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Según Leymann (1996) el acoso psi� cológico en el trabajo es una interacción social por medio de

la cual una persona es atacada por una o más personas todos los días, por semanas o meses,
provocando que el acosado se sienta desamparado y con un alto riesgo de ser expulsado de su
centro de trabajo.

) correlacionaron el EMAT en su versión exploratoria con indicadores de dolores de cabeza,


dolores musculares, trastornos intestinales, trastornos del sue� ño, ansiedad, depresión,
disminución de apetito sexual, trastornos alimenticios, te� mores, agresividad,

laboral (violencia en el trabajo), clima labo� ral y factores psicosomáticos, considerando una
hipótesis general, que un clima labo� ral deteriorado es antecedente de violencia en el trabajo
por lo que el bienestar de los trabajadores puede verse disminuido en términos de salud mediante
enfermedades

Según el autor, las consecuencias psico� somáticas, psicológicas y psicosociales se parecen a las
del estrés y el burnout, no obs� tante, con raíces más profundas, duraderas y con malos
pronósticos. Insomnio, pesadi� llas, dolores de cabeza, problemas gastroin� testinales, pérdida
de apetito, ansiedad, angustia, dolores musculares y tensionales en cuello, espalda y mandíbula,
depresión e inclusive suicidio, puede

Mobbing: Continuado y deliberado maltrato verbal y modal que recibe un trabajador por parte de
otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objeto de lograr su aniquilación o
destrucción psicológica y obtener su salida de la organización a través de diferentes
procedimientos ilegales, ilícitos, o ajenos a un trato respetuoso o humanitario y que atentan
contra la dignidad del trabajador (Fidalgo y Piñuel, 2004).

Cualquier persona en cualquier momento dentro del trabajo puede ser víctima de acoso
psicológico, por lo tanto se puede decir que no existe un perfil que predisponga a una persona a
ser el acosado. Al respecto Leymann en 1996, menciona que la personalidad del acosado no es un
factor que lo haga propenso a sufrir el mobbing, sin embargo Piñuel en el 2001 propone algunos
rasgos o características que pueden ayudar a identificar a un acosado o víctima son los siguientes:
Personas con elevada ética, honradez y rectitud, así como un alto sentido de la justicia. Personas
autómatas, independientes y con iniciativa, personas con madurez psicológica suficiente como
para tener independencia de criterio, autonomía de actuación y capacidad para tomar la iniciativa.
Personas altamente capacitadas por su inteligencia y aptitudes, que destacan por su brillantez
profesional. Retos de las ciencias administrativas desde las economías emergentes: Evolución de
sociedades Página 13 Personas populares, líderes informales entre sus compañeros o con carisma
para liderar grupos. Personas con un alto sentido cooperativo y de trabajo en equipo. Personas
con elevada capacidad empática, sensibilidad, comprensión del sufrimiento ajeno e interés por el
desarrollo y el bienestar de los demás. Personas con situaciones personales o familiares altamente
satisfactorias y positivas. (pp.116 y ss.) CONSECUE

CONSECUENCIAS A NIVEL INDIVIDUAL Psicológicas y psicosomáticas: La persona que sufre de


