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Personas en el Código Civil
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TUTOR VIRTUAL
RAMIROVARGAS DIAZ
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La criatura que muere en el vientre materno, o que perece antes de estar completamente
separada de su madre, o que no haya sobrevivido a la separación un momento siquiera, se
reputará no haber existido jamás.
MUERTE DEL SER HUMANO
¿Al morir una persona o individuo deja de ser sujeto de derechos?
Como principio general la existencia legal o personalidad de los seres humanos termina
con la muerte (artículo 94 del Código Civil). El ser humano muerto no es sujeto de
derechos. En general todo el mundo sabe que es la muerte; se trata de un concepto
popular que referimos normalmente al hecho de que el ser humano cese de respirar o al
último latido del corazón.
Pero conforme al artículo 2 del decreto 1546 de 1998 se exige que se trate de la muerte
encefálica, que es definida como "el fenómeno biológico que se produce en una persona
cuando en forma irreversible se presenta en ella ausencia de las funciones del tallo
encefálico, comprobada por examen clínico".
El diagnóstico de muerte cerebral debe ser constatado por dos o más médicos, uno de los
cuales debe ser especialista en ciencias neurológicas (decreto 1546 de 1998 artículo 3).
Hubo una época en que al lado de la muerte real existía la denominada muerte civil.
Consistía la muerte civil en la extinción de la personalidad del ser humano antes de la
muerte real; en consecuencia, muerto civilmente era quien a pesar de estar vivo, se le
consideraba muerto para la vida jurídica.
Entre los romanos la capitis deminutio máxima y la capitis deminutio media equivaldrian a
la muerte civil. Por la primera, el hombre libre caía en esclavitud y perdía,
consecuentemente, su personalidad, por la segunda se menguaba en gran parte la
personalidad, y era aquella que se aplicaba a los ciudadanos que incurrían en
determinadas penas o eran deportados.
PRESUNCIÓN DE CONMORIENCIA
En el momento de la muerte de una persona se determina quienes son sus herederos,
estos han de ser sujetos de derechos. Pero si dos o más personas llamadas a heredarse
mutuamente (como sucede en el orden de los hermanos cuando ninguno de ellos tenga
hijos y sus ascendientes hayan muerto) perecen en un mismo acontecimiento (accidente
aéreo, marítimo u otro semejante) y no puede saberse el orden de los fallecimientos, la
ley presume que todos han muerto en el mismo momento. Así lo establece el artículo 95
del C. C.
1.- Que hayan muerto en un mismo lugar y en consecuencia de una misma causa. El
artículo 95 del C. C. habla de "un mismo acontecimiento" con lo cual indica la identidad de
causa y de lugar.
2.- Que sea imposible establecer cuál fue el orden de los fallecimientos y que las personas
muertas estén llamadas a sucederse mutuamente por causa de muerte.
Veamos con un ejemplo: Hector y Eduardo son hermanos paternos, Hector tiene un
sobrino llamado Adolfo, el cual no es sobrino de Eduardo. Eduardo está casado con Juana.
Si se considera que Hector muere antes que Eduardo, la herencia se transmitirá del
primero al segundo (de Hector a Eduardo) y como Eduardo también muere la herencia
pasa en definitiva a Juana. Ahora, si como muestra la ley se presume que Hector y
Eduardo han muerto al mismo tiempo, no habiendo transmisión hereditaria entre ellos la
herencia de Hector pasará a su sobrino Adolfo. (Artículo 1015 C. C.).
PRESUNCIÓN DE MUERTE
La muerte de los seres humanos es inevitable y además fácilmente comprobable. Pero hay
situaciones como la guerra y otros acontecimientos similares que crean grave
incertidumbre acerca de las personas que desaparecen de su domicilio y de las cuales no
se vuelven a tener noticias; tal circunstancia ha hecho necesario que los ordenamientos
jurídicos instituyan la muerte por presunción, es decir, la suposición, dadas ciertas
condiciones de que la persona desaparecida o ausente ha muerto.
DECLARACIÓN DE AUSENCIA (artículo 96 C. C. en concordancia con el artículo 561 C. C.):
una persona se halla ausente si ha desaparecido de su domicilio y no se tiene noticias del
lugar en donde se encuentre (artículo 96 C. C.). Ante esta situación su cónyuge, sus
consanguíneos hasta el cuarto grado, sus padres, hijos y hermanos, el Ministerio Público y
sus acreedores, podrán solicitar al juez de familia el nombramiento de un curador para la
administración de sus bienes.
La finalidad del proceso, es tomar las medidas necesarias para proteger los derechos y
velar por las obligaciones de un titular ausente. Ausente indica, no solo el hecho de que la
persona no se halla en el lugar de su domicilio, sino, además, que no se sabe dónde se
encuentra hasta el punto de que se duda si vive o ha muerto. El juez declarará la ausencia
según el trámite indicado por el artículo 656 del C. P. C. En nuestro Código Civil los
términos ausencia y desaparecimiento son equivalentes.
El juez fijará como día presuntivo de la muerte el último del primer bienio, contado desde
la fecha de las últimas noticias (artículo 97 regla 6). Esta ha debido fijarse desde que se
tuvieron las últimas noticias, pues debe presumirse que la falta de ellas se debió a la
muerte del desaparecido. En todo caso, el día que se fija como fecha de muerte será
anterior a aquel en que se dicta la sentencia.
La regla 7 del artículo 97 añade que en los casos en que una persona recibió una herida
grave en la guerra, o naufragó la embarcación en la que navegaba, o le sobrevino otro
peligro semejante, fijará el juez como día presuntivo de la muerte el de la acción de
guerra, naufragio o peligro; o no siendo determinado ese día adoptará un término medio
entre el principio y el fin de la época en que pudo ocurrir el suceso.