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¡Que gusto estar con ustedes para comenzar un

nuevo año y revisar juntos una nueva entrega de


la lección de Escuela Sabática! Como ya saben,
entramos en el interesante tema profético y
nada menos que con el escrito bíblico más
emblemático para nuestra iglesia: el libro de
Daniel.

LECCIÓN 1: El surgimiento del remanente del tiempo de fin


estaba circunscrito proféticamente a la apertura
DE LEER A ENTENDER. del libro de Daniel. Esta primera lección pone
Edición para Maestros de la Guía de Estudio de la Biblia
las bases para el estudio del trimestre. ¿Estás
listo para esta extraordinaria aventura profética?
Pues entonces, COMENCEMOS.

EL SÁBADO ENSEÑARÉ de la primera lección está en la


El página 12. Tanto la edición de adultos como el Material
Auxiliar para los Maestros fueron escritos por el doctor Elías

Sábado Brasil de Souza, director del Instituto de investigación Bíblica


de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día;
él es doctor en Exégesis y Teología del Antiguo Testamento de
la Universidad de Andrews.

Tengo que decir que la correspondencia entre la lección de adultos y el folleto de


maestros es sencillamente perfecta. Sin más preámbulos, iniciemos con la primera sección
de nuestro estudio.

Para asegurarnos que el inicio de todo repaso sea exitoso,


MOTIVA debemos tener un segmento introductorio en el que no
debemos demorarnos más del tiempo recomendado (UN
[1 Minutos] minuto). Solo tienes que mostrar a tus alumnos una cosa en
la que les contribuirá esta. Podrías decirles esto:

“¿Te gustaría tener las claves para comprender los libros


proféticos de la Biblia? Pues el repaso de hoy te permitirá obtener las herramientas
principales para que pases de leerlos a entenderlos.

Sin duda, en la parte anterior dejaste a tus alumnos con la


EXPLORA sensación de que el repaso va a ser revelador, así que asegúrate
[15 Minutos] de no chasquearlos. Con la excepción de la lección número 8,
todos los comentarios del Material para Maestros destacan 2 o 3
puntos nada más, y eso nos va a facilitar increíblemente esta
parte cada semana. Miremos los aspectos clave de esta lección para que los comuniques a tu
clase:

1. CRISTO: EL CENTRO DE LA PROFECÍA. Cuando uno lee textos como Juan 5:39:
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida
eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” generalmente ponemos el énfasis en
la primera parte del texto, pero el Señor dijo esto con el objetivo de resaltar la última
frase.

Invita a leer en clase Lucas 24:27, el relato de la aparición de Cristo resucitado a ciertos
discípulos en el camino a Emaús, y pregunta: según el mismo Señor, ¿de quién hablan
todas las Escrituras? La clase va a ser acertada en su respuesta.

Como nuestra intención no es hacer una exégesis a estos versículos, sencillamente


concluye enfatizando el hecho de que la Biblia entera tiene como propósito mostrar a
Cristo, y esto es aplicable también al libro de Daniel; por lo tanto, si se quiere
entender correctamente la literatura profética es imprescindible ver al Señor como el
centro de ella.

Una excelente actividad (si no toma más de 3 minutos), sería repasar con la clase lo
que la lección del lunes contiene, mostrando cómo se revela al Salvador en cada
capítulo de este maravilloso libro.

2. LA LITERATURA APOCALÍPTICA. Un segundo punto que merece la atención es


clarificar los tipos o géneros de literatura profética. Recuerda que nuestro repaso
prometió dar las herramientas para entender los libros proféticos, por lo tanto,
explicar este aspecto es fundamental.

La Biblia contiene muchos géneros literarios: historia, narrativa, poesía, cartas,


cronología, literatura sapiencial, legal y profética, entre otros. Pues muchos de estos
tipos de literatura contienen subdivisiones, y esto precisamente sucede con la de
índole profético. Existen dos tipos: la profecía clásica y la profecía apocalíptica, y la
clase se beneficiaría enormemente distinguiendo entre ambas.

La literatura profética clásica, que es la que encontramos en libros, como Isaías y


Jeremías, se concentra en mostrar el plan de Dios para Israel como nación dentro de
los límites regionales del pacto, mientras que la literatura profética apocalíptica
muestra a Dios controlando toda la historia humana hasta llevarla al tiempo del fin en
el que establecerá definitivamente su reino. Ahora instruye sobre las siguientes
características de la literatura profética apocalíptica:

a. Cumplimiento único. Mientras que la profecía clásica es condicional la


literatura profética apocalíptica es incondicional, por ejemplo: el profeta Jonás
declaró que Nínive sería destruida en 40 días, sin embargo, los ninivitas se
arrepintieron y el Señor decidió perdonarlos. Israel había sido escogida como la
nación del pacto que esparciría el conocimiento del Dios verdadero y su templo
sería “casa de oración para todos los pueblos” (Isaías 56:7), pero debido a su
rechazo del Mesías, el Señor Jesús les dijo “vuestra casa os es dejada desierta”
(Mateo 23:38).

