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¿Cucurucho o palito?
A veces pasa que uno no encuentra el lápiz, y resulta que lo tiene en la mano.
A veces pasa que de tanto ver una cosa nos olvidamos de cómo es exactamente (como
le pasó a una cantante el día que le preguntaron si el micrófono con el que cantaba sus
melodías tenía forma de palito o de cucurucho).
Elegí una sola opción y describila con la mayor precisión posible (y sin mirar
previamente):
La puerta de la casa del vecino.
Una naranja.
El dedo gordo de tu pie.
La travesía atrajo a mucha gente. Este contingente de alemanes, uno de los más
grandes, viajó desde muy lejos. Los participantes habían llegado al albergue el día
anterior. Durmieron en la casona antigua. Ésta conserva testimonios de un pasado
glorioso. La casa es una verdadera fortaleza. Permanece rodeada de un bosque
natural muy bello.
A las seis de la mañana, el sol ilumina la cúspide de la montaña. Presurosos, todos
emprenden la marcha. Algunos viajeros desayunan en el camino. El viento sopla
fresco. Los conocedores del ritual esperan tranquilos las indicaciones del guía. Los
novatos están muy ansiosos. La marcha inicia a la hora fijada. La gente luce
entusiasmada. Les espera un hermoso paseo.
Joanne Rowling escribió los primeros capítulos de Harry Potter y la Piedra Filosofal
sentada en un bar de Edimburgo y abrumada por su reciente separación. Posiblemente,
en ese entonces sólo pensaba en una modesta salida económica. Tenía que afrontar
la crianza de su pequeño hijo. Su historia es la de un niño huérfano con poderes
sobrenaturales. Llegó a ganar varios premios en literatura infantil. Y empezó a
convertirse en un éxito mundial sin precedentes. Hoy sus libros publicados figuran en la
lista de best-sellers de todo el planeta. En nuestro país se han vendido más de
cuatrocientos mil ejemplares. Las aventuras de Harry Potter, el pequeño mago, serán
lanzadas en un videojuego. Seguramente, en 1997 la autora nunca se lo hubiera
imaginado. Ahora se lo considera el fenómeno de la “pottermanía”.