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Licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública

Teoría Política Contemporánea


Ana Paula Velázquez Izquierdo

EL CONCEPTO DE HEGEMONÍA, ENTENDIDO DESDE


LA PERSPECTIVA DE ANTONIO GRAMSCI, ERNESTO

LACLAU Y CHANTAL MOUFFE


Infinidad de autores han tratado de definir la hegemonía desde una perspectiva que va más
allá del concepto y se traslada a un plano real de efectivo uso y comprensión. Dependiendo
de la situación en la que se ubique cada autor con respecto al tiempo y espacio, es que esta
palabra se trata de concretizar con el objetivo de formular una valoración acertada. Si
buscamos en la Real Academia Española encontraremos que para esta institución cultural, es
posible definir a la hegemonía como la “supremacía que un Estado ejerce sobre otros” o bien
una “supremacía de cualquier tipo.” (RAE; 2015) Sin embargo en el presente trabajo se
enfatiza mucho más a fondo el término de hegemonía basándonos en tres autores principales:
Ernesto Laclau y Chantal Mouffe por un lado y Antonio Gramsci por el otro.
Ernesto Laclau, reconocido político teórico argentino viene de una corriente post
marxista de bien entrado el siglo XX y junto con su esposa, la politóloga belga Chantal
Mouffe que de igual forma pertenece a la misma corriente, escribió en 1985, Hegemonía y
estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia. Por su parte el italiano y
teórico marxista, Antonio Gramsci, postuló su teoría sobre la hegemonía cultural a principios
del siglo pasado, misma en la que expone la “superestructura” de la sociedad, haciendo
referencia a la cultura, enfatizando en que este elemento crea y reproduce el fenómeno de la
hegemonía. Este ensayo lo que pretende es exponer ambas posturas para posteriormente
debatirlas y denotar la evolución del concepto a través del tiempo, así mismo las preguntas
que se intentaran contestar con base en la exposición y posterior análisis son: ¿de qué manera
se concibe hoy a la hegemonía? y ¿qué papel juega ésta en la globalización que caracteriza
al nuevo siglo? El primer capítulo expondrá la teoría de Antonio Gramsci, siendo éste el
primero de los tres en publicar su filosofía; seguido de un segundo capítulo que introducirá
la teoría de Laclau y Mouffe, para posteriormente referirnos al capítulo tres en el que se
presenta el debate y análisis de las mismas y por último se encuentran las conclusiones y
respuestas a las preguntas de la investigación.

I. El concepto de hegemonía en Gramsci


Antonio Gramsci presenta a la hegemonía como un todo, referida a la amplitud de
conocimiento y de apreciación del ser; es decir, esta no es operable por medio de la estructura
económica, la organización política o las instituciones sociales, sino más bien tiene que ver
con la percepción que tenemos de nosotros mismos en el mundo, las orientaciones teóricas y
el modo tanto de percibir como de aprehender nuestra realidad exterior. (Gruppi; 1978, 32)
Es dentro de esta línea de estudio, que el autor separa el concepto de dominación del de
hegemonía. Éste primero se puede entender como el uso de la cohesión o de la amenaza en
favor de que los dominados realicen cierta acción o se comporten de tal o cual manera, en
otras palabras, “se trata de imponer una situación de orden a través de la fuerza física”
(Gruppi; 1978, 46); mientras que la hegemonía por su parte, construye un conceso en el que
la clase dominante impone a la sociedad la forma en la que debe de comportarse no nada más
ante su autoridad y poder, sino en su conjunto. La religión, la educación y los medios de
comunicación se tornan entonces en los mecanismos de penetración, los cuales “adiestran” a
los dominados para que conciban el sometimiento como un modo natural del status quo.
(Gramsci; 1975, 11) Esta comprensión de separación entre dominante y dominado, lleva a la
neutralización de la capacidad revolucionaria del proletariado, sin embargo Gramsci acepta
que la hegemonía carecer de una estructura, ésta siempre se encuentra vulnerable a rupturas,
choces y conflictos. (Gramsci; 1975, 12)
Para Gramsci la hegemonía no es un proceso acabado, nunca se le puede señalar de
total y como consecuencia siempre va a ser causa de conflictos, luchas y rupturas al interior
de la sociedad. Así mismo y con respecto a lo anterior, el autor desarrolla el concepto
antagónico de la hegemonía: la contra hegemonía. Este concepto se refiere a “luchas al
sentido contrario de los conflictos inherentes a la imposición de la visión del mundo.”
(Gruppi; 1978, 48) Sea como sea, tanto en la hegemonía, como en la contra hegemonía, la
realidad está sujeta a la variable de cambio porque hay diferentes intereses en pugna que
tienden a transcender, alterarse y mutar en otras inquietudes haciendo alusión al espacio,
tiempo al que pertenezcan.