conductas de acoso psicológico puede presentar patología ansiosa o depresiva, trastornos
adaptativos o trastornos de estrés postraumático (González, et., al 2004), sentimientos de
impotencia, fracaso, frustración, baja autoestima, trastornos paranoides, (Instituto Nacional de
Seguridad e Higiene en el Trabajo [INSHT], 1998) miedo resentimiento, problemas de
concentración, reducción del bienestar psicológico (Keashly y Harvey, 2004 citado en Soler, 2008),
pérdida de memoria, decaimiento, agresividad (Rodríguez-Muñoz, Domínguez y Osona, 2011),
Anhedonia, melancolía, hipervigilancia, hipersensibilidad a la crítica, crisis nerviosa etc. (Piñuel y
Zabala, 2001). Físicas: Dentro de la sintomatología física presentada por las victimas de mobbing
se encuentran dolores epigástricos y abdominales, estreñimiento, nauseas, vomito, astenia,
anorexia, dolores torácicos, dolores de espalda, dolores musculares, trastornos de sueño, disnea,
fatigabilidad, temblores (González, et., al, 2004), falta de apetito, apetito voraz, sequedad en la
bica, parestesias (Rodríguez-Muñoz, et., al, 2011). CONSECUENCIAS A NIVEL FAMILIAR En el
ámbito familiar puede llegar a manifestarse una disminución del apetito sexual, discusiones de
pareja, problemas de comunicación entre padres e hijos, posibilidad de separaciones familiares y
divorcios, o bien puede incrementar el Capítulo 12. Liderazgo, Capital humano y Comportamiento
Organizacional Página 14 sufrimiento de la víctima ante la falta de credulidad y apoyo sobre las
conductas de acoso (González, et., al, 2004). CONSECUENCIAS A NIVEL ORGANIZACIONAL Dentro
de las organizaciones la presencia de mobbing genera disminución de la cantidad y calidad de
trabajo, de la eficacia y atención al cliente, problemas en la comunicación y en el trabajo en
equipo, absentismo, rotación del personal, intención de abandonar la organización, insatisfacción
laboral, reducción del compromiso o baja motivación, aumento de gastos económicos por
capacitación a nuevos empleados, aumento de presión y carga de trabajo por absentismos
(Einarsen, Hoel y Cooper, 2004; Vartia, 2010; Keashly y Jagatic, 2000; UNISON, 1997; González, et.,
al, 2004; INSHT, 1998; Dawn, Cowie y Ananiadou, 2003 citados en Soler 2008). CONSECUENCIAS A
NIVEL SOCIAL Según diversos estudios (Leymann, 1990; Rayner, 2000; Sheehan, McCarthy, Barker
y Henderson, 2001; Comunidad Autónoma del País del Vasco, Gutiérrez y Mugarra, 2003 citado en
Soler, 2008) los costes por mobbing son sumamente elevados ya que genera un aumento de gasto
económico por bajas laborales, jubilaciones, incapacidades, consultas de salud mental, consumo
de fármacos y antidepresivos, esto sin contar la pérdida de la fuerza de trabajo y población activa
(González, et., al, 2004). Artigas, 2007 TABLA IV.PRINCIPALES
SOMATIZACIÓN El término somatización fue acuñado a comienzos del siglo XX por Wilhem Shekel,
para indicar el proceso mediante el cual un trastorno psicológico puede producir síntomas
somáticos. Desde el punto de vista psicológico la somatización se entiende como un mecanismo
de defensa inconsciente mediante el cual una persona sin proponérselo, convierte el malestar
emocional en un síntoma físico, desviando así la atención del conflicto psicológico que le genera
ansiedad. El que sea inconsciente indica que la persona no produce voluntariamente el síntoma,
no se percata de su origen psicógeno, verdaderamente lo experimenta (Muñoz, 2009). La
somatización, el proceso mediante el cual las personas experimentan y expresan malestar
emocional a través de síntomas físicos es uno de los mayores retos a los que se puede ver
enfrentado un médico en su práctica médica cotidiana, ya que los síntomas carecen de una causa
orgánica documentada. De acuerdo con el DSM-IV para este trastorno se deben de cumplir los
siguientes criterios: A. Historia de múltiples síntomas físicos, que empieza antes de los 30 años,
persiste durante varios años y obliga a la búsqueda de atención médica o provoca un deterioro
significativo social, laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. B. Deben
cumplirse todos los criterios que se exponen a continuación, y cada síntoma puede aparecer en
cualquier momento de la alteración: 1. cuatro síntomas dolorosos: historia de dolor relacionada
con al menos cuatro zonas del cuerpo o cuatro funciones (p. ej., cabeza, abdomen, dorso,
articulaciones, extremidades, tórax, recto; durante la menstruación, el acto sexual, o la micción)
Capítulo 12. Liderazgo, Capital humano y Comportamiento Organizacional Página 16 2. dos
síntomas gastrointestinales: historia de al menos dos síntomas gastrointestinales distintos al dolor
(p. ej., náuseas, distensión abdominal, vómitos [no durante el embarazo], diarrea o intolerancia a
diferentes alimentos) 3. un síntoma sexual: historia de al menos un síntoma sexual o reproductor
al margen del dolor (p. ej., indiferencia sexual, disfunción eréctil o eyaculatoria, menstruaciones
irregulares, pérdidas menstruales excesivas, vómitos durante el embarazo) 4. un síntoma pseudo-
neurológico: historia de al menos un síntoma o déficit que sugiera un trastorno neurológico no
limitado a dolor (síntomas de conversión del tipo de la alteración de la coordinación psicomotora o
del equilibrio, parálisis o debilidad muscular localizada, dificultad para deglutir, sensación de nudo
en la garganta, afonía, retención urinaria, alucinaciones, pérdida de la sensibilidad táctil y
dolorosa, diplopía, ceguera, sordera, convulsiones; síntomas disociativos como amnesia; o pérdida
de conciencia distinta del desmayo) OBSESIÓN- COMPULSIÓN El trastorno obsesivo-compulsivo
(TOC), se conocía antes como neurosis obsesiva-compulsiva se clasifica como un trastorno de
ansiedad definido por la presencia de obsesiones y compulsiones. Las obsesiones son
pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que son experimentados (al menos
inicialmente) como intrusos e inapropiados (egodistónicos) y que causan ansiedad o malestar
acusados. Mientras que las obsesiones son urgencias para realizar rituales de comportamiento o
mentales con el fin de reducir la ansiedad o la probabilidad del daño relacionado con las
obsesiones. Los rituales compulsivos son deliberados, aunque queda claro que carecen de sentido
o son excesivos con respecto al temor obsesivo que pretende neutralizar (Abramowitz, 2007). Los
síntomas del TOC suelen desarrollarse de forma gradual. Una excepción es el inicio inesperado que
