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Caída del bloque comunista 1989

La disolución de la Unión Soviética fue la desintegración de las estructuras políticas


federales y el gobierno central de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS),
que culminó en la independencia de las quince repúblicas de la Unión Soviética entre el
11 de marzo de 1990 y el 25 de diciembre de 1991. El Tratado de Belovesh fue un
acuerdo internacional firmado el 8 de diciembre de 1991. Estos acuerdos declaran la
disolución oficial de la URSS. La disolución del Estado socialista más grande del mundo
también marcó el fin de la Guerra Fría.
La caída del comunismo en la URSS provoca un grave empobrecimiento de la población,
sometida a los efectos del libre mercado en un periodo muy breve de tiempo. La
desigualdad social se dispara al caer las actividades económicas estatales en unas pocas
manos particulares, propiciándose la creación de mafias que se enriquecen con el control
de bienes básicos. El proceso reformista iniciado por Gorbachov redunda en los países
del bloque comunista, disminuyendo el control de la URSS sobre las mismas desde 1986.
Estos países inician caminos que los alejan de la doctrina comunista. Polonia, Bulgaria y
Hungría implantan sistemas liberales, así como Checoslovaquia que se divide en dos
países. En 1989 se abre la frontera entre las dos Alemanias y se derriba el Muro de
Berlín, procediéndose a la unificación del país bajo el modelo de la RFA en 1990.
Rumanía pasa por una revolución (1989) y una dura transición al modelo capitalista, con
un millar de muertos, y quedando en una situación de pobreza tal que empuja a la
emigración a gran parte de su población activa. 
Pero el cambio más dramático tiene lugar en Yugoslavia, que se desangra en una guerra
entre los antiguos Estados federados entre 1991 y 2001. Es un conflicto político y
económico, pero también étnico y cultural, que enfrenta a serbios con albaneses, croatas
y bosnios; y también a estos dos últimos pueblos entre sí. La guerra de la ex Yugoslavia
se cobra unas 200.000 vidas, y ofrece el vergonzoso espectáculo de una nueva limpieza
étnica en Europa, esta vez a manos del gobierno serbio de Milosevic, y un bombardeo de
la OTAN contra los serbios.
El consenso de Washington
Se conoce como Consenso de Washington a un conjunto de diez recomendaciones de
política económica formuladas en 1989 por el economista inglés John Williamson, que
tenían como objetivo orientar a los países en desarrollo inmersos en la crisis económica
para que lograsen salir de la misma.El Consenso de Washington estaba formado por el
Fondo Monetario Internacional (FMI), por el Banco Mundial y por el Tesoro de Estados
Unidos, las tres instituciones con sede en Washington. Las recomendaciones pretendían
conseguir aspectos como liberalizar el comercio exterior y el sistema financiero, reformar
la intervención del Estado o atraer capital extranjero a los países.
Medidas del Consenso de Washington
Se consideró que había dos causas fundamentales que habían provocado la crisis de
Latinoamérica. Por un lado, el proteccionismo y el excesivo intervencionismo del Estado, y
por otro, la incapacidad del gobierno para controlar el déficit público. Las 10 medidas que
se propusieron fueron enfocadas a superar estos problemas fueron:.
 Disciplina fiscal: Se consideró que los altos déficits que habían acumulado casi
todos los países de América Latina habían conducido a desequilibrios
macroeconómicos que hicieron entrar a la región en problemas inflacionarios.
 Reordenación de las prioridades del gasto público: Para hacer frente al déficit
fiscal se optó por reducir el gasto, más concretamente, redistribuirlo desde
subsidios no justificados hacia la sanidad, la educación e  infraestructuras.
 Reforma tributaria: Basada en aumentos de los impuestos, sobre una base
amplia y con tipos marginales moderados. Es decir, el impuesto adicional que se
pagaba por disponer de más renta era bajo.
 Liberalización de las tasas de interés: Para que fuesen establecidas por el
mercado.
