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Es la segunda lengua del mundo por el número de hablantes nativos, es decir, lengua
materna tras el chino, y la cuarta lengua en hablantes tras el chino, inglés e
hindi:4142434445 con 442 millones de hablantes nativos, aproximadamente46 y lo
hablan como primera y segunda lengua con dominio nativo 483 millones de personas,
alcanzando los 580 millones si se incluyen los hablantes con competencia limitada.2
De modo que puede ser considerada la tercera lengua del mundo por el total de
hablantes tras el mandarín y el inglés,47484950 con cerca de 23 millones de
estudiantes,2 y la tercera en comunicación internacional tras el inglés y
francés.51 El español posee la tercera población alfabetizada del mundo (un 5,47 %
del total), siendo la tercera lengua más utilizada para la producción de
información en los medios de comunicación,52 y también la tercera lengua con más
usuarios de Internet, después del chino y el inglés, con 256 millones de usuarios
aproximadamente, lo que representa el 7,6 % del total.53La lengua es hablada
principalmente en España12 e Hispanoamérica; además quedan muy pocos hablantes en
Filipinas,545556 y es oficial en Guinea Ecuatorial aunque solo es la lengua materna
de una pequeña parte de la población145758 y en el estado con reconocimiento
limitado de Sahara Occidental.59 La hablan también hispanohablantes residentes en
otros países, como por ejemplo en Estados Unidos, donde hay más de 40 millones de
hablantes de español. Solo una pequeña parte de las familias hispanohablantes de
EE. UU. son descendientes de los habitantes españoles e indígenas de la época
colonial española.
Etimología
Según la Real Academia Española (RAE), la palabra español procede del provenzal
espaignol, y este del latín medieval Hispaniolus, que significa «de Hispania»
(España).72
Otra hipótesis sostiene que español procede del occitano espaignon.74 Menéndez
Pidal ofrece otra explicación etimológica: el clásico hispanus o hispánicus tomó en
latín vulgar el sufijo -one (como en borgoñón, bretón, frisón, lapón, sajón, etc.)
y de *hispanione se pasó en castellano antiguo a españón, «luego disimilando las
dos nasales se llegó a español, con la terminación -ol, que no se usa para
significar naciones».75
Determinados autores han mostrado su preferencia por uno u otro término, como el
lingüista venezolano Andrés Bello, que titulaba su principal obra Gramática de la
lengua castellana, o el valenciano Gregorio Mayans, que escribía, en 1737, en su
libro Orígenes de la lengua española lo siguiente:
Por «lengua española» entiendo aquella lengua que solemos hablar todos los
españoles cuando queremos ser entendidos perfectamente unos de otros.79
Por otra parte, la Constitución española de 1978, en su artículo tercero, utiliza
la denominación específica de «castellano» para la lengua, diferenciándola de las
otras «lenguas españolas» también existentes, tales como el euskera, el aragonés,
el catalán o valenciano, el leonés o bable, el gallego o el aranés.
Mapa del uso de las palabras «castellano» y «español» para referirse al nombre del
idioma.
Actualmente la RAE prefiere el uso del término «español» en lugar del término
«castellano», a pesar de considerar válidos ambos para referirse al nombre oficial
del idioma; aunque también considera al castellano un dialecto del español que se
habla en la región española de Castilla. No obstante, debe mencionarse que, cuando
la RAE se funda en 1713, tomando como modelo a las academias francesa e italiana,
se marcó como objetivo esencial la elaboración de un diccionario de la lengua
castellana, «el más copioso que pudiera hacerse». Ese propósito se hizo realidad
con la publicación del Diccionario de autoridades, editado en seis volúmenes, entre
1726 y 1739.80
Se estima que a mediados del siglo XVI el 80 % de los españoles hablaba español.92
En esa época ya había comenzado el reajuste consonántico, que significó la
reducción del sistema fonémico al pasar, por la pérdida del rasgo de sonoridad, de
seis consonantes sibilantes a solo dos o tres según la variedad.
El idioma español siempre tuvo numerosas variantes que, si bien respetan el tronco
principal latino, tienen diferencias de pronunciación y vocabulario, como sucede
con cualquier otra lengua. A esto hay que agregar el contacto con los idiomas de
las poblaciones nativas, como el aimara, chibcha, guaraní, mapudungun, maya,
náhuatl, quechua, taíno y tagalo, entre otros, que hicieron también contribuciones
al léxico del idioma, no solo en sus zonas de influencia, sino en algunos casos en
el léxico global.
Distribución geográfica
América
Hispanoamérica
La mayoría de los hablantes del español se encuentran en Hispanoamérica,
conformando unos 375 millones de personas.
México es el país con el mayor número de hablantes (casi una cuarta parte del total
de hispanohablantes del mundo), aunque no es la única lengua oficial del estado, ya
que desde 2003, México reconoció como idiomas nacionales también a las lenguas
indígenas.96
Buenos Aires, capital de Argentina, el país hispanohablante más grande del mundo
por extensión territorial.
Con una u otra denominación, es una de las lenguas oficiales de Bolivia,97
Colombia,98 Costa Rica,99 Cuba,100 Ecuador,101 El Salvador, Guatemala,102
Honduras,103 Nicaragua,104 Panamá,105 Paraguay,106 Perú107, República Dominicana108
y Venezuela.109 No tiene reconocimiento de lengua oficial en otros países
americanos donde es lengua hablada y mayoritaria, como es el caso de Argentina,
Chile, México y Uruguay.110 En Puerto Rico, la Constitución de 1952 establece el
español junto al inglés como idiomas oficiales.111 En septiembre de 2015, se
presentó el Proyecto del Senado 1177 para establecer la utilización del español en
primer lugar en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial del Estado Libre
Asociado de Puerto Rico.112
Estados Unidos es el segundo país, tras Israel, con mayor número de hablantes de
judeoespañol o ladino. Concretamente se estima que hay unas 300.000120 personas que
lo hablan. El seguimiento y contabilización de las comunidades sefardíes tanto en
Estados Unidos121 como en el resto del mundo ha mejorado notablemente tras la ley
española del año 2015 que permite a los sefardíes, que cumplan una serie de
requisitos,122 solicitar la nacionalidad española.