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Madero

y la libertad de prensa R ICARDO C RUZ G ARCÍA *

EL NACIMIENTO DE VENUS

Madero flanqueado por Jesús Urueta y Juan Sánchez Azcona, directivos del periódico Nueva Era, en una caricatura de El Ahuizote.
RAFAEL LILLO, EL NACIMIENTO DE VENUS; EN EL AHUIZOTE. SEMANARIO POLÍTICO DE CARICATURAS, MÉXICO, 11/NOVIEMBRE/1911
—El presidente de la República declaró el diez de febrero
que la lealtad del general Pascual Orozco es indiscutible.
—Está muy atrasado ese periódico. Déjalo y toma otro.
—El veinticuatro de febrero, el presidente de la República
declara que está convencido de la lealtad del general Pascual Orozco.
—¡Bah! Búscate una cosa interesante…
RAFAEL F. MUÑOZ, SE LLEVARON EL CAÑÓN PARA BACHIMBA

Francisco I. Madero llegó al


poder enarbolando la bandera S e ha escrito mucho sobre la libre expresión de
las publicaciones periódicas en el gobierno ma-
derista, pero se ha hablado poco de los hechos
y detalles que nos pueden ayudar a explicar por qué
se dice que la prensa de ese periodo ha sido una de
de la libre expresión, que había las más duras e inclementes contra un presidente en
toda la historia de México y que incluso pudo haber
sido duramente coartada en el provocado su caída en febrero de 1913.
régimen porfirista. Ya durante Francisco I. Madero asumió la presidencia de Mé-
xico el 6 noviembre de 1911, luego de encabezar una
su mandato, los periódicos revolución con demandas esencialmente políticas.
Su mandato se distinguió por prácticas democráticas
ejercieron ese derecho como elecciones libres y respeto a la libertad de ex-
presión.
prácticamente sin límites, de Sin embargo, hubo quienes no estaban contentos
con su gobierno: empresarios que quizá presagiaban
una forma que no se veía desde la desaparición de sus privilegios, campesinos y obre-
ros que percibieron como insuficientes las reformas
la época de la Reforma. Los impulsadas por el gobierno y grupos políticos que se-
guían ambicionando el poder.
escasos diarios que estaban La crítica, la oposición, las rebeliones y los alza-
mientos militares no dejaron de manifestarse; di-
con el presidente no pudieron vidieron al gobierno, lo debilitaron y provocaron
el desplome de su imagen ante la opinión pública.
contrarrestar la feroz La mayoría de la prensa mantuvo una crítica acer-
ba, hizo una burla constante e instigó a acabar con
oposición y Madero el régimen emanado de la revolución de 1910 y su
líder, por lo que contribuyó de manera significativa
nunca se arrepintió de a su debilitamiento al estimular el malestar social y
convertirse en un elemento más en la pugna por el
dar amplia libertad a la poder.
Después de que Porfirio Díaz dejó la presidencia
prensa, aunque sí sufrió las en mayo de 1911 y con el interinato de Francisco
León de la Barra, el periodismo faccioso se agudizó
consecuencias…
* Divulgador de la historia. Estudió la carrera de Ciencias de la Comuni-
cación en la UNAM. En 2010 obtuvo el premio a la mejor tesis de licen-
ciatura sobre la Revolución mexicana, otorgado por la UNAM. Es autor
de Nueva Era y la prensa en el maderismo (Instituto de Investigaciones
Históricas, 2013).

