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MIRA
1. Competencia
A diferencia de lo que ocurre para las personas físicas —respecto de las cuales rige
el principio de capacidad, según el cual les está permitido todo aquello que no está
prohibido (art. 19CN)—, para los órganos administrativos rige, por el contrario, aquel
principio que llamamos competencia, conforme al cual, ella es la excepción y la
incompetencia la regla. Por ende, toda competencia debe estar conferida por norma o
por extensión a lo razonablemente implícito en el ordenamiento jurídico. En igual
sentido se ha entendido que la competencia no actúa como límite a la posibilidad de
actuación de los órganos sino, como presupuesto de tal actuación.
Este principio —en virtud del cual los órganos administrativos sólo podrán actuar
positivamente cuando en el ordenamiento legal se les confiera competencia para ello—
se denomina "de vinculación positiva de la Administración a la ley".
Por ende, sólo se entenderá que un órgano tiene competencia para desarrollar una
determinada actividad —en el caso, para dictar un determinado acto administrativo—
cuando una norma del plexo jurídico le confiera atribución para ello. Dicha norma
puede estar incluida en la Constitución Nacional, en una ley del Congreso Nacional,
Provincial, u Ordenanza Municipal o en un reglamento dictado en su consecuencia.
Sea cual fuere la norma que le atribuya competencia al órgano, esta debe existir al
tiempo de iniciarse el procedimiento.
Caracteres de la competencia:
Excepciones a la competencia:
4) De orden público: En virtud de ser de orden público, los particulares no pueden
prorrogar la competencia por medio de un acuerdo, ni siquiera con el consentimiento
del órgano.
c) En razón del tiempo: se vincula con el momento temporal en que el órgano puede
ejercer su competencia. Por principio, se entiende que el órgano tiene competencia en
forma permanente. Excepcionalmente, esto no ocurre y se ejemplifica con la situación
de interrupción competencial originada en las intervenciones federales.
Ahora bien, puede ser que la falta de competencia de que se trate lo sea en razón de
la materia, del territorio, del grado o del tiempo:
b) En razón del territorio: Se da cuando un órgano ejerce sus atribuciones más allá
de su jurisdicción territorial (por ejemplo, si una municipalidad otorga un permiso de
utilización de un espacio público ubicado fuera de su territorio o si un inspector
municipal de la Provincia de Buenos Aires dicta actas por infracción del tránsito en
plena Ciudad de Buenos Aires).
c) En razón del grado: Se da cuando un órgano inferior ejerce una atribución legal
correspondiente a un órgano superior. En principio, este acto administrativo viciado en
razón del grado puede ser objeto de subsanación.
d) En razón del tiempo: Se refiere a los casos en que un órgano tiene facultades
legales atribuidas sólo por un plazo determinado (por ejemplo, el veto extemporáneo de
una ley por el Poder Ejecutivo).
Nótese, que la incompetencia nulifica absolutamente los actos dictados fuera de las
atribuciones conferidas al órgano en razón de materia, de territorio o de tiempo. Queda
a salvo la posibilidad de sanear el acto ante el supuesto de incompetencia en razón de
grado, pues esa situación se la considerará una nulidad relativa, si en el caso estuviera
prevista la posibilidad de transferir el ejercicio de la competencia por delegación o
substitución.
Los funcionarios y empleados pueden ser recusados por las causales y en las
oportunidades previstas en los artículos 17 y 18 del Código Procesal Civil y Comercial
de la Nación, debiendo dar intervención al superior inmediato dentro de los DOS días.
La intervención anterior del funcionario o empleado en el expediente no se considerará
causal de recusación. Si el recusado admitiere la causal y ésta fuere procedente, aquél
le designará reemplazante. Caso contrario, resolverá dentro de los CINCO días; si se
estimare necesario producir prueba, ese plazo podrá extenderse otro tanto. La
excusación de los funcionarios y empleados se regirá por el artículo 30 del Código
arriba citado y será remitida de inmediato al superior jerárquico, quien resolverá sin
sustanciación dentro de los CINCO días. Si aceptare la excusación se nombrará
reemplazante; si la desestimare devolverá las actuaciones al inferior para que prosiga
interviniendo en el trámite. Las resoluciones que se dicten con motivo de los incidentes
de recusación o excusación y las que los resuelvan, serán irrecurribles.
El PEN designa a las autoridades que las conducen, aunque algunas pueden contar
con autonomía estatutaria que les permita elegir a sus autoridades máximas. El
ejecutivo ejerce sobre sus actos el control administrativo (control de legalidad), ya que
el control jerárquico (oportunidad, mérito y conveniencia) queda reservado a los
órganos centralizados.
Para ser elegido Presidente o Vice se requiere haber nacido en territorio argentino, o
ser hijo de ciudadano nativo, habiendo nacido en país extranjero y demás requisitos
exigidos para ser elegido Senador Nacional. Duran en sus funciones el término de
cuatro años pudiendo ser reelegidos o sucederse recíprocamente por un solo período
consecutivo. Para aspirar a una tercera reelección se debe esperar el intervalo de un
período. Esta limitante se aplica a ambos términos de la fórmula presidencial.
Ambos integran la fórmula y son elegidos por el voto directo de la población en doble
vuelta, en una elección que se debe realizar dentro de los dos meses finales de la
duración del mandato presidencial en vigencia. Si corresponde la segunda vuelta
electoral, se debe realizar entre las dos fórmulas más votadas dentro de los treinta días
de celebrada la anterior.
Cuando la fórmula que resulte más votada en la primera vuelta, obtuviere más del
cuarenta y cinco por ciento de los votos afirmativos válidamente emitidos, sus
integrantes serán proclamados como Presidente y Vicepresidente de la Nación.