La hegemonía es esto: capacidad de unificar a través de la ideología y de mantener unido


un bloque social que, sin embargo, no es homogéneo, sino marcado por profundas
contradicciones de clase. Una clase es hegemónica, dirigente y dominante, mientras con
su acción política, ideológica, cultural, logra mantener junto a sí un grupo de fuerzas
heterogéneas e impide que la contradicción existente entre estas fuerzas estalle,
produciendo una crisis en la ideología dominante y conduciendo a su rechazo, el que
coincide con la crisis política de la fuerza que está en el poder. (Gramsci; 1975, 23)
II. El concepto de hegemonía en Laclau y Mouffe
Ernesto Laclau y Chantal Mouffe entienden a la hegemonía como una articulación de
estrategia socialista que construye la identidad de los pueblo a partir de sus fallas, mismas
que son encargadas de dar motor a la historia y progresar en este sentido de manera paulatina.
Para estos dos autores la hegemonía hace alusión a la ausencia y a los vacíos con respecto a
la recomposición de las sociedades., es decir, ésta no se concibe como “el despliegue
majestuoso de una identidad, sino como la respuesta a una crisis.” (Laclau y Mouffe; 1987,
15) Así mismo es necesario enfatizar que visto desde la perspectiva moderna, la hegemonía
es incompatible con la idea de un desarrollo lineal y predeterminado (Laclau y Mouffe; 1987,
46), es decir en concepto de iure y en la práctica de facto, la hegemonía no da solución ni
resolución alguna a los conflictos imperantes.
La visión de la sociedad como una que se encuentra atada al sistema económico
capitalista en aras de la dominación, vuelve imposible al concepto de hegemonía, entendida
como articulación, puesto que la consolidación de los avances globales ya no dependen de
una articulación inestable pero conjunta de fuerzas, es decir deja de ser un problema político
para mudarse a un plano económico. (Laclau y Mouffe: 1987, 81) De esta forma se denota
que para los autores, la hegemonía debe de ir acompañada en todo caso de una respuesta
política y esta solución debe de actuar conforme al vacío en la que fue gestada. Los vacíos
necesarios para que de estos emerja la articulación y con ello la hegemonía, son el resultado
de las experiencias de la modernidad (Hernández; 2014, 3)

Las categorías de la teoría del discurso posestructuralista de Laclau como “significantes


vacíos”, “cadenas de equivalencias”, “significantes flotantes” y “articulación discursiva”
son elementos que permiten componer morfológicamente el concepto de hegemonía
como la configuración de juegos de poder de las identidades y subjetividades políticas
en el discurso. (Hernández; 2014, 13)

