Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
-¿Cómo nace la idea en la Sociedad del Canal de Maipo de infiltrar agua al acuífero
si la organización administra agua superficial y no agua subterránea?
-¿Qué pasa con los servicios del estado que tienen injerencia en los recursos
hídricos?
JLF: -Creo que la principal dificultad está en los aspectos normativos, porque en
Chile si bien el Código de Aguas actual faculta a usuarios para hacer recarga de
acuíferos, la normativa específica sobre cómo llevar a cabo este tipo de obras es
más bien limitada. Esto es algo nuevo en Chile pero es algo antiguo en el mundo,
por ejemplo en Israel, Australia, Arizona (EEUU), España, etc. Visitamos Arizona
el año pasado y fuimos a España a ver cómo infiltran en Barcelona.
JMPh: -Además, en pocos lugares de Chile el terreno tiene un costo tan alto como
en Santiago o la RM en general. Eso ha determinado que orientemos la solución
técnica a la recarga mediante pozos, lo que a su vez implica un mayor nivel de
tratamiento para mejorar la calidad del agua, porque se infiltra el agua
directamente al acuífero y no se utiliza el suelo como filtro (como ocurre en el
caso de las lagunas de infiltración por carga hidráulica). Si estuviéramos en un
escenario con grandes extensiones de terreno disponibles, el costo disminuye.
Por ejemplo, al norte de la RM se pueden encontrar terrenos baratos, pero allí la
limitante es la disponibilidad de agua. Tal vez Aconcagua sea una alternativa y
entiendo que la DOH está explorando hacer recargas artificiales en esa cuenca.
-¿En qué etapa del estudio se encuentran, por ejemplo, en qué lugares consideran
posible realizar la obra?
José Luis Fuentes señala que otra dificultad es la poca información disponible
sobre los acuíferos en Chile. “Creo que en Chile hay muy pocos estudios de los
acuíferos, desde el norte y hasta donde se utiliza agua de pozo profundo en el
sur. No hay investigación o es pobre, sobre cómo se comportan o sobre la
dinámica de los acuíferos. A mi entender en Chile no se han aportado los
suficientes recursos económicos para estudiar a fondo estos recursos. Por
ejemplo, cuando se define que un acuífero está agotado, a lo mejor en la práctica
no se ha hecho trabajar ese acuífero. No sabemos cuánto le podemos extraer ni
cuál es la velocidad de recuperación, cuánto es el volumen de agua, etc.”.
A su vez, James McPhee complementa que, “si bien en Chile hay estudios en
varios acuíferos y cuencas que se han modelado. El problema es que no se sabe
cuánta agua le entra a estos acuíferos y no lo sabemos porque tampoco sabemos
cuánta agua se les extrae. Puedes ver un acuífero medio lleno o vacío, pero no
sabes cuánto se le está sacando y no sabes cuánto le está entrando. No se sabe
cuánto se extrae porque mucha gente no registra los pozos o no inscriben los
derechos. Es un problema cultural que tenemos en el país y que ocurre cuando
tienes un recurso que es poco controlable”.
Para Paulo Herrera en Chile la legislación es muy inflexible. “Una vez que se
otorgan los derechos es muy difícil poder cambiarlos. Muchas veces la recarga
es una variable desconocida y difícil de estimar. Un enfoque más pragmático y
lógico sería no ser tan tímidos para otorgar derechos y observar la respuesta del
acuífero. Si veo que el acuífero desciende, reduzco los derechos hasta que
observo que el acuífero se recupera. Así nos vamos aproximando a un nivel de
equilibrio”. Ese rol, en Chile, lo juegan los derechos provisorios que se entregan
básicamente en zonas declaradas en restricción.
–Entiendo que el Código de Aguas obliga a la DGA -al menos- a conocer la recarga
porque los derechos de aguas subterráneas se entregan en función a la recarga
anual del acuífero y no en función al volumen ‘embalsado’.
-¿Qué solución técnica es la que les parece más adecuada para infiltrar?
JMPh: -Por ejemplo, en el caso del sector acuífero Colina Sur, se encuentran dos
unidades. Una superficial, bastante somera y con poca potencia, por la que
cuando se hace un hoyo en el suelo aparece agua de manera relativamente fácil.
Eso no es sorprendente porque de hecho en Batuco hay afloramientos de agua
subterránea. Después hay un estrato relativamente impermeable, más arcilloso
y luego hay un acuífero que está debajo de ese estrato que aparentemente es
bastante permeable. En algunos lugares está confinado y en otros no tanto
porque se ha ido deprimiendo por las extracciones. Entonces, tenemos dos
grandes opciones para recargar aguas a ese acuífero. Mediante laguna de
infiltración o mediante recarga por pozo gravitacional. Este es un tipo de pozo al
que se le echa agua como si estuvieras llenando un vaso. Los únicos lugares
donde sabemos que se inyecta a presión son algunas zonas costeras para evitar
la intrusión marina, porque hay que empujar el agua salada hacia fuera y para
eso se necesita energía. Allí el costo se justifica porque son zonas altamente
pobladas y la única fuente de abastecimiento son las napas de agua subterránea.
–¿El agua infiltrada se tendría que extraer y usar en el mismo sector hidrológico en
que se infiltra?
JMPh: -Hay varias alternativas. Algo que debemos discutir con todos los actores
es qué pasa si quieres usar la recarga en otro sector del acuífero.
JLF: -Por ejemplo, se podría infiltrar agua del canal San Carlos entre las calles
Rojas Magallanes y Tobalaba (comuna de La Florida). Entonces, después esa
agua infiltrada la extraigo y la bombeo al canal El Carmen, en Colina. Es decir, la
vuelvo a subir al canal evitándome servidumbres de paso y siendo más eficiente
ya que utilizo el acuífero como “medio de transporte”.
JLF: -Creo que el derecho provisional es una buena figura ya que da la
suficiente flexibilidad para manejar ese derecho. Es mejor a no tener nada o
tener algo muy rígido.
JMPh: -No, ya que la modificación del Código del 2005 dice que se puede hacer
recarga artificial de acuíferos y define que ese derecho provisional que se
genera persiste en tanto se mantenga la recarga. Tienes que demostrar que estás
recargando y el volumen que estás recargando. Entonces recibes un derecho
que es igual a ese volumen.
-¿Entonces debe haber lugares en Chile donde sería mucho más barato infiltrar?
JLF: Puede ser mucho más barato, pero hay que ver la necesidad y rentabilidad
del agua. Puede ser más económico pero resultar menos rentable. El esfuerzo de
limpiar el agua para infiltrar el acuífero es más caro en Santiago, pero podría
ser muy rentable. Por ejemplo, no es nuestro caso, pero se puede hacer todo el
gasto para purificarla e infiltrarla y después se la vende a una sanitaria o a una
industria. Es muy probable que así se pueda costear lo que implica esta
rehabilitación del agua. Eso no ocurre -por ejemplo- en Maule, donde existe
mucha agua y donde igual habrá que hacer algún tipo de tratamiento primarios,
secundario y a lo mejor terciario.
RECUADRO
¿Qué es la recarga artificial de acuíferos?