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¿Qué es la dependencia emocional?

La dependencia emocional es un patrón psicológico que incluye, necesidad de que


otros asuman la responsabilidad en las principales parcelas de su vida, temor a la
separación de las personas, dificultades para tomar decisiones por sí mismos,
dificultades para expresar el desacuerdo con los demás debido al temor a la pérdida de
apoyo o aprobación, se siente incómodo o desamparado cuando está solo debido a sus
temores exagerados a ser incapaz de cuidar de sí mismo y preocupación no realista por
el miedo a que le abandonen y tenga que cuidar de sí mismo.
Las personas con dependencia emocional suelen tener o iniciar relaciones poco sanas y
tienen sentimientos excesivos y poco adaptativos de temor a que la relación se acabe en
algún momento.
Es común que estas personas no piensen en sus necesidades, que se anulen a sí mismos
a favor de su pareja, familia o amistades y tienden ser muy sensibles a la aprobación de
sus actos por parte de estas personas.
Causas de la dependencia emocional
En realidad, la dependencia emocional es un rasgo de personalidad, pero si se presenta
un grado alto de dependencia, hablamos de un trastorno. (Está definido en el DSM-IV-
TR / Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales)
En los niños se detecta porque presentan una actitud inmadura con relación a los que les
cuidan u orientan, ya que necesitan, de forma exagerada, la presencia y la aprobación de
una persona concreta a la que se pueda referir y con la que se puede identificar.
La dependencia se intensifica por una educación sobreprotectora o que inculque temor,
por ejemplo un hijo puede desarrollar una dependencia emocional con su madre
sobreprotectora. Esta vinculación afectiva tan excesiva se correlaciona con trastornos
de apego.
En el fondo de una dependencia emocional elevada, se encuentra una baja autoestima y
un alto grado de inseguridad. También hay un gran miedo a estar emocionalmente solo,
lo que repercute en la calidad de la pareja ya que lo que mantiene el vínculo de pareja es
un miedo persistente a que la relación se acabe.
Se puede identificar a las personas con dependencia emocional por conductas
(síntomas) como:
 Baja autoestima y autodesprecio.
 Buscan relaciones de pareja teniendo poco criterio, les faltan ser más asertivos.
 Tienen tendencia a depresión o ansiedad.
 No asuman responsabilidades.
 Dificultad en la toma de decisiones.
 Inseguridades
 Pueden tener problemas para hacer cosas por si solas.
 Dispuesto a obedecer y ser subordinados de forma desproporcionada.
 Poco adaptativa a nuevos entornos o situaciones.
 Temor al rechazo y dificultad para dar su opinión. (Necesidad de agradar)
 Dificultad para iniciar proyectos por su cuenta.
 Falta de confianza en su propio juicio y capacidades.
 Dispuestos hacer tareas no deseables por mantener la relación de dependencia.
 Posición inferior en las relaciones
 Puede soportar maltrato físico o verbal que puede dar pie al maltrato de género,
pensando que la persona con dependencia emocional consiente cosas
incondicionalmente.
 La soledad les hace sentir muy incómodos.
 No tienen la capacidad de salir de una relación toxica.
 Sensación de vacío, solo pueden llenar este vacío con otra persona.
 Autoanulación, no suele pensar en sus necesidades.
Todo esto no significa que una persona dependiente no haga cosas por sí mismo, lo que
ocurre es que necesita el apoyo o la aprobación de otra persona para reforzar su
autoeficacia.
Dependencia emocional en la pareja
En la relación de pareja es necesario cierto nivel de dependencia. Si hay una
independencia total, no tenemos una relación equilibrada y nos puede llevar a la falta de
objetivos comunes.
Para que una pareja funcione adecuadamente, es importante un cierto grado de
dependencia emocional sana, pues si se funciona de forma completamente
independiente la relación puede terminar siendo disfuncional.
Sin embargo, si uno de los dos cónyuges tiene un alto grado de dependencia, se
convierte en una relación desequilibrada, pues la persona dependiente puede sentirse
inferior a su pareja sentimental y está dispuesta a obedecer a todo.
Incluso podemos citar que, las personas con alto grado de dependencia emocional,
eligen parejas explotadoras, narcisistas, manipuladoras, poco empáticas y poco
afectuosas, que creen poseer habilidades fuera de lo común y que parecen muy seguros
de sí mismos.
Estas relaciones desequilibradas se pueden tornar poco saludables con el paso del
tiempo, ya que puede pasar que la persona dominante incremente su autoridad hasta tal
punto que anule o maltrate al dependiente.
Cuando la relación llega a un punto de maltrato físico o psicológico, el dependiente
soporta desprecios, humillaciones y está dispuesto a obedecer a todo lo que propone su
pareja por el miedo a ser abandonado.
La persona afectada es capaz de reconocer el maltrato, pero no tiene la capacidad de
terminar la relación por estar “enganchada” emocionalmente a su pareja. La
dependencia puede conducir a una situación extrema de círculo vicioso, es decir, en un
momento dado la relación termina rompiéndose pero al poco tiempo el dependiente
intentará a recuperar su expareja incondicionalmente. Si la expareja genera expectativas
de reconciliación, el dependiente emocional reinicia la relación como si no hubiera
pasado nada.
Para el dependiente esta situación afecta de forma negativa a su autoestima, y a su salud
física y/o mental, pasando por síntomas de ansiedad, depresión o pensamientos
obsesivos. Pese al malestar y al sufrimiento que la relación les cause se sienten
incapaces de dejarla.
¿Cómo se puede identificar a un dependiente emocional?
Todas las personas tienen cierto nivel de dependencia afectiva y no hay que olvidar que
para relacionarse hay que tener un cierto grado de dependencia sana, si no, la relación
termina siendo disfuncional y terminamos funcionando de forma individualista.
El problema existe cuando una persona se deja controlar por esta necesidad de
aprobación.
¿Cómo identificar si tengo un rasgo elevado de dependencia emocional?
Hay algunas características en las que podemos fijarnos para evaluar si somos
propensos a establecer relaciones de dependencia, por ejemplo:
 Tendencia a anular nuestros propios deseos al favor de la otra persona.
 Necesidad de involucrar a la otra persona en todas nuestras actividades o pedir
su opinión ante cualquier decisión.
 Si nuestra felicidad se centra en nuestra pareja.
 Si nos resulta complicado defender una opinión opuesta a la opinión de la otra
persona.
 Tener un miedo constante a perder a esta persona.
 Sensación de Malestar y sentimientos de culpabilidad cuando vamos a la contra
de la otra persona.
 Dejarnos manipular con facilidad por esta persona.
 Tendencia hacia el aislamiento social.
 Sensación que las relaciones se convierten en una ‘montaña rusa’ de emociones.
Los dependientes emocionales, muchas veces, no son capaces de darse cuenta de los
efectos que su dependencia tiene en su vida diaria. Estas personas tienen la tendencia a
buscar una pareja con unas características muy concretas, como:
 Una autoestima elevada, ya que compensa la falta de autoestima de la persona
dependiente.
 Un rasgo de manipulador, dominante o posesivo. Exigen cosas a su pareja, pero
no aplican estas mismas normas a ellos mismos.
 Un rasgo narcisista de personalidad.
 Personas frías y distantes.
 Hacia el exterior tienen encanto y sentido del humor.
Algunas consecuencias de la dependencia emocional
 La identidad se ve afectada caracterizándose por un yo débil
 Puede ser la causa de depresión, ansiedad, agorafobia, fobia social, etc.
 Falta de autosuficiencia emocional.
 Falta de opinión propia e inseguridad.
 Vulnerable por ser manipulado.
 Sensación de inferioridad.
 Dificultades en el entorno laboral, etc.