 Tipo de cambio marcado, también, por el mercado.
 Liberalización del comercio: Para llevar a cabo una política económica orientada
al exterior también se creyó necesario liberalizar las importaciones. La idea de
proteger las industrias nacionales frente a “las de fuera”, se consideró un
obstáculo al crecimiento.
 Liberalización de la inversión extranjera directa: Y así aportar capital,
tecnología y experiencia.
 Privatización: Se basaban en la idea de que la industria privada está gestionada
más eficientemente que las empresas estatales.
 Desregulación: Se consideró una manera de fomentar la competencia en
América  Latina, ya que era donde se encontraban las economías más reguladas
del mundo.
 Derechos de propiedad: En una región donde los derechos de propiedad eran
muy inseguros, se optó por implantar  unos derechos garantizados como en
EEUU.
Resultados del Consenso de Washington
Si nos atenemos a los resultados positivos, estos fueron los siguientes:
 Bajada de la inflación
 Bajada del déficit presupuestario
 Disminución de la deuda externa
 Aumento del flujo de capitales
Por otro lado, el Consenso de Washington ha sido foco de múltiples críticas desde
diversos ámbitos ya que muchos piensan que tuvo otras consecuencias no tan positivas y
que era un dictado «neoliberal» de Estados Unidos. Estos resultados negativos fueron los
siguientes:
 No se consiguió un crecimiento económico (algunos académicos llaman a la
década de los noventa, “la década pérdida”)
 Aumentó la desigualdad
 Ausencia de progresos sociales
 Deterioro de los derechos humanos.
La globalización
La globalización implica pues una situación en la que van desapareciendo las fronteras
para las empresas y en general los agentes económicos, y los mercados nacionales dejan
de ser la referencia básica para su actividad. La globalización es pues el proceso por el
cual se hallan crecientemente integradas las economías del mundo, en particular a través
del comercio y los flujos financieros, pero también a través de movimientos de personas y
conocimientos. Una parte creciente del gasto en bienes y servicios se dirige hacia
importaciones de otros países. Paralelamente, una parte creciente de los bienes y
servicios que los países producen se exportan.
En la era moderna, la globalización registró una gran expansión a fines del siglo XIX, en
especial entre los países que entonces eran más adelantados. En las primeras décadas
del siglo XX la globalización sufrió un retroceso, como consecuencia en gran medida del
ascenso de políticas proteccionistas. Tras la Segunda Guerra Mundial, recibió un nuevo
impulso, con la adopción, en el mundo occidental, de un conjunto de políticas y
organismos internacionales que favorecían el desarrollo de los intercambios económicos
internacionales. La globalización ha registrado un impulso especialmente fuerte en las
últimas décadas, como puede verse en el gráfico siguiente, que recoge lo que representa
el comercio en relación con el PIB en el mundo, una relación que llega a superar el 60% a
principios del presente siglo –frente a menos del 25% en 1960.
Neoliberalismo
El neoliberalismo surge como reacción a la intervención del Estado como garante de una
mayor justicia social (es decir, del Estado benefactor), y toma fuerza gracias a las
debacles de la economía capitalista del siglo XX, particularmente las registradas a finales
de los años 20 y la de la década de 1970. Para el neoliberalismo, el Estado debería
cumplir únicamente sus funciones fundamentales como organismo regente en la
organización de la sociedad, de modo que se opone a su intervención en el
funcionamiento de la economía, para así mantener a raya las regulaciones e impuestos al
comercio y las finanzas.

Esta doctrina favorece la privatización de empresas y servicios que estaban en manos del
sector público, bajo la premisa de que el sector privado es más eficiente. Es partidario de
la reducción del gasto social, de propiciar la libre competencia, de las grandes
corporaciones, y de debilitar y desintegrar los sindicatos.