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Relatos e HISTORIAS en México
de un modo que no se veía desde la época de la Refor-
ma, a pesar de que en julio de 1911 la Secretaría de
Gobernación había girado una circular a los editores
de periódicos para solicitar su apoyo a fin de “concluir
con la efervescencia o excitación que aún se nota en el
pueblo y que de seguro se calmará con los persuasivos
artículos que a tal fin se sirva usted dedicar”.1
La prensa oposicionista se desbocó en una libertad
ya sin límites y aprovechó las nuevas reglas para ata-
car al presidente recién electo. El Imparcial continua-
ba siendo el periódico de mayor tiraje, el más moder-
no y el que tenía la más amplia cobertura informativa,
a pesar de quedar sin la protección gubernamental.
Pero la crítica contra el maderismo no sólo proce-
día de los conservadores (porfiristas, reyistas y cató- El entonces joven José Clemente Orozco fue de los destacados
caricaturistas que atacaron a Madero, quien con frecuencia era
licos), también de periodistas revolucionarios que no minimizado al comparársele con Porfirio Díaz.
aprobaron el interinato ni el nuevo régimen, como los JOSÉ CLEMENTE OROZCO, LOS DOS REGÍMENES; EN EL AHUIZOTE, NÚM. 23, 23/OCTUBRE/1911;
HEMEROTECA NACIONAL
hermanos Flores Magón en Regeneración y El Diario
del Hogar, publicaciones que a mediados de 1911 se
reestructuraron. El primero vuelve a la escena política
en agosto de ese año con Jesús Flores Magón como
propietario, aunque se publica esporádicamente; El
Diario del Hogar pasó a manos de Luis I. Mata y Juan
Sarabia después de la muerte de su célebre director,
Filomeno Mata, en julio de ese año, dos meses des-
pués de salir de la cárcel de Belén.

¡Viva la libertad!
Madero llegó a la presidencia de México enarbolando
la bandera de la libertad de expresión, derecho que
reclamó desde la publicación de La sucesión presiden-
cial en 1910 como una de sus principales exigencias
al gobierno de Díaz. Desde los inicios de su vida po-
lítica, el coahuilense promovió la difusión irrestricta
de la información con el fin de que los ciudadanos se
enteraran de la realidad del país y pudieran decidir
libremente sobre su destino. Sin embargo, durante
su mandato sufrió las consecuencias de ese derecho,
ejercido prácticamente sin límites por los periodistas.
Es conocida la tendencia de la mayoría de la prensa
de este periodo a criticar, condenar, vilipendiar, ridi-
culizar y satirizar a Madero, su familia y su gobierno.
La crítica se acentuó después de que se retiró del
erario a los periodistas y se dejó de subvencionar a
los diarios, otrora sostenidos en gran parte por el régi-
men porfirista, el cual permitió que 70 por ciento de
los intelectuales viviera del presupuesto gubernamen- Según la sátira de muchas caricaturas, a Madero todo le
quedaba grande: la ropa, las mujeres, la silla presidencial…
hasta “la Matona”, símbolo de represión que acompañaba a
1 Ma. del Carmen Ruiz Castañeda, “La prensa de la Revolución (1910-1917)”, en algunas de las gráficas antiporfiristas.
Ruiz Castañeda y Luis Reed, El periodismo en México: 500 años de historia, Mé- JOSÉ CLEMENTE OROZCO, MALAS HERENCIAS; EN EL AHUIZOTE,, NÚM. 29,
xico, Edamex-Club Primera Plana, 2005, p. 263. 9/DICIEMBRE/1911; HEMEROTECA NACIONAL

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Relatos e HISTORIAS en México
tal, según Francisco Bulnes (1847-1924). El subsidio
tenía sus defensores; el principal de ellos era Rafael
Reyes Spíndola, director de El Imparcial.
En junio de 1911 El Diario informaba: “Desde el día
1 del mes actual han quedado suprimidas las subven-
ciones que el gobierno le tenía otorgadas a la prensa.
Al presentar los directores de periódicos su recibo por
la subvención de mayo, se les notificó que no debía
esperar seguir cobrando del nuevo gobierno ninguna
cantidad de dinero en pago de su amistad”.
Madero siempre fue partidario de la libertad de im-
prenta, aunque no pudo generar los medios que logra-
ran equilibrar la situación en su mandato. La mayoría
de la prensa lo atacó sistemáticamente por considerar-
lo débil e incapaz de gobernar, hacía mofa de su esta-
tura y forma de vestir. Su hermano Gustavo también
fue víctima del escarnio; debido a que tenía un ojo de
vidrio, sus enemigos le pusieron “Ojo Parado”, apodo fa-
moso no sólo por su constante reproducción en la pren-
sa, sino porque en enero de 1912 apareció Ojo Parado,
semanario de caricaturas editado por Celio Ramírez
Jiménez, con el español Rafael Lillo como dibujante.

