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INTRODUCCIÓN A LA ESCUELA DE FRANKFURT

Y TEORIA CRÍTICA

El concepto de teoría crítica se emplea en la filosofía para referirse a la doctrina


desarrollada por la llamada Escuela de Frankfurt, un movimiento que tuvo su
base en el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Fráncfort del
Meno.

Este instituto, cercano al marxismo, se creó en 1923. Un grupo de pensadores


partió de la teoría marxista tradicional y, tras realizarle una serie de críticas,
desarrolló un nuevo cuerpo teórico, calificado por algunos autores
como neomarxista.

La teoría crítica, en este sentido, entendía que el contexto económico, político y


social vigente por aquellos años resultaba diferente al planteado por el marxismo.
Por eso se propuso reinterpretar la teoría original, subrayando que el
conocimiento se constituye en la realidad y no mediante la reproducción de
conceptos.

Uno de los principios de la teoría crítica es que se opone a la separación entre


sujeto y realidad. De acuerdo a esta postura, todo conocimiento depende de
las prácticas de la época y de la experiencia. No existe, de este modo, una
teoría pura que pueda sostenerse a lo largo de la historia.

Por extensión, el conocimiento sistematizado y la ciencia se desarrollan de


acuerdo a los cambios de la vida social. La praxis, de esta forma, se vincula a la
organización del conocimiento científico que existe en un momento histórico
determinado.

A partir de estos razonamientos, la teoría crítica presta especial atención


al contexto de la sociedad y se opone a las teorías cerradas, apostando por una
construcción del saber de tipo dialéctico.

Entre los principales exponentes de la teoría crítica, se encuentran Walter


Benjamin, Theodor Adorno, Herbert Marcurse, Max Horkheimer, Erich
Fromm y Jürgen Habermas.

Además de lo expuesto, es importante conocer otra serie de datos relevantes a la


Escuela de Frankfurt y a su teoría crítica, entre los que se encuentran los
siguientes:
-En el momento que el partido nazi se consolida en Alemania, llegando al poder, los integrantes del grupo se
ven en la necesidad de marcharse del país. En un primer momento intentarán encontrar “refugio” en otros
países del continente europeo, pero, ante el auge de Hitler y sus ansias de destrucción, llegan a Estados
Unidos. Esto supone que el mencionado grupo se acabe asentando en Nueva York.
-Durante los primeros trabajos y estudios que sus filósofos realizaron en tierras norteamericanas contaron con
el respaldo de importantes entidades como sería el caso, por ejemplo, de la Fundación Rockefeller.

-La Teoría Crítica no llegaría a España hasta la década de los años 60 y es que fue en ese momento cuando
comenzaron a traducirse algunas de las obras más significativas desarrolladas por la Escuela de Frankfurt. En
concreto fue Manuel Sacristán quien procedió a traducir en el año 1962 tanto “La crítica de la cultura y la
sociedad” como “Adorno, notas de literatura y prismas”.

-La Escuela Crítica que nos ocupa está considerada como una de las grandes corrientes de pensamiento de
lo que ha sido todo el siglo XX a nivel mundial.

-Los mencionados pensadores se dividen en dos en tanto en cuanto pertenecen a la primera generación del
grupo (Max Horkheimer, Theodor Adorno y Herbert Marcuse) y a la segunda (Walter Benjamin, Jürgen
Habermas y Karl Otto Apel).

Tras la Primera Guerra Mundial, antes de la Segunda Guerra Mundial, hay una
situación revolucionaria en EE.UU., hay un cambio profundo en el pensamiento
social; con la Revolución Rusa, etc., se creía que era posible llegar al socialismo
como Marx había planteado en el siglo XIX debido a la práctica de la Revolución
Rusa. En aquellos primeros años de revolución todavía no se había decantado
tanto como ocurriría más tarde (elementos perniciosos).

Hay algunos autores que, aunque no pertenecen a la Escuela de Frankfurt, tiene


algún desarrollo teórico que les emparienta teóricamente; por ejemplo Korsch, en
su libro " Marxismo y Filosofía" (1923), critica una cierta idea del marxismo como
una ciencia positiva (en el sentido de Comte) y Korsch lo plantea como una
Filosofía crítica que expresa la sociedad de la clase obrera (su visión del mundo),
esto supone un matiz importante respecto a lo que se había desarrollado
anteriormente como marxismo; Lukacs, en su libro "Historia y conciencia de
clase" (1923), va en una línea parecida al anterior, visión del marxismo como
expresión de la clase obrera (conciencia de clase del proletariado).