Auge económico norteamericano en los 90s


La recesión, que se inició en marzo 2001, cierra el período de expansión que se inició a
principios de la década de los noventa. Este tuvo una duración de diez años con lo cual
superó ampliamente el promedio de duración de las fases expansivas del último medio
siglo, que ha sido de 4 o 5 años. Empero, no es sólo por su duración que la expansión de
esta década se distingue de los períodos expansivos anteriores sino también por los
factores que impulsaron ese crecimiento. Al respecto cabe señalar que la recuperación
que se inició a partir de 1992 es liderada por la inversión fija, sobre todo la inversión en
equipo y software, que continuó creciendo a tasas muy elevadas a lo largo del período.
Así, mientras en el período 1992 - 2000 el producto y el consumo crecieron en promedio a
una tasa de 3,6 y 3,8% respectivamente la inversión fija se expandió a una tasa real de
8%, secundada por un ritmo aún más acelerado en el sector de equipo y software, de
11%. Esta evolución otorga una peculiaridad a esta fase de crecimiento que la diferencia
de las demás fases expansivas que se han identificado desde la última guerra mundial;
estas han estado más relacionadas con el dinamismo del consumo y de la construcción
residencial. Los motivos que subyacen tras el dinamismo de la inversión en maquinarias y
equipo o del consumo y la inversión residencial son sustancialmente distintos y la
importancia que puedan haber jugado las políticas fiscales y especialmente la monetaria
es también diferente.
Tras la recesión a principios de los años noventa los Estados Unidos iniciaron una etapa
de crecimiento económico que sólo se cierra en el 2001, dando lugar a una de las
expansiones más largas registradas en la posguerra. El alto crecimiento y su persistencia
dieron lugar a la idea de un nuevo paradigma de crecimiento al tiempo que los Estados
Unidos se convertían en la locomotora de la expansión mundial. Un conjunto de factores
contribuyó a conformar las características específicas de este dinamismo cuyo eje central
fueron las inversiones, sobre todo en el sector de alta tecnología, elevándose
notoriamente su importancia en el PIB. Este crecimiento impulsó al consumo y a las
importaciones, y generó una rápida expansión del empleo mientras que por otro lado se
generaron grandes desequilibrios. La rápida expansión de las importaciones se reflejó en
uno de los más altos déficit en cuenta corriente del último medio siglo. A partir de 2001 se
expande el gasto fiscal, intensificado con las intervenciones militares en Afganistán e Irak
y el mayor gasto en seguridad, al tiempo que la recesión económica y las reducciones
impositivas contraen los ingresos fiscales. De este modo se eliminó el superávit
acumulado durante la década de los noventa y se pasó a un considerable déficit fiscal.
Caída de la bolsa de valores (1998)
La Bolsa de Nueva York ofrecía una caída del 4,19% (357,36 puntos) dejando el índice en
8.165,99. Es la peor caída desde octubre de 1997, cuando cayó 7,18% arrastrada por
Hong Kong, que fue la única bolsa importante que tuvo ganancias. A la influencia de la
crisis rusa hay que añadir el dato del PIB del segundo trimestre, con un incremento del
1,6% -el más bajo de los tres últimos años- y después de subir el 5,5% en el primer
trimestre. A pesar del enorme desajuste entre los dos trimestres, el dato se sitúa por
encima de las previsiones iniciales, que eran del 1,4%, pero ni siquiera ese respiro
conseguía animar a los inversores, cada día más preocupados por la evolución de la crisis
en Japón, Rusia y Latinoamérica. La Bolsa de Nueva York ha perdido desde el pasado 17
de julio, cuando alcanzó el máximo anual (9.337,96), algo más de 1.000 puntos, un
12,56%, informa .Los valores más castigados ayer corresponden a compañías con una
fuerte actividad en mercados emergentes como la banca J.P. Morgan, el Chase
Manhattan Bank o American Express. También los bancos españoles se vieron afectados,
Argentaria perdió un 13,14%; el BBV, el 8,93%; Santander, 7,52%; Telefónica, un 6,83%.
