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ILUMINACION PÚBLICA COMO HERRAMIENTA DE VALORACION DEL PATRIMONIO

HISTORICO DEL CASCO URBANO CENTRAL DE LA CIUDAD DE LA PAZ


1. Definición del Plan de Iluminación del Casco Urbano Central de la Ciudad de La
Paz
El “Plan de Iluminación Publica del Casco Urbano Central de La Paz”, debe ser un
documento urbanístico que establezca los principios de un planeamiento estratégico
sobre el alumbrado público del Centro Urbanístico de la Ciudad, cuyo fin sea crear una
serie de fundamentos que orienten la elaboración y ejecución de proyectos de iluminación
apoyados en la valorización del patrimonio cultural y la adaptación luminosa del entorno
urbano a través de una metodología proyectual realizada junto con un análisis urbanístico.
Actualmente la iluminación se ha convertido en un factor esencial en el diseño de
espacios, la determinación de relaciones entre objeto y ambiente y, sobre todo, en el
instrumento responsable por la comprensión del significado de las obras artísticas.
En otras palabras, la luz es, en este momento, la herramienta que maneja el medio donde
una obra se torna visible, comprensible y reconocible, lo que requiere una combinación
entre capacidad tecnológica, innovación y sensibilidad artística.
Por esta razón, durante el período nocturno, la importancia del Plan de Iluminación-CUC,
debería definir los parámetros de calidad luminosa del entorno urbano y también la
posibilidad de solucionar problemas en la concepción e implantación del alumbrado
público, haciendo que éste sea capaz de generar una atmósfera nocturna atractiva y
agradable. Añadido a ello, una iluminación urbana adecuada que destaque las
características arquitectónicas y, simultáneamente, proponga una adaptación armónica
entre la infraestructura existente y los nuevos sistemas de iluminación.

En síntesis, la metodología del Plan de Iluminación- CUC, debería buscar dibujar el perfil
nocturno de la ciudad a partir de una selección cuidadosa de circuitos de arterias, edificios
y monumentos representativos, considerando sus características singulares para
proporcionarles un tratamiento luminoso distinguido.

2. La ciudad nocturna y la iluminación de bienes culturales

El creciente interés por la imagen nocturna de nuestra ciudad está directamente


relacionado al cambio de los horarios laborales, el traslado de las costumbres de ocio a
un período más tardío del día y, especialmente, a las diferentes formas de convivir el
entorno urbano. Como resultado, surgirá una mayor exigencia por espacios públicos de la
calidad, un aumento de la consciencia ciudadana y, principalmente, más involucramiento
del poder público en la problemática de la iluminación urbana.

Hoy vivimos en ciudades (en el mundo) orientadas a prolongar el día durante las horas
nocturnas, desarrollando una civilización y una economía apoyada en el constante disfrute
de la nocturnidad. Esta ciudad nocturna atrae a los usuarios por su dualidad: a lo largo del
día los espacios urbanos desarrollan sus ritmos y actividades bajo el control de horarios y
turnos; mientras que, durante la noche, ellos se liberan de sus funciones y se transforman
en escenarios donde el individuo se siente más cómodo para divertirse y apropiarse
libremente del territorio urbano.

Sin embargo, para facilitar esta apropiación es necesario crear un entorno que reúna unas
condiciones mínimas de seguridad y comodidad, requisitos fundamentales para los
individuos no habituados al período. Consecuentemente, se hace cada vez más necesario
el control de la iluminación urbana, de forma que la luz se adapte a las actividades
urbanas para ayudar el usuario en la apropiación de los espacios públicos según los
diferentes horarios. Así, la infraestructura urbana se amolda conforme las demandas
nocturnas, proporcionando la oportunidad de disponer simultáneamente de la ciudad
como lugar de trabajo, descanso y ocio.

Por este motivo, en el tratamiento luminoso de centros históricos y conjuntos


monumentales, la luz artificial es considerada como un componente muy cotizado en los
proyectos de rehabilitación y restauración, debido a su capacidad de revelar detalles
arquitectónicos, restablecer antiguas estructuras y devolver el significado a composiciones
visuales imperceptibles bajo la luz diurna.

No obstante, la relación entre luz y monumentos restaurados demanda el


establecimiento de una referencia metodológica específica. Una de ellas está basada en
la relación indisoluble entre el monumento y su contexto, que constituye, juntamente con
los demás elementos de la ciudad, una red de conexiones donde el monumento expresa
sus significados y la razón de su existencia.