Cuando la fórmula más votada en la primera vuelta obtuviere el cuarenta por ciento
por lo menos de los votos afirmativos válidamente emitidos y además, existiere una
diferencia mayor de diez puntos porcentuales respecto del total de los votos afirmativos
válidamente emitidos sobre la fórmula que le sigue en número de votos, sus integrantes
serán proclamados como Presidente y Vicepresidente de la Nación.
En todos los demás supuestos habrá que recurrir a la segunda vuelta electoral,
repitiendo la práctica del voto obligatorio, universal y secreto.
— Puede ausentarse del territorio de la Nación sin permiso del Congreso sólo
durante el receso de éste, y por razones justificadas de servicio público.
— Puede llenar las vacantes de los empleos que requieran el acuerdo del Senado, y
que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión que
expirarán al fin de la próxima Legislatura.
El PEN puede indultar o conmutar las penas por delitos sujetos la jurisdicción federal,
previo informe del tribunal correspondiente, excepto en los casos de acusación por la
Cámara de Diputados.
2.5. Atribuciones compartidas con el Congreso
— Nombra los magistrados de la Corte Suprema con acuerdo del Senado por los dos
tercios de sus miembros presentes en sesión pública, convocada al efecto. Nombra a
los demás jueces de los tribunales federales inferiores en base a una propuesta
vinculante en terna del Consejo de la Magistratura, con acuerdo del Senado, en sesión
pública en la que se tendrá en cuenta la idoneidad de los candidatos. Un nuevo
nombramiento precedido de igual acuerdo, será necesario para mantener en el cargo a
cualquiera de esos magistrados, una vez que cumplan la edad de setenta y cinco años.
Todos los nombramientos de magistrados cuya edad sea la indicada o mayor se harán
por cinco años, y podrán ser repetidos indefinidamente, por el mismo trámite.
a) El Jefe de Gabinete
Es un órgano creado en la Constitución Nacional reformada del año 1994(6) que no
encuentra precedente legal alguno en nuestro ordenamiento jurídico, como sí lo tienen
la AGN con la ley 24.156 y El Defensor del Pueblo con la ley 24.284. Su figura se
encuentra reglada en la Sección Segunda "Del Poder Ejecutivo" Capítulo Cuarto de la
CN y en la ley 26.338.
Tiene junto con los Ministros Secretarios el despacho de los negocios de la Nación y
refrendan y legalizan los actos del Presidente por medio de su firma.
Las competencias del Jefe de Gabinete con responsabilidad ante el Congreso están
estipuladas en el art. 100CN y en el art. 2ºley 26.338 de Ministerios que sustituye el art.
16 del decreto 438/92 que establece:
— Coordinar las relaciones del Poder Ejecutivo Nacional con ambas Cámaras del
Honorable Congreso de la Nación, sus comisiones e integrantes, en cumplimiento de
las atribuciones que le asigna la Constitución Nacional procurando la mayor fluidez en
dichas relaciones y el más pronto trámite de los mensajes del Presidente de la Nación
que promuevan la iniciativa legislativa.
— Producir los informes mensuales que establece el artículo 101 de la CN, relativos
a la marcha del Gobierno y los demás que le fueren requeridos por las Cámaras del
Congreso.
— Velar por el cumplimiento de las decisiones que emanen del Poder Judicial en uso
de sus atribuciones.
Alcanza al Jefe de Gabinete lo dispuesto en el art. 71CN cual estipula que cada una
de la Cámaras puede hacer venir a su sala a los Ministros del PEN para recibir las
explicaciones e informes que estime convenientes.
b) Ministerios
Pueden concurrir a las sesiones del Congreso y participar de los debates con voz,
pero sin voto.
Actuando como secretarios del PEN refrendan y legalizan los actos del Presidente,
validándolos y revistiéndolos de eficacia(8).
— Orientar en forma indicativa, las actividades del sector privado vinculadas con los
objetivos de su área;
— Velar por el cumplimiento de las decisiones que emanen del Poder Judicial en uso
de sus atribuciones;
Las tareas necesarias para posibilitar la actividad del Presidente de la Nación son
atendidas por las Secretarías Presidenciales, que en la actualidad son: General; Legal
y Técnica; De Planificación; De Inteligencia de Estado; De Medios de Comunicación;
De la Función Pública; De Ciencia y Tecnología; De Programación para la Prevención
de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico.
Tampoco pueden intervenir en juicios, litigios o gestiones en los cuales sean parte la
Nación, las provincias o los municipios, ni ejercer profesión liberal o desempeñar
actividades en las cuales, sin estar comprometido el interés del Estado, su condición de
funcionario pueda influir en la decisión de la autoridad competente o alterar el principio
de igualdad ante la ley consagrado por el artículo 16 de la Constitución Nacional.
Como Director del Cuerpo de Abogados del Estado, del Procurador del Tesoro
dependen en lo estrictamente jurídico los servicios de los distintos organismos que
integran la Administración Pública Nacional, sin perjuicio de la dependencia
administrativa de cada ministerio, secretaría o entidad autárquica. Sus dictámenes
sientan jurisprudencia administrativa, y debe ser receptada por los servicios jurídicos de
toda la administración pública nacional centralizada y descentralizada. Es decir, que los
criterios de interpretación y aplicación de las leyes y reglamentos que sienta el PTN son
obligatorios para todos los abogados del Estado.
Los funcionarios y empleados de la PTN integran la planta del Ministerio pero tienen
relación jerárquica y dependencia funcional con el Procurador del Tesoro.
La estructura administrativa de la PTN cuenta con siete Direcciones Nacionales:
e) La Dirección Nacional de Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado: que asiste
al Procurador en proponer las pautas pedagógicas y académicas para
implementar y ejecutar programas permanentes de perfeccionamiento y
especialización destinados a los abogados del Estado y a los profesionales que
aspiren a ingresar al cuerpo.