Los focos de esta crisis son diversos, pero encuentran un denominador común en la
debilidad de las divisas de los países más afectados. En este sentido, resulta compleja la
reacción de los mercados financieros de las áreas del euro y del dólar, sólo afectadas a
través de las empresas con inversiones en la zona de crisis. La UE afirmó que "la
situación en los mercados europeos es relativamente estable gracias a la confianza que
se tiene en el euro", pero en las previsiones de crecimiento que se publicarán en octubre
se tendrán en cuenta "las evoluciones económicas recientes".
Terrorismo en el 2001 (Torres gemelas) ¿Cómo afecto el comercio?
Los ataques tuvieron un impacto significativo en los mercados estadounidenses y
mundiales. La Reserva Federal redujo temporalmente sus contactos con bancos por la
falta del equipo perdido en el distrito financiero de Nueva York. En horas, se recuperó el
control sobre el suministro de dinero, con la consecuente liquidez para los bancos. Los
índices bursátiles New York Stock Exchange (NYSE), American Stock
Exchange y NASDAQ no abrieron el 11 de septiembre y permanecieron cerrados hasta
las 15:30 del 17 de ese mismo mes. Los sistemas del NYSE no fueron dañados por el
ataque, pero los daños en las redes telefónicas del sistema financiero del World Trade
Center impidieron que funcionara. Cuando los mercados reabrieron el 17 de
septiembre de 2001, tras el mayor parón desde la Gran Depresión, el índice Dow Jones
Industrial Average cayó 684 puntos (7,1 %), hasta 8920, en su mayor caída en un solo
día. Al final de la semana, el Dow Jones había perdido 1369,7 puntos (14,3 %), su mayor
caída en una semana. Desde entonces Wall Street permanece protegido contra un
atentado terrorista.
La economía estadounidense entró en una fase de recesión desde 2001 como resultado
de la inseguridad y la desconfianza creciente en la seguridad del
mundo occidental después de una década de crecimiento prácticamente ininterrumpido, a
pesar de que la actividad económica ya había mostrado señales de agotamiento desde
1998, efecto de la crisis asiática, con la pérdida de más de un millón de empleos en el
sector industrial entre los años 1999 y 2000.
Los ataques terroristas agravaron la situación al reducirse fuertemente el consumo como
consecuencia del estado de psicosis de la población, que evitaba visitar sitios concurridos
o viajar. El sector aéreo fue uno de los más afectados, pues la demanda de vuelos
comerciales se redujo drásticamente, debido sobre todo al temor de que se repitieran las
acciones terroristas, y también a la resistencia del público a someterse a las medidas
rigurosas de seguridad en los aeropuertos. En un intento por aliviar esta situación, el
Congreso aprobó un paquete financiero de 15 000 millones de dólares para el sector
aéreo, en tanto que el gobierno de Bush adelantó un recorte adicional de los impuestos
para revitalizar el consumo; esta medida tuvo efectos negativos en el presupuesto, ya de
por si mermado por los gastos de la guerra.
Crisis de las hipotecas subprime
La crisis de las hipotecas subprime fue una crisis financiera, por desconfianza crediticia,
que como un rumor creciente, se extendió inicialmente por los mercados financieros
de Estados Unidos y fue la alarma que puso en el punto de mira a las hipotecas basura
de Europa desde el verano del 2007, evidenciándose al verano siguiente con la crisis
financiera de 2008. Generalmente, se considera el detonante de la crisis económica de
2008-2015 en el plano internacional, incluyendo la burbuja inmobiliaria en España. Las
hipotecas de alto riesgo, conocidas en Estados Unidos como crédito subprime, eran un
tipo especial de hipoteca, preferentemente utilizado para la adquisición de vivienda, y
orientada a clientes con escasa solvencia, y por tanto con un nivel de riesgo de impago
superior a la media del resto de créditos. Su tipo de interés era más elevado que en los
préstamos personales (si bien los primeros años tienen un tipo de interés promocional), y
las comisiones bancarias resultaban más gravosas.1 Los bancos norteamericanos tenían
un límite a la concesión de este tipo de préstamos, impuesto por la Reserva Federal.
