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Sebastián Grande
B) DEPÓSITOS METASOMÁTICOS: en las partes más profundas de los cinturones metamórficos puede ocurrir la
anatexis o fusión parcial de metasedimentos, con formación de migmatitas. Los fluidos liberados constituyen
soluciones HT capaces de disolver los componentes metálicos solubles contenidos en la roca adyacente.
Estos migran hacia niveles superficiales y precipitan menas metálicas a medida que se enfrían. Desde el
frente de migmatización hacia la superficie se generan zonas conteniendo los sulfuros pirrotina (Fe) y blenda
(Zn). (Fig. 10-2). En estas mismas condiciones es posible la formación de magmas graníticos y pegmatíticos,
que pueden llegar a formar skarns de contacto si existen rocas carbonáticas en la secuencia sedimentaria
metamorfizada. Todas las soluciones y magmas formados migran hacia afuera del frente de migmatización,
depositando las menas en rocas receptivas y a lo largo de estructuras favorables. Estos son en realidad un
tipo de depósitos hidrotermales, cuyos fluidos mineralizantes se deben a la circulación de aguas o vapores
producidos por la deshidratación durante el metamorfismo regional progrado.
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Fig. 10-1. Cinturones metamórficos en el NE de U.S.A., mostrando diversas zonas metamórficas de distinto
grado en rocas pelíticas. En las zonas de cianita-sillimanita o de andalucita es posible la concentración de estos
minerales formando lentes o bolsones en rocas muy ricas en aluminio que pueden representar antiguas
paleobauxitas, o zonas extensas de alteración hidrotermal argilítica, entre otros. Partes de este mismo cinturón
afloran en los Andes de Mérida y la Cordillera de la Costa, en Venezuela. Tomado de Winkler (1983).
Fig. 10-2. Depósitos metasomáticos en el frente de migmatización, con deshidratación de granulitas máficas a
anfibolitas, en Suecia. Se forman depósitos en forma de cintas, con una zonación que va de Zn a Fe, de mayor a
menor temperatura. Este cinturón metamórfico es de edad Proterozoico tardío. Modificado de Park y Mc.Diarmid
(1972).
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La devolatilización metamórfica comienza a partir de las facies de grado más bajo. Los fluidos
metamórficos pueden originarse por la deshidratación de minerales específicos presentes en rocas máficas,
pelíticas o carbonáticas, que conlleva a la formación de vetas de cuarzo y/o carbonato, con un transporte
masivo de metales en el medio metamórfico. Las rocas máficas basaltos, diabasas o gabros, al formarse son
prácticamente anhidras, puesto que se componen de Ca-plagioclasa, Ca-clinopiroxeno ± ortopiroxeno o
pigeonita ± olivino ± Fe-Ti óxidos. Durante la diagénesis, cuando no por metasomatismo de piso oceánico en
el valle axial de la dorsal, o durante las etapas de arco maduro submarino, comienzan a alterarse por
metasomatismo y circulación hidrotermal de piso oceánico, con formación de zeolitas (analcima, thomsonita),
carbonatos de Ca-Mg-Fe, cloritas-smectitas y arcillas. Sin embargo al aumentar la temperatura por encima
de los 200º C comienzan reacciones de deshidratación metamórfica como las siguientes:
En rocas máficas las asociaciones minerales en la facies esquistos verdes incluyen, como es bien sabido,
cuarzo, albita, clorita, epídoto, calcita y actinolita. Estos minerales provienen del remplazo de minerales
máficos, como piroxenos y olivino por fases hidratadas ferromagnesianas, como clorita, actinolita y
serpentina; y de plagioclasa cálcica por albita, calcita, clorita y epídoto. En rocas algo más félsicas, como
andesitas existen suficientes álcalis (K, Na) para formar muscovita o biotita. Los fluidos generados por la
deshidratación de estas anfibolitas o metalavas son pobres en CO2, pero ricos en H2O. Por supuesto, al
entrar en la facies de la anfibolita aparece el anfíbol hornblenda y la Na-plagiocasa se torna algo más cálcica,
llegando a ser oligoclasa-andesina, pudiendo aparecer minerales como granate, estaurolita o cordierita. Con
la entrada en la facies granulita se forman piroxenos a expensa del anfíbol y la plagioclasa es de tipo
andesina. Es curioso como esta secuencia de metamorfismo progrado se parece a la inversa de la series de
cristalización de Bowen, donde en la serie discontinua los primeros minerales que cristalizan a partir de un
magma basáltico son anhidros, como olivino y piroxenos, y en la serie continua precipita primero plagioclasa
cálcica, tornándose con el fraccionamiento más hidratados y alcalinos los minerales máficos y menos cálcica
la plagioclasa a medida que desciende la temperatura. En vez durante el metamorfismo progrado sucede
todo lo contrario y en el clímax termal se generan charnockitas máficas, de aspecto y mineralogía totalmente
gabroide, excepto que contienen una plagioclasa más bien correspondiente a rocas dioríticas o tonalíticas,
como lo es la andesina.
