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El caminante Perdido

El Sr. Triunfo y Doña Derrota iban caminando por un laberinto un día, se


encontraron un fracasado y Doña Derrota lo agarró primero, siguieron caminado,
se encontraron un optimista, y el Sr. Triunfo se apresuró a tomarlo, al pasar de las
horas había un caminante perdido en el laberinto, se encontró con dos direcciones
una tenía un gran letrero que decía: “Bienvenidos a mi gran mansión; donde no
tendrás que hacer nada, atendida por su propia dueña: Doña Derrota”, en cambio
en la otra dirección el letrero rezaba: “Bienvenidos a esta humilde morada. Aquí
recibirás lo que seas capaz de entregar, tendrás que trabajar duro y
constantemente para alcanzarme; Firma: El Sr. Triunfo”

Cuando has fracasado y te consideras un fracasado la Derrota se apodera


de ti, de tal modo que seguirás fracasando, porque le compraste la idea a la
derrota, “no tendrás que hacer nada”; a diferencia de ésta, el Triunfo te ofrece
trabajo duro, constante y te invita a su humilde morada, qué palabrota tan
comprometedora: “HUMILDE”, muchos predican la humildad pero la práctica es
patética, nada haces criticando a otro, diciéndole frases como: “tienes que ser
humilde vale” cuando la humildad ni siquiera pasa como el viento por tu vida.

La vida sea un laberinto o no, siempre te ofrece más de un camino, la


decisión está en ti, supongamos que eres el caminante perdido del laberinto, ¿Qué
decisión tomarías? Seguro que respondes el camino del Triunfo, pero aquí nacen
otras interrogantes ¿Cuándo estas en el camino del triunfo, trabajas duro y
constantemente para lograr tus objetivo?, ¿Te quejas de las situaciones que se te
presentan y resuelves?, ¿Ves soluciones en vez de problemas? Y las demás
interrogantes, que son muchas, las dejo a tu imaginación.

Evita caer en la tentación de la cómoda mansión que te ofrece la Derrota


donde “no tendrás que hacer nada” trabaja duro, con constancia y alcanzaras el
Triunfo.

Autor: Jeferson Fernández

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