Hasta aproximadamente el año 2006, según el Instituto de Estudios Bursátiles, las
entidades financieras de Estados Unidos ganaron mucho dinero con estos productos. Sin
embargo, a partir de ese año, el interés de las hipotecas empezó a ser demasiado alto, lo
que provocó que muchos titulares no pudieran pagar las cuotas y tuvieron que devolver
sus viviendas, que ya no podían revenderse más caras porque los precios habían
alcanzado su tope y comenzaba a caer vertiginosamente.
Crisis económica norteamericana 2007
Los inicios de la crisis datan de mediados del año 2007, con los primeros síntomas de las
dificultades originadas por las hipotecas subprime. A fines de 2007 los mercados de
valores de Estados Unidos comenzaron una precipitada caída, que se acentuó
gravemente en el comienzo del 2008.4 La confluencia de otros eventos de particular
nocividad para la economía estadounidense (subida de los precios del petróleo, aumento
de la inflación, estancamiento del crédito), exageraron el pesimismo global sobre el futuro
económico estadounidense, hasta el punto de que la Bolsa de Valores de Nueva
York sucumbía diariamente a 'rumores' financieros.
Crisis económica mundial 2008
La crisis financiera Global de 2008 se desató de manera directa debido al colapso de
la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos en el año 2006, que provocó aproximadamente
en octubre de 2007 la llamada crisis de las hipotecas subprime. La crisis del 2008, que
comenzó como una crisis subprime (de hipotecas), se debió a una sobrevaloración en el
precio en la vivienda (burbuja) en Estados Unidos, y al otorgamiento desmedido de
préstamos. Se llegó a un punto en que había más viviendas que personas interesadas en
su adquisición, lo que presionó los precios a la baja, en un momento en que las tasas de
interés comenzaron a subir, lo que, a su vez, llevó a que más de uno dejara de pagar a
los bancos, quienes tenían gran parte de su cartera en estos activos y se quedaron sin
liquidez. Las repercusiones de la crisis hipotecaria comenzaron a manifestarse de manera
extremadamente grave desde inicios de 2008, contagiándose primero al sistema
financiero estadounidense, y después al internacional, teniendo como consecuencia una
profunda crisis de liquidez, y causando, indirectamente, otros fenómenos económicos,
como una crisis alimentaria global, diferentes derrumbes bursátiles (como la crisis bursátil
de enero de 2008 y la crisis bursátil mundial de octubre de 2008) y, en conjunto, una crisis
económica a escala internacional.
Entre los principales factores que se atribuyen como causas de la crisis se encuentran los
fallos en la regulación económica,2 la sobrevalorización de productos, crisis alimentaria
mundial y energética, y la amenaza de una recesión en todo el mundo, así como
una crisis crediticia-hipotecaria y de confianza en los mercados.
Aunque se considera que la crisis surgió en 2008, especialmente tras la caída del banco
estadounidense Lehman Brothers, los primeros síntomas aparecieron en agosto de
2007 con la quiebra de varios bancos menores de inversión provocando la crisis que ha
sido señalada por muchos especialistas internacionales como la «crisis de los países
desarrollados», ya que sus consecuencias se observan fundamentalmente en los países
más ricos del mundo. Posteriormente, debido a que los gobiernos tuvieron que realizar
numerosos rescates financieros para salvar a empresas financieras y no financieras de
una probable quiebra, la crisis acabó convirtiéndose también en crisis de deudas en
diferentes países, especialmente en los de la eurozona. Debido a la gran cantidad de
dinero asignado a los rescates financieros y a la fuerte caída generalizada de los ingresos
en la recaudación fiscal, algunos gobiernos realizaron programas de austeridad
económica que implicaban fuertes recortes sociales provocando contestaciones sociales y
un aumento de la pobreza generalizada en gran cantidad de países del mundo.