se observa a veces después del embarazo. La edad modal de inicio es de 6 a 15 años en los
varones y de 20 a 29 en mujeres (Abramowitz, 2007) DEPRESIÓN Retos de las ciencias
administrativas desde las economías emergentes: Evolución de sociedades Página 17 La depresión
está vinculada por muchos aspectos con la ansiedad y la diferencia entre ambas es que en la
depresión suele estar producida por algo que ya ocurrió. El sentirse deprimido es un estado de
ánimo que afecta la disposición emocional básica de una persona, determinando como siente y se
percibe a sí mismo y al medio que lo rodea. Por lo tanto, La depresión es una emoción vinculada a
una importante parte física y en muchas ocasiones puede presentarse después de un periodo de
ansiedad. Es un estado de ánimo que le puede ocurrir en cualquier momento a cualquier persona,
es decir, no se limita a lugares ni momentos específicos (calderón, 1990.) ANSIEDAD La ansiedad
abarca una amplia gama de experiencias muy frecuentes e incomodas para la persona, y que llega
a ser totalmente normal en casos extremos. Por ejemplo es comprensible que sienta ansiedad al
presentarse por primera vez en un empleo o que sienta ansiedad al pensar que un ser querido
puede morir. Por lo tanto se puede definir a la ansiedad como un miedo vago y general, la
ansiedad se experimenta cuando se piensa que algo no agradable puede ocurrir en tiempos
posteriores. Sin embargo se debe restringir el empleo de este término a aquellos estados en que
un temor y una tensión emocional son parte del cuadro clínico. La ansiedad se encuentra en todas
las formas psicopatológicas como expresión sintomática de la tensión psicológica o como
estimulante de enfrentamiento adaptativo (Millon, 1976). HOSTILIDAD La definición del término
hostilidad es bastante ambigua y con frecuencia es utilizado de manera indiscriminada como
sinónimo de conceptos como agresión o ira. Aunque para muchos autores estos términos se
encuentran íntimamente relacionados la distinción entre afecto, cognición y conducta es uno de
los puntos clave para establecer una diferenciación (Iacovella y Troglia, 2003). Spielberger, Krasner
y Solomon (1983) explican la diferencia entre estos tres conceptos pero a su vez establecen
relaciones entre ellos formulando un constructo general que integra a los tres términos
denominado síndrome irahostilidad-agresión. Desde este modelo se define a la ira como un estado
afectivosubjetivo (sentimientos y pensamientos), el cual consiste en una emoción negativa que
varía desde una ligera irritación hasta una furia intensa y que se asocia a una elevada activación
psicofisiológica. Capítulo 12. Liderazgo, Capital humano y Comportamiento Organizacional Página
18 Esto permite entender a la ira como una reacción emotiva, a la hostilidad como un conjunto de
actitudes complejas que puede convertirse en un patrón de conducta orientado hacia la violencia
(agresión), coincidiendo respectivamente con las tres dimensiones fundamentales de la conducta
humana: componente afectivosubjetivo, componente cognitivo y componente conductual (Sanz,
Magán y GarcíaVera, 2006). La connotación actitudinal que presenta la hostilidad está formada
con una base de creencias sobre la naturaleza humana y la sociedad, por lo cual, la hostilidad
podría ser el resultado de las influencias que puede haber recibido un sujeto por parte de su
medio ambiente a lo largo de su vida, ya que el factor genético actúa de forma reducida. Los
sujetos que presentan hostilidad se caracterizan por esperar lo peor de los demás, estar siempre a
la defensiva, crear ambientes de tensión y competitividad y percibir al entorno como un espacio
de lucha para lograr objetivos (Moscoso, 2008). ANSIEDAD FÓBICA La ansiedad aparece ante
situaciones bien definidas o frente a objetos externos, que no son en sí mismo peligrosos. Algunas
de las pautas para el diagnóstico son las siguientes; a) Los síntomas, psicológicos o vegetativos,
son manifestaciones primarias de ansiedad y no secundarias a otros síntomas, como por ejemplo
ideas delirantes u obsesivas, b) Esta ansiedad se limita o predomina en al menos dos de las
siguientes situaciones: multitudes, lugares públicos, viajar lejos de casa o viajar solo, c) La
evitación de la situación fóbica es, o ha sido, una característica destacada PARANOIA
Etimológicamente el término paranoia proviene del griego pará (paralelo) y nous (espíritu,
pensamiento), pero en su origen estaba desprovisto del sentido que actualmente tiene. El vocablo
comienza a utilizarse desde la perspectiva psiquiátrica por Salvajes 1768 para designar a un grupo
de trastornos, en el que el delirio afecta de manera parcial el psiquismo del sujeto pero
manteniendo la capacidad para razonar de manera lógica y adecuada en otros temas (Mur, 2010).
En 1987 el DSM III-R sustituye la palabra paranoia por el término trastorno delirante, actualmente
se encuentra bajo este nombre en el apartado de esquizofrenia y otros trastornos psicóticos. Este
trastorno se caracteriza por la presencia de un sistema delirante estable y persistente, estos
delirios se imponen al sujeto y resisten todo intento de contradecirlo lógicamente (Bogart, 2008).
Retos de las ciencias administrativas desde las economías emergentes: Evolución de sociedades
Página 19 El delirio, es entonces el síntoma central de este trastorno. Jasper (s.f.) citado en
Vázquez, Valiente y Díez (1999) define al deliro como una idea falsa que se mantiene con una
convicción subjetiva extraordinaria (certeza), que persiste ante contra argumentaciones o
experiencias en contra además de tener un contenido irreal. Por su parte el DSM-IV considera al
delirio como “una creencia falsa basada en inferencias incorrectas”. DISCUSION Y ANALISIS DE
RESUL
La Terapia Cognitivo Conductual (TCC), sobre todo tomando en cuenta la intervención para un
TEPT abarca un gran número de técnicas distintas entre sí, algunas de las técnicas que destacan
son: terapia de exposición (TE), entrenamiento de inoculación de estrés (EIE), desensibilización
sistemática (DS), terapia de procesamiento cognitivo (TPC), terapia cognitiva (TC), entrenamiento
de relajación (RELAX), biorretroalimentación (BIO), y tratamientos combinados (TC/TE), o
(TE/RELAX/TC). De ellas, de acuerdo a Foa et al. (2003), la TE es la que de todas las técnicas
dispone de una sólida evidencia de eficacia para el tratamiento de TEPT, incluso por encima de la
TC, que aunque resulta eficaz, los investigadores recomiendan más la TE.