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En rocas carbonáticas el remplazo de minerales genera fluidos ricos en CO2 y H2O, sobre todo si hay
presencia abundante de arcillas. Las reacciones de descarbonatación se llevan a cabo en presencia de sílice,
generando Ca-silicatos a partir de los carbonatos iniciales:
En realidad las dos primeras de esas reacciones ocurren a altas temperaturas en rocas muy puras. La
presencia de impurezas de arcillas, feldespatos, Fe-Mn hidróxidos y otros minerales permite que ocurran a
temperaturas mucho más bajas, del orden de 400ºC. También la presencia y deshidratación de las arcillas
asegura la suficiente cantidad de agua para iniciar las reacciones de descarbonatacion al aumentar la
temperatura. La última reacción mostrada puede ocurrir a la inversa, hacia la izquierda, de modo que es
posible deshidratar mármoles tremolíticos infiltrando en ellos fluidos o gases ricos en CO 2.
Fig. 10-3. Curvas de deshidratación propuestas por FYFE (1978) durante el metamorfismo progrado en función
del gradiente geotérmico, o del marco tectónico. A) Complejo de subducción – cuenca ante arco: 22,5º C/km; B)
Cinturón colisional de tipo barroviano: 32,5º C/km; C) Arco volcánico maduro, margen continental activo o valle
rift continental: 52,5º C/km; D) Valle axial de la dorsal: 102,5º C/km. Modificado de Piragno (1992).
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Las rocas dolomíticas silíceas expulsarán sólo fluidos ricos en CO 2 a altos grados metamórficos
Los mármoles con minerales hidratados (como tremolita), expulsarán fluidos acuosos.
Las metapelitas con algo de carbonato expulsarán fluidos acuosos pobres en CO2.
Sin dudas las rocas pelíticas son, con mucho, las mayores generadoras de fluidos acuosos. Al ser
depositadas ya contienen una gran cantidad de arcillas con agua molecular inter-capas y mucha agua
intersticial que les confiere una porosidad primaria de más de 50%. Las lutitas y argilitas comienzan a
deshidratarse durante la compactación diagenética, siendo la deshidratación continua hasta alcanzarse la
facies granulita. Las curvas de deshidratación de sedimentos pelíticos de FYFE ET AL. (1978) (Fig. 10-3)
muestran que ocurre muy poca deshidratación en el metamorfismo de bajo grado. Un esquisto clorítico tiene
casi la misma proporción de agua que una lutita, entre 4,5-5% en peso. Empero al entrar a la subfacies
biotita, la cantidad de agua decrece a 3%, y de allí se alcanza la deshidratación total o casi total en la facies
granulita, al generarse las charnockitas. Sin embargo como muestran los diagramas las curvas de
deshidratación y la mineralogía de cada facies difiere apreciablemente al variar el gradiente geotérmico, o lo
que lo mismo, el marco tectónico. Los cuatro diagramas están dibujados para cuatro marcos tectónicos
diferentes: uno de 22,5º C/km como el que podría haber en un complejo de subducción (media-alta P/T); otro
intermedio de 32,5º C/km típico de cinturones colisionales (barroviano, media P/T); uno alto, de 52,5º C/km,
típico de arcos volcánicos maduros (de baja P/T) o valles rift continentales; y uno muy alto de 102,5º C/km,
