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TEMA 2. APRENDIZAJE PREASOCIATIVO.

En este tema nos ocuparemos de los cambios cuantitativos que experimentan los
reflejos, cuando se repiten los estímulos desencadenantes (EDs): aprendizaje
preasociativo.
Se trata de reacciones desencadenadas automáticamente por algún evento
ambiental, sin necesidad de que intervengan procesos asociativos o aprendizaje
previo, se habla de “conducta provocada”. Pueden sufrir cambios con la
experiencia.
Aprendemos a modificar la intensidad de la respuesta (modificaciones
cuantitativas), tenemos la respuesta, por eso es preasociativo. Es dicha respuesta
que se desencadena a través de la experiencia vamos a aprender a modificarla en

.
intensidad. Son desencadenadas por estímulos reflejos.
REFLEJOS
Unidad de conducta innata más simple. Conductas innatas modificadas por el
condicionamiento.
Consiste en reacciones automáticamente disparadas, sin necesidad de
entrenamiento previo, por elementos ambientales específicos: los “estímulos
desencadenantes”.
Constituyen ajustes comportamentales rápidos, de naturaleza adaptativa. En los
humanos recién nacidos los reflejos constituyen una parte muy importante de su
repertorio conductual (reflejo palmar, de succión, etc.)
Los etólogos han puesto de manifiesto la existencia en animales de reflejos más
complejos: pautas fijas de acción; integradas por secuencias estereotipadas de
respuestas, como los rituales de cortejo.
Desde el punto de vista neurológico, en los reflejos de los vertebrados suelen
intervenir tres tipos de neuronas como mínimos:
- Neuronas aferentes o sensitivas: transmiten el mensaje sensorial al sistema
nervioso central.
- Neuronas motoras o eferentes: transmiten los impulsos para la ejecución
de la reacción.
- Interneuronas: conectan entre sí las dos anteriores.
Estos tres elementos constituyen el arco reflejo, que, al estar integrado por células
sensorio- motoras específicas, hace que las distintas reacciones reflejas únicamente
sean desencadenadas por un conjunto limitado de estímulos. Además de los tres
tipos de neuronas mencionados, otras estructuras nerviosas que transmiten los
mensajes aferentes al cerebro pueden modular la reacción.
Descartes suponía que los reflejos “reflejan” directamente los estímulos
desencadenantes, son proporcionales al vigor de la intensidad de sus
desencadenantes y no varían de una ocasión a otra. Pero esto no es así, los reflejos
SÍ varían.
El hecho de que los reflejos sean innatos no quiere decir que no puedan cambiar
con la experiencia. Uno de los hechos más llamativos de la conducta es su
plasticidad. Prácticamente todos los organismos vivos están dotados de
mecanismos que hacen que sus reacciones

reflejas cambien en algún sentido cuando se encuentran persistentemente con los


estímulos que los desencadenan. Se tratas de procesos de habituación y
sensibilización.
APRENDIZAJE PREASOCIATIVO
El cambio en la respuesta no implica el desarrollo de ninguna asociación o
aprendizaje nuevo. Se trata sólo de modificaciones en la intensidad de la reacción
refleja, que se reduce en unos casos (habituación) y se agudiza en otros
(sensibilización).
- ¿Qué se aprende? ¿Qué se modifica? Se modifican conductas que se
desencadenan automáticamente ante la presencia de un estímulo, a raíz de la
repetición (= conducta provocada). Modifico la respuesta automática, refleja.
- ¿Se puede modificar una reacción innata? Sí. ¿Cómo se logra? Con la exposición
repetida del estímulo.
CAMBIOS EN LOS REFLEJOS
La repetición del ED unas veces reduce (habituación) y otras incrementa
(sensibilización) de la respuesta refleja.
- Habituación: Reducción progresiva de una reacción refleja cuando se repite la
presencia del estímulo desencadenante. Se aprende a no responder. Forma más
elemental de aprendizaje, se produce ante la presencia reiterada de estímulos que
no resultan dañinos. La respuesta tiende a atenuarse de forma progresiva. La
introducción de otros estímulos intensos y novedosos durante el proceso de
habituación a un desencadenante suele dar lugar a la recuperación parcial de la
respuesta habituada ante este evento (deshabituación).
- Sensibilización: Respuesta incrementada. Agudización de una reacción refleja
ante la presencia reiterada (re-exposición) de un elemento potencialmente nocivo.
Estas respuestas son adaptativas y existen en todos los individuos. Existen patologías
relacionadas con estos conceptos y se producen respuestas desadaptativas.
Ambos son cambios meramente cuantitativos: no conllevan asociaciones nuevas.
Son formas muy elementales de aprendizaje. Base neurológica en donde tenemos
una neurona que recibe y otra que remite.
EJEMPLO
Madre con primer hijo.
- Estímulo desencadenante: una señora que tira de la mano del niño. Estímulo
desencadenante en la cuidadora.
- Respuesta: Llanto de la madre que tira del niño hacia ella. Respuesta en la madre.
- ¿Qué esperamos que pase con la repetición del ED? Que con la repetición la
mamá se habitúe, porque se bajará la intensidad de esa respuesta refleja.
- ¿Qué pasa si no consigue habituarse? La mujer no se adapta a las demandas del
entorno. Entonces debemos proporcionarle ayuda.
- Depende de la experiencia previa acumulada.
NOS DEBEMOS HABITUAR A ESTÍMULOS QUE NO SON DAÑINOS NI SUPONEN UNA
AMENAZA.