entrenamiento en asertividad y la relajación, d

Las empresas pueden además como parte de las medidas preventivas fomentar un clima
organizacional adecuado, y con los recursos necesarios (recursos de asistencia y apoyo a los
empleados, formación, reportes para informar sobre situaciones de malos tratos, etc.), con el fin
de crear un ambiente de igualdad y respeto dentro de la misma, de tal forma que los empleados
puedan reportar en tiempo situaciones de acoso laboral, previniendo que estas se continúen o que
incrementen en su frecuencia e intensidad (

mejorar la autoestima y estrategias de afrontamiento, mejorar habilidades interpersonales, etc.,


se trabaja con el apoyo de familiares o amigos, y se favorece la consulta judicial de su caso
brindándoles orientación de tal forma que tengan unas perspectivas jurídicas más realistas

Informe pericial: un caso de acoso laboral

Forensic report: a case of mobbing


 
 

David González Trijueque1

Sabino Delgado Marina2

1
Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

2
Plataforma contra los Riesgos Psicosociales y la Discriminación Laboral de la
comunidad de Madrid (PRIDICAM).

RESUMEN

La psicología forense constituye una especialización clásica en países anglosajones y


que en España está tomando cada día mayor importancia, siendo habitual que los
peritos asesoren a nuestros tribunales y jueces en materias de carácter psicológico.
Por otra parte, la intervención del psicólogo como perito en la jurisidicción social
(laboral) resulta aún más novedosa que en otras (p. ej., penal, menores, familia), por
lo que serán de interés los conocimientos en materia preventiva y de psicología del
trabajo, aunque sin obviar la premisa de que para ser un buen perito forense es
necesario poseer una completa formación en psicología clínica (evaluación,
psicodiagnóstico, psicopatología). En el presente artículo se facilita un informe pericial
elaborado conjuntamente por expertos en psicología forense y laboral,
respectivamente, sobre un tema de gran interés actual como es el acoso psicológico en
el lugar de trabajo (mobbing), temática que puede ser abordada desde las distintas
jurisdicciones españolas (civil, penal, social, contencioso-administrativo).

ABSTRACT

Forensic psychology represents a classic psychology specialty among Anglo-Saxon


countries which is becoming more and more important in Spain nowadays –it is
becoming usual that forensic experts advise courts and judges on psychological issues.
Furthermore, psychologist’s intervention as a forensic expert in social jurisdiction is a
novel activity compared to other fields such as criminal, under aged and families.
Therefore, expertise on preventive actions and work psychology are very useful, not to
say that a comprehensive training in clinical psychology (evaluation, psycho-diagnosis,
psychopathology, etc.) is a key ingredient of a skilled forensic expert. This paper is a
report by forensic and work psychology experts on mobbing, a subject matter that can
be approached in Spain from different jurisdictions –civil, criminal, social,
administrative.

Palabras clave

Mobbing, Acoso laboral, Informe pericial.

Key words
Mobbing, Workplace bullying, Forensic report.

Motivo del informe

A petición del interesado y de su representante legal, se realiza una evaluación


psicológica del Sr. M con objeto de determinar su estado psicológico en relación a la
situación laboral que refiere padecer en los últimos años.

Información referida por el peritado

El Sr. M, encargado general y responsable de calidad de la empresa X, refiere que


desde Junio de 2001 está siendo objeto de reiteradas conductas de acoso por parte de
su inmediato superior jerárquico. Dicha situación tiene su origen, según el Sr. M, desde
el momento en que éste mostró su disconformidad con el trabajo realizado desde la
empresa (por las numerosas quejas de clientes recibidas) y por su negativa a dar el
visto bueno del producto elaborado, momento a partir del cual comienza a recibir un
trato vejatorio por parte de su superior, el Sr. Y, recibiendo insultos y amenazas
habituales tanto a solas como delante de otros empleados, así como le son
encomendadas tareas por debajo de su competencia profesional. Esta situación se
prolonga de forma diaria hasta ser dado de baja laboral por incapacidad temporal (IT)
en Julio de 2004, manteniéndose dicha baja hasta el momento de la exploración
practicada en Mayo de 2005.

Metodología

Entrevistas y observaciones

• Entrevista abierta con el Sr. M. Duración: 2 horas.

• Entrevista clínica semiestructurada con el Sr. M. Duración: 4 horas (dos sesiones).

• Entrevista abierta con el Sr. T, trabajador de la empresa X. Duración: 1 hora.

• Entrevista abierta con la Sra. F, trabajadora de la empresa X. Duración: 1 hora.

• Se contactó telefónicamente y mediante burofax con la empresa X para acordar


diversas entrevistas en relación al caso pero los responsables de ésta mostraron su
disconformidad al respecto acusando al Sr. M de traidor.

Pruebas administradas al peritado


• SCL-90-R. Listado de Síntomas (Derogatis, Rickels y Rock, 1976). Adaptado en
población española por TEA Ediciones, S.A.

• BDI. Inventario de Depresión de Beck. Adaptación española por Vázquez y Sanz


(1997). Departamento de Personalidad, Evaluación y Psicología Clínica. Universidad
Complutense de Madrid.

• STAI. Cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo (Spielberger, Gorsuch y Lushene,


1982). Adaptado en población española por TEA Ediciones, S.A.

• MMPI-2. Inventario Multifásico de la Personalidad de Minnesota, segunda versión


(Hathaway y McKinley, 1999). Adaptado en población española por TEA Ediciones, S.A.

• LIPT-60. Cuestionario de estrategias de acoso psicológico de Leymann. Versión


modificada y adaptada al español por González de Rivera (2003).

Documentación examinada

• Solicitudes de asistencia médica del Sr. M a su “Mutua de Accidentes de Trabajo y


Enfermedades Profesionales” por diversos accidentes sufridos desde Marzo de 2002
hasta Mayo de 2004 (p. ej., contusión en cadera, herida contusa en pierna izquierda,
contusión en tobillo derecho, herida abierta en rodilla derecha).

• Informes neurológicos sobre el Sr. M donde se señala que éste no presenta daño
neurológico alguno y que los accidentes sufridos en su lugar de trabajo son
ocasionados por su cuadro de ansiedad, el cual incide en su capacidad de
concentración.