como el que pudiera existir en una dorsal centroceánica. Es obvio que la deshidratación metamórfica ocurre
a profundidades mucho más someras en zonas de alto gradiente geotérmico. La isoterma punteada gruesa
marca la temperatura a la que ocurre la anatexis hidratada de rocas metasedimentarias para generar magma
granítico; ésta también depende del gradiente geotérmico, pudiendo ocurrir apenas a unos 8 km de
profundidad debajo del graben central de un rift; pero a más de 20 km de profundidad en un cinturón
colisional barroviano. Claro, si la roca es muy pura, por ejemplo: una arcilla de caolinita y cuarzo, o incluso
una paleobauxita subsilícea, la deshidratación será diferencial, no continua. Primero se forman ensamblajes
ricos en pirofilita, que al ser deshidratados completamente dan lugar, respectivamente a rocas de
cianita/sillimanita + cuarzo, o de sillimanita + corindón, totalmente anhidras. En el caso de las arcillas
impuras, el alto grado de solución sólida de todos los minerales formados y la complejidad de los
ensamblajes mineralógicos asegura una deshidratación continua, sin saltos bruscos. La cantidad de fluidos
liberados en % en peso no parece mucho, apenas un 5% del peso de la roca inicial, empero en volumen de
vapor o fluido supercrítico, a más de 600ºC, puede significar una relación fluido/roca mayor de 100. Dado el
enorme volumen que ocupan los cinturones metamórficos es obvio que este proceso será capaz de
proporcionar cantidades verdaderamente importantes de fluidos acuosos que perfectamente podrán formar
profundos sistemas hidrotermales convectivos, y por supuesto, mineralizantes. Es evidente que el origen
último de estos fluidos, que fueron aguas connatas durante la diagénesis es, fue principalmente, marino,
aunque es posible que tengan cierta influencia freática en zonas continentales. No debe olvidarse que el
océano es el más grande reservorio de agua con que cuenta el planeta, y que muchos procesos tectónicos,
metamórficos y metasomáticos ocurren en el piso oceánico.
perovskita, apatito, silicatos de Mn-Zn, como rodonita, bustamita, tefroita y willemita, y carbonatos como
rodocrosita, smithsonita, etc. La migración iónica ocurre en dos direcciones: Ca 2 y Mg2 viajan hacia el
plutón y forman el endoskarn; Al3 y SiO2 viajan hacia la roca caja, formando el exoskarn. La migración de
metales a menudo mineraliza la zona de skarn formando depósitos metasomáticos de contacto (Fig. 10-3).
Las menas presentes son muy variadas e incluyen: sulfuros de Pb-Cu-Zn, Sb, Fe o Mo, con Au o Ag nativos,
scheelita (CaWO4), óxidos de Fe (magnetita, hematita) y de Sn (casiterita), arseniuros de Ni-Co y hasta
uraninita-fluorita.
Fig. 10-3. Depósitos de skarn mostrando su relación con los contactos intrusivos de plutones graníticos y roca
caja carbonática: Zona de Cornwall (SW de Inglaterra), donde plutones graníticos epizonales forman amplias
aureolas de contacto en sedimentos paleozoicos, caracterizadas por una zonación de depósitos de Sn-Cu-U-Pb-
Zn-Fe. Se trata de granitos post-colisionales anatécticos, intrusionados en una zona de sutura ofiolítica de edad
ordovícica (nótese las serpentinitas y metabasitas en el extremo sur).