El ejercicio del control externo del sector público nacional en sus aspectos
patrimoniales, económicos, financieros y operativos, es una atribución propia del Poder
Legislativo, ejercida por la Auditoría General de la Nación. Su creación y
funcionamiento la encontramos en el art. 85CN; ley Nº 24.156 de Administración
Financiera y de los Sistemas de Control del Estado; y en sus normativas internas.
La AGN debe dar a publicidad el material en la memoria anual señalada, pero para
ello se formará expediente indicando la documentación a ser publicada.
La AGN se debe reunir en Colegio en forma ordinaria dos veces al mes, y en forma
extraordinaria cuando lo requiera la CPMRC. El quórum se compone con la presencia
de al menos cuatro miembros y las decisiones se toman por mayoría de los miembros
presentes, correspondiendo al Presidente o a quien lo reemplace doble voto en caso de
empate.
b) Composición de la AGN
c) Financiamiento
La Institución Ombudsman o Defensor del Pueblo cuenta con más de 200 años de
antigüedad desde su origen en Suecia. Si bien han existido otras instituciones más
antiguas creadas con la intención de defender los derechos fundamentales de las
personas, lo hacían desde la misma órbita de quién ejercía esa administración. La
particularidad del Ombudsman es que surgió del Poder Legislativo con el fin de
controlar al Monarca en sus funciones, es decir, nació desde el poder que representa al
pueblo para controlar al poder administrador. En nuestro país surgió de la misma
manera y es por ello que consideramos a la figura del Ombudsman como el origen de
la institución Defensor del Pueblo actual.
a) Características
El art. 86CN establece que "es un órgano independiente instituido en el ámbito del
Congreso de la Nación, que actúa con autonomía funcional sin recibir instrucciones de
ninguna autoridad" lo que lo hace independiente de los tradicionales poderes del
Estado. Goza de las inmunidades y privilegios de los legisladores; "durará en su cargo
cinco años" (buscando con ello que no coincida su designación con un período de
renovación del Congreso Nacional, y así desprenderse de todo condimento electoral);
"pudiendo ser nuevamente designado por una sola vez" (nótese que esta redacción
permite solamente una reelección, pero niega la posibilidad de ser designado
nuevamente con el correr del tiempo); "la organización y el funcionamiento de esta
institución serán regulados por una ley especial" (ley 24.284 y 24.379).
El Defensor del Pueblo debe ser argentino nativo o por opción y tener más de treinta
años de edad Es elegido por el Congreso de la Nación de acuerdo con el siguiente
procedimiento(15):
i) Ambas Cámaras del Congreso deben elegir una comisión bicameral permanente,
integrada por siete (7) senadores y siete (7) diputados cuya composición debe
mantener la proporción de la representación del cuerpo;
Una vez culminado el procedimiento, será nombrado por Resolución conjunta de los
presidentes de ambas Cámaras del Congreso de la Nación y su actividad no se
interrumpe en el período de receso del mismo.
El Defensor del Pueblo cesa en sus funciones por: a) Por renuncia; b) Por
vencimiento del plazo de su mandato; c) Por incapacidad sobreviniente; d) Por haber
sido condenado mediante sentencia firme por delito doloso; e) Por notoria negligencia
en el cumplimiento de los deberes del cargo o por haber incurrido en la situación de
incompatibilidad prevista por esta ley.
Goza de las inmunidades establecidas por la CN para los miembros del Congreso.
El Defensor del Pueblo puede iniciar y proseguir de oficio o a petición del interesado
cualquier investigación conducente al esclarecimiento de los actos, hechos u omisiones
de la administración pública nacional y sus agentes, que impliquen el ejercicio ilegítimo,
defectuoso, irregular, abusivo, arbitrario, discriminatorio, negligente, gravemente
inconveniente o inoportuno de sus funciones, incluyendo aquéllos capaces de afectar
los intereses difusos o colectivos.
Pero no es competente para modificar, sustituir o dejar sin efecto las decisiones
administrativas. Sin perjuicio de ello, puede proponer la modificación de los criterios
utilizados para su producción.
b) Los Adjuntos
A propuesta del Defensor del Pueblo la comisión bicameral debe designar dos
adjuntos que auxiliarán a aquél en su tarea, pudiendo reemplazarlo provisoriamente en
los supuestos de cese, muerte, suspensión o imposibilidad temporal, en el orden que la
Comisión determine al designarlos.
Para ser designado adjunto del Defensor del Pueblo son requisitos, además de los
previstos para ser elegido Defensor del Pueblo: a) Ser abogado con ocho años en el
ejercicio de la profesión como mínimo o tener una antigüedad computable, como
mínimo, en cargos del Poder Judicial, Poder Legislativo, de la Administración pública o
de la docencia universitaria; y b) Tener acreditada reconocida versación en derecho
público.
Este órgano de control se repite en los tres estamentos del Estado: el Nacional; las
Provincias y los Municipios. Aún así, no todas las provincias crearon esta figura en el
ámbito provincial, ni tampoco todos los municipios la han creado en el ámbito
municipal. Pero se da el caso, de la existencia en algunos municipios cuya provincia no
la tiene estipulada para ella.
Se encuentran grandes similitudes entre las funciones de las distintas Defensorías,
en cuanto a sus objetivos, todas, a grandes rasgos, cuentan con dos corrientes
funcionales: 1º) la de defender y proteger los derechos humanos y demás derechos,
garantías e intereses tutelados en la Constitución y las leyes, ante hechos, actos u
omisiones de la administración, y 2º) la de ejercer el control del ejercicio de las
funciones administrativas para una mejor administración(16). Hay que tener en cuenta
que cuando hablamos de administración —como lo adelantamos en las competencias
del Defensor del Pueblo de la Nación— nos referimos a la administración centralizada y
descentralizada; entidades autárquicas; empresas del Estado; sociedades del Estado;
sociedades de economía mixta; sociedades con participación estatal mayoritaria; y todo
otro organismo del Estado cualquiera fuere su naturaleza. Asimismo, controla también
a las personas jurídicas públicas no estatales, en lo atinente a la función pública que
desempeña; y a las privadas prestadoras de servicios públicos.
