Está en la página 1de 9

ESCUELA DE POSGRADO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL

SAN LUIS GONZAGA DE ICA

Maestría en Gestión Ambiental

Curso: Modelos Energéticos

Catedrático: Dr. Inq. Q. Esteban Castellanos

Maestrista: Blgo. José Carlos Chacaltana Mendoza

Gestión de la Energía
Modelos Energéticos para Ciudades

Ica Diciembre 2010


MODELOS ENERGETICOS PARA CIUDADES EN EUROPA

Smartcity
(Ciudad de Málaga – España)

Una sociedad sostenible debe ser una sociedad responsable, que responda a
los grandes desafíos globales que se presentan, con las mejores tecnologías
y las mayores capacidades de innovación. Con esta filosofía nace Smartcity,
una experiencia que trata de demostrar la viabilidad de concentrar un amplio
conjunto de tecnologías avanzadas y sostenibles para hacer posible un nuevo
modelo de gestión energética.

El objetivo es conseguir un ahorro energético del 20%, aumentar el consumo


de energías renovables y reducir las emisiones a la atmósfera en más de 6.000
toneladas de CO2 al año en la zona del proyecto.

Se pretende conseguir una integración óptima de las fuentes renovables de


energía en la red eléctrica, acercando la generación al consumo a través del
establecimiento de nuevos modelos de gestión de la microgeneración eléctrica.
Se gestionarán sistemas de almacenamiento energético en baterías para
facilitar su consumo posterior en la climatización de edificios, el alumbrado
público y el transporte eléctrico. Y se potenciará asimismo el uso de coches
eléctricos, con la instalación de postes de recarga y la implantación de una
flota de vehículos.

Se contará con nuevos contadores inteligentes desarrollados en el marco de


la telegestión para hacer posible un consumo eléctrico más sostenible.
Además, la instalación de sistemas avanzados de telecomunicaciones y
telecontrol permitirá actuar en tiempo real y de forma automática sobre la red
de distribución, haciendo posible una nueva gestión de la energía y
potenciando la calidad del servicio.

Pero, sobre todo, se busca hacer partícipe al usuario final en todo el proceso.
El objetivo final del proyecto demostrar como que es posible conseguir con el
desarrollo de estas tecnologías, un ahorro energético del 20%, así como una
reducción de emisiones de más de 6.000 toneladas de CO2 al año.

Málaga ha sido elegida para el desarrollo de Smartcity porque reúne los


requisitos necesarios para garantizar el éxito del proyecto: gran potencial de
crecimiento, amplias capacidades tecnológicas, fuerte presencia de
Universidad y empresas, apoyo decidido de las administraciones públicas y
excelentes infraestructuras eléctricas.

El Proyecto se estima en 31 millones de euros con una duración de 4 años.

Se aplicarán nuevos sistemas y tecnologías para reducir el consumo eléctrico


de Málaga implicando a 11.000 hogares y 1.200 empresas del área de la Playa
de la Misericordia. Con este objetivo, se instalarán en domicilios, oficinas e
industrias de la zona sistemas de generación energética basados en fuentes
renovables, de forma que un usuario pueda producir no sólo la energía que
consume sino almacenarla en baterías para su uso posterior por otros
habitantes, en el alumbrado, la climatización de edificios o el transporte público.
Una apuesta por un uso racional y eficiente de la energía que incluye
contadores inteligentes de consumo y sistemas avanzados de
telecomunicación y telecontrol para optimizar la red de distribución, haciendo
posible una nueva gestión de la energía y potenciando a su vez la calidad del
servicio.

Smartcity utiliza además las energías renovables, como la eólica y la solar,


tanto para el alumbrado público como para una flota de vehículos eléctricos
que favorecerán la movilidad sostenible en el área definida.

El proyecto Smartcity convierte a Málaga en referente internacional del


desarrollo de tecnologías de vanguardia para el sector energético, al nivel de
las iniciativas ya puestas en marcha en Estocolmo, Dubai, Malta, Ohio y
Colorado.
La ciudad de Málaga reúne todos los requisitos tecnológicos y sociales
necesarios para garantizar el éxito del proyecto: excelentes infraestructuras
eléctricas, amplias capacidades tecnológicas, presencia de la universidad, un
tejido empresarial sólido y el fuerte apoyo de la administración pública.

La zona elegida para implantar Smartcity es el Paseo Marítimo de Málaga. Un


espacio en el que se beneficiarán 300 empresas del sector industrial y 900 del
sector servicios, así como unos 11.000 clientes domésticos.

Beneficios del Proyecto

> Ahorro económico y eficiencia energética gracias a una mejor información


sobre la energía consumida. El usuario podrá cambiar su tarifa adaptándola a
sus hábitos de consumo, entre otras cosas.

> Optimización de la red de distribución eléctrica mediante una gestión


avanzada que mejore la previsión de la demanda de electricidad y los procesos
que garantizan la seguridad, fiabilidad y calidad del suministro ante un aumento
en el consumo. Desarrollo de redes eléctricas con mayor adaptabilidad a los
numerosos cambios tecnológicos futuros.

> Reducción de emisiones de CO2 gracias al empleo masivo de las energías


renovables, asegurando una generación de energía sostenible a largo plazo.