Concreción de la Unión Europea
El Tratado de la Unión Europea, en vigor desde 1993, prevé la creación de una unión
económica y monetaria con la introducción de una moneda única6 (que por aquel
entonces se pensaba llamar ECU). De ella formarían parte los países que cumplieran una
serie de condiciones y se introduciría de forma gradual. La fecha inicialmente prevista se
fue retrasando hasta que, finalmente, los estados miembros de la Unión Europea
acordaron el 15 de diciembre de 1995 en Madrid la creación de una moneda común
europea —ya bajo la denominación de "euro"— con fecha de puesta en circulación en
enero del año 2002.
1945 - 1959 Una Europa pacífica: los albores de la cooperación
La Unión Europea nació con el anhelo de acabar con los frecuentes y cruentos conflictos
entre vecinos que habían culminado en la Segunda Guerra Mundial. En los años 50, la
Comunidad Europea del Carbón y del Acero es el primer paso de una unión económica y
política de los países europeos para lograr una paz duradera. Sus seis fundadores son
Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos. Ese período se
caracteriza por la guerra fría entre el este y el oeste. Las protestas contra el régimen
comunista en Hungría son aplastadas por los tanques soviéticos en 1956. En 1957 se
firma el Tratado de Roma, por el que se constituye la Comunidad Económica Europea
(CEE) o "mercado común".
1960 - 1969 Una etapa de crecimiento económico
La década de los 60 es un buen momento para la economía, favorecido, entre otras
cosas, porque los países de la UE dejan de percibir derechos de aduana por las
transacciones comerciales entre sí. También acuerdan ejercer un control conjunto de la
producción alimentaria para que, de este modo, todo el mundo tenga suficiente para
comer. Esto da pronto lugar a un excedente de producción agrícola. Mayo de 1968 es
recordado por la revuelta estudiantil en París, y muchos cambios en la sociedad y los
hábitos de vida se relacionan con la llamada "generación del 68".
1970 - 1979 Una Comunidad creciente: la primera ampliación
El 1 de enero de 1973, Dinamarca, Irlanda y el Reino Unido entran en la Unión Europea,
con lo que el número de Estados miembros aumenta a nueve. La guerra araboisraelí de
octubre de 1973, breve pero cruel, da lugar a una crisis de la energía y a problemas
económicos en Europa. Con el derrocamiento del régimen de Salazar en Portugal en
1974 y la muerte del general Franco en España en 1975 desaparecen las últimas
dictaduras "de derechas" de Europa. La política regional de la UE empieza a transferir
grandes cantidades de dinero para la creación de empleo e infraestructuras en las zonas
más pobres. El Parlamento Europeo aumenta su influencia en los asuntos de la UE y, en
1979, es elegido por primera vez por sufragio universal. En la década de 1970 se
intensifica la lucha contra la contaminación. La UE adopta nuevas disposiciones para
proteger el medio ambiente e introduce por primera vez el concepto de "quien contamina,
paga".
1980 - 1989 El rostro cambiante de Europa: la caída del muro de Berlín
El sindicato polaco Solidarność y su dirigente, Lech Walesa, se hacen famosos en Europa
y en todo el mundo tras las huelgas de los astilleros de Gdansk en el verano de 1980. En
1981 Grecia pasa a ser el décimo miembro de la UE y, cinco años más tarde, se suman
España y Portugal. En 1986 se firma el Acta Única Europea, tratado que constituye la
base de un amplio programa de seis años, destinado a eliminar las trabas a la libre
circulación de mercancías a través de las fronteras de la UE, y que da así origen al
"mercado único". El 9 de noviembre de 1989 se produce un vuelco político importante
cuando se derriba el muro de Berlín y, por primera vez en 28 años, se abre la frontera
entre las dos Alemanias, la del este y la del oeste, lo que lleva a su unificación en octubre
de 1990.