Por otro lado, la literatura apocalíptica se cumple sin condiciones. Por ejemplo:
vendrían 4 imperios mundiales y finalmente Dios establecerá el reino eterno,
esto no es condicional. Otro ejemplo es que después de los 2300 años que
inician después de darse la orden para iniciar la reconstrucción de Jerusalén
vendrá el día para la “purificación del santuario” celestial que equivale al juicio
previo al advenimiento, esto no se condiciona a nada. Un ejemplo final es que
Cristo vendrá en persona a rescatar a su pueblo que ha sido perseguido a lo
largo de la historia, esto se cumplirá sin condición alguna.

b. Recapitulación. Esta es una segunda característica de la profecía apocalíptica.


Consiste en la presentación de un asunto bajo una perspectiva que más
adelante se repite y se expande, presentándose bajo otra perspectiva. Esto se
clarifica en Daniel 2 que muestra los 4 imperios mundiales y el reino de Dios,
claramente bajo una perspectiva histórica, mientras que Daniel 7 retoma esos
mismos imperios bajo una perspectiva política, añadiendo más detalles. Lo
mismo ocurre con Daniel 8 y 9 que vuelve a tomar el asunto y lo amplía desde
una perspectiva religiosa (y hasta matemática).

c. Principio de día por año. La profecía apocalíptica se caracteriza además por un


elemento de comprensión del tiempo en el que a un día se lo hace equivalente
a un año. Esto está basado en principalmente en Números 14:34 y Ezequiel
4:5,6, sin embargo, en la Biblia la correspondencia entre la expresión día y año
es frecuente. Invita a tu clase a verificar esto leyendo los siguientes textos:
Génesis 5:4,8; 6:3; 2 Samuel 2:11 y Job 10:5.

3. HISTORICISMO: EL MÉTODO QUE ENCAJA. Ya hemos visto dos claves para


entender los libros proféticos: buscar a Cristo en el centro de ellos y comprender la
diferencia entre la literatura profética apocalíptica y la clásica. La última es utilizar el
método de interpretación adecuado.

Hay varios caminos para interpretar los escritos apocalípticos, el futurismo que dice
que todo se cumplirá en el futuro, el preterismo que argumenta que ya todo se
cumplió en el pasado, el idealismo que le da explicaciones sin base en el tiempo y el
historicismo que declara que todo comenzó a cumplirse en el tiempo del profeta y
que continúa cumpliéndose a lo largo de la historia hasta llegar al establecimiento del
reino de Dios en la tierra.

Este último es el método que encaja perfectamente y sin defectos con la literatura
profética apocalíptica, y las siguientes son razones convincentes para hacer esta
declaración:
a. La Biblia lo sugiere: Daniel 2, 7 y 8 al 9 hacen exactamente eso: presentan
profecías que comienzan a cumplirse en el tiempo de Daniel y avanzan
históricamente hasta terminar con el establecimiento del reino de Dios en la
tierra.

b. Los largos bloques de tiempo: debido a que los periodos que tratan son tan
prolongados (1260, 2300 y 490 años), el único método que se ajusta es el
historicista.

c. Jesús lo sugirió: Cuando Jesús hace mención de la “abominación desoladora de


la que habló el profeta Daniel” en Mateo 24:15 y la aplica a la destrucción de
Jerusalén en el primer siglo y la respectiva huida de sus seguidores, está
utilizando una comprensión historicista de las profecías de Daniel.

d. Su utilización histórica: tanto los padres de la iglesia como los reformadores


utilizaron este método para entender los escritos proféticos, hasta que Agustín
cambió esta perspectiva.

e. No deja vacíos: aplicar el método historicista es la única manera de ver a Dios


obrando a través de la historia sin dejar ningún tipo de vacíos.

Después de mencionar estas claves para la interpretación


APLICA profética, necesitamos abrir la oportunidad de participación
de la clase, y para esto, está el segmento de aplicación. Trata
[12 Minutos] de hacer tres preguntas que les permita a ellos encontrar
soluciones o dar aportes personales. Mira los siguientes
ejemplos de este tipo de preguntas:
1. ¿Por qué es tan importante que Cristo sea visto como el centro de la profecía?
2. Entre todos saquen tres ejemplos bíblicos de profecías clásicas y dos de profecías
apocalípticas. Ejemplo: el exilio de 70 años a Babilonia de Jeremías 29:10.
3. El hecho de que muchas profecías abarquen cientos de años y hasta milenios, ¿qué nos
debiera enseñar sobre la paciencia de Dios y la nuestra?

Termina el repaso dejando la tarea. Invita a tus alumnos que


CREA estén familiarizados con las redes sociales a que coloquen en
su estado, perfil o muro una declaración a que estamos
[2 Minutos] estudiando el libro de Daniel.

Cambiamos de trimestre y de tema de la lección, pero lo que


CONCLUSIÓ no dejamos de recomendar es que la conclusión debe ser
N
[Sencilla y
SENCILLA Y ELEGANTE. Diles algo así: “Para entender el libro de Daniel hay que tener
las claves para comprender la profecía apocalíptica”.

AQUÍ ENTRE NOS


“PENSANDO EN LOS MAESTROS
DE ESCUELA SABÁTICA”

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