Creemos que la institución fue creada para ejercer un control destinado a promover
la buena administración. Un control actual y no obstructivo del accionar administrativo,
y lo creemos por varios indicadores: A) Porque carece de la facultad de poder vetar
leyes u ordenanzas municipales (como tenía en Roma 494 a.C. el Tribuno de la Plebe).
B) Porque las mayorías legislativas que se exigen para elegir y destituir al Defensor,
usualmente son difíciles de alcanzar de no tener el apoyo del partido oficialista (dos
terceras partes de los miembros presentes). C) Porque tanto la CN, como la provincial
y las Ordenanzas municipales no colocan a la figura del Defensor en cabeza de
partidos políticos opositores (como la CN en su art. 85 lo hace con la presidencia de la
Auditoría General de la Nación). D) Porque sus decisiones no suspenden la
ejecutoriedad de los actos administrativos emanados por la administración, como así
tampoco puede modificarlos, sustituirlos o dejarlos sin efecto. Sólo puede advertir,
recomendar, recordar y proponer modificaciones de los criterios utilizados para la
producción de los mismos(17). Por lo expuesto consideramos que el Constituyente y el
legislador, al momento de crear la figura del Defensor del Pueblo no quisieron que la
institución pudiere obstruir el accionar de la administración, sino corregirlo, mejorarlo y
evitar que se corrompa.
En este sentido, nos parece importante remarcar que los países que componen la
Unión Europea adoptaron un código para la buena conducta administrativa(18),
aprobado por resolución del parlamento el 6 de septiembre de 2001, donde se
considera que el control contribuye a lograr con mejor efectividad los cometidos del
Estado, orientado siempre hacia el bien común y del interés general: "La labor del
Defensor del Pueblo Europeo constituye un medio externo de control, investigando
reclamaciones sobre mala administración y recomendando en su caso acciones
correctivas por un lado, y por otro, ayudar a las instituciones llamando su atención
sobre áreas en las que su trabajo puede mejorarse."
4.3. Algunas de las diferencias existentes entre las Defensorías del Pueblo
Nacional, Provincial (Bs. As) y Municipales
Las diferencias son muchas y no tiene sentido tratar de enumerarlas, no obstante
ello existen algunas que nos interesa remarcar: las que tienen que ver con sus
orígenes (normas formales por las que fueron creadas); y las que tienen que ver con
las distinciones que entre ellas formuló la jurisprudencia Federal y Provincial (como
ejemplo: el esquivo reconocimiento judicial de su legitimación procesal).
Ejerce sus funciones con independencia en coordinación con las demás autoridades
de la República, pero sin sujeción a instrucciones o directivas emanadas de órganos
ajenos a su estructura.
Posee una organización jerárquica cual exige que cada miembro del Ministerio
Público controle el desempeño de los inferiores y de quienes lo asistan, fundamentando
las facultades y responsabilidades disciplinarias que en la ley se reconocen a los
distintos magistrados o funcionarios que lo integran.
Todos los magistrados del ministerio al tomar posesión de sus cargos deben prestar
juramento de desempeñarlos bien, legalmente y de cumplir y hacer cumplir la CN y las
leyes. Prestan juramento ante el Presidente de la Nación el Procurador General y el
Defensor General, y los magistrados inferiores lo hacen ante estos.
El Ministerio Público se relaciona con el PEN a través del Ministerio de Justicia y con
el Congreso a través de la Comisión Bicameral mencionada.
Sus funciones son: promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y
de los intereses generales de la sociedad; respetar y defender el interés público en
todas las causas y asuntos que conforme a la ley se requiera; promover y ejercer la
acción pública en las causas criminales y correccionales (con excepción de las
dependientes de instancia privada); promover la acción civil en los casos previstos por
la ley; intervenir en los procesos de nulidad de matrimonio y divorcio, de filiación y en
todos los relativos al estado civil y nombre de las personas, venias supletorias y
declaraciones de pobreza; en los casos en que se alegue privación de justicia; velar por
la observancia de la CN y de las Leyes; por el cumplimiento del debido proceso legal;
promover e intervenir en cualquier causa o asunto y requerir todas las medidas
conducentes a la protección de la persona y bienes de los menores, incapaces e
inhabilitados, de conformidad con las leyes respectivas, cuando carecieren de
asistencia o representación legal; defender la jurisdicción y competencia de los
tribunales; ejercer la defensa de la persona y los derechos de los justiciables toda vez
que sea requerida en las causas penales, y en otros fueros cuando aquellos fueren
pobres o estuvieren ausentes; velar por la defensa de los derechos humanos en los
establecimientos carcelarios, judiciales, de policía y de internación psiquiátrica, a fin de
que los reclusos e internados sean tratados con el respeto debido a su persona, no
sean sometidos a torturas, tratos crueles, inhumanos o degradantes y tengan oportuna
asistencia jurídica, médica, hospitalaria y las demás que resulten necesarias para el
cumplimiento de dicho objeto, promoviendo las acciones correspondientes cuando se
verifique violación; e intervenir en todos los procesos judiciales en que se solicite la
ciudadanía argentina.