• Recetas médicas del Sr. M. con la prescripción de psicofármacos de tipo ansiolítico y


antidepresivo.

• Escritos presentados por el Sr. M ante el “Comité de Seguridad y Salud” de la


empresa X, exponiendo su situación de malestar y solicitando la adopción de medidas
al respecto (Octubre 2002, Abril de 2003 y Enero 2004).

• Parte médico de baja laboral por incapacidad temporal (IT) del Sr. M por
contingencias comunes con el diagnóstico de “ansiedad”. Julio 2004.

• Se solicitó telefónicamente y mediante burofax a la empresa X el acceso a


documentación de carácter preventivo para conocer la cobertura ante los riesgos
psicosociales de dicha entidad. No se recibió respuesta alguna por parte de los peritos
firmantes del presente.

Evolución psicobiográfica

El Sr. M nace en Z el 10 de Abril de 1946, no informando sobre aspectos de interés


durante su infancia y adolescencia. Casado desde 1971, reside al momento de la
exploración junto a su esposa y su hija de treinta años de edad en Madrid. Informa
mantener una cordial relación con ambos progenitores, casados y residentes en Z,
añadiendo tener una hermana menor con la guarda una buena relación, no refiriendo
problemas familiares significativos en ningún caso y exponiendo haber sido educado
con valores morales muy estrictos. A nivel social, el explorado indica mantener
diversas relaciones de amistad procedentes tanto de su lugar de trabajo como de su
lugar de residencia habitual.

En cuanto su trayectoria académica, el Sr. M refiere haber completado estudios


elementales, manifestando recuerdos agradables respecto compañeros y profesorado.

El Sr. M no aporta datos de interés en cuanto a la prestación del servicio militar. Por
otra parte, el explorado señala iniciar su actividad laboral con diecinueve años de
edad, entrando a formar parte como empelado de la empresa X, siendo ésta la única
organización donde el Sr. M ha prestado sus servicios. Según documentación
examinada, el explorado comienza en 1970 a desarrollar las funciones propias de un
encargado dado su “elevado nivel de competencia”, refiriendo el explorado
sentimientos muy arraigados hacía la empresa para la cual prestaba sus servicios, no
existiendo constancia de ninguna baja laboral ni ningún incidente relacional hasta el
año 2000, coincidiendo todo ello con la jubilación del superior jerárquico del Sr. M y su
sustitución por el Sr. Y (supuesto acosador). Asimismo, desde 1993, el Sr. M ostenta
de manera oficial la categoría de encargado general y responsable de calidad en la
empresa X.

No informa sobre problemas de salud significativos hasta 2002, año a partir del cuál
comienza a sufrir diversos accidentes en su lugar de trabajo, situación que el Sr. M
achaca a sus problemas de concentración generados por la situación de acoso referida.
No obstante, según documentación examinada, las pruebas neurológicas realizadas al
respecto no han encontrado hallazgos significativos, señalando la probable etiología de
los problemas de concentración del Sr. M corresponden a un cuadro de ansiedad. Por
otra parte, manifiesta padecer al momento de la exploración dolores musculares,
cefaleas, molestias de estómago y dificultades para conciliar el sueño, añadiendo que
ha perdido más de quince kilos en el último año y medio.

El Sr. M no informa sobre antecedentes psicopatológicos familiares de interés. A nivel


personal, refiere no haber recibido ningún tipo de tratamiento psicofarmacológico o
psicoterapéutico hasta el año 2003, iniciando en Octubre tratamiento de tipo ansiolítico
y antidepresivo. Recibe la baja laboral por incapacidad temporal (IT) en Julio de 2004
debido a sus problemas psicológicos derivados del trabajo según sus propias palabras,
indicándose en el parte de baja correspondiente “ansiedad” como motivo de la misma.
No refiere hábitos tóxicos de interés.

Por último señalar que el Sr. M no informa sobre acontecimientos traumáticos durante
su evolución psicobiográfica, considerando la situación de acoso referida como el hecho
más destacado, en sentido negativo, durante su vida.

Exploración psicopatológica

Varón de cincuenta y nueve años, se presenta puntualmente a las exploraciones


practicadas, adecuadamente vestido y aseado, impresiona de significativa delgadez.
Durante la exploración el Sr. M manifiesta un buen ajuste a la realidad, con una
adecuada percepción y control de sí misma.
Lenguaje fluido, bien articulado, con un buen uso gramatical y facilidad para el
discurso, con resonancia emocional a la hora de abordar su situación laboral durante
los últimos años que llega a dificultar el normal desarrollo de las entrevistas
mantenidas, todo ello acompañado de una adecuada expresividad corporal. Según
impresión clínica, presenta una capacidad intelectual dentro de la normalidad.
Orientado correctamente en tiempo, espacio y persona. Presenta dificultades en
relación a su nivel atencional y a su capacidad de concentración, aspectos evidentes a
la hora de cumplimentar los reactivos administrados. No refiere alteraciones
sensoperceptivas ni sensomotoras durante el proceso evaluativo, mostrando en todo
momento un apropiado nivel de conciencia, siendo constante y colaborador durante la
evaluación realizada, estableciéndose un correcto rapport con los evaluadores desde el
comienzo. Cognitivamente normal, sin apreciarse alteraciones en el curso o contenido
del pensamiento. Refiere dificultades significativas en relación a la memoria a corto
plazo a raíz de la situación de acoso a la que hacer referencia; memoria conservada
perfectamente a medio y a largo plazo.

Se aprecia importante alteración en lo referente a la autoestima y a su afectividad,


principalmente a la hora de hacer referencia a la situación laboral de acoso padecida
en los últimos años. En relación a estas referencias de acoso también son apreciados
importantes signos y síntomas de ansiedad que el explorado indica que están
afectando de forma significativa a todas las esferas de su vida pese a continuar de baja
y recibiendo tratamiento especializado, ya que no puede evitar sentirse culpable y
recordar lo ocurrido.

