Está en la página 1de 5

Actividad 1.

Cine con perspectiva de género

Daniela Carolina Barrios Gutiérrez

Stefany Carolina Zúñiga Maldonado

Género y sexualidad

Electiva III

Docente: Johanna Redondo

Grupo 04

Universidad Popular del Cesar

Facultad de Derecho, ciencias políticas y sociales.

Programa de Psicología

Valledupar – Cesar

2020- I
Película: Suffragette/Las sufragistas.

Año: 2015

País: Inglaterra

La película se centra en las primeras participantes del movimiento británico a favor

del sufragio femenino, como lo fue Emmeline Pankhurst (1858-1928), una activista política

británica y líder del movimiento de “las sufragistas” el cual se llevó a cabo a finales del

siglo XIX y a principios del siglo XX.

Se podría decir que este movimiento fue encabezado por feministas.

El término feminismo se define como “la doctrina de la igualdad de los derechos para la

mujer basada en la teoría de la igualdad de los sexos”. (Beltrán y Maquerira, 2001, p. 17).

Desde una perspectiva histórica el término “feminismo”, es de reciente factura. Surgió a

finales del siglo XIX en Francia, cuando se introdujo en el vocabulario del movimiento de

mujeres. Cabe destacar que la palabra apareció en un momento posterior a las primeras

manifestaciones colectivas en defensa de los derechos de las mujeres.

Entrando en materia, las sufragistas se trató de un movimiento político y social de

mujeres organizadas que durante el siglo XIX mantuvieron un pulso político con las

autoridades de la Inglaterra dominada por los varones, en un contexto en el que las mujeres

experimentaron abusos sexuales habitualmente en sus trabajos por parte de los amos, se les

negaba el derecho a cursar estudios y el marido tenía poder para castigar a su mujer como

considerara oportuno. La película hace referencia a estas condiciones sin ser

extremadamente explícita, cuando Maud descubre a su jefe acosando a la hija de su

amiga/compañera Violet que trabajaba para él, del mismo modo en la película luego de que
Maud es liberada de la cárcel, los oficiales le dicen a su esposo que se encargue de

castigarla, demostrando así la superioridad que había en la época entre los géneros.

La mujer trabajaba por necesidad, debía atender la casa, a los hijos y los caprichos e

inseguridades de sus maridos, aún en los casos en los cuales se daba un sincero amor de

pareja. En ese caso, se podría hablar de “machismo” el cual hace referencia a una ideología

que defiende y justifica la superioridad y el dominio del hombre sobre la mujer; exalta las

cualidades masculinas, como agresividad, independencia y dominancia, mientras

estigmatiza las cualidades femeninas, como debilidad, dependencia y sumisión. (de la

Rubia, J. M., & Basurto, S. R., 2016).

Aparte del derecho al voto, las mujeres también luchaban por la igualdad de género, lo

cual, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2017) es poner fin a

todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas, aclarando que no es solo

un derecho humano básico, sino que además es crucial para el desarrollo sostenible. Se

ha demostrado una y otra vez que empoderar a las mujeres y niñas tiene un efecto

favorecedor y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo a nivel

mundial.

El PNUD le ha otorgado a la igualdad de género un lugar central en su trabajo y

hemos visto un progreso notable en los últimos 20 años. Más niñas van a la escuela que

hace 15 años.

Pero, aunque hay más mujeres que nunca en el mercado laboral, todavía hay grandes

desigualdades en algunas regiones, y sistemáticamente a las mujeres se les niegan los

mismos derechos laborales que tienen los hombres. La violencia y la explotación

sexual, la división desigual del trabajo no remunerado -tanto doméstico como en el

cuidado de otras personas- y la discriminación en la toma de decisiones en el ámbito


público son grandes obstáculos que aún persisten. El cambio climático y los desastres

continúan teniendo un efecto desproporcionado en las mujeres y los niños, al igual que

el conflicto y la migración.

Garantizar el acceso universal a salud reproductiva y sexual y otorgar a la mujer

derechos igualitarios en el acceso a recursos económicos, como tierras y propiedades,

son metas fundamentales para conseguir este objetivo.

Hoy más mujeres que nunca ocupan cargos públicos, pero alentar a más mujeres

para que se conviertan en líderes ayudará a alcanzar una mayor igualdad de género.
Bibliografía

 Beltrán, E. y Maquieira, V. (2005). Feminismos. Debates Teóricos

Contemporáneos. Madrid: Alianza Editorial.

 de la Rubia, J. M., & Basurto, S. R. (2016). Machismo, victimización y perpetración

en mujeres y hombres mexicanos. Estudios sobre las culturas contemporáneas,

(43), 37-66.

 Sostenible, D. (2017). Objetivos de Desarrollo Sostenible.

También podría gustarte