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Buenos Aires, habiéndose convertido en el intermediario natural de la producción

exportable, aun contaba con una problemática, ligada a la escasa actividad en el


mercado colonial y la carente capacidad de exportación del interior, factores que
imposibilitaban la expansión.
Consiguiente a esto, la región del litoral parecía haber encontrado una respuesta ante las
complicaciones, manifestándose así una actividad factible en esas zonas, la producción
ganadera. Esta presenta una gran oportunidad para la exportación y el desarrollo.
La expansión de la ganadería se convierte en un hecho importante para el país,
Argentina comienza a orientarse hacia las exportaciones gracias a la magnitud y la
escala que comienza a adquirir el sector ganadero, las exportaciones de cueros, tasajos
lanas y demás rubros relacionados, superan el promedio anual de una manera
significante llegando así a constituir un 10% del valor total de las exportaciones.
La abundancia de tierras fértiles en las zonas pampeanas ofrecía condiciones óptimas
para el desarrollo de estas actividades, los pastos y aguadas naturales permitían el
crecimiento de los animales prácticamente sin costo para el ganadero.
La expansión de la demanda mundial hacia productos ganaderos provoco la aparición
de nuevos mercados y la mejora de los medios de transporte por vía marítima forma
parte de los factores que impulsaron este desarrollo. Se diferenciaba de otras actividades
exportadoras como la agricultura tropical y la minería debido a que tenían un nivel
tanto administrativo como tecnológico de baja complejidad y las actividades podían
organizarse con precarios elementos técnicos y un capital accesible, no presentaba
complicaciones para los habitantes del litoral.
La región pampeana contaba con una baja densidad de población, aproximadamente un
habitante cada 500km, estas grandes distancias que separaban a los residentes no
impedía las prácticas ganaderas, debido a la baja demanda de mano de obra que ejercida
esta para su realización. Todos estos factores determinaban una alta productividad sobre
la producción pecuaria, superando las necesidades de los productores, esto significó una
alta rentabilidad y posibilito una mayor cantidad de inversiones destinadas a la misma.
A efecto de la expansión de las exportaciones de cuero, ya no habían suficientes
haciendas cimarronas para vaquear, prácticamente ya no quedaba ganado y haciendas
cimarronas que no tuvieran dueño. Surge la necesidad de aumentar la extensión de las
tierras disponibles, la extensión se podía dar gracias la abundancia de tierras fértiles en
la región pampeana, que prestaban las condiciones para criar animales prácticamente sin
costo. Pero su explotación estaba limitada por la ocupación de los indios en zonas
productivas y la dificultad que presentaban las grandes distancias sin los medios de
transportes adecuados.
La técnica productiva pasa de ser la caza a cielo abierto a los rodeos, y por lo que las
estancias se consolidan como unidad de producción y lleva a la apropiación de las
tierras concentradas en pocas manos. Esto da origen a la apropiación privada de la
tierra, y los indios al ocupar la mayor parte de las zonas se convirtieron en el principal
obstáculo para el aprovechamiento de las tierras fértiles.
Las expansiones continuaron, pasando de 30.000 Km2 a 12 millones de hectáreas y
completando definitivamente el proceso de ocupación territorial junto con la expulsión
del indio impulsadas por la campaña de Julio Roca.
Pronto se comenzarían a introducir las mejoras organizativas y técnicas, para elevar su
rentabilidad. La estancia es la primera empresa capitalista en gran escala y expansiva
que surge en la economía del país. Se desarrolló el sistema de crianza de rodeos, la
importación de reproductores y la difusión de los alambrados. Esta última permitió
reducir la cantidad de peones necesarios, ya que se evitaban las rondas nocturnas.
El sector pecuario comenzó a comerciar y el financiamiento comenzó a obtener
participación de los extranjeros. La mayoría de las inversiones se limitaban a la estancia
y el sector público se enfocaba en la expansión de las tierras y la lucha contra el indio.
Además de la importancia que comenzaron a cobrar las exportaciones de tasajo, la
producción de lana a partir de 1850 comenzó a adquirir relevancia y produjo cambios
en la utilización de las tierras. Sin embargo los cambios más primordiales en la
composición de la producción pecuaria y la distribución de las actividades para la
utilización de la tierra se produjeron en la etapa siguiente, con la integración del
mercado mundial.

Luego de la independencia, Buenos Aires se veía beneficiada al haber una


centralización del comercio exterior en sus puertos, la restricción de la navegación por
los ríos Paraná y Uruguay, la apropiación de los derechos de aduana de Buenos aires y
la intermediación obligada de todo comercio exterior por su puerto concentraban en ella
los recursos fiscales y los ingresos generados de la actividad comercial.
La población de las provincias del litoral creció sostenidamente durante toda la etapa de
transición, principalmente concentrada en Buenos Aires, que contaba con
aproximadamente el 60% de la población.

El conjunto de los hechos anteriormente mencionados reflejan naturalmente el aumento


de las exportaciones, hacia 1850 estas presentaban el 15% del pib que ascendía
aproximadamente 4.200 millones de dólares, alrededor de 350 dólares por habitante.
La población del Litoral se fue integrando paulatinamente en la economía del mercado
y abandonando las actividades de subsistencia, que continuaron predominando en el
interior. Esto permite suponer que en el Litoral el ingreso por habitante era superior al
resto del país.
La expansión del ingreso en el Litoral durante la etapa de transición provoco un
aumento de la demanda efectiva y una mayor diversificación de la misma, como sucede
cuando se elevan las condiciones de vida y van perdiendo importancia el consumo de
artículos esenciales. Las exportaciones libres implicaban importaciones libres, cuchillos,
aperos, ponchos e instrumentos de trabajo que empleaba la población rural, eran
importadas en su mayor parte de origen inglés.
La expansión de las actividades en Buenos aires y en otras localidades del litoral ,
dieron lugar a un proceso de urbanización que se incrementaba y un nivel más altos de
ingresos internos.

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