El libro de Lukacs se cita porque en él aparece por primera vez el concepto


de Cosificación, muy utilizado después por la Escuela de Frankfurt, es una primera
muestra del llamado marxismo weberiano, síntesis entre conceptos provenientes
de Marx y conceptos provenientes de Weber, esta unión da lugar al concepto de
cosificación.

Cosificación, por un lado, utiliza la categoría weberiana


de racionalidad (abstracción, cuantificación) y la fusiona, por otro lado, con las
categorías marxistas de trabajo abstracto y de valor de cambio. Al fusionar estas
categorías, la cosificación (en el sentido estricto del término) significa convertir en
cosa algo que no lo es.

Cuando Marx hablaba del tipo de relaciones que se producen en el trabajo y


mediante qué criterios se da, es cuando Marx introduce la cosificación, pero
Lukacs extiende el análisis de la cosificación a otros dominios de la sociedad y de
la cultura, no solo en el mundo del trabajo y de la propiedad, sino también en las
relaciones sociales en general, que se habrían ido impregnando del espíritu
capitalista, de la racionalidad formal a la que aludía Weber.

Nos encontraríamos en las sociedades modernas en las que el Estado, la


Administración, la Justicia, etc., es decir todas las relaciones sociales, estarían
impregnadas de la cosificación.

Otro autor que se había situado en líneas parecidas a Korsch y Lukacs seria el
italiano Gramsci, quien planteó la necesidad de que en la lucha política por la
consecución de la sociedad el marxismo debería jugar un papel fundamental.

¿Por qué se habla de la Escuela de Frankfurt?

En Frankfurt (Alemania) una serie de autores del Instituto de Investigaciones


Sociales, hasta la llegada del nazismo, profundizaron en la concepción del
marxismo como una Filosofía crítica que dentro de la Sociología se opondría de
una forma más clara al positivismo. Estos autores en su mayoría eran judíos y con
la llegada del nazismo fueron perseguidos.

Después habrá toda una serie de autores que, durante varias décadas, aportarán
ideas ligadas a esta crítica de la cultura.

 La racionalidad represiva - la crítica a la cosificación

Uno de los aspectos fundamentales de los autores de esta corriente es el análisis


que se hace de la racionalidad propia de occidente.

En el libro de T. Adorno y M. Horkheimer "Dialéctica del Iluminismo" (1960), se


hace una crítica profunda a la racionalidad occidental. Estos autores critican que el
proceso de tecnificación, de la modernización del mundo occidental iba asaltando
la realidad humana.

También la racionalidad capitalista estaría marcando las relaciones entre los


sujetos, entre las instituciones, etc. La relación mercantil influiría en todos los
aspectos de la vida de los ciudadanos.

Hay una crítica de fondo aquí (Sociología e Ilustración, Modernidad y sus ideales
intentando usar la racionalización) y el despliegue de esa racionalidad (desde el
siglo XVIII hasta el siglo XX) estaría teniendo, tras su expansión desde el campo
económico hasta el cultural, judicial, etc., un impacto negativo en la sociedad.

Adorno y Horkheimer inciden en el tema de que prácticas propias de la


ingeniería en los fenómenos económicos se estaban trasladando a otras facetas
de nuestra sociedad contemporánea y que las sociedades mercantiles se
trasladaban a otro tipo de relaciones sociales.
Un ejemplo de ingenierización es el desprecio a lo que se percibe como no
práctico, algo que no es cuantificable pasa a ser poco tenido en cuenta. Falta de
consideración de lo cualitativo.

Lo verdaderamente preocupante es que se haya ido extendiendo por toda la


sociedad (no solo en el campo económico) y se cuestionan, por ejemplo, gastos
en educación, porque no tienen un resultado cuantificable, y lo mismo ocurre con
los gastos en sanidad.

La razón que se desarrolla tras la Ilustración pierde su sentido originario, según el


cual la razón suponía un gran potencial para los seres humanos, liberador, en
tanto en cuanto les ayudaba a participar de la realidad a través de su racionalidad;
y lo que ocurre es que se estaría llegando a una situación que estaría dificultando
ese ejercicio de la libertad o de la autonomía.