III. Debate y análisis del concepto de hegemonía


A pesar de que Laclau y Mouffe se basaron en la teoría de Gramsci para desarrollar la propia,
el enfoque es totalmente diferente y se señalan otras atribuciones que forman y en cierto
sentido articulan a la sociedad de manera hegemónica. Mientras que para Antonio Gramsci
es el adiestramiento de los dominados lo que permite que el status quo y la jerarquía se
mantengan; para Ernesto Laclau y Chantal Mouffe son los vacíos y ausencias sociales lo que
permiten la construcción de la identidad. Desde un punto de vista mucho más crítico me
atrevería a decir que las fallas de las comunidades que señalan Laclau y Moufe provienen del
desliz de “rebeldía” que siempre se gesta dentro de una jerarquía tal y como lo expone
Gramsci. Es decir, la vulnerabilidad a la ruptura de la que se habla en el primer capítulo es
causa directa de los vacíos necesarios para que se articule la sociedad; en este sentido y
conjunción de teorías, la hegemonía estaría presente siempre y en todo momento, ya sea
como agente unificador a una dominación vertical, en los conflictos que de igual forma atraen
y repelen bandos y aun en la conformación de nuevas identidades, previas y posteriores al
conflicto.
Por otro lado, Mouffe y Laclau aseguran que para que le hegemonía se ejerza como
tal, la actividad con relación a esta debe de ir siempre acompañada de una respuesta política,
sin embargo considero que Gramsci utiliza una visión mucho más general al respecto en la
cual clasifica a toda acción proveniente del entorno como un veredicto proveniente
directamente desde el tejido social que forma parte y se encuentra inmerso dentro de la esfera
política. Dentro de esta misma línea de análisis es importante destacar la teoría del discurso,
que se va construyendo a partir del concepto de hegemonía y es éste el que mantiene las
líneas ideológicas, las modifica o las altera para abrir paso a nuevas visiones sobre el mundo.

IV. Conclusiones
Si bien el concepto de hegemonía no puede ser entendido desde una perspectiva fija, debido
a los intereses y preocupaciones cambiantes de la sociedad, si se puede teorizar la
proveniencia de dicha coacción con el objetivo de comprender su funcionamiento.
Contestando a las preguntas planteadas en un principio, empezaremos por responder la
primera, ¿de qué manera se concibe hoy a la hegemonía? Basado en el análisis de los autores
y en el marco histórico coyuntural, las desigualdades que ha fomentado el capitalismo y el
mercado neoliberal han dado como resultado una hegemonía que tiende hacia la tensión, que
si bien no toma como pilar el vacío, toma como cimiento la expectativa social de lo que hay
más allá con respecto a la pirámide social. Las respuestas por parte de la sociedad a esta
polarización de oportunidades se ha traducido, en los últimos años, en violencia, terrorismo,
crimen organizado y mafia, que día con día se empodera más y parece convertirse en la
“normalidad”.
La segunda cuestión pregunta ¿qué papel juega ésta en la globalización que caracteriza
al nuevo siglo? Y con respecto a la respuesta anterior, es evidente que los medios de
comunicación no únicamente favorecen y benefician el plano legal de las acciones, sino
también hacen mucho más fácil la apertura de vías ilegales para la consolidación de negocios,
y la transacción tanto de grandes capital, como de divisas. La hegemonía ha mutado de la
coacción por parte de los gobernantes, a una doble dependencia, la primera los ricos y la
segunda hacia los poderosos criminales. El grupo dominante es hoy, el que sabe cómo evadir
la ley y mantener el orden de las masas por medio de la corrupción.

La hegemonía es el poder adicional del que goza el grupo dominante para hacer coincidir
sus intereses con el interés general. La dominación por el contrario, llamada deflación
del poder es cuando el poder solo se puede garantizar mediante la coerción. Si los
gobernados tienen confianza en los gobernantes se puede ejercer el poder sin acudir a la
coerción; por el contrario cuando la confianza se desvanece lo que tenemos es
dominación sin hegemonía. (Pablo Iglesias; 2012)

Desde mi punto de vista, la cita anterior nos permite apreciar que la falta de hegemonía,
temporalmente traerá la dominación, pero una vez que esta se internalice y se convierta en
parte de la cotidianidad, entonces surgirá nuevamente como hegemonía pero ahora en manos
de aquellos tiranos que permitieron su mutación.
Bibliografía
Hernández, Noé. (2014) Ideología, discurso y poder en el pensamiento político de Ernesto
Laclau. México: Congreso Internacional de la Asociación Mexicana de Ciencia Política,
Universidad Autónoma del Estado de México.
Gruppi, Luciano. (1978) El concepto de Hegemonía en Gramsci. México: Ediciones de
Cultura Popular
Gramsci, Antonio. (1975) El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce.
México: Juan Pablos Editor
Laclau, Ernesto y Mouffe, Chantal. (1987) Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una
radicalización de la democracia. Madrid: Siglo XXI
Iglesias Pablo. (2012) ¿Qué es la hegemonía? Pablo Iglesias explica a Gramsci. Video en
https://www.youtube.com/watch?v=CSCwfD9wEQk

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