Está en la página 1de 7

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

INSTRUMENTOS DE LA MACROECONOMÍA

POLÍTICA ECONÓMICA

Política fiscal

En el año 2015 las finanzas públicas venezolanas se vieron afectadas de manera muy
significativa por la caída de los precios del crudo (-49,5%),En el período 2011-2014, los
ingresos fiscales de origen petrolero representaron, en promedio, un 43% del total de
ingresos fiscales corrientes. El cambio drástico en las condiciones del mercado petrolero
provocaron un recorte en la previsión de ingresos fiscales de 2015 (-29,0%) según lo
señalado por el Ministerio de Finanzas venezolano en la exposición de motivos de la Ley
de Presupuesto de 2016. Para hacer frente a esta caída en la recaudación petrolera, el sector
público venezolano adoptó una serie de medidas compensatorias entre las que se incluyen
una fuerte reducción del gasto público en términos reales, cambios al sistema impositivo,
un uso significativo de activos externos, un aumento del endeudamiento (interno y externo),
variaciones al esquema cambiario y un uso considerable del financiamiento monetario.
Dada la falta de información sobre las finanzas públicas, no es posible analizar la evolución
del gasto o de los ingresos fiscales, sin embargo, a juzgar por la evolución del gasto en
consumo final del gobierno en las cuentas nacionales (-2,5%), el gasto debe haber
experimentado una reducción en términos reales que se acentuó en el tercer trimestre de
2015. Entre las partidas de gasto del Gobierno de cuya información se dispone, destaca la
destinada al pago del servicio de deuda; según información suministrada por el Banco
Central de Venezuela, durante 2015 se amortizaron 11.972 millones de dólares por
concepto de deuda pública externa, de los cuales 7.333 millones de dólares corresponden a
capital y 4.689 millones de dólares a intereses. Esto implica que el equivalente a un 40,5%
del total de las exportaciones de la República Bolivariana de Venezuela en los tres primeros
trimestres de 2015 fue destinado al pago de deuda externa. En cuanto a la evolución de los
ingresos fiscales no petroleros, el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera
y Tributaria (SENIAT) informa de un incremento nominal de la recaudación del 145,8% en
2015 respecto a los valores registrados en 2014. Esto, dada la inflación informada, implica
que los ingresos fiscales no petroleros registraron una contracción del 15,8% en términos
reales. Al descomponer dicha serie, se observa que en 2015 la recaudación por concepto de
impuesto sobre la renta se redujo un 31,8% y que la recaudación por renta aduanera cayó
un 25,8%, ambas variables expresadas en términos reales. En 2015, el gobierno venezolano
hizo uso de diversos activos en el exterior y retiró 2.343 millones de dólares de los activos
mantenidos en el Fondo Monetario Internacional. Asimismo, llegó a acuerdos con Jamaica
y la República Dominicana para obtener el pago adelantado de la deuda que estos países
mantenían por la venta de petróleo en el marco del acuerdo PETROCARIBE, a cambio de
un importante descuento. En el caso de Jamaica, el descuento de la deuda fue del 50% y en
el caso de la República Dominicana fue del 52%. Estas operaciones permitieron a las
autoridades venezolanas obtener 1.500 millones de dólares en el caso de Jamaica, y 1.933,2
millones de dólares en el caso de la República Dominicana. En 2015, las tenencias de oro
monetario en poder del Banco Central de Venezuela registraron una importante variación
que, aun controlando por los cambios en el precio, supone una reducción mayor a 3.200
millones de dólares. Por su parte, la deuda externa venezolana se incrementó en 2.900
millones de dólares en 2015 y se ubicó en torno a los 120.000 millones de dólares, el
equivalente al 66% del PIB. Cabe mencionar el cambio de composición de la deuda pública
externa: se incrementó la deuda en concepto de préstamos, pasando del 34,5% en 2014 al
39,2% en 2015, al tiempo que disminuyó el endeudamiento en bonos y pagarés, que pasó
del 43,2% en 2014 al 39,5% en 2015.