Resultados de los reactivos administrados

• SCL-90-R

El Sr. M obtiene unas elevadas puntuaciones en comparación con la población general


en las escalas de ansiedad (centil 95), depresión (centil 95), obsesivo-compulsivo
(centil 90) y somatizaciones (centil 90).

• BDI

La puntuación directa alcanzada por el Sr. M es de 27 puntos, lo cual indica un nivel de


depresión moderado. A nivel cualitativo destacan en el peritado los sentimientos de
castigo, disminución de la capacidad laboral, pérdida de peso, estado de ánimo triste,
pérdida de apetito y alteración de la libido.

• STAI

De los resultados obtenidos por el Sr. M se desprenden importantes niveles de


ansiedad-rasgo (centil 90) y en menor medida de ansiedad-estado (centil 75).

• MMPI-2

Atendiendo a las escalas de validez de la prueba, el Sr. M ha mostrado un estilo de


respuesta sincero y coherente, no habiendo ninguna escala que resulte invalidada, si
bien es cierto que se detecta una actitud de defensividad consistente en la negación de
síntomas (Índice de Gough = -11). En cuanto a la interpretación general del perfil se
debe señalar que el explorado muestra unos elevados niveles de ansiedad (PD > 70)
(Hy; Pt; Mt; A; ANX), múltiples quejas somáticas significativas (PD > 70) (Hs; HEA;
Hy3; Hy4; D3) y sintomatología depresiva (PD > 70) (D; D4; D1; Sc2). Además son
detectados problemas de atención y dificultades en la concentración (PD > 70) (Hy3;
Sc3).

El perfil obtenido por el peritado coincide con uno de los patrones primeramente
descritos en el MMPI, la llamada V de conversión (Graham, 2000; Nicholls, 2002).
Según los datos aportados por la investigación de la prueba MMPI-2 (Casullo et al.,
1999; Graham, 2000; Nicholls, 2002), las personas con un perfil 3-1 (Hy- Hs) tienen
tendencia a presentar importantes quejas somáticas (i.e. dolores de cabeza, pecho y
espalda, así como temblores, fatiga, debilidad o insomnio), que pueden incrementarse
ante situaciones estresantes. Generalmente no presentan niveles severos de ansiedad-
depresión, aunque con frecuencia se obtienen niveles reducidos de eficiencia. Además,
se debe señalar que el perfil obtenido por el Sr. M coincide con el perfil “tipo” obtenido
en los estudios de Gandolfo en EE. UU. en el año 1995, y con el de las investigaciones
llevadas a cabo por la Universidad de Bergen (Noruega) en el año 2000 (Matthiesen y
Einarsen, 2001). En ambas investigaciones el objeto de estudio no es otro que la
evaluación de las víctimas de mobbing mediante el MMPI-2; encontrándose perfiles
prácticamente idénticos en los dos estudios, destacando las elevaciones en la triada
neurótica (Escalas Hs, D y Hy), seguidas de las escalas de paranoia, esquizofrenia y
psicastenia (Pa y Pt), tal y como ocurre en el peritado (Matthiesen y Einarsen, 2001).

• LIPT-60

El Sr. M presenta unas puntuaciones más elevadas que la media obtenida por una
muestra de sujetos afectados de acoso psicológico en el trabajo (tanto en el número
total de estrategias de acoso percibidas, índice global de acoso e índice medio de
acoso), siendo sus resultados aún más significativos si son comparados con la media
de sujetos no afectados de mobbing. Realizando una valoración cualitativa sobre las
respuestas dadas por el peritado destacan las siguientes situaciones de acoso
psicológico en el trabajo: recibir gritos y ser regañado en voz alta, ser criticado en su
trabajo, recibir amenazas verbales, ser evitado e ignorado, ser aislado de los demás,
escuchar rumores falsos sobre él, serle asignados trabajos humillantes, recibir insultos,
serle asignadas tareas por debajo de su nivel de competencia, no permitirle
desarrollarse en su trabajo, minimizar sus logros y esfuerzos, cuestionar sus
decisiones, exagerar sus errores, ser puesto en ridículo; sintiéndose por todo ello
constantemente provocado.

Impresión diagnóstica

De los datos que se desprenden tanto de las escalas psicométricas de validez como de
la impresión clínica, se observa que el Sr. M se ha mostrado sincero durante el proceso
de evaluación, mostrando una actitud colaboradora en todo momento. Asimismo, los
resultados obtenidos han sido consistentes en los instrumentos utilizados, no
habiéndose detectado la presentación voluntaria de síntomas psicopatológicos en el
momento actual. Del mismo modo, la sintomatología no ha sido magnificada durante la
exploración, al contrario, ha sido descrita de forma ambigua pudiéndose deber a una
escasa introspección por parte del peritado, por lo que se descarta la sobresimulación
de síntomas. Respecto a este dato, el explorado obtiene una puntuación relevante en
el índice de Gough del MMPI-2, lo que señala una tendencia a la disimulación (es decir,
ofrecer una imagen más positiva y deseable socialmente, de la que realmente se
tiene), esto puede interpretarse como un esfuerzo por mantener una imagen
adecuada, negándose a sí mismo cualquier manifestación psicopatológica, hecho que
constituye un signo de afrontamiento correcto en pacientes que han sufrido una
pérdida de autoestima o alteración del estado de ánimo, ya que implica un esfuerzo
por normalizar la situación.

