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el infierno abierto al
novohispano

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iNTRODUCCióN
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La pintura Las penas del infierno que resguarda
la Pinacoteca de la Profesa, en la ciudad de México, ▲ Fig. 1. Las penas
del infierno.
ha concentrado la atención de un amplio público,
tanto por su calidad técnica como por su originali-
dad temático-iconográfica. Aficionados y expertos
en temas artísticos, nacionales y extranjeros, han
vuelto sus ojos para ofrecer lecturas históricas en
torno suyo, hecho que le ha valido figurar en ex-
posiciones museísticas, catálogos especializados y
publicaciones periódicas, en el ocaso del siglo XX.
El simple hecho que se trate de un lienzo virreinal
cuyo tema es el infierno es ya buen motivo para
valorar sus peculiaridades iconográficas, dados
los escasos vestigios de pinturas infernales que
han llegado a nuestros días. (Fig. 1)

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el infierno
el infierno abierto
abierto al al
novohispano
novohispano
Gracias a este marcado interés ge- rio de investigación El más allá en
nerado por Las penas del infierno, Nueva España, siglos XVI al XVIII,
xvi xvi las páginas que hasta el presente adscrito a los Institutos de Inves-
consagró la historiografía del arte tigaciones Históricas e Investiga-
a su análisis han seguido una pers- ciones Estéticas de la Universidad
pectiva iconográfica, gracias a la Nacional Autónoma de México, al
cual fue posible descifrar con caba- rastrear pinturas y grabados no-
lidad los textos que integran las car- vohispanos alusivos a los destinos
telas del lienzo y plantear eruditas escatológicos. Fue así que inicié las
hipótesis acerca de su contenido. El observaciones minuciosas sobre
modo en que fueron distribuidas el lienzo, ya que contiene elemen-
siete cuevas en la composición pic- tos únicos entre las demás obras
tórica, poco habitual en la pintura virreinales de infiernos, como los
novohispana, suscitó numerosas barrotes de una mazmorra o la re-
hipótesis. La interpretación más presentación simbólica de la pena
aceptada y suscrita por numerosos de daño.
textos, derivada de los estudios ico-
nográficos, sugirió que esta obra se
fundamenta en los ejercicios espiri- En una ocasión que busca-
tuales de Ignacio de Loyola, santo ba imágenes referentes al infierno
fundador de la Compañía de Jesús como cárcel, acudí al lienzo Las
y difusor de prácticas de salvación. penas del infierno así como a una
Sin embargo no se explotaron todas lámina representativa del alma pri-
las herramientas que el método ico- sionera tras las rejas del averno y
nográfico contempla, ni se lograron entonces advertí la similitud que
determinar las fuentes literarias y las dos obras guardaban entre sí.
figurativas. Mayor sorpresa y regocijo tuve al
constatar que los textos dispuestos
a manera de motes, tanto en la cár-
El dibujo cuidado, el cromatis- cel del lienzo como en la escena del
mo permeado por el rojo de impri- grabado, eran los mismos. No ter-
matura, el dinamismo violento y minó allí la historia, porque dicha
los gestos de dolor expresados por estampa correspondía a una serie
los personajes que aparecen en el integrada por siete grabados, todos
lienzo son algunas particularida- alusivos a los castigos infernales y
des formales que también llamaron creados como frontis para el mismo
la atención de los historiadores de número de capítulos en que se di-
arte, empero han sido apenas enun- vide un libro consagrado a medita-
ciadas y poco desarrolladas. Las es- ciones sobre el infierno y publicado
casas líneas que quisieron brindar el año 1780, en la ciudad de Puebla.
una apreciación plástico-estética, Resultó que cada una de las cuevas
no obstante fueron escritas en el pintadas en el óleo coincidía con
presente siglo, redundaron en cri- uno de los respectivos grabados y
terios, categorías y adjetivaciones reflexiones de este tratado.
ya en desuso por la historiografía.