Asimismo, tampoco se trata de alumbrar los monumentos de forma aleatoria y sin


considerar las relaciones entre ellos, pero seleccionar los puntos más importantes de la
ciudad con el objetivo de formar un paisaje nocturno fácilmente reconocible y construir
una identidad visual colectiva del lugar
De este modo, para lograr la imagen adecuada de la ciudad nocturna es inevitable
considerar en el proyecto de iluminación ciertos aspectos además de los entornos
próximos a los monumentos, tales como las correlaciones visuales, estructurales y
simbólicas entre barrios, zonas urbanas y el conjunto de la ciudad.

Además, para realizar este tipo de intervención es imprescindible conocer a fondo la


realidad urbanística, morfológica, funcional e histórica del territorio.

A partir de esta comprensión, junto con la cultura y el lenguaje artístico empleado por el
conjunto de profesionales, deberían elaborar el Plan de Iluminación Publica del Casco
Urbano Central de La Paz, las actuaciones realizadas en el alumbrado urbano son
capaces de ofrecer una interpretación visual de la ciudad estéticamente llamativa,
permitiendo que el observador distinga un orden visual nocturno entre sus diferentes
elementos urbanos.

3. Fases del Plan de Iluminación del Casco Urbano Central de la Ciudad de La


Paz
La intención principal del Plan de Iluminación- CUC, es obtener un buen resultado entre la
iluminación y el urbanismo de la ciudad y adaptar estos dos componentes a los diferentes
ritmos y actividades urbanas que se desarrollan en los espacios públicos. Por ello, la tarea
de planificación del alumbrado urbano no se resume a delimitar los niveles de luz y otros
aspectos técnicos, pero se trata de idear otro tipo de objetivos donde estos conocimientos
actúen juntos para proporcionar un ambiente luminoso beneficioso para la interacción
entre ciudadano y entorno urbano.

Entonces, la planificación luminosa debe actuar como un atributo apoyado en un conjunto


de actuaciones específicas, donde se consiga una concordancia entre funcionalidad y
valoración del patrimonio monumental. Como ya se ha mencionado, esta idea se remite a
la unión entre sitio urbano y monumento, sustituyéndolo por el concepto de entorno,
entendido como un conjunto de relaciones estructurales entre el individuo y el espacio a
su alrededor.

De este modo, la configuración básica del Plan de Iluminación se estructura básicamente


en tres partes: la primera, corresponde al levantamiento y análisis del entorno existente;
la segunda, al período donde se configuran el sistema de jerarquía de zonas, el
programa general de intervenciones y la elaboración de proyectos; y la tercera fase
constituye las propuestas de intervención, el cronograma de proyecto y su puesta en obra.
En la primera fase del Plan de Iluminación-CUC, se realiza un levantamiento del estado
del alumbrado público existente, un muestreo de los valores medios de iluminación y de
las iluminancias de las superficies viarias (calzadas), un censo de soportes y mobiliario
urbano, y un análisis esquemático de las edificaciones más significativas. También se
investigan las características históricas, morfológicas y funcionales del entorno, junto con
un estudio de los monumentos y sus respectivas conexiones dentro de la malla urbana.

Esta información inicial es utilizada para obtener un mayor aprovechamiento de los


recursos disponibles, donde se evalúan simultáneamente los requisitos relacionados con
la eficiencia energética, la eficacia visual y el impacto ambiental de las instalaciones
existentes. Además, estos datos serán muy útiles en la elaboración de presupuestos con
los cambios necesarios para lograr un buen nivel técnico de la iluminación, definiendo los
niveles de luz y estableciendo un concepto general de ideas en la realización de los
futuros proyectos de iluminación.

Después, en la segunda etapa del Plan de Iluminación-CUC, se estudian los resultados


de la fase anterior para determinar las relaciones de jerarquía dentro del esquema de
iluminación general y, entonces, proporcionar una mayor armonía en la relación entre los
elementos iluminados del paisaje urbano. Añadido a ello, se determina un modelo
perceptivo, relacionado esencialmente con las necesidades sociales, los hábitos
culturales y el desarrollo sostenible.

En la tercera y última etapa del Plan, se gestiona la ejecución de los proyectos de


iluminación para organizar la realización de cada intervención propuesta según un
calendario de obras, cuyo plazo depende directamente del presupuesto. Esta fase es
considerada de extrema importancia, porque se trata de la materialización de las ideas
establecidas en la propuesta original del Plan de Luz y también por los ajustes conforme
las normativas vigentes de seguridad y construcción.

Durante este último período, se deciden las cuestiones más prácticas sobre los equipos
de iluminación: la vida útil de los materiales, el índice de resistencia al vandalismo, la
periodicidad del mantenimiento, etc. Igualmente, se consideran los elementos del
equilibrio estético entre el alumbrado funcional y el monumental, anhelando un óptimo
resultado visual.

