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INTRODUCCIÓN

La resistencia al corte de un suelo es la que determina factores como la estabilidad de un


talud, la capacidad de carga admisible para una cimentación y el empuje de un suelo
contra un muro de contención.
Los suelos, como cualquier material, bajo ciertas solicitaciones, se comportarán como
materiales elásticos, pero en muchas veces tendrá deformaciones mayores de las
normales, por lo que será un factor predominante el considerar la plasticidad del suelo.
El suelo puede presentar diversos tipos de fallas tales como: disgregamiento,
deslizamiento en líneas de rotura o fluencia plástica.
Cuando se habla de seguridad en el caso específico de los suelos, se busca que el sistema
que forman la cimentación y el suelo no genere un mecanismo de falla que ponga en
peligro la estabilidad de la obra. Para llevar a cabo el análisis de la estabilidad de una
estructura, desde el punto de vista de la ingeniería geotécnica, es necesario determinar la
resistencia al esfuerzo cortante de los suelos involucrados en el mecanismo potencial de
falla.
Ecuación de Falla de Coulomb

Historia

En 1776 Coulomb, físico e ingeniero francés, propone un mecanismo para estudiar la


resistencia del suelo, que consiste en aceptar que dicho material falla por esfuerzo
cortante a lo largo de un plano de deslizamiento. Observó que en dicho plano la
resistencia al esfuerzo cortante, s, de cierto tipo de suelos, resultaba proporcional al
esfuerzo normal actuante, s, o sea: s ~ s. Para quitar el signo de proporcionalidad
introdujo un coeficiente, tan(fi), donde (fi) representa una constante del material
conocida como ángulo de fricción interna.
Observó también que otros suelos como las arcillas saturadas, parecían tener una
resistencia al esfuerzo cortante constante, c, independiente del esfuerzo normal aplicado.
Otros suelos tenían un comportamiento intermedio, con una ley de resistencia al esfuerzo
cortante.

Modelo matemático y su adaptación según el tipo de suelo

Coulomb observó que si el empuje de un suelo contra un muro produce un


desplazamiento en el muro, en el suelo retenido se forma un plano recto de
deslizamiento. Él postuló que la máxima resistencia al corte, τf, en el plano de falla, está
dada por:

T f =c+ σ tg (φ)

Donde:
σ= Esfuerzo normal total en el plano de falla.
ⱷ= Ángulo de fricción del suelo.
C= cohesión del suelo.
Esta es una relación empírica y se basa en la ley de fricción de Amonton para el
deslizamiento de dos superficies planas, con la inclusión de un término de cohesión c para
incluir la fricción estática propia del suelo arcilloso.
En los materiales granulares, c = 0 y por lo tanto:
T f =σ tg (φ)

Contrariamente, en suelos puramente cohesivos, φ= 0, luego:


T f =c

Pero la primera ecuación no condujo siempre a resultados satisfactorios, hasta que Terzagui
publica su expresión σ= σ’ + U con el principio de los esfuerzos efectivos (el agua no tiene
cortante). Entonces:

T f =c ' + σ ' tg (φ ' ).

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