La impresión diagnóstica presentada a continuación está realizada en base a criterios


DSM-IV-TR (APA, 2002), donde es propuesto un diagnóstico multiaxial:

— EJE I: TRASTORNOS CLÍNICOS:

F41.1 Trastorno de ansiedad generalizada [300.02]

— EJE II: TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD:

Z03.2 Sin diagnóstico [V71.09]

Rasgos obsesivo-compulsivos

— EJE III: ENFERMEDADES MÉ- DICAS: -

— EJE IV: PROBLEMAS PSICOSOCIALES:

Problemas laborales

— EJE V: EVALUACIÓN DE LA ACTIVIDAD GLOBAL (EEAG):

Alteración grave de la actividad laboral (41-50)

Discusión pericial

Al momento de la exploración el Sr. M presenta un F41.1 trastorno de ansiedad


generalizada [300.02], siendo ésta la principal categoría diagnóstica para los
trastornos de ansiedad (Hollander, Simeon y Gorman, 1996). La característica esencial
del trastorno de ansiedad generalizada es la ansiedad y la preocupación excesiva que
se observan durante un período superior a seis meses y que se centran en una amplia
gama de acontecimientos y situaciones, en este caso relacionados con el ámbito
laboral. El individuo tiene dificultades para controlar este estado de constante
preocupación, y la ansiedad y la preocupación se acompañan de al menos otros tres
síntomas de los siguientes: inquietud, fatiga precoz, dificultades para concentrarse,
irritabilidad, tensión muscular y trastornos del sueño; dificultades que provocan
malestar subjetivo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la
actividad del individuo (APA, 2002).

En relación al presente caso, resulta también destacada la ausencia de indicadores de


vulnerabilidad en el Sr. M que le predispongan al padecimiento de problemas
psicopatológicos, situación que siempre debe ser ver valorada en términos periciales a
la hora de establecer una posible relación causal entre hecho victimizante y patología
desarrollada (Franchini, 1979; cit. Del Río, 1999).

Igualmente, debe destacarse que el Sr., M se mostró cooperativo durante todo el


proceso de evaluación, proporcionando cuanta información le fue solicitada. Respecto a
una posible manipulación de los síntomas registrados, se descarta cualquier actitud de
simulación, sobresimulación o disimulación, por las siguientes razones: 1) La mayor
parte de las víctimas de mobbing pasan importantes periodos de tiempo sin saber que
les ocurre; la evidencia indica que si existe un problema en relación la mobbing es más
el de su desconocimiento que el de la simulación por falsas víctimas (Piñuel, 2003); 2)
Han sido evaluados signos de sospecha propios de los simuladores (Esbec y Gómez-
Jarabo, 2000). Respecto a este último aspecto se debe señalar que el peritado muestra
un cuadro que encaja en el curso y evolución de una psicopatología habitual, no
muestra sintomatología estrafalaria, no realiza una sobreactuación clínica, no presenta
una personalidad antisocial, ofrece un testimonio estable, los hechos son narrados y
vivenciados, además el sujeto busca solución ante su situación. Estos datos ofrecidos
no son propios de alguien que pretenda simular una situación psicopatológica. Además,
en las pruebas psicodiagnósticas empleadas para la evaluación del peritado no se
observa una exageración uniforme (situación propia de los simuladores), debiéndose
añadir que las escalas de validez son correctas en los protocolos cumplimentados por
el Sr. M, no detectándose simulación en ninguna de ellas. El patrón de síntomas se
presenta de modo consistente, en todos los instrumentos de evaluación utilizados,
cualitativos y cuantitativos, existiendo concordancia entre la impresión clínica y los
hallazgos psicométricos alcanzados.

El estado psicopatológico actual del Sr. M es susceptible de mejoría, por lo que se


recomienda que reciba tratamiento especializado orientado a la reducción del estrés,
mejorar el manejo del elemento estresante si no es eliminable o reductible y en
establecer un sistema de apoyo para potenciar la adaptación del individuo (Kaplan y
Sadock, 1999; Strain et al., 1996).

En cuanto a la situación de acoso referida por el Sr. M, se debe señalar que fue
Leymann el primer autor en sugerir una definición operativa del concepto mobbing
(Zapf et al., 1996), definiéndolo como “una hostilidad y comunicación no ética, que es
dirigida de modo sistemático por uno (o pocos) sujetos hacia un individuo, que debido
a esta situación le coloca en una indefensa posición. Este hecho suele ocurrir de una
forma muy frecuente (al menos una vez a la semana) y durante un cierto tiempo (al
menos seis meses de duración)”. Por otra parte, diversos estudios señalan cinco
actividades básicas de acoso moral (Leymann, 1996), como son la existencia de actos
con el propósito de reducir las posibilidades de la víctima de comunicarse
adecuadamente con otros, evitar que la víctima tenga la posibilidad de mantener
contactos sociales, realizar actuaciones dirigidas a desacreditar a la víctima o impedirle
mantener su reputación personal, procurar la reducción de la ocupación de la víctima y
su empleabilidad mediante su desacreditación profesional e intentar empeorar la salud
(física o psíquica) de la víctima tal y como indica haber padecido el Sr. M durante sus
últimos años en activo. De hecho, cabe destacar que tanto el tipo de acontecimientos
referidos por el Sr. M, como el curso y evolución de la sintomatología desarrollada, son
consistentes con el proceso de victimización propio de las personas sometidas a una
situación de acoso psicológico en el trabajo, ya que el mobbing es considerado como
un extendido y peligroso tipo de estrés social dentro del contexto laboral (Einarsen,
2000; Leymann, 1996; Niedl, 1996; Vartia, 1996; Zapf et al., 1996), coincidiendo los
estudios realizados al respecto en señalar las negativas consecuencias para la salud de
la víctima que es sometida a acoso psicológico en el trabajo (Borrás, 2002; Leymann y
Gustafsson, 1996; Matthiesen y Einarsen, 2001; Mikkelsen y Einarsen, 2002; Pérez-
Bilbao et al., 2001; Piñuel, 2001, 2003; Zapf y Einarsen, 2001) ya que la sistemática
exposición a la violencia psicológica y el hostigamiento laboral genera una gran tensión
en la mayoría de los trabajadores (Matthiesen y Einarsen, 2001), produciendo un
impacto negativo en el bienestar de la persona afectada (Niedl, 1996) y llevando a la
víctima a una posición de indefensión (Groebinghoff y Becker, 1996). La irritabilidad, la
sintomatología ansiosodepresiva y las somatizaciones son los signos clínicos más
habituales en las víctimas de acoso psicológico en el contexto laboral (Mikkelsen y
Einarsen, 2002; Niedl, 1996).