4. Ventajas y beneficios para el centro histórico de La Paz


Calidad de vida - En términos de visualización del espacio, el Plan de Iluminación- CUC
es un instrumento poderoso y eficaz para cubrir las necesidades de los usuarios en los
ámbitos de seguridad, comodidad y buen ambiente luminoso.

La seguridad es esencial para que el individuo no se sienta desprotegido en los espacios


urbanos, sea capaz de reconocer las personas, leer las indicaciones y detectar los
obstáculos. Por otro lado, la comodidad también es decisiva, porque permite una buena
legibilidad del entorno, posibilitando un fácil desplazamiento en los recorridos y la
realización de diferentes tareas en los espacios iluminados. Por último, la preocupación
con el ambiente luminoso se refiere a la calidad de la iluminación, una característica muy
valorada porque ayuda a crear una sensación de seguridad, favoreciendo también la
comodidad e influyendo en la percepción visual del espacio. Por lo tanto, el conjunto de
estos tres factores ofrece al individuo una mejor identificación del territorio,
proporcionando un aumento de la integración social y del progreso de sus actividades
urbanas. Así, el individuo tiene en su memoria las características y los detalles del
escenario urbano, lo que le dará más libertad para ajustar sus intereses particulares a una
mejor movilidad dentro de los límites del territorio. A largo plazo, esta ventaja hará que él
se sienta cómodo e identificado con el espacio, generando lazos afectivos, recuerdos y
memorias.

Equilibrio estético del paisaje: Otro atributo del Plan de Iluminación en la escala urbana
es su empleo como un instrumento organizador de jerarquías del paisaje nocturno, lo que
permite la gestión de diferentes niveles de protagonismo entre los componentes de la
ciudad, creando un ambiente peculiar con una imagen nocturna única. De este modo, se
proporcionan unas vistas panorámicas de la ciudad que luego pueden ser recordadas con
satisfacción por el individuo. Esta característica del paisaje nocturno es muy valorada
porque, en nuestros días, la globalización ha llevado muchas ciudades a tener una
apariencia similar, sin identidad, y donde no existe una gran diversidad de paisajes
urbanos. Esta imagen urbana organizada transmite más autenticidad, resaltando sus
particularidades y, sobre todo, comunicando rituales propios y el modo de vida típico de
cada lugar. Además, la asociación entre el paisaje urbano y los edificios emblemáticos
puede crear unos atributos favorables a la evolución y el fortalecimiento de una imagen
urbana expresiva. Donde estos monumentos pueden, con la ayuda de la iluminación, ser
resaltados y crear una imagen urbana fácilmente reconocible.
Desarrollo económico: Como se ha mencionado antes, una ciudad con una imagen
urbana fortalecida sirve como un potente reclamo para los inversores de capital y las
grandes industrias, que desean vincular sus productos y servicios a sitios atractivos y, de
este modo, alcanzar más prestigio captando también el interés de un mayor mercado de
consumidores. Por otro lado, la creación de una imagen urbana potente propuesta por el
Plan de Luz también se prolonga a áreas como el urbanismo, la planificación urbana, la
valoración del patrimonio histórico-cultural y la rehabilitación de antiguos barrios. Así, una
estrategia de iluminación de monumentos y edificios históricos puede proporcionar el
fortalecimiento de un marco cultural. Este proceso de valoración añade al objeto artístico
una mayor consideración social y, como consecuencia, un mayor activo económico. A
largo plazo, estas iniciativas pueden transformarse en modelos de negocio dentro de la
economía local y contribuir gradualmente con el proceso de vinculación de los ciudadanos
a estos lugares. Además, el aumento de la actividad turística fomenta indirectamente el
surgimiento de nuevas empresas y capta oportunidades de negocios como la promoción
de eventos, congresos, ferias, etc.

5. Problemas actuales y futuras tendencias

En resumen, el empleo del Plan de Iluminación demuestra que la utilización cuidadosa de


la iluminación en el ámbito de la ciudad puede alcanzar unos resultados sorprendentes.
No obstante, a pesar de estos progresos, aún persisten algunos problemas que necesitan
mejorar, entre ellos:

Ritmos y actividades urbanas: Como respuesta a una mejor integración entre el


ambiente urbano construido y sus usuarios, la iluminación puede convertirse en la clave
para la transformación de los espacios públicos a futuras demandas. De este modo, la
ciudad puede acompañar los distintos ritmos y actividades urbanas que cambian a lo largo
del día, algo que exige una herramienta versátil como la luz con la aptitud de proporcionar
unas características diferenciadas tanto en el aspecto, como en la percepción de los
usuarios acerca de los lugares. Añadido a ello, el desarrollo de una plataforma ciudadana
en el futuro permitirá, en el futuro, la viabilidad en la realización de experimentos urbanos
con la iluminación en los espacios públicos, cuyos resultados lograrán promover las
pautas de nuevos proyectos de Investigación y desarrollo.

