La matanza de Tlatelolco

El día 2 de octubre de 1968 tras las protestas estudiantiles en la

ciudad de México, en las que participaron estudiantes, profesores,
amas de casa obreros, intelectuales, entre otras personas, el
entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, ordenó la masacre de
Tlatelolco.
Para estas protestas se reunieron miles de personas, en especial,
estudiantes de universidades públicas y privadas del país, algunos
estudiantes pertenecían a la Universidad nacional Autónoma de
México (UNAM), otros al Instituto Politécnico Nacional (IPN), y a
otras escuelas de todo México.
En esta masacre quien efectuó las órdenes del presidente Gustavo
Díaz Ordaz fue el conocido Batallón Olimpia que tuvo como función
proteger al país durante los juegos olímpicos de 1968 en México.
La llamada masacre o matanza de Tlatelolco fue un suceso que se
dio lugar en la plaza de Tlatelolco o plazas de las tres culturas, en
este evento no todas las personas que participaron sobrevivieron y
algunas desaparecieron, algunas lograron huir, pero no todas
quedaron ilesas, ese día fue realmente una pesadilla para la
ciudad.
Las personas corrían después de haber escuchado el sonido de
las balas, también gritaban y se refugiaban en algunas tiendas
cercanas a esta plaza de las tres culturas.
Los participantes de las protestas fueron perseguidos,
secuestrados asesinados y otros torturados hasta la muerte.
Aquel día los soldados o integrantes del batallón Olimpia portaban
un guante blanco en la mano izquierda que fue usado para
distinguirlos, además utilizaban armas de fuego y algunas llamadas
armas blancas estos hombres fueron pagados por el gobierno.
Posteriormente a este suceso el presidente Gustavo Díaz Ordaz
declaró haber sido el responsable de la masacre de Tlatelolco y
aun así después de sus declaraciones no se hizo justicia, aunque
algunas personas trataron de hacer denuncias ante algunos
tribunales, los cuales no hicieron nada en repuesta.
Los medios de comunicación así cómo el gobierno, cubrieron los
datos sobre este suceso, no dieron a conocer el número de
muertos, el número de heridos o el número de desaparecidos,
hasta la fecha no se han dado los datos exactos y se desconoce el
paradero de muchas personas.