Las aureolas de contacto, más o menos regulares o discordantes, siguen generalmente los contactos
intrusivos o se adentran hacia las zonas más fracturadas y permeables que permitan el paso de fluidos
metasomáticos. A pesar de las discordias y controversias acerca del origen de estos depósitos, los datos de
campo demuestran claramente que las aureolas más espectaculares se hallan siempre en rocas
carbonáticas. Las dolomías y las calizas parecen ser particularmente sensibles al metasomatismo. En las
rocas clásticas cuarzosas los efectos metasomáticos parecen extenderse a zonas muy amplias, sobre todo
cuando son permeables, constituyendo rocas no-reactivas, que sólo cumplen una función "hidráulica" y
facilitan el movimiento de los fluidos. Las rocas carbonáticas en vez tienen la posibilidad de reaccionar
directamente con los fluidos y se consideran litologías receptoras o reactivas (Fig 10-4). Otras veces las
rocas ígneas se comportan como agentes removilizadores y donantes de fluidos que atraviesan secuencias
arcillosas de baja permeabilidad que fungen de "sellos" y logran detener o confinar (entrampar) las
soluciones mineralizantes en zonas particulares (por ejemplo: en las crestas anticlinales), de modo que la
acumulación de menas ocurre en las zonas menos permeables, que impiden el paso de los fluidos activos.
Cuando el contacto intrusivo es ortogonal a los planos de estratificación los depósitos se desarrollan mejor,
que cuando el contacto es casi paralelo a los planos de estratificación; la primera condición, sobre todo en
capas de suave buzamiento, ayuda a la migración de los fluidos a través de los planos de estratificación y
extiende el ancho de la zona mineralizada (Fig. 10-5). La brechación de la roca debida a la intrusión parece
ser el factor controlador primordial para la formación del skarn; éste puede quedar estéril si no es afectado
por la circulación de fluidos hidrotermales de diversos orígenes, de magmáticos a meteóricos.
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Fig. 10-4. Sección generalizada de un depósito de skarn. Fig. 10-5. Depósitos de skarn desarrollados en
Nótese la presencia de una roca donante (plutón granítico), capas de buzamiento leve. Nótese que el mejor
de una roca receptiva no-reactiva (arenisca), de una roca desarrollo de los depósitos ocurre en calizas
impermeable no-reactiva (lutita) que ha adquirido (receptoras y reactivas) y en aquellos flancos
permeabilidad debido al fracturamiento, y de una roca donde el buzamiento de las capas es lo más
receptiva y reactiva, como la caliza. Estos depósitos son en ortogonal posible al contacto intrusivo (lado
realidad depósitos hidrotermales. Modificado de Sassano y derecho). Modificado de Sassano y Cárcano
Cárcano (1983). (1983).
La formación de estos depósitos involucra dos etapas: 1) Etapa de contacto metasomático, de alta T, con
formación de silicatos de Ca-Mg-Fe-Al (generalmente Ca-piroxenos, como hedembergita, augita o diópsido);
y 2) Etapa hidrotermal, donde ocurre el remplazo metasomático de esos silicatos por mena y ganga. Algunas
reacciones químicas propuestas, tomando los Ca-clinopiroxenos como ejemplos genéricos, son:
(balanceo aproximado)
Estas reacciones implican que los componentes volátiles del magma (S, O, F, P, B) interactúan con los
minerales del skarn (Ca-clinopiroxenos) produciendo, según las condiciones de óxido-reducción reinantes,
magnetita y sulfuros metálicos con Fe2+, óxidos con Fe3+, cuarzo, nuevos silicatos de Ca-Fe, boratos, fosfatos
o fluoruros. En presencia de CO2 el Ca, el Mg y el Fe son fijados como carbonatos: calcita, dolomita, ankerita
o siderita. Minerales ganga no-metálicos como calcita, fluorita, fluor-apatito o turmalina, son muy frecuentes
en estos depósitos, llegando los tres primeros a convertirse en mena cuando se agotan las menas de Fe o de
otros metales. Este modelo además explica porque sólo la zona del skarn se halla mineralizada y no la roca
caja carbonática adyacente, o la del cuerpo intrusivo no alterado. En efecto, se puede decir, sin lugar a
dudas, que un depósito de skarn es otra variante de la vasta familia de los depósitos hidrotermales, puesto
que son las soluciones hidrotermales ricas en metales y volátiles, magmáticas o de otras fuentes corticales,
las que generan los depósitos de menas metálicas, no el metamorfismo de contacto en sí, que sólo genera
silicatos de Ca-Mg estériles, cuarzo y carbonatos.
