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Español > Sus derechos humanos > DefensoresDH > La Declaración de los defensores
de los derechos humanos
La Declaración de los defensores de los derechos humanos En esta sección

La Declaración sobre los defensores de los derechos humanos en Introducción


varios idiomas
Mandato
Resolución A/RES/53/144 de la Asamblea General mediante la que
se aprueba la Declaración sobre los defensores de los derechos Métodos de
humanos trabajo

La Declaración sobre los defensores de los derechos humanos Búsqueda de


empezó a elaborarse en 1984 y fue aprobada por la Asamblea comunicaciones
General en 1998, con ocasión del quincuagésimo aniversario de la
Declaración Universal de Derechos Humanos. Los esfuerzos Presentación de
colectivos de numerosas ONG de derechos humanos y de las denuncias
delegaciones de algunos Estados contribuyeron a que el resultado
final fuera un texto coherente, muy útil y pragmático. Quizás lo más Informes anuales
importante es que la Declaración se dirige no sólo a los Estados y
los defensores de los derechos humanos sino a todos. Nos dice que Visitas a los países
todos tenemos una función que desempeñar como defensores de Mecanismos
esos derechos, y destaca la existencia de un movimiento mundial en regionales
el que todos estamos inmersos.
Documentos
1. Carácter jurídico
Contacto
La Declaración no es de por sí un instrumento vinculante
jurídicamente. No obstante, contiene una serie de principios y Artículos de
derechos que se basan en las normas de derechos humanos interés
consagradas en otros instrumentos internacionales que sí son
jurídicamente vinculantes por ejemplo, el Pacto Internacional de Enlaces externos
Derechos Civiles y Políticos. Además, la Asamblea General aprobó
por consenso la Declaración, que representa por consiguiente un Defensores
compromiso muy fuerte de los Estados tocante a su aplicación. Cada
vez hay más Estados que consideran la posibilidad de adoptar la Quiénes son los
Declaración como ley nacional de obligado cumplimiento. defensores de los
derechos humanos
2. Disposiciones de la Declaración
Problemas que
La Declaración estipula la necesidad de proporcionar apoyo y éstos han de
protección a los defensores de los derechos humanos en el contexto afrontar
de su labor. No establece nuevos derechos sino que articula los ya
existentes de manera que sea más fácil aplicarlos a la función y Declaración sobre
situación prácticas de los defensores. Por ejemplo, se presta atención los defensores de
al acceso a la financiación de sus organizaciones y a la reunión y el los derechos
intercambio de información sobre las normas de derechos humanos humanos
y su conculcación. En la Declaración se enuncian algunos deberes
concretos de los Estados y la responsabilidad de todos con respecto  
a la defensa de los derechos humanos, además de explicar su
relación con el derecho nacional. La mayoría de las disposiciones de
la Declaración se resumen en los párrafos que figuran a continuación
[1]. Es importante reiterar que la Declaración impone a los
defensores de los derechos humanos la obligación de llevar a cabo
actividades de carácter pacífico.

a) Derechos reconocidos a los defensores de los derechos


humanos y medidas de protección previstas

Los artículos 1, 5, 6, 7, 8, 9, 11, 12 y 13 de la Declaración contienen


disposiciones específicas para la protección de los defensores de los
derechos humanos, en particular el derecho:

 A procurar la protección y realización de los derechos


humanos en los planos nacional e internacional;
 A realizar una labor en favor de los derechos humanos
individualmente o en asociación con otros;
 A formar asociaciones y ONG;
 A reunirse o manifestarse pacíficamente;
 A recabar, obtener, recibir y poseer información sobre los
derechos humanos;
 A desarrollar y debatir ideas y principios nuevos
relacionados con los derechos humanos y a preconizar su
aceptación;
 A presentar a los órganos y organismos gubernamentales y
organizaciones que se ocupan de los asuntos públicos críticas
y propuestas para mejorar su funcionamiento y a llamar la
atención sobre cualquier aspecto de su labor que pueda
impedir la realización de los derechos humanos;
 A denunciar las políticas y acciones oficiales en relación con
los derechos humanos y a que se examinen esas denuncias;
 A ofrecer y prestar asistencia letrada profesional u otro
asesoramiento o asistencia pertinentes para defender los
derechos humanos;
 A asistir a las audiencias, los procedimientos y los juicios
públicos para formarse una opinión sobre el cumplimiento de
las normas nacionales y de las obligaciones internacionales
en materia de derechos humanos;
 A dirigirse sin trabas a las organizaciones no
gubernamentales e intergubernamentales y a comunicarse sin
trabas con ellas;
 A disponer de recursos eficaces;
 A ejercer legítimamente la ocupación o profesión de
defensor de los derechos humanos;
 A obtener protección eficaz de las leyes nacionales al
reaccionar u oponerse, por medios pacíficos, a actividades y
actos, con inclusión de las omisiones, imputables a los
Estados que causen violaciones de los derechos humanos;
 A solicitar, recibir y utilizar recursos con el objeto de
proteger los derechos humanos (incluida la recepción de
fondos del extranjero).