La revolución maderista y su
principal programa, el Plan de
San Luis, fueron motivo de
decenas de caricaturas en El
Ahuizote (1911-1912), dirigido
por Miguel Ordorica.
TODO EL MUNDO TIENE TAJADA MENOS
EL PUEBLO; EN EL AHUIZOTE, NÚM. 36,
El Mañana –encabezado por
20/ENERO/1912; HEMEROTECA NACIONAL el abogado Jesús M. Rábago,
secretario particular de Huerta
cuando éste llegó al poder– nació
en junio de 1911 con el objetivo
explícito de impedir que Madero
llegara al poder. Después de que
don Francisco se convirtió en
presidente, fue de los más duros
críticos de su gobierno e incluso
llamó a derrocarlo.
EN JOSÉ C. VALADÉS, “LOS HOMBRES EN ARMAS”;
EN HISTORIA GENERAL DE LA REVOLUCIÓN
MEXICANA, T. 2, MÉXICO, SEP-GERNIKA, 1985

JESÚS M. RÁBAGO EL MAÑANA, 18/JUNIO/1911

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Relatos e HISTORIAS en México
Rumores convertidos en hechos, contradic-
ciones en la información, poco espacio en sus
planas a cualquier noticia que pudiera favore-
cer al gobierno, son algunas características de la
prensa de este tiempo. La revuelta en el norte
de Pascual Orozco, iniciada en marzo de 1912,
fue una de las etapas más álgidas entre la admi-
nistración maderista y la prensa: el presidente
acusó a los diarios de exagerar la importancia
y fuerza del levantamiento, causar pánico y te-
mor entre la población y desconfianza en los
políticos e inversionistas, además de alentar
a los rebeldes magnificando sus acciones; del
otro lado, los periódicos cuestionaron la capa-
cidad del gobierno para acabar con la rebelión.
Por su parte, Nueva Era, el periódico más leal
a Madero, ensalzó la labor del mandatario, del
fiel ejército y de los jefes militares –en espe-
cial de Victoriano Huerta– en su lucha contra
los sublevados, además de minimizar los mo-
vimientos sediciosos en el norte y Morelos.
Nueva Era (La Huevera, le decían sus crí-
ticos) nació el 31 de julio de 1911 y repre-
sentó una excepción entre los periódicos de
su tiempo, al fundarse con el fin de apoyar
y defender al movimiento encabezado por
Madero. Se propuso ser el periódico de la
revolución triunfante y tribuna del grupo
gobernante. Fue patrocinado por el círculo
más cercano a Madero; de hecho, su her-
mano Gustavo era el principal accionista
de la empresa editora y Juan Sánchez Az-
cona, su primer director, sería más tarde secretario
particular del presidente. “Zapatismo de la prensa” fue el nombre con el que
los maderistas calificaron el ejercicio periodístico –en
Fue el diario del gobierno y el partido maderistas esta caricatura representado por los diarios El País
(en marzo de 1912 se convirtió en el órgano oficial y El Imparcial– que tenía como fin principal atacar y
desestabilizar al gobierno de don Francisco, provocando
del Partido Constitucional Progresista que llevó a don la caída de su popularidad ante la opinión pública.
Francisco a la presidencia), por ello Madero y Nueva NUEVA ERA, 13/FEBRERO/1912

Era fueron de la mano, crecieron y se extinguieron


juntos, ya que el diario también desapareció en fe-
brero de 1913, luego de que sus oficinas sufrieran la ma destacó La Prensa, fundado en diciembre de 1911
inclemencia de un incendio provocado por simpati- por Francisco Bulnes; era antimaderista, aunque no
zantes de los golpistas. tan visceral. Uno de los más enconados fue El Noticio-
Durante el maderismo también se publicó La Tri- so Mexicano, creado en octubre de 1912. En el edito-
buna, periódico de gran circulación que nació en oc- rial de su primer número enaltece la época porfirista
tubre de 1912, encabezado por el periodista Nemesio y se declara explícitamente en contra de Madero. Ya
García Naranjo (secretario de Instrucción Pública en con Huerta en la presidencia, se convirtió en el órga-
el gobierno huertista). La publicación, ferviente anti- no oficialista de la dictadura. También se encontraba
maderista, anhelaba la era de “orden y progreso” de El Intransigente (1912-1913), dirigido por el abogado
don Porfirio y apoyó la rebelión felicista. De igual for- y periodista José Ferrel, quien formó parte del movi-
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Relatos e HISTORIAS en México
miento antirreeleccionista y apoyaba a Madero, pero Los maderistas vieron en la llamada “prensa independiente”
–opositora al gobierno– uno de los principales males que
no era su incondicional. afectaban al país y la principal arma para promover la
La Nación, diario donde Ramón López Velarde contrarrevolución.
divulgó sus poemas y artículos políticos, fue creado GASOLINI (ÁLVARO PRUNEDA JR.), EL GRAND GUIGNOL; EN NUEVA ERA, 23/ENERO/1913