Incluso en lo que estaban siendo en aquellos momentos (años '30-'40)


movimientos esperanzadores en los países que estaban inmersos en procesos de
Cambio Social muy profundo (URSS), que lo que se estaba produciendo era justo
aquello contra lo que se había peleado, se giraba hacia lo contrario que se
pretendía con la revolución: no hacia la consecución de hombres y mujeres libres,
sino hacia un régimen en el que los individuos tenían limitadas las posibilidades de
actuación.

Estos autores, desde una posición progresista, analizaban la degeneración que se


producía en los países socialistas contraria a lo que se había tendido en un
principio.

Una movilización que en sus orígenes tuvo mucho que ver con este tipo de
planteamientos fue el mayo del '68: Crítica profunda de la forma de desarrollo de
las sociedades occidentales, a la vez que un cuestionamiento de lo que se
producía al otro lado del telón de acero.

Desde esta crítica cultural de la realidad social se estaba sacando a la luz


elementos de crisis o de análisis de las sociedades occidentales.

El potencial liberador de ese pensamiento ilustrado se habría apropiado, para su


propio beneficio, de los procesos que llevan al auge del desarrollo capitalista que,
debiendo estar al servicio de los ciudadanos, estarían en manos de la burguesía
quienes introducen una división del trabajo muy rígida y una forma de producción
capitalista.

Esto tiene connotaciones importantes para la teoría crítica tradicional, que


criticaba al mundo del trabajo, a los procesos de producción, a las relaciones
asalariadas, mecanismos que debían cambiar dichas relaciones, transformaciones
salariales, etc. Esta crítica tradicional se ve insuficiente si, además, no se generan
alternativas cualitativas que enriquezcan las anteriores (según estos autores).
Es decir, el cambio en las relaciones de producción debería ir acompañado de
cambios en las relaciones de tipo cultural, político, etc. (más cualitativo).

Cuando estos autores hablaban de la conciencia de clase, no se referían a lo que


después se produjo en los países del Este. Se estaba dando de una forma más
acusada aquello que se cuestionaba en los países occidentales (situación
autoritaria muy marcada) una cosificación acentuada.

Esta es la aproximación que se hace desde el libro


de Adorno y Horkheimer "Dialéctica del Iluminismo".

Otros autores más contemporáneos (tras la segunda mitad del siglo) han aportado
elementos complementarios siguiendo esta línea.

Así, por ejemplo, Marcuse da importancia a la relación entre el individuo y la


sociedad, Marcuse aprovecha, en cierto modo, la teoría Psicoanalítica de
Freud. Marx entendía a las relaciones que se producen institucionalmente a partir
de las relaciones de producción y también en relación a las clases sociales, esto
va a ser matizado por Marcuse en el sentido que también deben ser tomadas en
cuenta las relaciones que se producen entre las personas, algunas de las cuales
también están institucionalizadas, es decir, que dentro de la propia institución hay
una dinámica donde el poder tiene un papel importante, la comunicación dentro de
la institución se determina por las relaciones de poder.

Elementos de diferenciación entre la Escuela de Frankfurt y Weber:

1º) A pesar de la crítica que realizan los autores de la Escuela de Frankfurt, tienen
un convencimiento de que es posible una sociedad socialista, mientras que Weber
creía que no era posible más que el capitalismo.

2º) Considerar que la burocratización del capitalismo era inevitable. Weber lo ve


como algo que no tiene vuelta de hoja (es inevitable) y no se podía hacer nada
para frenarlo, mientras que para los autores de la Escuela de Frankfurt el proceso
de burocratización del capitalismo era frenable (no era inevitable).

3º) Creencia de los autores de la Escuela de Frankfurt en la posibilidad de llegar a


sociedades libres de cosificación y de dominación, creencia no compartida por
Weber.

¿Cómo afecta todo esto a la Sociología?

Este tipo de relaciones a las que se extiende llegan también a la Sociología.

Esta tecnoburocratización hace que la Sociología se convierta en una especie de


técnica, en la medida que se ve la sociedad desde fuera también en Sociología
triunfa la visión de la tecnificación, se impone la visión de la Sociología basada en
los datos descriptivos (objetivos), y estos autores dicen que estos datos no reflejan
la realidad, sino que forman parte del mismo manto con que estas relaciones
sociales se están ocultando (por eso se habla de relaciones sociales subyacentes)
y se estudia solo el cascarón.

Según Adorno, la Sociología se centra en el estudio de este manto y lo hace para


no profundizar en el estudio de esas relaciones sociales subyacentes que,
realmente, son las importantes.