HABITUACIÓN
Se aprende a no responder. Se produce ante la presencia reiterada de estímulos
que no resultan dañinos. La respuesta tiende a atenuarse de forma progresiva.
Si tenemos un estímulo que es persistente y repetitivo, que no es dañino, nos habituamos a él.
- Experimento Ornith y Guthrie (1989): se propone un grupo de universitarios
en el que te llevan a una sala y te ponen a ver una película. Te enganchan
un pinganillo y de vez en cuando te dan un ruido blanco. La respuesta a ese
estímulo (de parpadeo) se va modificando con las sesiones. El primer día
tenemos una reacción con una intensidad alta, pero va bajando en
intensidad en el mismo día. La respuesta de sobresalto disminuye en el día y
a través de los días. Se observa la recuperación de la respuesta, lo que
produce la restauración de la respuesta tras un periodo de tiempo sin
estimulación.
¿Qué pasaría si, una vez habituado un individuo a un determinado tono se le
administra otro tono? ¿Volvería a responder? Características de la habituación:
- Especificidad: desarrollada habituación a un estímulo, la atenuación de la
responsividad resulta específica solo para ese elemento u otros muy
similares.
- Generalización: emisión de una respuesta aprendida ante estímulos
parecidos a los presentes durante el desarrollo del aprendizaje.
La habituación, por tanto, no es la adaptación sensorial de los receptores, sino un
proceso de aprendizaje. No puede ser una adaptación sensorial porque el estímulo
enciende la neurona de entrada, por lo que no es el receptor el que no se adapta,
la información llega, pero no se adapta. Por un proceso de aprendizaje el sujeto
aprende a no pasarla por el receptor, sino que se adapta la neurona eferente. El
receptor se enciende con la misma intensidad, es el efector el que modifica su
intensidad. Parámetro importante de los elementos desencadenantes de
reacciones reflejas es su intensidad: cuanto más débil es un desencadenante, más
rápidamente disminuye la respuesta que provoca, es decir, más fácilmente se
habitúa.
APRENDEMOS A NO RESPONDER A TRAVÉS DE LA REPETICIÓN DE LOS ESTÍMULOS.
SENSIBILIZACIÓN.
Si estamos activados, el mismo estímulo provocador. No es tan específica y
restringida como la habituación en cuanto a los estímulos que la desencadenan. Se
caracteriza por la agudización de la reacción refleja ante una amplia variedad de
elementos, y no sólo ante el desencadenante original.
Pseudocondicionamiento: se puede manifestar como un incremento de esa
reacción ante otros estímulos diferentes a su desencadenante original. Los
estímulos nunca se dieron juntos, parece un condicionamiento clásico y no lo es, ya
que no se han emparejado ambos estímulos y, por lo tanto, no han podido
asociarse.
Un estímulo que ordinariamente produce habituación puede dar lugar a
sensibilización en individuos que padecen trauma o están excitados. ¿Habituación
o sensibilización? Depende de los atributos de la estimulación y del estado de los
individuos. Cuando un estímulo no es dañino nos habituamos, pero podemos
sensibilizarnos porque el nivel previo de intensidad es alto. También es verdad que
ante estímulos que inicialmente generan sensibilización finalmente suele acabar
apareciendo habituación si se repiten muchas veces seguidas.
La sensibilización normalmente requiere de menos exposiciones. Además, la
sensibilización es más abierta.

PATRÓN ESTÁNDAR DE LA DINÁMICA AFECTIVA (PEDA)

Hay eventos que provocan reacciones complejas. Muchas respuestas emocionales


no sólo tienden a mostrar un patrón dinámico bastante característico y similar
entre sí, sino que también suelen evolucionar de forma parecida cuando se repite
su desencadenante.

¿Qué sucede cuando se repite la emoción, una situación que desencadena


reacciones emocionales?

Salomon y Corbit. Patrón estándar de la dinámica afectiva (PEDA): vemos que la aparición de
un estímulo afectivamente potente suscita un estado emocional conocido como
reacción afectiva primaria, que rápidamente alcanza su nivel más alto. A este pico
máximo le sigue una
fase de adaptación, en la que el estado emocional se va suavizando, hasta alcanzar
un nivel más o menos estable. Cuando cesa el estímulo el estado emocional original
se transforma rápidamente en el sentimiento contrario, lo que se experimenta
cuando desaparecen los efectos directos del desencadenante emocional inicial.
La cosa cambia al tornarse rutinarios. Cuando la experiencia del objeto es muy
extensa, se producirá una ligera satisfacción, mientras que cuando se pierde, se
produce malestar y frustraciones mayores debido a que estábamos acostumbrados
a disponer de dicho objeto.