como órgano del Partido Católico Nacional en 1912


por Eduardo J. Correa. Destacó por su independen-
cia frente a Madero y en la dictadura huertista, que En dicho grupo sobresalió Multicolor, semanario
lo clausuró a finales de 1913 por no adherirse a su apasionadamente antimaderista fundado en mayo de
mandato. La Nación y los diarios católicos El Tiempo 1911, dirigido por el español Mario Vitoria y redac-
(1883-1912), de Victoriano Agüeros, y El País (1899- tado por José F. Elizondo. En sus páginas destacaron
1914), de Trinidad Sánchez Santos, formaron una im- con su destructiva comicidad los caricaturistas Ernes-
portante oposición conservadora contra Madero. to García “el Chango” Cabral y Santiago R. de la Vega.
Como se puede observar, los diarios eran una de Con sus gráficos y versos populares, artículos, colum-
las caras de importantes grupos de interés que se dis- nas y chistes, fue de los grandes representantes de la
putaban el poder durante el periodo maderista. sátira periodística en el gobierno de Madero.
Asimismo, destacó El Ahuizote, semanario que co-
Oposición demoledora menzó a publicarse en mayo de 1911, dirigido por Mi-
Pero seguramente causaron mayor daño las publicacio- guel Ordorica y Pedro Malabehar, donde el entonces
nes de caricaturas, debido a los intensos ataques contra joven José Clemente Orozco publicó algunas de sus
Madero y su capacidad para llegar a un amplio público. caricaturas.
Los opositores al gobierno vieron en la imagen un ins- De forma efímera también se publicó, en 1911, Ti-
trumento fundamental –más eficaz que los discursos– lín-Tilín, encabezado por los caricaturistas Álvaro Pru-
para llegar a la gran masa analfabeta de la época. neda y “Gasolini”, seudónimo de su hijo del mismo
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Relatos e HISTORIAS en México
nombre. La publicación se distinguió por ser la única Después de llegar Huerta al poder, el diario dio por
de su tipo que no atacó al régimen revolucionario. terminada su misión: “Hemos cumplido con nuestro
Madero fue el personaje principal de cientos de íntimo deber”. En sus últimos editoriales se congratu-
viñetas satíricas (aunque Emiliano Zapata le hizo la la por la salvación de la patria. Dejó de imprimirse en
competencia en este sentido, ya que los caricaturistas febrero de1913. Un día después, El País publicó, con
tacharon a su movimiento como “la horda” y a él lo cierto cinismo: “El licenciado Rábago fundó El Maña-
llamaron el “Atila del Sur”). Entre los cartones desta- na para combatir al maderismo; ahora que éste se ha
can los referidos a su corta estatura; todo le quedaba derrumbado, el periódico carecería de objeto porque
grande: la ropa, los caballos, las mujeres, la presiden- ha realizado su tesis. Era pues lógico que desaparecie-
cia de México, hasta “la Matona”, símbolo de represión ra. Pero debe tenerse en cuenta que no todos los hom-
que aparecía en ocasiones junto al general Díaz en las bres son capaces de una ‘heroicidad’ como es la de
caricaturas que lo criticaban. resignarse a abandonar un negocio floreciente por las
El periodista y político Francisco Bulnes expresó: “El utilidades cuantiosas que proporcionaba a su dueño”.3
trabajo de demolición inspirado por el odio fue hecho
por la prensa, no por la prensa representativa sino por La batalla en el Congreso
la prensa amarillista […]. Algunos llegaron a representar Ante las duras críticas, las falsedades, la difamación,
a la mujer del presidente Madero como un perro, siem- la injuria, los insultos y la burla hacia su administra-