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Los depósitos metasomáticos asociados al Batolito Guichon, en la Columbia Británica, una de las
intrusiones que componen el gigantesco gran batolito de la Columbia Británica, de edad Jurásico, con 2.000
km de longitud y 250 km de anchura, son un ejemplo perfecto de este tipo de yacimientos (Fig. 10-6). Son
depósitos de Fe y Cu, respectivamente magnetita, y calcopirita + bornita. Nótese en la Fig. 10-6 que
asociados a este batolito existen, además de los depósitos de skarn marginales y cercanos a los bordes del
intrusivo (triángulos negros), numerosas ocurrencias de pórfidos de Cu en las partes más internas del mismo
(círculos negros). Es sin duda una provincia metalogénica de gran interés económico. Famosas localidades
mundiales donde existen o fueron explotados depósitos de skarn incluyen:
La asociación metalogénica que ocurre en cada depósito de skarn depende del tipo de magma intrusivo,
en cual debe ser rico en volátiles, como H2O, HF, H2S, H3BO3 o P2O5. Los plutones más máficos, como
gabros y dioritas, típicos de arcos de islas, generalmente generan una asociación de skarns de Fe-Cu-Au.
Los de tipo intermedio a félsico se caracterizan por la asociación de skarns de W-Pb-Zn-Fe-Cu-Mo. Los
plutones graníticos más evolucionados, que generalmente son post-tectónicos, generan una asociación de
skarns de Sn-Mo-Pb-Zn. Los depósitos de skarn forman parte de la gran familia de depósitos hidrotermales y
muchas veces son transicionales con los pórfidos de Cu. En efecto, en sus niveles más profundos los
pórfidos de Cu generan depósitos de skarn cupríferos. La mayoría de los depósitos de skarn económicos
ocurren alrededor de grandes batolitos orogénicos de edad Mesozoico-Paleógeno. Son comunes en el
Cinturón Cordillerano de Norteamérica, desde México hasta el Yukón (Alaska), y en el cinturón de los Andes
centrales, desde Ecuador a Chile.
Au-Ag-Te: los skarns auríferos ocurren en las zonas piroxénicas de los skans calcíticos, formando parte de
sistemas de pórfidos y rodeando a rocas intrusivas intermedias, como diorita o granodiorita. Tienen baja
relación metal/Au y son ricos en As, Bi, Te y Ag. El Au tiende a ser emplazado algo lejos de la intrusión,
acompañado por arsenopirita y pirrotita. Al nivel mundial los skarns auríferos tienen reservas promedio de 5-
10 Mt con un tenor de 11,6 g/tm. Por ejemplo: Hedley (Columbia Británica) tiene 9 Mt con 7,5 g/tm Au; y
Fortitude (Nevada) tiene 12 Mt con 5,5 g/tm Au (donde g/tm = ppm).
Cu-Fe: los skarns cupríferos son mucho más grandes y están ligados a sistemas de pórfidos de Cu
intrusivos. La mineralización económica se desarrolla cerca de la intrusión y contiene abundante Fe-granate
(andradita). La mena principal es calcopirita, existiendo una zonación de distrito donde una zona interna de
pirita-calcopirita grada hacia fuera a una zona enriquecida en calcopirita. Ejemplos de estos depósitos son:
Mina Gaspe (Quebéc), de 67 Mt con 1,45% Cu; Copper Mountain (Columbia Británica) de 216 Mt con 0,4%
Cu (incluyendo la mineralización del pórfido de Cu); Santa Rita (New México) de 100 Mt con 0,9% Cu.
W-Cu-Mo: los skarns con tungsteno (W) tienden a formarse alrededor de intrusivos de grano grueso, de tipo
cuarzo-monzonitas, con pegmatitas asociadas. Su asociación con rocas de emplazamiento más profundo
sugiere que se generan a mayores temperaturas que los anteriores tipos de skarns. La mena principal es
SCHEELITA (CaWO4), asociada con pirita, pirrotita, calcopirita y molibdenita en el exoskarn formado en la roca
caja estratificada que rodea a la intrusión. Ejemplos son: Mactung (Yukón) de 32 Mt con 0,92% WO3;
Cantung (Territorios del NW) de 9 Mt con 1,42% WO3; y los enormes depósitos de la Provincia de Sichuan
(China) de 112 Mt con 0,33% WO3.