En 2016 las finanzas públicas del país se vieron afectadas por la dinámica del precio del
crudo, que, en el caso de la canasta venezolana, cayó un 21,2%. La producción de crudo
venezolano también se contrajo un 9,1%, de acuerdo con lo informado por la Organización
de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). En el primer trimestre de 2017, los precios de
la canasta venezolana han experimentado una mejora del 81% respecto del promedio del
primer trimestre de 2016 y, al comparar el segundo trimestre de 2017 con el mismo período
de 2016, se observa un crecimiento del precio promedio de la canasta del 17,9%. Si
comparamos la producción de crudo venezolano a mayo de 2017 con la producción a la
misma fecha de 2016, se observa que la mejora en el precio del crudo no se tradujo en una
recuperación de la caja de la empresa Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), debido a la
fuerte contracción (10,2%) que registró la producción de crudo en el mismo período. Otro
elemento que afectó a la caja de PDVSA son las obligaciones, que, a pesar del canje de
deuda efectuado en 2016, superan los 5.000 millones de dólares en 2017. PDVSA ha
acumulado una cuantiosa deuda con sus proveedores, lo que ha motivado la salida de
algunos operadores de los campos venezolanos y, con ello, la caída de la producción. En los
últimos cinco años, PDVSA ha efectuado importaciones crecientes de crudo y derivados
(2.600 millones de dólares, en promedio) para poder satisfacer la demanda interna, como
consecuencia de problemas en el proceso de refinación. En 2016 los ingresos fiscales no
petroleros crecieron un 185,6% en términos nominales, de acuerdo con lo informado por el
Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT). No
obstante, dados los niveles de inflación que registra la economía venezolana, se estima que
la recaudación en términos reales cayó más del 50%. Respecto de los valores del primer
semestre de 2016, en el primer semestre de 2017 la recaudación de ingresos fiscales no
petroleros creció un 301%, el impuesto sobre la renta (ISLR), un 370%, y la recaudación
vinculada al impuesto sobre el valor agregado (IVA), un 376%.La deuda externa del
gobierno central experimentó en 2016 un incremento del 10% con respecto al saldo de
finales de 2015, lo que equivale a 4.229 millones de dólares. En el primer trimestre de
2017, el endeudamiento externo del gobierno central fue casi nulo (0,14%). Por su parte, la
deuda interna del gobierno central evaluada en dólares se contrajo un 21% en 2016, como
consecuencia de la devaluación del bolívar, y sufrió una caída del 2% en el primer trimestre
de 2017. Un hecho destacable es que, según el ente encargado de las finanzas en la
República Bolivariana de Venezuela, en 2017 se producirá amortizaciones por valor de
1.533 millones de dólares y, en 2018, 2019 y 2020, estas superarán los 3.500 millones de
dólares.

En el año 2017 La contracción de la actividad económica, la creciente inflación y la merma