TEORÍA DE LOS PROCESOS OPONENTES (PO)


Intentan explicar tanto el patrón característico de las reacciones emocionales
(PEDA) como su evolución con las activaciones sucesivas (cuando se repite)
mediante una teoría de proceso- dual orientado a mantener el equilibrio en el
sistema. Parten de la idea de que en los organismos existe inclinación natural a
mantener sus parámetros biopsicológicos dentro de márgenes aceptables:
tendencia a la homeostasis.

Parte de una premisa de Arousal: el nivel de activación va variando en función de la


estimulación que me rodea, mi organismo tiende a mantener el equilibrio. Este
nivel debe estar en un punto medio (homeostasis).

Los niños con hiperactividad tienen un nivel arousal alto, por lo que son tratados
con medicamentos depresivos. Tienen un nivel de activación muy bajo, su
organismo pone en marcha muchas conductas encaminadas a obtener
estimulación, para subir el nivel de activación a un nivel medio.

Todo proceso que rompa la homeostasis por lo general va a encontrar un proceso


oponente encaminado a contrarrestarlo. Cuando una fuerza externa rompe la
homeostasis, el organismo pone en marcha un proceso compensatorio. El estado
resultante depende de la correlación de ambas fuerzas.

Cuando algo rompe el equilibrio, el organismo intenta compensarlo. El estado


resultante, la emoción, es lo que desencadena el estímulo menos lo que mi
organismo está contrarrestando.
Las situaciones emotivas que rompen el equilibrio del sistema a través de diversas
operaciones orgánicas se denominan PROCESO A. En tales circunstancias el
dispositivo neurológico de los organismos tiende a poner en marcha las
correspondientes operaciones compensatorias: PROCESO B; encaminadas a
recuperar el equilibrio.
Cuando la fuerza A es mayor que la de B,
se produce una situación dominada por el
primer proceso, lo que psicológicamente
da lugar al fenómeno o estado A,
consistente en la experimentación
de la reacción afectiva primaria. Por el
contrario, cuando la fuerza A es menor
que la de B, tiene lugar una situación
dominada por el segundo proceso, que
psicológicamente genera un estado
B, consistente en la experimentación de lo
que los autores denominan postreacción
afectiva, cuya cualidad depende de la
reacción primaria, dado que resulta del
proceso puesto en marcha para
compensarla. Por tanto, tiende a darse
siempre un estado psicológico consonante
con el proceso subyacente dominante en
cada momento.

Ejemplo: Cuando aparece un chico guapo, proceso A, emoción positiva. Pero mi


organismo (proceso B) se da cuenta cuando pasa un tiempo, porque no estaba
preparado, no está habituado a ello. Empieza a tirar para bajar la curva de
activación. Entonces le pillo poniéndome los cuernos, no existe estímulo y entonces
disminuye a cero. El organismo va a ayudar a que nuestra emoción recupere,
gracias al arousal.

Cuando llevo mucho tiempo viendo a ese chico, debido a la repetición del estímulo
mi organismo aprende a dispararse desde el inicio y a recuperar la emoción.
Cuando le pillo, como tengo el proceso B muy bajo, me cuesta más volver al valor
medio.

Esto quiere decir que siento lo mismo cuando le acabo de conocer que cuando
llevo mucho tiempo conociéndole, en el proceso A (emoción positiva). POR TANTO,
EL PROCESO A SIEMPRE ES EL MISMO.

Esto se aplica a todos los ejemplos, tanto negativos como positivos.


Mientras el proceso A no cambia, B cada vez opera con mayor celeridad, intensidad
y persistencia.
En resumen, la exposición reiterada a elementos que desencadenan de forma
innata una reacción, son un simple reflejo, una pauta fija de acción o una respuesta
emocional compleja, tiende a producir cambios en la reacción. En la mayor parte
de los reflejos el cambio consiste en una reducción de la reacción (habituación),
mientras que cuando se trata de elementos perniciosos se produce con frecuencia
un incremento defensivo de la reacción (sensibilización), al menos al principio. En el
caso de los eventos inductores de reacciones emocionales, el patrón reactivo es
más complejo:
- Es bifásico: aparece un estado inicial inducido directamente por el estímulo
de que se trate en cada caso, seguido de un estado en buena medida
opuesto, inducido por una reacción orgánica antagónica. Con la experiencia,
la experimentación del primer estado mengua, en tanto que el segundo se
agudiza progresivamente.
Todas estas alteraciones de las reacciones con la experiencia constituyen las formas
más elementales de aprendizaje en los sistemas orgánicos, que no implican siquiera
adquisición de asociación nueva alguna, a diferencia de lo que veremos a partir de
ahora.

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