pre cercano al costado del marido. […] Sólo Madero era ción y su persona, además de los llamados a derrocar-
malo. Era un reptil que, de acuerdo con el consejo de El lo, Madero quiso frenar los abusos de la prensa con un
Heraldo, debía ser pisoteado. Debía ser derrocado, dijo proyecto de ley que Jesús Flores Magón, secretario de
La Tribuna; arrojado de inmediato, dijo El Mañana”. Gobernación, presentó a los diputados el 23 de octu-
El Mañana es un ejemplo perfecto de la feroz pren- bre de 1912, seis días después del frustrado alzamien-
sa opositora de la época debido a que fue un bisema- to de Félix Díaz en Veracruz.
nario fundado con un solo propósito: destruir al go- La prensa había rebasado los límites tolerables
bierno de la revolución, sin importar los medios para para el gobierno. Para justificar la propuesta, Gustavo
lograrlo. Se publicó a partir de junio de 1911 con Jesús Madero expresó: “No me negarán que en el actual ré-
M. Rábago como director. En su inicio tenía como ob- gimen, no sólo hay libertad sino que hay libertinaje;
jetivo que Madero no llegara a la presidencia; después se insulta a todo el mundo y hasta ahora se ha forma-
de que el coahuilense ganó las elecciones, se dedicó a do una gritería en la capital por $10.00 de multa que
promover su renuncia o destitución. se ha impuesto a los periodistas”. Se le ha atribuido la
En sus artículos en El Mañana, Rábago recuerda frase: “Muerden la mano que les quitó el bozal”.
con nostalgia las “grandezas” de la época porfirista. Antes de someter el proyecto a discusión en el
Repudió cualquier cambio que alterara la paz social Congreso, los periódicos opositores ya habían protes-
y encabezó a los opositores a Madero al hacer noto- tado debido a que en 1912 se clausuró brevemente El
rios los problemas y yerros de su mandato. Rábago se Heraldo. Aparte, por crear alarma entre la población
convertiría en secretario particular de Huerta cuando o exagerar la información en sus medios, se encarceló
éste llego al poder y en agosto de 1913 tomó el cargo a algunos periodistas, entre ellos a Trinidad Sánchez
de subsecretario de Gobernación. Santos y Carlos Toro, ambos de El País, y Vicente Ga-
Su cólera llegó al grado de exhortar al Ejército a de- rrido Alfaro, de El Noticioso Mexicano; Diego Arenas
fender al país en contra de Madero “porque no cuen- Guzmán, quien publicó “El porqué del conflicto”, es-
ta con el apoyo de las clases serias […]. [Ruega] a los tuvo 35 días en prisión por conspiración y conniven-
jefes, oficiales y soldados de la división de Victoriano cia con zapatistas. En enero de 1912, basándose en
Huerta que mediten y comenten la posibilidad de un el artículo 33 constitucional que permitía al gobierno
alzamiento”.2 Ante ese explícito llamado a derrocar al expulsar a los extranjeros por entrometerse en la polí-
presidente, el gobierno amonestó a Rábago por causar tica nacional, Madero intentó sacar del país al español
alarma entre la población. Mario Vitoria, pero no lo logró debido en parte a las
protestas de la Asociación de Periodistas Metropoli-
2 El Mañana, 30/julio/1912. En Jesús Méndez Reyes, “La prensa opositora al ma-
derismo, trinchera de la reacción. El caso del periódico El Mañana”, Estudios de 3 El País, 1/marzo/1913. En Ricardo Pérez Montfort, “La imagen del régimen made-
Historia Moderna y Contemporánea de México, México, UNAM-IIH, núm. 21, ene- rista en el periódico El Mañana”, Sólo Historia, México, núm. 6, octubre-diciem-
ro-junio, 2001. bre, 1999.