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Pb-Zn-Ag: las menas de Pb-Zn en los skarns se hallan distantes de la intrusión y se desarrollan a lo largo de
contactos litológicos y fracturas o fallas de las rocas carbonáticas en las zonas de mayor permeabilidad. En
las menas de Pb el metal Ag es un subproducto importante. La ganga consta de granate, piroxenos y
anfíboles ricos en Mn. Ejemplos incluyen: Sa Dena Hes (Yukón) de 4,9 Mt con 12,7% Zn, 4% Pb y 6 oz/ton
Ag; Bluebell (Columbia Británica) de 4,8 Mt con 6,35 Zn, 5,2% Pb y 45 g/tm Ag; Leadville (Colorado) de 23,8
Mt con 3% Zn, 4,2% Pb y 320 g/tm Ag; y los mencionados depósitos de Cornwall (Gran Bretaña).
Fe: los skarns ferríferos son los mayores conocidos en el planeta, su mena principal es la MAGNETITA. Las
intrusiones ricas en Fe (tonalitas, cuarzo-dioritas) forman skarns con hedembergita (Ca-Fe piroxeno), las
menos ricas en Fe (graniodiorita-granito) forman skarns ferromagnesianos con silicatos ricos en Mg
(flogopita, diópsido, espinela). El granate (andradita) junto con variados piroxenos son característicos de este
tipo de skarns, que está formado generalmente por magnetita, con cantidades subordinadas de esos
silicatos. Ejemplos notables incluyen: Tasu (Columbia Británica) de 21 Mt con 40% Fe; Marmora (Ontario) de
1,1 Mt con 66% Fe; y el gigantesco Sarbai (Siberia, Rusia) de 725 Mt con 45,6% Fe.
U-F: los skarns de URANINITA se asocian invariablemente a plutones graníticos muy evolucionados, del tipo
granito-sienita alcalinos, generalmente con muy bajo índice de color (leucogranitos). Conspicua es la
presencia de fluorita, generalmente de color violeta muy oscuro debido al bombardeo radiactivo y contenido
de Y y T.R. Ejemplos serían los skarns de uraninita de Bancroft (Ontario) y otros en China y Europa.
Fig. 10-6. (A) Mapa geológico simplificado del batolito Guichon, uno de los plutones graníticos que conforman el
megabatotito de la Columbia Británica, en el oeste de Canadá. Nótese la ubicación periférica de los depósitos
de skarn de Cu-Fe (triángulos negros) y la disposición central de los pórfidos de Cu (círculos negros). Es una
provincia metalogénica cuprífera de gran importancia comercial. (B) Detalle de la zona de Craigmont, donde se
observa la relación de apófisis intrusivas del batolito en rocas volcano-sedimentarias. Los depósitos se hallan
en lentes de caliza dentro de la Formación Nicholas, de edad Triásico tardío, rocas volcánicas terciarias cubren
la zona de contacto, que fue expuesta por la minería a cielo abierto. Tomado de Sassano y Cárcano (1988).
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Fig. 10-7. Mapa y sección geológicos de los depósitos de skarn asociados a la Granite Mountain, Iron Springs,
Utah (U.S.A.). La mena es magnetita, que forma un cuerpo masivo de exoskarn de unos 250 m de ancho y unos
60 m de espesor, o que aparece como numerosas vetas de endoskarn dentro de fracturas del stock de granito
intrusivo. La roca caja mineralizada es la caliza de la Formación Homestake, del Jurásico tardío, que se halla
cubierta por la arenisca de la Formación Entrada y el conglomerado de la Formación Iron Springs, estando toda
la secuencia cortada por una falla inversa de ángulo alto, que fue la responsable de exhumar el bloque que
contiene el plutón granítico y el skarn de magnetita. Tomado y modificado de Sassano y Cárcano (1988).