Está en la página 1de 3

Nombre: Victor Cuzco Villavicencio

Fecha: 07/01/20
El Formativo americano a la luz de los posibles influjos recibidos por el
Atlántico.
Nació en Valencia en 1922. Sus estudios pronto se enfocaron en la
arqueología, desde la que optó por acercarse al conocimiento de las antiguas
culturas de América al ser estudiante en su ciudad natal, en Sevilla y Madrid.
Llevó a cabo sus principales búsquedas intelectuales en Ecuador, Guatemala,
México y Perú, países a los que amó entrañablemente y a los que dedicó la
mayor parte de sus observaciones desde una perspectiva coherente y global.
El doctor Alcina Franch siempre tocó temas apasionantes y polémicos, no sólo
para los historiadores, sino también para arqueólogos, etnólogos y
etnohistoriadores. Le interesaba aclarar los desarrollos culturales autóctonos
de América, desde Canadá hasta la Tierra del Fuego, y sus posibles contactos
a lo largo del tiempo en los diversos territorios del continente.
Apoyado en métodos científicos y teorías diversas, propias de las humanidades
y ciencias sociales, Alcina combinó planteamientos rigurosos que le llevaron a
proponer respuestas viables para los numerosos temas que lo motivaron en
sus estudios. Con extraordinaria capacidad de síntesis logró dirigirse tanto al
público especializado como al lego, al mismo tiempo. Su extensa producción e
inquietudes intelectuales se reflejan en gran cantidad de trabajos, que entre
libros y artículos asciende a casi 450, y de los cuales todavía hay varios que
permanecen inéditos.
Entre sus principales obras cabe señalar:
Fuentes indígenas de México. Ensayo de sistematización bibliográfica
(1956),
Floresta literaria de América indígena (1957),
Manual de arqueología americana (1965),
Origen transatlántico de la cultura indígena de América (1969),
En torno a la antropología cultural (1975),
L’Art précolombien (1978) y
Arte y antropología (1982).

Asimismo, se interesó en Los orígenes de América, la Arqueología


antropológica y Los aztecas. De igual manera, se enfrascó en temas teóricos,
según se aprecia en obras como Arqueólogos o anticuarios y Antropólogos y
disidentes, en los que pone de relieve las ambigüedades, virtudes y defectos
del quehacer arqueológico, antropológico e histórico.
Alcina Franch colaboró también con prestigiosas revistas dedicadas a los
estudios americanistas, donde dio a conocer ensayos, datos novedosos,
nuevas interpretaciones y reflexiones de índole teórica. Así, cabe citar a Runa,
de Argentina; Estudios de Cultura Náhuatl y Anales de Antropología, de
México; Anuario de Estudios Americanos, de Sevilla; Estudios Novohispanos,
de Valladolid, y Anuario del Instituto de Antropología e Historia, de Venezuela.
En 1997 la Universidad de Londres le dedicó, a manera de homenaje, el
simposio “Archaeology and Ethnohistory of the Americas”.
Existen 4 factores que debemos tener en cuenta para establecer un fenómeno
de difusión a corta o larga distancia y son: espacio, tiempo, función y forma.
Por ende la difusión es un fenómeno fundamentalmente histórico. Las pruebas
arqueológicas y enológicas se deben estudiar en función de su distribución ya
que con este se puede determinar una distribución dispersa o concentrada. En
el primer caso es complicado debido a la serie de procesos de difusión
diferentes en ocasiones entremezclados será complicado fijar una ruta
accesible a la región hipotéticamente receptora. Cuando la distribución mundial
de un rasgo proporciona una cierta concentración en algunas áreas y esto da
lugar a un proceso de difusión único y coherente.
El segundo factor en un análisis difusionista es el tiempo o la cronología. La
escasez de buenos estudios estratigráficos sobre áreas extensas ha impedido
la fijación de fechas relativas o absolutas para muchos hallazgos. Pero la
aplicación cada vez más extendida de la datación radio carbónica ya que
permite comparaciones objetivas de carácter cronológico. El establecimiento de
secuencias geográfico-cronológicas es lo que puede asegurar direcciones o
sentidos a las posibilidades de difusión y las posibles conexiones entre áreas
concentradas. El tiempo y el espacio se refieren a la presentación de las series
de rasgos culturales.
La función es el más decisivo de todos los aspectos enunciados, para que un
elemento cultural sea meramente comprable requiere que cumpla la misma
función de todos los lugares y culturas en las que pueda rastrearse. El factor
funcional es el más decisivo para determinar un proceso de difusión.
El factor formal es el que más frecuentemente se lo utiliza, forma externa del
objeto, utilización mecánica del instrumento o estilo en la decoración, son
aspectos diferentes de una caracterización formal del rasgo cultural
comparable que, tanto para difusiones a corta como a larga distancia,
constituyen la evidencia primera con la que hay que contar. Analizando una
serie de rasgos culturales estamos tratando de hacer una demostración
meramente del mucho menos simple proceso de difusión del complejo cultural
del que forman parte aquellos rasgos.
El considerar que los condicionamientos ecológicos y las consecuencias de la
evolución natural de ciertas culturas pueden conducir en lugares diferentes a
resultados semejantes en orden a la domesticación de plantas y al
establecimiento de aldeas, construcción de chozas, y aun a la invención de
cerámica, no excluye el hecho de que puedan haber contribuido al nacimiento
de alguna de esas ideas la llegada fortuita o continua de individuos o grupos
que en posesión ya de experiencias parecidas, hayan podido incrementar o
acelerar el proceso de cambio

También podría gustarte