Motivado por los hallazgos, me


Intereses parecidos a los aquí propuse como objetivo comprender
expuestos me llevaron a estudiar la de la manera más completa posible
misma pintura. Mi primer acerca- el contenido de la pintura, a partir
miento fue en el marco del semina- de los lazos que guarda con

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introducción

sus fuentes gráficas y literarias. del infierno en la doctrina cristiana


Más aún porque todo indica que y los fundamentos teológicos esen-
los grabados fueron asimismo de ciales acerca de su naturaleza y ubi- xvii
origen virreinal; es decir, contraria cación en la cosmografía cristiana.
a la tradición vigente en Nueva Es- Enseguida expongo grosso modo
paña de utilizar grabados europeos los temas escatológicos desarrolla-
como referentes visuales, el pincel dos en la pintura virreinal, y por úl-
anónimo de Las penas del infier- timo abordo las distintas maneras
no empleó láminas de procedencia como el infierno fue entendido y
novohispana para realizar su obra. plasmado por los novohispanos.
Sin embargo, cuando confronté el
discurso escrito en el libro con el
plasmado en la pintura, vi que la El segundo capítulo consiste
aparentemente simple relación tex- en una valoración plástico-técnica
to-imagen no era directa. e iconográfica de la pintura Las
penas del infierno. Como primera
instancia, describo las propiedades
El título que he dado a la pre- formales de la pintura, tales como
sente investigación, El infierno abier- soluciones compositivas, caracte-
to al novohispano, es un juego de pa- rísticas del dibujo y algunos rasgos
labras entre el tema y nombre de de la paleta que pueden apreciarse
la pintura que se analiza, el título a simple vista. A continuación rea-
del libro que le dio sustento y la re- lizo una relectura del contenido del
percusión que este último tuvo en lienzo, para la cual retomo las apor-
Nueva España. Como el lector po- taciones que considero acertadas
drá corroborar más adelante, seis de los estudios iconográficos pre-
vestigios plásticos dan testimonio cedentes y doy a conocer las fuen-
de cómo dicho tratado fue conoci- tes literaria y visual de esta pintura
do al menos en Puebla, Tlaxcala, conforme a mis hallazgos.
Guanajuato, Oaxaca y la ciudad
de México. Cinco de estos mismos
testimonios también sugieren, por El tercer capítulo está consa-
sus repositorios, que distintos es- grado a las correspondencias y di-
tratos de la sociedad tuvieron acce- vergencias ente Las penas del in-
so al discurso doctrinal del libro y fierno y sus fuentes. Como arriba
de las obras, ya que se localizan en dije, esta relación no es sencilla, por
templos expiatorios, parroquias en lo cual decidí entablar una discu-
pueblos mayoritariamente indíge- sión entre literatura y pintura. Esta
nas o templos urbanos adonde acu- querella histórica, que otrora sirvió
dían individuos de diversos grupos a G.E. Lessing para argumentar los
sociales. límites, las coincidencias y la supe-
rioridad de la poesía frente a la ima-
gen fija o viceversa, me resultó útil
El trabajo que aquí se ofrece como una línea de reflexión para
está dividido en tres capítulos. El entresacar las categorías estéticas
primero se ocupa de los asuntos que cifradas en el libro de meditaciones
conciernen al infierno de acuerdo al y en la pintura, y así comprender la
imaginario y la plástica en Nueva dicotomía del discurso en un ejer-
España, contexto en que se sitúa el cicio hermenéutico. Como primer
lienzo Las penas del infierno. Allí subtema, analizo la concepción del
abordo la importancia escatológica ambiente y las penas físicas infer-

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el infierno abierto al
novohispano
nales; como segundo, la caracte- pana, devociones plasmadas en
rización de los condenados y los la pintura, contenidos de carácter
xviii demonios, para concluir con las técnico y reflexiones estéticas, para
instancias psíquicas del infierno. comprender el valor plástico, el
contenido temático y la ontología
de una pintura, así como el uni-
De esta manera presento esta verso histórico-filosófico que le dio
tesis como un esfuerzo por sinteti- existencia.
zar conceptos teológicos cristianos,
rasgos de la religiosidad novohis-

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