en la capacidad productiva de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) han afectado las
finanzas públicas de la República Bolivariana de Venezuela, que pese a la recuperación
experimentada por el precio del petróleo en 2017 y en los primeros meses de 2018, aún
requiere de un elevado financiamiento del Banco Central de Venezuela (BCV), tal como se
señala en la siguiente sección. El promedio anual de los precios del crudo venezolano se
recuperó un 28,9% en 2017, mientras que en los primeros seis meses de 2018 el incremento
ha sido del 15,9% respecto al cierre de 2017. La recuperación de los precios contrasta con
la merma que registró la producción de petróleo en el país, con una caída del 13,7% en
2017 y del 23,2% al cierre del primer semestre de 2018 respecto a finales de 2017. Se
estima que en 2017 los ingresos fiscales no petroleros registraron una caída en términos
reales del 77%, reflejando por un lado la contracción de la actividad económica, la
reducción de las importaciones de bienes y servicios y la elevada inflación que deteriora el
poder de compra de la recaudación fiscal. Las caídas en la recaudación por concepto de
Sistema Impuesto Sobre la Renta (ISLR) y de Impuesto al Valor Agregado (IVA) se
estiman en un 84% y un 78% respectivamente. Si se compara la recaudación no petrolera
del primer trimestre de 2018 con el mismo período en 2017 la caída estimada sería de un
78%, con una reducción del 90% en el caso del ISLR y del 78% en el caso del IVA. En
2017 el sector público venezolano hizo frente a importantes obligaciones derivadas del
pago de su deuda externa y, dada la concentración de estos pagos entre diciembre de 2017 y
comienzos de 2018, el Gobierno venezolano anunció un proceso de reestructuración de la
deuda externa a partir del 13 de noviembre de 2017. Este anuncio, si bien fue seguido de
una fuerte caída de los bonos venezolanos, permitió al Poder Ejecutivo de la República
Bolivariana de Venezuela llegar a un acuerdo con su contraparte rusa para reestructurar la
deuda (3.500 millones de dólares). Las dificultades financieras persistieron en el primer
trimestre del 2018 y los bonos de la compañía eléctrica venezolana (ELECAR) entraron en
situación de cese de pago (default). Para 2018, a los compromisos existentes en 2017 se
sumaron la finalización del período de gracia de los préstamos efectuados por los bancos de
desarrollo chino, que ascienden a unos 4.000 millones de dólares, y el pago (con crudo) a la
empresa rusa Rosneft, por unos 2.250 millones de dólares. En los primeros seis meses de
2018 los precios de los bonos venezolanos han mostrado un comportamiento mixto, y
mientras los bonos emitidos por la República con vencimiento en 2027 han incrementado
su valor un 28% respecto a su valor de diciembre de 2017, los de PDVSA 2022 cayeron
nuevamente en los primeros seis meses de 2018, aunque a un ritmo menor que el observado
en 2017.

Política monetaria

En el año 2015 la base monetaria aceleró su ritmo de crecimiento del 77,7% en 2014 al
114,3% en 2015. De igual forma, agregados más amplios como M1 y M2 también
aceleraron su crecimiento, y pasaron de crecer a tasas superiores al 60% en 2014 a hacerlo
a una tasa del 100% en 2015. Un elemento central de la dinámica del crecimiento de los
agregados en la República Bolivariana de Venezuela es el aumento del financiamiento del
Banco Central de Venezuela a instituciones no financieras públicas, en particular las
empresas petroleras. De hecho, el incremento de los créditos otorgados por el Banco
Central de Venezuela a empresas públicas petroleras representó un 84,9% de la expansión
de la base monetaria en 2014 y un 27,7% en 20151. En contraste con el crecimiento de la
oferta de dinero, el importante incremento de los precios, la contracción de la actividad
económica y las expectativas adversas sobre el desempeño futuro de estas variables han
provocado una caída de la demanda de saldos reales. Esta variable se ha contraído desde
mediados de 2014 y para el cierre de 2015 refleja una caída cercana al 30%, cuando se
utiliza M2 como variable de referencia. La evolución del crédito otorgado al sector privado
muestra una importante expansión en términos nominales y durante 2015 creció un 109,5%.
Se destaca el importante crecimiento del crédito comercial, que aumentó un 150% entre el
cuarto trimestre de 2014 y el cuarto trimestre de 2015. No obstante, este incremento
nominal, el crédito expresado en términos reales registró una contracción cercana al 20%.
Por su parte, las tasas de interés se mantuvieron bastante estables durante 2015, a juzgar por
el comportamiento de las tasas activas medias, que solo se incrementaron 1,86 puntos
porcentuales respecto del valor al cierre de 2014. Esta estabilidad de las tasas nominales, en
un contexto de elevada inflación, significó que las tasas de interés reales fueran muy
negativas y que se desestimulara el ahorro en bolívares.