Así, la Sociología cumple un papel en la sociedad como una especie de técnica


para el

estudio de la sociedad.

 La acción comunicativa

La acción comunicativa es un concepto desarrollado por Habermas. Este autor es


más reciente que los anteriores.

Al igual que los autores de la Escuela de Frankfurt, Habermas intenta reconstruir


el marxismo (lo critica) haciendo hincapié es su enriquecimiento con la cultura que
estuviese al servicio de ese Cambio Social; para conseguir el Cambio Social le da
importancia al lenguaje, a la comunicación, por tener ambos una consideración
esencial, tienen elementos para realizar una teoría de la sociedad crítica.

El marxismo se sostenía en los conceptos del trabajo y la producción. Habermas


propone centrarse en el lenguaje como comunicación reflexiva entre los
individuos, para ver si a partir de él es posible romper con la cosificación, con la
ingenierización que se da en nuestras sociedades, es decir, llegar al Cambio, no a
través del trabajo sino, a través del lenguaje como comunicación.

En cualquier sociedad nos encontramos con una dualidad (según Habermas) que
estaría en cada uno de los individuos. Esta dualidad tendría dos grandes
componentes:

Por un lado, un componente intencional, más subjetivo, de cada individuo, con


elementos propios de cada individuo.

Por otro lado, un componente más normativo, más organizador, propio de la


sociedad en la que estamos inmersos.

Habría una tensión entre ambos componentes.

Sobre esta dualidad Habermas plantea el concepto de acción comunicativa, que


se construye esquema binario (donde hay dos esquemas):
* Sistema.

* Mundo o mundos de la vida.

El Sistema tendría que ver con el componente normativo, está vinculado, o se


centra en el ámbito de la racionalización del mundo dominante en una sociedad.

A través del lenguaje entendemos el mundo incorporando esas normas de


racionalización del mundo.

El Mundo o mundos de la vida integra los aspectos más individuales, las


aspiraciones personales de motu propio que podemos ver en distintos niveles:

- Inclinaciones en el lenguaje (nivel psicológico).

- Demanda como voluntad individual (nivel económico).

- Libertades públicas (nivel político).

El esquema de Mundo o mundos de la vida está relacionado con el componente


intencional. Si se habla de estos aspectos de forma global hablamos del Mundo de
la vida, pero si se diferencian los distintos grupos se habla de cuatro Mundos de la
vida:

1.- El Mundo de las relaciones personales más próximas, cara a cara podríamos


decir.

2.- El Mundo de la conexión personal imaginada a través de los medios de


comunicación (Televisión, informática,...). No son relaciones tan próximas.

3.- El Mundo de la vigilancia. Es un mundo unidireccional, tiene que ver con la


vigilancia de unos individuos sobre otros, no es una dirección cara a cara, no hay
reciprocidad.

4.- El Mundo de la integración sistémica o coordinación imperativa. De aquellas


actuaciones que aunque son realmente individuales, sin embargo, están muy
marcadas por aquello que se espera que hagamos. Es algo imperativo el que
actuemos de determinada forma si no queremos ser cuestionados por el grupo.

La idea de Habermas es que tanto el Sistema como el Mundo de la vida forman


parte de la acción comunicativa y ninguno tiene un peso mayor que el otro.

En el mundo en que nos ha tocado vivir resulta que el peso del Sistema es mucho
más fuerte que el del Mundo de la vida, el Sistema se estaría extralimitando en
sus funciones constriñendo o condicionando a las voluntades individuales .
Con este planteamiento no es tanto que Habermas niegue el sentido de la
producción de Marx, sino que concede más importancia a la acción comunicativa.
Habría una vinculación muy fuerte entre la acción y la producción.

En la obra de Habermas también aparece el proceso de cosificación, pero no


habría que verlo como que se genera en el Sistema y actúa sobre el Mundo de la
vida, sino que desde las relaciones recíprocas se profundiza en el proceso de
cosificación.

Sería una relación dialéctica entre Sistema y Mundo de la vida, este último acepta
el proceso de cosificación y a la vez influye en el Sistema (aunque el Sistema tiene
mayor peso en este proceso de cosificación).

Hay un elemento importante en estos últimos años que es la postmodernidad, que


no deja de ser una crisis de la modernidad, de una forma de ver el mundo
dominante en los dos últimos siglos.

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