a) Funciones
i) Dictar y aplicar normas de control interno, las que deberán ser coordinadas con la
Auditoría General de la Nación:
ii) Emitir y supervisar la aplicación, por parte de las unidades correspondientes, de
las normas de auditoría interna:
vii) Aprobar los planes anuales de trabajo de las unidades de auditoría interna,
orientar y supervisar su ejecución y resultado;
ix) Atender los pedidos de asesoría que le formulen el Poder Ejecutivo Nacional y las
autoridades de sus jurisdicciones y entidades en materia de control y auditoria;
xi) Poner en conocimiento del Presidente de la Nación los actos que hubiesen
acarreado o estime puedan acarrear significativos perjuicios para el patrimonio
público;
xiii) Ejercer las funciones del art. 20 de la ley 23.696 en materia de privatizaciones,
sin perjuicio de la actuación del ente de control externo(21).
b) Composición
El art. 110 de la ley 24.156 establece que será asistido por tres síndicos generales
adjuntos quienes los sustituirán en caso de ausencia, licencia o impedimento en el
orden de prelación que el propio síndico general establezca. Son designados por el
PEN a propuesta del Síndico General, y necesitan los mismos requisitos que este para
ocupar el cargo. La estructura actual de la SIGEN sólo cuenta con dos síndicos
generales adjuntos; una Unidad de Auditoría Interna, una Secretaría General, un
Gabinete de Asesores, una Secretaría Legal y Técnica; ocho (8) Gerencias, dos (2)
Subgerencias y dos (2) Coordinaciones.
Con la sanción de la ley Nº 25.246 en abril del año 2000, se sustituye el Capítulo XIII,
Título XI del Código Penal que pasa a denominarse "Encubrimiento y Lavado de
Activos de origen delictivo" actualizando la legislación en materia de prevención y
control de lavado de dinero acorde a parámetros internacionales; y se crea la Unidad
de Información Financiera UIF encomendándole, entre otras cosas, el análisis,
tratamiento y transmisión de información a los efectos de prevenir e impedir el lavado
de activos provenientes de una serie de delitos graves. Y con la sanción de la ley Nº
26.268 en junio de 2007 se incorpora al mismo código el capítulo VI en el Título VII del
Libro Segundo extendiendo el mandato de la UIF al análisis de operaciones
sospechosas de financiamiento del terrorismo.
Y el delito de financiación del terrorismo (artículo 213 quáter del Código Penal).
Los sujetos obligados a informar son, entre otros(25): Las entidades financieras y las
administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones; las personas físicas o jurídicas
autorizadas por el Banco Central para operar en la compraventa de divisas bajo forma
de dinero o de cheques extendidos en divisas o mediante el uso de tarjetas de crédito o
pago; las personas físicas o jurídicas que como actividad habitual exploten juegos de
azar; Los agentes y sociedades de bolsa, sociedades gerente de fondos comunes de
inversión; los Registros Públicos de Comercio, los organismos representativos de
Fiscalización y Control de Personas Jurídicas, los Registros de la Propiedad Inmueble,
los Registros Automotor y los Registros Prendarios; las personas físicas o jurídicas
dedicadas a la compraventa de obras de arte, antigüedades u otros bienes suntuarios,
inversión filatélica o numismática, o a la exportación, importación, elaboración o
industrialización de joyas o bienes con metales o piedras preciosas; las empresas
aseguradoras; las empresas emisoras de cheques de viajero u operadoras de tarjetas
de crédito o de compra; las empresas dedicadas al transporte de caudales; las
empresas prestatarias o concesionarias de servicios postales que realicen operaciones
de giros de divisas o de traslado de distintos tipos de moneda o billete; los Escribanos
Públicos; los organismos de la Administración Pública y entidades descentralizadas y/o
autárquicas que ejercen funciones regulatorias, de control, supervisión y/o
superintendencia sobre actividades económicas y/o negocios jurídicos y/o sobre
sujetos de derecho, individuales o colectivos: el BCRA, la AFIP, la Superintendencia de
Seguros de la Nación, la Comisión Nacional de Valores y la Inspección General de
Justicia; los productores, asesores de seguros, agentes, intermediarios, peritos y
liquidadores de seguros; los profesionales matriculados cuyas actividades estén
reguladas por los Consejos Profesionales de Ciencias Económicas; igualmente están
obligados al deber de informar todas las personas jurídicas que reciben donaciones o
aportes de terceros.
Estas personas quedan sometidas a la obligación de recavar información de sus
clientes que prueben fehacientemente la identidad y demás datos inherentes a la
actividad objeto, y si actúan por representación de terceros, datos de las personas por
quienes actúen. Deberán informar también cualquier hecho u operación sospechosa
independientemente del monto de la misma (la reglamentación indica los presupuestos
mínimos de que puede considerarse operación sospechosa dentro cada actividad(26)).
En el marco de una investigación de una operación sospechosa, los sujetos obligados
a informar no pueden oponer a la UIF ante un requerimiento: secretos bancario, bursátil
o profesional, ni compromisos legales o contractuales de confidencialidad. Y también,
tienen la obligación de abstenerse de revelar al cliente o a terceras personas las
actuaciones que se estén realizando sobre su actividad (la del cliente). Si bien por un
lado la UIF debe recibir la información manteniendo el secreto de identidad de los
obligados a informar, por el otro, el secreto cesará cuando se formule denuncia ante el
Ministerio Público Fiscal, y a partir de ese momento el cliente podrá enterarse
completamente de los antecedentes del caso. Situación difícil esta para algunos sujetos
obligados a informar, como podrían ser una empresa aseguradora, o de transporte de
caudales, o un escribano público etc., que tienen la obligación de denunciar ante la UIF
alguna transacción considerada por la ley sospechosa, pero que además su obligación
continúa con el deber de mantener desinformado al cliente, quien a su vez podrá
comprobar luego de la denuncia que le iniciare UIF en su contra ante el Procurador
Fiscal, los antecedentes de la investigación, y por lo tanto, observar desde qué
momento existe el informe delator y el ocultamiento por parte de la empresa o del
fedatario informantes. Tenemos como agravante, que los sujetos sospechosos son
investigados por el delito de lavado de activos proveniente de origen delictivo, o por el
análisis de operaciones sospechosas de financiamiento del terrorismo, delito este que
como sabemos, impone terror.
