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¿Puede pensar una máquina?

Las atribuciones de una mente a las máquinas actuales son pura metáfora.
Argumenta que no hay nada erróneo en aplicar el término pensar en su sentido pleno
y literal a un artefacto del tipo adecuado e insiste en que es un asunto por entero
filosófico y no tecnológico.

¿Es por fuerza consciente el pensamiento?

Dice que es un supuesto común que sólo los seres conscientes puden pensar y se burlan
de la idea de que un computador pueda pensar.

Intenta convencerles de que falso este supuesto. El pensmaiento y la conciencia no


siempre van cogidos del brazo.

Menciona a Freud el cual defendió de que no nos percatamos de muchas de las cosas
que tienen lugar en nuestras mentes, siendo una tesis que actualmente acepten o no.

Alude al experimento de Karl Lashley en donde dice que sólo somos conscientes del
resultado de esos procesos, del brusco cambio de percepción.

Hablar es otro ejemplo de intenso trabajo mental del que no somos conscientes ya que
aveces hablamos sin antes pensar lo que queremos decir.

Ejemplo informales de esto es:

- Visión ciega: Descubierta y nombrade por Larry Weiskrantz.

Personas a las que se les ha extirpado una parte de la corteza visual del cerebro a
menudo informan de la pérdida de parte de su campo visual. Después de varias pruebas
con un paciente llegaron a la conclusión de que la percepción no tiene por qué ser una
actividad consciente.

- Experimento de Lackner y Garrett: Efecto fiesta.


Cuando estamos rodeados por varias conversaciones es posible enfocar la atención en
una de ellas y mantenerse más o menos al margen de las demás.

La prueba de Turing

En esta sección se explica el experimento que realizó Alan Turing en donde involucra a
dos humanos y al ordenador investigado, estos llevan a cabo diferentes preguntas entre
sí para ver si el humano identifica al ordenador del humano.

Dice que la capacidad de usar el lenguaje es el signo distintivo de los seres humanos de
los seres pensantes aludiendo a Descartes quien propuso que la conversación como un
medio seguro de distinguir cualquier máquina de un auténtico ser pensante.

¿Se ha superado ya la prueba?

Se sometió a Eliza de Weizenbaum a una variante de la prueba de Turing. En donde un


ejecutivo no estaba intentando distinguir entre un computador y un humano. Demuestra
que no se cumplieron las especificaciones de la prueba de Turing por lo anteriormente
dicho y además porque había 2 participantes en vez de 3.

Colby y su equipo hacen el experimento con 5 psiquiatras con una aproximación a la


prueba de Turing, dando como resultado 5 decisiones correctas y 5 erróneas al decidir si
al otro extremo de la línea era un humano o un computador por medio de entrevistas.

Conducta computarizada es susceptible de inducir identificaciones erróneas. El


experimento de Colby se desvía seriamente de la prueba de Turing dado que el
interrogador puede ampliar el cuestionario demostrando que el modo en el que operan
los programas establece que no piensan.

Finalmente se concluye que la prueba (entrevista) de Weizenbaum es inverosímil que


haya superado la prueba de Turing.

Cuatro objeciones a la prueba de Turing

1. La objeción del chimpancé


Dice que la prueba es demasiado conservadora. Pocos negarán que los chimpancés
piensan, pero ninguno pasa la prueba de Turing, por lo tanto es de suponer que esto les
pase a los ordenadores. La prueba de Turing no sigue nada definido si una entidad no lo
pasa. Llega a la conclusión de que un resultado negativo de la prueba no indica nada
definido.

Las 3 objeciones restantes dicen que la prueba de Turing es demasiado liberal: podría
tener un éxito un aparato incapaz de pensar.

2. La objeción de los órganos de los sentidos

Se centra en la capacidad de dar respuestas verbales. Un computador podría pasar la


prueba sin saber los significados de las palabras que usa, ya que sigue la objeción.

Explica que una manera obvia de averiguar si alguien (o algo) entiende la palabra es
enfrentar su dotación sensorial.

3. La objeción de la simulación

Dice que el computador si supera la prueba no muestra que piense, sólo que es capaz de
ofrecer una excelente simulación de un conversador inteligente.

La objeción de la simulación tiene una virtud la cual nos encamina a preguntarnos si la


Prueba de Turing traza la divisoria entre simulación y simulación donde debe.

4. La objeción de la caja negra.

En la prueba de Turing se trata el ordenador como una caja negra. El juicio de si el


computador piensa o no sólo se basa en su conducta externa. Turing pensaba que esto
no era una desventaja.

Valoración de la prueba

La objeción de la caja negra establece lo inapropiado de la prueba de Turing dado que la


prueba sólo se ocupa de la salida producida, es incapaz de distinguir entre un programa
que merezca de verdad el título de pensante y un programa a las claras no pensante
como Superparry.
Tiempo de decidir

No existe respuesta autentica. Si deseamos una respuesta, entonces nosotros, la


comunidad lingüística, debemos legislar cuál de los 2 barcos es el originariamente
botado. Nuestra decisión no debe ser arbitraria: tirar una moneda no es forma de
resolver la cuestión.

La primera propuesta era que el interés para distinguir entre entidades pensantes y no
pensantes es indicar una distinción fenomenológica, es decir, diferenciar aquellosseres
que creemos que experimentan un darse cuenta interior de los que creemos que no
tienen esa experiencia.

La segunda propuesta es que nuestro objetivo al distinguir entre cosas pensantes y no


pensantes es indicar una distinción biológica; en particular, diferenciar aquellos seres en
los que ocurre cierto tipo de procesos biológicos, a los que nos referimos como procesos
cerebrales superiores.

Está claro que los objetivos para los cuales empleamos el término pensante están mejor
servidos si la comunidad lingüística decide incluir estos robots entre las cosas pensante.
Dice que eso se emplea en favor de la afirmación del comienzo de este capítulo de que
no hay ningún error conceptual en la afirmación de que futuros artefactos pueden,
literalmente, pensar.
3.1  ¿Es por fuerza consciente el pensamiento?

En esta sección el autor nos enseña el activo proceso humano que desarrollamos
inconscientemente, dictaminando que no somos seres conscientes de todos los
procesos mentales que ejecutamos, solo somos conscientes de las respuesta de estos
procesos. El autor busca comprobar su afirmación en complemento con las teorías de
otros psicólogos y filósofos. Un ejemplo digno de mencionar es el trabajo de Freud que
aunque sea una mera teoría es la base fundamental de muchos psicólogos para entender
el raciocinio  humano y su comportamiento en diversas situaciones, ya que su
afirmación más prominente es en torno al inconsciente  se relaciona con la aseveración
de Karl Lashley de que podemos hacer cosas aunque nuestra mente no sea consciente
del proceso. Volviendo a la sección abordada entendamos la visión ciega como la
respuesta a la interrogante planteada en el título, ya que Larry Weiskrantz, su revelador
afirmaba que la percepción no era una actividad consciente y para eso desarrolló un
experimento que lo avalara. Lackner y Garrett fueron otro importante golpe para
comprender el proceso de pensar inconscientemente ya que sus experimentos
concluyeron que la mente emite procesos de que no son perceptibles algo parecido a lo
ocurrido con el dibujo de hofstadter, pero accionado con sonidos y el lenguaje.

3.2

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