b) Deberes de los Estados

Los Estados tienen la responsabilidad de aplicar y respetar todas las


disposiciones de la Declaración. No obstante, en los artículos 2, 9,
12, 14 y 15 se hace especial referencia a la función de los Estados y
se indica que cada uno de ellos tiene la responsabilidad y el deber
de:

 Proteger, promover y hacer efectivos todos los derechos


humanos;
 Garantizar que toda persona sometida a su jurisdicción pueda
disfrutar en la práctica de todos los derechos y libertades
sociales, económicos, políticos y de otra índole;
 Adoptar las medidas legislativas, administrativas y de otra
índole que sean necesarias para asegurar la aplicación
efectiva de los derechos y las libertades;
 Proporcionar recursos eficaces a las personas que denuncien
haber sido víctimas de una violación de los derechos
humanos;
 Realizar una investigación rápida e imparcial sobre las
presuntas violaciones de derechos humanos;
 Adoptar todas las medidas necesarias para garantizar la
protección de toda persona frente a toda violencia, amenaza,
represalia, discriminación negativa, presión o cualquier otra
acción arbitraria resultante del ejercicio legítimo de los
derechos mencionados en la Declaración;
 Promover la comprensión pública de los derechos civiles,
políticos, económicos, sociales y culturales;
 Garantizar y apoyar la creación y el desarrollo de
instituciones nacionales independientes encargadas de
promover y proteger los derechos humanos; por ejemplo,
mediadores o comisiones de derechos humanos;
 Promover y facilitar la enseñanza de los derechos humanos
en todos los niveles de la educación y la formación
profesional oficial.

c) Responsabilidades de todas las personas

La Declaración destaca que toda persona tiene deberes respecto de la


comunidad y dentro de ella y alienta a todos a ser defensores de los
derechos humanos. En los artículos 10, 11 y 18 se enuncian las
responsabilidades de todas las personas en lo que respecta a
fomentar los derechos humanos, salvaguardar la democracia y sus
instituciones y no violar los derechos humanos ajenos. El artículo 11
se refiere en especial a las responsabilidades de las personas que
ejercen profesiones que puedan afectar a los derechos humanos de
otras personas, lo que es especialmente pertinente para los
funcionarios de policía, los abogados, los jueces, etc.

d) Función del derecho interno

En los artículos 3 y 4 se indica la relación que existe entre la


Declaración y el derecho interno y el derecho internacional con
miras a garantizar la aplicación de las normas jurídicas de derechos
humanos del más alto rango posible.
_/

[1] En el informe del Secretario General a la Comisión de Derechos


Humanos en su 56.º período de sesiones, celebrado en 2000
(E/CN.4/2000/95), figura un comentario más pormenorizado sobre
la Declaración. El informe contiene también propuestas relativas a
su aplicación.

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Comentario a la Declaración sobre el


derecho y deber de las defensoras y
defensores de los derechos humanos
31 julio, 2011
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Extracto
PDF 1.57 MB

Presentación:

Las defensoras y los defensores de derechos humanos son personas que actúan de manera
pacífica en la promoción y protección de los derechos humanos; impulsando el desarrollo,
la lucha contra la pobreza, realizando acciones humanitarias, fomentando la reconstrucción
de la paz y la justicia, y promoviendo derechos civiles, políticos, económicos, sociales,
culturales y ambientales. El papel que juegan las defensoras y los defensores de derechos
humanos es central para visibilizar situaciones de injusticia social, combatir la impunidad y
dar vida a los procesos democráticos.

A pesar de la labor fundamental que realizan a favor de la sociedad, en algunas ocasiones


sus actividades han implicado un riesgo. En muchos países las personas y las
organizaciones dedicadas a promover y defender los derechos humanos y las libertades
fundamentales a menudo están expuestas a amenazas y acoso y padecen inseguridad como
resultado de esas actividades, incluso mediante restricciones de la libertad de asociación o
expresión o del derecho de reunión pacífica, o abusos en los procedimientos civiles o
penales. Estas amenazas y acoso repercuten negativamente en su labor y su seguridad.

En el seno de las Naciones Unidas se ha reconocido la legitimidad y el papel decisivo que


desempeñan las y los defensores de los derechos humanos y la necesidad de realizar
esfuerzos especiales para protegerlos. Estos esfuerzos se concretaron en definir la “defensa”
de los derechos humanos como un derecho en sí mismo y reconocer a las personas que
trabajan a favor de esos derechos como “defensoras y defensores de los derechos
humanos”.