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Relatos e HISTORIAS en México
tanos. El semanario de caricaturas Ypiranga expresó:
“Se trata de amordazar a la prensa que protesta indig-
nadamente contra esos delitos que nos vuelven a los
nefastos tiempos porfirianos”.
Con la propuesta legislativa, Madero reaccionó,
aunque tardíamente, contra el libertinaje periodísti-
co que perjudicaba a su gobierno. Pero las posturas
en contra no se hicieron esperar, no sólo de parte de
los legisladores antimaderistas, sino de algunos revo-
lucionarios que defendían la libertad de expresión
pese a todo, como Antonio Díaz Soto y Gama y Juan
Sarabia, quien expresó: “Aun cuando jamás seré yo,
por ningún motivo, de los que pretenden glorificar a
la dictadura caída, ni tomar parte, la más mínima, en
ninguna tendencia reaccionaria, sí condeno los malos
procedimientos del nuevo régimen y me uno a todos,
cualesquiera que sean, los que pugnen en estos mo-
mentos por la libertad de la prensa independiente”.
El proyecto no pasó siquiera de las comisiones dic-
taminadoras del Congreso, por lo que no fue discutido
por los legisladores. El fracaso de la iniciativa se debió
principalmente a que la Asociación de Periodistas Me-
tropolitanos la calificó como una “ley mordaza”. Nue-
va Era, por su parte, no dudó en apoyar al gobierno
para poner “un dique a la prensa alarmista”. El pro-
yecto sólo quedó en un intento fallido para regular a
la prensa. En 1917 se presentaría una propuesta en
torno al mismo tema, aunque con mayor éxito.

Los errores
Si bien la prensa no fue la que “tiró” a Madero, histo-
riadores como Javier Garciadiego, Stanley Ross, Frie-
drich Katz y María del Carmen Ruiz Castañeda, así
como testigos de la época, entre ellos Félix Palavicini,
José María Pino Suárez, Diego Arenas Guzmán, José
Juan Tablada y Martín Luis Guzmán, coinciden en
otorgar a los periódicos opositores un rol significativo
en la caída del gobierno.
Dos semanas antes del derrocamiento de Madero,
la mañana del 23 de enero de 1913, legisladores fie-
les al gobierno advirtieron al presidente del peligro
que significaba para su administración la despiadada
prensa de oposición. El informe que los diputados ma-
deristas presentaron manifestó la inconformidad por
los errores y el desprestigio del gobierno. José Inés
Novelo, presidente del Bloque Liberal Renovador en Con los diversos alzamientos militares que
hubo durante el gobierno de Madero, no
el Congreso, fue el encargado de leer a Madero el in- faltaron los reporteros heridos al ejercer su
forme sobre la crisis del gobierno. Presentó once pun- oficio en el campo de batalla.
AUDI (SEUDÓNIMO ATRIBUIDO A ANDRÉS AUDIFFRED), CÓMO FUE
tos a discutir, dos de ellos relacionados con la prensa: HERIDO EL CORRESPONSAL (EL REPÓRTER EVERARDO ORTIZ,
HERIDO MIENTRAS EJERCÍA SU OFICIO); EN NUEVA ERA,
“La contra-revolución, sus tendencias y sus medios de 20/FEBRERO/1912

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Relatos e HISTORIAS en México
propaganda” y “Estado actual de la opinión pública”. de escuchar el discurso, sólo respondió –con tono mo-
Allí se señalaba: lesto– que “estudiaría las observaciones del Bloque y
que en cuanto a la libertad exagerada de la prensa, la
Ha olvidado el gobierno, a pesar de ser él la prueba mejor consideraba como uno de los orgullos de su adminis-
de esta tesis, que las Revoluciones sólo triunfan cuando en tración, deseando que México conquistase para siem-
la opinión pública tienen su más fuerte e incontrastable pre su libertad política”.
sostén: vamos camino de que la contra-revolución consiga Aunado a la feroz oposición, Madero no supo crear
adueñarse de la opinión pública. […] La contra-revolución una sólida red de prensa que apoyara su gobierno.
[…] va apoderándose de las conciencias por medio de la Sólo tenía a Nueva Era, y aun éste llegó a criticar la
propaganda de la prensa […], labrando el desprestigio del blandura ante sus enemigos y la “política de carame-
gobierno, que cada vez es mayor, y, porque todo el mundo los” del presidente contra sus conspiradores. Además,
piensa ya que este gobierno es débil. aunque para principios de 1913 (demasiado tarde), el
La prensa ha ido infiltrando su virus ponzoñoso en la gobierno había adquirido la mayoría de las acciones
conciencia popular, y ésta al fin llegará un día a erguirse de El Imparcial, el diario se quedó casi con el mismo
contra el gobierno en forma violenta e incontrastable. […] cuerpo de redacción, sin disponer que lo encabezara
Y el gobierno, en nombre de la ley, pero faltando a ella, se un periodista aliado y capaz. Palavicini expresó: “Los
deja escarnecer, se deja befar, se deja afrentar. Y gobierno revolucionarios maderistas no supimos que el perió-
que no es ni respetado ni temido, está fatalmente desti- dico era del gobierno”, lo que causó que no se utilizara
nado a desaparecer. […] Suprimida, por los medios legales para defenderlo y la inversión resultó inútil.
de represión, la prensa de escándalo, quedaría cegada la El poeta José Juan Tablada, antimaderista confeso,
fuente que esparce del uno al otro confín de la República escribió en su diario acerca de la prensa en los últimos
la simiente contra-revolucionaria. […] Muchos más funes- días de Madero. El miércoles 5 de febrero de 1913 re-
tos que los zapatistas que incendian los campos y asesinan gistró una plática con Pino Suárez, quien le preguntó
mujeres, son los zapatistas de pluma que envenenan el cri- si consideraba delicada la situación para el gobierno:
terio nacional.
Le contesté que sí, que la situación no sólo era peligrosa,
Madero consideró desaforado el dictamen, exage- sino que cada día se hacía más, ya que el gobierno parecía
rada la advertencia e injustificado el pánico; después tolerar los desmanes de cierta prensa que sistemáticamente