Cómo combatir la dependencia emocional

El primer paso es conocer y aceptar nuestros rasgos de personalidad y hacernos


conscientes que esta situación emocional no es sana a largo plazo.
Si reconoces que puedes ser una persona emocionalmente dependiente, te aconsejamos
redactar una lista de aquellas cosas que haces por amor o cariño y que no te perjudican
como persona y otro listado de aquellas cosas que haces o aguantas por el rasgo de
dependencia emocional y si influyen muy negativamente en tu salud y bienestar.
Valora si has dejado de lado otras relaciones o amistades importantes, si has cambiado
tus actividades de forma drástica al favor de la otra persona, etc. También debes pensar
si estas siendo tratado correctamente en esta relación o has experimentado sufrimiento.
¿Piensas que necesitas ayuda profesional para romper un enganche emocional o realizar
un cambio vital en tu vida?
Los psicólogos utilizan varios enfoques para ayudar a personas que se encuentran en
una relación de dependencia, como por ejemplo, trabajar variables intra-psicológicas
como reforzar la autoestima, optimizar los recursos emocionales, habilidades sociales o
la restructuración cognitiva para mejorar la situación de dependencia emocional.
Es muy importante, reconocer y trabajar el rasgo dependiente, afirmando nuestra
autoestima y reduciendo nuestra dependencia de los demás, por ejemplo teniendo
siempre presente nuestros logros y éxitos, responsabilizarnos de nuestros actos, trabajar
el sentirse bien solo/a y aprender a tener una dependencia equilibrada en nuestras
relaciones en general.

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