El 9 de diciembre de 1998, en virtud de su resolución 53/144, la Asamblea General de las


Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los
grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades
fundamentales universalmente reconocidos (conocida como “Declaración sobre los
defensores de los derechos humanos”). En abril del año 2000, la Comisión de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas pidió al Secretario General que nombrase un
Representante Especial sobre la cuestión de los defensores de los derechos humanos a fin
de vigilar y apoyar la aplicación de la Declaración.

La Declaración reafirma derechos de los defensores y las defensoras ya existentes en otros


instrumentos universales y regionales de derechos humanos y reitera el derecho de toda
persona, individual o colectivamente, a una protección eficaz de las leyes nacionales al
reaccionar u oponerse, por medios pacíficos, a actividades, actos u omisiones, imputables a
los Estados o a terceros y que causen violaciones de los derechos humanos y las libertades
fundamentales.

Sin embargo, como lo afirma la Relatora Especial sobre la situación de los defensores de
derechos humanos, la Sra. Margaret Sekaggya, “la Declaración no es un instrumento
suficientemente conocido por los principales responsables de aplicarla, es decir, los
gobiernos, ni por los titulares de los derechos recogidos en ella, es decir, los defensores de
los derechos humanos”2. Es por consiguiente de vital importancia que sus protagonistas –
Estados, defensores y defensoras de derechos humanos- se adueñen de sus contenidos y, de
esta forma, se provea a la Declaración de una aplicación constante.

Esta publicación es la traducción de un texto elaborado en inglés por la Relatora Especial


en julio de 2011, mediante el cual se analizan los diferentes aspectos del derecho a defender
los derechos humanos. El documento desarrolla los derechos contenidos en la Declaración,
incluye su respectivo marco jurídico, así como el alcance y las medidas necesarias para
garantizar su efectiva aplicación. Igualmente contiene un análisis de las violaciones
observadas, señala las mejores prácticas y abre rutas a partir de la formulación de
recomendaciones puntuales.

Como un ejemplo de coordinación y sinergia regional, la publicación en español se ha


realizado conjuntamente por las Oficinas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos de Colombia, Guatemala y México. El común interés en
fomentar la importante labor de quienes defienden los derechos humanos y visibilizar el
mandato de la Relatora Especial sobre la situación de los defensores de derechos humanos,
no es casual.

Las respectivas Relatoras Especiales, Hina Jilani y Margaret Sekaggya, han realizado
visitas a Brasil (2005), Colombia (2001 y 2009), Guatemala (2002 y 2008) y Honduras
(2012). Al término de estas misiones, las Relatoras expresaron su preocupación sobre la
situación de los y las defensores en los respectivos países y la falta de espacios propicios
para el desarrollo de sus actividades. En este contexto, formularon recomendaciones
específicas para los mismos. Aunque los Estados han adoptado ciertas medidas para
mejorar las condiciones de los defensores y las defensoras de derechos humanos, los
ataques en su contra y la impunidad en los mismos, siguen siendo frecuentes.

En Colombia, Guatemala y México, las Oficinas del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos siguen observando agresiones como hostigamientos,
intimidaciones, amenazas, judicializaciones indebidas y homicidios de defensores y
defensoras de derechos humanos. En este contexto, el deber de los Estados de proteger a los
defensores y defensoras es una responsabilidad ineludible. Dicha protección debe ser
concebida en un sentido integral y, en tanto política de Estado, debe incluir mucho más que
medidas físicas de resguardo en reacción a amenazas particulares. La protección integral
implica una respuesta coordinada por las diferentes entidades del Estado y requiere que se
investiguen cabalmente las fuentes de las agresiones, se sancione a los responsables, se
repare a las víctimas y se implementen medidas de no repetición que erradiquen las
medidas estructurales que auspician el riesgo que enfrentan las y los defensores.

Esta publicación es una contribución importante para aumentar la comprensión del


contenido, los límites de los derechos y las obligaciones que se derivan de la Declaración.
El documento está dirigido a asistir a los y las defensores de derechos humanos en crear
condiciones propicias para realizar su importante labor, a apoyar a los gobiernos en la
implementación de la Declaración, a contribuir con las instituciones nacionales de derechos
humanos en su rol de monitoreo y evaluación, y a favorecer la conciencia social y el
compromiso público.

A través de este documento, esperamos firmemente estar apoyando el cumplimiento de lo


establecido por la Declaración, en el sentido de promover su conocimiento, su respeto y
plena aplicación.

Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Todd Howland
Representante en Colombia

Alberto Brunori
Representante en Guatemala

Javier Hernández Valencia


Representante en México

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Teléfono: (56 2) 2210-2970

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