El proceso del acoso psicológico tiende a cronificarse y agravarse, siendo a menudo la


marginación dentro de la organización la única alternativa para la víctima, de hecho, el
desenlace habitual de este tipo de situación suele ser o bien que la víctima abandone
la empresa, o que sea despedida o bien que pida el traslado a otro departamento
esperando una mejora de la situación. La respuesta de la organización ante el mobbing
es la negación, y la no asunción del problema, tratando de justificar la situación con la
forma de ser de la víctima o con una disminución del rendimiento profesional, no
obstante en el presente caso no fue posible obtener información directa de la empresa
X por negativa de ésta.

Por último, tal y como se ha expuesto se han detectado síntomas en el Sr. M que
pueden considerarse psicopatológicos por entorpecer la estabilidad y adaptación del
explorado a su entorno, en forma de un trastorno de ansiedad generalizada,
tratándose de una alteración psicopatológica que constituye un menoscabo para la
integridad psicológica y la salud del Sr. M. Estas alteraciones constituyen pues una
“lesión psíquica” (Blay, 1997; Esbec y Gómez- Jarabo, 2000) con entidad diagnóstica.
Debe distinguirse este concepto de lesión psíquica del daño moral producido,
relacionado con la actitud de indignación o sufrimiento moral desarrollado por las
víctimas de sucesos como el sufrido por el explorado. La doctrina científico-legal
coincide en que el perito no puede valorar en ningún caso los daños morales, ya que
esta misión sólo corresponde al juzgador, pero sí puede ser útil en la descripción y
evaluación de sus manifestaciones y repercusiones, ya que se relacionan
habitualmente con las lesiones/secuelas (físicas y mentales) sufridas (Blay, 1997;
Daray, 1999; Del Río, 1999; Esbec y Gómez- Jarabo, 2000; Hernández-Cueto, 2002).

Conclusiones

Los peritos psicólogos firmantes del presente informe han redactado su contenido con
imparcialidad y con arreglo a su leal saber y entender, y a los principios de la
Psicología. Con todos los respetos a SSª y al Tribunal que corresponda, son emitidas
las siguientes conclusiones:

PRIMERA: El Sr. M presenta un F41.1 Trastorno de Ansiedad Generalizada


[300.02], cumpliendo los criterios de la APA (2002). El Sr. M no presenta ningún
trastorno de la personalidad que haya podido dificultar su adaptación al entorno
laboral. No se detecta durante la evaluación realizada sobresimulación clínica de
síntomas por parte del peritado.
SEGUNDA: La etiología de dicha alteración se ubica, verosímilmente, en la influencia
directa de un estresor psicosocial en el contexto laboral, identificado por el Sr. M como
una situación de acoso hacia su persona.

TERCERA: Los resultados obtenidos por el Sr. M en la evaluación técnica realizada


constituyen elementos consistentes con una situación de acoso psicológico laboral,
también denominado mobbing por la literatura científica. Es cuanto cumple informar,
En Madrid, a (día) de (mes) de (año)

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Consecuencias personales:

o A corto plazo:

 Emocionales: ansiedad, tristeza


 Cognitivas: déficit en la atención, concentración y memoria
 Fisiológicas: somatización
 Conductuales: aislamiento, agresividad, pérdida de reforzadores

o A medio plazo:

 Cuadro depresivo: indefensión aprendida


 Cuadro de estrés postraumático

o A largo plazo:

 Cambios en la personalidad: conducta/hábito/personalidad:


generalización a otras áreas vitales

Consecuencias en el contexto laboral

o Mal clima y ambiente de trabajo


o Afectación de la calidad y cantidad de trabajo
o Interferencia en los circuitos de información y comunicación
o Descenso de la creatividad y la innovación
o Pérdida de motivación
o Despreocupación por la satisfacción de los clientes
o Mayor absentismo y bajas laborales
o Aumento notable de las visitas al servicio médico
o Mayor probabilidad de accidentes
 por desatención
 por negligencia

Consecuencias familiares

 Malestar en las relaciones familiares


 Agresividad e irritabilidad
 Pérdida de ilusión e interés por proyectos comunes
 Abandono o desplazamiento de las responsabilidades y compromisos
familiares
 Tratamientos médicos y psicológicos entre los miembros del sistema
familiar
 Afectación de la afectividad y del deseo sexual
 Separación matrimonial
 Inestabilidad económica (posible pérdida de empleo, reducción de la
retribución en períodos de IT, desembolso de la terapia psicológica,
honorarios del abogado...)

Consecuencias sociales y comunitarias

 Pérdida de fuerza de trabajo y de población activa


 Aumento del gasto económico dedicado a bajas laborales y/o
jubilaciones e incapacidades
 Aumento del presupuesto económico y del estrés de los recursos
sanitarios
 Aumento en la población general de las atribuciones negativas de los
efectos del trabajo.

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