1990 - 1999 Una Europa sin fronteras
Con la caída del comunismo en Europa central y oriental, los europeos se sienten más
cercanos. En 1993 culmina la creación del mercado único con las "cuatro libertades" de
circulación: mercancías, servicios, personas y capitales. La década de 1990 es también la
de dos tratados: el de Maastricht (Tratado de la Unión Europea) en 1993 y el de
Ámsterdam en 1999. Los ciudadanos se preocupan por la protección del medio ambiente
y por la actuación conjunta en asuntos de seguridad y defensa. En 1995 ingresan en la
UE tres países más: Austria, Finlandia y Suecia. Los acuerdos firmados en Schengen,
pequeña localidad de Luxemburgo, permiten gradualmente al ciudadano viajar sin tener
que presentar el pasaporte en las fronteras. Millones de jóvenes estudian en otros países
con ayuda de la UE. La comunicación se hace más fácil a medida que se extiende el uso
del teléfono móvil y de Internet.
2000 - 2009 Expansión
El euro es la nueva moneda de muchos europeos. Cada vez más países lo adoptan
durante esta década. El 11 de septiembre de 2001 se convierte en sinónimo de "guerra
del terror", tras el secuestro y colisión de varios aviones contra edificios de Nueva York y
Washington. Los países de la UE comienzan a colaborar más estrechamente contra la
delincuencia. Cuando, en 2004, diez nuevos países ingresan en la UE, seguidos por
Bulgaria y Rumanía en 2007, las divisiones políticas entre la Europa del este y del oeste
se dan por zanjadas definitivamente. La crisis financiera sacude la economía mundial en
septiembre de 2008. El Tratado de Lisboa, que aporta instituciones modernas y métodos
de trabajo más eficientes a la UE, es ratificado por todos los Estados miembros de la UE
antes de su entrada en vigor en 2009.
2010 - hoy Una década delicada
La crisis económica mundial golpea de lleno en Europa. La UE ayuda a varios países a
hacer frente a sus dificultades y establece la "unión bancaria" para crear un sector
bancario más seguro y fiable. En 2012 se entrega el Premio Nobel de la Paz a la Unión
Europea. En 2013 Croacia se convierte en el 28º miembro de la UE. El cambio climático
sigue teniendo un lugar destacado en la agenda y los dirigentes acuerdan reducir las
emisiones nocivas. En 2014 se celebran las elecciones europeas y los euroescépticos
ganan escaños en el Parlamento Europeo. Se establece una nueva política de seguridad
a raíz de la anexión de Crimea a Rusia. Aumenta el extremismo religioso en Oriente
Próximo y en diversos países y regiones de todo el mundo, dando lugar a revueltas y
guerras que llevan a muchas personas a huir de sus hogares y buscar refugio en Europa.
La UE no solo se enfrenta al dilema de cómo atenderlos, sino que también es objetivo de
varios ataques terroristas.
Surgimiento de la OMC (1994-1995)
La Organización Mundial del Comercio (OMC) inició sus actividades el 1º de enero de
1995 y desde entonces ha actuado como la principal instancia para administrar el sistema
multilateral de comercio. La organización tiene como objetivo establecer un marco
institucional común para regular las relaciones comerciales entre los diversos Miembros
que la componen, establecer un mecanismo de solución pacífica de diferencias
comerciales, teniendo como base los acuerdos comerciales actualmente en vigor, y crear
un ambiente que permita la negociación de nuevos acuerdos comerciales entre los
Miembros. Actualmente, la OMC cuenta con 164 Miembros, siendo el Brasil uno de los
Miembros fundadores. La sede de la OMC está ubicada en Ginebra (Suiza). Las tres
lenguas oficiales de la organización son el inglés, el francés y el español.
Los orígenes de la OMC se remontan a la firma del Acuerdo General sobre Aranceles
Aduaneros y Comercio (GATT) en 1947, mecanismo que fue responsable, entre 1948 y
1994, por la creación y gestión de las reglas del sistema multilateral de comercio.
Situación actual del comercio internacional
Tendencias futuras del comercio internacional

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