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el
Año I - Nº 02 - Diciembre de 2017 y Enero de 2018
D
ios Nuestro Señor, apenas ca- Pero antes de que se enviara el Ar-
yeron nuestros primeros padres, cángel San Gabriel como embajador de
anuncia la venida del Redentor. Dios ante la Santísima Virgen María
Y es que Dios, en su infinita bondad, ya para pedir el consentimiento de Ella
había previsto desde la eternidad dicha -consentimiento clave, pues de él de-
caída y todas nuestras miserias y necesi- pendía nuestra salvación- Dios dejó que
dades. Y ya había previsto también desde pasaran miles de años. Mientras tanto la
la eternidad la Redención. humanidad se hundía. Las miserias sólo
Pero para que el Misterio de la Re- trajeron más miserias. Los pocos hom-
dención, el Misterio de la Cruz, se llevara bres santos clamaban a Dios para que no
a cabo, hacía falta que se llevara a cabo tardara más el Mesías pero vinieron sólo
antes el Misterio de la Encarnación. Y la los Profetas, no el Mesías. “Ya vendrá”
Encarnación también fue prevista desde la decían, y sólo pasaban los siglos. Dios
eternidad como también la Concepción parece haber tardado demasiado para
Inmaculada de la Virgen Purísima cuyo cumplir su promesa. ¿Por qué?
consentimiento Dios pediría para que se Porque el Dios quiere que el mayor
hiciera carne el Verbo Eterno y que se sal- número de almas posible aproveche a la
vara la humanidad. obra de la Redención y, por tanto, tam-
Archisodalitas Sancti Stephani 1
bién de la Encarnación. Y el hombre, que tardó en cumplir su promesa. La Iglesia
es meramente polvo y ceniza pero inflado canta con toda solemnidad en el Martiro-
de orgullo, no puede apreciar los dones logio Romano, llena de asombro y de ale-
de Dios sin antes reconocer su miseria. gría, el día anterior a este día tan esperado:
Y Dios, Nuestro Padre, lo sabe perfecta- “El año de la creación del mun-
mente. Por eso, ha esperado hasta que la do, cuando en el principio creó
humanidad se hundiera en la miseria sin Dios al cielo y la tierra, cinco mil
remedio para darnos El Don, Su Don, ciento noventa y nueve; del diluvio,
que es su Hijo Unigénito. El hombre el año dos mil novecientos cincuen-
tenía que dejar primero su orgullo para ta y siete; del nacimiento de Abra-
poder reconocer al Salvador que apareció ham, el año dos mil y quince; desde
en el mundo como un Niño, vestido de Moisés y la salida del pueblo de
carne mortal y envuelto en pañales, re- Israel de Egipto, el mil quinientos
costado en un pesebre, custodiado por diez; desde que David fue ungido
un carpintero y por una pobre huérfana Rey, el mil treinta y dos; en la Sema-
y rodeado de animales. na sexagésima quinta, según la pro-
La Iglesia, en su fecía de Daniel;
liturgia, resume los en la Olimpíada
miles de años de sú- ciento noventa y
plica ferviente e in- cuatro; de la fun-
cesante de los justos dación de Roma,
para que viniera ya el año setecientos
el esperado por los cincuenta y dos;
collados, el Mesías, del Imperio de
el Salvador prometi- Octaviano Augus-
do, en los cuatro do- to, el cuarenta y
mingos de Adviento. dos; estando todo
“Rorate cæli desuper, et el Orbe en paz, en
nubes pluant Justum. la sexta edad del
Aperiatur terra, et mundo, Jesucris-
germinet Salvatorem”. to, eterno Dios,
Enviad, cielos, vues- e Hijo del eterno
tro rocío, y las nubes Padre, querien-
lluevan al Justo. Que do consagrar el
se abra la tierra y ger- mundo con su mi-
mine al Salvador. sericordiosísimo
Y al llegar el tiem- advenimiento,
po oportuno, Dios no concebido del Es-
¿
bía visto en Galilea, para
... las reliquias del salvarla de los musul-
verdadero pesebre manes, la Santa Casa
en el cual la Santísi- fue llevada milagrosa-
ma Virgen recostó al mente en Tersato, en
Niño Jesús luego de Dalmacia. Luego por
su Nacimiento se con- otro milagro apareció
serva en la Basílica de en Loreto, en Ancona
Santa María la Mayor en de Italia, en 1295; y allí se
Roma? encuentra hasta hoy en día.
1 Cfr. El Manual del Acólito (página 5), manual aprobado por el Papa San Pío X.
U
nos Magos llegaron a Jerusalén Herodes mandó llamar a los sacerdo-
preguntando dónde había naci- tes y a los escribas, les preguntó en qué
do el futuro rey de Israel, pues sitio exacto tenía que nacer el rey de Israel
habían visto aparecer su estrella, y recor- que habían anunciado los profetas. Ellos
daban la profecía del Antiguo Testamen- le contestaron: “Tiene que ser en Belén,
to: “Cuando aparezca una nueva estrella en porque así lo anunció el profeta Miqueas
Israel, es que ha nacido un nuevo rey que diciendo: “Y tú, Belén, no eres la menor
reinará sobre todas las naciones” (Números entre las ciudades de Judá, porque de ti
24, 17). saldrá el jefe que será el pastor de mi pueblo
de Israel” (Miq. 5, 1).
Herodes se asustó mucho con esta
noticia y la ciudad de Jerusalén se con- Entonces Herodes se propuso averi-
movió ante el anuncio tan importante guar bien exactamente dónde estaba el
de que ahora sí había nacido el rey que niño, para después mandar a sus solda-
iba a gobernar el mundo entero. Hero- dos a que lo mataran. Y fingiendo todo lo
des era tan terriblemente celoso contra contrario, les dijo a los Magos: - “Vayan
cualquiera que quisiera reemplazarlo en y se informan bien acerca de ese niño, y
el puesto de gobernante del país cuando lo encuentren vienen y me in-
que había asesinado a dos de sus forman, para ir yo también a
esposas y asesinó también a va- adorarlo”. Los magos se fue-
rios de sus hijos, porque te- ron a Belén, y llenos de
nía temor de que pudieran alegría encontraron al Di-
tratar de reemplazarlo por vino Niño Jesús junto a la
otro. Llevaba muchos años Virgen María y San José;
gobernando de la manera lo adoraron y le ofrecieron
más cruel y feroz, y estaba sus regalos de oro, incienso
resuelto a mandar matar y mirra.
a todo el que pretendiera
Y sucedió que en sueños
ser rey de Israel. Por eso se
recibieron un aviso de Dios
llenó de temor y dispuso
de que no volvieran a Jerusa-
tomar medidas para preca-
lén y regresaron a sus países
verse.
AVISO
Dado que los Padres estarán predicando los Ejercicios Espirituales el día 26 de
CV
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NARE ES
I SERVIRE
diciembre, día de San Esteban, haremos el festejo en honor de nuestro Santo Pa-
trono entre la Octava de Navidad, 1º de enero, y la Epifanía, 6 de enero. Luego con-
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