica, muestran una importante
variabilidad interanual, asociada principalmente al fenómeno climático ENOS,
del orden de ± 20 mm. Estos extremos de aumento o disminución transitorios en
el NM, que pueden llegar a una amplitud de hasta 30 mm, ocurren en el lapso de
un año aproximadamente.

Las observaciones altimétricas del cambio del NM absoluto en el Pacífico

3
norte de Costa Rica (debido a las variaciones de la densidad del agua, al in-
tercambio de agua con los continentes, la atmósfera y las capas polares y a las
variaciones de la circulación oceánica), obtenidas a partir de 1992, muestran
una tendencia de disminución local de 1 mm/año. Esta tendencia regional es
opuesta a la tendencia global de aumento del nivel medio absoluto del mar,
de 3.2 mm/año, también medida por medio de altímetros.

4
Debido a que la tendencia global de aumento del NM medio absoluto (+ 3.2
mm/año) es relativamente pequeña, los procesos regionales (incluyendo tectó-
nica, cambios de corrientes oceánicas o forzamiento atmosférico) pueden pre-
dominar en la tendencia local de cambio del NM (absoluto y relativo).

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 La desigual distribución geográfica del calentamiento oceánico global produce
una distribución desigual de la dilatación térmica del agua y, consecuente-

5
mente, una distribución geográfica desigual del aumento del NM absoluto. En
la medida en que el efecto de la dilatación térmica ha sido muy determinante
en el cambio del NM (al menos en un 50 %) durante varias décadas, todavía
se observan regiones donde el NM absoluto está disminuyendo, incluyendo el
Pacífico centroamericano. La distribución geográfica del cambio del NM parece
estar influenciada por variaciones interanuales y decadales, por lo cual no es
posible en la actualidad interpretarla como una tendencia de largo plazo.

6
Teniendo en cuenta la subsidencia de la costa, de 5 mm/año en la zona cercana a
Junquillal, y el decrecimiento local del NM absoluto de 1 mm/año, se puede esti-
mar que la taza de cambio actual del NM relativo en la zona de Junquillal es un
aumento de 4 mm/año, lo que significa un aumento de 0.4 m a final de siglo.

A partir del 2003 la contribución del deshielo al aumento del NM absoluto glo-
bal supera a la contribución de la dilatación térmica. Si la rapidez del deshielo

7
aumenta, como parece estar ocurriendo en los últimos años, el aumento del
NM global podría acelerarse y superar los efectos locales, resultando en un au-
mento del NM geográficamente generalizado. La rapidez del aumento del NM
durante la última deglaciación alcanzó valores de 5 m/siglo durante colapsos
de grandes masas de hielo. Aunque no es posible extrapolar este valor a futuros
escenarios de deshielo, vale la pena tener en cuenta que semejantes tazas de
aumento son posibles y han tenido lugar en el pasado.

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