> Desarrollo de tecnologías locales y nuevas oportunidades de empleo en


zonas rurales y urbanas del entorno de Málaga.

> Demostración y evaluación de un modelo pionero y generación de buenas


prácticas aplicables en otras ciudades.

Gestión activa de la demanda de energía


El consumo de energía eléctrica se adaptará a la oferta de generación eléctrica
existente en cada momento, consiguiendo una mayor eficiencia energética.

Redes inteligentes
Nuevos instrumentos de gestión y control automático en tiempo real del
sistema eléctrico, en el que prima la participación del consumidor, la eficiencia
energética y el respeto por el medioambiente.

Tecnologías avanzadas de información y comunicación (TICs)


Permitirá conocer de forma remota e instantánea, el estado en que se
encuentran todos los agentes e instalaciones conectados al sistema eléctrico.
Contadores inteligentes
Se instalará un innovador sistema de telegestión con el que los usuarios
podrán conocer, de forma casi inmediata, su consumo eléctrico, el precio del
mismo y las emisiones de CO2 asociadas.

Vehículos eléctricos
Implantación de un sistema de movilidad sostenible basado en vehículos
eléctricos.

Alumbrado público
En el paseo marítimo de Málaga se situarán farolas con aerogeneradores
integrados que producirán la energía eléctrica que consuman.

Sistemas de almacenamiento y generación distribuida con energías


renovables
La energía se producirá cerca de los puntos de demanda, por ejemplo con
marquesinas cubiertas con paneles fotovoltaicos; y se podrá almacenar en
baterías para su consumo posterior.
Drástica disminución de CO2 es posible
(Alemania)
 

Emisiones de anhídrido carbónico en central eléctrica: así no va más.


Un 40% menos de emisiones de CO2 hasta el 2020 en Alemania es posible,
dice Greenpeace, que acaba de presentar un plan energético alternativo.
 
Ya no hay excusas:
Un 40% menos de emisiones de anhídrido carbónico hasta el 2020 es algo
factible y realista en Alemania. Cómo se lo puede ahorrar y cómo puede
abandonarse paralelamente la energía atómica se ha propuesto demostrar el
Instituto EUtech, de Aquisgrán, en un estudio realizado por encargo de la
organización ecologista.

El estudio lleva el nombre “Plan B. Estrategia Energética nacional hasta el


2020” y fue presentado el jueves (22.03.2007) en Berlín. El Plan A es el del
Gobierno, que, según Greenpeace, ha fracasado.

Gases de escape:
Se necesitan automóviles "limpios". En más de 200 páginas se puede leer
cómo las centrales energéticas, el transporte y los hogares deben modificar sus
respectivas conductas de consumo energético para lograr efectivamente una
disminución del 40 por ciento en las emisiones de anhídrido carbónico hasta el
año 2020.
 
De acuerdo con el modelo, las centrales atómicas alemanas deberían incluso
poder ser desactivas ya en el 2015, es decir, ocho años antes de lo previsto
hasta ahora.
 
Con las cifras del propio Gobierno
 
En el estudio se tienen en cuenta los propios supuestos del Gobierno alemán
en relación con la evolución demográfica, el desarrollo económico y la
demanda energética. En el plan se llega a la conclusión de que la clave de la
protección del clima son el ahorro de energía, la eficiencia energética y la
expansión de las energías renovables.
 
Para lograr los objetivos trazados sería necesario ampliar masivamente el
aporte de las energías renovables, sobre todo para calefacción. Para ello
Greenpeace exige que el Estado las subvencione. En ese caso, la participación
de las energías renovables en el total de la satisfacción de la demanda se
podría multiplicar hasta por tres.
 

Parque eólico off-shore: el Estado debería subvencionarlos más. Además sería


necesario, según el estudio, fomentar también los parques eólicos "off shore",
es decir en el mar, y asegurar con garantías estatales las perforaciones para
unas primeras cien estaciones geotérmicas. Luego, la geotermia estaría en
condiciones de continuar avanzando sola.
 

Combinación de prohibiciones e incentivos


 
También la participación de la generación combinada de corriente y calor
debería triplicarse hasta el 2020: una meta que Greenpeace califica de realista.
Por otra parte, los ecologistas exigen que se detenga la construcción de
centrales carboeléctricas y que se eliminen los privilegios para esas tipo de
planta en el comercio de derechos de emisión.
 
En el caso de la industria, los hogares y el tránsito, en el estudio se dice que
disposiciones legales adecuadas podrían llevar a inmensos ahorros. Tanto en
aparatos eléctricos, como en edificios y el consumo de combustible de los
automóviles, actualmente se derrochan grandes cantidades de energía porque
no se aprovechan lo suficiente tecnologías modernas ya existentes.
 
Para Greenpeace, la cosa es clara: ahorrar energía es pura y
exclusivamente una cuestión de voluntad política. La técnica existe, sólo
que hay que llevarla consecuentemente a la práctica. Para ello, los ecologistas
ven dos caminos: crear incentivos económicos y proporcionar subvenciones de
arranque y, donde ello no alcance, recurrir al poder regulativo del Estado.

También podría gustarte