Imagen urbana nocturna: La labor de fortalecimiento de la imagen urbana nocturna es


una tarea fundamental para la activación de la economía local a través del turismo, cuyo
desarrollo ayuda a muchos sectores, como la fabricación de productos y servicios.
También es un factor esencial para fomentar el prestigio y la influencia política de la
ciudad a nivel regional, nacional e, inclusive, internacional. Además de ser una estrategia
valiosa para promover la difusión de la cultura regional y las costumbres propias de cada
sitio, recuperando y manteniendo su pasado histórico-cultural y la memoria de sus
habitantes. Esta memoria colectiva debe ser estimulada en todos los niveles (barrios y
regiones metropolitanas), pero también comprende la memoria individual de los
ciudadanos que frecuentan estos espacios, sin distinción entre usuarios recientes o
antiguos.

Percepción del territorio: La preocupación relacionada con la percepción del territorio no


se limita solamente a la función de seguridad que tiene inicialmente la iluminación urbana.
Pero también involucra otros factores como la calidad de vida de los usuarios urbanos,
que ven limitadas sus actividades cotidianas debido a una iluminación insuficiente que
compromete su bienestar y no estimula la frecuentación de los espacios públicos. Por
esta razón, la luz debe ser empleada como un elemento estimulador para la comunicación
y la integración social, uniéndose con estrategias de creación de oportunidades.
Especialmente, en lo que se refiere a los colectivos desfavorecidos y excluidos
socialmente, como las personas con baja renta y los minusválidos. De este modo, las
futuras políticas urbanas deberán dirigirse hacia las dimensiones colectivas de la
sociedad, para fortalecer los vínculos entre individuos y mecanismos culturales, que son
capaces de crear un espacio comunitario y favorecer su participación social.

Contaminación lumínica: El problema de la contaminación lumínica no afecta sólo al


tema ecológico, por interferir en el ciclo biológico de varios animales e insectos
autóctonos, pero también abarca la reducción de la incidencia de luz en ciertas zonas
urbanas donde el exceso de iluminación se puede convertir en una característica muy
molesta e, incluso, intolerable. Esto ocurre, por ejemplo, en casos donde la ubicación de
algunos carteles luminosos, marquesinas y otros elementos comerciales en áreas
estrictamente residenciales incomodan los habitantes durante la noche. Estas
circunstancias pueden ser evitadas o restringidas con el empleo de una estudiada
reglamentación sobre la instalación del alumbrado, según las características de cada zona
urbana, limitando estos efectos y también el fenómeno de reflexión luminosa de la bóveda
celeste alrededor de la ciudad.
Ahorro energético: La gestión de la energía eléctrica es una cuestión que no afecta
exclusivamente a los recursos económicos, pero también al impacto medioambiental
causado por la contaminación lumínica. Por esta razón, la aplicación de nuevas
tecnologías como las luminarias eficientes, los sistemas de control y el seguimiento de
encendido y apagado del alumbrado, etc.; pueden ser alternativas posibles para el uso
racional de la luz. En dichos casos, la eficiencia de los equipos de iluminación se estima a
través de un conjunto de características como la potencia emitida por vatio de luz eléctrica
consumida, la reproducción de colores y la integración de las luminarias con el entorno
físico. Asimismo, también habría que considerar otros elementos adicionales como el
reciente surgimiento de la tecnología LED, la actual crisis económica mundial y la
aparición de empresas de servicios energéticos en el mercado. De este modo, uno de los
beneficios más inmediatos de una mejor gestión energética sería la disminución de los
costes de las administraciones locales con la puesta en marcha y el mantenimiento de la
iluminación ornamental, algo que, a largo plazo, deberá motivar un empleo más adecuado
de la luz.6 Dicho posicionamiento es conocido popularmente como la “economía verde” y
requiere la consideración de algunos factores importantes como el bienestar de las
personas, la calidad de vida y la ética pública. Por lo tanto, los consecuentes desafíos
estructurales y medioambientales involucrados en esta transformación necesitarán pasar
por un gran cambio en el comportamiento de usuarios, valores sociales y consciencia de
la población.

Finalmente, la compatibilidad entre el Plan de Iluminación CUC y las directrices generales


del plan urbanístico del territorio es una cuestión relacionada con un constante proceso de
evolución; por lo tanto, desde el punto de vista proyectual, la adopción de este documento
como regidor de la iluminación representa un perfeccionamiento del urbanismo según el
enfoque luminotécnico y, consecuentemente, la adaptación de ciertas metodologías e
instrumentos con la intención de alcanzar un equilibrio mutuo entre ambos.

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