En el año 2016 En 2016 el crecimiento de la base monetaria se aceleró hasta alcanzar una
tasa del 207,6%, lo que representa un incremento de 93 puntos porcentuales respecto del
observado en 2015. En el primer semestre de 2017, el crecimiento de la base monetaria fue
del 462,1%, y son nueve los trimestres consecutivos en que la base creció más del 90%. La
dinámica de la base también se ha reflejado en el comportamiento de agregados como M1 y
M2, que en 2016 crecieron un 161,3% y un 159,2%, respectivamente. En los primeros seis
meses de 2017, el crecimiento anualizado de M1 y M2 fue de un 341,8% y un 337,0%,
respectivamente. El aumento creciente de los agregados monetarios y, en especial, de la
base monetaria tiene su origen en el financiamiento del Banco Central de Venezuela (BCV)
al sector público, en particular a PDVSA. Entre junio de 2017 y diciembre de 2016, el
desglose de la base monetaria del Banco Central de Venezuela muestra que el
financiamiento otorgado a empresas públicas no financieras se incrementó un 486,8% y
representó 2,86 veces el saldo de la base monetaria. El crédito interno otorgado al sector
privado creció en promedio un 90% en 2016, pero, dados los niveles de inflación, en
términos reales el crédito mostró una contracción interanual del 35%. En el primer trimestre
de 2017, esta variable creció un 155% en términos nominales, lo que supone una
contracción real cercana al 57,9%. En el mismo período, las tasas activas nominales
mostraron un ligero incremento y se mantuvieron en niveles reales muy negativos, lo que
desalentó la demanda de activos domésticos.

En el año 2017 Los agregados monetarios continúan creciendo a tasas muy elevadas. En
2017 el crecimiento de la base monetaria fue del 1.737%, 7,4 veces el crecimiento
registrado en 2016. Esta dinámica fue similar a la observada por agregados más amplios,
como M1 y M2. Un factor determinante en el crecimiento de la base monetaria ha sido el
financiamiento otorgado por el BCV a empresas públicas no financieras. Este componente
creció cerca del 2.000% entre 2017 y 2016, y al cierre del 2017 equivalía a 1,3 veces la
base monetaria. En los primeros seis meses de 2018 el crecimiento de los agregados se ha
acelerado y el incremento de la base monetaria fue del 6.961%, el 6.724% en el caso de M1
y el 6.682% para M2. El importante aumento registrado por los agregados refleja el
creciente uso que se ha dado a los ingresos por emisión monetaria para financiar la gestión
del sector público venezolano. En diciembre de 2016, los créditos otorgados por el BCV a
empresas públicas no financieras representaron un 1,04 veces la base monetaria, en
diciembre de 2017 la relación fue 1,2 veces la base y a junio de 2018 la relación de los
créditos a empresas públicas no financieras a base monetaria era de 3,4 veces. Al estimar
los ingresos por emisión monetaria recaudados por el BCV en 2016 y 2017 se observa que
estos representaron cerca de un 20% del PIB. Pese al aumento de los agregados, la
economía venezolana ha enfrentado problemas relativos a la disponibilidad de efectivo, y
por eso el BCV decidió en primera instancia ampliar el cono monetario incorporando
billetes de mayor denominación. En fecha más reciente, teniendo en cuenta los niveles de la
inflación, el BCV —en forma conjunta con el Ejecutivo—anunció una reconversión
monetaria. El “bolívar soberano” sería la nueva moneda a partir del 20 de agosto de 2018, y
un bolívar soberano equivaldría a 100.000 bolívares de los actuales. En 2017, pese al
crecimiento de los agregados monetarios a más del 1.000%, el crédito interno otorgado al
sector privado creció un 576%, con un aumento del crédito al consumo de 445% y del
crédito hipotecario de 341%, lo que dio lugar a caídas en términos reales de esos agregados.

También podría gustarte