Está en la página 1de 2

Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Historia de la Universidad
Valeria Diaz Lamprea - 20142140086

ENSAYO

Es de gran importancia que la sociedad colombiana entienda la coyuntura por la que está
transitando, ya que se ven duramente afectados por el hecho de que el gobierno no esta
garantizando derechos vitales de los que como ciudadanos somos poseedores, es por estas
razones que se desea realizar una contextualización de como a lo largo del tiempo la
situación del país se ha deteriorado evidentemente. Veamos
Durante los años 80 la izquierda Colombia surcaba por una de sus épocas más oscuras, en
cuanto a desapariciones y asesinatos de militantes, el detonante de estos repugnantes actos
fue en 1984 cuando se proclamó la instauración de la Unión Patriótica, como un partido
político que surgió a partir del proceso de paz entre Belisario Betancourt y el movimiento
guerrillero FARC-EP. Estos actos propiciaron la desconfianza de los procesos que se
habían propuesto hasta entonces, principalmente por el hecho de su falta de garantías frente
a sus derechos como reinsertado. Las muertes de aquellos militantes que como buen
colombiano alguna vez creyeron en un cambio y pusieron todo de si (incluso sus vidas)
para otorgarle a cada ciudadano, a cada campesino, a cada indígena, han quedado en el
olvido, del mismo modo que sus ideales y lucha.
Guillermo Gaviria expone en su texto “la historia que se repite” diferentes puntos sobre el
proceso de la paz en el cual actualmente se encuentra el País, existe uno en especial en cual
postula el sentir de toda la comunidad “Todos hemos celebrado esta decisión. Pensábamos
entonces y seguimos pensando ahora, que el ingreso de este importante sector a la lucha
política colombiana, oxigenaría la lucha democrática en el país, que acabar con el factor de
violencia que significaban las FARC – EP, le iba a permitir a la política colombiana
avanzar hacia un país más moderno. Las cosas no han salido como queríamos. Hacer lucha
política por fuera de los partidos de la oligarquía, no es fácil en Colombia: los compañeros
siguen cayendo como moscas y la oligarquía sigue insistiendo en tener un país violento y
excluyente.” Gaviria así ilustra una idea totalmente trascendente, de cómo la oligarquía de
la nación ha sido motivo de guerra y destrucción de centenares de pueblos, que hoy están
inmersos en problemas ajenos, en dolor y miedo, porque no son los citadinos empresarios
quienes pierden todo de si en conflictos ajenos, y la guerrilla de las FARC siempre ha
tenido claro esto, Manuel Marulanda reconocía que sus enemigos no eran los soldados ni
los policías, “Los soldados y policías son hijos de campesinos y obreros, que los altos
mandos envían a combatir y esos ponen los muertos y heridos, los generales no vienen a
combatir, su teatro de operaciones es desde helicópteros, bien lejos de los combates, al
igual que los hijos de los ricos y oligarcas, esos no están en las filas del ejército”.
Las problemáticas Colombianas yacen más allá de batallas territoriales y debates políticos,
existen diversas complejidades que sucumben bajo los términos de coyunturas, en ello
recae, la pobreza, la inseguridad, la perdida de cultura social, la falta empatía humana y
principalmente la corrupción que corrompe cada parte de este pueblo Suramericano, el
mayor ejemplo acerca de la corrupción y de cómo la oligarquía se ha ensañado en imponer
la guerra ante un pueblo ultrajado por la violencia, es el proceso de paz que propuso el
expresidente Santos en el 2016, donde se vio el desborde de irracionalidad e irrespeto a
toda una nación, todo por beneficiar a la clase alta, el politólogo Tony López lo sintetizo de
la siguiente manera “Fue Uribe Vélez y su partido Centro Democrático, el que presionó al
gobierno de Santos y este aceptó realizar un plebiscito, que fue manipulado y contaminado
con mentiras y falsedades propagadas por Uribe Vélez, acompañados por la derecha
conservadora y liberal y a través de los medios hegemónicos colombianos y extranjeros,
que incluía el eslogan de que si apoyaban el SI convertirían a Colombia en una dictadura
CASTRO-CHAVISTA, eso llevó a los electores a votar a favor de la guerra, por primera
vez en la historia universal de las naciones, los ciudadanos de un país votan en contra de la
paz, una irracional decisión, a la que hoy una gran mayoría se arrepiente.” Después de
aquel show mediático, envenado de corrupción y egos altruistas, la sociedad se ve inmersa
en múltiples desdichas y abrumadoras tinieblas de dolor. Por esto la proclamación de “la
segunda Marquetalia” hace que cada día la esperanza de este pueblo se ve sepultada por
toneladas de odio, el odio ha destruido por años la posibilidad de que este pueblo pueda
volver a nacer.
Clara Lopez en su columna para la revista semana denominada “SOS: Se asfixia el
pluralismo” expone sus argumentos acerca de como el gobiernos y demás entidades
institucionales en su derroche de poder han censurado la libertad de expresión y es de esta
manera que concluye “Este patrón de acontecimientos indica que la libertad de expresión
está siendo erosionada de manera grave y en casos aniquilada. La ofensiva contra el
pluralismo está en pleno desarrollo y con ella se abre paso la confección de una historia
oficial, el silencio de la crítica y a la invisibilización de la diferencia. La sociedad y la
justicia deben actuar antes de que sea demasiado tarde. ¡SOS! ¡En Colombia se asfixia el
pluralismo y con ello la democracia!” El punto de la exministra es claro, las organizaciones
gubernamentales han propiciado todos estos hechos atroces que sucumben a toda la nación,
su necesidad de poder ha sido uno de los mayores factores de destrucción social.
Para finalizar queda claro el objetivo de estos tres autores, el cual es denotar como la
sociedad se ha visto inmersa en guerras ajenas y ha salido gravemente afectada ante tal
violencia, su necesidad de ayuda se ha visto colapsada por este juego de poderes y
desordenes estamentales, llenos de corrupción y mentiras. En este sentido de ideas el
pueblo colombiano solo tiene una solución, y es una verdadera unión de sectores, de
quienes quieren salvar esta patria que alguna vez fue un sueño, es hora de que cada
colombiano piense más allá de su realidad y reconozca la miseria que subyace bajo cada
grieta de sus calles y de sus ciudadanos. Es hora de que el pueblo levante su voz.
Bibliografía
Gaviria, G (s, f) La historia que se repite
López, C (2019) SOS: Se asfixia el pluralismo, Revista semana
López, T (s, f) Historia no contada del proceso de paz en Colombia

También podría gustarte