Las denuncias de posible comisión de delitos serán recibidas por el Fiscal General
designado por la Procuración General de la Nación (cuando se tratare de la
competencia Federal o Nacional), y en los restantes casos por los funcionarios del
Ministerio Fiscal que corresponda.
La Secretaría General coordina todas las acciones que lleve a cabo la UIF, como
consecuencia de las decisiones y directivas adoptadas por el Plenario.
Fueron creados por leyes del Congreso Nacional (los que llevan la denominación de
Entes) o decretos del Poder Ejecutivo Nacional (los que llevan la denominación de
Comisión) y poseen un status jurídico diferenciado del de los Ministerios y demás
dependencias del PEN.
- Regulatorias: al dictar normas a las que deben someterse los sujetos de la ley;
Esos Entes son auditados principalmente por el Congreso Nacional, a través de:
6. Descentralización política
Las provincias conservan todo el poder no delegado al Gobierno Federal; se dan sus
propias instituciones locales y se rigen por ellas; eligen a sus gobernadores, sus
legisladores y demás funcionarios sin intervención del Gobierno Nacional.
Como las provincias pueden ejercer todo el poder no delegado al Gobierno Nacional
a través de la CN, sus competencias son amplias y es conveniente entonces,
didácticamente, expresar cuál es el poder que NO deben ejercer, y tenemos que:
b) Ninguna provincia puede declarar, ni hacer la guerra a otra provincia. Sus quejas
deben ser sometidas a la Corte Suprema de Justicia y dirimidas por ella. Sus
hostilidades de hecho son actos de guerra civil, calificados de sedición o asonada, que
el Gobierno federal debe sofocar y reprimir conforme a la ley(36).
Concluimos entonces, que las provincias pueden ejercer todas las atribuciones
necesarias, siempre que no afecten las facultades que ellas mismas delegaron en el
Gobierno Federal.
7. Entidades descentralizadas
Pueden ser creadas por el PEN en ejercicio de las atribuciones conferidas por el
artículo 99 inc. 1 CN (es el responsable político de la administración general del país);
como por el Honorable Congreso Nacional art. 75 Incs. 8 y 9 (responsable de la
asignación presupuestaria con facultad de crear y suprimir empleos). A las Entidades
Autárquicas sólo pueden modificarlas o disolverlas aquel órgano que las creó, por
decreto del PEN si fue creada por él, o por ley del HCN si hubiese sido creada por éste.
Existen Entidades Autárquicas que sólo pueden ser creadas por ley como las
Universidades Nacionales y el Banco Central, pues estas son competencias
emergentes de lo establecido en la CNart. 75 incs. 6 y 18 y reciben una protección
especial en el plexo constitucional.
El personal de trabajo de los Entes Autárquicos está comprendido dentro del régimen
de empleados públicos(41), y rige tanto para sus empleados como sus funcionarios
superiores, a diferencia de las Empresas del Estado en las que sus empleados son
considerados trabajadores privados regidos por la Ley de Contrato de Trabajo.
Por tratarse de un ente estatal, las declaraciones que emita y produzcan efectos
jurídicos a terceros serán consideradas actos administrativos, contratos administrativos,
reglamentos administrativos o hechos administrativos, y regido su procedimiento por la
ley de procedimiento administrativo o por otra especial, pero de la misma naturaleza.
Algunos autores señalan dos grupos de Entidades Autárquicas: 1) las que cumplen
un fin específico o un servicio público, estén o no creadas dentro de una esfera
territorial delimitada, que llaman "entidad autárquica institucional" y que venimos
explicando; y 2) las que limitan su actuación a una circunscripción geográfica
delimitada pero con competencia general de carácter local, que llaman "entidad
autárquica territorial" considerando como una de ellas a los municipios(42). Esta
apreciación —que no compartimos— se realiza en base a consideraciones que lo
alejan de reconocerles autonomía: 1) a que los municipios no pueden invocar derechos
preexistentes ni poderes originarios, ya que la obligación institucional establecida en el
art. 5ºCN se encuentra dirigida a las provincias; 2) que a pesar de la autonomía
establecida en el art. 123CN a los municipios, sus competencias se encuentran
limitadas por las leyes orgánicas provinciales; y 3) que se trata de una autonomía
relativa o de segundo grado, ya que el reconocimiento de dictarse sus propias cartas
orgánicas, sólo implica un grado mayor de delegación(43).
Las Universidades necesitan ser creadas por ley, pero una vez creadas se rigen por
la Ley de Educación Superior Nº 24.521, por sus propios Estatutos ya que les fuera
otorgada autonomía y autarquía en forma Constitucional a través del art. 75 inc. 19, y
por las Ordenanzas y Resoluciones que ellas mismas dicten.
c) Administrar sus bienes y recursos, conforme a sus estatutos y las leyes que
regulan la materia;
Los Estatutos de la Universidades Nacionales pueden variar unos con otros, pero en
su gran mayoría contienen: los objetivos culturales y educativos que pretende la
Universidad para la formación profesional; los objetivos de investigación científica; los
planes de estudio; las condiciones de admisibilidad de los estudiantes; la situación de
los docentes, profesores y auxiliares de la docencia; la extensión universitaria; el
patrimonio, su adquisición y disposición; los recursos económicos; el autogobierno de
la Universidad; la Asamblea Universitaria; el Consejo Superior; el Rector; el Consejo
Académico; el Decano; derechos y obligaciones de cada miembro de la comunidad
universitaria; las carreras de grado y de posgrado etc. Las Universidades creadas
últimamente, centralizan el poder de administración en una estructura que sólo
desconcentra funciones en Departamentos en lugar de las clásicas Facultades.
Es el PEN quien está facultado para constituir Empresas del Estado, así como
también para adaptar las disposiciones que rigen su actual funcionamiento a nuevas
necesidades y características institucionales, pero dando cuenta al HCN.
Son sociedades de total participación estatal, con expresa prohibición —por mínima
que fuere— de participación privada, que pueden constituirse entre el Estado Nacional,
los Estados provinciales, los municipios, los entes estatales autorizados legalmente u
otras sociedades, para desarrollar actividades de carácter industrial, comercial o de
explotación de servicios públicos.
Son entes estatales descentralizados, pero que se rigen predominantemente por las
normas del derecho común (ley 19.550/72 de sociedades comerciales) en cuanto a su
constitución y su funcionamiento, pero no en cuanto a su creación y disolución, ya que
son creadas por ley y para ser disueltas se necesita autorización legislativa sin la cual
el PEN no podrá resolver su liquidación. El art. 5º de la ley 20.705 menciona la
imposibilidad de estas sociedades de ser declaradas en quiebra, pero entendemos que
este artículo fue derogado por el art. 2ºley 24.522 que sostiene la posibilidad "[...] de
ser declaradas en concurso las personas de existencia visible, las de existencia ideal
de carácter privado y aquellas sociedades en que el Estado Nacional, Provincial o
Municipal sean parte, cualquiera sea el porcentaje de su participación".
Nos referimos a la creación de estas sociedades por medio de ley formal y disolución
por parte del PEN con autorización legislativa, pero como estas SE pueden constituirlas
los Estados provinciales y municipales, ellas serán creadas por las legislaturas
provinciales o los Concejos Deliberantes locales y disueltas con autorización de estos
dispensadas a los respectivos Gobernadores de provincias o Intendentes municipales.
Si la sociedad se integrara por los tres estratos del Estado —Nación; provincia y
municipio— será creada en conjunto entre los tres órganos legislativos; y podrá ser
disuelta por autorización de estos a los tres órganos ejecutivos. De la misma manera
debe entenderse si la sociedad se integrara con la participación de dos, de cualquiera
de estos tres estratos del Estado mencionados.
En cuanto a los estatutos serán aprobados por los órganos ejecutivos de los que se
traten, de acuerdo a lo indicado en el párrafo anterior.
El art. 4º de la ley 20.705 dispone que las "SE podrán ser unipersonales" lo que
resulta curioso o al menos extraño de entender, ya que el fundamento de las
sociedades en nuestro derecho es la participación de dos o más partes y el afecto de
éstas entre sí. Podríamos decir también que ante la falta de socios el Estado podría
constituir una Empresa del Estado reguladas por la ley 13.653 ordenada por el decreto
4053(48). Este punto ha llevado a parte de la doctrina —entre la que nos encontramos—
a entender que la creación de esta figura tiene que ver con la idea de que el Estado
pueda administrar empresas comerciales, industriales o de servicios públicos, pero
fuera del alcance de las normas que rigen al derecho público, sometiéndose solamente
al derecho privado y regido por sus controles.
El art. 6º de la ley citada se refiere a "que no serán de aplicación a las SE las leyes
de contabilidad, de obras públicas y de procedimientos administrativos" ya que
entiende a estas sociedades como sometidas solamente al derecho privado y fuera de
la órbita pública, pero veremos que este contundente artículo no será de total
aplicación. En cuanto a la ley de procedimientos administrativos, tenemos que si bien
no se relaciona como administración pública ante sus clientes, en ocasiones éstos
pueden interponer el recurso de alzada previsto en el art. 4º del decreto 1.883/91 que
reglamenta la LPA. Y con respecto a la ley de contabilidad fue derogada en gran parte
por la ley 24.156 que establece un órgano de control del sector público interno
(SIGEN(49)) y otro del sector público externo (AGN(50)) ambos con facultades de control
sobre las Sociedades del Estado(51). Al respecto la Resolución 37/06 de la SIGEN
aprueba las "Normas mínimas de control interno para el buen gobierno cooperativo en
Empresas y Sociedades del Estado" por el cual se incorporan revisiones relacionadas
con los deberes de lealtad y diligencia que deben tener los directores, administradores
y fiscalizadores de éstas, con excepción de las comprendidas en el Régimen de
Transparencia de la Oferta Pública". La Resolución dispone que deben constituir un
Comité de Auditoría con amplias facultades, que funcione en forma colegiada con tres
o más miembros del directorio y cuya mayoría revista la condición de independiente(52).
Quedan excluidas de la constitución del Comité mencionado aquellas sociedades que
califiquen como pequeñas y medianas empresas.
Esta resolución 37/06 comprende tanto a las SE como a las Empresas del Estado; a
las sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria; a las sociedades de
economía mixta y a todas aquellas otras organizaciones empresariales donde el Estado
Nacional tenga participación mayoritaria en el capital o en la formación de las
decisiones societarias.
Por el art. 9º el PEN está facultado para transformar en Sociedades del Estado a las
sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria; a las sociedades de
economía mixta; a las empresas del estado; a las constituidas por regímenes
especiales existentes al momento de la promulgación de la ley (54) y a los servicios que
presten. Asimismo, mantiene para las SE los beneficios tributarios, impositivos y
arancelarios de que gozan las entidades que se transformen.
Son sociedades anónimas constituidas por el Estado nacional; las provincias; los
municipios; los organismos estatales legalmente autorizados al efecto; u otras
sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria, que ostentan la propiedad
en forma individual o conjunta, de la representación por lo menos del 51% del capital
social y que son suficientes para prevalecer en asambleas ordinarias y extraordinarias.
Asimismo, también lo serán las sociedades anónimas que con posterioridad reúnan
estos requisitos, siempre que una asamblea especialmente convocada al efecto así lo
determine y no mediare oposición expresa de ningún accionista(55).
Queda así de manifiesto que la ley no reconoce como sociedad anónima con
participación estatal mayoritaria a cualquier empresa en la que el Estado pasare a tener
mayoría accionaria, sino que exige para aquellas cuyo contrato de constitución no lo
tuviere estipulado, la realización de una asamblea extraordinaria convocada al efecto y
la NO oposición expresa de ningún accionista. De reunirse estos tres requisitos la
sociedad no cambiará el estatus establecido en su contrato de constitución.
Este tipo de sociedades se rige desde su creación y hasta su extinción por las
normas de la ley de sociedades y la relación de ellas con sus directores y empleados
también se rigen por las normas del derecho común.
Son las sociedades que forman el Estado Nacional, las provincias, los municipios o
las entidades autárquicas dentro de sus facultades legales por un lado, y capitales
privados por otro, para la explotación de empresas que tengan por finalidad la
satisfacción de necesidades de orden colectivo o la implantación, el fomento o el
desarrollo de actividades económicas(57).
Las normas que rigen este modelo societario son las contenidas en el Código de
Comercio relativas a las sociedades anónimas, y la Ley 19.550 cuyo art. 389
"aplicación" dispone: Las disposiciones de esta ley se aplicarán a las sociedades de
economía mixta en cuanto no sean contrarias a las del decreto-ley Nº 15.349/46 (ley Nº
12.962).
El aporte de la administración pública, según el art. 4º del decreto-ley 15.349/46 es
genérico y podrá consistir en cualquier clase de aportación, pero en especial nombra:
a) Concesión de privilegios de exclusividad o monopolio, exención de impuestos,
protección fiscal, compensación de riesgos, garantías de interés al capital invertido por
los particulares; b) Primas y subvenciones, aporte tecnológico; c) Anticipos financieros;
d) Aportes de carácter patrimonial, en dinero, en títulos públicos o en especie,
concesión de bienes en usufructo.
Los derechos de que gozan el personal estable son: estabilidad; retribución justa por
sus servicios; igualdad de oportunidades en la carrera; capacitación permanente; libre
afiliación sindical y negociación colectiva; licencias, justificaciones y franquicias;
compensaciones, indemnizaciones y subsidios; asistencia social para sí y su familia;
interposición de recursos; jubilación o retiro; renuncia; higiene y seguridad en el trabajo;
participación, por intermedio de las organizaciones sindicales, en los procedimientos de
calificaciones y disciplinarios de conformidad con que se establezca en el Convenio
Colectivo Trabajo. Remarcamos que esta enunciación no es de carácter taxativo.
Los agentes tienen los siguientes deberes: prestar el servicio personalmente; observar
las normas legales y reglamentarias y conducirse con colaboración, respeto y cortesía
en sus relaciones con el público y con el resto del personal (esto no lo mencionaba la
ley anterior); responder por la eficacia, rendimiento de la gestión y del personal del área
a su cargo; respetar y hacer cumplir, dentro del marco de competencia de su función, el
sistema jurídico vigente; obedecer toda orden emanada del superior jerárquico
competente; observar el deber de fidelidad que se derive de la índole de las tareas que
le fueron asignadas y guardar la discreción correspondiente o la reserva absoluta;
declarar bajo juramento su situación patrimonial y modificaciones ulteriores con los
alcances que determine la reglamentación; llevar a conocimiento de la superioridad
todo acto, omisión o procedimiento que causare o pudiere causar perjuicio al Estado,
configurar delito, o resultar una aplicación ineficiente de los recursos públicos (cuando
el acto, omisión o procedimiento involucrase a sus superiores inmediatos podrá hacerlo
conocer directamente a la Sindicatura General de la Nación, Fiscalía Nacional de
Investigaciones Administrativas y/o a la Auditoría General de la Nación); concurrir a la
citación por la instrucción de un sumario, cuando se lo requiera en calidad de testigo;
someterse a examen psicofísico en la forma que determine la reglamentación;
excusarse de intervenir en toda actuación que pueda originar interpretaciones de
parcialidad; velar por el cuidado y la conservación de los bienes que integran el
patrimonio del Estado y de los terceros que específicamente se pongan bajo su
custodia; seguir la vía jerárquica correspondiente en las peticiones y tramitaciones
realizadas; encuadrarse en las disposiciones legales y reglamentarias sobre
incompatibilidad y acumulación de cargos.
El personal tiene prohibido violar ética o jurídicamente los deberes mencionados. Para
el caso de hacerlo se estipula un régimen de sanciones que incluye el apercibimiento;
la suspensión de hasta treinta días en un año, contados a partir de la primera
suspensión; la cesantía y la exoneración. La aplicación de cada una de ellas depende
de la gravedad de la falta, debiendo llevarse adelante sumario administrativo previo —
garantizando al agente el debido proceso adjetivo— para las sanciones graves.
La exoneración conlleva la baja en todos los cargos públicos que ejerciere el agente
sancionado, pero lo novedoso es que puede considerarse su rehabilitación a partir de
los cuatro años de consentido el acto por el que se la dispusiera, o se declarara firme la
sentencia judicial, en su caso. De la misma forma pero a partir de los dos años, sucede
con la cesantía. En estos casos la nueva normativa ha transformado la diferencia
sustancial que existía entre ambos institutos. El rasgo distintivo, la imposibilidad de
volver a la función —algo así como una muerte político/laboral— ha desaparecido y por
lo tanto, cesantía y exoneración sólo se diferencian en la cantidad de años que se
imponen de exclusión de la función pública.