Pero no debe pensarse


que el derrocamiento de
los diversos gobiernos en
México se debió únicamente
a los militares o a la fuerza de
las armas. Los caricaturistas
y los escritores políticos
satíricos, con sus bromas
y caricaturas, fueron tan Madero consideró
responsables de estos un orgullo de su
administración la
cambios como las armas de amplia libertad de
los generales. prensa de que gozaban
las publicaciones
JOSÉ JUAN TABLADA periódicas.
RAFAEL LILLO, DEL RIPALDA
(DETALLE 1); EN EL AHUIZOTE,
NÚM. 41, 24/FEBRERO/1912;
HEMEROTECA NACIONAL

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Relatos e HISTORIAS en México
Durante la Decena Trágica
algunos periódicos capitalinos
sufrieron ataques a sus
instalaciones, entre ellos
El Heraldo Independiente
y Nueva Era. Con el cuartelazo
contra Madero acabó también
un periodo de amplia libertad
para la prensa, ya que Huerta
limitaría de forma enérgica la libre
expresión. Prácticamente
ningún diario publicado durante
el gobierno maderista sobreviviría
a la dictadura huertista.

FACHADA E INTERIOR DE EL HERALDO INDEPENDIENTE,


FEBRERO DE 1913, FONDO CASASOLA, INV. 255915 Y
37318, SINAFO, CONACULTA-INAH-MEX; REPRODUCCIÓN
AUTORIZADA POR EL INSTITUTO NACIONAL DE
ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

solivianta los ánimos de los militares, excitándolos casi a la Fuentes:


rebelión… No bien había yo dicho esto cuando el señor Pino • María del Carmen Ruiz Castañeda y Luis Reed, El periodismo
en México: 500 años de historia, México, Edamex-Club Primera
Suárez, levantándose de su asiento y alzando los brazos al Plana, 2005
cielo, prorrumpió: • Diego Arenas Guzmán, El periodismo en la Revolución mexicana,
t. II, México, INEHRM, 1967
—¡Es claro! ¡Es evidente! ¡Si yo me he cansado ya de de- • Juan Manuel Aurrecoechea y Armando Bartra, Puros cuentos.
cirle al señor presidente que esa negligencia nos va a costar La historia de la historieta en México. 1874-1934, México,
CONACULTA-Museo Nacional de Culturas Populares / Grijalbo,
la vida; que vamos a pagarla con nuestras cabezas! 1988
Me vio después de hito en hito y dejando caer los bra- • Félix Fulgencio Palavicini, Los diputados. Lo que se ve y lo que no
se ve de la Cámara, México, Tipografía El Faro, 1913
zos, me dijo amargamente: • Francisco Bulnes, Toda la verdad acerca de la Revolución
—¡No tiene remedio! Mexicana, México, Los Insurgentes, 1960

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Relatos e HISTORIAS en México

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