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Entre ellos: el tipo de ruido, la distancia de la fuente sonora y el tiempo de exposición. Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS) el oído humano pude tolerar 65M decibeles sin
ningún daño a su salud y dependiendo del tiempo de exposición, ruidos mayores a los 85
decibeles pueden provocarnos malestares físicos.
El día 27 de abril se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, desde hace
más de 20 años a nivel mundial, con el propósito de promover en el ámbito internacional el
cuidado del ambiente acústico, la conservación de la audición y la concienciación sobre las
molestias y daños que generan los ruidos.
Las características que posee este tipo de contaminación son bastante particulares, con respecto
a otros tipos de contaminaciones. Algunas de las características de la contaminación
auditiva son:
Es un contaminante que se produce con poca energía y es barata.
Sus mediciones son difíciles.
No emite desechos ni su efecto en la naturaleza se acumula, pero sus efectos sobre los
seres vivos sí.
Su radio de expansión a partir del foco de emisión es pequeño, con respecto a otros tipos
de contaminaciones.
No es dispersado por medios como el viento, aunque sí son ondas que se desplazan por el
aire.
Se percibe no solo a través del oído, pues por ejemplo también se pueden percibir las
vibraciones en todo el cuerpo.
Tipo de ruido
Ruido impulsivo: es el caso del ruido de impactos o explosiones, por ejemplo de un martinete,
troqueladora o pistola. Es breve y abrupto, y su efecto sorprendente causa mayor molestia que
la esperada a partir de una simple medida del nivel de presión sonora
Ruido de baja frecuencia: posee una energía acústica significante en el margen de frecuencias
de8 a 100 Hz, típico en motores diesel de trenes, barcos y plantas de energía.
Ruido tonal: frecuentemente en máquinas rotativas, como motores, cajas de cambios,
ventiladores y bombas, se producen desequilibrios o impactos repetidos causando vibraciones
que, transmitidas al aire, pueden ser oídas como tonos.
A los alumnos les dificulta los procesos de atención y aprendizaje y a los profesores les crea
agotamiento, estrés y patologías de la voz.
Numerosos estudios certifican que el exceso de ruido en centros educativos tiene graves
consecuencias para alumnos y profesores. El agotamiento, el estrés y las patologías de la
voz son los problemas que padecen con mayor frecuencia los docentes como consecuencia
del ruido. De la misma manera, en los alumnos el ruido perjudica su rendimiento educativo
ya que dificulta los procesos de atención y aprendizaje.
En el ámbito académico los profesores y alumnos también sufren por el ruido. En el aula los
ruidos más molestos están relacionados con los aparatos electrónicos. El inoportuno sonido del
móvil que interrumpe la clase no deja de ser un ruido que desconcentra al profesor y a los
alumnos. En la biblioteca en época de exámenes el sonido de unos tacones, el volumen del
computador, del mp3 o la conversación ruidosa entre varias personas también puede ser
molesto.
Efectos psicopatológicos
Los altos sonidos pueden generar una gran dificultad al momento de conciliar el sueño.
Igualmente, es un agente que despierta fácilmente a quienes ya están dormidos. Si bien es cierto
el sueño es uno de los procesos vitales del ser humano y como tal, hay que cumplirlo durante
cada día.
Efecto en la memoria
Problemas cardiovasculares
Se ha investigado que las personas expuestas de forma crónica a niveles de ruido por encima de
los 65 dB o de forma aguda a niveles entre 80-85 dB, pueden sufrir problemas cardíacos a largo
plazo. El motivo es que el organismo responde a estos elevados niveles de ruido liberando
hormonas que elevan la presión arterial, frecuencia cardíaca o vasoconstricción. Las personas
mayores son las más vulnerables.
Problemas auditivos
Las personas expuestas de forma crónica a estos niveles de ruido, tienen mayor riesgo de sufrir
lesiones en el oído. Son lesiones que van destruyendo las células auditivas poco a poco y
dañando la audición.
La pérdida de audición produce problemas en la vida cotidiana como dificultad en las relaciones
sociales, deterioro del rendimiento laboral y académico, aislamiento, soledad o depresión
No solo el ser humano sufre la contaminación acústica, la vida salvaje se enfrenta a problemas
incluso mayores derivados de los elevados niveles de ruido, debido a que son mucho más
sensibles a ellos. Un problema añadido que tienen es que no pueden distinguir si la fuente de
ruido representa un peligro o no, por lo que, por ejemplo, los animales domésticos se vuelven
más agresivos con altos niveles de ruido. Además, los animales se pueden desorientar y sufrir
cambios graves en su comportamiento.
Prevención
Los oídos son la ventana hacia una vida llena de sonidos y sensaciones. Por este motivo, son
muy importantes los cuidados y la limpieza del oído desde edades tempranas, siguiendo las
revisiones recomendadas y evitando someterlos a ruidos intensos, para evitar problemas
auditivos e infección de oídos. Aquí te mostramos algunas recomendaciones:
Plan de solución
La reducción del ruido se debe llevar a cabo siguiendo la secuencia de medidas a tomar que se
muestra a continuación, ordenadas de mayor a menor eficacia y de un aspecto colectivo a uno
individual: